Post on 26-Mar-2020
escritas especialmente para ser represcn·tadas en la misma función. J\!Jesas se raradas, su última obra, repite este sisterila,aumentado con el atractivo de que el reparto es casi el mismo en las dos obras,cambiando nada más la personalidad delos dos protagonistas.
El título bajo el que Rattigan uni(')estas dos piezas en un acto (dividida:;la primera en tres cuadros y la segundaen dos) sugiere el tema tratado: la scparación fundamental o sea la soledad enla que viven todos los personajes queparticipan en la acción. Rattigan pretende presentarnos el cuadro vital de untipo de miembros de la sociedad inglesa,que se caracteriza por el aislamientoen que viven sus componentes, al margen de todos los acontecimientos que noafectan directamente su única fuente deingresos, pasando sus días, lentos y abu-
PO;!Lluan GARCIA PONCE
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E. Alonso- "magnífico nivel de actlU1ción"
rridos en la soledad de un hotel cualquiera cerca de Londres. Durante el desarrollo de las obras el autor sugiere -después de subrayar debidamente esta especial característica que unifica a todos lospersonajes sin que por esto pierdan sucualidad ele individuos con un problemapersonal- las dos posibles soluc·ionespara C'ste problema: d amor, en la primera; la solidaridad, en la segunda.
En la primera pieza, el conflicto selimita exclusivamente a dos personajes;los demás son dados a conocer, pero suparticipación en la anécdota es nada másla de una especie de coro, que observalos acontecimientos sin llegar a comprenderlos, ni prestarles mayor atención. Sinembargo el problema de los protagonistases el mismo que el de los observadores,sólo que ellos, situados en un plano distinto (única excepción junto con la pareja de estudiantes que, a pesar de esto,en la segunda pieza estarán, aun contrasus deseos, dentro de la misma categoría) pueden romper esta soledad con sólosuperar las particularidades que han hecho imposible durante ocho años su amor,sin hacerlo desaparecer. La evolución dela pieza se basa en el conocimiento queadquirirán los protagonistas de que lesbasta con luchar porque este amar seaposible, pa.r--au;lcabar con su soledad. Espor esto que cilando se deciden hacerlo elautor los abandona: el mayor o menoréxito que obtengan en esta aventura: yano corresponde a la intención de la pieza, que sólo pretende sugerir una solución sin abordar el problema que sú realización implica.
En la segunda obra el resto de los personajes que fueron presentados en laprimera, más dos nuevos de los que yase había oido hablar y que, a diferenciade los anteriores protagonistas están también dentro del mismo grup·) de gentesque formaba el coro, se ven -o se consideran- directamente afectados por unacontecimiento de orden moral, cuya importancia, en apariencia casi nula, no hace más que caracterizar con más fuerzaaún el estrecho círculo en tI que se mueven. El autor da oportunidad así de collocer otros aspectos de sus pcrsonalida-
A,ET
Rita Macedo- "sacrifica Slt belle::a"
MESAS SEPARADAS
EN EL TEATRO FABREGAS Rita Macedo y Ernesto Alonso, como productores, presentan la obra de Te
rence Rattigan, Mesas separadas. Nopuede deja¡- de elogiarse el repetido interés que los dos han demostrado por!levar a escena obras de una calidadliteraria muy superior a la que generalmente escogen la mayor parte de los empresarios independientes.
Rattigan no es ningún innovador delteatro contemporáneo; pero tampoco pretende serlo. Sus obras -la primera delas cuales data de ha'ce más de veinteaños- que se han representado, siemprecon gran éxito, durante este largo lapsode tiempo, lo que ya quiere decir algo,se caracterizan principalnlente, por sucorrectísima construcción, su gran exactitud para enfocar la trama en el momento y desde el punto de vista psicológico más apropiado, su a,cierto en lacaracterización y su diálogo irónico, ágily brillante; cualidades todas que corresponden a un buen dramaturgo. Con Cartelera, que incluía La versión de Brow1ting y A,,'equinada, Rattigan inició el sistema de presentar dos obras en un acto
CIHMEN EN LOS TETADOS (fereviendrai a Kandara) , de Víctor Vicaso
TIEMPOS NUESTROS (Tempi nostri), de Alessandro Blasetti.
Aquí el propósito es mayor que lo realizado. La falta de una dirección más1~011(1a se hace sentir constantemente. Elretrato neo-realista se vuelve convencional y se convierte en retrato demasiadoamable y atenuado. La ternura está generalmente lograda, pero falta el don dealcanzar algo más de la vida misma. Sesalvan la vital historia final y el magnífico diálogo entre un cura de pueblo(Michel Simon) y una admirable anciana(1,[ extraordinaria Svlvie). Aquí sí hayf'l latido auténtico de la existencia humana.
LA CABAÑA (The little hut), de MarkRobson.
Kazan. La parte "capriana" adolece de.longitud, repeticiones innecesarias y lamanía de completar las grandes secuencias con escenas íntimas sin el menorinterés y con resúmenes y conclusionesque sobran. Pero la parte kazanesca, elmostrar, el revelar y desarrollar un temade gran alcance social es muy buena. Heaquí cine en serio, con un propósito ycon un poder crítico que constituye unade las más vivas y tremendas requisitorias contra una realidad atroz y cargadade actual y .palpitante peligro. Una película indudablemente grande, una película dura y certera, una película que vale lapena, aunque le sobre la mitad.
Un verdadero epitafio para este director que hiciera' concebir esperanzas rnnF-I trúm.fador: (The chan/pion). Tocloslos matices y reacciones manidos y toaaslas actuaciones convencionales aesfilanaquí como por un viejo catálogo sin gracia. Ni siquiera David Niven se escapa.En cuanto a Stewart Granger, ¿ qué esperan para fusilarlo?
Ni el gran talento de Fran<;ois Perierconsigue salvar esta película indecisa ytorpe que hubiera podido ser -quizábuena. De Daniel Gélin ya no se sabesi está desaprovechado hasta el límite,o si se le acabó finalmente el talento.
UNIVERSIDAP DE MEXICO
EL SOL TAMBIEN SE LEVANTA(The sltn also riSes) , de Henry King.
Acabo de ver, en proyección privada,La slrada, de Fellini. Es inconcebibleque esta maravillosa, extraordinaria película no se haya exhibido todavía enMéxico. Corre el increíble rumor de que,como los exhibidores "no le tienen confianza" se estrenará en programa doble.Por si tal cosa sucediera no pierdan de',ista la programación de los cines· desegunda. Su título español es La Calle . ..y nQ dejen de verla por ningún concepto.
Estúpida, intolerable. totalmente vacíar\p la más mínima intelig-encia v sensibilidad. esta película inaudita pas'a a formar Darte de las innumerables traicionesfílmicas de la obra de Hemingwav. Siha\' una g-pneración perdida debe ser lar1e Henrv Kin~.
LA CALLE (La strada), de Fellini.
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des. Hasta ahora conocíamos a los personajes por sus pequeñas frustraciones,sus pequeñas manías por demás justificables, el acontecimiento que pone enmovimiento la acción permite conocer,además, su mezquindad y su cobardía quese hace evidente apenas se ven impulsados a actuar; pero que también les permitirá más adelante reaccionar en unaforma que les ayudará a vencer la frialdad que implica sus mesas separadas. Laanécdota afecta directamente a los dosnuevos personajes: un teniente retiradoque pretende engañar a los demás y, sobre todo, a sí mismo haciéndose pasar pormayor y otorgándose un pasado totalmente ficticio; y a la hija de una de lasrentistas que por la amistad del tenienteempezaba a salir de la soledad en la quesu frustración sexual y su timidez lahabían encerrado. El teniente comete unacto reprobable para los demás huéspedes del hotel, se ve descubierto en susmentiras y una comisión, encabezada porla madre ele la muchacha que no deseaque su hija se libere de su influjo, seencarga ele pedir que sea expulsado dela pequeña comunidad, lo que, además deavergonzarlo, produce una crisis en lamuchacha que confiaba en él. Sin embargo al final el buen juicio de uno de loshuéspedes y de la encargada del hotel seimpone y todos comprenden que la solidaridad puede unirlos, hacerlos sentirmenos solos; lo ayudan a vencer su timidez y responder por sus acciones, quedando excluida solamente la madre de lamuchacha que en esta forma Se castiga así misma.
Estas dos pequeñas anécdotas le bastan a Rattigan para presentar un agudoanálisis de todo un tipo especial de gente.El mérito principal de las obras no seencuentra en la línea de acción que essólo un pretexto, sino en la visión general de los personajes y sus pequeños problemas que los diferencian y personalizancon gran acierto. Cada uno de ellos vivey se mueve con extraordinaria individualidad dentro de las piezas y al concluiréstas el espectador percibe claramente laamplitud y habilidad con que Rattigan haabordado el tema.
Ahora bien, este tipo de obras al serllevadas a escena fuera de su país deorigen, presentan una casi insuperable dificultad: la necesidad de encontrar unreparto que no contradiga las características específicamente nacionales de lospersonajes y que sea capaz de proyectartodas sus cualidades. especialmente cuando, como en .11,1esas separadas, de la unidad del conj unto depende el éxito de larepresentación. En la puesta en escenadel Teatro Fábregas se acercan muchísimo a la posibilidad de vencer estas dificultades, pero no lo logran por completo.Rita Macedo como Lady Shankland, primero, y como Sibyl, después, cumple másque decorosamente. Como Lady Shankland está no sólo muy guapa, sino bélStante bien como actriz, aunque hay quereprocharle una cierta dureza en los movimientos, que se ven faltos de flexibilidad, y, como Sibyl, sacrifica su bellezapara interpretar un papel cuya nobleza lepermite demostrar una indudable capacidad para dotar de la debida veracidad dramática al personaje escogido, aun cuando ciertos excesivos retorcimientos restanlimpieza a su actuación. Ernesto Alonsodemasiado frío y sin poder superar sudicción defectuosa que lo imposibilita para matizar debidamente sus parlamentoscomo John Malean, mejora como el Ma-
~s. Novo- "direcc·ión correcta y acertad(J¡"
yor l-'olok, pape! en el que aleanza unmagnífico nivel de actuación. Bien Georgina Barragán, que tiene que luchar conel personaje menos convincente de la obra.Violeta Gabriel y Felipe Santander proyectan con ac:erto la simpatía de la parejade jóvenes, a pesar de que la primeratropieza en algunos parlamentos y el segundo no puede liberarse definitivamentede un sonsonete que hace un poco monótona su caracterización. Salvador Novocorrectísimo. sustituyendo a Luis ManuelPelayo, con;o Mr. Fowler. Sin embargo,ni Carmen ni Aurora Cortés, ni Encarna Rodríguez y Aurora \iValker han 10gracia recrear debidamente a los personajes que interpretan; sin que puedadecirse que están mal, es indudable queel matiz absolutamente inglés que necesitaban sus personajes 110 está dado enlas tres primeras y en Aurora vValkerlo,; medios de los que Se vale para interpretar a la señora Railton Bc11 no sonsiempre legítimos. cayendo con demasiadafrecuencia en Jo que podría llamarse lugar común dentro de este tipo de papeles.
La di rección de Salvador Novo tan correcta y acertada como siempre. Novosabe mover a los actores y encontrar e!tono y matiz adecuado para cada una delas escenas con una precisión innegable.Además de ocuparse de que el texto seainterpretado con la mayor fidelidad posible, contribuye notablemente a situar alespectador dentro del ambiente de la obray el buen gusto y la exactitud con quemarca e! ritmo de la acción no puededejar de alabársele, como tampoco puede dejar de reprochársele la parte de culpa que le corresponde en las fallas delreparto.
La escenografía de Antonio LópezMancera, muy ambiciosa y muy bien lograda, da marco adecuado a la acción;solucionando además con mucha habilidadla colocación de los diferentes planos queel texto requería y que en su escenografía se marcan debidamente, facilitando ysirviendo las intenciones de la dirección.
VIDAS PRIVADAS
Detrás de la aparentemente irreflexivaalegría ingeniosa y alocada, rayana en e!cinismo en muchas ocasiones, que brilla
UNIVERSIDAD DE MExtcO
en casi todas las comedias del Noel Coward -excdentes ejemplos de lo quedebe ser la auténtica alta comedia- seesconde una indudable amargura que elautor oculta hábilmente diluyéndola enel ingenioso tratamiento que da a lostemas que aborda; tratamiento que tieneromo característica principal el punto deI-ista esencialmente irónico v humorísticodesde el cual Coward Se ace-rca a los conflictos.
Vidas privadas no es la excepción. Además de ser una comedia escrita especialmente para dar ocasión de lucimientoperscnal a cualquier pareja de buenosactores, Vidas privadas es una violentísima sátira contra las grandes pasiones. Laconstrucción de la obra presenta características muy especiales. Después del primer acto en el que se conoce el conflictoque se solucionará un poco más adelantedurante el mismo primer acto, puede decirse que la acción cesa por completo ylos dos actos restantes no son más quela exhibición, por demás irónica, de losresultadcs de dicha acción. En esta formatodo el peso de la obra recae casi e.xclusivamente sobre los dos protagomstas:Eliot y Amanda, que después de haber estaclo casados y haberse divorciado, se encuentran nuevamente en el hotel dondelos dos, casados otra vez, cada cual porsu lado, van a pasar la luna de miel. Elencuentro les revela que a pesar de todosiguen enamorados y al descubrir. estodeciden sacrificar todas las convencIOnesen nombre de ese amor y huir juntos, dejando abandonados en el hotel a su n~eva
esposa y su nuel'o esposo, respectrvamente. Con este acontecimiento, que tieneIlJO'ar durante el primer acto. la acciónco~cluye. En el segundo acto, Eliot y1\ manda, al fin juntos otra vez, no sabenque hacer, simplemente se aburren; lagran pasión y la romántica huida tienencomo único resultado el tedio más absoluto y como -única solución para salir deél, la romántica pareja de enamoradosdiscuten continuamente durante todo elacto hasta que al final llegan a los golpesy son sorprendidos en esta situación porVíctor y Sibyl, los esposos abandonados,que se han unido para tratar de encontrarlos y a quienes el público ha conocidoen el primer acto como meras marionetasen contraste frente a Eliot y Amanda queson en re~di~lad los dos únicos protagonistas. Con esto concluye el segundo acto.El tercero se inicia a la mañana siguientecon una corta escena en la que los dosesposos abandonados tratan inútilmenteque la criada -francesa- comprendaque ellos desean hablar con Eliot y Amallda que, al concluir el segundo acto, seencerraron en sus respectivas habitaciones, obliganclo a Víctor y Sibyl a pasarla noche en la estancia donde se desarrol1a la acción. (Esta escena fue suprimidaen la versión que Enrique Rambal yLucy Gallardo ofrecen en el Teatro del:Músico, probablemente para aligerar 1;1acción -que no lo necesitaba- y el presupuesto, que según parece, por las entradas que se registran en e! tea~ro, tampoco lo necesitaba.) Finalmente Eliot yAmanda salen de sus habitaciones y comienzan las aclaraciones, que concluiráncon Víctor y Sibyl golpeándose despué5de una discusión, como antes habíamosvisto que los otros dos lo hicieran en elacto anterior, mientras Eliot y Amanda,reconciliados, salen seguros y confiados,conscientes de que entre Víctor y Sibyltambién se ha despertado "una pasión"tan auténtica como la de ellos. El resul-
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tado, como se ye no puede !'er más irónico; ni más amargo tampoco.
Para sostener una obra. que sigue teniendo éxito después de veinticinco· añosde su estreno y de que en México hasido representada no más de tres meses,con tal simplicidad -de medios Cowarclmenta principalmente con uno de los diá¡og-os más brillantes del teatro contempoláneo, aparte de la admirable' capacidadpara mantener el ritmo de la acción dentrodel más estricto buen gusto y el más profundo conocimiento de los recursos escénicos que le permite sacar partido inclusive del tedio de los personajes, quese traduce en regocijo para el públicoque goza con el ingenio ya antes mencionado del diálogo y la oportunidad que~(' da a los actores de usar todos sus recursos para mantener el interés.
Naturalmente llevar a escena una obrade este tipo requiere, aparte de una dirección cuidadosa y precisa, encontrarcuatro actores con la capacidad necesariapara satisfacer las necesidades del texto.Enrique Rambal, Lucy Gallardo, Mauricio Garcés y Rosa Elena Durgel demostraron, en el Teatro del Músico, que tienen esta capacidad. Los cuatro estánmagníficos, aunque como es natural, losdos primeros usan debidamente la oportunidad de brillar sobre los otros dos quetI reparto les da. La indiscutible gene-
CARLOS Bosel-. GARCíA, i'vla/eriales para /11historia diplomática de México. (Méxicoy los Estados Unidos, 11120-1848). Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales. Universidad Nacional Autónoma deMéxico. México, 1957. 65 5 pp.
Carlos Bosch García acaba de publicarun libro de texto para su curso de "Historia de la diplomacia mexicana" que dictaen la Escuela Nacional de Ciencias Políticas y Sociales. En él ha reunido unagran cantidad de documentos para explicar la historia de la pérdida de territoriomexicano y la guerra con Estados Unidosde América en 1846-1847. Presenta losdocumentos seleccionados y resumidos:de cada comunicado o carta ha hecho unresumen en español. Bosch García presenta no sólo los documentos de los Archivos Nacionales de \Vashington, sinoque también inter~ala documentos qt~e
existen en los archIVOS de la Secretariade Relaciones de México, y aun algunascitas de obras de historia diplomática;todo ello con el objeto de dar cohesión ysentido al material. Este libro constituyenn borrador o guión para reconstruir 'lahistoria de la independencia de Tejas yla guerra con N orteamérica: Clar,o. es quesólo presenta el aspecto dlplomatlco delconflicto, y para delinear un cuadro general de la época forzosamente se tendría que consultar otros documentos y libros. Sin embargo. la política del Departamento de Estado de Washington quedabien definida en estos resúmenes. Las instrucciones que recibieron los funcionariosnorteamericanos que fueron enviados aMéxico son claras y explícitas. Muchasyeces llega a asombrar la completa faltade recato y la crudeza de las órdenes. Asimismo, en las comunicaciones a su gobierno de los ministros que residían enMéxico se advierte el poco aprecio que
tenian ¡>or los mexicanos y la perseverancia con que siguieron su política deexpansión. De otro lado, pOI" d textode algunas cartas podemos saber que tantoentre los mexicanos como entre losnorteamericanos siempre hubo personasbien enteradas de los problemas, y quetrataron de evitar este drama de la vidainternacional americana.
Aunque la época a que correspondenlos documentos es la más vehemente delas relaciones mexicanas-norteamericanas,y, por tanto, este volumen, el más interesante y sugestivo, es de esperarse queBosch García publique los documentos correspondientes a los siguientes períodoshistóricos del siglo XIX. También seríade desear que en futuras empresas sedieran a conocer los documentos relativo);;a las relaciones con las naciones europeas, a las que muchas veces se aludeen los documentos de este material. Conesas publicaciones las controversias y lospresuntuosos arranques de nacionalismo]se desterrarían de los textos, y los mexicanos tendrían una idea má's iusta vclara de su pasado. ..
M. del C. V.
MAX AUB, Vlla IIl1el'a poesía espalÍola (1.9501955). Universidad Nacional Autónoma.México, 1957. 218 pp.
AGUSTíN MILLARES CARLO, Don Juan Joséde Eguiara y Eguren y S1t Biblia/hecamexicana. Filosofía y Letras, 17. Universidad Nacional Autónoma de México. México, 1957. 188 pp.
Este libro contiene cuatro conferenciasque Max Aub dio en el Ateneo Españolde México en junio y julio de 1956. Esnna visión particular de la nueva poesíaespañola que, afirma. es c1e esencia política, adjetivo con que de paso cali fica ala poesía en general: "Creo que rara vezse ha dado una muestra tan clara de cómo en su esencia, la poesía es política."Podría decirse que la poesía es esencialmente rebelde -concepto más general yque quizá comparta con las demás artesy que puede manifestarse ¡Jolíticaml'ntecada vez que la realidad lo pide.
Los poetas nnevos españoles h:l11 demostrado principalmente que "España 110
ha muerto"; vive la protesta, y la poesíade España podrá ser buena o mala; clcaso es que existe, porque es poesía cualquier deseo, aliento o petición que abogucpor la prosecución de la yida. en un planomás de acuerdo con la naturaleza delindividuo y de la sociedad.
Otro aspecto, el social, tal vez sea lomás significativo, el interés colectivo desincerarse ante una sociedad, el propósitode solidaridad, de g-rupo, para comunicar.para hacer constar una verclac! que poseentodos, es un hecho insólito -al menoshoy- en la poesía, y esto, con la intensidad que se practica en España, es loque distíngue a la nueva g-eneración española. "Sin ducla, se fabrican en Esp~l1ia
sonetos, ocias, romances. como en todaslas repúblicas; décimas, octosílabos, endecasílabos; música, a yeces celestial. Peruen España además de la música, atada ;¡
ella, corre otra cosa: una razón. Una razón en el sentido de 'dar una razón' tinanoticia, de uno a otro, y no únicamentetocar la flauta, aunque no sea por CaStl:llidad."
Como el autor se ocupa únicamente deuna parte de la poesía española contemporánea ("la coincidente con mis deseos"dice expresamente) es fácil notar que notoda, aunque sí gran parte c!e esta poesía,si no de esencia. es de conciencia políticay quizá esté destinad~ a desaparecer deinmediato. Pero este lIbro cumple con sufin. Su autor no sólo estudia, sino quevive conjuntamente esta labor.. Como _éldeclara, no busca a los poetas, S1l10 :l Jo.spaña en los buenos españoles.
J. M. L.
De «ran significación es la reediciónde esta""obra, anteriormente publicada porel Fondo de Cultura Económica (Antl'loquia, México, 1944), que como las otrasde Millares Carla, es obligatoria paraaquellos que gustan del conocimiento denuestra literatura, por la importancia queentraña su aportaci<'JIl.
La recopilación sistemática de toclasaquellas obras filosóficas, literarias y cientí ficas, que fueron escritas desde antesde la llegada de los españoles, hasta mediados del XVIII, por Juan José de Eguiaray Eguren (1695-1763). quien ~1ubo (.lerenunciar al obispado de Yucatan a fmde dedicarse con mayor libertad a la formación de su Bibliothl'ca mexicana. Laidea de escribir esta obra se le ocurrió
soR
rosidad del texto permitC' actuaciones brillantísimas, es cierto, pero también puedellevar a cualquier actor con menos talentoy simpatía que Enrique Rambal y LucyGallardo al más definitivo ridículo, yaque permanecer todo un acto, durante elcual la acción propiamente dicha brillapor su ausencia, en escena es algo quesólo pueden realizar actores con la malicia, la capacidad y la ductibilidad que ellosdos poseen. Y por otra parte compartirlas escenas con ellos dos sin dejarse borrar por la menor importancia de lospapeles, es algo que también hay que elogiar en Mauricio Garcés y Rosa ElenaDurgel que supieron estar siempre a laaltura de las circunstancias.
Enrique Rambal, que también dirigióla obra, supo equilibrar debidamente lacomicidad de cada una de las escenas,aunque en el segundo acto permitió quela actuación resbalara hacia un tono quecorresponde más al astracán que a laalta comedia, debilidad que afortunadamente corrigió en los otros dos, los cualesmovió magníficamente.
La escenografía bien resuelta; pero deun cierto mal gusto en el primer acto ymuy bonita y apropiada en el segundo yt<:rcero, dotando al escenario del espacioque la violencia de la acción requería ycontribuyendo a reafirmarla mediante unaacertada colocación de los muebles.
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