Post on 24-Jun-2015
El “testamento” de Bernadette Soubirous, la jovencita a quien se apareció la Virgen de Lourdes
El texto aquí presentado
no fue escrito por Santa Bernadette,
si bien expresa con precisión lo que fue su vida.
Podemos creer que estas palabras estaban vivas
en su corazón, aunque ella nunca
las habría manifestado ni de palabra ni por escrito.
Fu la escritora Marcelle Auclair que al escribir su vida
interpretó los más íntimos sentimientos de Bernadette,
poniendo en boca de ella estas palabras
Está muriendo una mujer de 35 años: Marie Bernarde Soubirous, “conversa” de las Monjas de Nevers, en el mundo Bernadette, aquella que había visto y hablado con la Stma. Virgen en Lourdes. Tenía una pierna en putrefacción. Contempla su pasado de miserias y de hambre primero, de desprecios e injusticias después, de incomprensión siempre.
Y éste es su testamento espiritual:
Boca de más era yo, para darle de comer; por los niños que
cuidaba, por las ovejas que guardaba, ¡gracias!
“Por la indigencia de mamá y de papá, por la ruina del
molino, por el vino del cansancio, por
las ovejas con roña: ¡gracias, Dios mío!
Gracias, Dios mío, por el Procurador, por el Comisario, por los Gendarmes, por las duras palabras de Don Peyremale, por los días en que viniste, Virgen María, y por los días que no viniste, no sabré darte las gracias más que en el Paraíso.
Pero por las burlas, por los ultrajes, por quienes me han considerado una loca, por quienes me han considerado mentirosa, por quienes me han creído una interesada, ¡GRACIAS, VIRGEN SANTA!
Por la ortografía que nunca he sabido, por la memoria que
nunca he tenido, por mi ignorancia y mi estupidez,
¡gracias!¡Gracias, gracias, porque si
hubiera habido en la tierra una niña
más estúpida que yo, la habrías escogido a ella!Por mi madre que murió
lejos, por la pena que sentí cuando mi padre,
en vez de abrir los brazos a su pequeña
Bernadette, me llamó Sor Marie Bernarde: ¡gracias,
Jesús!
Gracias por haber saciado de amargura este corazón demasiado tierno que me has dado. Por la Madre Josefina que me ha proclamado una inútil, ¡GRACIAS!
Por los sarcasmos de la Madre Maestra, por su voz dura, sus injusticias, sus
ironías, y por el pan de la humillación, ¡gracias!
Gracias por haber sido aquella de quien la Madre Teresa podía
decir: No me haces nunca suficientes desastres”. Gracias por haber
sido la privilegiada de los regaños, de quien mis Hermanas decían:
“¡Qué suerte no ser Bernadette!”
¡Gracias por haber sido Bernadette, amenazada de cárcel
porque te había visto, Virgen Santa!
Mirada por la gente como un bicho raro;
esa Bernadette tan
mezquina, que al verla se decía: “¿No es
más que esa?” Por este cuerpo míserable que me has dado, por esta enfermedad de fuego y de humo, por mis carnes en putrefacción, por huesos cariados, por mis sudores, por mi fiebre, por mis dolores sordos y agudos, ¡GRACIAS, DIOS MIO!
Por esta alma que me has dado, por el desierto de la aridez interior, por tu noche
y tus relámpagos, por tus silencios y tus rayos;
por todo, por Tí ausente y presente, ¡GRACIAS,
GRACIAS, OH JESÚS!
Además, tantos años después de su muerte,por su cuerpo aún corre sangre líquida.Es algo sobrenatural, y todo lo que es sobrenaturales obra de DIOS. De hecho, la Iglesia decidiócolocarla en una urna de cristal en Nevers,expuesta a la veneración de los peregrinos.Hoy día, Santa Bernadette, nacida el 7 de Enero de 1844, tendría ya 165 años.
Bernadette murió a los 35 añosy su cuerpo fue exhumado tres veces
en el espacio de 46 años,con motivo del proceso de canonización,
con la increíble sorpresa de que siempre estabaintacto, a pesar de que su rosario ya estuviera
oxidado y su hábito lleno de humedad.
Los médicos que por primera vez la exhumaronquedaron sorprendidos al encontrarla totalmente intacta
(y lo sigue estando), empezando por el hígado,que al parecer es lo primero que se deshace,
estando también intactos los dientes y las uñas.
Y para que podamos hacernos una idea de cómose encuentra y nos asombremos de cómo se ve,
aquí podemos contemplar a Santa Bernadette
Sobre el heroico,sobrehumano “gracias”
de Bernadette, hacen ecolas palabras de la Santísima
Virgen durante las aparicionesde veinte años atrás:
“No te prometo hacerte felízen esta vida, sino en la otra”