Post on 26-Sep-2018
Trabajando con el Osito Tappy
dándoles esperanza a los niños con cáncer
With Deborah Miller & Till Schilling
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Transcripción Conferencia Till Schilling & Deborah Miller ‘Trabajando con el Osito Tappy’
Till: Mi querida Deborah, es un gusto nuevamente tenerte al teléfono para esta conferencia sobre
un tema sumamente interesante y que me es muy cercano a mi corazón. ¿Cómo estás mi querida
Deborah?
Deborah: Estoy muy bien y estoy muy feliz de venir y compartir con todos mi experiencia con el oso
Tappy y los niños con cáncer.
Till: Eso, eso. Querida Deborah, hoy día vamos a hablar sobre una temática que es el uso del Oso
Tappy en específico, ¿sí? Pero no en un nivel general, sino en un uso muy concreto de cómo tu has
tomado esta herramienta que estaba a tu disposición y la volviste algo que te funcionó, algo que te
fue muy útil, ¿verdad?
Deborah: Sí, absolutamente.
Till: En ese sentido, creo que siempre es lo mejor comenzar desde un principio, ¿verdad?
Deborah: Sí.
Till: Cuéntanos de la vez cuando tu fuiste invitada a participar de un evento con los niños, y ¿qué es
lo que sucedió cuando llegaste a este evento? ¿Nos puedes compartir eso?
Deborah: Sí, absolutamente. Yo tenía una invitación de ser voluntaria en un evento para buscar
fondos para los niños con cáncer. Era en un parque abierto y apenas recibir mi Oso Tappy, es la
primera experiencia de usar el Tappy era con niños con cáncer.
Till: ¡Uau!
Deborah: Sí, noté eso, ¡uau! Y entré al lugar y vi los niños abajo una, como una lona, en sus batas y
con sus sueros y todo esto. Es muy impactante. Me dije ¿Cómo voy a presentar un oso y una técnica
nueva a niños aquí? Lo voy a intentar. Voy a intentar. Y la primera chica era Cynthia. Y Cynthia no
pudo ver muy bien en un ojo, pero estaba muy dispuesta a probar algo diferente y empecé a mostrar
el Oso Tappy y mostrar los puntos y yo toqué sobre el Tappy sobre cosas como era muy buena chica
y quiere sanar y sentir bien y empezamos a reír y disfrutar el proceso. Y de mirar este cambio
chiquito en ella, me captó desde mi corazón, como: “Pues, con esto podemos empezar a hacer un
cambio de actitud y humor en un niño que tiene un problema muy grave.” Y me gustó. Trabajé con
cinco niños ese día. Con éxito más fuerte y un poco menos de cada uno. Pero, me gustó. Me gustó
que esto pudo apoyar.
Till: Correcto.
Deborah: Y con esto hablé con el doctor sobre esa posibilidad de entrar al hospital y tratarlo allá. Y el
doctor, muy agradable, muy abierto, y él explicó que él trabaja en la parte científica pero sabe que
esos niños y esas familias necesitan más soporte en otras áreas, como la parte mental y emocional.
Till: Correcto.
Deborah: Y es donde yo toqué. Y me gustó mucho esta plática, pero después de salir del evento, yo
estoy pensando ¿le dije que yo voy al hospital? Nunca pensé que iba a trabajar con niños con cáncer.
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¿Por qué dije esto? Pero me gustó como yo escuché cómo un guía – una llamada de mi corazón y mi
alma, que ya eso me tocó.
Till: Es decir, Deborah, ¿me estás diciendo que después de que tu, de corazón muy libre, le ofreciste
al doctor “Claro que puedo ir al hospital para seguir haciendo lo que hice acá”, te cuestionaste,
dijiste, “¿Qué parte de mi acaba de exponerse tan abiertamente?”?
Deborah: Sí.
Till: ¡Uau!
Deborah: Nunca estaba en mi plan.
Till: Claro que sí.
Deborah: Nunca era mi plan de trabajar con niños con cáncer. Pero yo siento es muy importante
porque esos eventos cambian la vida de la persona que escucha y siento que sí, eso cambió mi vida.
De ir allá y aprender con estos niños, mostrar esos niños cómo usar el Oso Tappy y de tapping, para
sentirse bien. Por eso estoy muy feliz que yo escuché esa llamada, sin conocer que era mi llamada y
ver los resultados que hoy estoy hablando contigo, Till, sobre qué pasó en esos años de trabajo con
esos niños. Para apoyar más personas a tener una idea como ellos también pueden trabajar con
niños con enfermedades serias.
Till: Cuéntame una cosa, Deborah.
Deborah: Sí.
Till: Cuando este momento sucedió, ¿tu cuántos años ya estabas usando esta técnica?
Deborah: Pues, yo empecé en el hospital en septiembre del 2007 y yo inicié con EFT en 2002.
Till: 2002. O sea que tu ya llevabas unos cinco años de experiencia encima trabajando, no solamente
con EFT sino otros temas energéticos y sabías de la psicoenergía y sabías de la bondad de la
psicoenergía. Pero te lanzaste a utilizar la herramienta de TappyBear encima de todos los
conocimientos que tu tuviste, para reducir el impacto con los niños de llegar con las manos vacías,
sino más bien de llegar con algo que les hace cuestionar ¿Y esta señora, qué es lo que quiere de mí
llegando con un oso? ¿verdad?
Deborah: Sí. Absolutamente.
Till: ¡Uau!
Deborah: Sí. Pero qué llamada. Y la cosa es se cambia mucho mi forma de trabajar. Aprendí mucho
con estos niños de trabajar de una forma mucho más profunda, en una forma con más comprensión,
de circumstancia y aceptación de dónde están. Y hasta dónde yo puedo empujar, o dónde yo
necesito retirar. Y siento esto es una parte de este trabajo muy importante. Y el Osito Tappy me
apoya mucho a acercar y conectar más con estos niños. Porque ellos están en un lugar frío, un poco
triste, con mucho dolor, mucha miseria. Por eso de entrar con el oso es algo cálido. Es algo
agradable. Es algo pelusa, ¿no? Y con eso, eso lleva una energía más leve, más de alegría. Más de
jugar.
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Till: Correcto.
Deborah: Aparte de sanación emocional que viene al hacer la técnica.
Till: Ahora, Deborah, cuéntame lo siguiente.
Deborah: Sí.
Till: La reacción de los niños – como tu dices, el ambiente es de miseria, el ambiente es de niños con
dolores encima. Si no es dolor por la misma enfermedad, es dolor por el tratamiento. Los papás
están ansiosos. Están con pena. Es una mezcla de miedo – como ya vimos en el capítulo pasado – y
es una mezcla de una serie de elementos. Tu llegas con el oso y, ¿cuáles son los primeros pasos?
Obviamente cada niño es distinto, pero ¿qué tienen todos en común? ¿Tienen todavía viva esa
curiosidad de la niñez?
Deborah: Absolutamente. Absolutamente. Hay niños tímidos y hay niños muy traviesos, no es esa
parte distinta de niños.
Till: Claro.
Deborah: Pero todos tienen, en sus ojos, la curiosidad de lo que va a hacer esta señora con este oso
y cómo eso va a afectarme o solo, ¿qué va a pasar? Y con eso yo utilizo esto para conectar con ellos.
Hacer cosas más leves para apoyarles a sentir bien. Y también yo uso muchas frases sobre el
empoderamiento, de auto-valor. Toco mucho sobre; soy buen niño – muy buena niña, que tengo
valor, que soy amada. Porque quiero que ellos entiendan que ésa es la verdad que ellos pueden
tener. Si es su realidad, o no. Y eso apoya a ellos a empezar a abrir más y liberar sus miedos, sus
angustias, el trauma que ellos sienten. La forma que presento el oso de cada niño depende. A veces
yo muestro, el niño abierto, empezamos a tocar sobre el oso. A veces es mi amigo, es mi apoyante.
Él está aquí para apoyarte a sentir bien y que él tiene esos botones sobre su cuerpo. Y depende de la
edad – si es muy joven yo no explico nada – si es más grande yo explico dónde están los puntos en el
oso y donde están los puntos en el cuerpo.
Till: Correcto. Correcto.
Deborah: ¿Sí? Y empiezo a tocar sobre el oso y muchos niños, en el momento que tú empiezas a
tocar esos botones, y decir algunas frases, como reacción normal, empiezan a tocar el mismo lugar
donde tú estabas. Si yo estoy tocando sobre la corona – yo toco y digo una frase, muevo mi mano y
ellos empiezan a tocar allá.
Till: Ya.
Deborah: Como de repetir que ellos lo ven. Porque eso es como el niño aprende.
Till: Así es. En Bolivia hay un juego que se llama ‘Seguir al Mono Mayor’, ¿sí?, que es básicamente
hacer lo que hace el otro, y tu al ubicar los puntos en el oso y al preguntarles, ¿Dónde estaría este
punto en ti? los niños ya automáticamente están llegando a tener una relación con esos puntos de
los meridianos en su cuerpo en comparación con los del oso, ¿verdad?
Deborah: Absolutamente.
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Till: Ya, y encima lo haces en forma de juego. Lo haces en medio de sonrisas, de unos pequeños
chistes para que los niños sientan la ligereza y la tranquilidad del caso, ¿no?
Deborah: Sí, absolutamente. Porque de jugar también es una forma de sanar, especialmente para
niños.
Till: Claro que sí.
Deborah: Y el oso representa también de jugar. Representa la ternura. Representa el amor. También
representa la seguridad. Los niños – algunos de estos niños son tan chiquitos que el oso es el mismo
tamaño que ellos.
Till: ¡Así es! Es un oso grande. Es un oso de casi cuarenta y tantos centímetros de altura y tiene una
presencia el oso, ¿verdad? Tiene una presencia.
Deborah: No hay duda. Sí. Y los niños más chiquitos tienen un poco menos de un año. Normalmente
más o menos dos años y el oso es casi del mismo tamaño que ellos. Por eso es impresionante. Ellos
pueden mirar al oso en frente de ellos o lo pueden abrazar, pueden jugar. A veces ellos usan el oso
como una almohada. Porque el lugar no es tan cómodo, eso es importante también. Es como dormir
con el apapacho.
Till: Correcto. Dormir con abrazos y cariño.
Deborah: Aparte de terapia, hay muchos efectos secundarios de usar el oso Tappy. Y esos son
algunos de ellos. De hacerlo como terapia, es muy bonito porque a ellos les gusta jugar, les gusta
tocar los botones donde estoy tocando, y a veces repitan las palabras, a veces sólo escuchan, pero
ellos están captando lo que estoy diciendo a ellos. Si estoy diciendo “Eres muy buen chico. Eres muy
bueno. Tu puedes librar dolor. No necesitas sufrir. Puedes sentir bien. Aquí puedes dar un abrazo al
Tappy para sentirte seguro,” o cualquier palabra que sale ese día en la relación con el niño. Y con eso
ellos se relajan, se calman, empiezan a reír. Eso tiene su efecto sobre sus padres. Porque se ve que el
niño está más tranquilo y con eso los padres están más tranquilos.
Till: Como el caso de ese niño que yo tuve la oportunidad de estar presente contigo, y llegamos con
el oso e hicimos unos chistes y el niño comenzó a sonreír y el papá casi comienza a llorar de alegría.
Deborah: Sí. Sí, de alegría porque estaba luchando para dar algo de sonrisa a su hijo por tres días.
¡Qué frustrante para un padre de ver su niño enojado, molesto por días! No por horas – por días, y
no tener recursos para apoyar su niño para sentir mejor. Llegó este oso, llegó esta técnica, de
enseñar en frente del niño y el papá por pocos minutos el niño está riendo, contento, feliz, también
el papá. Y solo de dejar el oso allá, el papá tomó el oso y empezó a repetir algo muy parecido a lo
que yo enseñé al niño.
Till: Correcto.
Deborah: Y el niño y padre juntos con el oso haciendo tapping, formó su conexión, su forma de
sanar juntos. Y el padre más contento porque tenía algo que él pudo hacer a cambio de sentirse
impotente, sin fuerzas de cambiar el estado de humor de su hijo. Y ahora fácilmente el oso pudo
hacerlo y disfrutarlo y disfrutar su hijo.
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Till: Y como tu observabas muy bien, Deborah, cambiaba – el papá mismo – cambiaba de un estado
de preocupación a un estado de ocupación porque tenía algo que hacer. Jugaba con su hijo con el
oso, y eso a su niño le hacía sonreír, buscaba los puntos en el niño, en el oso, y vice versa y eso hacía
que el niño se divierta y al realizar el tapping, ¿qué es lo que ocurre? En el cuerpo entra un poco más
de calma, entra un poco más de paz, ¿verdad?
Deborah: Sí. Y eso es muy importante, porque muchos de esos padres sólo se sienten como, “Pues
no hay nada que puedo hacer. Estoy en el hospital. Necesito depender de medicamentos y los
doctores y enfermeras para sanar mi niño.” ¡Qué frustrante! ¿no? Y que sentir tal vez culpable, o
triste de ver su niño con esos tratamientos y de no sentir un poder de apoyar. Con una técnica tan
sencilla, pueden calmarse a sí mismos y tener una manera de conectar y apoyar su niño
activamente. Participar en la sanación, sanación emocional. Y es una parte muy importante y los
médicos saben esto. Si el niño está deprimido y no quiere hacer nada, su sistema de defensa baja. Si
tiene más ánimo, es más contento y feliz, igual el padre que el niño, sus defensas están más fuertes.
Till: Definitivamente.
Deborah: Y eso es un regalo. Un regalo a todos ellos.
Till: Y se vuelve contagioso, ¿verdad?
Deborah: Sí.
Till: Un niño que sonríe, logra que el papá sonría. Un niño que ve que su papá sonríe,
automáticamente se siente mejor.
Deborah: Sí.
Till:¿No? Y la pregunta aquí no es ¿qué viene primero la sonrisa del huevo de la gallina?, sino lo que
viene primero es entrar y cambiarles el concepto en el que están sumergidos de pena y tristeza en
un hospital, lejos de casa, lejos de áreas familiares – muchas veces hasta con rodeados de un idioma
que no es suyo. En tu caso, éste es el caso, ¿verdad?
Deborah: Sí. Hay mucha gente indígena que viene y a veces los padres no hablan español.
Till: Así es. Así es.
Deborah: Una minora de ellos hablan español, o sus niños no hablan español. Tu imagina el terror de
no conocer español y tener tratamientos de quimioterapia, ¿no?
Till: Correcto.
Deborah: Y tu imagina que no entienden la enfermera o el doctor – ¡nadie! Cuando están en el
hospital. El terror creo es inmenso. Y eso pasó con un niño de 3 años y su mamá. Los dos no
hablaron español. Pero yo llegué con el oso Tappy y al niño le gustó. Y cada vez que él mi miraba,
estaba feliz de verme. Él ganó su oso y tenía por la cama y cada vez que yo entré, con cuidado él
abrió la bolsa, él se abrió sacó el oso para jugar conmigo. Yo estoy hablando en español, aunque él
no entendió el español, él conectó conmigo, conectó con mi intención de apoyarle a sentir bien.
Till: Correcto.
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Deborah: Con tiempo, él aprendió ‘oso’. Yo entré, él dijo “oso”, sacó su osito y empezamos haciendo
la técnica.
Till: ¡Que lindo!
Deborah: Y solito él empezó también a hacer tapping. Hay formas de enseñar sin palabras.
Till: Exactamente. Hay formas de comunicar sin palabras.
Deborah: Sí. Y por eso, una cosa muy importante para mi es siempre yo tengo una intención de
entrar y conectar y hacer todo por el mejor bienestar de ellos. Y hay días, esos de conectar
profundamente, de hacer tapping. Hay días que es cuando es de reír, bromear, platicar. Hay días que
siento cerca de un niño y sólo tocas su brazo o su pierna y quedo a su lado un rato. Porque siento es
muy importante de darle respeto cuando no tienen ganas de hacer tapping – que no se sienten bien.
Que no obligamos a ellos a hacer algo porque después no disfruta. Y el punto de hacer tapping es
que disfruten, se sienten bien, pueden mejorarse.
Till: Sí. Yo creo que ese punto que acabas de tocar es el punto más interesante, ¿sí? en cuanto a la
técnica se refiere con el uso del oso. Hacerlo en el tiempo y el ritmo del niño y no del adulto. Es
decir, que el niño sea el que decida cuándo es que se va a – se puede trabajar con el oso. Que no es
una obligación. Porque si aparece un adulto para que el niño tenga que usar el oso. No siempre
estamos prestos, o queremos, ¿sí? Pero cuando estamos con el deseo de hacerlo y coincide que
apareces tu para trabajar con el niño, entonces es mucho más fácil obtener logros y resultados,
¿verdad, Deborah?
Deborah: Sí. Y a veces lo que pasa es veo la resistencia del niño. Eso es más con los de 6 a 10 años.
Till: Exacto.
Deborah: Yo entro: “¿Quieres empezar a hacer un poco de tapping conmigo?” “No.” Eso es muy
común, ¿no? Y a veces yo hago, “Aunque tal niño no quiere hacer tapping conmigo, es un buen
muchacho.” Y “aunque no quiere hacer tapping, quiere quedar gruñón, es un buen niño.” En ese
momento desde gruñón él está riendo o tal vez sus padres están riendo. O a veces sólo de empezar a
tocar para el niño, él empieza a hacerlo. Como están repitiendo otra vez lo que estoy haciendo y
empieza y sentimos bien. Y hay días cuando no quieren y yo lo respeto, porque siento eso es muy
importante. Porque tienen su libre albedrío.
Till: Exacto.
Deborah: De sentirse mal, aunque hay chances para mejorar eso. La mayoria de ellos les gusta
hacerlo porque al fondo quieren sentirse bien.
Till: Correcto. Correcto. Deborah, es realmente interesante lo que nos estás comentando, porque en
sí esto es aplicable para muchas cosas, ¿no?
Deborah: Sí.
Till: En este caso tu lo estás aplicando – estás aplicando estas, casi como leyes universales, al trabajo
con los niños, al uso de esta herramienta que es el Osito Tappy con los niños, lo cual te está
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permitiendo ganar su corazón a largo plazo para obtener resultados posiblemente mucho más
interesantes que cuando aparece una persona que marca su tarjeta y si no ha trabajado en ese día
con 15 niños porque así lo dice su contrato, ella no ha realizado su labor, ¿verdad?
Deborah: Sí. Absolutamente. Y el oso veo es otra forma de conectar con los niños.
Till: Eso. A eso quería ir ahora yo.
Deborah: Sí, ok. Yo comparto algo de eso que fui pensando – a veces yo estoy más directa con los
niños. Lo muestro, tocamos sobre el oso o el niño está tocando conmigo. A veces hay niños que
están más tímidos – yo dejo el oso y yo empiezo a hablar con sus padres o con otro niño y regreso y
veo que el niño está jugando con Tappy. O están investigando, checando cuántos botones hay,
dónde hay, cosas así. O solito empieza a tocar. A veces con los niños – yo hablo con ellos como,
“Mira, este oso te mira, te escucha, es tu amigo. Y cuando yo no estoy, tu puedes hablar con él. Tu
puedes tocar sobre tus molestias.” Y con eso, ellos pueden hacer su auto-tratamiento aunque no
estoy. Y siempre quiero sembrar la idea que yo soy un apoyante, porque estoy allá para enseñarles a
sentir bien para sí mismos y que ellos solitos pueden hacerlo porque no siempre estoy a su lado.
Till: Correcto.
Deborah: Y siento esto es muy importante para ellos reconocer que eso es para ellos aprender de
aplicar para si mismos.
Till: Ahora, dime, Deborah, ¿Qué otras fases has encontrado tu con los niños cuando - tal vez en tu
ausencia? ¿Qué crees tu que hacen con el osito después de que tu has tenido una oportunidad de
compartir tiempo con ellos?
Deborah: Sí. Hay varias cosas que pasan. Lo peor es olvidar de usarlo. Y yo llego y “Ah”, y “¿está
haciendo la técnica, está usando sus dedos mágicos con el oso?” “No, olvidé.” Pero en cambio de
rechazarles por no usarlo – “está bien. Sólo estoy checando, pero recordarte de usarlo para sentir
bien.” Y con esto ellos pueden; “Ah, bueno. No voy a recibir un regaño porque yo no practico con el
Tappy.”
Till: Claro.
Deborah: Y eso es siembro la idea que está bien de olvidar pero ella va a recordarme. Y otra cosa,
hay otros niños que encantan y siguen usándolo. Había un niño de 3 años – casi no habló y ya está
tocando los puntos sobre la cara y dice, “Mamá, mamá”, eso es su comunicación, ‘mamá hacerlo
conmigo. Me siento bien cuando lo hacemos juntos.’ Sin palabras, pero era muy claro para la mamá
que ese niño quería hacer la técnica porque él supo que sentía bien. De tres años. Ella supo, pero no
pudo decirlo en palabras. Hay otros niños como, pues como Rodolfo – es uno de mis favoritos. Como
– él prometió hacer tapping mínimo dos veces al día. Seguramente él lo hizo. Quitó su auto-crítica.
No necesitaba de crítica de su mamá y con él se fue a su casa. Él enseñó a sus hermanos, sus tíos, sus
primos, también algunos de sus amigos. Por eso solito, un niño de 12 años, en este tiempo, enseñó y
formó su comunidad de sanación. Y eso me da mucho gusto. Y eso es muy común. Apenas hay una
niña nueva en el hospital, Belem. Estaba triste porque no pudo salir e ir a su casa. Pues la vida no era
dulce. Tocamos sobre el oso y sobre esto de cambiar que la vida puede ser dulce y que ella puede
sanar.
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Till: Ya.
Deborah: Y ella ganó su oso, se fue a casa – hablé con ella el otro día – sí está practicando, hablando
con el oso todos los días. Enseñó a sus hermanos y enseñó a sus sobrinos – a sus primos, perdón – y
a algunas de sus amigas. Pero sus amigas no tienen un oso, pues ellas aprendieron cómo tocar sobre
su cuerpo.
Till: Ya.
Deborah: Ella está conciente de esto. Su hermano tiene 18 años y él estaba un poco escéptico de ese
oso, de esta técnica. Pero ella dijo que un día entró en su cuarto y él estaba allá tocando al oso para
quitar su tristeza.
Till: O sea que tu me estás diciendo que en cierta manera la presencia del oso, una vez que la técnica
le ha sido enseñada a los niños, causa en los niños un deseo de seguir realizando la técnica cuando
están solos o con los seres queridos, o con los seres que comparten, ¿sí?
Deborah: Sí. Yo siento el oso es un muy buen recuerdo, como los para los adultos. Si no tenemos un
recuerdo de hacer algo nuevo – no puedo ver la cantidad de veces que “Ah tenía ese problema, “Ah
¿hiciste tapping?” “Ah, yo olvidé.”
Till: Ya, ya, ya.
Deborah: Somos así. Los niños también. El oso es un recuerdo muy agradable. “Ay, mira este
peluche, es muy agradable. Voy a tocarlo. Voy a hablar con él.” Y con esto ellos recuerdan más y veo
los niños que tienen su oso, aplican más y escuché muchos padres decir, “Ah, cuando mi hijo está
durmiendo, yo tomo el oso.” Y ellos están haciendo su tapping en la noche.
Till: Y lo importante que es hacer un tapping regularmente, ¿verdad?
Deborah: Sí.
Till: Porque al final nosotros sabemos que al igual que el aprendizaje, cuando nuestro cuerpo
aprende a estar en paz, de repente ése se vuelve nuestro estado natural. Porque así como nuestro
cuerpo aprende a estar nervioso y aprende a estar con estrés, también puede aprender a estar en
paz. Y eso sólo se logra realizando un tapping consecutivo a través del tiempo, ¿verdad?
Deborah: Absolutamente. Y siempre hablo con los niños – “Forma eso como un hábito, aunque sólo
toca dos o tres minutos. Hazlo como un hábito.” Porque con esto todo cambia. Exactamente como
tu dijiste.
Till: Entonces, Deborah, nuevamente se nos está escapando el tiempo aquí. El tema está realmente
interesante porque tomaste algo que es obvio, que está a la mano, que es un oso de peluche que
lleva marcado en sí, de forma segura, los puntos de los meridianos para que los niños hagan su
tapping en los puntos y lo convertiste primero en un profesor de los puntos, ¿sí? Después lo
convertiste en un medio mediante el cual los niños pueden expresar lo que están sintiendo, ¿sí? Lo
convertiste en una forma – no quiero decir amable – pero, un poco más suave con la cual los niños
pueden expresar sus sentimientos y, lo que es mejor aún, trabajarlos.
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Deborah: Sí.
Till: ¿Verdad?
Deborah: Sí.
Till: Y después tomaste el oso y lo convertiste en una forma para que los niños se recuerden de que
hacer el tapping es de beneficio porque cuando la última vez que contigo tocaron el oso, usaron el
oso, e hicieron un tapping con el oso contigo, ellos se sintieron mejor. Entonces, volviste al oso casi
como multi-facetico, ¿verdad?
Deborah: Sí. Y la otra cosa es un recuerdo por los padres hacerlo para sí mismos y conectar con sus
hijos.
Till: Eso te iba a decir. Y a la vez, una vez que el niño aprendió esto, usa el oso como un puente de
entendimiento, como un puente de charla – porque para los padres no hay nada peor que no poder
comunicarse con sus hijos.
Deborah: Sí.
Till: Y a la vez, damos la vuelta a la cosa – los niños ahora tienen una forma de expresarse que tal vez
los padres puedan entender y...
Deborah: Exactamente.
Till:...juntos realizan el tapping. Los papás lo que quieren ver es una sonrisa al final. ¿Cómo llegan a
eso? Estoy seguro que se pone uno la nariz roja y se ponen zapatos grandes. Entonces – pero esto es
algo que funciona. ¿Por qué? Porque hay una estimulación física, hay una estimulación energética y
los niños cambian, ¿correcto?
Deborah: Sí.
Till: Ya.
Deborah: Y hay otro aspecto. También el niño puede usar el oso como de paciente y ellos pueden
ser el terapeuta. Y utilizar el oso como el oso tienen el mismo problema que ellos tienen y tocar
sobre el oso como si están sanando a este oso. Es una forma de poner en el exterior los miedos o los
dolores que ellos tienen y hacer algo para cambiarlo.
Till: Correcto. Correcto. Deborah, que fascinante. Que interesante. Realmente – una vez más me has
enseñado algo que yo no sabía en esta conferencia que estamos teniendo ahorita mismo, ¿no?
Siempre tienes tu alguito más que comentar. Alguna experiencia adicional que traes – por eso es que
me encanta siempre seguir estando en contacto contigo. Deborah, se nos está acabando el tiempo,
pero ¿hay alguito más que tu quisieras compartir con nuestros amables oyentes?
Deborah: Sí. Yo siento una parte importante es tener paciencia. De mostrar y apoyar a los niños a
usar el tapping para sentirse bien. De apoyarles a tener la confianza. Que ellos tienen derecho a
pedir a su cuerpo a sanar y que con este oso, realmente es de utilizar el tapping. Con eso ellos
pueden hacer algo para sanar a su cuerpo. Pedir a su cuerpo a sanar. Pedir a sacar sus miedos, sus
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angustias, sus dolores, las nauseas, y tener una forma de activamente hacerlo y no ser un paciente
pasivo.
Till: Ya. Claro que sí. Claro que sí.
Deborah: Y el otro punto que llegó a mi mente es – a veces estos niños, cuando hablamos de partes
que no son agradables – van a morir – y de tener el oso y hacer el tapping, en varios casos cambió
toda su actitud. Quitó su miedo a morir. Y con eso en cambio de tener terror y dolor antes de morir,
ellos pudieron relajarse y disfrutar el resto de su vida. Y siento eso es una ganancia también.
Till: Sin lugar a dudas. Eso sí que es una ganancia. Así es. Así es. Deborah, muchas gracias por
conversar con nosotros hoy sobre el uso del Osito Tappy, TappyBear, en el tratamiento con niños
con enfermedades severas, ¿sí? Que esto obviamente no sólo se aplica a los niños que tienen
cáncer, sino cualquier enfermedad severa que los debilita y les tienen en un proceso de
convalescencia más allá de un simple resfrío, ¿verdad?
Deborah: Sí.
Till: Muy bien.
Deborah: Y quiero compartir una cosa que llevo en mi mente. Que yo llegué un día y estoy tocando
con dos niñas sobre el oso y apoyándolas para sentirse bien en un área donde normalmente hay
mucha tristeza y di la vuelta para hacer otra cosa y después estoy mirando las enfermeras con caras
de sorpresa, “¿¡Aquí qué está pasando!?”, di la vuelta y miré esas dos niñas bailando en la sala de
espera por sus tratamientos con los osos encima de sus caras – encima de sus cabezas. Y de verlas
hacer eso en un área donde normalmente hay mucha tristeza, da mucha alegría a las enfermeras, a
los padres y seguramente a esas dos niñas. Por eso vale la pena de enseñarles que ellos pueden
sentirse bien, mejorarse y aunque hay un problema grande, todavía pueden reír, bailar, cantar y
sentirse bien.
Till: Correcto. Correcto. Eso es muy importante de siempre hacernos este recuerdo en nuestra alma
– no importa cuán grave es el problema, no tienes que olvidarte que todavía se puede sonreír.
Todavía se puede cantar, y todavía bailar. Es una opción ¿no? Deborah, muchas gracias por tu ...
Deborah: Gracias a ti también.
Till: ...por tu linda labor y por todo lo que haces. Vamos a estar esperando la próxima grabación
contigo, ¿verdad?, en la que nos vamos a zambullir en algo sumamente interesante que es el trabajo
con símbolos e imágenes en el proceso de tapping, ¿verdad?
Deborah: Sí. Es una forma – creo es mi forma favorita de trabajar con niños, en cuerpos chicos y del
niño interior en los adultos.
Till: Y tu eres una maestra en esto. Yo te he visto en acción y te admiro.
Deborah: Gracias.
Till: Nos escuchamos en la próxima grabación, ¿verdad?
Deborah: Sí. Absolutamente. ¡Es un placer para mí!
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Till: Gracias, Deborah. Que tengas un muy lindo día.
Deborah: Gracias.
Till: Ok. Ciao, ciao.