Post on 13-Jun-2015
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LA EROSIÓN
Llamamos "erosión" a una serie de procesos naturales de naturaleza física y
química que desgastan y destruyen los suelos y rocas de la corteza de un
planeta, en este caso, de la Tierra.
La erosión terrestre es el resultado de la acción combinada de varios factores,
como la temperatura, los gases, el agua, el viento, la gravedad y la vida vegetal
y animal. En algunas regiones predomina alguno de estos factores, como el
viento en las zonas áridas.
También, y mucho más en los últimos tiempos, se produce una erosión
acelerada como el resultado de la acción humana, cuyos efectos se perciben en
un periodo de tiempo mucho menor. Sin la intervención humana, estas pérdidas
de suelo debidas a la erosión se verían compensadas por la formación de
nuevos suelos en la mayor parte de la Tierra.
DESHIELO DE LOS GLACIALES
En un fenómeno que no es
reciente pero cuyas consecuencias
se han ido agravando en los
últimos tiempos, el derretimiento
de los glaciares está provocando
grandes cambios en las
condiciones climáticas y biológicas
de nuestro planeta, al aumentar
los niveles de la superficies de
agua y reducir las áreas habitables.
Estudios recientes han determinado que tanto en la Antártida como en el
Océano Ártico el derretimiento del hielo glaciar se ha acelerado y alcanza
actualmente un ritmo sin precedentes.
La situación en el Ártico
Durante la primavera y el verano en
el Ártico, se van formando sobre el
hielo estanques de agua debido al
derretimiento del mismo, dándole al
paisaje una gama de
resplandeciente color azul. A pesar
de la belleza visual de este
fenómeno, un estudio reciente
realizado por investigadores de un
instituto alemán determinó que estos estanques de agua cada vez más
presentes son un presagio de los grandes cambios climáticos que le esperan al
Océano Ártico.
Estos estanques de agua que se forman sobre el hielo absorben en mayor
grado el calor del sol, generando así un derretimiento más acelerado. Se puede
decir que en la cantidad de hielo total del Ártico hay de dos clases: el hielo
nuevo, una capa delgada y lisa que se ha formado durante las últimas
estaciones frías y otra capa más espesa y rugosa, de más tiempo, que
permanece allí aún en las estaciones calientes.
Lo que el estudio ha comprobado es
que esta gruesa capa se ha ido
haciendo cada vez más pequeña,
dejando lugar a formaciones
nuevas de hielo, que favorecen con
su superficie más lisa la formación de
los estanques de agua. De manera
que con más estanques de agua
absorbiendo el calor el del sol, más rápidamente se producirá el derretimiento
total del hielo, en un ciclo muy preocupante.
La situación en la Antártida
En la Antártida, la principal preocupación proviene del Glaciar de Pine Island,
que viene derritiéndose desde hace mucho tiempo y contribuyendo al aumento
del nivel del océano. En los últimos años, el rápido retroceso que fue sufriendo
este glaciar llevó a muchos a pensar que podía colapsar en cualquier momento,
liberando las capas de hielo que amortigua actualmente para que pudieran
flotar hacia mares del sur.
En los últimos 20 años, la línea que separa la base rocosa del glaciar del océano
ha ido retrocediendo a razón de más de un kilómetro por año; mientras que el
glaciar en sí se ha reducido a razón de 3 metros cada dos años, desde el año
1990 y esta frecuencia ha aumentado en un 30% desde hace 10 años. Estos
valores son verdaderamente excepcionales, considerados a largo plazo.
CONTAMINACIÓN SONORA Y
AUDITIVA
Contaminación sonora: Los
sonidos muy fuertes provocan
molestias que van desde el
sentimiento de desagrado y la
incomodidad hasta daños
irreversibles en el sistema
auditivo. La presión acústica se
mide en decibelios (dB) y los
especialmente molestos son los
que corresponden a los tonos altos (dB-A). La presión del sonido se vuelve
dañina a unos 75 dB-A y dolorosa alrededor de los 120 dB-A. Puede causar la
muerte cuando llega a 180 dB-A. El límite de tolerancia recomendado por la
Organización Mundial de la Salud es de 65 dB-A. El oído necesita algo más de
16 horas de reposo para compensar 2 horas de exposición a 100 dB (discoteca
ruidosa). Los sonidos de más de 120 dB (banda ruidosa de rock o volumen alto
en los auriculares) pueden dañar a las células sensibles al sonido del oído
interno provocando pérdidas de audición. España es el país más ruidoso de
Europa y los datos obtenidos de 23 ciudades españolas en las que se ha
realizado el mapa de ruidos, señalan que el nivel de ruido equivalente, durante
el día, está en valores que varían de los 62 a los 73 dB
Decibeles. Los adolescentes son más
vulnerables a este problema por el uso de
reproductores de audio de alta potencia. Un
volumen de sonido superior al recomendable
también puede afectar otros órganos y
sentidos e impacta en la calidad de vida.
Las sociedades urbanizadas son productoras de una gran cantidad de sonidos
que por su intensidad y perdurabilidad constituyen ruidos y ocasionan una
forma de contaminación física que produce daños irreparables en la salud y en
la calidad de vida de las personas que las habitan.
Las actividades humanas, el transporte, la construcción, el tránsito vehicular y
la industria se han convertido en los principales agentes causantes de
contaminación acústica. También el uso cada vez más frecuente de teléfonos
celulares y reproductores de audio pequeños y potentes, capaces de aumentar
el volumen hasta 120 decibeles, aunque el sonido empieza a ser nocivo para las
personas a partir de los 70 decibeles.
“La contaminación sonora es un
problema que afecta a muchas
capitales y ciudades urbanizadas del
mundo. Buenos Aires, con un tercio
de los 40 millones de habitantes de
la Argentina, se encuentra dentro
de las primeras cinco más ruidosas
del mundo. También lo son
Mendoza, La Plata y Santa Fe”,
indica Graciela González Franco, miembro de la Asociación Argentina de
Otorrinolaringología y Fonoaudiología Pediátrica (AAOFP).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el 76 por ciento de la
población que vive en centros urbanos sufre un impacto acústico muy superior
al recomendable y asegura que esto se refleja sobre todo en el empeoramiento
de su calidad de vida.
Aunque la pérdida de audición es un problemas de salud crónico que afecta a
personas de todas las edades y niveles socioeconómicos, según datos arrojados
por el último censo poblacional (realizado en 2011), se estima que el 30 por
ciento del segmento etario comprendido por púberes, adolescentes y jóvenes
(entre 10 a 24 años) del país tendrán trastornos auditivos por exposición al
ruido no laboral al llegar a la edad adulta. Se trata de más del 25 por ciento de
la población total (más de 3 millones de personas).
Traumatismo acústico
Sebastián Picciafuoco, especialista en Otorrinolaringología del Hospital de Niños,
explica que las alteraciones en el oído se pueden dividir en traumatismo
acústico agudo y traumatismo acústico crónico.
En el primer caso, se trata de una lesión (producida por exposición a una
presión sonora elevada, única generalmente y de escasa duración, pero alta
intensidad) que genera hipoacusia de instauración brusca, alteraciones del
equilibrio, acúfeno y dolor en el oído. “En estos casos, se instala tratamiento
médico para lograr revertir algunas lesiones de forma rápida, pero la mayoría
de las veces la pérdida de audición es irrecuperable”, lamenta Picciafuoco.
En tanto, el traumatismo crónico (generado por exposición a ruidos de
intensidades nocivas en forma reiterada y constante) genera lesiones que
dependen de factores individuales como la genética, el grupo sanguíneo
(trabajadores del grupo 0 expuestos al ruido son más propensos), la presencia
de afecciones previas y el sexo (las mujeres presentan mejor audición), entre
otros.
Lo que más preocupa a los especialistas son las manifestaciones extra-
auditivas, por el daño que provocan en la calidad de vida.
Gabriel Cavallo, presidente de la Asociación Civil Cordobesa de
Otorrinolaringología (ACCORL), indica que todas las medidas preventivas
deberían apuntar a disminuir los efectos psicopatológicos y psicológicos que
genera esta “forma silente de contaminación”.
Está demostrado que la exposición al ruido a más de 60 decibeles produce
dilatación de las pupilas y parpadeo acelerado, agitación respiratoria,
aceleración del pulso y taquicardias, aumento de la presión arterial, dolor de
cabeza, menor irrigación sanguínea y mayor actividad muscular.
Y también que a más de 85 decibeles puede generar serios riesgos
cardiovasculares. “En pacientes con problemas cardiovasculares, arteriosclerosis
o problemas coronarios, l os ruidos fuertes y súbitos pueden llegar a causar
hasta un infarto”, alerta Cavallo.
En personas con diabetes produce aumento de la glucosa en sangre y es capaz
de ocasionar complicaciones médicas a largo plazo.
Con respecto a las alteraciones psicológicas, puede provocar insomnio y
dificultad para conciliar el sueño, fatiga, estrés, depresión y ansiedad,
irritabilidad y agresividad, histeria y neurosis, aislamiento social e inhibición
sexual.
“Todos los efectos psicológicos están íntimamente relacionados”, agrega Gabriel
Cavallo, de ACCORL.
¿Cómo prevenir?
Debido a que la hipoacusia y los trastornos generados debido a la exposición al
ruido se pueden prevenir, los especialistas aseguran que la mejor manera de
hacerlo es educar y concientizar a niños y adolescentes sobre el tema y la
importancia del cuidado de la audición.
Además, aconsejan usar equipos que estén directamente dentro de su oído a
un volumen menor al 60 por ciento de su capacidad, usar protección auditiva,
como tapones o auriculares de protección, realizarse controles audio métricos
de manera periódica y procurar descanso a sus oídos diariamente.
Otra manera de proteger a la población es fomentar la aplicación de las normas
legales vigentes que garantizan el derecho a un ambiente sano y equilibrado y
que además establecen la obliga ción de preservarlo de agentes contaminantes
tales como el ruido.
“Tenemos que asumir que la contaminación acústica forma parte de la
contaminación ambiental”, aseguran los profesionales.
CONTAMINACIÓN VISUAL En el ámbito urbano no sólo contaminan los vehículos que emiten gases tóxicos
o perturban el sistema nervioso con ruidos por encima de los decibeles
permitidos. Hay otro tipo de contaminación que entra por los ojos,
agresivamente, y se la conoce como contaminación visual, la cual surge a partir
de la evolución natural de los medios de comunicación, especialmente de índole
comercial, en una sociedad con un régimen económico de competencia, donde
poco a poco y de manera desordenada los mensajes publicitarios se van
multiplicando, superponiendo, hasta alcanzar una manifestación caótica y
saturada de los objetos visuales, que se reflejan en el espacio público.
CONTAMINACIÒN EN LOS ESPACION INTERIORES.
Si un espacio interior se halla saturado
de fuentes de información, el resultado
puede afectar la capacidad de
concentración. Muchas veces nos
quedamos parados frente a estantería
de un supermercado, bombardeados por la variedad de objetos y colores, sin
saber o recordar siquiera si queremos comprar algo de ese sector. Es como si
nuestro cerebro hubiera entrado en cortocircuito.
En el derecho comparado se ha definido a la contaminación visual como "el
fenómeno mediante el cual se ocasionan impactos negativos importantes en la
percepción visual por la distorsión o cualquier forma de alteración del entorno
natural, histórico y urbano de la ciudad, que deteriore la calidad de vida de las
personas".
La contaminación visual publicitaria se agrava en tiempos de crisis económica,
donde la reducción del mercado y la pelea por ganar espacios publicitarios
conlleva la proliferación de anuncios ilegales y al abuso de la normativa vigente.
También constituyen un fuerte foco de contaminación visual las campañas
políticas, principalmente cuando los anuncios se colocan en lugares prohibidos.
La colocación de elementos publicitarios en el espacio público ocasiona una
saturación que provoca una fuerte contaminación visual, además de aportar
una serie de elementos físicos que se agrega a los ya existentes (árboles,
señales de tránsito, columnas de iluminación, etc.) que terminan conformando
un plano virtual sobre la línea del cordón que impide apreciar las fachadas,
además de constituir una barrera de elementos que dificulta el desplazamiento
peatonal. Este hecho es doblemente perjudicial, especialmente en zonas donde
existen edificios de alto valor patrimonial e histórico.
La contaminación visual es el cambio o desequilibrio del paisaje, ya sea natural
o artificial, que afecta las condiciones de vida y las funciones vitales de los
seres vivientes. También debe tenerse en cuenta, como expresión de la
polución visual, la gran cantidad de cables, provenientes de empresas de
telefonía, transmisión de datos, televisión por cable, etc. que se multiplican día
a día por sobre las cabezas de los habitantes de los centros urbanos.
El fenómeno, consecuencia de la
economía de libre mercado y su feroz
competencia, tiene la característica de no
ser transmitido por ningún vector; su
influjo se traslada directamente desde el
origen hacia el habitante, produciéndole
efectos perturbadores que lo afectan en
tres niveles: Estético - paisajístico, por
degradación de la calidad del entorno y psicoactivo, por sobreestimulación,
produciendo estrés por sobrecarga informativa y fatiga cognoscitiva.
CAUSAS DE LA CONTAMINACION VISUAL
Excesos de avisos publicitarios e informativos (luminosos o no) en forma de
carteles en vías.
Exceso de avisos publicitarios e informativos de programas en general por
televisión.
Nuevas edificaciones o distorsiones en paisajes naturales que ahuyentan a los
animales.
Basurales que malogran el paisaje y pueden alejar el turismo.
El problema se manifiesta principalmente a través de carteles que invaden
hasta los rincones más inaccesibles, de todos los colores y formas imaginables,
constituyendo potenciales riesgos para los ciudadanos y principalmente, para
los automovilistas. Estos carteles producen diversos trastornos: en primer lugar,
alteran el paisaje natural de la ciudad y deterioran su imagen, que queda
escondida entre luces de neón y ofertas de productos variados. Además,
sobreestimulan a quien los percibe, que se ve sumergido en un mar de
anuncios de todo tipo. Y por último, pero lo más importante en cuanto a la
seguridad, es que reducen la atención de los automovilistas y favorecen la
posibilidad de accidentes de tránsito. La lógica indica que esos carteles son
puestos para ser leídos por los automovilistas, y su lectura obliga a restarle
atención al manejo. El peligro se multiplica cuando ello ocurre en una vía
rápida, sobre todo cuando en las arterias donde, debido al alto grado de
circulación vehicular, y por lo tanto, de potenciales consumidores, tienden a
proliferar los nocivos anuncios publicitarios.
CONSECUENCIAS DE LA CONTAMINACION VISUAL
Estrés.
Dolor de cabeza.
Distracciones peligrosas (especialmente cuando conduce un vehículo).
Accidentes de tránsito
Problemas ecológicos (se alejan algunas especies y se rompe el equlibrio
ecológico).
CONCLUSIÓN:
La contaminación visual urbana es un fenómeno de polución de características
singulares, debido a que no se transmite a través de un vector sobre el que se
pueda actuar. Por lo tanto, el trabajo de las autoridades debe orientarse
principalmente hacia su origen, es decir, la descontrolada proliferación de
publicidad.
Es por ello que la solución a esta problemática debe basarse, principalmente,
en un adecuado marco normativo, y en un eficiente ejercicio del poder de
policía municipal, que tienda a proteger a los habitantes y al patrimonio
arquitectónico de los indiscriminados ataques de la cultura del consumismo y la
competencia por el deprimido mercado local, que se manifiesta en una
superposición permanente de anuncios de dudosa legalidad, y en muchos
casos, de un igualmente dudoso gusto.
No estamos, por supuesto, en contra de la publicidad, pero creemos que ella
debe realizarse bajo una adecuada regulación que sirva para prevenir
potenciales abusos, y al mismo tiempo sancionar las irregularidades,
otorgándole adecuadas facultades y presupuesto al organismo contralor. Es sin
duda la autoridad municipal la responsable de brindar una solución integral y
efectiva a este tipo de problemas, los cuales inciden directamente sobre la
población y el paisaje de la ciudad.
Además es fundamental la modernización del marco normativo, la toma de
conciencia por parte de la ciudadanía en general acerca del cuidado del espacio
público, y en especial de los dirigentes políticos, los que son responsables en
gran medida de abusos en materia de publicidad. Es lamentable, y al mismo
tiempo paradójico, que sean las campañas electorales una de las principales
causas de contaminación visual urbana. Quizás ha llegado la hora en que el
ciudadano común castigue con su rechazo a aquellos candidatos que, mediante
la colocación de carteles, pintadas, pasacalles, etc. atropella en forma
desmedida y en ocasiones violenta, al patrimonio público que pretenden
defender en sus discursos y plataformas
RESÍDUOS NUCLEARES Uno de los principales problemas del uso de la energía nuclear es la gestión de
los residuos nucleares ya que son muy peligrosos y difíciles de eliminar.
Qué se hace con los residuos de la energía nuclear?
Los residuos nucleares son uno de los principales problemas relacionados la
energía nuclear. Si estos residuos no se tratan debidamente, resultan altamente
peligrosos para la población y el medio ambiente.
Los residuos radiactivos se pueden clasificar según sus características físicas y
químicas y por su actividad.
Clasificándolos por su actividad tenemos:
Residuos nucleares de alta actividad, compuestos por los elementos del
combustible ganado.
Residuos nucleares de media actividad, son radio nucleídos producidos en el
proceso de fisión nuclear.
Residuos nucleares de baja actividad, básicamente se trata de las herramientas,
ropas y material diverso utilizado para el mantenimiento de una central de
energía nuclear.
La Empresa Nacional de Residuos
Radiactivos (ENRESA) es la empresa
que se encarga en España de la
gestión de residuos nucleares
(provengan de centrales nucleares o
de otras instalaciones radiactivas como
hospitales y centros de investigación relacionados con la energía nuclear). La
gestión de dichos residuos nucleares está definida en el Plan General de
Residuos aprobado por el Parlamento.
Los protocolos para el tratamiento de los residuos nucleares depende de su
nivel de actividad radiactiva:
Residuos nucleares de media y baja actividad
Los residuos nucleares de media actividad se generan por radio nucleídos
liberados en el proceso de fisión (el que actualmente se utiliza en las centrales
de energía nuclear) en cantidades pequeñas, muy inferiores a las consideradas
peligrosas para la seguridad y la protección de las personas.
Con un tratamiento se separan los elementos radioactivos que contienen en
estos subproductos y los residuos resultantes se depositan en bidones de acero
solidificándolos con alquitrán, resinas o cemento.
Los residuos nucleares de baja actividad radiactiva (ropas, herramientas, etc)
se prensan y se mezclan con hormigón formando un bloque sólido. Al igual que
en el caso anterior éstos también se introducen en bidones de acero.
El Cabril - Instalación complementaria para residuos de muy baja actividad
Este contenido se distribuye en el sitio web de Enresa bajo las condiciones de la
licencia Creative Commons Reconocimiento - Sin obras derivadas (BY-ND) 3.0
En España, los bidones se trasladan al Centro de Almacenamiento de El Cabril
(Córdoba), que ENRESA se encarga de gestionar. Además de depositarse todos
los residuos nucleares de todas las centrales nucleares españolas, también se
depositan los residuos nucleares generados por la medicina, la investigación, la
industria y otros campos que también trabajan con energía nuclear.
Centro de Almacenamiento de El Cabril
Todos los almacenamientos de residuos nucleares, en la actualidad, están
vigilados y controlados rigurosamente.
Residuos nucleares de alta actividad
Una vez se ha gastado el combustible en una central de energía nuclear, se
extrae del reactor para almacenarse temporalmente en una piscina de agua
construida de hormigón y paredes de acero inoxidable dentro de la central para
crear una barrera a las radiaciones y evitar escapes.
Si bien es cierto que estas piscinas
pueden ampliarse mediante una
operación llamada “reracking”, los
últimos Planes Generales de Residuos
prevén la construcción de almacenes
temporales en seco dentro de
propia central nuclear. Éste seria un
complemento a las piscinas en el paso
intermedio hasta definir una
localización definitiva.
La investigación sobre almacenamientos definitivos se desarrolla en numerosos
países, algunos de los cuales, como Finlandia
importantes para su construcción y puesta en servicio.
Una de las soluciones que más se aceptan entre expertos es el Almacenamiento
Geológico Profundo (AGP), generalmente en minas excavadas en formaciones
geológicas estables.
Actualmente ENRESA trabaja para localizar, construir y gestionar un Almacén
Temporal Centralizado donde guardar, de manera provisional y segura, los
residuos nucleares de alta actividad que actualmente se guardan en las
centrales nucleares españolas. Este
para buscar una ubicación adecuada para el AGP permitiendo la continuidad de
las instalaciones nucleares y el almacenamiento seguro de los residuos de alta
actividad.
Clasificación europea de residuos nucleares
residuos, principalmente
construida de hormigón y paredes de acero inoxidable dentro de la central para
ar una barrera a las radiaciones y evitar escapes.
Si bien es cierto que estas piscinas
pueden ampliarse mediante una
operación llamada “reracking”, los
últimos Planes Generales de Residuos
prevén la construcción de almacenes
temporales en seco dentro de la
propia central nuclear. Éste seria un
complemento a las piscinas en el paso
intermedio hasta definir una
La investigación sobre almacenamientos definitivos se desarrolla en numerosos
países, algunos de los cuales, como Finlandia y EE.UU., han dado pasos muy
importantes para su construcción y puesta en servicio.
Una de las soluciones que más se aceptan entre expertos es el Almacenamiento
Geológico Profundo (AGP), generalmente en minas excavadas en formaciones
Actualmente ENRESA trabaja para localizar, construir y gestionar un Almacén
Temporal Centralizado donde guardar, de manera provisional y segura, los
residuos nucleares de alta actividad que actualmente se guardan en las
centrales nucleares españolas. Este almacenamiento permitirá ganar tiempo
para buscar una ubicación adecuada para el AGP permitiendo la continuidad de
las instalaciones nucleares y el almacenamiento seguro de los residuos de alta
europea de residuos nucleares
Dado que no todos los países
emplean la misma clasificación, la
Comisión Europea ha
recomendado unificar criterios,
para lo cual propone la siguiente
clasificación, en vigor desde el 1
de enero de 2002:
Residuos nucleares de transición:
residuos, principalmente de origen médico, que se desintegran durante el
construida de hormigón y paredes de acero inoxidable dentro de la central para
La investigación sobre almacenamientos definitivos se desarrolla en numerosos
y EE.UU., han dado pasos muy
Una de las soluciones que más se aceptan entre expertos es el Almacenamiento
Geológico Profundo (AGP), generalmente en minas excavadas en formaciones
Actualmente ENRESA trabaja para localizar, construir y gestionar un Almacén
Temporal Centralizado donde guardar, de manera provisional y segura, los
residuos nucleares de alta actividad que actualmente se guardan en las
almacenamiento permitirá ganar tiempo
para buscar una ubicación adecuada para el AGP permitiendo la continuidad de
las instalaciones nucleares y el almacenamiento seguro de los residuos de alta
que no todos los países
emplean la misma clasificación, la
Comisión Europea ha
recomendado unificar criterios,
para lo cual propone la siguiente
clasificación, en vigor desde el 1
Residuos nucleares de transición:
de origen médico, que se desintegran durante el
período de almacenamiento temporal, pudiendo a continuación gestionarse
como residuos no radiactivos, siempre que se respeten unos valores de des-
clasificación.
Residuos nucleares de baja y media
actividad: su concentración en radio
nucleídos es tal que la generación de
energía térmica durante su
evacuación es suficientemente baja. A
su vez se clasifican en residuos de
vida corta –que contienen nucleídos
cuya vida media es inferior o igual a
30 años, con una concentración
limitada de radio nucleídos alfa de vida larga–y en residuos de vida larga –con
radio nucleídos y emisores alfa de vida larga cuya concentración es superior a
los limites aplicables a los residuos de vida corta.
Residuos nucleares de alta actividad: Residuos con una concentración de radio
nucleídos tal que debe tenerse en cuenta la generación térmica durante su
almacenamiento y evacuación. Este tipo de residuos se obtiene principalmente
del tratamiento y acondicionamiento del combustible gastado.
RESPONSABILIDAD SOCIAL La responsabilidad social es un término que se refiere a la carga, compromiso u
obligación, de los miembros de una sociedad ya sea como individuos o como
miembros de algún grupo tienen, tanto entre sí como para la sociedad en su
conjunto. El concepto introduce una valoración positiva o negativa al impacto
que una decisión tiene en la sociedad. Esa valorización puede ser tanto ética
como legal, etc. Generalmente se considera que la responsabilidad social se
diferencia de la responsabilidad política porque no se limita a la valoración del
ejercicio del poder a través de una autoridad estatal.
La responsabilidad social es la teoría ética o ideológica que una entidad ya sea
un gobierno, corporación, organización o individuo tiene una responsabilidad
hacia la sociedad. Esta responsabilidad puede ser “negativa”, significando que
hay responsabilidad de abstenerse de actuar (actitud de “abstención”) o puede
ser “positiva”, significando que hay una responsabilidad de actuar (actitud
proactiva).
Responsabilidad social en la actualidad
En la actualidad la responsabilidad social se considera un concepto normativo
no obligatorio o “ley blanda” (es decir, sin la fuerza de la ley), tales como los
plasmados en algunos acuerdos internacionales, por ejemplo, la “Declaración
universal sobre Bioética y Derechos Humanos” adoptada por la UNESCO4 etc.
Esto ha dado origen no solo a diferentes tentativas o percepciones “sectoriales”
de establecer mecanismos de ‘responsabilidad social” -la más notable entre las
cuales son las referentes a responsabilidad social corporativa o “responsabilidad
social empresarial” (RSE) - sino a nuevas propuestas acerca de la implicaciones
institucionales del concepto.
Notable entre esas nuevas percepciones
es la de Claus Offe, para quien
responsabilidad social tiene, como
principal entre sus funciones en las
complejas sociedades modernas, actuar
como mecanismo de creación y
promoción de una “moral autónoma y el
autocontrol civilizado de sus miembros
[o, por decirlo a la inversa, en la medida
en que no puedan compensar de manera
suficiente los déficit de tal autocontrol
con el aporte de los medios (coercitivos)
del derecho y (estimulantes) del dinero.
Responsabilidad social para la salud
La responsabilidad social para la salud se refleja en las acciones de los
responsables de la toma de decisiones tanto del sector público como privado,
para establecer políticas y prácticas que promuevan y protejan la salud. Las
políticas y prácticas que aplican los sectores público y privado deben de evitar
perjudicar la salud de los individuos; proteger el medio ambiente y garantizar el
uso sostenible de los recursos; restringir la producción y el comercio de
productos y sustancias inherentemente perjudiciales y desalentar las prácticas
de mercática nocivas para la salud; proteger al ciudadano en el Mercado y al
individuo en el lugar de trabajo, e incluir evaluaciones del impacto sanitario
centradas en la equidad como parte integral del desarrollo de las políticas.
También se debe analizar la responsabilidad jurídica.
Alcances de la responsabilidad social.
La responsabilidad social de la empresa es una combinación de aspectos
legales, éticos, morales y ambientales, y es una decisión voluntaria, no
impuesta, aunque exista cierta normatividad frente al tema.
Orientar los esfuerzos de la empresa solamente a producir resultados basados
en las teorías de producir y vender más con el mínimo costo sin importar el
impacto social, es a lo largo del tiempo, el peor negocio del sector productivo
que busca la rentabilidad. La estrategia actual y sus esperados beneficios, con
dicha posición, puede ser mañana el motivo de su fracaso.
La responsabilidad social de la empresa abarca aspectos internos y externos,
los que se han sido objeto de tratado por expertos en el tema, los primeros
orientados a los colaboradores o el equipo de trabajo, sus asociados y
accionistas, y los segundos, los externos a clientes, proveedores, familia de los
trabajadores, la vecindad y el entorno social, entre estos el medio ambiente.
Antes de profundizar más sobre el tema, es preciso recordar que los objetivos
empresariales de la empresa actual, están enfocados a lograr mayor
competitividad y productividad.
La productividad se entiende como la capacidad de producir y vender más, a
menor costo y con una excelente calidad , lo que permite a la marca que se
promociona mantenerse y crecer en los mercados a los que pertenece, sea
nacional o extranjeros, haciéndose así mucho más competitivos.
Productividad y competitividad son entonces la
razón que lleva a que las decisiones gerenciales
hagan una valoración del costo beneficio, la
inversión realizada con respecto a las utilidades
generadas, pero lastimosamente con una visión
a corto plazo, sin medir consecuencias de los
efectos nocivos de la inversión en el futuro de la
marca o la empresa misma.
La misma dinámica del mercado , con sus
tendencias neoliberales y la gran necesidad de mantenerse o sobrevivir en un
sistema de relaciones complejas y desiguales, en donde la ética y la moral , el
concepto de justicia y otros aspectos relevantes a principios y valores han
perdido importancia, hacen que el concepto de responsabilidad social sea
desatendido, pues en su afán de crecer y mantenerse, se juega con reglas
irregulares en busca de arrebatarle el mercado a su competencia y ser más
rentables, haciendo que toda práctica comercial sea válida, así se afecte o
impacte algo o a alguien.
"El fin justifica los medios ", máxima Maquiavélica que prevalece hoy en la
dirección empresarial, pues de no ser así, se corre el riesgo de perder el
mercado.
Esta forma de pensar valida acciones negativas y nefastas bajo pretextos
irresponsables, tales como, "si no lo hago no puedo generar empleo ", "es la
única forma de ser rentable y eso aporta beneficios tributarios que sirven a
todos", "el objetivo es sobrevivir a como de lugar", ". En el ejercicio empresarial
actual y de acuerdo a la dinámica del mercado, toda acción es validada, "En el
mercadeo todo se vale", "dicen los expertos".
Esta forma de pensar y actuar no mide consecuencias de futuro y del impacto
que se puede tener en el entorno social, humano y ambiental, anula todo
escrúpulo por encima de los principios éticos y los morales, inclusive, por
encima de los principios cívicos, sociales y hasta los espirituales.
Enfocarse a la generación de "Beneficios" (de venta , rentabilidad y otros) a
corto plazo, lleva a actuar al empresario de forma fría sin limite en la toma de
sus decisiones, carente de toda visión ética y responsable, e inclusive, sin medir
las consecuencias negativas para su propia empresa, simplemente por su forma
de proceder y esquema para decidir.
Problemas actuales por acciones no responsables socialmente.
Es importante aclarar que los problemas por la inadecuada responsabilidad
social no es causa generada por una solo fuente, es decir, por la empresa,
todos los estamentos de un estado son igualmente responsables de sus males:
las políticas blandas, imprecisas e irresponsables de los gobiernos; gobernantes
permisibles y transigentes; los sistemas de corrupción; la poca preocupación e
importancia concedida en el tema por parte de entidades educativas; la
ignorancia misma o falta de conocimiento sobre el tema por parte de
empresarios y actores del sector productivo y comercial; el bajo escrúpulo de
muchos empresarios y personas que conociendo el tema y sus consecuencias,
actúan de forma irresponsable.
En palabras sencillas, todos los
estamentos que hacen parte del estado,
gobierno y sus políticas, colegios y
universidades, empresas, empleados, padres de familia, medios informativos y
demás que inciden en patrones de comportamiento y en la cultura, son
igualmente responsables en los daños ocasionados, bien por acciones directas o
por omisión.
Con el propósito de hacer un balance de algunos de los problemas
causados por un proceder no responsable socialmente, me parece
importante definir lo que yo comprendo dentro del término "Medio
ambiente".
Cuando se habla de Medio ambiente se tiende a pensar solo en aspectos
relacionados con los recursos naturales y la calidad de los mismos, Tierra, agua
y aire, por lo tanto se queda resumido tan solo a practicas de tipo ecológicos en
temas relacionados con "Desarrollo sostenible", "Producción más limpia" y
similares, es decir, manejo de basuras y residuos, estableciendo acciones hacia
el reducir el impacto y por ende fomentar el ahorro, reciclar desechos y re-usar
en nuevas practicas productivas lo reciclable.
Este es un excelente paso en cuanto a calidad de ambiente en los temas
energéticos, clima, calidad de aire, calidad de suelos, calidad de agua y
relacionados, todos prestando un excelente beneficio al ser y demás especies
del planeta. Pero no debemos desconocer que en el concepto del "Medio
ambiente" esta el ser como tal, el hombre, que no solamente necesita de un
buen aire para respirar, un buen agua para beber y un terreno fértil y variedad
de especies de flora y fauna para su alimentación, necesitamos más, algo
adicional que hace parte de la calidad del medio ambiente.
Por ser un animal racional, conciente de su existencia y pensante, necesitamos
de la paz, la tranquilidad, la seguridad, el bienestar mental así como el físico, la
armonía entre los seres, la satisfacción por el vivir, la armonía con el resto del
medio ambiente, y con esto una serie de elementos que proporcionan
motivaciones de vida y sentido de trascendencia.
El animal humano, es decir, el ser que se convirtió en social, requiere de más
elementos de calidad y armonía con su medio ambiente que el resto de los
animales, pues ellos, los no pensantes o no racionales, carecen de emociones y
de conciencia, por lo que su relación con el medio ambiente es meramente
física – química, mientras que en el hombre es además de ello, emocional, de
ahí el concepto del equilibrio.
Los problemas que tenemos actualmente no son solamente los que ya han sido
estudiados y que se precisan con la calidad y el estado de los recursos
naturales, y entre ellos por recordar:
El creciente calentamiento global en los últimos 160 años y sus efectos en el
planeta: El deshielo y derretimiento de los casquetes polares que para el 2.100
aproximadamente, dicen los expertos, serán la causa de que los mares suban
hasta metro y medio, desapareciendo naciones enteras y cambiando el mapa
mundial.
El aumento de sustancias productoras de la lluvia ácida y por ende el deterioro
de bosques y extinción de especies animales y vegetales vitales para la armonía
del ecosistema.
El aumento de la contaminación de aguas y el envenenamiento de especies
vegetales y animales, la contaminación para el riego de cultivos productores de
alimentos, la proliferación de enfermedades por ésta vía y sus demás
consecuencias que generan problemas de salud publica en un alto estado de
alerta mundial.
La sequedad de la tierra y la infertilidad de la misma, la deforestación y la
reducción de vegetación como única fuente de producción de oxigeno y
recuperación del aire.
La Extinción de especies animales y vegetales, con sus consecuencias negativas
por el desequilibrio en la cadena alimenticia.
El incremento del Efecto invernadero y la alteración de los habitas.
La Reducción de la capa de ozono y los peligros por la exposición directa a los
rayos del Sol tanto para ser humano como para todas las especies vivas.
Y otros tantos asuntos que en estos momentos son objeto de reglamentaciones
y de concientización, como el incremento de basuras y la disposición final de las
mismas, la producción de alimentos cargados con contaminantes cancerígenos
y posiblemente hasta agentes que estimulan mutaciones en los seres vivos.
Vemos pues que el tema ambiental es altamente alarmante, y que
lastimosamente ha sido generado por el bajo interés en el asunto, y por la
actuación no responsable del sistema productivo mundial, pero éste no es el
único problema que amenaza a la humanidad y a la empresa, hay otros que día
a día crecen y que se convierten en la fatalidad para el futuro.
"Hacer empresa hoy en día es muy difícil y arriesgado" dicen algunos
empresarios, "La situación se torna más violenta", "No hay en quien confiar", y
así como esas expresiones son muchas las que reflejan la desconfianza ante la
situación social actual, y no es aplicable solo a una región, se convierte casi en
sentimiento mundial.
Reina una situación de desconcierto y desorden que hace que la practica
empresarial sea cada vez más compleja por no llamarle difícil, afectando el
ejercicio financiero, no solamente por el reforzamiento de sistemas de
seguridad personal, industrial o de los bienes, también por el crecimiento de
ausentismos, por los daños causados en propiedad ajena, por las devoluciones,
por los reprocesos, la pérdida de clientes, la inmoralidad de algunos
funcionarios del mismo estado y más aspectos que hacen parte de lo que
llaman "lo normal en un ejercicio empresarial", y que pueden ser medibles en
los balances financieros de cada empresa.
El panorama actual para la empresa no es nada alentador, de nada favorece
sus actividades, atenta contra la estabilidad financiera, afecta el bienestar
interno y externo y por ende la productividad repercutiendo en la
competitividad.
Entre algunos de los hechos negativos, se destaca:
La creciente violencia y los conflictos sociales que amenazan la tranquilidad
ciudadana, al sujeto y sus bienes y los de las empresas, implicando más
inversión en seguridad, temor en invertir, y en caso de atentados o daños, la
perdida y la consecuente reposición de los bienes.
La falta de identidad, el poco sentido de pertenencia por la misma región, país
y empresa, y el compromiso ausente frente a planes de mejoramiento.
El estrés y los estados depresivos que generan ausentismos, deserciones,
conflictos, tensiones y una serie de malestares que atentan con el ambiente
organizacional.
Problemas emocionales, neurosis, paranoias sociales y otros estados que
contribuyen a la accidentalidad, que desmotivan e influyen el la poca
concentración y en bajos resultados.
Los anteriores entre muchos de los que podemos enumerar, pero igualmente
hay otros males que estropean lo personal y desestabiliza a los grupos
familiares, con efectos en los grados de atención, la disposición, el aporte y los
resultados en la empresa y en general a la sociedad. Entre algunos:
Las crecientes tendencias a la dependencia por la drogadicción, el alcoholismo y
otras sustancias sícoactivas que generan problemas internos y descomponen la
sociedad.
El aumento de la industria del secuestro, las violaciones, el atraco y otros actos
violentos que generan temores, zozobras y crean un clima de tensión y miedo.
El aumento de robos, de hurtos, de desfalcos y otras prácticas deshonestas que
reducen la motivación hacia la inversión, implican más costos en protección y
que por el mismo estado de prevención, aminora competencias y estados de
ánimo, pues se crece la desconfianza, los estados de recelo y las duda.
Junto a otros asuntos lo anterior hace parte del panorama en que se
desenvuelven las personas y en el que está inmerso la empresa. Un escenario
muy criticado pero que pereciera inmodificable, por la fuerza que con el tiempo
ha adquirido, convirtiéndose en lo normal de la vida cotidiana.
Sobra aclarar que la productividad de las personas se ve seriamente afectada
cuando se encuentra estropeada emocionalmente, y por ende los resultados de
la empresa, así que, si el ambiente en que se encuentra la sociedad, y por ende
la empresa, es sano y favorable, la productividad y la competitividad será
mayor, pero de no ser así, se manifestará en sus resultados, de producción, de
mercadeo y por ende financieros.
Entre esos factores que afectan sentimientos y la tranquilidad del grupo laboral,
y que aunque aparentemente no son de responsabilidad directa de la empresa,
repercute en los sus resultados, y entre estos:
Las bajas relaciones inadecuadas de pareja y el crecimiento de conflictos
familiares.
Incremento en los índices de padecimientos de anorexia y bulimia en
adolescentes.
Prostitución progresiva, inclusive infantil.
Altas tendencias de homosexualidad.
Crecimiento de pandillas juveniles.
Practicas satánicas.
Alta infidelidad.
El crecimiento de los índices de suicidio.
Esto produce decaimiento emocional y se convierte en razón para el
ausentismo, la deserción laboral, la accidentalidad en el ejercicio de las
funciones de trabajo, la apatía, el crecimiento de conflictos, la baja motivación
por lo que se hace y demás manifestaciones que merman la capacidad de
concentración y la disposición hacia la productividad, además llegan a afectar
en aspectos como la pérdida total de interés por lo que se hace y por la misma
vida, se acaba la ilusión.
A esto le podemos sumar otra cantidad de actitudes, comportamientos, hábitos,
costumbres y formas de pensar, que se oponen al buen desempeño del grupo
de trabajadores y por ende a la productividad de una compañía, entre ellas:
El negativismo o pesimismo. Reduce la motivación por los propósitos
organizacionales.
La apatía al estudio, al mejoramiento continuo y la tendencia al facilismo.
La baja disposición al ahorro y por ende los consecuentes problemas que
genera el mal manejo de los ingresos, con sus posibles consecuencias negativas
para obtener lo que desea. Un problema financiero es potencialmente el cultivo
de actos indelicados.
La baja disposición por aceptar una crítica constructiva, lo que conlleva a la
generación de posiciones negativas para con quien la hace.
Bajo sentido de identidad y de pertenencia, desencadenando conductas poco
participativas, se hace las cosas tan solo por cumplir sin dar un algo más a
favor de los propósitos de la empresa.
El conformismo, la marrullería, que reduce la capacidad de aporte así como la
de auto crecimiento o mejoramiento personal.
El facilismo con un bajo sentido de auto mejoramiento y de auto aprendizaje,
por ende poca capacidad de aporte para la empresa.
Altas tendencias a tomar frívolamente las cosas, con mucha inclinación a lo
festivo, concediéndole mayor prioridad a ello que al trabajo mismo.
Definitivamente enumerar la cantidad de aspectos que hacen parte hoy de un
gran grueso de nuestra población laboral es una tarea casi interminable, y todo
lo anterior repercute en la perdida de la esperanza en las personas, la baja
ilusión, la poca disposición por hacer bien las cosas, merma su capacidad
productiva y afecta como lo he indicado la productividad, la que se refleja en
los estados financieros de las empresas.
Acciones de solución y responsabilidad social.
Aunque este trabajo presenta crudamente las realidades negativas, no quiere
indicar que todo es nocivo, pero para el propósito del tema de la
responsabilidad social, es prudente hacer mención de dichas situaciones, las
que a primera vista, parecen ser más de la competencia de gobierno, la policía,
los padres de familia, de la misma iglesia y no de la empresa, aparentemente.
Lo que queda totalmente claro es que sea quien sea el responsable, estos
asuntos afectan al individuo como tal, a los grupos familiares, a la sociedad en
general, así como a la empresa y se refleja en los resultados de su ejercicio
financiero.
Así que se convierten en prioridades de atención por parte de todos los
afectados, y de los que como se decía anteriormente, por acción u omisión, son
responsables, y entre ellos, la empresa representada en sus directores.
La responsabilidad de la empresa en los problemas actuales.
Las empresas son participes de la responsabilidad en algunos de los efectos
mencionados, o en todos, por sus políticas o la carencia de las mismas, por sus
sistemas de dirección y por una serie de costumbres y vicios empresariales que
le alejan de una actuación responsable que mida la consecuencia de sus actos.
La responsabilidad o la no responsabilidad, es parte de la cultura de una
empresa.
Esta vez no haré mayor precisión en los temas relacionados con la
contaminación de los recursos, pues sobre ésta materia sobra las fuentes
bibliográficas que ayudan a ilustrar más el alcance de la problemática.
Me interesa sobre manera el efecto de la responsabilidad en lo social y en lo
cultural.
La falta de ética y moral, es sin lugar a duda, el principal elemento del
problema, y como ya lo afirmaba, la búsqueda de las utilidades y el afán de
generar resultados a toda costa sin medir consecuencias, no permite que la
empresa (los empresarios y directivos), presten la atención que merece el tema
de la responsabilidad social.
La inmoralidad ciudadana, la falta de civismo, el bajo escrúpulo de las
personas, la falta de lealtad, la marrullería, la trampa, la poca seriedad, el bajo
sentido de pertenencia, la mediocridad misma, las inadecuadas relaciones
humanas, así como esos aspectos, son muchos los asuntos de comportamiento
que afectan el desarrollo empresarial y por ende su eficiencia, y podré
demostrar que la empresa tiene una alta responsabilidad en ellos.
El deseo de todo empresario es contar con un perfil ideal de colaboradores, los
que salen de su comunidad, y éste perfil requiere de:
Personas comprometidas que den lo mejor de sí mismo y que ayuden al
crecimiento de la empresa.
Personas que sepan trabajar en equipo y que se enfoquen a los objetivos de la
organización, venciendo el egoísmo y evitando el conflicto en pro de la creación
de un clima laboral sano.
Personas inteligentes, creativas, proactivas y con agilidad mental que puedan
dar soluciones, que decidan y aporten beneficios a los procesos, al sistema en
general y por ende al resultado.
Personas honradas, honestas y rectas en los que se pueda confiar.
Personas serviciales orientados hacia el cliente y hacia la calidad total.
Personas tolerantes, prudentes y pacientes que hagan gala de sus cualidades
humanas a favor de la relación interna y externa.
Personas participativas y alegres que pongan amor a lo que hacen.
Personas concentradas y prudentes que eviten la accidentalidad, deterioros,
perdidas, las discordias, los reprocesos y la perdida de clientes.
Personas capaces de controlar sus emociones negativas.
Personas con escrúpulo, nada violentas, sin vicios y manías que atenten con la
integridad de sus compañeros, en su vida familiar y social.
Personas disciplinadas y responsables que administren el tiempo, que generen
buena imagen y que planifiquen en pro de la eficiencia.
Personas que proyecten una grata impresión, por su apariencia, por sus
modales, por el comportamiento y sus hábitos.
En pocas palabras lo que se requiere es gente de calidad, íntegros y eficientes,
lo que en la actual situación social parece ser una tarea titánica o una utopía.
¿Seré que existen personas con ese perfil? Es la pregunta que sale de dicha descripción.
Lo ideal es probable, y puede que no existan, pero para mí, pero aunque fuera
así afirmo yo que se pueden hacer. Es decir, parto de la creencia que la
persona no nace contaminada, es la sociedad la que lo convierte así, pues su
entorno familiar y social es el que crea fijaciones, comportamientos, estimula
hábitos, impregna de creencias, desarrolla actitudes y todo lo que de adulto en
ellos se reflejará.
La formación del individuo se empieza desde el hogar, en su núcleo familiar, y
la educación básica y superior la complementa y valida, pero es en la vida
laboral donde el individuo refuerza conductas o creencias, e inclusive donde las
replantea.
¿De qué sirve una educación basada en valores y de buenos principios éticos, si
la persona para mantener su puesto debe hacer cosas que van en contra de sus
creencias? Nada se logró con enseñarle a la persona a ser recto, si su jefe le
indica que tiene que "Torcer", "Comprar", "Untar" o dicho de otra forma, dar
una comisión ilegal a alguien para poder vender o para hacer negocios. Existen
muchas empresas que fomentan "los torcidos", es decir, los negocios sin
escrúpulo.
De nada sirve enseñarle a no mentir a la persona, si el jefe es el primero que
les dice a sus colaboradores que le nieguen, que se inventen una disculpa ante
un cliente cuando hace un reclamo.
He sido testigo de personas con una alta capacidad creativa y de innovación, y
que por sus mismas capacidades estudian una carrera afín a la creatividad,
diseño gráfico o algo similar, y una vez que son contratados, el jefe escudado
en la frase "El que manda – manda", le impide a ésta persona hacer aportes,
pues su papel es ejecutar las ideas que le presenta el que paga, el que tiene
poder, así el empleado tenga mejores que las suyas, "O hace lo que le ordeno o
se va", y éste, por cuidar su puesto, termina siendo un interpretador de ideas
tontas y nada interesantes, perdiendo así, la capacidad creativa.
Muchas veces los ambientes organizacionales o el sistema de dirección anula
las capacidades humanas positivamente desarrolladas.
He visto vendedores altamente cumplidos y eficientes al inicio de su carrera, y
tan solo requieren algo más de refuerzo de esta conducta para que se
conviertan en vendedores profesionales, pero su jefe con el tiempo les enseña
lo contrario, les llega tarde, los deja en una reunión nada productiva el tiempo
que a él se le antoja, les queda mal con los compromisos de entrega y en
definitiva, les daña lo bueno que ellos tenían, inclusive les enseña a mentir y ha
hacer marrullería.
Igualmente he sido testigo de personas recién casadas que con vehemencia
desean construir un lindo hogar, por lo tanto trabajan con ahínco, pero a su vez
cuidan su relación de pareja, y en el transcurso del tiempo las cosas cambian,
pues la empresa no respeta su tiempo personal, se los quita, además de que
les fomenta espacios propicios para lo negativo, el licor e inclusive la
infidelidad.
Es decir, existen empresas donde no se le concede valor a las competencias
personales, a la calidad integral de vida (Personal, familiar y social, no
solamente lo laboral), a lo emocional y cultural en general, posibilita la
generación de ingresos, más no agrega nada positivo a la calidad de vida.
Fui testigo en una empresa, supertienda, que en el día de las elecciones les
obligaron a trabajar, sin concederles a los empleados que deseaban sufragar, el
permiso para hacerlo, se les negó un derecho fundamental, y cuando yo les dije
que eso era ilegal y ellos podían hacer valer sus derechos, los mismos me
indicaron que era mejor no hacerlo, pues iniciaría una persecución laboral, y
debían de cuidar sus puestos. La misma empresa fomenta la apatía por los
deberes ciudadanos, y atropella los derechos de los mismos. Si lo hace en lo
fundamental, ¿Qué no puede hacer en lo aparentemente menos importante?
¿En que beneficia a las personas el conseguir el ingreso necesario para su
manutención familiar si el ambiente laboral le afecta emocionalmente? ¿En qué
beneficia el puesto laboral si se le quita su puesto familiar? ¿No se había
pensado en eso?
Muchas veces las condiciones laborales se desarrollan en estados altos de
tensión, lo que genera estrés y hasta estados depresivos, afectando el bienestar
y la salud de la persona. No se hace el bien, el escenario no es constructivo,
pasa a ser destructivo.
También es corriente ver en algunas empresas abuso de autoridad, humillación
respaldada por el poder, afectando la autoestima, generando resentimientos y
dolor.
Deja mucho que decir sobre los problemas que vivimos actualmente lo que
denomino la antitesis de lo que somos, pues aunque nuestro país es un estado
democrático y eso es lo que deseamos enseñar y mantener, por regla general
en el interior de las empresas se vive lo contrarios: VIVIMOS EN UNA
DEMOCRACIA, PERO EN LA EMPRESA SE VIVE UNA AUTOCRACIA. Los jefes son
los únicos que tienen derechos, los demás solo deberes.
Todas las personas no responden de igual manera a un estimulo, por lo tanto
hay que cuidar la emisión de los mismos, el ambiente, la forma de comunicar,
la forma de mandar y demás que hacen parte de la higiene laboral si se espera
crear condiciones favorables para el bienestar de las personas y para el
mejoramiento del clima en pro de la productividad.
Pero no solamente aquí vemos actos donde hay responsabilidad de la empresa
en las personas, también se encuentran en sus políticas y tradiciones.
Fomentar, transigir y "Alcahuetear" los espacios perniciosos en una acción
negativa.
Las famosas fiestas de integración, por ejemplo, las que nunca integran por que
siempre van los mismos con las mismas, y se prestan para la creación de
corrillos cerrados y burleteros, animados por el licor y una serie de estímulos
que terminan con personas embriagadas, es una forma de destruir a las
personas, ya que son espacios propensos para la accidentalidad, para los
pleitos, para que ya motivados por los efectos del licor se prosiga la fiesta y se
gasten el dinero que se requería para pagar la escuela de los hijos, o para los
servicios o alguna necesidad básica. Inclusive estos eventos fomentan hasta la
infidelidad y crean problemas para con las parejas de los colaboradores, y en
algunos casos son causa de accidentalidad y muerte.
En cierta empresa, en la fiesta anual, siempre había un muerto generalmente
por accidente por el licor una vez terminada la fiesta. Los directivos tan solo
decían "que mala suerte la de nosotros".
Una inadecuada forma de dirigir a los empleados, políticas de bienestar que
desfavorecen las conductas y atropellan las relaciones de pareja o de familia, el
atosigamiento por ordenes confusas y la saturación de trabajo sin prestar
importancia la salud y el bienestar del individuo, estos como muchos otros
factores comunes en algunas empresas, generan problemas en el individuo y
afecta a sus familias, por lo que se pueden calificar como acciones no
responsables de la empresa.
6. Pretextos peligrosos. Solo para reflexionar.
En cuanto a éste tema de la responsabilidad social nos encontramos con una
serie de pretextos peligrosos que hacen parte de la cultura actual y que
finalmente se acomodan a intereses financieros de algunas compañías o
empresas, haciéndoles sentir que están actuando bajo normas, bajo derecho o
moralmente. Entre estos pretextos de nuestra cultura empresarial y social
podemos anotar algunos de ellos:
El derecho al trabajo. Día a día crece en las ciudades el trabajo informal, con un
alto desorden social, escudados en el pretexto del derecho al trabajo, pero no
nos hemos puesto a pensar en otros derechos, el derecho al trabajo con
dignidad, el derecho al respeto de la movilización libre y sin obstáculos de
peatones y conductores, como tampoco pensamos en los deberes, como el
deber de respeto del espacio publico. Sobre este tema vemos inclusive a
muchas empresas que han hecho de la venta informal, en semáforos, andenes,
autobuses y otros lugares no propicios para la actividad, su principal canal de
ventas, sin responsabilidad laboral y social alguna por quienes hacen la venta,
evadiendo impuestos ya que de esta forma es difícil controlar ventas reales,
como quien dice, explotando a las personas y evadiendo responsabilidades
tributarias, pero todo bajo el pretexto de que están generando trabajo, y
estimulan a dichos vendedores, para que peleen por el derecho al trabajo.
Espacio para adultos. Vemos a diario, me refiero a la televisión, que
programadoras y anunciantes se lavan las manos poniendo solamente
mensajes, antes del programa "Este es un programa para adultos, sugerimos
que los menores estén acompañados por padres o personas mayores de edad",
y lo más irónico, es que en algunos casos dichos programas esta en la franja
que se denomina familiar, o en horas de la noche, en una cultura ciudadana
donde ya el chico desde los 5 años, se acuesta tarde, donde sus padres por el
mismo trabajo llegan tarde. Pero finalmente la programadora se curó en salud,
advirtió, y así ya no es problema suyo o del patrocinador que el niño deba
permanecer solo, o que la madre o el padre estén ocupados. (solo para
reflexionar un poco)
Libertad de prensa. En honor a la libertad de prensa, al derecho de estar
informados, programadoras noticiosas, programas de comentario y otros, hacen
apología al delito, entrevistan al delincuente y le dan el despliegue necesario,
dan la primicia de un ataque, presentan imágenes de alto dolor, el reflejo de la
violencia, la tristeza aguda, el drama desgarrador, creando así más paranoia
social, más depresión e incitando al suicidio mismo, y en los niños,
enseñándoles que el delito es algo normal.
Ultimo minuto. Hace algunos años la prensa hablada establecía franjas para el
resumen de las noticias del día, hoy, ya no es suficiente la entrada apoteósica
acompañada de una fanfarria en la cual se dice ULTIMA HORA, paso a ser
ULTIMO MINUTO, para presentar el suceso de dolor, se interrumpe el programa
infantil o el que sea, para cumplir con un derecho de información, sin importar
el impacto que eso cause.
No es trampa, es la única forma de hacer negocios. "Si no lo hacemos nosotros
lo hace la competencia", "No es un soborno, es una costumbre", "Para
sobrevivir y negociar hay que presupuestarlo", refiriéndome al soborno y la
comisión para hacer asignar un negocio.
Yo cumplo con pagarles lo que les corresponde por ley, ya es problema de ellos
que hacen con su plata. La posición más irresponsable frente al pago de los
salarios, y más de las prestaciones y las liquidaciones. Parece que al que piensa
así no le interesa si la persona se lo malgasta por que no sabe manejar el
dinero, y así se afecte una población infantil, se destruya un hogar y se creen
las condiciones propicias para el cultivo de las bandas de delincuentes.
Cada persona vive como le da la gana, no debo meterme. Solo somos sensibles
si a nosotros nos toca una situación dolorosa, mientras tanto no me importa,
intervenir y prevenir no es prioridad de nadie.
Es mejor quedarse callado, pues el problema no es mío. Les gana la
indiferencia y se vuelven cómplices, se acostumbra a presenciar lo inadecuado
y se guarda el silencio de algo que mañana se devuelve contra quien fue
testigo mudo del suceso, pero mientras tanto es mejor quedar callado para
cuidar la espalda y sus intereses.
Todas estas posiciones y pretextos que son parte de una cultura actual, son
muestra del alcance de la irresponsabilidad social, por lo que se invita a que
consideremos las consecuencias y por ende asumamos una actitud de cambio,
pues de seguir así, ¿Hasta dónde podremos llegar? ¿Por qué quejarnos mañana
si hoy patrocinamos una cultura degradante, inescrupulosa y fomentamos el
desorden? Recordemos, se cosecha lo que se siembra, y hoy, estamos teniendo
la peor pero más abundante de las cosechas.
RESÍDUOS DE HOSPITALES
Los residuos hospitalarios pueden producir contaminación y enfermedades si no
se los maneja adecuadamente. Los residuos infecciosos, especialmente los
corto punzantes, presentan un riesgo para quienes puedan entrar en contacto
con ellos. De acuerdo con las estimaciones de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), el 40% de los casos de hepatitis y el 12% de los casos de VIH en
el mundo se deben a la exposición en el ámbito de trabajo.
Los hospitales también generan
residuos químicos, farmacéuticos y
radioactivos, todos ellos en
pequeñas cantidades, que
requieren un manejo especial. Por
otra parte, en los hospitales
también se generan grandes
cantidades de residuos comunes
como envases, papel, comida, etc.,
que pueden llegar a representar alrededor del 80% de la corriente de residuos.
Un hospital de gran tamaño puede producir hasta una tonelada de residuos por
día.
En muchos hospitales de países en desarrollo, todos estos residuos se mezclan
y queman en incineradores de baja tecnología y alto grado de contaminación, o
bien a cielo abierto sin ningún tipo de control. Hoy en día se sabe que la
incineración de residuos hospitalarios genera grandes cantidades de dioxinas,
mercurio y otras sustancias contaminantes. Estas sustancias van a parar al aire
donde pueden llegar a transportarse por miles de kilómetros y contaminar el
medio ambiente a escala mundial, o terminan siendo cenizas, que en general se
desechan sin tener en cuenta la carga de contaminantes tóxicos persistentes
que contienen.
Si los residuos hospitalarios no se queman, pueden terminar descartados junto
con los residuos comunes. En los lugares donde esto sucede, los cartoneros
enfrentan un peligro diario, especialmente en los países donde resulta posible
revender algunos de los elementos presentes en los residuos, por ejemplo
jeringas, para su uso ilícito.
En los países más pobres, una de las dificultades para asegurar el manejo
adecuado de los residuos hospitalarios es la falta de fondos. Muchos de los
donantes que realizan trabajos fundamentales con el objeto de fortalecer los
servicios de atención de la salud entregan insumos hospitalarios y organizan
programas de vacunación, p
residuos generados en estos establecimientos. La Organización Mundial de la
Salud solicitó formalmente a todos los donantes que se ocuparan de asignar un
presupuesto adecuado para evitar que las personas o el me
sufrieran las consecuencias de los residuos generados por estos proyectos de
vital importancia.
Tipos de residuos hospitalarios; forma de eliminación de los residuos hospitalarios
En salud pública hay temas arduos y poco apetecibles, por lo me
de estudiarlos, con el agravante de que, una vez sobrepasado el examen, se
olvidan enseguida.
Bueno, vamos a recordar uno de estos temas y tomadlo como lo que es:
necesario si ha de utilizarse
En un hospital se generan todo tipo de residuos y
un tratamiento diferente, residuos urbanos, biosanitarios, citostáticos, químicos
y radiactivos, entre otros. Estos se clasifican y eliminan por procedimientos
especiales, previstos por distintas normativas, para garantizar
medio hospitalario y de la población.
En los países más pobres, una de las dificultades para asegurar el manejo
adecuado de los residuos hospitalarios es la falta de fondos. Muchos de los
donantes que realizan trabajos fundamentales con el objeto de fortalecer los
servicios de atención de la salud entregan insumos hospitalarios y organizan
programas de vacunación, pero no prevén medidas para la gestión de los
residuos generados en estos establecimientos. La Organización Mundial de la
Salud solicitó formalmente a todos los donantes que se ocuparan de asignar un
presupuesto adecuado para evitar que las personas o el me
sufrieran las consecuencias de los residuos generados por estos proyectos de
Tipos de residuos hospitalarios; forma de eliminación de los residuos
En salud pública hay temas arduos y poco apetecibles, por lo me
de estudiarlos, con el agravante de que, una vez sobrepasado el examen, se
Bueno, vamos a recordar uno de estos temas y tomadlo como lo que es:
necesario si ha de utilizarse
En un hospital se generan todo tipo de residuos y cada uno de ellos ha de sufrir
un tratamiento diferente, residuos urbanos, biosanitarios, citostáticos, químicos
y radiactivos, entre otros. Estos se clasifican y eliminan por procedimientos
especiales, previstos por distintas normativas, para garantizar la seguridad en el
medio hospitalario y de la población.
En los países más pobres, una de las dificultades para asegurar el manejo
adecuado de los residuos hospitalarios es la falta de fondos. Muchos de los
donantes que realizan trabajos fundamentales con el objeto de fortalecer los
servicios de atención de la salud entregan insumos hospitalarios y organizan
ero no prevén medidas para la gestión de los
residuos generados en estos establecimientos. La Organización Mundial de la
Salud solicitó formalmente a todos los donantes que se ocuparan de asignar un
presupuesto adecuado para evitar que las personas o el medio ambiente
sufrieran las consecuencias de los residuos generados por estos proyectos de
Tipos de residuos hospitalarios; forma de eliminación de los residuos
En salud pública hay temas arduos y poco apetecibles, por lo menos a la hora
de estudiarlos, con el agravante de que, una vez sobrepasado el examen, se
Bueno, vamos a recordar uno de estos temas y tomadlo como lo que es:
cada uno de ellos ha de sufrir
un tratamiento diferente, residuos urbanos, biosanitarios, citostáticos, químicos
y radiactivos, entre otros. Estos se clasifican y eliminan por procedimientos
la seguridad en el
Tipos de residuos hospitalarios:
Categoría I: residuos generales o sólidos urbanos
Categoría II son los biosanitarios asimilables a urbanos;
Categoría III, los biosanitarios especiales;
Categoría IV, los cadáveres y restos humanos de entidad suficiente;
Categoría V, los residuos químicos;
Categoría VI, los citotóxicos;
Categoría VII, los residuos radiactivos;
Categoría VIII los vertidos industriales.
Categoría I: residuos generales o sólidos urbanos
Dentro de la categoría de residuos sólidos urbanos tenemos: aceite doméstico,
colchones, latas, papel, vidrio, cartón, plástico, mobiliario, escombros, latas,
madera, restos de comida, y residuos electrónicos que se consideran peligrosos
(tóners y los tubos fluorescentes).
Se generan en servicios de administración y en consultas de los hospitales, las
salas de espera, la cocina, la cafetería, el comedor, los almacenes, vestuarios,
despachos y puntos de mantenimiento, entre otros. Algunos de estos residuos
son reciclables.
Categoría II son los biosanitarios asimilables a urbanos;
Este tipo de residuos no suponen ningún peligro reciben el mismo tratamiento
que los urbanos y se eliminan como estos. Entre ellos se encuentran vendas,
gasas, sondas, guantes, apósitos, filtros de diálisis, bolsas de sangre vacías,
equipos de goteos, bolsas de orina y distintas clases de material que haya
estado en contacto con los pacientes (salvo los residuos de la clase III).
Se generan en salas de curas, de exploración, hemodiálisis, laboratorios,
unidades de hospitalización y cuidados intensivos, maternidad y consultas
externas. Los hospitales se encargan de segregar estos restos y, para
eliminarlos, caben dos posibilidades. Una es contratar a una empresa
autorizada que, a través de unidades de limpieza, retire los residuos sólidos
urbanos y los lleve a depósitos finales, donde se encuentra un compactador de
basura, y de ahí al vertedero.
Y la otra es que sea el propio Ayuntamiento de cada municipio el que, de
acuerdo a la Ley de basura urbana, se responsabilice de transportarlos al
vertedero y que empresas autorizadas se encarguen de llevar los residuos
segregables al compactador correspondiente.
Categoría III, los biosanitarios especiales;
Estos residuos son los patológicos, contagiosos o infecciosos, es decir, que una
incorrecta manipulación de los mismos puede transmitir una enfermedad. Entre
ellos se encuentran las agujas, las hojas de bisturí y los instrumentos cortantes
y punzantes. Normalmente proceden de curas que se realizan a enfermos
infecciosos, los laboratorios y servicios especiales, anatomía patológica,
unidades de cuidados intensivos, quirófanos, urgencias y maternidad.
Estos residuos no se pueden gestionar como los residuos biosanitarios
asimilables a urbanos, debido a la peligrosidad que entrañan para la salud
laboral, la salud pública y el medio ambiente, por lo que deben ser depositados
en recipientes especiales. Los encargados de hacerlo son los profesionales
sanitarios, que los van separando y guardando en contenedores especiales
homologados: negros para residuos biosanitarios, azules para citotóxicos y
amarillos para instrumentos punzantes y cortantes.
Después, los diferentes recipientes se depositan en otros contenedores de
mayor tamaño que se tapan y el personal de limpieza los traslada a un depósito
final. En no más de 72 horas los recoge una empresa autorizada que los lleva a
las instalaciones pertinentes y les aplica el tratamiento correspondiente.
Categoría IV, los cadáveres y restos humanos de entidad suficiente;
En los hospitales no sólo se producen defunciones, sino que se practican un
gran número de cirugías, autopsias y procedimientos de anatomía patológica,
en los que se pueden producir mutilaciones y surgir restos humanos de cierta
entidad o tamaño, que se tratan según el Reglamento de la Policía Mortuoria.
Categoría V, los residuos químicos;
Los residuos químicos se gestionan como residuos tóxicos o peligrosos.
Entre estos, figuran los líquidos fijadores y reveladores, el formol y el xilol,
donde se conservan los órganos, o los productos que se emplean para los
tratamientos de ciertas máquinas, así como material de desecho contaminado
con productos químicos.
Categoría VI, los citotóxicos;
Los citostáticos (citotóxicos), son fármacos que se utilizan en quimioterapia
para tratar distintos tipos de cánceres. Se gestionan por el Plan de Residuos
Biosanitarios y Citotóxicos, y la diferencia de estos productos, respecto a los
biosanitarios especiales, es que se tienen que incinerar, ya que no se pueden
esterilizar antes de eliminarlos.
Categoría VII, los residuos radiactivos;
Estos residuos no se generan en todos los hospitales, sino en aquellos que
tengan unidades de tratamiento con radioterapia, medicina nuclear y en ciertos
laboratorios. Son todas aquellas materias radiactivas que se desechan al no ser
utilizables, así como los productos contaminados con este material radiactivo.
Dentro de estos residuos radiactivos hospitalarios pueden ser residuos sólidos,
líquidos y de baja intensidad, según lo que establece el Organismo
Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Categoría VIII los vertidos industriales.
Los vertidos industriales se eliminan a través del agua. Cada hospital tiene un
tipo de pH (medida de la acidez) del agua y tiene reconocida la autorización de
vertidos por parte de cada Ayuntamiento que fija las condiciones de los
residuos que se pueden verter a las aguas residuales. A partir del alcantarillado,
se toman muestras y se realizan pruebas cada seis meses, donde se mide la
cantidad de oxígeno del agua.