Post on 04-Oct-2018
C E ha intentado numerosas veces, a lo largo de los
trescientos cincuenta años que han transcurrido
desde la muerte de Shakespeare, Uegar a una definición
de su personalidad ; es la conclusión que todas ellas han
sido, de una manera u otra, infructuosas. En realidad
carecemos, en última instancia, de datos verdadera
mente significativos, aparte de las poesías y las obras
teatrales mismas, que nos permitan llegar a una defi'
nición firme; y del estudio de las obras, no influido
por consideraciones extemas, cada persona que se ha
dedicado al estudio del dramaturgo ha encontrado fá
cilmente lo que se proponía buscar. Quizás la verdad
sea que Shakespeare era uno de esos artistas — V e
lazquez, en una esfera creadora diferente, parece ha
ber sido o t r o — del que puede decirse que su "perso
nalidad" se expresaba completamente a través de su
obra, como si no quedase ningún residuo de tipo me
ramente personal una vez que el esfuerzo creador
se había consumido a sí mismo. Es posible argumentar,
como lo hizo de manera notable, entre otros, T . S.
45
DEREK TRAVERSI
' Véase su ensayo de 1927, Shakespeare y el Estoicismo de Séneca,
Eliot que la personalidad del artista, en el sentido
romántico, "byroniano" de la palabra, es algo que sólo
nos llama la atención cuando existe una separación,
que puede parecemos finalmente poco satisfactoria, en-
tre la experiencia original que impulsó la obra de arte
y la proyección final en su correspondiente forma ar-
tística.
Y , sin embargo, aunque es verdad que apenas po '
demos atrevemos a buscar a través de la obra shakes-
periana el perfil de una "personalidad", en ningún
sentido romántico de ese término, queda el hecho que
la presencia de una trama, de una línea de desarrollo
continua e inconfundible, puede discernirse a lo largo
de sus escritos. Encontramos que ciertos temas se re>
piten, que se les ve adquirir un nuevo significado en
relación a su posición en esa trama. Mi propósito en
este estudio será considerar la obra de Shakespeare en
un momento en el que la experiencia trágica de sus
años maduros, quizás aún tan solo a medias consciente
mente presente en su pensamiento, parece avanzar ha
cia la luz de un conocimiento más pleno. Cualquiera
de las obras que escribió, según todas las posibilidades,
alrededor de 1600 podría servirnos para este propó
sito; yo he escogido la que ha podido ser quizás la
más temprana de todas ellas. Trailo y Cresida.
Troilo y Cresida puede ser descrita desde el prin
cipio como una obra francamente experimental, una
obra además que tendremos razón en considerar — a
pesar de sus muchas facetas interesantes y hasta fasci-
46
TROILO Y CRESIDA
47
nadoras— como representando en cierto sentido un
fracaso dramático. Para comprender lo que Shakes'
peare estaba intentando hacer creo que hemos de co '
menzar por recordar la presencia insistente en sus es
critos de este período de dos temas que podríamos
llamar respectivamente el personal y el público. El
primero, el tema más directamente personal, está más
claramente enunciado en esta época en algunos de los
Sonetos, que aunque no llegaron a ser publicados en
una colección completa hasta 1609, pudieron haber
sido escritos bastantes años antes. La preocupación
principal de los poemas a que me refiero es la relación
entre el amor, concebido como una unión afectiva en
tre personas, y el tiempo. Los sonetos consideran esta
relación en sus dos posibles desarrollos; bien el amor
queda en cierto sentido fuera de la acción destructora
del tiempo, por estar fundado en valores cuya validez
excede lo meramente temporal, o alternativamente está
fatalmente sometido a la impermanencia, a la mutabi
lidad y a la muerte. En el primer caso, como Shakes
peare, en lo que podríamos llamar su modo más opti
mista, nos dice en el famoso Soneto C X X I ,
Love's not time's fool, though rosy lips and cheeks
Within his bending sickle's compass come;
El amor no es el bufón del tiempo, aunque los rosados labios caigan bajo el círculo de su curvada h o z ; [y mejillas
en el otro, lejos de ser, como el poeta había postulado,
la más valiosa de las experiencias humanas, la que tenía
más posibilidades abiertas al hombre en cuanto criatura
temporal, el amor queda reducido al estado de un mero
DEREK TRAVERSI
48
apetito irracional que tiende fatalmente por su misma
naturaleza al hastío y a la repugnancia final. Como
nos dice el Soneto C X X I X , en el que quizás se exprese
de una manera más reveladora esta actitud negativa :
The expense of spirit in a waste of shame
Is lust in action.
El gasto del espíritu en un desierto de vergüenza es la lujuria en acción.
Estos dos pasajes necesitan, para nuestro propósito, ser
considerados juntos, en cuanto que ambos representan
reacciones opuestas ante la realidad implicada en la su-
jeción humana a la mutabilidad. El amor, y la amistad
que es un reflejo del amor, representa una reacción
contra el proceso de decadencia temporal, un intento
de tener a través de la experiencia aceptada una intui
ción válida de tipo espiritual; pero, precisamente por
el hecho de haber nacido en el tiempo, parecen desti
nados a desaparecer. L o que tiene sus raíces en el tiem
po, el tiempo mismo acaba destruyéndolo. La reacción
de Shakespeare ante esta realidad resalta la amargura
que encontramos en no pocos de sus sonetos y en la
mayor parte de las obras teatrales que escribió en esta
época. Si el amor y la amistad, aunque en sí mismos
tan dignos de ser intensa y únicamente deseados, pa
recen ser sombras vanas e insustanciales, la visión que
el poeta tiene de ellos se toma a veces viciosa y repe
lente; el mero hecho de su valor potencial parece ha
cerlos, por una extraña paradoja, más fuertes para co
rromper.
TROILO Y CRESIDA
49
N o es ésta, sin embargo, la única línea significativa
de desarrollo en la obra de Shakespeare durante estos
años. En su segunda serie de dramas sobre la historia
inglesad desde Ricardo 11, escrito algunos años antes,
hasta Enrique IV y Enrique V, que pueden fecharse
poco antes del fin de siglo, Shakespeare había consi'
derado en varias etapas los problemas creados por su
propia concepción de la realeza, por la necesidad, tal
como él lo veía, de construir un orden nacional y p O '
litico sobre lo que él llegó a denominar, en Troilo y
Cresida, "degree" o jerarquía, sobre la aceptación libre
y natural de una autoridad consagrada. El interés de
Troilo y Cresida radica en gran parte en el hecho de
que podemos ver en esta obra un primer y tentativo
esfuerzo por juntar estos dos temas, aparentemente se
parados, por ver lo que he llamado el problema perso'
nal y el público como aspectos, diferentes pero rela
cionados, de la función del concepto de valor en la
experiencia humana : el valor que parece, por un lado,
que se necesita para hacer del amor, y con él de la
vida, algo más que "un desierto de vergüenza", y
aquel, por el otro, que únicamente puede inspirar a
los hombres libres a reverenciar, sin ser obligados por
la imposición de una tiranía, a una autoridad objetiva
mente constituida.
Para desarrollar estos conceptos en cuanto se ha
llaba capacitado en estos momentos para hacerlo, Sha
kespeare escogió como su tema dramático una de las
más conocidas y populares de las historias medievales :
^ La primera serie, escrita en los primeros años de su carrera dramática, consta de los tres dramas sobre Enri' que VI y de la tragedia de Ricardo III.
DEREK TRAVERSI
la historia cuyo origen parte de una referencia fortuita
en la llíada de Homero, que desarrollaron más tarde
en latín una serie de olvidados poetas al principio de
la Edad Media, que Boccaccio amplió a su manera en
II Filostrato y que por último se hizo popular en In-
glaterra por Geoffrey Chaucer en uno de los grandes
poemas narrativos de la lengua inglesa ^ : la historia
del amor de Troilo, el hijo del rey de Troya Priamo,
y de la rehén griega Cresida. Esta historia ofrecía a
Shakespeare una pareja de amantes separados menos
por la perversidad de uno de ellos que por meros h e
chos circunstanciales, hasta que la más débil, Cresida,
traiciona al romántico Troilo por el guerrero griego
Diomedes. Es, como veremos, una historia que refleja
perfectamente el tema del amor sometido al tiempo y
a la mutación que hemos descubierto al considerar los
sonetos.
El primer punto que se destaca de una manera cla
ra al considerar el tratamiento que Shakespeare hace
de esta historia es la cualidad peculiar del amor de los
personajes centrales. En un sentido muy real podría
decirse que ni Troi lo ni Cresida son personas de una
manera real y consistente; nos parecen más bien las
víctimas pálidas e indefensas de una situación que no
son capaces de dominar. La tragedia de esta pareja
consiste menos en la separación, en la pérdida mutua,
que en lo que aparece como un fallo en la naturaleza
misma de la pasión amorosa. La semilla de la separa
ción viene implicada aquí en el propio nacimiento o
génesis del amor; pues lo que ha nacido en el tiempo.
^ Chaucer escribió este poema entre 1379 y 1383.
50
TROILO Y CRESIDA
51
que representa un esfuerzo por trascender la acción del
tiempo por la mera intensidad de la experiencia, es
finalmente incapaz de existir fuera de la acción del
tiempo, siendo por lo tanto condenado a desaparecer
ante el inexorable proceso del cambio temporal. El
amor en esta obra es por su propia naturaleza frágil e
impermanente, mientras que los elementos que contri
buyen a la separación son en toda ella brutalmente con
cretos. Es el conocimiento de esta fatalidad lo que, en
el momento de su cercana separación, hace que Troilo
se dirija a Cresida con frases de "pathos" romántico en
tre las que se halla entretejido de una manera tan ex
traña como inexorable un profundo sentido de desi
lusión :
O, if I thought it could be in a woman—-
As, if it can, I will presume in you—
To feed for aye her lamp and flame of love;
To keep her constancy in plight and youth.
Outliving beauties outward, with a mind
That doth renew swifter than blood decays!
Or that persuasion could but thus convince me
That my integrity and truth to you
Might be affronted with the match and weight
Of su^h a winnowed purity in love—
How were I then uplifted! But, alas,
I ami as true as truth's simplicity.
And simpler than the infancy of truth.
I Oh, si pensara que una mujer pudiese— y si así fuese, lo creería de t i — alimentar eternamente su lampara y llamas del amor, mantenerse constante en sus votos de juventud sobreviviendo así la extinción de la belleza, con una mente que se renueva más rápidamente que la sangre decae! ¡ Y si, así persuadido, pudiera convencerme
DEREK TRAVERSI
* Acto III, escena ii. ' Ibid.
52
de que mi integridad y verdad hacia ti se verían correspondidos con la fuerza y poderío de una pureza refinada en el amor; como me exaltaría! pero, por desgracia, soy tan sincero como la verdad sencilla, y más simple que la infancia de la verdad
"si pensara": "si pudiese": "constancia", "integri-
dad" , " v e r d a d " están presentes en la mente del que
habla, pero como aspiraciones patéticas que intentan
afirmarse, en su debilidad reconocida, contra lo que
Troi lo siente, aun en el acto de afirmarlas, como la ley
hostil de la v i d a ; y Cresida, en el curso de este mismo
diálogo, se expresa de manera parecida al admitir su
correspondiente fragilidad:
/ have a kind of self resides with you,
But an unkind self that itself will leave
To be another's fool...
...you are wise;
Or else you love not; for to zinse and love
Exceeds man's might; that dwells with gods above.
Hay en mi una especie de y o que reside contigo, pero otro desnaturalizado que se abandonaría a sí mismo para ser engañado por otro...
...eres prudente, o si no no me amas; pues ser prudente y amar [cielo excede el poder de los hombres; es propio de los dioses del
H a y algo en las expresiones de incertidumbre de Cre
sida, muchas de ellas medio humorísticas y conven
cionales, que nos hace difícil imaginárnosla como un
TROILO Y CRESIDA
* Acto L escena ii.
53
ser plenamente realizado. A lo más, la vemos vivir tan
sólo en actitudes y reacciones momentáneas e insustan-
cíales, con apenas una señal de esa responsabilidad y
consistencia que implica el concepto mismo de perso-
naje. Cualquier intento de someter su conducta a un
juicio moral, del tipo que tenían en su mente los crea
dores medievales de esta leyenda, cuando denunciaron
su "inconstancia", su "falsedad", está aquí fuera de
lugar, porque el espíritu de la creación que hizo de ella
Shakespeare hizo imposible que se mostrase responsa
ble de sus acciones; y sin responsabilidad no puede
haber valoración moral. Cuando ella comenta, ante
riormente en la obra, el porqué rehusa revelar sus sen
timientos hacia T r o i l o :
Yet hold I off: women are angels, wooing;
Things won are done; joy's soul lies in the doing.
Y sin embargo, me mantengo aparte. Las mujeres son ángel e s al cortejar;
las cosas ganadas se acaban; el alma de la alegría reside en [el hacerse*.
su aforismo no es una revelación de infidelidad calcu
lada, sino que refleja simplemente el sentido, que cons
tituye la verdadera tragedia de esta obra, de la impo
sibilidad, la falta de sentido de la constancia, en un
mundo donde el tiempo domina las relaciones huma
nas, y donde la atracción y la separación parecen as
pectos necesarios y conexos de una sola situación.
La separación entre los dos amantes, en otras pala
bras, se concibe como inevitable, impuesta sobre ellos
DEREK TRAVERSI
' Acto IV, escena iv.
54
por lo que es en efecto una sombría e inescapable ley
de la vida- Este sentido de lo inevitable está quizás
expresado más claramente por Troilo en el momento
de su última despedida cuando se dirige a su amada:
Cressid, I love thee in so strained a purity,
That the blest gods, as angry with my fancy,
More bright in zed than the devotion which
Cold lips blow to their deities, take thee from' me.
Cresida, te amo con una fuerza tan refinada
que los dioses benditos, como enojados con mi fantasía,
más brillante en su cielo que la devoción que
labios fríos prestan a sus deidades, te separen de mí .̂
Cresida, movida por esto a una respuesta patética, ex-
clama: " ¿ T i e n e n envidia los dioses?", y pregunta,
como esperando en el umbral de una despedida eterna :
" ¿ Y es verdad que tengo que irme de T r o y a ? " . El
resto del diálogo termina en la protesta final de Troilo
ante los designios del destino :
— And is it true that 1 must go from Troy?
— A hateful truth.
— Whcá, and from Troilus too?
— From Troy and Troilus.
— Is it possible?
— And suddenly; where injury of chance
Puts back leave'taking, justles roughly by
All time of pause, rudely beguiles our lips
Of all rejoindure, forcibly prevents
Our locked embrasures, strands our dear vows
Even in the birth of our own labouring breath.
We two, that xvith so many thousand sighs
Did buy each other, must poorly sell ourselves
TROILO Y CRESIDA
' Acto IV, escena iv.
55
With the rude brevity and discharge of one.
Injurious Time now with a robber's haste
Crams his rich thievery up, he knows not how.
As many farewells as be stars in heaven,
With distinct breath and consigned kisses to them.
He fumbles up into a loose adieu,
And scants us with a single famished kiss.
Distasted with the salt of broken tears.
— ¿ Y es verdad que he de alejarme de T r o y a ? — Una odiosa verdad.
— Qué, ¿ y de Troilo también? — De Troya y de Troilo.
— ¿Es posible? — Y súbitamente : cuando la injuria del azar
quite tiempo a la despedida, desconcierte ásperamente todo tiempo de pausa, rudamente prohiba a nuestros labios que vuelvan a unirse, impida a la fuerza estrecharnos abrazados, estrangule nuestros tiernos votos, tan pronto como nazcan de nuestro fatigoso aliento ; nosotros dos, que con tantos miles de suspiros [mente nos compramos uno al otro, debemos vendernos pobre-con la brevedad y exhalación brusca de uno solo. El injurioso tiempo, con prisa de ladrón, amontona ahora su rico botín, sin saber cómo ; y tantas despedidas como estrellas hay en el cielo, con sus alientos propios y sus besos distintos, los confunde en un descuidado adiós, y nos induce a un solo beso hambriento, amargado por la sal de angustiadas lágrimas
El tono de esta expresión final de devoción es verda-
deramente notable. Troilo, cuyo sentido de separación
es siempre tan vivo y agudo, sólo puede expresar su
deseo de unión mediante imágenes tan intensas como
etéreas, incorpóreas y sin substancia. El amor es " r i co"
DEREK TRAVERSI
en su estimación, y digno de ser comparado, para él
como para Romeo con las estrellas del cielo ; pero al
mismo tiempo sólo puede expresarse en "suspiros",
"laborioso aliento", en la presurosa vanidad de "alien-
tos distintos y constreñidos besos" v en la delicadeza,
tan intensa como transitoria, de besos "amargados por
la sal de las lágrimas angustiadas". Opuesto a este pa
tetismo etéreo e insustancial, el peso pleno de los sen
tidos se hace sentir en las mism^as expresiones de des
pedida. "Rudamente" , "ásperamente", " a la fuerza",
el tiempo y las circunstancias hostiles minan la breve
dad trágica del amor, hasta hacer de los "entrelazados
abrazos" que deberían corresponder a la intensidad de
la unión físicamente concebida nada más que un es
fuerzo, finalmente vano, por agarrarse a una momen
tánea impresión de identidad ante unas circunstancias
que van forzosamente separando a la pareja. La sepa
ración impuesta por los acontecimientos externos es, de
hecho, el reflejo de una cierta debilidad que se atribuye
a través de toda esta obra a la pasión misma. El ideal,
que consiste en la unión perfecta, se hace sentir inten
samente, pero es por su propia naturaleza tan insus
tancial como el "al iento" o "el aire", a los cuales se le
compara; y los cuerpos físicos mediante cuya unión
esta intensidad puede, aunque de una manera breve y
precaria, experimentarse se encuentran siempre luchan
do contra la tendencia a la separación. Esta lucha no
puede, por su misma naturaleza, llevar a nada tangible
ni permanente. A lo largo de toda esta obra, los ele
mentos del amor que llevan a la separación son dema-
' Romeo y Julieta, Acto II, escena ii.
56
TROILO Y CRESIDA
57
siado poderosos para aquellos que vanamente desean la
unión; a través de toda ella, la acción del "tiempo in-
jurioso" actúa como el proceso por el cual la separación
nace de la consumación anhelada.
Troilo y Cresida, pues, en tanto que trata de la
historia de este par de amantes, proyecta una intuición
"metafísica" en la evocación de unas relaciones oerso-
nales. La obra es, en este y otros aspectos, el reflejo de
una profunda incertidumbre acerca del valor de la ex
periencia humana; y la consecuencia de esta incerti
dumbre, más particularmente en la poesía amorosa del
propio Troilo, es la corrupción del sentimiento román
tico. Esto se hace sentir, en la primera descripción que
hace a Pándaro de su amor por Cresida;
í tell thee I am mad
In Cressid's love; thou answer'st "she is fait'';
Pour'st in the open ulcer of my heart
Her eyes, her hair, her cheek, her gait, her voice;
Handiest in thy discourse, 0, that her hand,
In whose comparison all whites are ink
Writing their own reproach, to whose soft seizure
The cygnet's down is harsh, and spirit of sense
Hard as the palm of ploughman.
T e digo que estoy loco por el amor de Cresida; me contestas que "ella es hermosa"; derramas en la úlcera abierta de mi corazón sus ojos, sus cabellos, sus mejillas, su porte, su voz, manoseas con tu discurso aquella mano suya, comparada a la cual todo lo blanco es tinta que escribe su propio reproche, y cuyo suave tacto
DEREK TRAVERSI
58
hace parecer áspero el plumón del cisne, y lo más espiritual tan curtido como la palma del labriego [del sentido
La convención aquí es claramente petrarquista, román
ticamente abstraída de la realidad común. Troilo se
define como " l o c o " de amor, y compara la mano de
Cresida al "plumón del cisne", contraponiéndole a la
" t i n t a " por su blancura superlativa. Sus palabras, sin
embargo, en el proceso de dar valor sensual a estas imá
genes convencionales, nos dan al mismo tiempo la
impresión de que combinan una intensa sensación su
perficial con una falta de contenido fundamental. El
"suave tacto" del plumón del cisne, la intensidad casi
antinatural de "espíritu de sentido" corresponden a
emociones sensuales reales; pero, más allá y por de
bajo de estas impresiones permanece la nota conven
cional, y con ella la sensación de que esta pasión de
Troilo tiene, a pesar de toda esta intensidad en la su
perficie, un fundamento insuficiente, que está viciada
por la autoconmiseración romántica que le hace refe
rirse a la "úlcera abierta" de su corazón, y por la debi
lidad que confiesa cuando, durante esta misma escena,
dice de sí mismo : " Y o soy más débil que las lágrimas
de una mujer"
La debilidad es, en efecto, el carácter más sobre
saliente de este amor romántico: la debilidad de una
pasión que es sólo fuerte en la anticipación, que se
agota a sí misma al intentar dar cuerpo en términos
de los sentidos a una emoción insustancial e incorpó
rea. " M e siento desmayado", dice Troilo, adelantán-
Acto I, escena i. » Ibid.
TROIU3 Y CRESIDA
" Acto III, escena ii.
59
dose en su imaginación al momento de su encuentro
con su amada:
expectation whirls me round.
The imaginary relish is so sweet
That it enchants my sense. What zmll it be
When that the watery palate tastes indeed
Love's thrice repured nectar? death, I fear me,
Swooning distraction, or some joy too fine.
Too subtle-potent, tuned too sharp in sweetness,
For the capacity of my ruder powers;
I fear it much, and I do fear besides
That I shall lose distinction in my joys.
la expectación me hace desmayar. El goce imaginario es tan dulce que encanta mis sentidos ; <; qué será cuando el aguado paladar guste de veras el néctar del amor tres veces destilado? la muerte, me temo, la desmayada destrucción, o alguna alegría demasiado fina, sutil y potente, demasiado entonada en aguda dulzura para la capacidad de mis toscos poderes : lo temo mucho, y temo además que perderé el poder distinguir entre mis alegrías
Las sensaciones que aquí se expresan son suficiente'
mente intensas, pero viven únicamente por medio del
paladar y al nivel más superficial de los sentidos ; como
los sentimientos correspondientes de Cresida, parecen
apenas reflejar cualquier impresión de verdadera per-
sonalidad en el que habla. Con sus emociones concen-
tradas en la "expectación", en el "goce imaginario",
Troilo siente que el "paladar aguado" será demasiado
débil para sostener una consumación real. El proceso
DEREK TRAVERSI
" Acto IV, escena iv.
60
entero de su pensamiento gira sobre este contraste en
tre la refinada intensidad de sensación que busca, cons
cientemente y con un cierto toque de indulgencia, en
el "néctar del amor tres veces destilado", y el mareo,
" la destrucción desmayada", que seguirían a su con
sumación imposible.
Podemos ver ahora por qué gran parte de la poe
sía de esta tragedia se basa en el extraño empleo de
imágenes del gusto: por qué Cresida, por ejemplo,
antes de abandonar Troya para dirigirse al campamen
to griego, dice :
The grief is finCi full, perfect, that I taste.
El dolor del que gusto es fino, pleno, y perfecto "
El gusto es a la vez sensual, delicado y transitorio ; tam
bién puede relacionarse, en grosera oposición al idea
lismo incorpóreo que caracteriza Troilo, con la diges
tión y las funciones físicas del cuerpo. Pues la debilidad
de la pasión de Troi lo implica, como hemos visto, que
está expuesto al peligro de corromperse; y ahora po
demos añadir que esta corrupción es una consecuencia
del esfuerzo imposible por extraer meramente del refi
namiento de lo sensual un sustituto para la experiencia
espiritual. Así Troilo, al pedirle ayuda a Pándaro, le
puede decir:
O, be thou my Charon,
And give me swift transportance to those fieU
Where I may wallow in the lily'beds
Proposed for the deserver.
TROILO Y CRESIDA
'* Acto III, escena ii.
61
O h ! sé tú mi Carente, para transportarme raudo a esos campos donde pueda revolearme en los leches de lirios destinados al que los merezca
La ambición mayor de Troilo como amante es revol'
carse, como si dijéramos, en el goce de las sensaciones
que le produce su concepto a la vez débil y egocéntrico
del amor, lo que constituye un apéndice extraño y per-
turbador a los arrebatos de la pasión romántica. Sus
aspiraciones ideales permanecen limitadas a lo abstrae-
to, a lo que es finalmente intangible; la intensidad
que logran se fundamenta en el conocimiento patético
de que, estando sometidas al tiempo, son por su natu
raleza fatalmente transitorias. Esta misma imperma
nencia, sin embargo, las hace incorpóreas; de manera
que los instintos sensuales, al no lograr asociarse plena
mente con la visión insustancial de una unión que las
circunstancias, la naturaleza misma de la vida, con
denan a ser vanos, se expresan débil y vilmente a la
vez, "revolcándose" en lo que sería, si tuviera más
fuerza, una satisfacción corrompida.
Troilo y Cresida no son, sin embargo, simplemente
las víctimas de una tragedia personal surgida de la na
turaleza del amor. Sus relaciones están encuadradas en
un conflicto más amplio, la guerra de griegos y troya-
nos, que a su vez fue causada por el amor. Se lucha
por Elena, raptada por Paris de su esposo griego Me-
nelao; se trata, por lo tanto, de un conflicto enraigado
en la pasión y por eso mismo sospechoso a los ojos
desapasionados de la razón. Troilo, reflejando la acti-
DEREK TRAVERSI
" Acto II, escena ii. (Ibid.) "crammed reason"
62
tud que prevalece entre los troyanos, una actitud que
podríamos llamar romántica, defiende el punto de vista
de que las exigencias del honor le obligan a luchar en
defensa de esta mujer raptada. Como argumenta a su
hermano más experimentado, y por eso más escéptico,
Héctor :
She is a theme of honour and renown,
A spur to valiant and magnanimous deeds.
Whose present courage may beat down our foes.
And fame in time to come canonize us;
Ella es un tema de honor y renombre: Una espuela para las hazañas valientes y magnánimas, cuyo valor presente puede derrotar a nuestros enemigos, y hacer que la fama en tiempos venideros llegue a canonizar-
[nos
En otras palabras, basa sus acciones tangibles de gue
rrero sobre un concepto abstracto del "honor" , anun
ciando su desprecio por lo que deja de lado como "hen
chida" razón Troilo, sin embargo, al defender la
causa de Paris, defiende una parte interesada, como lo
reconoce su hermano más viejo y ponderado. Pues Ele
na !—así argumenta Héctor al replicar— fue raptada
de su legítimo esposo para satisfacer una pasión irra
cional, y a la larga criminal. <; Por qué pues, estando así
las cosas, deben tantos hombres valientes, griegos no
menos que troyanos, morir sin verdadero motivo por
ella? :
Paris ana Troilus, you have both said well,
And on the cause and question now in hand
TROILO Y CRESIDA
" Acto II, escena ii. Hay razones para creer que esta obra fue escrita para
ser representada ante un auditorio aristocrático e intelectual, en uno de los "Inns of Court" (Colegio de Abogados) de Londres.
Have glozed, but superficially...
The reasons you allege do more conduce
To the hot passion of distempered blood
Than to make up a free determtnation
'Twixt right and wrong: for pleasure and revenge
Have ears more deaf than adders to the voice
Of any true decision.
Paris y Troilo, habéis hablado bien; y acerca de la causa y cuestión de que ahora tratamos habéis glosado, pero sólo superficialmente; las razones que aducís más nos conducen a la hirviente pasión de la sangre enfermiza, que a llegar a tomar una libre determinación entre lo justo y lo injusto; pues el placer y la venganza prestan menos oído que las víboras sordas a la voz de cualquier decisión verdadera
La discusión, de una manera que es muy típica de esta
obra se convierte en un debate marcadamente inte*
lectual sobre los relativos méritos de la razón y del
honor como guías en la vida. Héctor se expresa de
manera muy franca sobre lo que él considera el apa
sionamiento de Troilo. Llega hasta preguntarle:
Is your blood
So trmdly hot that no discourse of reason,
Nor fear of bad success in a bad cause.
Can qualify the same?
¿Está tu sangre tan locamente ardiendo, que ni el juicio de la razón.
63
DEREK TRAVERSI
64
ni el miedo a un mal éxito en una mala causa puede hacerte recapacitar?
y afirma hasta crudamente la realidad, tal como él la
ve, acerca de Elena:
Brother, she is not worth what she doth cost
The holding.
Hermano, ella no vale lo que cuesta mantenerla aquí^°.
Troilo, sin embargo, no puede ver la realidad así. Lie-
vado por su romanticismo a defender el " h o n o r " como
el fundamento de todas las acciones que tienen algún
propósito en la vida, se ve obligado a rechazar la base
misma del argumento que su hermano acaba de e X '
presarle. " N o " , responde:
if we talk of reason.
Let's shut our gates and sleep. Manhood and honour
Should have hare hearts, would they but fat their thoughts
With this crammed reason; reason and respect
Make livers pde and lustihood deject.
si hablamos de razón, cerremos nuestras puertas y durmamos; la hombría y el honor deberían tener corazones asustadizos, si alimentasen sus pen-con este hartazgo de razón; la razón y el respeto [samientos debilitan la resolución y disminuyen la valentía
Esta insistencia sobre la inercia mental y la obstrucción
de los procesos físicos, aplicada a la razón, se encuen-
tran en contraste con la ligereza y artificialidad de las
Acto II, escena ii. ^ Ibid.
" Ibid.
TROILO Y CRESIDA
65
explosiones idealistas de Troilo. La dedicación troyana
al "honor" , parece que nos dice Shakespeare a través
de Héctor, implica la entrega a una abstracción que
carece de fundamento suficiente en la razón, que re-
presenta en realidad poco más que la justificación va-
cía de un impulso irracional ; pero es importante notar
que el propio Héctor, después de haber afirmado de
esta manera las demandas de la razón, termina por
aceptar la guerra en nombre del mismo "honor" que
acaba de rechazar, reconociendo así que abandonar el
honor por su falta de fundamento racional es exponerse
al peligro de hundirse en un letargo completo, una
arraigada falta de inclinación para la acción misma.
Los troyanos, pues, al rechazar la razón en nombre
del "honor" , luchan a través de la obra vaUentemente,
aunque con consecuencias desgraciadas; pero la suerte
de los griegos, que en esto son más realistas, tiende a
insinuar que tienen algo de razón por su parte. Pues
los griegos, aceptando los dictados de su raciocinio, se
encuentran reducidos como consecuencia a la más com
pleta inacción. Cuando sus jefes se reúnen para planear
la acción guerrera, el primer parlamento de Agamenón,
como cabeza y clave de la unidad griega, apunta ya, a
pesar de sí mimo, a la frustración y al desconcierto :
The ampie proposition that hope makes
In di designs begun on earth below
FaHs in the promised largeness: checks and disasters
Grow in the veins of actions highest reared,
As krurts, by the conflux of meeting sap,
Infect the sound pine and divert his grain
Tortive and errant from his course of growth.
Nor, princes, is it matter new to us
That we come short of our suppose so far
DEREK TRAVERSI
66
That after seven years' siege yet Troy walls stand;
Sith every action that hath gone before
Whereof we have record, trial did draw
Bias and thwart, not answering the aim
And that unbodied figure of the thought
That gave it surmised shape.
La amplia proposición que la esperanza hace a todos los designios comenzados abajo en esta tierra falla en su grandeza prometida; obstáculos y desastres crecen en las venas de las acciones de más alto vuelo, como los nudos, al juntarse las distintas corrientes de la savia, infectan al pino sano, y desvían su grano, torcido y errante, del curso de su crecimiento. Ni , príncipes, es cosa nueva para nosotros ahora el habernos quedado tan cortos en nuestro cometido, ya que después de siete años de asedio las murallas de Troya
[están aún en pie; pues todas las acciones hasta ahora acaecidas y de las que tenemos testimonio, se han encontrado con desviaciones y obstáculos, no llevando a cabo su cometido ni correspondiendo a aquella figura incorpórea del pensamiento que la dio forma imaginaria
MovicÍos por este espíritu de contradicción masiva, los
griegos son completamente incapaces, a pesar de sus
raciocinios interminables, de lograr que el consejo tome
una acción conjunta. Mientras Agamenón, Néstor y
Ulises — l o s hombres de edad y experiencia, los inte
lectuales, por llamarlos así, del campamento g r i e g o —
maquinan y discuten, los guerreros y hombres de ac
ción, Aquiles y Ajax, "se enmohecen" " inútil y vana
mente fuera del campo de batalla; la mano que
ejecuta no está en relación con "las partes calladas y
^ Acto I, escena iii. " fust" (Tersites en Acto II, escena i).
TROILO Y CRESIDA
"the still and mental parts" (Ulises en Acto I, esce
na iii).
67
Acto II, escena iii.
mentales" que pretenden dirigir el curso de la gue-
rra. Esta situación la define una vez más Ulises, al
describir el orgullo que mantiene a Aquiles tan ineX'
plicablemente alejado de la acción guerrera:
imagined worth
Holds in his blood such swollen and hot discourse
That 'twixt his mental and his active parts Kingdom'd Achilles in commotion rages
And batters down himself.
el valor imaginado mantiene en su sangre un debatirse tan hinchado e hirviente, que entre sus partes mentales y activas, el coronado Aquiles, de rabia transportado, se destroza a sí mismo
El conflicto que así hierve en Aquiles entre su orgullo
personal y su deber hacia la causa griega está definido
por Ulises en términos de "sangre", de pasión sensual,
rebelándose contra todo control razonable; las implica-
clones de "hinchado e hirviente", que sugieren un es
tado de desorden febril debido a una extremada intem
perancia, son bien claras. El guerrero individual, no
menos que la comunidad griega en pie de guerra, de
biera constituirse en una unidad fundada sobre una
jerarquía natural y razonable de valores; es la tragedia
de Aquiles, como la de todos los griegos, el encontrarse
desgarrado por un conflicto entre los elementos "men*
tales" y "activos" de su ser, hasta tal extremo que esta
misma lucha estéril le lleva a destrozar su propia hom*
DEREK TRAVERSI
*̂ Acto II, escena üi. " Acto II, escena i. « Ibid.
68
bría y, en las palabras finales de Ulises, a "destrozarse
a sí mismo".
La acción, pues, debiera depender para los griegos
en que aceptasen la autoridad regidora de Agamenón ;
pero la razón, que ya en el orden moral ha rechazado
la creencia en cualquier sistema objetivo de valores,
rehusa igualmente el fundamento natural y divino de
la misma autoridad. Tersites, el cínico seguidor de los
ejércitos griegos, está firmemente convencido de la de
crepitud de los jefes que ejercen las funciones del in
telecto y de la brutalidad de aquellos que, siendo total
mente incapaces de pensar, son necesarios para poner
cualquier proyecto en acción. Así resume la situación
de los griegos brevemente en una franca y general afir
mación de anarquía : " A g a m e n ó n " — d i c e — "es un
idiota al ofrecerse a mandar a Aquiles ; Aquiles es otro
idiota por dejarse mandar por A g a m e n ó n ; Tersites es
un idiota por servir a tanto idiota; y Patroclo es un
idiota definitivo" Siendo él mismo, siguiendo su
propia comparación, como un "carbunclo" en un cuer
po enfermo, Tersites ve en el guerrero Ajax nada más
que una bestia sin inteligencia — " t i e n e s menos seso
en tu cabeza que y o pueda tener en mi codo" " : "sólo
estás aquí para fustigar a los troyanos" — y ve en la
misma guerra nada más que una entrega inútil a la
lujuria y la sinrazón.
La verdad es que en esta presentación de la guerra
de Troya, el equilibrio entre la emoción y la razón, el
TROILO Y CRESIDA
^' Acto II, escena iii.
69
impulso instintivo y el freno regulador, entre la "san-
gre" — p a r a usar los términos que se repiten tan a me
nudo en el curso de la misma o b r a — y el " juicio",
está profundamente perturbado en ambos bandos. La
"astucia" de que se vanaglorian los jefes griegos está
claramente desconectada de toda consideración práctica,
se gasta en actividades completamente desproporciona
das con el fin deseado; como de nuevo lo define Ter^
sites, al observar el efecto de tanto raciocinio vano en
tre sus superiores, "con estos rodeos no son capaces de
salvar a una mosca de una araña, sin la necesidad de
desenvainar sus espadas macizas para cortar la telara
ña" En el lado troyano, mientras tanto, la infide
lidad de Cresida acaba minando la fe de Troi lo en el
"honor", dejándole con un conocimiento obscuro de
los elementos incompatibles y contrarios que existen
debajo de lo que él, en su simplicidad crédula, había
supuesto que era la unidad indivisible de la pasión.
Cuando Ulises se le enfrenta con la prueba directa
de su traición por Cresida, él d ice:
Within my soul there doth conduce a fight
Of this strange nature, that a thing inseparate
Divides more wider than the sky and earth;
And yet the spacious breadth of this division
Admits no orifex for a point as subtle
As Ariachne's broken woof to enter.
Instance, O instance! strong as Pluto's gates:
Cressid is mine, tied vuith the bonds of heaven.
Instance, 0 instance! strong as heaven itself:
The bonds of heaven are slipped, dissolved and loosed
And with another knot, five-finger-tied.
The fractions of her faith, orts of her love,
DEREK TRAVERSI
™ Acto V , escena ii.
70
The fragments, scraps, the bits and greasy relics
Of her o'ereaten fáth are given to Diomed.
Dentro de mi alma se ha entablado una lucha de esta extraña naturaleza, que algo inseparable está más separado que la tierra y el cielo ; y, sin embargo, la espaciosa amplitud de esta separación no presenta siquiera un orificio para que en él penetre una como la del roto hilo de Ariadna. [punta tan sutil ¡ Oh, ejemplo, ejemplo ! tan fuerte como las cancelas de Plu-Cresida es mía, atada con lazos celestiales; [ton; ¡ Oh, ejemplo, ejemplo ! tan fuerte como el cielo mismo ; los lazos celestiales se resbalan, disuelven, se sueltan ; y con otro nudo, atado con dedos mortales, las partículas de su fe, los residuos de su amor, los fragmentos, las sobras, los trozos y reliquias manoseadas de su saciada fidelidad son entregados a Diomedes
Todas las características de la poesía amatoria de Troilo
pueden encontrarse aquí reunidas: su refinamiento te-
nue y antinatural, su sutileza en tratar de distinciones
bajo una unidad aparente, su endeblez sensual equili '
brada por las sensaciones de asco y hartura que la co
nectan a pesar suyo con el cinismo peculiar de los grie
gos. La actitud ambigua hacia la misma experiencia
que expresó tan profundamente Shakespeare en mu
chos de sus sonetos es el factor determinante en su
presentación de ambos bandos. Procediendo de la falta
de armonía que el conocimiento de encontrarse some
tido al proceso temporal introduce en el amor de Troilo
y Cresida, llega a extenderse para abrazar a ambos
ejércitos en su fantástico e irrazonable conflicto. Los
troyanos siguen un falso idealismo que, a pesar de en-
TROILO Y CRESIDA
" Acto I, escena iii.
71
ganarse a sí mismo hablando con facilidad del "honor" ,
se basa realmente en un apetito sensual para acabar
dándose cuenta patéticamente de su propia ineficacia;
los griegos elaboran interminablemente un " juicio" que
no está en contacto con las fuentes instintivas de la
acción, hasta que el razonar caótico de Agamenón y sus
consejeros encuentra su contrapartida aproniada en la
retorcida amargura, el cinismo enfermizo, de Tersites.
Troilo y Cresida es, me atrevería a sugerir, un in
tento de expresar un fallo fundamental cue se hace
sentir en lo más nrofundo de la exneriencia humana, y
que no es fácil de definir. La dificultad estriba, al fin
de cuentas, en la ausencia, en el mundo tal y como esta
obra lo presenta, del reconocimiento de esa jerarquía
("degree"), ese orden propio y natural, que Ulises cele
bra de manera abstracta y teórica en el más largo y
famoso de sus parlamentos:
Take but degree away, untune that string,
And hark what discord follows! each thing meets
In mere oppugnancy: the bounded waters
Shoidd lift their bosoms higher than the shores,
And make a sop of all this solid globe;
Strength should be lord of imbecility
And the rude son should strike his father dead.
I Suprimid la jerarquía, desafinad aquella cuerda, y ved qué discordia acontece! Todas las cosas se enfrentan en mera oposición : las aguas limitadas levantarían sus senos más altos que las playas V empaparían enteramente este sólido globo : la fuerza reinaría sobre la senilidad, y el hijo salvaje mataría a su propio padre
DEREK TRAVERSI
Acto l, escena iii.
72
Inmediatamente después de este comienzo, en palabras
de resonancia universal, Ulises continúa describiendo
su visión estremecedora de un mundo en plena anar-
quia. En un mundo, dice, que se nos presenta como
privado del respeto por la jerarquía como elemento
constitutivo, inherente a la naturaleza misma de las
cosas,
Force should be right; or rather, right and wrong.
Between whose endless jar justice resides.
Should lose their names, and so should justice too.
Then everything includes itself in power,
Power into will, wiU into appetite;
And appetite, an universal wolf.
So doubly seconded with tifili and power.
Must make perforce an universal prey.
And last eat up himself. Great Agamemnon,
This chaos, when degree is suffocate.
Follows the choking.
La fuerza sería la razón; o dicho mejor, la razón y el error, entre cuya lucha interminable reside la justicia, perderían sus nombres, igual que la justicia misma. Entonces, todo se incluye en el poder, el poder en voluntad, la voluntad en apetito, y el apetito, como lobo universal, secundado así doblemente por la voluntad y el poder, debe a la fuerza hacer una presa universal, y por último devorarse a sí mismo. Gran Agamenón, este caos, cuando la enfermedad ha llegado al ahogo, es lo que viene detrás de su sofocación
En este parlamento que implica muchísimo más que un
mero reflejo de la ortodoxia política reinante, encon
tramos expresada de una manera magistral la pesadilla
TROILO Y CRESIDA
" Acto III, escena ii.
73
del mero desorden que dominaba, en el momento de
escribirlo, la mente del escritor, y que quizás estamos,
después de la experiencia que nos ha proporcionado el
siglo actual, bien situados para comprender. Esta pe
sadilla, presente en ambos lados del conflicto entre grie
gos y troyanos, es el verdadero tema de esta obra tan
fascinante como perturbadora. Los troyanos intentan
ignorar las limitaciones inherentes en la misma natu
raleza de la pasión, dedicándose imposiblemente a un
idealismo insustancial; los griegos, completamente in
capaces del idealismo de cualquier tipo, se sienten abru
mados por el peso de todo lo que los troyanos habían
pretendido olvidar. Ambos bandos se encuentran uni
dos por la esencial sinrazón de su pelea. Troilo, en una
frase magnífica y profundamente característica, resu
me, en relación a su propio problema insoluble, el eje
del que derivan las variadas contradicciones de toda la
obra :
This is the monstruosity in love, lady, that the will is
infinite and the execution confined; that the desire is bound'
less and the act a slave to limit.
Esta es la monstruosidad del amor, señora, que la voluntad es infinita y la ejecución limitada, el deseo sin confines y el acto un esclavo de los límites
La infinidad buscada por la voluntad a través del amor
idealista de Troilo no tiene en cuenta la acción demo
ledora del tiempo y la incapacidad relacionada de la
mera pasión para vivir conforme a sus propios ideales
de dedicación y honor, ideales que sólo pueden ser re-
DEREK TRAVERSI
74
dimidos de la abstracción por medio de una integra-
ción espiritual adecuada ; y la propia universalidad que
anhela el deseo, al encontrarse este último esclavizado
a los límites que le imponen el tiempo y su naturaleza
corporal, se convierte en la inercia de Aquiles y el in
terminable autoescrutinio del campamento griego. Dos
leyes, pues, de la vida — l a s mismas, quizás, que enun
ció Pascal cuando habló del "corazón" y la "razón"
( le coeur y la raison, respectivamente) como dos rea
lidades que parecían excluirse mutuamente— parecen,
en esta obra, conducir a un conflicto interminable y
fatalmente destructor; un conflicto, podríamos añadir
a modo de conclusión, hacia la resolución del cual tien
den, cada una a su manera, todas las obras posteriores
de Shakespeare. Esto, sin embargo, es un tema de tan
ta envergadura que habré de dejarlo para tratarlo en
otras ocasiones.