Post on 18-Jul-2015
Intervención en adicciones: drogodependencias
Asociación Proyecto Hogar
Si existen tantos profesionales involucrados en la intervención,
desarrollando diferentes funciones, se debe al modelo de
intervención en el que se basan los tratamientos en
drogodependencias. En los últimos años, el modelo de
intervención Bio-Psico-Social se ha instaurado como una
referencia en este campo. Por exclusión, no se interviene
únicamente a nivel físico, ni psicológico ni social. Por extensión,
esta propuesta integra estos factores para explicar el problema y
aportar soluciones conjuntas desde las diferentes áreas,
formando para ello equipos de trabajo multidisciplinares. De
esta forma, psiquiatras, médicos, psicólogos, trabajadores
sociales, educadores sociales, integradores sociales y terapeutas
ocupacionales, realizan sus funciones a partir de este modelo.
Vinculada a la salud física, en esta área participan activamente
médicos, psiquiatras y enfermeros, y los objetivos que abordan
son los siguientes:
Atender las demandas derivadas del consumo de drogas y otras
adicciones.
Facilitar la desintoxicación y deshabituación.
Atender la sintomatología del síndrome de abstinencia orgánico.
Prevenir, detectar y atender la patología orgánica y psiquiátrica
asociada a las conductas adictivas.
Valorar y en su caso incluir en tratamientos sustitutivos a
aquellos pacientes que lo requieran.
Orientar y asesorar a familias y usuarios/as.
Sobre todos, en esta área el responsable es el psicólogo, y las tareas
que pueden desarrollar los mismos son las siguientes: – Información
extraída del Colegio Oficial de Psicólogos –
Elaboración y análisis de indicadores psicosociales. Monitorización
de problemas detectados. Selección de prioridades.
Análisis de la motivación y expectativas. Análisis de la demanda del
usuario/a.
Diagnóstico psicológico. Elección de objetivos terapéuticos
adecuados y eficaces.
Determinación de las estrategias y actividades terapéuticas según
modelo de trabajo.
Actividades psicoterapéuticas a nivel individual, grupal y familiar.
Coordinación con la red sociosanitaria.
Seguimiento de casos a nivel clínico.
Diseño y participación en la evaluación de los objetivos, a nivel de
proceso y resultados.
Aplicación de métodos de identificación de déficits educativos,
conocimientos, actitudes y hábitos de consumo.
En esta área nos encontramos, principalmente con varios sectores
profesionales: trabajadores sociales, educadores sociales,
terapeutas ocupacionales e integradores sociales.
A continuación se detallan las funciones que realizan:
Información, gestión y aplicación de los recursos necesarios según
las demandas planteadas.
Información sobre alternativas de tratamiento, niveles de exigencia
Estudio y diagnóstico de la problemática social.
Apoyo psicosocial.
Información y tramitación del acceso a recursos normalizados y
específicos formativos, de empleo y de ocio y tiempo libre.
Gestión de los recursos, prestaciones existentes para cubrir las
necesidades planteadas.
Fomentar una actitud independiente en la gestión de las
circunstancias judiciales, penales, administrativas, económicas…
Coordinación con los recursos: sanitarios, judiciales, laborales,
formativos y culturales.
Fomentar la participación activa e implicación de la familia como
apoyo al proceso de incorporación social de la persona atendida.
Ayudar a favorecer el desarrollo de pautas de convivencia
normalizada y/o establecer o recuperar las relaciones familiares.
Dotar a la familia de los conocimientos, técnicas y habilidades,
necesarios para lograr un cambio en la dinámica familiar que le
ayude a abordar adecuadamente el problema.
Favorecer la adquisición o recuperación de comportamientos,
actitudes y habilidades personales que permitan al usuario/a
establecer y mantener relaciones normalizadas.
Informar, orientar y motivar para la participación en actividades
culturales, lúdicas y deportivas.
Informar, orientar y motivar para la utilización de recursos
normalizados que le permitan crear un sistema de relaciones
adecuado para su integración en la comunidad.
Orientar y entrenar en la planificación del tiempo libre.
Fomentar la adquisición y mantenimiento de actitudes
constructivas hacia el aprovechamiento del tiempo libre.
Favorecer la autonomía personal y la participación social.
Favorecer el desarrollo de potencialidades y la adquisición y
mantenimiento de estrategias y habilidades que faciliten la
incorporación social en un estilo de vida normalizado.
Entrenar en estrategias, técnicas y habilidades que favorezcan la
maduración personal.
Favorecer la motivación de cambio en usuarios/as de programas de
reducción de riesgos y daños.
Promover el acompañamiento de la persona en el mantenimiento de
la abstinencia.
GRACIAS POR TU ATENCIÓN