Post on 09-Aug-2015
LA LEYENDA DE LA SIRENA DEL HURTADO
Cuentan los abuelos que Rosario Arciniega, era una niña muy linda y
caprichosa, nacida en el barrio "Cañahuate" de Valledupar.
Acostumbrada a hacer siempre su voluntad, no hizo caso cuando sus padres, fieles a la tradición, le
prohibieron que fuera a bañarse a las profundas aguas del pozo de Hurtado en el río Guatapurí,
por ser un Jueves Santo, día consagrado a rememorar la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Orgullosa y resuelta, Rosario se marchó a escondidas y al llegar al pozo, soltó sus largos
cabellos, se quitó la ropa y se lanzó al agua desde las más altas rocas.
Eran las dos de la tarde y, no obstante, el cielo se oscureció y cuando Rosario trató de salir de las aguas no pudo.
Un peso enorme en sus piernas le impedía moverse y como pudo llegó a la orilla donde comprobó, horrorizada, que sus extremidades inferiores habían desaparecido y en
su lugar había una inmensa cola de pez.
Estaba convertida en Sirena. ..!! Bien entrada la tarde, su madre, que suponía donde podía estar, salió a buscarla llamándola por toda la orilla del río. Pero nadie respondió.
Enterado todo el pueblo se sumó a la búsqueda de su cadáver creyendo
que se había ahogado.
Enterado todo el pueblo se sumó a la búsqueda de su cadáver creyendo que se había ahogado. pero en la mañana del Viernes Santo al salir el sol apareció sobre la roca desde donde se había lanzado y a la vista de su familia y de todos los que la buscaban,
dijo adiós con la cola y se zambulló por última vez.
Dicen que desde entonces la ven y oyen su canto los trasnochadores y los que amanecen por la orilla del
río.