Post on 21-Oct-2015
INSTITUTO DE HISTORIA Y CIENCIAS SOCIALES
ESCUELA DE SOCIOLOGÍA
“LA HUELLA DE LOS INMIGRANTES EN
VALPARAÍSO”.
Taller de Investigación
Prof. Dr © Rodrigo Márquez.
Mª Graciela López
Lorena Fuentes
Francisco Espinoza.
2
ÍNDICE
ÍNDICE 2
CARACTERIZACIÓN GENERAL DE LA CIUDAD DE VALPARAÍSO 3
CARACTERIZACIÓN DEMOGRÁFICA DE LA MIGRACIÓN INTERNACIONAL EN
LA COMUNA DE VALPARAÍSO
11
FLUJOS DE INMIGRANTES EN LA CIUDAD-PUERTO DE VALPARAÍSO 22
LA HUELLA DE LOS INMIGRANTES EN LA ECONOMÍA DE VALPARAÍSO (S. XIX
– S. XX)
32
HUELLA DE LOS INMIGRANTES EN LA ARQUITECTURA DE LA CIUDAD DE
VALPARAÍSO
53
ANEXO 63
3
CARACTERIZACIÓN GENERAL DE LA CIUDAD DE VALPARAÍSO.
Mª Graciela López Sh.
Antecedentes geográficos-demográficos
Valparaíso es una de las ciudades más antiguas de Chile, se ubica
geográficamente a 120 kilómetros de Santiago hacia la costa, en la quinta región
del país, ocupando el territorio de la bahía ubicada en los 33º 03’ de latitud sur y
71º 38’ de longitud oeste. La comuna se constituye en términos demográficos por
275.982 habitantes de acuerdo al último censo (2002); repartidos en un territorio de
402 Km2 con un 15,5% de la población que vive bajo la línea de la pobreza y un 4,
91% de habitantes viviendo en situación de indigencia1. La escolaridad de la
población es superior al promedio nacional, que ubica a Chile entre los tres o
cuatro países con mejor desempeño en este ámbito en el contexto de América
Latina, por otra parte el analfabetismo no llega a 2%. La cobertura de agua
potable bordea el 98% y la de alcantarillado, el 92%. Por otro lado, la tasa de
natalidad es de 16,1 / mil habitantes y la de mortalidad de 7/ mil habitantes (INE,
Censo 20022).
La ciudad, acoge al 18% de la población de la región V y forma parte
del aglomerado de ciudades AMGV, Área Metropolitana Gran Valparaíso junto
con las ciudades: de Viña del Mar, Concón, Quilpue y Villa Alemana. Ésta
conurbación concentra 803.683 habitantes y es por consiguiente la segunda
conurbación más poblada del país. El territorio que cubre el área urbana del
Gran Valparaíso, se estima en 20.837 km2 y la densidad bruta del área
interurbana es de 73,027 hab/ha.
Relevancia político-administrativa
El Rol administrativo de la ciudad, consiste primero en ser capital de la
quinta región del País, “Región de Valparaíso” y de la “Provincia de Valparaíso”.
Además, la ciudad sirve de sede del Poder Legislativo del país desde que el
congreso nacional es trasladado desde Santiago a ésta ciudad en 1824, casi
catorce años después del inicio de funciones de la institucionalidad
parlamentaria. Es también declarada capital cultural del país y “patrimonio de la
humanidad” por la UNESCO el año 2003, alberga al gobierno regional y a la
mayoría de las secretarías regionales del gobierno central (SEREMIS), también aquí
se encuentra el servicio nacional de Aduanas, el Consejo Nacional de la Cultura y
las Artes y por último, la Comandancia en Jefe de la Armada de Chile; situación
que brinda a la ciudad una posición de importancia en el concierto de la gestión
y conducción pública.
1CASEN 2003, Dato extraído de la página del Observatorio Urbano del MINVU.
www.observatoriourbano.cl 2 CENSO 2002, Dato obtenido del Observatorio Urbano del Ministerio De Vivienda y Urbanismo,
Gobierno de Chile.
4
Antecedentes históricos
Valparaíso es “la ciudad nunca fundada”, descubierta en 1536 por la
expedición de Almagro; perteneciente hasta ese momento al Imperio Inca, el
sector se encontraba poblado por indígenas pescadores “Changos” y es
denominada por los conquistadores como “puerto natural de nueva
Extremadura”. Su nombre “Valparaíso” hipotéticamente proviene de la belleza
con la que españoles se encuentran al llegar al territorio. Si bien, la ciudad
nunca es fundada, ya desde 1559 comienza a esbozarse la ordenación “oficial”
del espacio teniendo como centro operativo el sector al que pertenece la
iglesia “La Matriz”.
Durante los primeros cien años de la constitución de la ciudad, la
actividad portuaria comienza a acrecentar su actividad económica
sistemáticamente convirtiéndose en uno de los puertos más importantes del
pacífico sur, situación que también trajo como consecuencia el saqueo de la
ciudad en repetidas ocasiones en manos de importantes piratas y corsarios
ingleses. Ya en el siglo XIX, y debido al éxito que experimenta dicha actividad
desde de la independencia y la apertura del libre comercio, la bahía de
Valparaíso se configura como un polo de industrialización progresiva asociada
a la llegada de grupos de migrantes Españoles, Ingleses Alemanes, Italianos y
Franceses mayoritariamente que forjan en esta ciudad una nueva “burguesía
porteña3” conjuntamente con una pequeña elite comercial que se establece
en la comuna, potenciando el comercio, las comunicaciones, el transporte y la
industria.
Algunos hitos históricos del periodo lo constituyen: el bombardeo e
incendio del puerto por la escuadra española ordenada por la Reina Isabel II
de Borbón, en 1866 en el contexto de la lucha por la hegemonía del puerto
entre Europa y América, situación que obliga a reconstruir gran parte de las
construcciones existentes tanto en el puerto como en la ciudad. Y que además
pone de manifiesto el carácter “cosmopolita” que se va forjando al interior de
esta ciudad. Más adelante en 1906 un terremoto de gran magnitud destruye
parte de la instalación urbana de la ciudad, escenario que nuevamente
requiere de la reconstrucción de la ciudad-puerto y que en definitiva le otorga
a Valparaíso las características arquitectónicas que lo definen.
Posteriormente el año 2003 con el nombramiento de “ciudad patrimonio
de la humanidad” fruto de un largo proceso de negociaciones, abre la
posibilidad de elaborar para esta comuna un proyecto de desarrollo que gire
en torno al turismo y la cultura y que potencie la industria.
3 Lorenzo, Santiago, Vida, costumbres y espíritu empresarial de los porteños: Valparaíso en el siglo
XIX, Universidad Católica de Valparaíso, Valparaíso, 2000.
5
Dimensión urbana
La ciudad de Valparaíso posee una particular relación entre geografía,
arquitectura, servicios, naturaleza y población, por eso para definir la situación
urbana de la ciudad, primero hay que comenzar por definir las características
que hacen de esta ciudad un espacio singular de estudio.
La morfología de Valparaíso es similar a la forma de una herradura en
torno al mar desde donde se eleva un anfiteatro natural, formado por 45 cerros
que a lo largo de la historia de esta ciudad-puerto han sido poblados en forma
casi espontánea y en base principalmente a la edificación particular y la
autoconstrucción. Actualmente el 95% de la población, vive en los cerros
mientras que en el “plan4” se concentra mayoritariamente la actividad
económica tanto en torno a la actividad portuaria como a servicios
diversificados. Por otra parte, durante el último periodo Valparaíso disminuye el
porcentaje de requerimiento de viviendas por cada mil habitantes
significativamente desde 1992: 45,68% a 2002: 34, 11%5.
Otra de las características tal vez más importantes de esta distribución
del espacio urbano tiene que ver con la baja ghettificación que presenta la
ciudad que bien pude estar asociado a la presencia de altos niveles de
pobreza en la ciudad y a la inversa baja concentración de riqueza en el
espacio urbano, básicamente porque la clase “dirigente” reside fuera de la
ciudad, o por una manifiesta mixtura grupo social/territorio.
Con respecto a lo último, el problema de la segregación residencial
socioeconómica, que se refiere a la desigual distribución de los grupos sociales al
interior de la ciudad, y que tiene como una de sus consecuencias la
homogenización de la utilización de determinado suelo, al parecer no se
experimenta tan intensamente en Valparaíso como en el caso de Santiago, sin
embargo, un análisis elaborado para la realización del plan regulador de
Valparaíso, muestra cómo de acuerdo a las densidades de población, la
ubicación de las actividades económicas, los patrones de ocupación de suelo, y
el valor comercial del suelo urbano se distribuye la población en un sentido similar
al esquema de lo anillos concéntricos, pero adaptado a la particularidad
morfológica de la ciudad, de esta forma resulta una zonificación de áreas
relativamente homogéneas al interior de la comuna, que se estructura de la
siguiente manera: como primera aseveración la ordenación general de la ciudad
se sitúa entre el plan y el sector de los cerros. Luego, el plan concentra el 80% de
la actividad económica y sólo el 5% de la población de la comuna. Por eso en
rigor, la secuencia de anillos concéntricos se desarrolla, de acuerdo a este análisis
en los cerros aledaños al plan, donde se concentra el 95% de la población total
de la ciudad; el primer anillo estaría constituido por los cerros inmediatamente
4 “Plan”: denominación local del espacio urbano ubicado a la altura del mar, donde se
concentra la mayor cantidad de actividad económica y menor uso residencial del suelo. 5 Arriagada, Camilo y Moreno, Juan, Atlas de la evolución del déficit Habitacional , MINVU,
Santiago de Chile, 2006.
6
contiguos al plan, (como los cerros Concepción y Alegre) con una mayor
densidad de población estable, con un más alto valor suelo, mayor porcentaje de
actividad económica y productiva y donde se observa una gran mixtura en el
patrón de uso del suelo.
El segundo anillo “pericentral” estaría definido en forma sucesiva respecto
al primero, en mayor desnivel respecto del mar, igualmente con población
permanente, pero con una muy baja actividad económica, bajo valor del suelo y
menor concentración del uso suelo. Finalmente el anillo periférico, siguiendo con
el esquema, se ubicaría en la zona alta de los cerros presentando como
características principales de ocupación del espacio urbano los bajos niveles de
actividad económica, muy baja densidad de la población, bajo valor del suelo y
menor mixtura en el uso del suelo. en general esta situación “ha dado lugar a
patrones de ocupación habitacional caracterizados por los grandes conjuntos
habitacionales en bloques de departamentos con una existencia mayoritaria de
conjuntos habitacionales producto de las políticas de vivienda social”6 es en este
sector donde se localizan los mayores problemas asociados a la marginalidad y la
pobreza.
Dimensión económica
Valparaíso es caracterizada actualmente como una ciudad en
“transito”, una ciudad que forja gran parte de su historia en torno al puerto
pero que ha debido transformar significativamente la configuración de su
estructura productiva para no perecer. Algunos de los antecedentes de esta
transformación vienen desarrollándose hace aproximadamente un siglo, con la
apertura del canal de Panamá. Esta situación determina fundamentalmente la
pérdida del papel preponderante del puerto de Valparaíso en el escenario del
comercio internacional. Hasta 1914 Valparaíso constituía una ruta obligada
para gran parte, sino todas las embarcaciones que se dirigían desde Europa y
Asia hacia las costas del pacifico ésta ciudad absorbía casi la totalidad de la
actividad portuaria del continente, gracias a su localización estratégica en la
costa pacífico (siempre en disputa con el puerto del Callao en Perú)
Considerando que la puerta de entrada al continente se ubicaba en el
Estrecho de Magallanes, de esta forma, la ciudad ofrecía la posibilidad de
abastecer a las embarcaciones de combustible, alimentación, reparaciones,
transporte, etc. en general, de todas las necesidades vinculadas a la actividad
portuaria como también a las orientadas a satisfacer las demandas de las
tripulaciones.
En este contexto Valparaíso es considerado un puerto consolidado y la
ciudad sirve de sustento a la actividad portuaria a través de la prestación de
una serie de servicios. Importantes instituciones financieras, tales como bancos
y entidades de inversión, considerados facilitadores del comercio exterior, que
se concentran en el estrecho plan de la ciudad, junto a los servicios
gubernamentales que regulan las transacciones comerciales.
5 Plan regulador Valparaíso para el año 2006.
7
Sin embargo, hoy de eso casi no queda nada; el 95%7 de la actividad
económica de la comuna opera en el sector servicio y de este porcentaje el
60, 12%8 lo realiza en el rubro del comercio con una marcada tendencia a la
actividad microempresarial (81, 6% del total de las empresas existentes en la
ciudad9).
Las proyecciones económicas de la ciudad se encuentran dirigidas
hacia dos horizontes concretos, por un lado, constituir en la ciudad un polo
tecnológico que fortalezca a la actividad industrial que se lleva a cabo tanto
en la ciudad como en la región esperando que absorba la gran cantidad de
mano de obra calificada egresada en la región y que logre consolidar un
modelo de producción asociado a la manufactura masiva de bienes de
consumo. Por otra parte el turismo se perfila como una excelente oportunidad
de potenciar el patrimonio cultural, natural y la producción a menor escala,
considerando por ejemplo que el 10%10 de la actividad económica de la
comuna corresponde al turismo y que esta actividad se concentra
mayoritariamente en las micro y pequeñas empresas, de esta forma se espera
atraer inversión que se materialice en mejores expectativas de trabajo e
inversión a la conservación de las riquezas naturales y culturales con las que
cuenta Valparaíso.
En consecuencia, no es posible comprender la dinámica económica de
la ciudad de Valparaíso, si no se dimensiona el análisis en términos regionales,
el giro que experimenta la estructura productiva de la ciudad se encuentra
íntimamente ligado a un proyecto de desarrollo regional enfocado a potenciar
tres clases de actividades económicas11 fundamentales, 1)- agricultura y pesca
2)- industria manufacturera y 3)- comercio. De acuerdo con datos del año 2000
del INE, los sectores industriales que generan los mayores ingresos brutos de la
región son el de productos alimenticios, bebidas y tabaco, la industria química
de caucho y plástico, derivados del petróleo y el carbón y las industrias
metálicas básicas. Y respecto al turismo, éste sector genera grandes
expectativas a mediano plazo y además se articula de manera esencial al
“proyecto de ciudad patrimonial” al que han adherido las autoridades
regionales.
Relevancia cultural
Sin duda la relevancia cultural actual de Valparaíso en la región se
encuentra estrechamente vinculada al nombramiento de la comuna como
“patrimonio cultural de la humanidad”, sin embargo, en esta oficialidad no se
agota la complejidad cultural que se desarrolla al interior de la ciudad-puerto,
7 ENCLA: Datos obtenidos de la página de la Municipalidad de Valparaíso,
www.municipalidaddevalparaíso.cl. 8 Ídem. 9 Ídem. 10 Ídem. 11 Ídem.
8
dado tanto por los vestigios de otras épocas existentes en el espacio urbano en
forma de monumentos, paseos, iglesias, ascensores, etc. como en las prácticas
cotidianas y actuales de los pobladores, que han hecho de esta ciudad un
lugar muy particular para vivir.
El pasado de Valparaíso se caracterizó por la influencia de inmigrantes
en la configuración de la ciudad, entendiendo a la ciudad como el territorio
concreto donde se desarrolla un entramado de relaciones políticas-religiosas-
económicas-culturales que permiten al colectivo de habitantes resolver los
problemas fundamentales de la vida en comunidad para mantenerse en el
tiempo. Desde este punto de vista, la ciudad ha sido configurada en base a la
heterogeneidad de los grupos que la han habitado desde entonces hasta
ahora.
La ciudad es heredera de un pasado histórico que le confiere una
identidad única. El siglo XIX acogió a sucesivas oleadas de inmigrantes,
principalmente europeos, además de una elite regional comercial que
impulsada por la creciente actividad económica del puerto le dan forma a las
diversas esferas sociales que coexisten en la ciudad, así por ejemplo la
existencia de una elite porteña, la presencia de un sector popular activo, las
oleadas de marinos mercantes y militares que atracan en las costas de
Valparaíso, los pescadores, la vida bohemia, en fin, le confieren a la ciudad no
sólo una estética multicultural, sino que efectivamente logra integrar elementos
diversos a la estructuración de la ciudad-puerto en términos institucionales,
estéticos, organizativos, etc. En este sentido, la esfera pública y privada se ve
fuertemente impactada por un temprano desarrollo de la racionalidad-
burocrática, parte importante del trabajo que realizan ingleses y alemanes en
la ciudad, la diversidad de credos y de la práctica de la tolerancia, pese al
conservadurismo propio de la época.
Por otro lado, la ciudad en el camino a la incipiente industrialización y
urbanización comienza a hacer visible la existencia de un grupo que había
permanecido discretamente bajo la sombra del apogeo del puerto y de la
nueva burguesía porteña12 que se beneficiaba de dicho auge. Ya a fines del
siglo XIX se desarrolla un fenómeno de empobrecimiento y malestar masivo en
la clase trabajadora, que había comenzado a desligarse del campo y pasaba
a asentarse en los cerros y plan de Valparaíso en busca de mejores
oportunidades, pero lo que ocurrió fue todo lo contrario, las pésimas
condiciones en la que se instalan y la nula capacidad del Estado oligarca de
absorber las demandas de los trabajadores de la ciudad, básicamente por
tratarse de un Estado construido por una clase aristocrática Santiaguina
representante de un tradicionalismo estático. Oligarquía que en la región se
12 Lorenzo, Santiago, opus cit.
9
enfrenta permanentemente con la burguesía porteña portadora del proyecto
modernizador esencialmente económico, que no obstante, tampoco es capaz
de captar las consecuencias nefastas de sus mezquindades.
Éste fenómeno de proliferación y visibilización de la pobreza urbana de
fines de siglo se conoce también como la “cuestión social” y se hace patente
en la ciudad en forma de seguidas protestas de trabajadores, huelgas,
hacinamiento, enfermedades y conventillos diseminados por los cerros de
Valparaíso que operan como “espacio fundamental para la sociabilidad del
mundo popular” y que aporta a la compleja composición cultural del “puerto”
añadiendo la presencia de un sector popular distinto tanto a inmigrantes como
a la pequeña elite regional comerciante.
La coexistencia de estos grupos diversos en prácticas y formas de
entender el mundo desentrañan en el espacio urbano una singular expresión
arquitectónica, culinaria, artística, religiosa, política y cotidiana que ha
permanecido como vestigio vivo de la pluriculturalidad de sus habitantes y que
con el correr de los años se ha conservado como parte de la “identidad” de la
ciudad.
Ya en el siglo XX, precisamente en 1906 Valparaíso experimenta uno de
los peores desastres naturales, un terremoto grado 8,6° en la escala de Richter13
destruye a la ciudad y hace necesaria la reconstrucción de la mayoría de los
edificios públicos privados y de las viviendas de la comuna. Este proceso junto
con la matanza de la plaza Colón, el mismo año inauguran un segundo aire en
la configuración del ethos porteño.
El terremoto de Valparaíso, por otra parte, casi proféticamente anuncia
el declive del puerto. Unos años más tarde de ocurrir el desastre natural, el
canal de Panamá es abierto al comercio internacional y desplaza
abruptamente a Valparaíso del panorama mundial, con esto las colonias
inmigrantes comienzan a desarticulares y a migrar nuevamente hacia destinos
comerciales más auspiciosos, Valparaíso que sólo unas décadas antes había
llegado a ser tal vez la ciudad de mayor desarrollo de la nación, introduciendo
al país todos los adelantos urbanos y tecnológicos: ferrocarril, tranvía, teléfono,
telégrafo, alumbrado público a gas y eléctrico, gas de cañería, ascensor,
compañía de bombero, astillero, dique flotante y bancos entre otros comienza
a transitar en el largo camino de la decadencia.
Sin embrago, y aunque la actividad comercial decae visiblemente,
Valparaíso continúa atrayendo a tripulaciones, artistas y a los propios
pobladores; las características propias de Valparaíso le otorgan un sentido al
espacio sólo comprensible desde la dualidad y la tensión entre ser ciudad y
puerto, entre el mundo popular y la burguesía porteña, ente los cerros y el mar,
entre la sobriedad de la milicia y la errática bohemia, entre la influencia
13 Dato extraído de la página de la Oficina Nacional de Emergencia ONEMI, Ministerio del
Interior, Gobierno de Chile. www.onemi.cl .
10
foránea y la resistencia oriunda, entre la promesa industrial y la dureza de la
pesca, entre el ejercicio legislativo y la mística de la organización radical.
De esta forma Valparaíso se convierte en una de las ciudades más
atractivas del país por su loca arquitectura que conjuga edificios coloniales,
iglesias de diversos cultos, bancos al más puro estilo europeo, museos , paseos
pertenecientes a los habitantes de distintas nacionalidades, ascensores para
movilizarse hacia los cerros, monumentos donados por un sin número de
embajadas, instituciones, magnates, millonarios excéntricos, etc. además de las
propias “formas de vida” en los cerros, con casas construidas una sobre otra sin
ninguna ordenación lógica, calles que se pierden, escaleras que comunican
con los cerros, con el plan y con los demás cerros y que en ocasiones no llevan
a ninguna parte. Y por supuesto por la misma forma en que el habitante se
relaciona con este espacio multiformal; en esta ciudad la música, la poesía, el
teatro, la danza, la comida, la estética y en fin, el arte y la cultura, (ya desde
un punto de vista de producción cultural) no son nada marginales. Muchos
elementos le otorgan a la ciudad un atractivo único que llevó a nombrarla el
2003 como “patrimonio cultural de la humanidad” por la UNESCO, de ahí en
adelante la ciudad ha experimentado un giro hacia la promoción del turismo,
sin embargo, la decadencia respecto de los mejores tiempos de esta ciudad-
puerto son igualmente evidentes. Probablemente una nueva dualidad
presente en la configuración de esta ciudad sea justamente ser capital cultural
del país y emblema de la humanidad y al mismo tiempo una ciudad
decadente, al menos en términos económicos.
Finalmente, toda la construcción de la ciudad ha girado en torno a la
presencia de habitantes de diversas nacionalidades, credos, ideologías,
costumbres, etc. lo que ciertamente y evidentemente le ha dado a la ciudad
un aspecto bastante cosmopolita, que genera justamente eso un “aspecto”
global, mas no constituye por eso a Valparaíso en una ciudad global, al menos
visto desde la tesis que formula Saskia Sassen al respecto, hago esta acotación
simplemente para problematizar la situación de Valparaíso en el escenario de
la globalización.
11
CARACTERIZACIÓN DEMOGRÁFICA DE LA MIGRACIÓN INTERNACIONAL EN LA
COMUNA DE VALPARAÍSO.
Francisco Espinoza O.
La estructura demográfica nacional.
Chile es un país que al Censo del 2002 poseía 15.116.435 habitantes, lo
cual significa un aumento en 1.768.034 habitantes respecto de la medición
censal anterior, correspondiente al año 1992, lo cual refleja un descenso
paulatino en la tasa de crecimiento de la nación. En términos de asentamiento
humano, hay que indicar que nuestro país se caracteriza por tener la mayor
parte de su población en áreas urbanas (86,6%), lo que va acorde con el
proceso acelerado de urbanización que vivió –y en cierta medida sigue
viviendo- la región latinoamericana.
INE, Censo 2002.
Respecto de la estructura por sexo, podemos señalar que Chile ha
aumentado levemente su índice de masculinidad en los últimos diez años,
aunque en porcentajes, la población femenina alcanza una presencia de un
50,7%, contra un 49,3% de los hombres.
INE, Censo 2002.
En relación a la estructura por edades de la población, podemos señalar
un proceso incipiente de envejecimiento poblacional, ya que el Censo del año
2002 nos muestra un descenso en el peso relativo que poseen los menores de
15 años, contra un aumento en el mismo de los adultos mayores.
12
INE, Censo 2002.
Con todo lo anterior, podemos señalar que la estructura por sexo y
edades del país se ha transformado en las últimas décadas, lo cual sumado a
fenómenos de cambios en la natalidad, la mortalidad y su vinculación con el
aumento de la esperanza de vida, más los fenómenos migratorios intra e
internacionales, hacen que las variables sociales, económicas y culturales,
incidan sobre las pautas de comportamiento sociodemográfico en todos sus
niveles (individual, de pareja, de familia y de sociedad), generando fenómenos
de retroalimentación entre el conjunto de factores mencionados.
La migración nacional e internacional en Chile.
En un país tan pequeño como lo es Chile, cualquier modificación en su
estructura demográfica -por mínima que sea- significa que los poco más de
15.116.435 habitantes nos veamos fuertemente atraídos por cualquier
fenómeno que ocurra en nuestra conformación de país. Y dentro de los
fenómenos que han seducido a los chilenos –seducidos por la curiosidad y el
debate que alimentan- en los últimos años, asoman con una fuerza
considerable los cambios en la fecundidad (disminución de su tasa y de las
edades con mayores tasas [embarazo adolescente]), el envejecimiento de la
población, y muy especialmente, el fenómeno de la migración internacional.
13
Como bien documentado está, el crecimiento económico y la
estabilidad política, macroeconómica y social de nuestro país, que destaca
dentro del contexto latinoamericano y nos adelanta en la carrera del
desarrollo, han convertido a Chile en un lugar propicio para los movimientos
dentro del país, así como nos convierte en un fuerte polo de atracción de
migrantes internacionales, ya que las características antes mencionadas
operan como fuerzas centrífugas de personas en busca de mejores
oportunidades –laborales principalmente- para ellos y sus familias.
En relación a al migración intra-nacional, hay que destacar que los
migrantes pasaron de ser 698.534 en 1992 a 783.430 habitantes para el año
2002, destacando dentro del contexto nacional cuatro regiones por ser zonas
de “atracción” y “expulsión” de migrantes. No obstante, el fenómeno
migratorio debe explicarse no tan sólo por las cantidades de inmigrantes y
emigrantes, sino que más decidor resulta observar los saldos arrojados por
cada región, los cuales son determinantes a la hora de apreciar en qué región
la gente se detiene a residir.
Según la apreciación anterior, las regiones que arrojan saldos positivos
de población en la resta entre inmigrantes y emigrantes son la V, IV, VI, X, II y I
respectivamente, en donde destaca la región de Valparaíso que posee un
saldo positivo de +21.211 personas14.
INE, Censo 2002.
14 Censo 2002, INE, 2002.
14
En relación a la migración internacional, podemos señalar que en Chile
aumento el número de población extranjera residente, pasando de 105.070 en
1992 a 184.464 personas en 200215, los cuales pasaron de pesar un 0,8% a un
1,2% dentro de la población nacional. La procedencia de los inmigrantes está
compuesta por un 77,1% proveniente de América, un 17,2% de Europa, un 4,2%
de Asia, un 0,7% de África y un 0,8% de Oceanía.
Dentro del grupo de mayor significación por su número, es decir, el
grupo de los migrantes americanos, podemos señalar que éstos se dividen en
un 67,9% de personas de América del sur, y un 9,2% de América del norte (6,1%
de EEUU). Dentro de los sudamericanos, los argentinos corresponden a 48.176,
los peruanos corresponden a 37.860, los bolivianos corresponden a 10.919, los
ecuatorianos corresponden a 9.393, y el resto de los países aportan con cifras
que van desde los casi 7 mil sujetos (Brasil) hasta 22 personas provenientes de
países con menor peso en la región16.
No obstante, respecto de los valores entregados en el párrafo
precedente, es preciso señalar que las cifras pueden no reflejar de manera
fehaciente la realidad de los migrantes extranjeros, ya que como bien es
sabido en los fenómenos migratorios, en los catastros oficiales rara vez se
puede reflejar el conjunto de la población inmigrante, puesto que quienes se
encuentran en situaciones de ilegalidad suelen evitar hacerse presentes en
estas mediciones, por el miedo a ser deportados principalmente, lo cual lleva a
que los guarismos suelan diferir entre estadísticas oficiales y estimaciones de
ONG u organismos internacionales.
La estructura demográfica de la región de Valparaíso. Algunos datos sobre
migración.
La quinta región de Valparaíso, según proyecciones del Gobierno de
Chile a partir del Censo de población del 2002, nos indica que al año 2004
vivían en la zona 1.642.652 personas, convirtiéndose en la tercera región más
poblada del país, tras las regiones Metropolitana de Santiago y del Bío-Bío
respectivamente17.
SERNAM, 2004.
15 Hay publicaciones que señalan como sus fuentes el Censo 2002 publicado por el INE, en
donde la cifra de extranjeros viviendo en Chile sería de 195.320 personas. 16 Censo 2002, INE, 2002. 17 SERNAM, 2004.
15
SERNAM, 2004.
En relación a la estructura por edad y sexo de la región, podemos
señalar que ésta no muestra mayores divergencias respecto de la pirámide
poblacional del país según las mismas variables de agrupación.
INE, Censo 2002.
Además, es preciso indicar que la región posee una alta tasa de
feminidad (relación de mujeres por hombres), lo cual es un rasgo característico
en ciudades que combinan características como la de ser receptora de
inmigración, con su economía volcada al sector de servicios y vecina de la
capital del país.
16
SERNAM del Censo 2002.
SERNAM, 2004.
En relación a otros fenómenos llamativos dentro de la realidad nacional,
cabe destacar que la región de Valparaíso es una de las grandes áreas
metropolitanas que han tendido a bajar sus tasas de fecundidad globales
(SERNAM, 2004), aunque el embarazo adolescente resulta ser un problema e
ciertos sectores de la región, como en la comuna de Valparaíso.
Respecto de la migración, que es el tema de estas líneas, resulta
importante destacar que la región es la que presenta el mayor saldo a favor en
cuanto a migración intra-nacional (ver supra: 4), lo cual es producto de una
alta inmigración y de una también alta emigración, aunque sigue siendo
superior la primera para arroja el saldo ya enunciado.
En relación a los inmigrantes internacionales que se encuentran en la
zona, como ya lo indicamos con anterioridad, existen ciertas divergencias en
los datos dependiendo de si provienen de mediciones oficiales (Censo, Casen
u otras), que si bien son más confiables para la mayor parte de los fenómenos,
para el caso de la migración internacional –que se encuentra atravesada por
el tema de la ilegalidad- contamos con una situación en la cual se
contraponen estadísticas nacionales elaboradas por el gobierno y
17
aproximaciones y/o proyecciones realizadas por ONG’s nacionales u
organismos internacionales. De todas formas, podemos apreciar que las cifras
de inmigrantes internacionales en la región se acercan a las 17.191 personas
que declaran haber nacido en otro país (Elaboración propia con los datos del
Censo 2002 en línea, junto a proyecciones de la CEPAL/CELADE), a los cuales
habría que sumar un porcentaje menos importante de los 42.174 personas que
no declaran en qué lugar han nacido, lo cual nos lleva a establecer el
supuesto de que una de las posibles causas para omitir dicha información
podría ser el evitar la acción de los organismos encargados de controlar a la
inmigración ilegal para el caso de ese porcentaje menor de inmigrantes18.
Además, hay que señalar que al comparar la distribución de las
procedencias de los migrantes internacionales del país con los de la región,
podemos apreciar que no existen diferencias sustantivas en estos términos, en
donde además se mantiene el predominio de personas que proceden de los
países de la región.
Respecto de la migración internacional de la región de Valparaíso,
debemos señalar que de esos 17.191 sujetos que el Censo 2002 señala como
personas nacidas fuera del país, se pueden señalar los lugares de procedencia
de al menos 15.567 personas (hay un marginal menor que no se puede
determinar), dentro de los cuales destacan por sus números más elevados los
inmigrantes procedentes de Argentina (5.432), de Europa occidental en su
conjunto (3.709), y de Perú (1.099), seguidos con guarismos por debajo de los
mil sujetos por estadounidenses, ecuatorianos, brasileños y venezolanos (Datos
suministrados por Juan Cristóbal Moreno con datos del Censo 2002, 200619).
Estos valores, nos indican que el porcentaje total de migrantes internacionales
respecto del total de la población de la región, guarda proporciones similares
a las que se observan en el conjunto país en donde los inmigrantes
internacionales representan el 1,22 % del total de la población, y para el caso
de la región de Valparaíso, éstos representan un 1,04 % de la población total.
Los datos recién mostrados, al ser comparados con los del Censo de
1992, nos muestran que el número de nacidos fuera del país y cuya
procedencia está determinada para la región de Valparaíso, corresponde a
10.562 sujetos, lo cual evidencia un aumento de inmigrantes internacionales
para la medición censal del 2002 que como ya indicamos nos muestra un total
de 15.567 sujetos nacidos fuera del país y con su lugar de origen determinado,
lo que nos muestra un crecimiento del número de migrantes internacionales
18 Existen tres motivos para omitir esa información: a) personas que declaran haber nacido en
Chile, pero que no recuerdan o no responden donde han nacido; b) personas que declaran
haber nacido fuera de Chile, pero que no recuerdan o no responden donde han nacido; y c)
personas que su lugar de nacimiento es absolutamente desconocido. Los dos primeros motivos
explican menos del 20% de los casos, mientras que el tercer motivo explica más del 80% de los
casos, de los cuales la mayoría corresponden a chilenos de edad avanzada (Explicación
suministrada por Juan Cristóbal Moreno). 19 Desde ahora, al citar los datos suministrados por Juan Cristóbal Moreno, lo haremos bajo la
denominación: (Moreno, 2006)
18
superior al crecimiento de la población en su totalidad (los migrantes crecieron
entre las dos mediciones en más de un 50%).
La migración internacional en la comuna de Valparaíso20.
Las comunas de Valparaíso y Viña del Mar en su conjunto albergan a
cerca de 7.501 migrantes internacionales, lo cual es poco menos del 50% del
total de migrantes de la región de Valparaíso, y donde 2.538 personas nacidas
en el extranjero21 residen en Valparaíso contra 4.963 nacidas en el extranjero
que residen en Viña del Mar. Este dígito del total de migrantes para ambas
comunas presenta un aumento respecto de los 5.872 migrantes internacionales
constatados en el Censo de 1992.
No obstante, las nacionalidades de los migrantes albergados tanto por
una como por otra comuna se diferencian en ciertos detalles, a pesar que se
conserva la mayoría de argentinos en ambas comunas (en Valparaíso son un
34,79% de los migrantes, mientras que en Viña del Mar son un 28,21% de los
migrantes). Ya en la segunda nacionalidad con mayor peso en el total de
migrantes se puede observar la primera diferencia, puesto que para el caso de
Valparaíso, este puesto es ocupado por los peruanos que conforman el 6,26%
de los migrantes, mientras que en Viña del Mar quienes ocupan el segundo
lugar en peso relativo son los españoles que representan el 8,99% de los
migrantes en la comuna. En las terceras posiciones, vuelven a aparecer
peruanos y españoles, pero en esta oportunidad de manera inversa con un
6,91% y un 6,07% para Viña del mar y Valparaíso respectivamente.
Otro dato importante de destacar, es que tanto en valores absolutos
como relativos, los migrantes procedentes de países denominados como
desarrollados, se asientan en su mayoría en la comuna de Viña del Mar
(llamativos son los casos de estadounidenses, británicos, italianos y alemanes).
Sin embargo, los migrantes provenientes de Latinoamérica poseen pesos
relativos en el conjunto de migrantes más o menos similares tanto para una
como para otra comuna. El detalle de los migrantes nacidos en el extranjero
para ambas comunas según el Censo de 2002 se presenta en el anexo de esta
sección.
Tal como anunciábamos al inicio de este apartado, tras contrastar los
datos sobre migración internacional para la comuna de Valparaíso con la de
Viña del Mar, nos detendremos a profundizar en aspectos demográficos
20 Para poder hacernos una visión más panorámica del fenómeno en la zona, hemos decidido
partir mostrando los datos de la comuna de Valparaíso contrastados con la comuna de Viña
del Mar, y de esta forma poder hacer ciertas observaciones sobre la comuna que nos interesa –
Valparaíso- para luego proceder a caracterizarla con mayor detalle, tanto en sus
características de población total como de la población inmigrante internacional [N. de los A.]. 21 Hemos optado por trabajar con este indicador –aunque siempre contrastando con el
indicador de residencia por si hay algún valor llamativo- pues lo consideramos más decidor, ya
que no nos esconde las situaciones de los naturalizados [N. de los A.].
19
generales de la población de Valparaíso y en especial, iremos al detalle de la
migración internacional en la comuna.
En primer lugar, la comuna de Valparaíso tiene un total de 277.396
habitantes según la última actualización realizada con estimaciones a partir
del Censo de 200222, con un 49,4% de población masculina y un 50,5% de
población femenina, ambos grupos que en su gran mayoría pertenecen a un
área geográfica urbana (99,85% según SINIM, 2006).
En segundo lugar, y en términos de la distribución demográfica por edad
y sexo, debemos señalar que no muestra mayores diferencias respecto de las
pirámides poblacionales tanto de la región y de esta con el país, por lo que no
es posible aventurar por momentos una vinculación entre los migrantes
internacionales –y nacionales para el caso- con alguna transformación en la
pirámide poblacional, ya que esta no existe por de pronto.
En tercer, y en términos socioeconómicos, la comuna de Valparaíso
posee un 13,82% de su población en condición de pobres no indigentes, lo
cual arroja un saldo positivo comparado con el 17,3% en el mismo indicador a
nivel nacional. Respecto de la población pobre indigente, podemos indicar
que esta la constituye el 6,26% de los habitantes de la comuna, cifra similar al
6,43% que se aprecia a nivel nacional. Para sintetizar este punto, podemos
decir que según la ficha CASEN 2000-2001, la comuna presentaba un índice de
pobreza de un 20,08%23. Estos datos son valiosos para aventurar algunos
motivos por los cuales se asientan algunos migrantes en la zona.
Respecto de los distritos de la comuna de Valparaíso, debemos señalar
que no se observan grandes cambios entre los períodos censales (1992-2002), y
en donde además el predominio de los migrantes argentinos es una constante
en todos los distritos salvo en los distritos “Puerto”, donde comparten el
predominio con un 25% de peso relativo con la población peruana24;
“Comercio”, en donde la colonia con mayor presencia es la de origen español
con un 20% del total de migrantes del distrito, y “Plaza Victoria”, donde el
primer puesto en peso relativo es compartido por argentinos, españoles e
italianos con un 13,95% de peso relativos cada uno.
Un aspecto importante de destacar, es que en los sectores de la ciudad
que son considerados por la ciudadanía como sectores comerciales –más
centrales dentro de la fisonomía del puerto- se destaca la mayor presencia de
migrantes europeos, en especial, de españoles e italianos, colonias que
históricamente se han dedicado al comercio en la zona.
22 SINIM, 2006. Probablemente existan cifras que no cuadren de forma absoluta, lo cual se debe
a que ciertos datos se encuentran actualizados y otros no, aunque ante la presencia de esas
diferencias se hará la aclaración respectiva [N. de los A.]. 23 CASEN, 2006. 24 Esto también se debe al marginal de casos absolutos que es muy bajo (8 casos).
20
Un segundo aspecto importante de destacar, es que en aquellos
sectores que se caracterizan por su más elevado nivel socioeconómico y/o
por su más elevado desarrollo cultural –Cerro Alegre, Cerro Cárcel, Plaza
Victoria, Cerro Bellavista y otros sectores menores- tienden a concentrarse
mayor cantidad de inmigrantes provenientes de países desarrollados
(principalmente de Europa occidental)25.
Un tercer aspecto importante de destacar, es que en los distritos de
Playa Ancha y el Cerro Barón, suelen concentrarse un número significativo de
suecos y canadienses respectivamente, los cuales a modo de hipótesis puede
responder al retorno de exiliados políticos durante la dictadura militar, los que
emigraron en grandes cantidades desde éstos sectores a dichos destinos y que
se nacionalizan o llegan con sus hijos naturalizados en el extranjero (en el caso
del cerro barón, la gestión de la salida del país llegó a ser un verdadero
negocio).
Finalmente, destaca que la presencia de los migrantes latinoamericanos
se tiende a asentar en sectores de un nivel socioeconómico más bajo, lo cual
posee coherencia si estimamos que muchos de los migrantes recientes de la
región migran en pos de mejores oportunidades de trabajo que esperan
encontrar en Valparaíso.
Resumen de las procedencias por región a la comuna.
Categorías Casos
PAISES DE AFRICA 11
PAISES DE ASIA 53
PAISES DE EUROPA OCCIDENTAL 622
PAISES DE EUROPA ORIENTAL 16
PAISES DE OCEANIA 20
PAISES DE AMERICA 1.707
TOTAL INMIGRANTES 2.429
NO MIGRANTES (NACIDOS EN CHILE) 253.031
LUGAR DE NACIMIENTO IGNORADO 11.308
Total 266.768
Moreno, 2006.
25 De igual forma sucede en Viña del mar, en donde destaca la presencia de estadounidenses
en el centro de la ciudad.
21
Resumen de inmigrantes latinoamericanos.
ARGENTINA 866
BOLIVIA 44
BRASIL 88
CANADA 69
COLOMBIA 52
COSTA RICA 5
CUBA 34
ECUADOR 126
EL SALVADOR 5
ESTADOS UNIDOS 117
GUATEMALA 4
HONDURAS 4
MEXICO 8
NICARAGUA 9
PANAMA 9
PARAGUAY 18
PERU 154
PUERTO RICO 1
REPUBLICA
DOMINICANA 5
URUGUAY 18
VENEZUELA 69
OTROS AMERICA 2
TOTAL 1.707
22
FLUJOS DE INMIGRANTES EN LA CIUDAD-PUERTO DE VALPARAÍSO.
Lorena Fuentes R.
Consideraciones preliminares.
Si bien hemos dividido nuestro análisis de flujos inmigrantes hacia Chile,
con énfasis especial en la ciudad-puerto de Valparaíso, según la procedencia
de los nuevos residentes –europeos y peruanos-, atravesada, ciertamente, por
periodos de tiempo- siglo XIX y principios del XX como periodo de mayor
recepción de inmigrantes europeos, y desde mediados del siglo pasado como
periodo de recepción de inmigrantes andinos- conviene referirse, en estas
consideraciones preliminares, a otras variables que han atravesado, en los
estudios sobre el tema, la división analítica en periodos de movimientos
migratorios.
Una división según los cambios en los patrones migratorios dentro y hacia
la región latinoamericana reconoce tres periodos, en los que Chile se
enmarca, aunque reservándose algunas particularidades. Desde mediados
del siglo XIX hasta alrededor de 1930 se constituye un primer periodo en el que,
girando el debate en materias migratorias s sobre la idea eje del poblamiento,
se intenta traer inmigrantes europeos a la región. Desde aproximadamente
1930 hasta alrededor de 1970 se constituye un segundo periodo, en el cual
aumentan los flujos migratorios entre países latinoamericanos. Finalmente, un
tercer periodo se extiende desde 1970 hasta la actualidad, y esta marcado por
la extensión de los flujos migratorios entre países de la región y el comienzo de
un movimiento migratorio mayor hacia Estados Unidos. 26 Desde un similar punto
de vista, Vargas del Campo, divide el proceso migratorio en Chile según tres
etapas que conservan aproximadamente las fechas indicadas para la región.
Un primer periodo se extiende desde los inicios de la República hasta las
primeras décadas del siglo XX, y se caracteriza por la trascendencia de la
inmigración europea, a pesar de ser esta cuantitativamente de poca
importancia.27
Durante este periodo no puede hablarse de grandes movimientos
migratorios, es más, cuantitativamente los flujos de inmigrantes a Chile han sido
siempre menores que los flujos de emigrantes. De todas maneras, durante el
siglo XIX y principios del XX, la inmigración de colectividades europeas era
mayor que las de cualquier otro grupo. Solo hacia mediados del siglo XX
adquiere importancia la inmigración de ultramar no europea y desde 1970 en
adelante la inmigración desde la región latinoamericana.
26 Doña, Cristián, Percepción de la inmigración reciente en chile a través del análisis de medios
de prensa, Tesis para optar al título profesional de sociólogo; Universidad de chile, Escuela de
sociología, Santiago de Chile, 2001. 27 Ibíd.
23
Un segundo periodo va desde fines de la Primera Guerra Mundial hasta
alrededor de 1970, cuando los flujos migratorios son principalmente
movimientos espontáneos y están marcados por la disminución de la migración
europea. El tercer y último periodo se extiende hasta hoy, comienza al
instalarse el régimen militar, y se caracteriza por un cambio importante en la
composición de los flujos migratorios, comenzando a predominar los
inmigrantes de la región y de ultramar no europeo, principalmente coreano. 28
El análisis sobre la inmigración en el país, también se encuentra
atravesado por consideraciones sobre políticas implementadas en materias de
movimientos migratorios. Estudiosos del tema, distinguen dos tipos de
inmigración en Chile; una política de Estado que pretendía poblar territorios
deshabitados e integrarlos económicamente, y una espontánea,
principalmente urbana e industrial. No obstante estas distinciones, los autores
concuerdan en que Chile se caracteriza por la inexistencia de políticas
migratorias apropiadas, y por la existencia de estrategias poco claras y de
escasa continuidad temporal, predominando siempre la inmigración
espontánea por sobre la programada. “De manera muy general, se puede
decir que las políticas migratorias emprendidas por el Estado chileno “siempre
llegaron tarde”, cuando ya la mayoría de los inmigrantes estaban en otros
países de la región”.29 Respecto a las escasas, pero existentes, políticas en
materia de inmigración que se han implementado en Chile, conviene agregar
que estas han estado marcadas por un sentido selectivo o, incluso, racista. Los
ejemplos en este sentido se remontan hacia los inicios de la República. Ya en
1817 Bernardo O’ Higgins encomendaba la promoción de inmigración
holandesa, suiza e inglesa,30 en 1824 se firma una ley sobre inmigración se
orientaba a suministrar territorios a extranjeros que- destáquese el carácter
selectivamente- “cumplieran ciertos requisitos”.31 Con todo, el ejemplo más
ilustrativo de estas nacientes políticas selectivas, lo constituye la creación, en
1845, de la Agencia General de inmigraciones y Colonización de Chile en
Europa, que propendía a la programación de inmigración desde Europa, en
calidad de colonos para mejorar la raza.32
Ingleses, alemanes, franceses, italianos y españoles: Movimientos inmigrantes
en Chile y Valparaíso del siglo XIX y principios del XX.
“Sería una irreverencia histórica mayúscula negar la
importancia del elemento alógeno en el
desenvolvimiento decimonónico chileno… En
verdad, la trascendencia, en términos cualitativos,
de la inmigración extranjera es algo que nadie
puede discutir”, Harris Bucher, 1997, p. 11.
28 Ibíd. 29 Ibíd. 30 Jiménez Hayala, R. y Huatay, C., Algo esta cambiando: globalización, migración y
ciudadanía en las asociaciones de peruanos en Chile, Gotelli, Santiago de Chile, 2005, p. 49. 31 Ídem. 32 Ibíd., p.47.
24
Desde la inauguración de la República, y durante todo el siglo XIX, Chile
se ha caracterizado, en cuanto a los flujos migratorios se refiere, por ser un país
emisor más que receptor de emigrantes, donde el número de chilenos
emigrados fue siempre superior al número de residentes extranjeros en el país.33
No obstante, al pensar en el poblamiento, consolidación y desarrollo de Chile y
sus ciudades, es imprescindible considerar el aporte cuantitativo y cualitativo
de los extranjeros. La impronta de estos inmigrantes europeos en la ciudad de
Valparaíso, la podremos ver en la industria y actividad portuaria, al ser el
comercio la actividad económica que les resultó de mayor atractivo a los
nuevos residentes, y en el paisaje urbano de Valparaíso, como fruto de la
destacada labor de arquitectos extranjeros.
Si bien hacia 1808 los datos censales34 muestran que Valparaíso, en esa
fecha, contaba con una mínima población extranjera –once extranjeros, de los
cuales cinco eran portugueses, dos ingleses, dos italianos y un maltes- desde la
inauguración de la república, la ciudad-puerto de Valparaíso se ve envuelta
en un proceso de transformaciones en su base sociodemográfica. Las
mutaciones en el mundo europeo del siglo XIX, vividas en lo económico,
cultural, político y tecnológico, se expresaron ostensiblemente en el
desplazamiento de millones de europeos que optaron por dirigirse a otros
continentes.35 Desde las primeras décadas del siglo XIX, Valparaíso constituyo
un importante centro de operaciones comerciales que, resultando atractivo
para los extranjeros, recibía a un importante grupo de europeos y migrantes
nacionales, ambos de grupos de características sociodemográficas similares;
en su mayoría varones, jóvenes, y en edad productiva.36 La cualidad de estos
inmigrantes suele ser reconocida como la fuente de vitalidad y dinamismo de
la ciudad.
Así, puede reconocerse, hacia 1820, el primer flujo significativo de
extranjeros hacia Valparaíso. Los testimonios de este primer flujo, han servido a
los investigadores en el tema del poblamiento de Valparaíso, en vistas a la
dificultad de encontrar cifras certeras de aquellos tiempos, como una de las
principales fuentes de caracterización de los crecimientos poblacionales y de
las particularidades de la época. Estrada, por ejemplo, se nutre de los
testimonios de los primeros inmigrantes europeos, entre otras fuentes, para
recrear la ciudad-puerto del siglo XIX. Hacia 1822, producto de este primer
flujo, se concentraba una gran cantidad de comerciantes, principalmente
ingleses, en las cercanías del puerto.37
33 Ibíd. 34 Estrada, Baldomero, “Poblamiento e inmigración en una ciudad-puerto. Valparaíso 1820-
1920”, en Valparaíso: Sociedad y economía en el siglo XIX, Estrada, Baldomero et al, Ediciones
Universitarias de Valparaíso, Valparaíso, 2000, p.12. 35 Estrada, Baldomero (editor), Presencia Italiana en Chile, Ediciones Universitarias de Valparaíso,
Valparaíso, 1993, p. 5. 36 Ibíd., p.11. 37 Ibíd., p. 13.
25
Al referirse a los primeros flujos de inmigrantes europeos a la cuidad de
Valparaíso, inevitablemente nos toparemos con los procesos propios del
poblamiento y expansión de la ciudad en sus orígenes. Pues fueron estos flujos
los que iniciaron la extensión de Valparaíso desde el plan hacia los cerros más
próximos. 38 En un comienzo al Almendral, y luego a Cerro Alegre,
destacándose con construcciones de notoria superioridad frente a las de la
población de origen porteño.39
Durante la década del 1820, las cifras con las que se cuenta, como ya
se dijo, son imprecisas, producto de censos poco rigurosos o de percepciones
personales de los viajeros. Estrada, no obstante la escasa coincidencia entre
ellas, muestra algunas cifras de la población de Valparaíso durante esta
década.40 Según el Mercurio de Chile, en 1821 la población total de la ciudad
era de 17.000 habitantes, entre los cuales 3.000 eran extranjeros.
Sospechosamente, según William B. Stevenson, en 1822 la población de
Valparaíso era de 15.000 habitantes, conservando el mismo número de
extranjeros. Ese mismo año, según Gabriel Lafond de Lurcy, la población de la
ciudad fluctuaba entre 15 y 17 mil habitantes, de los cuales nuevamente 3.000
eran extranjeros. Según Hugo Salvín, en 1824 había en Valparaíso 1.000
ingleses, de un total de 7 a 8 mil habitantes. Por último, en 1828, según Samuel
Haigh, de un total de 12.000 habitantes en Valparaíso, 2.000 eran inglese.
Considerar estas cifras, teniendo en cuenta sus contradicciones, sirve para, en
primera instancia, notar la dificultad de desarrollar censos precisos en la
época, y para, en segunda instancia, notar la exageración de las cifras de
extranjeros que, según Estrada, es reflejo de la importancia cualitativa de los
inmigrantes en la ciudad-puerto.41 Estas cantidades imprecisas pueden
compararse con la cifra oficial de la Intendencia en 1830, fuente según la
cual, en ese año, la población de Valparaíso era de 19.709 habitantes, siendo
un 10%- 25.000 de ellos- extranjeros.42
Al considerar esta última cifra oficial –25.000 extranjeros de un total de
19.709 habitantes en Valparaíso- es preciso tener en cuenta que, en esta
época, la tasa de mortalidad era muy elevada y la ciudad se enfrentaba a
constantes epidemias, viéndose la población en continuas transformaciones
sociodemográficas. “El fenómeno demográfico en Valparaíso es bastante
complejo en su evolución. Por una parte, su comportamiento vegetativo
muestra la conducta típica de una sociedad tradicional, donde la vida es muy
breve; por otra, el fuerte flujo migratorio caracteriza la ciudad como una
sociedad moderna. Del mismo modo, la condición de puerto y su vinculación
con el comercio dan a la sociedad una rotación poblacional poco común”.43
38 Ibíd., p. 17. 39 Ibíd., p. 13. 40 Ibíd., p. 22, 41 Ibíd., p. 21 42 Ibíd., p. 21. 43 Ibíd., p. 34.
26
Hacia la década de 1840 Valparaíso presenta un aumento considerable
de su población, pasando de los 19.709 habitantes que nos registraba la cifra
de 1830 a 40.000 habitantes hacia el 40, 44 consecuencia del ritmo constante
de crecimiento y desarrollo de la ciudad –puerto. Durante la década del 40
Valparaíso ya puede ser identificado como una ciudad multicultural, pues
habiendo pasado ya una generación de inmigrantes en la ciudad, los
matrimonios entre europeos y chilenos han hecho menos identificables a
foraneos y oriundos.45
Durantes estas décadas, y hasta fines del siglo, los flujos de inmigrantes
desde Europa a Chile, traían mayoritariamente a ingleses, franceses y
alemanes, y solo luego, entrado el siglo XX, vinieron contingentes más
considerables de españoles e italianos. Puede agregarse que, de las
colectividades europeas residentes en Valparaíso hacia la mitad del siglo XIX,
la gran mayoría –Inglese, franceses y alemanes- habían arribado al puerto por
motivo económicos, sin embrago, en el caso de los alemanes es preciso añadir
la variante política.46 Durante este periodo, además, conviene aclarar que,
aparte de los flujos europeos de comerciantes, empresarios o empleados
cualificados, llegaron a Chile europeos proletarios, aventureros, desertores y
deudores. Es más, “la deserción sistematizada de marinería en Coquimbo,
Valparaíso, Talcahuano, Coronel y Ancud derivó en una “enfermedad
endémica”, entre los años veinte hasta aclarar los ochenta”.47 Desde los años
20 estas deserciones adquieren en Valparaíso mayor importancia, notándose
en 1924 que muchos de los británicos residentes en Valparaíso eran desertores
que luego se ocupaban en actividades como la pulpería o el contrabando.48
Durante la segunda mitad del siglo XIX, dos acontecimientos, uno
externo y otro interno, influyen decisivamente en la situación de Valparaíso. En
la década del 50 el descubrimiento de oro en California, repercute
positivamente sobre la actividad del puerto, mientras que, en términos
demográficos, produjo una fuerte emigración desde el puerto.49 Por el
contrario, durante la década del 60 el bombardeo de Valparaíso por la
escuadra española influyo negativamente, dañando la estructura portuaria y
acarreando consecuencias laborales que desencadenaron un movimiento
emigratorio desde la ciudad.50
44 Ibíd., p. 23. 45 Ibíd., p. 25. 46Ibíd., p. 27. Se encuentran en Valparaíso casos de inmigrantes alemanes que escaparon de las
consecuencias de los movimientos revolucionarios de 1848, entre los que sobresale el del
médico liberal Teodoro Piderit. 47 Harris Bucher, Gilberto, Inmigración y emigración en Chile durante le siglo XIX: estudios y
documentos, Universidad de Playa Ancha de Ciencias de la Educación, Facultad de
Humanidades, Valparaíso, 1997, p. 18. 48 Ibíd., p. 19. 49 Estrada, Baldomero, “Poblamiento e inmigración en una ciudad-puerto. Valparaíso 1820-
1920”, opus cit, p. 27. 50 Ibíd., p. 34-35.
27
Respecto a los flujos migratorios de 1860 en adelante, se encuentran
fuentes que entregan cifras censales más certeras sobre la cantidad de
extranjeros residentes en Chile y Valparaíso. Según los datos censales de 1865 a
1930, hay un periodo –del 65 a 1920 – de crecimiento de la población
inmigrante en el territorio chileno, predominando los inmigrantes europeos por
sobre cualquier otra procedencia. Desde 1930 hasta los años 70 hay un
decrecimiento sostenido de la población extranjera en Chile, tanto en términos
absolutos como relativos, es decir, producto del descenso de la cantidad de
población inmigrante y producto del aumento de la población chilena.
Cuadro número 1: Población extranjera en Chile según censos 1865-2000.
Año Censal Población Total
Crecimiento
Intercensal
Población Total
Población
Extranjera
% sobre el
Total
Crecimiento
Intercensal
Población
Extranjera
Europeos sobre
Extranjeros (%)
Latinoamericanos sobre
Extranjeros (%)Otros (%)
1865 1,819,223 21,982 1.21 53.7 41.4 4.9
1875 2,075,971 1.3 25,199 1.21 1.4 62.3 33.0 4.7
1885 2,057,005 -0.1 87,077 4.23 11.0 30.1 67.2 2.7
1895 2,695,652 2.7 79,056 2.93 -1.0 55.4 41.8 2.8
1907 3,231,496 1.5 132,312 4.09 4.2 53.3 42.7 4.0
1920 3,731,593 1.1 114,114 3.06 -1.1 59.9 31.2 8.9
1930 4,287,445 1.4 105,463 2.46 -0.8 60.0 24.6 15.4
1940 5,023,539 1.6 107,273 2.14 0.2 67.2 21.7 11.1
1952 5,932,995 1.4 103,878 1.75 -0.3 55.9 23.4 20.7
1960 7,374,115 2.7 104,853 1.42 0.1 60.9 26.1 13.0
1970 8,884,768 1.9 90,441 1.02 -1.5 53.3 34.4 12.3
1982 11,275,440 2.0 84,345 0.75 -0.6 31.8 54.5 13.7
1992 13,348,401 1.4 114,597 0.86 3.0 20.1 65.1 14.8
2000* 15,211,308 1.3 167,077 1.10 4.7 24.5 60.5 15.0
Fuente: Mártinez (1997); Columna Otros (%) elaboración propia
Población extranjera en Chile según censos 1865 - 2000
Cuadro IV.2
*Estimación basada en datos del Departamento Extranjería y Migración, Ministerio del Interior, Chile
Fuente: Doña Reveco, Cristián (2001)
Cristian Doña, en su análisis sobres estos datos censales, introduce lucidos
comentarios sobre el comportamiento de las cifras para el año 1885. En este
año se aprecia un considerable crecimiento intercensal, así como del
porcentaje de inmigrantes latinoamericanos sobre el resto de los elementos
alógenos. Ambos fenómenos se explican por la integración de los territorios
conquistados durante la Guerra del Pacífico, que aumentan la población
sensible de ser censada y sobreestiman los valores de inmigrantes
latinoamericanos, al considerar a los peruanos y bolivianos residentes en los
recién integrados territorios. 51
En Valparaíso, durante estas mismas fechas, los datos censales muestran
la presencia de inmigrantes europeos en la ciudad-puerto y,
consecuentemente con las cifras a nivel nacional, un incremento sostenido de
51 Doña, Cristián, opus cit.
28
ellos desde 1865 a 1907, y una disminución en 1920 y 1930. La estructura por
colectividades europeas residentes en la ciudad, muestra que el predominio
de inmigrantes ingleses, alemanes y franceses se transforma hacia finales del
siglo XIX, dejando paso a un flujo significativo de inmigrantes italianos y
españoles.
Cuadro número 2: colectividades europeas más importantes. Departamento de
Valparaíso 1865-1930.
1865 1875 1885 1895 1907 1920 1930
Alemanes 783 1134 1165 1396 2055 1440 1503
Franceses 799 986 819 1097 1003 791 549
Españoles 413 346 562 1317 3463 3496 3040
Británicos 1014 1785 1478 1974 2053 1799 1322
Italianos 474 807 1449 2264 2985 2837 2834
Total
extranjeros 4961 6921 7662 10302 14630 12995 13664
Fuente: B. Estrada (2000: 49)
La presencia de Italianos en Chile, se hace perceptible hacia mediados
de siglo XIX, pero se vuelve significativa hacia el 1900. Esta colectividad, junto a
la española, comienzan a predominar frente a los otros grupos europeos,
manteniendo ambas “hasta hoy una posición protagónica en nuestra
sociedad”.52 Si bien los datos censales para Valparaíso (ver cuadro nº 2)
indican que hacia 1920, la colectividad europea de mayor predominio es la
española, los datos del censales para ese mismo año, a nivel nacional,
presentan la cifra más elevada de presencia italiana en chile, constituyendo,
con 12.345 personas, el 15.8% de la población europea en le país.53 Al igual
que en los flujos de migración británica, francesa y alemana, el movimiento de
inmigrantes Italianos se caracteriza ser mayoritariamente de hombres.
Los italianos llegados en este flujo se distribuyeron principalmente
Valparaíso, Santiago, Atacama y Concepción, zonas de mayor desarrollo
económico. Es de nuestro interés destacar que, en la ciudad- puerto de
Valparaíso, hacia 1875, se concentraba la mitad de los italianos residentes en
el país. Esta situación, sin embrago, fue cambiando avanzado el siglo XX, hasta
que en 1970, solo un 18% de la colectividad italiana residía en el puerto. 54
Desde 1930 a la década del 70, como se ya se dijo, hay un descenso
sostenido de la población inmigrante (ver cuadro 1). Durante este periodo el
mayor flujo de inmigrantes se da con la llegada de refugiados, producto de
los conflictos bélicos en Europa.55 Sin embrago, podemos decir que es a finales
de la segunda guerra mundial, momento en el que dos millones personas
52 Estrada, Baldomero, Presencia Italiana en Chile, opus cit., p. 6. 53 Ibíd., p. 7. 54 Salinas Meza, R. “Perfil demográfico de la inmigración italiana en Chile”, en Presencia Italiana
en Chile, en Estrada, Baldomero [editor.], Ediciones Universitarias de Valparaíso, Valparaíso,
1993, p.18. 55 Doña, Cristián, opus cit.
29
llegan a la región,56 cuando, a su vez, terminan los flujos masivos de inmigrantes
europeos a la región.
Recientes movimientos inmigrantes en Chile y Valparaíso; la presencia
peruana.
Junto a la decaída de los flujos migratorios provenientes de Europa,
adquieren vitalidad los movimientos migratorios entre países latinoamericanos.
Recurrir nuevamente a los datos censales de estas décadas, a nivel nacional,
permite observar dicha tendencia (ver cuadro nº 1). Como señalamos en el
apartado anterior, desde 1930 a 1970 se aprecia una disminución sostenida de
la población inmigrante en el país. Junto a esta disminución, que tiene su
punto más álgido durante la década del 70, se aprecia un aumento relativo
del porcentaje de inmigrantes latinoamericanos por sobre las colectividades
europeas. Cuando en la década del 80, repuntan los flujos totales de
población inmigrante, la recepción de latinoamericanos se hace masiva. En
esta dinámica se comprende que para 1982, el porcentaje de
latinoamericanos en chile sea de un 54% del total de extranjeros, ascendiendo
a un 65% para 1992.
Conviene tratar aparte el momento de menor población extranjera en
Chile durante el siglo XX, que coincide con el momento de menor crecimiento
intercensal de población extranjera durante ese siglo y con uno de los más
bajos crecimientos intercensales de población total (ver cuadro nº 1).
Explicativo de estos decrecimientos resulta el momento político de Chile hacia
la década del 70, durante la cual, el golpe de estado de 1973 marca un nuevo
periodo de los flujos migratorios del país.57 Durante este periodo la variante
política intensifica las emigraciones desde el país, y hace de Chile, junto a la
redefinición económica, un lugar poco atrayente para inmigrar. El repunte de
los flujos migratorios de la década del 80, que se ven reflejados en el censo del
90, tiene como explicación más factible al crecimiento económico del país
desde mediados de la década del 80. La variante económica permite
comprender, también, que los inmigrantes latinoamericanos superen a los
europeos, pues para los primeros pueden las expectativas económicas jugar
un papel central en la motivación para migrar. La variante política, por su
parte, constituye otra parte de la explicación que podemos dar al repunte de
los flujos migratorios durante la segunda mitad de la década del 80 y en los 90,
pues con el regreso a la democracia puede suponerse el retorno de los
emigrados y la percepción de chile como una país más atractivo para el
inmigrante.
Un análisis de las cifras de inmigrantes de los últimos años,58 permite ver
que el crecimiento de la inmigración hacia el país se ha sostenido,
56 Ibíd. 57 Ibíd. 58 Véase el apartado titulado Caracterización demográfica de la migración internacional en la
comuna de Valparaíso de esta investigación.
30
aumentando de 105.070 en 1992 a 184.464 personas en 2002 y, en términos
porcentuales, de un 0,8% a un 1,2% de la población nacional en los mismos
años. Sociodemográficamente, estos flujos inmigrantes también conservan las
características denunciadas hacia los años 90, siendo Latinoamérica el lugar
de mayor procedencia, seguido por un grupo migrante de América del Norte,
que, como señalamos en nuestras consideraciones preliminares, adquiere
significación en el último periodo de flujos migrantes. Dentro de los
latinoamericanos, grupo más significativo, las procedencias más importantes –
aquí en orden descendiente- son Argentina, Perú y Bolivia. Observar las cifras
censales para el año 2002 en la ciudad de Valparaíso,59 muestra una
distribución de los grupos migrantes que no difiere mucho de lo indicado a
nivel nacional.
Nos interesa ahora, en consecuencia con el tema de nuestra
investigación, referirnos al movimiento inmigrante desde el Perú. La inmigración
peruana reciente constituye un fenómeno que, en sus características
principales, es por entero diferente a los flujos migratorios desde Europa. En
líneas generales, la inmigración reciente desde los países latinoamericanos es
espontánea -en el sentido de la palabra usado en nuestras consideraciones
preliminares- es decir, no mediada por políticas de promoción estatales, y es
motivada, en primera instancia, por materias laborales, principalmente por la
búsqueda de mejores accesos a empleo. En este sentido, la inmigración entre
regiones latinoamericanas sigue un patrón claro, en el cual lo países emisores
de migrantes son carentes, ya sea en lo económico, social y/o cultural.
Inversamente, los países receptores generan expectativas de suplir esas
carencias.60 Los momentos políticos y económicos de Chile y Perú en los
tiempos de grandes flujos de inmigración peruana a nuestro país, son
ilustrativos de esta relación entre emisores y receptores de migrantes. El primer
movimiento de migración masivo, que pueda considerarse dentro de los flujos
recientes que conciernen a este apartado, vimos que tenía lugar entre 1980 y
1990. Por esas fechas, Perú enfrenta un “agravamiento progresivo de una crisis
social integral”, 61 con gran inflación, violencia social y política. Chile, por su
parte, transita hacia la democracia y vive un periodo de crecimiento
económico.
El estudio de los flujos migratorios parece siempre presentar algún
problema, más aun cuanto tratamos de cuantificar su importancia. Si bien ya
hemos superado la falta de rigurosidad de los censos y levantamiento de cifras
oficiales, que tanto dificultaba el estudio, en cuanta a cantidad, de los
movimientos inmigratorios del siglo XIX, no hemos llegado aún a la certeza de
las cifras, pues ahora, el problema de la ilegalidad de los inmigrantes
latinoamericanos se hace ostensible, enturbiando la confianza en las cifras
oficiales. Es más, se estima que, aparte de los 41.904 peruanos documentados
59 Véase el apartado titulado Caracterización demográfica de la migración internacional en la
comuna de Valparaíso de esta investigación. 60 Jiménez Hayala, R. y Huatay, C., opus cit., p. 47. 61 Ibíd., p. 42.
31
que registró el censo del 2002, habría alrededor de 20.000 peruanos no
documentados engrosando las cifras.62
De todas maneras, no causa problema afirmar que el flujo de
inmigrantes peruanos hacia Chile ha sido, desde 1990, constante y
ascendente, bordeando actualmente los 60.000 individuos.63 Las características
sociodemográficas de este flujo son por entero diferente a los que, en el siglo
XIX y principios del XX, fueron los movimientos inmigrantes de colectividades
europeas. En contraste con la masculidad y edad económicamente activa
denunciada para los grupos que antaño transformaron la vida del país, y en
especial la de la ciudad de Valparaíso, los inmigrantes del Perú son, en un 65%
mujeres y en un 10% menores de edad. Las mujeres, en un 60%, trabajan en
actividades domestica, y los hombres, en un 48%, trabajan en construcción.64
En líneas generales, este flujo inmigrante peruano es de origen urbano o
semi-urbano, y se concentran mayoritariamente en Santiago. La ciudad-
puerto de Valparaíso tiene una presencia menor de peruanos, en
comparación con la capital, que agrupa a más de un 80%,65 y con las zonas
fronterizas del norte. Cabe hacer el distingo según las ciudades de
procedencia de los inmigrantes peruanos residentes en las distintas zonas de
Chile. En las zonas fronterizas del norte – Arica, Iquique y Antofagasta- los
inmigrantes son generalmente de las zonas fronterizas del sur del Perú. Además,
en este caso el fenómeno se distingue mucho del que tiene lugar en las zonas
centrales de Chile, pues en las ciudades de la frontera los intercambios entre
ambos países son cotidianos, y las diferencias físicas y culturales menores. En las
zonas centrales de Chile – como Santiago y Valparaíso- la distancia cultural y
geográfica entre los países se acentúa, proviniendo los inmigrantes peruanos,
en su mayoría, de la capital peruana y ciudades de la costa norte.
Bibliografía.
DOÑA Reveco, Cristián, Percepción de la inmigración reciente en chile a través del
análisis de medios de prensa; Tesis para optar al título profesional de sociólogo;
Universidad de chile, Escuela de sociología, Santiago de Chile, 2001.
JIMÉNEZ Hayala, R., y HUATAY, C., Algo esta cambiando: globalización, migración y
ciudadanía en las asociaciones de peruanos en Chile, Gotelli, Santiago de Chile, 2005.
ESTRADA, Baldomero et al, Valparaíso: Sociedad y economía en el siglo XIX, Ediciones
Universitarias de Valparaíso, Valparaíso, 2000.
ESTRADA, Baldomero (editor), Presencia Italiana en Chile, Ediciones Universitarias de
Valparaíso, Valparaíso, 1993.
HARRIS Bucher, Gilberto, Inmigración y emigración en Chile durante le siglo XIX:
estudios y documentos, Universidad de Playa Ancha de Ciencias de la Educación,
Facultad de Humanidades, Valparaíso, 1997.
ROMERO Córdova, J., Testimonios de inmigrantes judíos y su aporte en el Valparaíso del
1900, Eds. Facultad de Humanidades, Universidad de Playa Ancha, Valparaíso, 2002.
62 Ibíd., p. 40. 63 Ídem. 64 Ídem. 65 Ídem.
32
LA HUELLA DE LOS INMIGRANTES EN LA ECONOMÍA DE VALPARAÍSO
(S. XIX-S. XX).
Francisco Espinoza O.
Resumen.
En este trabajo se aborda la importancia de los inmigrantes provenientes del
viejo mundo en la estructura económico-productiva de Valparaíso centrados en la
influencia y la marca que imprimieron en la ciudad, evidenciando los elementos que
transformaron a un insignificante villorrio colonial en una de las ciudades más
importantes y modernizadas de América Latina, enfatizando en los aportes de las
colectividades más significativas para el escenario escogido. El espacio temporal en el
que se desarrolla este trabajo, comienza en la segunda década del S. XIX y se
extiende hasta la primera mitad del S. XX en donde comienza a declinar la influencia
de los migrantes en la estructura económica productiva de Valparaíso, lo cual
coincide con el cambio de mando de la hegemonía económica y política a nivel
mundial de Inglaterra a EEUU tras la primera guerra mundial.
Palabras clave.
Inmigrantes, economía, políticas gubernamentales, matrimonios, comercio,
industria, colectividades migrantes.
Introducción.
“Hablar de la inmigración es hablar de la sociedad
en su conjunto, hablar en su dimensión diacrónica,
es decir, desde una perspectiva histórica, y también
en su extensión sincrónica, es decir, desde el punto
de vista de las estructuras presentes de la sociedad
y de su funcionamiento”, Sayad, 1991, p. 15.
La historia de Valparaíso lleva impresa la huella de los migrantes
europeos que llegaron a estas costas principalmente durante el S. XIX, cuyas
motivaciones principales obedecen a razones de corte económico que
explicarían en gran medida el tipo de migrante llegado a la zona: varones, en
edad económicamente activa y la gran mayoría con una “aspiración
universal” de mejorar sus condiciones de vida.
Chile, un país principalmente “exportador de vidas”, se convirtió en un
lugar de destino para los migrantes tras la independencia, atrayendo grandes
contingentes de personas provenientes de Europa y en menor medida de
Norteamérica. Sin embargo, muy al contrario de los que la literatura romántica
y eurocéntrica sobre Valparaíso nos señala, nosotros también recibimos el
residuo del pauperismo europeo66, lo que se manifiesta en la gran
participación de europeos en el comercio sucio del puerto, desechando la
66 Harris, Gilberto, Emigración y políticas gubernamentales de durante el S. XIX , Ediciones
Universitarias de Valparaíso, Valparaíso, 1996, p. 25.
33
hipótesis que nos dice que tan sólo el roterío y la canalla chilena conformaba
ese submundo urbano67.
Por otra parte, lo que ha llamado mayormente la atención dentro de
esta temática sobre la historia de la ciudad, es cómo en este lugar se lleva a
cabo un proceso de modernización que condujo a la formación de sectores
sociales nuevos y desconocidos hasta entonces en Chile, tales como la
naciente burguesía y los sectores medios, estratos sociales ocupados en su
mayoría por los recién llegados viajeros, los mismos que vuelven tan singular a
la zona durante la segunda mitad del S. XIX. Además, esta tendencia
vislumbrada en Valparaíso es el fiel reflejo de un cambio de mentalidad –o de
época si se quiere- a nivel internacional, la que se manifiesta en las
significativas diferencias existentes entre un tradicionalista Santiago colonial y
un dinámico Valparaíso en modernización, o dicho de otra forma, de las
diferencias sustantivas entre una aristocracia a la española en retirada versus
una pujante y naciente burguesía local a la inglesa.
Con lo dicho, ya podemos observar que la dimensión económica es
crucial para comprender la configuración de estos nuevos grupos sociales, y
para ahondar en la importancia de esta dimensión se hace necesario tocar
distintos tópicos que se desarrollarán en este escrito: el primero, reconstruirá a
grandes trazos las secuencias más significativos en la llegada de los
inmigrantes a la ciudad; el segundo, apunta a las políticas gubernamentales
en cuanto administración, la economía y la inmigración; el tercero, ahonda en
la recepción de los ciudadanos de Valparaíso -y Chile- a los inmigrantes; el
cuarto, nos mostrará en qué áreas se destacaron mayormente las
colectividades más significativas arribadas a la zona, distinguiendo tanto si
éstas corresponden a los primeros o los segundos grupos en llegar, tratando de
especificar en qué sectores productivos tendieron a ubicarse predilectamente
las colonias establecidas en Valparaíso; el quinto y último punto, se remitirá a
señalar algunas de las consecuencia de la inmigración al ocaso de la época
dorada del desarrollo económico de Valparaíso, lo cual también nos dará
espacio para señalar algunas ideas a modo de conclusiones.
1.- Desde la llegada hasta el despegue.
Cuando el camino a la independencia ya era un hecho, Valparaíso no
pasaba de ser un simple villorrio “Puerto de Santiago”68 con poco más de 5.000
habitantes en 181069, cuya apacible vida provinciana y colonial no llevaba
siquiera a pensar que en pocos años ese mismo villorrio habría de convertirse
en el “entrepot” de Sudamérica. A la fecha de 1808, tan sólo se contabilizaban
67 Cfr. Harris, Gilberto, opus cit, p. 27. 68 Fundación Renzo Pecchenino Lukas, Taller de historia, 140 años de historia de la Cámara de
Comercio y Valparaíso, Editorial Trineo, Valparaíso, 1998, p. 15. 69 Estrada, Baldomero, “Poblamiento e inmigración en una ciudad – puerto. Valparaíso 1820 –
1920”, en Estrada, Baldomero et al, Valparaíso: economía y sociedad en el siglo XIX, Ediciones
Universitarias de Valparaíso, Valparaíso, 2000, p. 13.
34
once extranjeros en estas costas, donde el principal movimiento portuario lo
constituía la llegada y salida de barcos provenientes de Lima.
Tras la independencia la situación en lo inmediato no presenta cambios
importantes, los que comienzan a hacerse palpables con el inicio de la
segunda década del S. XIX, fecha en la que Valparaíso empezaba a atraer a
especuladores extranjeros animados de la confianza que les inspiraba nuestra
preponderancia marítima70, lo que se corrobora al apreciar que ya en 1822 la
ciudad poseía cerca de 20.000 habitantes, de los cuales 3.000 eran extranjeros
que en pocos años (1817 a 1822) edificaron cerca de 200 casas, muchas de
ellas de dos pisos o más, lo que constituía todo un hito en la arquitectura de la
ciudad71.
Valparaíso, gracias a su posición estratégica en el Pacífico como
descanso obligado en el paso del Atlántico, las favorables condiciones
políticas de la región, adecuadas políticas fiscales, el debilitamiento del Callao
como puerto y la ley de libre comercio de 1813, comienza experimentar una
suerte vorágine migratoria hacia sus costas que borraría el aletargamiento
colonial72, cuyo movimiento es impulsado principalmente por los ingleses
llegados que aprovechando su posición aventajada en el contexto político-
económico internacional (sobre todo frente a una disminuida corona
española), dan inicio a una larga historia de intercambios humanos y
comerciales con los noveles mercados del sur de América. De los primeros
ingleses que arribaron a esta ciudad-puerto, destacan los nombres de Joshua
Waddington (1817), John Sewell (1818), George Edwards y Thomas Eastman
(1820), David Ross (1822) y George Lyon (1822) entre otros, junto a los cuales
llegaron importante casas comerciales británicas, tales como la Frederick Huth
y Cía. (1824) y la Gibbs y Cía. (1826)73.
De igual forma, con la llegada de casas comerciales británicas,
arribaron unas cuantas de origen germano, como la Huth Gruning y Cía., la
que sentó el precedente para que el cónsul prusiano Ferdinand Flindt facilitara
la llegada de otros destacados comerciantes alemanes. Otros destacados
extranjeros de los primeros años fueron William Wheelright, Augusto Hemenway
(estadounidenses), Antonio Ramos, Francisco Alvares (portugueses) el primero
padre de José Tomás Ramos y el segundo de José Francisco Vergara figuras
destacadas en la vida de Valparaíso. Desde Italia, llegará don Pedro
Alessandri, un multifacético empresario que dentro de su descendencia
sobresale el aporte de dos presidentes de la república: Don Arturo y Don
Jorge74.
70 Ibíd., p. 15. 71 Fundación Renzo Pecchenino Lukas, Taller de historia, opus cit, p. 16. 72 Cfr. Estrada, Baldomero et al, opus cit, p. 9. 73 Cavieres, Eduardo, “Rutas marítimas, comercio y finanzas en una etapa de expansión:
Valparaíso 1820 - 1880”, en Estrada, Baldomero et al, opus cit, p. 57. 74 Ibíd., p. 58.
35
A partir de 1824, Valparaíso gracias a una política oficial sistemática
para atraer a inmigrantes, sumado a un proyecto de establecimiento de
almacenes fiscales logra intensificar el tráfico de mercaderías por el puerto,
deja de ser una promesa de modernización. Esta etapa inicial de la relación
entre el mercado nacional y los mercados extranjeros, que va desde 1820 a
1850 según Cavieres75¸ coincide con una etapa de capitalización nacional que
se basaba en las exportaciones mineras y en el prometedor comercio
internacional76.
Siguiendo con las tesis de Cavieres, podemos señalar que desde
mediados del S. XIX comienza una etapa de consolidación del comercio
anglo-chileno, puntal del comercio internacional de nuestro país, la cual
queda retratada en la ciudad de Valparaíso con la materialización de las
ansias de independencia administrativa de Santiago, las que se tornan
realidad cuando el ex presidente Manuel Montt promulga el decreto que da
creación a la “Cámara de Comercio de Valparaíso” en 185877, cuyo
antecedente inmediato lo constituía la “Sala Comercial La Bolsa” que data de
182878. Con este acontecimiento, se cosifica el proceso modernizador que
había estado presente en los últimos tiempos del otrora emprendedor
Valparaíso.
Este desarrollo de la migración europea en Valparaíso, que coincidió
con un desarrollo urbano dinámico y atrayente –tanto para nacionales como
extranjeros- lleva a la ciudad a un estatus cosmopolita en el que muchos
viajeros llegaron a sentenciar que Valparaíso más parece una factoría
extranjera que una ciudad chilena, es una especie de zona neutral, torre de
babel, donde en la misma casa se escucha a veces conversar en 10 lenguas
diversas, aunque el español y el inglés sean los idiomas más usuales79, lo que
nos grafica la manera en que Valparaíso es sin dudas una ciudad construida
por migrantes.
2.- Las políticas comerciales, administrativas y de inmigración.
A pesar que la temática que comprende este apartado es digna de un
tratamiento exhaustivo y en solitario, en esta sección nos dedicaremos a
mostrar las leyes más destacadas en los ámbitos señalados, y cómo estas
políticas influyeron y fueron recibidas en la ciudad-puerto de Valparaíso, en
especial en lo que se refiere a las colectividades migrantes.
75 Cavieres, Eduardo, Comercio chileno y comerciantes ingleses 1820 – 1880: un ciclo de historia
económica, Serie Monografías Históricas Nº 2, Instituto de Historia Universidad Católica de
Valparaíso, Valparaíso, 1988, p. 59. 76 Cavieres, Eduardo, “Rutas marítimas, comercio y finanzas en una etapa…”, en Estrada,
Baldomero et al, opus cit, p. 63. 77 Fundación Renzo Pecchenino Lukas, Taller de historia, opus cit, p. 46. 78 Ibíd., p. 26. 79 Pereira Salas, Eugenio, “Jacques Antoine Moerenhout y el comercio de perlas en el pacífico”,
en Estrada, Baldomero, “Redes socioeconómicas y mercados urbanos: la colectividad italiana
de Valparaíso en el cambio de siglo”, en Estudios migratorios latinoamericanos, Año 12, Nº 35,
1997, p. 157.
36
Un anticipo de lo que sería el desarrollo económico de Valparaíso y de
Chile, fue el Decreto de Libre Comercio del 21 de febrero de 1811, el que
perseguía dos fines: el comercio con los amigos de España y el desarrollo de
algunas actividades económicas nacionales. En este mismo documento, se
concertaba la designación de cuatro puertos abiertos al comercio exterior:
Valparaíso, Talcahuano, Valdivia y Coquimbo80. Durante la restauración
española estas medidas –que algunos dividendos por concepto de impuestos
aduaneros habían generado- fueron anuladas para pronto ser reimpulsadas
por O’Higgins a partir de 1817, siendo reforzadas estas medidas por las leyes de
1822 y de 182481.
Cuando los comerciantes avecindados en la ciudad se organizaron en
la “Sala Comercial La Bolsa” en 1828, comienza a ejercerse una fuerte presión
por independencia comercial de Santiago, lo cual tuvo sus primeros frutos en
la Ley de 1829 donde se dio término a las Oficinas Generales de Aduana con
base en Santiago, permitiendo una mejor canalización de los intereses de los
comerciantes porteños, dirigidos por el inglés Thomas Edgard Brown y el francés
Enrique Dubern, en compañía del chileno José Santiago Vizcaya82.
Entrando en el gobierno de Joaquín Prieto (1831-1841), la astucia de
Diego Portales y Manuel Rengifo dieron al país certeras leyes proteccionistas en
lo económico, permitiendo un aumento en las recaudaciones fiscales
mediante impuestos diferenciales al comercio, en donde se distinguían entre
banderas nacionales y extranjeras. La ley aludida es la de 1832, la que fue
perfeccionada en los dos años siguientes, en donde el mayor hito para la
historia de Valparaíso lo encontramos en la puesta en marcha de los
almacenes fiscales en 183383.
En el mismo período, pero en relación a la estructura de la
administración nacional, Valparaíso vuelve e tener un triunfo gracias a sus
comerciantes, quienes elevaron una solicitud al Congreso para conseguir la
completa autonomía administrativa de Santiago en donde Valparaíso pasaría
a ser la capital de la nueva Provincia84. Otro triunfo importante en materia de
legislación, promovido evidentemente por la “Sala de Comercio La Bolsa” y
con gran participación de los comerciantes extranjeros residentes, fue la ley
del 29 de mayo de 1839, en la cual se crea el Consulado o Tribunal de
Comercio de Valparaíso, independiente de su par santiaguino85, lo que no es
sino otra señal de respaldo de parte de la administración de Prieto a los
comerciantes “porteños” (chilenos y extranjeros).
80 Cfr. Cavieres, Eduardo, Comercio chileno y comerciantes ingleses…, p. 104. 81 Ibíd., p. 105. 82 Cavieres, Eduardo, “Rutas marítimas, comercio y finanzas en una etapa…”, en Estrada,
Baldomero et al, opus cit, p. 65-66. 83 Cfr. Cavieres, Eduardo, Comercio chileno y comerciantes ingleses…, p. 106. 84 Cavieres, Eduardo, “Rutas marítimas, comercio y finanzas en una etapa…”, en Estrada,
Baldomero et al, opus cit, p. 69. 85 Ídem.
37
Con la promulgación de la Ley de Aduanas en 1851, se da un paso
hacia una real doctrina de corte liberal, un giro esperado por los comerciantes
del puerto que se encontraban fuertemente influenciados por los ingleses,
estandartes en estas materias político-económicas. Posteriormente esta ley fue
perfeccionada en 1859 y 1864, años en que las arcas fiscales vuelven a
incrementarse, a pesar que algunas imposiciones fueron resistidas por
influyentes comerciantes de Valparaíso, quienes abogaban por el
restablecimiento de la legislación original de 1851. No obstante la ley se
mantuvo hasta 187286, ya que la importancia de la recaudación aduanera en
los ingresos fiscales era insustituible.
Cuadro Nº 1: Ingresos fiscales, impuestos aduaneros y su significado en porcentaje en
el total de las entradas del Fisco. 1834 – 1860 (miles de pesos).
Años Total de ingresos
fiscales
Ingresos de impuestos
de aduana
Significación de los ingresos
de impuesto de aduana en el total
de ingresos fiscales.
1834 1.922 1.241 64,53%
1841 2.761 1.629 59,01%
1846 3.623 2.079 57,38%
1850 4.334 2.627 60,61%
1855 6.287 3.764 59,87%
1860 7.494 4.824 64,37%
Fuente: Cavieres, Eduardo (1988: 110).
Cuadro Nº 2: Rentas aduanas de la república, 1831-1880.
Participación de Valparaíso en períodos quinquenales (pesos de la época).
(a) Valparaíso (b) % de (a) con
respecto a (c)
(c) Entradas
generales
1831-1835 2.670.670 50,53% 5.284.875
1836-1840 6.446.297 86,59% 7.444.446
1841-1845 8.169.279 89,37% 9.140.820
1846-1850 10.092.136 91,13% 11.074.434
1851-1855 15.038.751 88,30% 17.030.622
1856-1860 18.857.801 92,26% 20.439.374
1861-1865 16.345.070 84,02% 19.452.245
1866-1870 23.518.365 85,11% 27.632.412
1871-1875 34.633.819 93,70% 36.962.447
1876-1880 31.864.136 85,36% 37.326.812
Fuente: Cavieres, Eduardo en Estrada, Baldomero et al (2000: 74).
Respeto al conjunto de leyes sobre migración, debemos destacar que el
tema se vuelve una preocupación de estado en el tercer gobierno de la
República Autoritaria, que comprende el mandato de Manuel Montt (1851-
1861). Las medidas más importantes al respecto, se dictan por inspiración –y
algo de imitación- de los dichos de Vicente Pérez Rosales, quien estando en
Hamburgo publica en 1857 su “Ensayo sobre Chile” en honor a Montt. Este
86 Cavieres, Eduardo, Comercio chileno y comerciantes ingleses…, p. 107-109.
38
último, consciente del contexto latinoamericano respecto a la inmigración, fue
partidario de la misma promoviendo el ingreso de colonos alemanes al sur de
Chile en lo que hoy conocemos como la décima región donde se crea la
Colonia de LLanquihue87.
Por desgracia, la historia de las migraciones programadas y financiadas
por el gobierno chileno resulta ser un conjunto de informaciones inconexas,
donde los inmigrantes acusan a los gobernantes de no cumplir con las
promesas hechas en sus países de origen –lo que es corroborado tanto a nivel
de la prensa como de personeros de gobierno-, lo que si se suma a que Chile
presentaba los salarios comparativos más bajos del continente, en infinitas
ocasiones los europeos traídos al país emigraban prontamente a la Argentina o
algún otro destino con mayores expectativas salariales y de vida. Con todo,
podemos decir de manera provisoria que las políticas para favorecer una
migración “selecta” comienzan a operar de manera tardía –recién a partir de
1882 con la creación de la Agencia General de Colonización88-
desaprovechando las oportunidades que este fenómeno podría haber
generado durante la primera mitad del S. XIX, pues cuando se optó por las
medidas pro inmigración, los migrantes ya tenían más lugares posibles de
destino, a pesar que gracias a la política inmigratoria de Balmaceda entre
1887 y 1891 llegaron al país 21.027 inmigrantes89.
3.- La recepción de la ciudad.
La primera impresión que los migrantes tienen de los habitantes de la
zona, es la hospitalidad y buena disposición hacia los extranjeros90, aunque
éstos cuando venían a instalarse se aislaban en este “delicioso paraje” como lo
denominan, lo cual constituye un signo claro de nacionalismo91 y resistencia
cultural, lo que puede entenderse como una reacción de resguardo ante las
costumbres licenciosas que caracterizaban a las “chinganas” que se esparcían
por la ciudad.
La llegada de estos viajeros transformó profundamente la vida de este
otrora apacible puerto, cuyos habitantes de inmediato se mostraron receptivos
ante los visitantes que imprimieron una nueva forma de enfocar la vida y de
emplear el tiempo, lo que significó todo un despertar del progreso que dio vida
a una burguesía que se gesta en el primer cuarto del S. XIX92. En esta sociedad
multifacético y cosmopolita se origina una nueva cultura representada en el
87 Fundación Renzo Pecchenino Lukas, Taller de historia, opus cit, p. 51. 88 Estrada, Baldomero y Navarro, Concepción, “Migración y redes de poder en América: El caso
de los industriales españoles en Valparaíso (Chile) 1860 – 1930”, en Revista Complutense de
Historia de América, Volumen 31, 2005, p. 127. 89 Estrada, Baldomero, “Los conflictos sociales en Valparaíso a fines del siglo XIX: sus
repercusiones en la colectividad italiana”, en Atenea, Universidad de Concepción, Nº 473,
Primer semestre, 1996, p. 174. 90 Hall, Basil en Estrada, Baldomero, “Poblamiento e inmigración…”, en Estrada, Baldomero et al,
opus cit, p. 14. 91 Ibíd., p. 17. 92 Fundación Renzo Pecchenino Lukas, Taller de historia, opus cit, p. 17.
39
“porteño”, en donde ser porteño significaba ser los ingleses de América, estar
en contacto con el mundo, sus ideas, sus gustos y sus objetos93.
Ahora, para la consolidación de la figura del porteño, el ciudadano de
Valparaíso debía impregnarse de lo extranjero a tal punto de diferenciarse del
resto de Chile y Sudamérica, lo que se vuelve una gran realidad si observamos
que en el aspecto de las relaciones sociales la ciudad de Valparaíso fue
tolerante en cuanto a las uniones matrimoniales entre nacionales y
extranjeros94, cuyos descendientes se consagraron y destacaron en el
comercio. Lo llamativo de este aspecto referido a la economía, es que
mediante las uniones entre nacionales –principalmente mujeres hijas de
comerciantes- con extranjeros, se mezclan la aristocracia chilena con los
comerciantes llegados, dando origen a la burguesía porteña, y más importante
aún, resulta ser que se fortalecían las redes comerciales en la ciudad-puerto95.
Dentro de los enlaces que destacan en la época, el primero es el de
George Edwards quien se casa con Isabel Ossandón, enlace del cual surgen
cuatro hijos, donde el menor de ellos Agustín, contrae matrimonio con Juana
Ross Edwards, hija de David Ross cónsul británico en Coquimbo96. Hoy ambos
nombres –el de Agustín y de Juana- se encuentran inmortalizados en dos
colegios que los llevan. Igual de importantes resultan los enlaces de Ricardo
Evans Price y Josefa Claro Salazar en 1819, el de Joshua Waddington con María
del Rosario Urrutia Gutiérrez en 1838, el de George Lyon y Carmen Santa María
de Escobedo en 1830, y tantos otros que dieron nombres tan importantes en la
historia de la ciudad97.
Resta destacar de los enlaces matrimoniales, que esta dinámica de
uniones entre comerciantes chilenos y extranjeros –algunas veces prohibidas
por las casa comerciales británicas98- marcó una importante pauta en los
nuevos grupos sociales que se iban formando, ya que los descendientes de
estas uniones son quienes más se destacan en los anales de esta ciudad-
puerto, tanto en sus fructíferas empresas como en sus labores de beneficencia,
muchas de las cuales hasta hoy se conservan en la ciudad, como tal puede
ser el caso de la Biblioteca Santiago Severín o la Universidad Católica, sin
contar las tantas calles que llevan los nombres de estos influyentes personajes
del Valparaíso del S. XIX.
93 Ídem. 94 Ídem. Para una revisión de los matrimonios de la época, véase Aravena, Ana Rosa et al,
Análisis demográfico de los inmigrantes europeos en Valparaíso a través de los matrimonios en
el registro civil. 1885 – 1920 (Alemanes, franceses e italianos), Memoria para optar al título de
Profesor de Historia y Geografía U. Católica de Valparaíso, 1988. 95 Estrada, Baldomero, “Poblamiento e inmigración…”, en Estrada, Baldomero et al, opus cit, p.
18. 96 Ídem. 97 Fundación Renzo Pecchenino Lukas, Taller de historia, opus cit, p. 17-18. 98 Estrada, Baldomero, “Poblamiento e inmigración…”, en Estrada, Baldomero et al, opus cit, p.
18.
40
4.- La incursión de las colectividades en la economía de Valparaíso.
La inmigración recibida en la ciudad rápidamente transformó la vida
cotidiana del puerto, que de a poco se fue poblando hacia sus cerros,
edificando monumentales construcciones para esos años, y en donde gracias
a la bonanza económica se da una serie de manifestaciones culturales
pioneras en Chile. Una de ellas, son las compañías de bomberos, ya que
debido a los fuertes vientos que corren en la ciudad, los incendios han sido un
peligro siempre constante, por lo que la figura del bombero era destacada en
la vida del puerto, quien se vestía de acorde a los colores de la bandera de su
nacionalidad de origen99. Otras instituciones importante, son las fundaciones
de distintos Clubes Sociales (el club alemán, el club español, el club italiano,
etc.) e instituciones de beneficencia (el “Asilo del buen pastor”, la
“Providencia”, etc.), en donde se reunían los migrantes como una forma de
resistencia cultural en un espacio de comunes. Cabe destacar que la
percepción que los inmigrantes tenían de Valparaíso a su llegada, denotaban
ciertas descalificaciones por el bajo nivel educacional de los ciudadanos, el
“bajo estado de la moral” y una actividad artística “aburridora y repugnante”
como aparece en los dichos de Eduard Poepping100.
Sin embargo, a pesar de considerar al pueblo como bajo en sus virtudes,
holgazán, donde las rancherías y chinganas eran impúdicos espectáculos, a lo
que debemos sumar una relación siempre tensa con la Iglesia Católica de la
cual fueron muy críticos por su nefasta influencia en la sociedad, el escenario
porteño era propicio para llevar a cabo la ingente actividad comercial que los
llevó a quedarse en esta ciudad. Para ayudar a una comprensión más
detallada de la huella de los migrantes en la economía de Valparaíso,
separaremos a los migrantes en dos grandes grupos. El primero de ellos,
corresponde a la primera oleada de migrantes llegados, los que provenían
principalmente del Reino Unido –en especial de Inglaterra-, seguidos por los
alemanes y en menor medida los franceses. El segundo grupo, lo conforman
españoles e italianos que llegan en masa en una segunda oleada de
inmigración a fines del S. XIX. De ambos, destacaremos los acontecimientos
más significativos en los distintos sectores de la economía, tratando de reflejar
el pacto tácito que los llevó a una especialización por nacionalidades en las
distintas actividades económicas.
Británicos, alemanes y franceses. La primera ola.
Respecto a la primera oleada de inmigrantes llegados a la zona,
destaca la presencia de británicos (en su mayoría ingleses) y de alemanes,
que justamente a principios del S. XIX eran las principales potencias
económicas a nivel mundial. Además, es preciso destacar que la influencia
británica y alemana pudieron entrar con tanta fuerza por dos motivos: el
99 Fundación Renzo Pecchenino Lukas, Taller de historia, opus cit, p. 21. 100 Estrada, Baldomero, “Poblamiento e inmigración…”, en Estrada, Baldomero et al, opus cit, p.
22.
41
primero, es que a la independencia, los comerciantes criollos habrían tendido
a invertir menos en negocios que en actividades de prestigio económico o
social tradicional: la agricultura y la minería101. El segundo, fue que los
británicos ocuparon rápidamente el espacio dejado por los españoles que por
motivos políticos se encontraban en franca retirada (aunque su presencia en el
mercado colonial era limitada)102.
El comercio británico fue el claro dominador del comercio mayorista, así
como del conjunto de actividades marítimas y financieras, los alemanes por
otra parte aunque con presencia en las casas de comercio mayorista, se
destacan en otros negocios de menor envergadura, mientras que los franceses
sobresalen en los artículos de moda femenina, perfumerías, los sastres y
múltiples servicios que eran regidos por ciudadanos franceses103, que eran los
referentes obligados del buen gusto de los porteños que se plasmaba en la
revista de moda femenina “La mode”104. Un negocio reconocido en la zona
fue el de Mme. Aubry, dueña del Hotel Aubry, probablemente el más
destacado y respetado de la ciudad.
En relación a los comerciantes alemanes, hay que indicar que éstos se
destacaron en el negocio de las farmacias y laboratorios químicos. Citando el
ejemplo de Estrada, podemos señalar que a mediados del S. XIX de las diez
boticas existentes, cinco pertenecían a alemanes, y además resultaba una
práctica cotidiana que los dueños chilenos buscasen farmacéuticos
alemanes105. Otra industria en la que se destacaban los alemanes, fue en la
industria cervecera, en donde las dos cervecerías existentes en 1840
pertenecían a alemanes, y en 1858, de las cinco existentes tres eran de la
misma nacionalidad106.
Pero sin duda, los reyes de las inversiones en las costas de Valparaíso
resultaron ser los británicos, quienes prontamente se instalaron con casas
comerciales en Valparaíso, algunas como sucursales de las casas matrices de
Inglaterra o Perú, y otras como propias de la ciudad-puerto. En los comienzos
de este negocio que contaba con pocos chilenos, las inversiones se
embarcaron en negocios interregionales que movían capitales y mercaderías
no sólo dentro del país sino que también a través de Perú, Bolivia y Ecuador107.
Las primeras casas comerciales instaladas en el puerto correspondieron a la
Frederick Huth y Cía. de 1824, la que se instala con capitales londinenses;
también contamos con la Gibbs y Cía. de 1824, la que se instala como filial de
Anthony Gibbs & Sons de Londres, que se vinculaba directamente con
101 Cavieres, Eduardo, Comercio chileno y comerciantes ingleses…, p. 111. 102 Ídem. 103 Estrada, Baldomero, “Poblamiento e inmigración…”, en Estrada, Baldomero et al, opus cit, p.
27. 104 Fundación Renzo Pecchenino Lukas, Taller de historia, opus cit, p. 36. 105 Estrada, Baldomero, “Poblamiento e inmigración…”, en Estrada, Baldomero et al, opus cit, p.
27. 106 Ídem. 107 Cavieres, Eduardo, Comercio chileno y comerciantes ingleses…, p. 111.
42
capitales peruanos y la Waddington Templemann y Cía108. Aunque posteriores
a los mencionados, de igual trascendencia en la economía de Valparaíso
resultaron ser los negocios de George Edwards, Joshua Waddington, John
Sewell, Thomas Eastman, David Ross, George Lyon, Thomas Smith Pearson y
William Blest, todos ellos provenientes del Reino Unido, a los qua hay que
agregar unos pocos alemanes estimulados por el cónsul prusiano Ferdinand
Flindt109.
Aunque hasta el momento hemos hecho mayor referencia a las casas
comerciales instaladas en la ciudad, no debemos olvidar que las mercaderías
deben circular de alguna manera, que en ese tiempo era principalmente vía
marítima, lo cual en esencia constituía el plus de Valparaíso. Hacia 1830, el
tráfico marítimo estaba controlado por cuatro grandes compañías, como lo
eran la William Gibbs y Cía., la Sewell Patrickson y Cía., la Alsop y Cía. y la Lebris
Bertheaume y Cía110. Pero este dominio pronto habría de ser amenazado por la
introducción de la navegación a vapor en 1840 en manos de William
Wheelwright, un norteamericano que fundó la Pacific Steam Navigation
Company (PSNC). A esta compañía debemos sumar la alemana Kosmos, la
japonesa Toyo Kisen Kaisha, la Compañía Peruana de Vapores y Diques del
Callao, la francesa Transathlantique, la Compañía de Navegación Belga y la
White Star británica, las últimas tres con una escasa participación y pronta
desaparición ante el poderío de las otras navieras y la introducción del
ferrocarril trasandino111. En este momento resulta importante señalar que la
única compañía naviera que pudo competir tras un tiempo con la PSNC, fue la
chilena CSAV (Compañía Sudamericana de Vapores), fundada en 1872 tras la
fusión de la Compañía Chilena y la Compañía Nacional de Vapores, quienes al
alero de los hermanos Lyon Santa María fundaron esta aún vigente
institución112.
A partir de 1850, cuando se empieza a consolidar el progreso de
Valparaíso en un proceso capitalista pleno, la actividad financiera se
manifiesta como una nueva dimensión del desarrollo económico de la ciudad,
es así como surgen los bancos, las sociedades anónimas y las compañías de
seguros113. Antes de 1850, quienes deseaban préstamos para sus negocios
debían recurrir a prestamistas y algunas casas que se dedicaron a dichos
cometidos, como las Ossa y Cía., la Edwards y Cía., y Salas y Bascuñan114. Estas
compañías fueron la antesala del decreto del 1º de mazo de 1856 en donde se
crea el “Banco de Depósitos y Descuentos de Valparaíso”, que empezaría a
funcionar en octubre de ese año con un capital nominal de 2 millones de
108 Ídem. 109 Ibíd., p. 112. 110 Ibíd., p. 113. 111 Schmutzer, Karin, “El puerto: comercio, ingresos, los hombres e infraestructura”, en Estrada,
Baldomero et al, opus cit, p. 100-109. 112 Ibíd., p. 110. 113 Estrada, Baldomero, “Poblamiento e inmigración…”, en Estrada, Baldomero et al, opus cit, p.
33. 114 Fundación Renzo Pecchenino Lukas, Taller de historia, opus cit, p. 38.
43
pesos115, adelantándose incluso al Banco Nacional de Chile que data de 1865.
Además de estas entidades, surgen otras en manos de privados como el
Banco de A. Edwards y Cía. (que fue comprado por el Banco de Chile
recientemente), el Banco Escobar, Ossa y Cía. y el de David Thomas116.
Debido a las particularidades geográfico-espaciales de la ciudad de
Valparaíso, las Compañías de Seguros se hicieron inmensamente necesarias
ante las amenazas de incendio, los saqueos y las posibles pérdidas por
concepto de los temporales que azotan a estas costas. Este mercado, a partir
de 1850 es ampliamente copado por compañías extranjeras tales como la
Compañía Imperial de Londres (dirigida en Chile por F. W. Schwager), la
Compañía de Seguros de Londres, la Compañía Alemana de Seguros y
muchas otras117. Dentro de las compañías nacionales encontramos a la
América Chilena de seguros, la Compañía Chilena de Seguros (1858) y la
Compañía Nacional de Seguros entre otras118. Con esto podemos apreciar la
enorme superioridad de las instituciones financieras de carácter extranjero en
Chile, lo cual queda de manifiesto en el cuadro Nº 3 donde se enumeran las
sociedades de seguros, bancos e instituciones comerciales establecidos en
Valparaíso en 1860.
Cuadro Nº 3: Sociedades de seguros, bancos e instituciones comerciales establecidos
en Valparaíso, 1860.
Compañía Chilena de Seguros Chilena Marítimas e incendios 1853
Liverpool and London Inglesa Marítimas e incendios 1854
London assurance corporation Inglesa Marítimas e incendios 1856
Imperial Inglesa Marítimas e incendios 1856
Northern assurance company Inglesa Marítimas e incendios 1857
The royal Assurance company of Liverpool Inglesa Marítimas e incendios 1855
Sun Tire Office, London Inglesa Marítimas e incendios 1859
Compañía de Seguros Marítimos
“Seguridad” de Río de Janeiro
Brasilera Marítima 1857
Lloyds de Valparaíso Chilena Marítima 1859
Banco de Valparaíso Chilena Marítima 1856
Bolsa Comercial Chilena Marítima 1840
Cámara de Comercio Chilena Marítima 1858
Banco de Chile Chilena Marítima 1860
Fuente: Cavieres, Eduardo, en Estrada, Baldomero et al (2000: 81).
Esta presencia extranjera -británica principalmente- en el ámbito
financiero, se extendió hasta bien entrado el S. XX mediante instituciones como
el Banco de Londres Río de la Plata, y el Banco Anglo-Sudamericano Ltda., que
antes se llamó Banco de Tarapacá & Londres (1889) que comenzó sus
115 Ídem. Antes del Banco de Valparaíso, existió un intento frustrado de establecer el banco de
Arcos en 1849. 116 Ibíd., p. 39. 117 El detalle de éstas instituciones puede encontrase en Fundación Renzo Pecchenino Lukas,
Taller de historia, opus cit, p. 40. 118 Ídem.
44
funciones en Valparaíso119. También es importante indicar que durante el
apogeo de las inversiones británicas en Chile, muchas obras municipales o en
beneficio de las ciudades se realizaban a través de empréstitos conseguidos
en Londres a través de bancos o casas comerciales. En el caso de Valparaíso
podemos mencionar el crédito concedido a la empresa de agua potable en
1912 por la suma de 250.000 libras esterlinas por J. Henry Schroeders &
Company of London120. Ya entrados en la primera guerra mundial, en el año
1917, y cuando Valparaíso ya se encontraba disminuido en su potencial
económico debido a la inauguración del canal de Panamá, el terremoto de
1906 y los efectos colaterales de la Guerra, llama la atención la creación de la
“Cámara Británica de Comercio”, cuyo principal propósito para marginarse de
la “Cámara de Comercio de Valparaíso” era aplicar restricciones a los
alemanes a partir de las denominadas “listas negras”121.
A fines del S. XIX Valparaíso comienza a experimentar un proceso
incipiente de industrialización, el cual como era de suponerse se encontraba
liderado por inversionistas británicos en su mayoría, quienes sobresalen en el
sector metalmecánico122. De todas maneras, hasta la retirada definitiva de la
gran mayoría de los capitales británicos en el gobierno de Allende a
comienzos de 1970123, la industria metalmecánica se mostró débil, dependiente
de insumos del extranjero y a veces retrasada en los aspectos tecnológicos, lo
cual volvió sumamente inestable al rubro, aunque esto no nos debe hacer
olvidar la gran importancia que estas empresas tuvieron en el desarrollo de la
infraestructura del Chile de finales del S. XIX y principios del XX.
Los antecedentes de la industria metalmecánica en Valparaíso,
podemos atribuirlos a un taller de calderería instalado en 1859 a nombre de
Ricardo Lever, Norman Fergurson y Guillermo Murphy, teniendo gran
participación en las reparaciones de la Escuadra Nacional durante la Guerra
del Pacífico y en los ferrocarriles construidos durante el breve gobierno de
Balmaceda124. Pronto, Lever y Murphy se convertirían en propietarios de la
“Fundición de Chile”, la cual competía en el mercado con la “Fundición La
Unión” de A. C. Brower y la “Fundición La Victoria” de Balfour Lyon125, esta
última a principios del XIX realiza varios trabajos a la Armada de Chile. En
cuanto a la participación en la construcción de carrocerías, herrerías y
hojalaterías también se observa una participación menor de alemanes y
franceses, aunque nunca en el nivel de los británicos126.
119 Estrada, Baldomero, “La colectividad británica en Valparaíso durante la primera mitad del
siglo XX”, en Historia, Nº 39, Volumen I, Ediciones Historia, Valparaíso, Enero – Junio, 2006, p. 74. 120 Ibíd., p. 75. 121 Ibíd., p. 76. 122 Ibíd., p. 81. 123 Ibíd., p. 73. 124 Ibíd., p. 85. 125 Ídem. 126 Ibíd., p. 84.
45
Otro conjunto importante de industrias y empresas con capitales
británicos instalados en la zona, fue la industria del té, la que se inaugura a
fines del S. XIX con la firma Betteley y Cía., de cuyos descendientes algunos
aún viven en Viña del Mar127. En 1893 en el mismo rubro, también se contabiliza
el emporio de Alejandro Graw, adquirido a Roberto Baird quien lo funda en
1878. En 1917 aparece la firma W. H. & F. J. Horniman Ltda., y en1922 aparece
The English Tea Room, por iniciativa de los Vogel128.
Finalmente, debemos recalcar la idea de que la presencia británica en
la importación y distribución de los productos provenientes del extranjero es
innegable, de igual forma a como las inversiones abarcaron un espectro que
los llevaba desde el negocio del salitre hasta del azúcar (mediante la Refinería
de Azúcar de Viña del Mar cuyo principal socio fue John Taylor) o el negocio
vitivinícola mediante su presencia en las Viñas Santa Rita y Chacra
Ochagavía129. Con todo, la huella de los extranjeros y en especial de los
británicos aún puede respirarse en Valparaíso, tanto por la permanencia de
algunas de las empresas que ellos iniciaron –como la British American Tobacoo,
hoy Compañía Chilena de Tabacos desde 1922- como por la mejora sustantiva
en los servicios de telefonía, de electricidad, de desagües, en la movilización y
tantos otros servicios que comienzan gracias a estos residentes cuyo legado se
aprecia desde la arquitectura del casco histórico hasta en nuestro sentido
particular del espacio público.
Italianos y españoles. La segunda ola.
Tal como ya señalamos en el apartado sobre las políticas comerciales,
administrativas y de inmigración (ver supra), a partir de las políticas
inmigratorias impulsadas por Balmaceda y ya desde el gobierno de Domingo
Santa María, la llegada de inmigrantes cambia los lugares de origen de los
mismos, en donde comienzan a aumentar los flujos de sujetos del sur de
Europa, especialmente italianos y españoles (para mayores detalles véase el
cuadro Nº 4).
Cuadro Nº 4: Población de las colectividades Europeas más importantes.
Departamento de Valparaíso, 1875-1952.
Nacionalidades 1865 1875 1885 1895 1907 1920 1930 1940
Alemanes 783 1.134 1.165 1.396 2.055 1.440 1.503 2.162
Franceses 799 986 819 1.097 1.003 791 549 377
Españoles 413 346 562 1.317 3.463 3.496 3.040 3.233
Británicos 1.014 1.785 1.478 1.974 2.053 1.799 1.322 693
Italianos 474 807 1.449 2.264 2.985 2.837 2.834 2.848
Otros Extranjeros 1.479 1.863 2.189 2.252 3.071 3.080 3.747 4.351
Total Extranjeros 4.961 6.921 7.662 10.302 14.630 13.443 12.995 13.664
Fuente: Estrada, Baldomero (2004: 60).
127 Ibíd., p. 77. 128 Ídem. 129 Ibíd., p. 80-81.
46
Tanto españoles como italianos comienzan a copar las costas debido a
grandes retrasos que experimentaban sus respectivos países en el contexto
europeo, liderado por Inglaterra y Alemania, las grandes potencias del S. XIX.
Chile en el caso de los españoles, como bien puede suponerse, fue en un
principio un buen lugar para poder iniciar actividades comerciales por la
condición de ex colonias de la corona española, no obstante, el conflicto
armado de 1866 con el tristemente recordado Bombardeo a Valparaíso
generó un éxodo importante de españoles, así como también generó
problemas metodológicos en al contabilización de su presencia, ya que a
muchos de los españoles que se quedaron en Chile se les obligó a un cambio
de nacionalidad, lo cual puede no reflejar una tendencia al alza en la
población de esa colectividad entre el censo de 1854 y el de 1865, en
contraste con el de 1875130.
Sin embargo, el bombardeo a Valparaíso dejó en una situación
ventajosa a la colectividad italiana, que en 1849 tan sólo contaban con 20
establecimientos comerciales131, y en 1857 con 90, contra 95 de la colectividad
española132 , aunque todos ellos de tamaño medio o pequeño como fue la
tónica de los negocios de ambas colectividades, de las cuales los italianos
salen favorecidos al copar el nicho dejado por los españoles tras la hostilidad
manifiesta de la población tras el bombardeo, y es por esta masiva llegada de
italianos a Chile que partiremos con ellos viendo la huella de éstos en la
estructura económica de los inmigrantes en la segunda oleada.
La colectividad italiana, una de las más solidarias entre sí como la
alemana, se destaca por ciertas normas a la hora de hacer negocios: no
cambian ni de rubro ni de dimensión del negocio133, lo que ha significado para
muchos la existencia de empresas tradicionales que se mantienen hasta el día
de hoy, como lo es el caso de la Empresa de Fideos Carozzi. A esto cabe
agregar retomando el tema de la solidaridad dentro de la colectividad, que
los comerciantes italianos cuando comenzaban a necesitar más mano de
obra, en vez de contratar al ejército de cesantes de la comunidad, prefieren
mandar a buscar a familiares y amigos a Italia, y es mediante las redes
familiares establecidas con la bota itálica que en el departamento de
Valparaíso se observa una gran llegada de italianos procedentes de la región
de Liguria134. Otro aspecto importante de resaltar de la colectividad italiana
respecto a su actividad comercial, es que si bien la gran mayoría se dedicaba
al pequeño comercio, también se observa la presencia de italianos en el
mediano y gran comercio, lo que les permitía generar redes de intercambio
comercial en todo el circuito135.
130 Estrada, Baldomero y Navarro, Concepción, opus cit, p. 119. 131 Estrada, Baldomero, “Notas sobre los genoveses en Valparaíso a través de los testamentos
1850 – 1900”, en Estudios migratorios latinoamericanos, Año 5, Nº 15 – 16, 1990, p. 549. 132 Estrada, Baldomero, “Redes socioeconómicas y mercados urbanos…”, p. 162. 133 Estrada, Baldomero, “Notas sobre los genoveses en Valparaíso…”, p. 549. 134 Ibíd., p. 550. 135 Estrada, Baldomero, “Redes socioeconómicas y mercados urbanos…”, p. 165.
47
Cuadro Nº 5: Participación de la colectividad italiana en los niveles de importación,
distribución y venta al público. Valparaíso, 1890.
Establecimientos (A) Italianos (B) Total % A/B
Casas importadoras 9 118 7,6%
Casas distribuidoras 21 126 16,6%
Tiendas de abarrotes y menestras 436 656 66,4%
Fuente: Estrada, Baldomero (1997: 165).
En cuanto a las casas importadoras, la presencia italiana es baja y de
menor envergadura que la de otras colectividades. Es así como tenemos que
dentro de los nombres más destacados al respecto suenan los de las familias
Cariola, Devoto, Maldini, Rondanelli, Sanguinetti, Soffia y Solari y Brignardello,
estos últimos a juicio de Estrada, los verdaderos prototipos de los migrantes que
llegan sin recursos económicos pero con una gran vitalidad136. Agustín Solari
llegó a ser un destacado miembro de la colectividad italiana en Valparaíso,
llegando a ser condecorado con el título de “Caballero de la Corona de
Italia”137.
En cuanto a las casas de distribución, de las 21 existentes en manos de
italianos, se observa como el negocio “en familia” es la constante dentro de la
colectividad, predominando los negocios de “Hermanos”. Es así como se
puede observar la presencia de Capurro Hnos., Cardemil Hnos., Falcone Hnos.,
Gervasoni Hnos., Raffo Hnos., Tortello Hnos. y Schiavetti Hnos., éstos últimos
establecidos en 1874 en Santiago, para luego trasladarse a Valparaíso en
1880138. La fama de los Schiavetti se debía a la aplicación de lo que hoy
conocemos como modelo fordista, puesto que para responder de manera
rápida y eficiente a los requerimientos de sus compradores, hacían participar
de los beneficios de la empresa a los empleados139. De los Schiavetti,
destacada es la figura de Mauricio, fundador del diario L’italia, la Scuola
Italiana y el Círculo Italiano, todos ellos en Valparaíso140. Otra estirpe famosa
por sus descendientes, fue la de Gervasoni, de los cuales Tomás llegó a ocupar
el cargo de vicecónsul de Italia141.
Como ya indicamos, el último escalafón en la escala del comercio era el
más copado por la colectividad italiana, donde destacan figuras como la de
Juan Caprile y Juan Crovetto entre muchos otros142. Dentro de esta
colectividad, se puede apreciar que las ganancias de los negocios se
reinvierten la mayoría de las veces, en donde la riqueza era garantía de tener
la posibilidad de ayudar a la familia antes que gastarla en lujos143. Los
despachos de los italianos resultaban ser pequeños negocios familiares, en
136 Ibíd., p. 167. 137 Ibíd., p. 168. 138 Ibíd., p. 171. 139 Ibíd., p. 174. 140 Ibíd., p. 175. 141 Ibíd., p. 176. 142 Ibíd., p. 177. 143 Ibíd., p. 178-179.
48
donde habitualmente se encontraba la residencia del regente, y cuando
llegaba el momento de invertir se adquiría un segundo local –nunca al lado de
la casa matriz- que se entregaba a la administración del hijo mayor144.
Por último, debemos señalar tres cosas respecto a la colectividad
italiana. La primera, es que debido a las características del comercio que
ejercía la mayor parte de la colectividad, muchos años tardaron en la
creación de un Banco Italiano, el cual recién viene a fundarse en 1905, tras
separase del Banco Español-Italiano creado en 1900145. La segunda, es que la
presencia italiana en la economía a comienzos del S. XX se palpa en un total
de 700 locales en Valparaíso, más unas 40 importadoras o distribuidoras146. Y la
tercera, es que lamentablemente una serie de acontecimientos que
revolucionaron la paz de la ciudad de Valparaíso y de Chile en general,
afectaron fuertemente a la colectividad italiana –junto a la española-
generando una especie de “italofobia” como lo destaca el diario L'Eco D'Italia
de Santiago en 1891147.
Como ya indicamos al inicio de este apartado, la colectividad española
residente en Chile debe separase en dos grandes momentos: antes y después
del Bombardeo a Valparaíso, como bien lo refleja el cónsul de España en Chile
quien declara que antes de la guerra los españoles se concentraron (...) en la
venta de comestibles, para luego dedicarse a la de telas148. Para el año 1857
por ejemplo, los españoles controlaban el 57% de los establecimientos del
sector tiendas, siendo al igual que los italianos propietarios de pequeños y
medianos locales149.
Luego del impasse sufrido por la migración española en el período
posterior a la Guerra Chileno-Española, ésta vuelve a reactivarse mediante las
ya nombradas leyes de inmigración promovidas por Balmaceda en particular,
aunque por el lado del Consejo Superior de Emigración de España, la visión
que se tenía de Chile era más bien pesimista, aún reconociendo las
posibilidades de surgir en el área comercial150. De todas formas, contingentes
considerables de españoles llegaron al país tras los llamados del gobierno de
Chile y debido a los problemas internos de España, distribuyéndose por el
territorio de forma marcada según las regiones de origen: los vascos en
Valparaíso, los catalanes en Santiago y los castellanos en Concepción151.
Debido a la tardía reincorporación de los migrantes españoles, éstos
debieron quedarse con los pocos espacios comerciales que les habían dejado 144 Ídem. 145 Ibíd., p. 183. 146 Ibíd., p. 180. 147 Estrada, Baldomero, “Los conflictos sociales en Valparaíso…”, p. 178. 148 Estrada, Baldomero y Navarro, Concepción, opus cit, p. 116. 149 Ibíd., p. 122. 150 Ibíd., p. 128. 151 Mazzei, Leonardo y Larreta, Ximena, en Ibíd., p. 129. Estrada incluso llega a vincular a los
españoles en cuanto a su origen territorial con determinadas actividades: los gallegos a las
panificadoras, los catalanes al calzado, y los riojanos a las madereras, en Ibíd., p. 140.
49
sus pares europeos, aunque al parecer a la fecha los españoles ya habían
aprendido algunas reglas básicas del capitalismo, como por ejemplo que en
donde no hay mercado, se crea. De esta forma, podemos señalar que la
colectividad española si bien se destaca por poseer negocios de reducidos
tamaños, es preciso recalcar la amplia gama de rubros seguidos en el sector
terciario por estos inmigrantes.
Un primer nicho copado por los españoles, fue el negocio de las
panaderías, en donde muchos de los locatarios provenían de Galicia y en
donde resultaba común ver a estos establecimientos con nombres alusivos a la
península ibérica (“Panadería Española”, “Panadería Barcelona”, “Panadería
Galicia”, etc.)152. Un segundo espacio llenado por los españoles, fue el negocio
de las telas, en donde a la gran cantidad de negocios de sastrería,
confecciones y talleres de costura de ínfimo capital, debe agregársele la
presencia del negocio de Ponciano Sanz, Francisco Ripio e Ignacio Escalante,
quienes en 1897 fundaron una importante industria del vestuario153. Luego, Sanz
se convertiría en presidente de “Cía. de Sederías de Viña del Mar” de reciente
extinción154. Otros negocios en el rubro del vestuario, fueron las sombrererías –
elemento muy usado en dicha época-, las fábricas de confecciones y la
industria del calzado155.
Mención aparte merecen dos destacados personajes de la colectividad
española. El primero de ellos fue Alfredo Velarde, quien tan sólo con 17 años
arribó a Concepción, para luego trasladarse a Talca y terminar en Valparaíso,
donde ya habiendo juntado algo de capital se instala con distintas sociedades
comerciales (una de ellas aún existe, como lo es la tienda “La Sombra”),
donde una de las más renombradas fue una mini cadena de cines muy
recordados –las personas de edad más avanzada aún suelen llamar Teatro
Velarde a los edificios en los que se ubicaban tales cines-, que llegó a contar
con dos locales en Valparaíso, uno en Viña del Mar y otro en Quilpue156.
El segundo personaje que merece mención aparte, fue Fernando Rioja
Medel (dueño del palacio emplazado en Viña del Mar que lleva su nombre),
un destacado y multifacético empresario e impulsor de la fusión de las distintas
compañías tabacaleras de principios del S. XIX, las que estaban teniendo un
gran auge en sus ventas, por lo que este visionario insistió en la necesidad de
aunar las fuerzas para llegar a fundar en 1922 la “Compañía Chilena de
Tabacos”, constituyendo el trust del tabaco en Chile157. Otros elementos
importantes de destacar en Rioja, es su participación como fundador del
Banco Español en 1900 y la Sociedad de Seguros la Nueva España. El banco
eso sí, nace en dicha fecha bajo el nombre de Banco Español-Italiano, para
152 Ibíd., p. 135. 153 Ídem. 154 Ibíd., p. 136. 155 Ibíd., p. 136-137. 156 Ibíd., p. 136. 157 Ibíd., p. 139.
50
luego separarse y fundar en 1906 el “Banco Español de Chile” que llegó a tener
presencia hasta en Barcelona158.
Finalmente, nos resta señalar que tanto españoles como italianos
conforman un nuevo grupo social en la ciudad, ya que si buena parte de los
inmigrantes llegados en la primera oleada constituyeron una pujante burguesía
que tras el terremoto de 1906 habría de moverse en masa hacia Viña del Mar,
los españoles e italianos llegados en la segunda oleada de inmigración forman
en gran medida los sectores medios de nuestra sociedad, y en este caso,
debemos rescatar la idea de que ambas colectividades se vincularon en
mayor grado con el bajo pueblo, tanto por la ubicación de sus locales como
por las condiciones en las que llegaron al pisar tierra chilena, lo que contrasta
con muchos de los inmigrantes de la primera oleada. Tal cual señala Estrada,
los migrantes del sur europeo se ubicaban también en los cerros y convivían
con aquel otro mundo de necesidades y apremios159.
5.- El fin de una época. A modo de conclusión.
“Los turistas se desplazan porque el mundo a su alcance (global) es
irresistiblemente atractivo; los vagabundos lo hacen porque el mundo
a su alcance (local) es insoportablemente inhóspito. Los turistas viajan
porque quieren; los vagabundos, porque no tienen otra elección
soportable. Se podría decir que los vagabundos son turistas involuntarios,
si tal concepto no fuera una contradicción en los términos”. Bauman, 1999.
Las causas “objetivas” sobre el ocaso de la época dorada del desarrollo
económico de Valparaíso se encuentran más o menos claras, y existe un cierto
consenso en señalar cuáles son: la construcción del canal de Panamá, el
terremoto de 1906, la primera Guerra Mundial, el cambio en la hegemonía
mundial de Inglaterra a EEUU y finalmente la crisis de 1929, la que terminó por
sepultar los casi 100 años de progreso ininterrumpido de la ciudad de
Valparaíso.
Sin embargo, en estas líneas no deseamos ahondar en las causas ni las
consecuencias del fin de la belle epoque porteña, más bien deseamos
destacar algunas de las consecuencias de los años de inmigración arribada a
Valparaíso, que según Estrada -al que aprovechamos de hacer un
reconocimiento por la desinteresada ayuda entregada para la elaboración de
este escrito- serían las que aún vuelven diferente a esta ciudad. La primera
consecuencia de la inmigración en los años de apogeo de Valparaíso, es que
surge una población nueva, una sociedad que no arrastra una estructura
social preestablecida que imponga un estilo160. La historia de Valparaíso se
forjó mirando hacia fuera y de espalda a lo autóctono, donde los migrantes
158 Ídem. 159 Estrada, Baldomero, “Los conflictos sociales en Valparaíso…”, p. 190. 160 Estrada, Baldomero, “Poblamiento e inmigración…”, en Estrada, Baldomero et a l, opus cit, p.
44.
51
resultaron ser los miembros más dinámicos de la sociedad161. La segunda
consecuencia, sería el surgimiento de nuevos grupos sociales, la burguesía
anglo-franco-germana y los sectores medios ítalo-hispanos. Valparaíso fue el
primer lugar de Chile donde existió un fuerte proceso de transformación social,
fruto de radiales cambios en su acelerado desarrollo urbano162. Una tercera
consecuencia implícita en Estrada, es el dinamismo económico de la región, lo
que quedó reflejado en su incesante actividad comercial e industrial, llevada a
cabo por una mayoría de migrantes, lo que llevó a Zorobabel Rodríguez en
1886 a afirmar que la industria chilena no es chilena, ya que desde las más
complicadas hasta las más sencillas son en sus nueve décimas partes
extranjeros las que las han establecido, las que la dirigen y las que recogen sus
provechos163.
Quisiéramos finalizar estas líneas llamando la atención sobre cuatro
temas complementarios a la revisión realizada en esta oportunidad. El primero,
nos indica que si bien la historia de los migrantes en la ciudad de Valparaíso
está llena de aventuras, quizás falta un esfuerzo por conocer las desventuras
de aquellos viajeros que alcanzaron un papel protagónico en la historia
porteña; falta la historia de los migrantes que se incorporaron al bajo pueblo y
no pudieron ser parte ni de la burguesía ni de los grupos medios. El segundo, es
que si bien existe una profusa información respecto a las colectividades
europeas que se instalaron en Valparaíso, hay algunas de ellas que aparentan
estar subinvestigadas, y eso no quiere indicar que sean menos importantes
para la formación de la cultura porteña. Por ejemplo, ¿por qué no investigar la
huella económica de los franceses y su influencia sobre el imaginario de las
mujeres en su relación con la moda y la belleza? El tercer tema, surge de la
observación de la trascendencia de los matrimonios como mecanismo de
inclusión de los migrantes a la clase más acomodada de nuestra sociedad
colonial, ¿y qué pasa con las uniones del bajo pueblo? El cuarto y último tema,
surge de la observación de los datos censales a partir de 1930 en adelante, la
suma de otros extranjeros que llegan a la zona va en franco aumento, lo cual
es indicativo que el tipo de viajero que ha llegado ya no es aquél integrado y
aceptado migrante europeo, quizás trátese de sujetos de países vecinos, de
Asia o de otros países de Europa, lo cual significa que desde esa fecha hasta
nuestros días es otra la huella que hay que seguir.
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161 Ibíd., p. 45. 162 Ibíd., p. 45-46. 163 Rodríguez, Zorobabel, en Ibíd., p. 53.
52
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53
HUELLA DE LOS INMIGRANTES EN LA ARQUITECTURA
DE LA CIUDAD DE VALPARAÍSO.
Mª Graciela López Sh.
La arquitectura y los inmigrantes en el siglo XIX
La ciudad de Valparaíso se ha configurado a lo largo de la historia a
partir de la influencia de diversos grupos humanos que le han otorgado una
particular proyección estética, producto de las innumerables modificaciones
que se han aplicado a la superficie de la ciudad, para satisfacer las
necesidades y deseos de quienes la han habitado. Siguiendo con esta idea, es
necesario aclarar que esta ciudad de alguna forma surge de la mano de la
llegada de estos flujos inmigrantes, en el contexto de la importancia que
adquiere la ubicación del puerto en la economía de la época, la arquitectura
que le acompaña, lejos de ser una característica puramente decorativa,
permite desentrañar de manera privilegiada, los rasgos culturales que han
forjado la originalidad que caracteriza a Valparaíso.
Desde este punto de vista, la arquitectura de la ciudad, en último caso
responde a las expectativas que los habitantes han puesto en el espacio físico
y a la manera en que se logra, a partir de la apropiación de este espacio,
construir un universo de sentidos, posibles de ser interpretados por sus
pobladores164, y que revelan de manera sutil, un conjunto de relaciones
sociales e históricas que al fin y al cabo son también relaciones de poder
(tanto al interior de la ciudad, como en el concierto nacional, particularmente
durante este siglo XIX)165.
En este sentido, tanto la distribución de los suelos como la disposición del
equipamiento de la ciudad, han favorecido a los grupos de extranjeros que
han llegado a vivir a Valparaíso, en estricto rigor, desde la conquista.
Más adelante, desde el periodo de la independencia del país, se
observan en la ciudad importantes transformaciones que tienen que ver con la
irrupción de grandes grupos de inmigrantes, especialmente europeos, quines
llegan a la ciudad a desarrollar trabajos comerciales y burocráticos
relacionados con la actividad portuaria.
La fisonomía de la bahía, en forma de un anfiteatro que se eleva hacia
los cerros, ha otorgado un valor significativo, en términos monetarios y
simbólicos al plan de la ciudad, en consecuencia, hacia la llegada de los
primeros colonizadores, a saber los españoles, éste ha sido un espacio
disputado por quienes ven en el puerto la oportunidad de generar riquezas, sin
164 NORDENFLYCHT Concha, José, Patrimonio local. Ensayos sobre arte, arquitectura y lugar,
Puntángeles, Valparaíso, 2004. 165 ESTRADA, Baldomero, CAVIERES, Eduardo, SCHMUTZER, Karin y MÉNDEZ, Luz María, Valparaíso:
economía y sociedad en el siglo XIX, Ediciones Universitarias de Valparaíso, Valparaíso, 2000.
54
embargo, la tendencia aislacionista de las primeras oleadas de inmigrantes a
la ciudad-puerto fueron poblando los cerros de manera paulatina,
inaugurando una nueva etapa arquitectónica y urbana en Valparaíso
caracterizada por la intención de los inmigrantes de re-crear aquí sus ciudades
natales, y por otro lado por la visibilización de una pobreza urbana oriunda,
que se margina hacia lo alto de los cerros, planteando una extraña
coexistencia de realidades culturales que prevalecen en el escenario de la
ciudad.
La huella de la colonia inglesa.
Sin duda, la mayor influencia en términos culturales-arquitectónicos
como sabemos, corresponde a la colectividad inglesa, que en un primer
momento se establece siendo preponderantemente masculina, joven y
endogámica. La reproducción cultural de este grupo pasa en gran medida
por la preocupación que ponen en hacer parecer a Valparaíso como una de
las ciudades de la costa británica166; desde el comienzo, los ingleses buscan
ubicarse en las proximidades del puerto para hacerse cargo de las actividades
comerciales referentes a este rubro. La presencia de este grupo queda
reflejada en la modernización que va experimentando la ciudad-puerto desde
el siglo XIX.
La estadía de los habitantes ingleses en las cercanías del puerto,
prontamente se ve interrumpida por la ocurrencia de diversas eventualidades,
primero el terremoto de 1822, que arrasó prácticamente con todas las
viviendas de la época, excepto con las de los ingleses, que hacia la fecha se
caracterizaban por ser casas de dos pisos, muy amplias, y bien construidas (a
juzgar por Richard Longeville)167 ubicadas en el almendral, que corresponde al
sector plano próximo al puerto, que hasta ese momento estaba constituido por
quintas. Luego en 1823, se desata un temporal que pone en riesgo
nuevamente a las construcciones nacionales y una serie de inundaciones que
tiene como resultado el desplazamiento de la comunidad inglesa hacia las
lomas del cerro Alegre, donde queda reflejada la auto-segregación, en
función del espíritu nacionalista que desarrolla esta comunidad168.
La acelerada evolución que vive la ciudad-puerto en el siglo XIX, la
hace distar mucho de la realidad nacional, y en gran parte esta evolución se
debe a la participación de los grupos inmigrantes en su particular desarrollo
comercial y cultural, donde una de las grandes dicotomías presentes en esta
distancia/rivalidad es la propagación de un ideario liberal que entra en disputa
con la normatividad propia de la sociedad chilena tradicional, representada
por la aristocracia santiaguina169.
166 Graham Mª, citada en Estrada, Valparaíso: Economía y Sociedad en el Siglo XIX, Ediciones
Universitarias de Valparaíso, Valparaíso, 2000, p. 15. 167 Estrada, op. Cit., p. 13. 168 Ibíd., p. 15. 169 Ibíd., p. 44.
55
Otro elemento importante en la configuración del espacio físico de la
ciudad, tiene que ver con la ocupación del espacio de los cerros, que se
desarrolla en forma gradual, desde la iniciativa de algunos ingleses, que ven
en los cerros la posibilidad de establecer sus barrios/ghettos. Hasta entonces,
los cerros al igual que gran parte de la superficie plana de la ciudad estaban
constituidos por ranchos y quintas de familias Santiaguinas, no obstante ya en
1820, se constata que el vicecónsul, Mr. White, vivía en el cerro alegre. Y es
justamente en este sector, donde se comienzan a establecer las familias
inglesas con sus grandes casas y jardines, todas mirando hacia el mar, y donde
todos sus habitantes continuaban hablando en su lengua natal.
Hoy es posible observar aún, la arquitectura “modernista” que proyectan
las construcciones británicas en el puerto, algunas de sus características
corresponden a la búsqueda de los trazos perfectos, la sofisticación de la
decoración y la racionalidad puesta al servicio del arte y del aprovechamiento
del espacio (siglo XX); enfrentado a un estilo conocido como neogótico, que
intenta revivir las formas dramáticas del romanticismo y que se observan
claramente por ejemplo, en las decoraciones inscritas en los altos techos de
las casas de Valparaíso170 (siglo XIX).
Los ingleses en búsqueda de preservar la cultura de la que provenían,
construyen en 1857 el “Colegio Mackay” en el centro del cerro Alegre, la
“iglesia anglicana”, el “Cementerio de Disidentes” que acoge a gran parte de
los extranjeros protestantes que residen en la ciudad. Y la “bomba inglesa”,
que a diferencia del resto de las obras, contiene un objetivo no exclusivamente
orientado a fortalecer su comunidad, sino que también presta un servicio a la
comunidad porteña en general.
El cementerio de disidentes: El Cementerio de Disidentes de Valparaíso Nª
2, se ubica frente al Cementerio General Nº 1 del Cerro Panteón, fue
construido por la imperiosa necesidad de los británicos y europeos
residentes, de poner fin a la odiosidad de parte de los católicos que no
aceptaban que éstos fuesen sepultados en sus terrenos sacros. Antes de
erigirse este cementerio, en el siglo XVIII, los cuerpos de estos fal lecidos
eran lanzados al mar tras breves ceremonias.
En 1825, el municipio vendió a su Majestad Británica, un terreno de una
hectárea, lo que permitió fundar un cementerio que los católicos dieron por
llamar de “disidentes”, Ello en directa alusión a estas disputas religiosas. Existían
en este cementerio una incuantificable riqueza, en marmol de tumbas y
mausoleos, en las terminaciones de metales nobles, en fin, en una serie de
detalles, que al correr el tiempo fueron siendo usurpadas por los visitantes.
170Entrevista a informante clave, Juán Abufón, Sociólogo, 2006.
56
Colegio Mackay: fundado por Mr. Peter Mackay, Sutherland y
Somerscales, el 8 de octubre de 1857, ubicado antiguamente en el cerro
Alegre, este colegio surge con la clara motivación de educar en forma
especial a los hijos de británicos y americanos nacidos o sólo criados en
Valparaíso. originalmente este establecimiento llevaba el nombre de “The
Valparaíso Artizan School Society” pero producto de pugnas religiosas al
interior de los educadores, deciden formar otro colegio, al que a la
muerte de Mackay, lo bautizan con su nombre. Esta obra pretendía
también integrar a los artesanos escoceses que trabajaban en talleres de
ferrocarriles, y que vivían en condiciones mucho más precarias, esto
debido a que Peter Mackay, era profesor en Glasgow, Escocia, desde
donde acepta venirse trasladado a esta región para hacerse cargo de la
educación exclusiva de los hijos de inmigrantes anglosajones. Sólo a partir
de 1871, el colegio comienza a recibir niños chilenos, que entran para
aprender a hablar en inglés.
Posteriormente, los otros dos socios fundadores vuelven a Inglaterra, y ya
en 1939, la sociedad de ex-alumnos reabre la institución, esta vez en Viña
Del Mar.
La iglesia Anglicana “Saint Paul”: en medio de un clima de hostilidades
religiosas la colonia británica amparada en la legitimidad de su poder
económico, intenta normalizar su situación espiritual levantando la
primera iglesia protestante en la ciudad de Valparaíso, y segunda en el
país; este templo representa un verdadero empuje para la comunidad
inglesa y un evidente gesto de resistencia frente a la hegemonía de la
iglesia católica. La erección de este templo se adelanta en un par de
años a la ley de indiscriminación de credo, (1865). Sin embargo la
legislación de edificios sólo permite que ella se construida con las
características de cualquier recinto de uso múltiple, de esta forma, es
como comienza a funcionar la iglesia anglicana al margen de la ley.
Posteriormente, al costado de la iglesia comienzan a construirse una
biblioteca y un instituto anglicano, que pretenden centralizar la actividad
intelectual de los ingleses. El encargado de construir este templo es
William Lloyd, ingeniero que llega a Valparaíso a trabajar originalmente en
las faenas del ferrocarril Valparaíso-Santiago171. Pese a que el autor no es
arquitecto, en la construcción de este templo es posible observar como se
conjuga un estilo medieval, en su transición del romántico al gótico,
aplicada sobre las terminaciones de madera que decoran este templo,
también se observa en general una sobriedad en la obra, que mucho
tiene que ver con el contexto de restricciones, y que finalmente a
contribuido a que actualmente, se encuentre sumergida entre las
construcciones aledañas casi pasando inadvertida.
171 Morales, Harrison y Swain, Valparaíso Lugar De Origen: Cronología Gráfica, Francisco Harrison,
Valparaíso, 1997.
57
En 1903, se instala en la iglesia un órgano, que en la época llega a ser
considerado el mejor de Sudamérica 172 denominado como “The Queen
Victoria Memorial Organ” cuyo financiamiento se logra por una
repartición orientada a perpetuar la memoria de la Reina Victoria.
La bomba inglesa: en Valparaíso la ocurrencia de incendios amenazaba
permanentemente a numerosas familias modestas y adineradas, y de la
misma forma a grandes casas comerciales y oficinas públicas y privadas;
en esta época, a mediados del siglo XIX, sólo existía un grupo de
milicianos pagados que se llamaban “zapadores bomberos”173 que eran
los encargados de extinguir los incendios y acudir a las emergencias, con
precarios recursos e infraestructura. Por este motivo las autoridades llaman
a integrar una unidad de bomberos, en la oportunidad concurre una gran
cantidad de ingleses y americanos, lo que finalmente se traduce en
nombrar a esta unidad: Bomba Inglesa nº 1, ya que consistía en la primera
bomba del país y de la ciudad.
Estos espacios sin duda agregan a la ciudad un conjunto de “visiones de
mundo”, en este momento, todo es materia de construcción en Valparaíso; la
ciudad está recién comenzando a levantarse y los ingleses son en esta
oportunidad, una colectividad muy presente. La introducción de la madera a
las construcciones de estos habitantes, va desplazando lentamente al adobe,
las estructuras de maderas rellenas con barro y con caña de guayaquil
muestran una excelente reacción frente a las eventualidades climáticas y
resultan elegantes para aplicar a las decoraciones, también de madera,
puestas sobre las superficies como puertas, techos, cornisas, etc174. También
comienzan a ser inaternalizados como decoración porteña. Este tipo de
decoración resulta ser bastante simple y austera, y da buenos resultados
prácticos a las diversas exigencias arquitectónicas de la época.
Por otra parte no se puede dejar de lado el aporte ideológico que
confieren este tipo de construcciones a la ciudad, dejando en claro una serie
de conflictos entre una sociedad tradicional, y una burguesía liberal que
participa del proceso de mayor desarrollo de la ciudad-puerto.
La influencia Alemana.
Ya desde 1840, en Valparaíso se observa la llegada de un nuevo grupo
inmigrante, esta vez son los alemanes los que llegan a las costas del pacífico
para probar suerte. El constante crecimiento que experimenta Valparaíso,
hace necesaria la instalación de servicios urbanos básicos en la ciudad, el
172 Morales, Harrison, Swain, opus cit, p. 44 173 www.bombaamericana.cl 174 Marchant Riquelme, Andrés, Guía turística de Valparaíso 2002, Gobernación Provincial de
Valparaíso, Ilustre Municipalidad de Valparaíso, Valparaíso, 2002.
58
poblamiento masivo en los cerros demanda una variedad de requerimientos
que hasta el momento la gestión pública nacional no lograba encarar, pero
que era percibida por los extranjeros como una experiencia ingrata de hábitos
primitivos, propios de una cultura premoderna.
Sarmiento, n su obra “un viaje a Valparaíso” describe la contradicción
que se genera en la coexistencia de un importante grupo de extranjeros
“civilizados”, limpios, cultos, bien vestidos, sofisticados; versus un también
importante grupo de indios, “bárbaros”, sucios, rudos, ignorantes, etc.
Los alemanes se integran a la actividad comercial rápidamente y al
igual que los ingleses establecen el lugar de residencia, apartado del lugar de
los negocios, que actualmente coincide con la calle Esmeralda y Prats. Sus
viviendas se ubican en el cerro Concepción, a un lado del cerro Alegre, donde
mantenían una institucionalidad organizativa interna que asombraba a los
intelectuales de la época. Los primeros alemanes que llegan al puerto se
caracterizan por haber salido de Europa por causa de la revolución o intento
de revolución del 1848.
Su estricta practica de la religión evangélica175, es una antecedente que
permite comprender la disciplina con la que se instalan en el puerto. Ya a fines
de 1860, la colectividad alemán había crecido enormemente y comenzaban a
fundar un conjunto de instituciones que le permitieran proyectarse en el
tiempo.
De esta forma surge el Club Alemán, el Colegio Alemán (1857), el
Hospital Alemán (1875), la Bomba Germánica (1851), el Club Gimnástico
(1870), la Iglesia Luterana (1865),la Asociación de coros (1866), el Club De
Regatas (1905), el Hogar del Marino Alemán (1904), el Club de excursiones
(1909), el Cementerio Alemán (1917), el Club de los Marxistas (1921) y el Club
de Tenis (1921)176.
Pese a que los alemanes se desenvuelven en el comercio, es también
cierto que desarrollan en Valparaíso, en gran medida la profesión de médicos
o farmacéuticos, haciéndose cargo de las problemáticas sanitarias, en muchos
casos frente a las que las autoridades locales no reaccionaban, como la
difusión de la sífilis asociada a la cultura de los burdeles.
Algunas de las huellas alemanas que más enclavadas han permanecido
en la historia del puerto la constituyen sin duda:
La Bomba Germania: El día 15 de Diciembre de 1850, en la madrugada, se
desata un gigantesco incendio que arrasó con casi la totalidad de las
175 Entrevista a informante clave, Juán Abufón, Sociólogo, 2006. 176 ESTRADA, Baldomero, CAVIERES, Eduardo, SCHMUTZER, Karin y MÉNDEZ, Luz María, Valparaíso:
economía y sociedad en el siglo XIX, Ediciones Universitarias de Valparaíso, Valparaíso, 2000.
59
casas del sector de Gomez Carreño. A raíz de esto un grupo de alemanes
residentes, junto a miembros de otras colectividades en Valparaíso
realizaron reuniones durante los meses de Diciembre de 1850 y Enero de
1851, en dependencias de la Intendencia Provincial, para conformar las
Comisiones Oficiales Organizadoras del Cuerpo de Bomberos, De esta
forma el día Sábado 7 de Junio de 1851, fue citada la Segunda Compañía
de Bomberos para formar su Reglamento y nombrar Capitán y Oficiales177.
Colegio Alemán: corresponde a una de las instituciones educacionales
más antiguas de Chile, se funda en 1857, para formar a los hijos de los
inmigrantes alemanes , inicialmente se ubica frente a la plaza Victoria,
pronto es trasladado a la Avda. Pedro Montt, y finalmente instalado en el
cerro Concepción , que es el lugar que habita preferentemente la
comunidad alemana. Más adelante el colegio se implementa con
gimnasio, no obstante algunos problemas al interior de la organización
hizo que el colegio se dividiera y apareciera el instituto alemán que
después de años vuelve a reunirse en una misma institución.
Otra particularidad del colegio consiste en que, no pudiendo resolver las
divergencias religiosas al interior del establecimiento, por contar con
protestantes, judíos y católicos, el colegio Alemán se designa
supraconfesionario178, y se caracteriza por realizar kermeses, que son
actividades de esparcimiento al interior del colegio, que permiten acercar
a las familias con los hijos, en el contexto del espacio de estudio y que
actualmente forman parte de nuestras costumbres “escolares”.
Finalmente, en 1988, el colegio se trasladó a Viña del Mar, luego del
terremoto del 85’ que produjo grandes estragos en el edificio.
Iglesia Luterana: la iglesia evangélica alemana, constituye todo un hito en
la ciudad de Valparaíso, fue construida por los hermanos Bliederhauser, el
año 1897, habiendo entrado en vigencia la ley que elimina la
discriminación religiosa, fue erigida sobre un terreno irregular, y en
pendiente, la idea es que la iglesia por su ventajosa ubicación pueda ser
vista desde la mayor parte de los puntos de Valparaíso, en torno a la lucha
por la apropiación del espacio simbólico.
Esta iglesia está compuesta por una esbelta torre, terminada en punta, y al
lado una nave semioctagonal. Su diseño corresponde al estilo neogótico
177 www.bombagermania.cl 178 Marchant Riquelme, Andrés, Guía turística de Valparaíso 2002, Gobernación Provincial de
Valparaíso, Ilustre Municipalidad de Valparaíso, Valparaíso, 2002.
60
con arcos y ventanas ojivales, y decoración de madera y metales
aplicados a la estructura interna.
La huella de franceses e italianos.
Con la consolidación de los cerros Alegre y Concepción, comienzan a
establecerse los “barrios” en los cerros, la llegada de los franceses durante la
primera parte del siglo XIX, aparece bastante discreta, los inmigrantes llegados
desde Francia se ubican en el cerro Concepción y destacan por su
participación en la economía de mediana escala, sin embargo, una de las
construcciones más representativas de la época, corresponde a esta colonia y
es el “Hotel Aubry”.
Además de la propia influencia de los migrantes franceses, destaca en
la época, la participación del Arquitecto chileno, Aldunate, quien becado por
el Gobierno, se va a París a terminar sus estudios, y al volver se hace cargo de
la construcción de importantes edificios de la ciudad que claramente,
mantienen una estética y estilo del romanticismo francés, como la ex -
intendencia.
Hotel Aubry: Fundado por Mme. Aubry, quien estando separad de su
marido, y siendo protegida por un capitán de barco llega a Chile con el
apoyo financiero de este capitán e instala una pensión modesta que al
poco tiempo deriva en uno de los Hoteles mas prestigiosos de Valparaíso,
tanto por su espléndida ubicación en el centro como por su esmerada
atención.
Es interesante agregar que, en su edificio, estuvo varios años la oficina
central de la Cía. de Refinería de Azúcar de Viña del Mar.
Lamentablemente, el día 6 de marzo de 1882, en el hotel ocurre un
incendio que acaba con el edificio, que había sido construido casi por
completo de madera, y que por su ubicación central y entre calles muy
angostas no pudo rescatarse como huella material. Sin embargo
permanece como huella simbólica del mejor momento de la ciudad-
puerto.
Los italianos por otra parte llegan al puerto en condiciones muy distintas a
las de los otros grupos, la mayoría huyendo de la situación política y
económica de su país, se integran en Valparaíso a forjar una nueva vida, en
esta ciudad se dedican mayoritariamente al pequeño comercio, más bien al
abastecimiento de las familias porteñas, y a diferencia de alemanes y
británicos, los recintos que disponen para el comercio, suelen coincidir con sus
viviendas familiares. Los grandes almacenes de familias italianas y restaurantes
que rememoran ciudades de Europa del norte, pertenecen aún a la
configuración de la ciudad, los italianos fueron tal vez la cultura menos
endogámica, desde su llegada, se vincularon bastante bien a la población
porteña, y su modo de integración en la ciudad fue a partir de lo lazos
61
familiares, como sabemos los italianos tienen una particular forma de vivir la
vida en familias grandes, motivo suficiente para entender como en Valparaíso
se van generando grandes grupos de italianos, que se ubican preferentemente
en el cerro Cordillera y en las cercanías de la plaza Victoria (calle las heras),
donde tiene sus negocios179.
Sin embargo, esta misma integración que experimentan los italianos
desde un primer momento, se traduce en que comparten gran parte de los
servicios urbanos con la población porteña, como colegios, iglesias, y no
construyen este tipo de instituciones que aportan de manera evidente a la
infraestructura de la ciudad y que permanecen como huellas indelebles de
una época configurativa de la memoria porteña.
Las huellas de los inmigrantes y la actualidad.
Una ciudad en general, es muchísimo más que el conjunto de sus
edificios es básicamente la esencia de su paisaje cultural, un paisaje que el
hombre ha transformado extensiva e intensivamente180 según sus intenciones.
El recorrido por la arquitectura de las colectividades inmigrantes con
presencia significativa en Valparaíso, hacia el siglo XIX, plantea básicamente
dos ideas, primero, que la formación misma de la ciudad se genera
dinámicamente con la llegada de estos grupos, situación que se ve facilitada
por la ausencia de una estructura social de tipo tradicional, que hubiese
opuesto mayor resistencia al proceso modernizador inaugurado desde el 1800.
sin embargo, y aunque no atañe en forma directa al objetivo de esta
reconstrucción, ese proceso de auge del puerto se desarrolla también con la
presencia de un grupo de habitantes oriundos de la zona y de migrantes
nacionales de regiones cercanas que llegan al puerto a desarrollar los trabajos
menos cualificados y por lo tanto menos remunerados.
La arquitectura que desarrolla este grupo es simple, casas de adobe,
recubiertas con barro y blanqueadas con cal181, que quedan marginadas a las
alturas de los cerros. Por otro lado esta simpleza refleja efectivamente la
ignorancia que Sarmiento le imputa al trabajador del puerto, pues la
educación en la época de la república no era prioridad. Y en consecuencia la
huella arquitectónica de los marginales queda reducida a un conjunto
inacabable de casas improvisadas y eternamente interminadas, que tanto
llaman la atención de los afuerinos y que se conjugan con los vestigios de la
época del romanticismo neogótico y modernismo racionalista característicos
del estadío de la modernidad.
179 Entrevista a informante clave, Juán Abufón, Sociólogo, 2006. 180 Marchant Riquelme, Andrés, Guía turística de Valparaíso 2002, Gobernación Provincial de
Valparaíso, Ilustre Municipalidad de Valparaíso, Valparaíso, 2002. 181 ESTRADA, Baldomero, CAVIERES, Eduardo, SCHMUTZER, Karin y MÉNDEZ, Luz María, Valparaíso:
economía y sociedad en el siglo XIX, Ediciones Universitarias de Valparaíso, Valparaíso, 2000. p.
17.
62
Bibliografía.
ESTRADA, Baldomero, CAVIERES, Eduardo, SCHMUTZER, Karin y MÉNDEZ, Luz
María, Valparaíso: economía y sociedad en el siglo XIX, Ediciones Universitarias
de Valparaíso, Valparaíso, 2000.
MARCHANT RIQUELME, Andrés, Guía turística de Valparaíso 2002, Gobernación
Provincial de Valparaíso, Ilustre Municipalidad de Valparaíso, Valparaíso, 2002.
MORALES, HARRISON, SWAIN, Valparaíso Lugar De Origen: Cronología Gráfica,
Francisco Harrison, Valparaíso, 1997.
NORDENFLYCHT CONCHA, José, Patrimonio local. Ensayos sobre arte,
arquitectura y lugar, Puntángeles, Valparaíso, 2004.
Apuntes de entrevista con informante clave, 2006.
Entrevista a informante clave, Juán Abufón, Sociólogo, 2006.
Páginas Internet.
www.bombaamerica.cl
www.bombagermania.cl
63
ANEXO.
Extranjeros para Valparaíso y Viña del Mar según el Censo de 2002.
PAÍS DE ORIGEN Casos %
ARGENTINA 2.283 30,44%
ESPAÑA 600 8,00%
PERU 502 6,69%
ESTADOS UNIDOS DE AMERICA 435 5,80%
ECUADOR 325 4,33%
ALEMANIA 303 4,04%
ITALIA 285 3,80%
BRASIL 270 3,60%
SUECIA 270 3,60%
BOLIVIA 202 2,69%
VENEZUELA 201 2,68%
COLOMBIA 175 2,33%
FRANCIA 155 2,07%
CANADA 144 1,92%
REINO UNIDO 133 1,77%
URUGUAY 109 1,45%
SUIZA 90 1,20%
20016. CUBA 82 1,09%
MEXICO 60 0,80%
IGNORADO 54 0,72%
AUSTRALIA 52 0,69%
PARAGUAY 50 0,67%
NORUEGA 46 0,61%
PANAMA 41 0,55%
RUSIA 37 0,49%
BELGICA 35 0,47%
HOLANDA 35 0,47%
CHINA 30 0,40%
ISRAEL 29 0,39%
SIRIA 28 0,37%
AUSTRIA 27 0,36%
DINAMARCA 25 0,33%
COSTA RICA 21 0,28%
PALESTINA 21 0,28%
RUMANIA 21 0,28%
JAPON 19 0,25%
CROACIA 17 0,23%
NICARAGUA 16 0,21%
YUGOSLAVIA 16 0,21%
REPUBLICA DOMINICANA 15 0,20%
UCRANIA 15 0,20%
REPUBLICA DE COREA 13 0,17%
GRECIA 13 0,17%
64
HUNGRIA 13 0,17%
GUATEMALA 12 0,16%
POLONIA 12 0,16%
EL SALVADOR 10 0,13%
HONDURAS 9 0,12%
SUDAFRICA 8 0,11%
TURQUIA 8 0,11%
NUEVA ZELANDA 8 0,11%
INDIA 7 0,09%
PUERTO RICO 6 0,08%
JORDANIA 6 0,08%
BULGARIA 6 0,08%
PORTUGAL 6 0,08%
REPUBLICA CHECA 6 0,08%
EGIPTO 5 0,07%
SANTA ELENA 5 0,07%
INDONESIA 5 0,07%
IRAN 5 0,07%
IRLANDA 5 0,07%
TONGA 5 0,07%
ARGELIA 4 0,05%
MOZAMBIQUE 4 0,05%
LIBANO 4 0,05%
FINLANDIA 4 0,05%
ANGUILLA 3 0,04%
ARABIA SAUDITA 3 0,04%
HONG KONG 3 0,04%
SINGAPUR 3 0,04%
TAIWAN 3 0,04%
LETONIA 3 0,04%
LIBIA 2 0,03%
ALBANIA 2 0,03%
MONACO 2 0,03%
FIJI 2 0,03%
CHAD 1 0,01%
KENYA 1 0,01%
MAURICIO 1 0,01%
JAMAICA 1 0,01%
SANTA LUCIA 1 0,01%
TRINIDAD Y TOBAGO 1 0,01%
EMIRATOS ARABES UNIDOS 1 0,01%
FILIPINAS 1 0,01%
NEPAL 1 0,01%
TAILANDIA 1 0,01%
ANDORRA 1 0,01%
GUAM 1 0,01%
Total 7.501 100,00%
Moreno, 2006.