do a última hora en unMundial para el que nocontaba. Bulgaria viveen el alambre. ComoHristo, su líder, que sedejó la barba quizá sabiendo que todo aquíera cuestión de esperar.El espaldarazo pudodárselo Maradonacuando le mandó aquelmensaje: “Hristo, levántate y anda”, tras la derrota ante Nigeria. YHristo, que estabacomo Lázaro, muerto.se levantó. Y con élBulgaria. para escribir lapágina más emotiva delMundial. Bulgaria, unequipo que llegó sin haber ganado un partido

— en una fase final.Bulgaria, la Cenicienta yHristo, el Príncipe de uncuento fantástico.

El ‘tic tac’del fútbolde ‘Roby’Tal vez todavía no sumónoventa minutos mundialistas para grabarlos;1]

FI PU NTECÁRLQS BONELLI;0]

en oro. Él lo sabe, aunque aquella muletilla de‘mejor jugador del mundo’ explotó automáticamente cuando su calidad apenas asornó lanariz. No está para gástar energía en gritos,

. aunque se entremezcleen alguna polémica:cosa de divo. Cuando seadueña de esa zona detres cuartos para adelante que tan bien sabeminar de talento, la explosión es cuestión desegundos. Ya se convirtió en protagonista central en el mejor momento de la película, cuandoel espectador y el crítico

levantan o bajan el pulgar. ‘Roby’ está entrenosotros. Se escucha el‘tictac’ de su fútbol.;1]

onríe aHri stríncipe A ldeTcuento que le lleva do a sf na les;0]

;SEMIFíNÁLES BULGARIA - ITALIA V?

El Príncipedel cuento dehadas búlgaroCada partico es una lucha por la supervivenciade su equipo, clasifica;1]

APIINTETOMAS GUASCH;0]

13JUL1994