Post on 27-Apr-2020
JUNTOS CONSTRUIMOS COMUNIDAD (Urbanización Huarcay)
Quito, julio 31 / 2019
Queridas amigas y amigos de San Francisco de Huarcay:
Gracias por ese cálido recibimiento. Estoy acompañado de mi
queridísima esposa (Rocío) que, como ustedes saben, preside sin
remuneración el Plan Toda Una Vida. También del señor
vicepresidente y su señora esposa (Claudia), que ha sido un alfil
fundamental para sacar adelante esos huertos orgánicos. Porque
da la casualidad de que Claudia es experta en asuntos agrícolas,
de cultivo de huertos y lo demás. Por eso veo que los tomates
están de primera. Claudia, te felicito. Me alegro muchísimo de
que todo esté bien. Esos pimientos se ven extraordinarios. Les
felicito y les agradezco.
Siempre que vengo, me reconforta el corazón mirar las sonrisas
de los niños, de las madres cuidadoras, de los adultos mayores, y
sobre todo de mis queridos hermanos que tienen algún tipo de
discapacidad. Qué grato el haber podido servir en algo para esa
felicidad tan anhelada por todos. ¡Gracias, queridos hermanos,
por su generosidad de alma! Y también por esa danza tan bonita
que nos han regalado las abuelitas y abuelitos de este sector.
Recordemos la necesidad que tenemos de mantener nuestras
costumbres, nuestro folklore, nuestra música, nuestra
vestimenta típica. Los sombreros, los abrigos, los ponchos. Y por
supuesto, nuestras lenguas y costumbres.
El poeta Goethe decía que un pueblo que no tiene leyendas está
dormido. Pero un pueblo que no tiene mitos está muerto. Y todo
esto es parte de la leyenda Ecuador. Todo esto parte del mito,
también Ecuador. La parte mítica que todos los países tienen,
hay que reportarla, fortalecerla y enorgullecerse de ello. Entre
esas, por supuesto, toda esa música, esas vestimentas lindas,
esas danzas preciosas que siempre las disfrutamos con cariño.
Huarcay, amigos, es una de las primeras urbanizaciones que
construimos con el esquema de la Misión Casa para Todos. ¡Por
eso es muy especial para nosotros, para el gobierno, para el país!
Llegar acá es un privilegio para cualquier autoridad. Se ve la vida
transcurrir. Se ven los sueños y los proyectos materializándose
todos los días. ¡Qué linda vista tienen! Se respira un aire fresco.
Aprovéchenlo, es parte de la felicidad. Inclusive ese viento que
acaricia nuestro rostro, nuestro cuerpo, es parte de algo que
algún día nosotros fuimos, porque nosotros fuimos agua, fuimos
viento, fuimos plantas.
Somos tierra. Compartimos con ella los mismos elementos
químicos. Por eso hay que tratarlos a todos, a los animalitos, a
las plantas, como hermanos nuestros, porque realmente lo son
dentro de la conservación de la vida, y de ese propósito de
alcanzar la felicidad al cual tenemos derecho todos.
Huarcay, que hace poco cumplió un año de ser habitada, es
nuestra inspiración y aliento. Y junto a Huarcay están San Alejo,
Jama, Nuevo Ceibo, Balcón Encantado, Santa Clara, Fénix, Dulce
Amanecer, Guayaquil de mis amores, etcétera. Así como Huarcay
estamos haciendo cientos de urbanizaciones. Algunos nombres
me vienen a la memoria, de las 25 urbanizaciones en las que,
junto a la maravillosa infraestructura, hoy se construye algo más
grande aún: se construye un plan de vida.
No podemos tener ausencia de un plan de vida. El plan de vida es
fundamental, es saber cómo voy a conseguir ser mejor y más
feliz mañana, el próximo año. Tener un plan de vida es: qué voy
hacer cuando sea viejecito, de qué voy a vivir, etcétera, etcétera.
Ustedes por lo menos ya tienen una casa. Ojalá pudiésemos
dárselas a todos los ecuatorianos. Todo un plan de vida, desde y
para los habitantes, y el gobierno colaborando.
Como bien decía Rocío, ahora la gente de barrios aledaños a
nuestras urbanizaciones, se acercan a preguntar sobre nuestro
modelo de gestión. Sí, sintámonos privilegiados. Ustedes ven las
casas que rodean la urbanización, y saben que tienen una
urbanización que es mejor a aquellas que están rodeándoles.
Son privilegiados no únicamente en la posición de la casa, sino
privilegiados en cuidarlas, en mantenerlas. Pero sobre todo, en
hacer comunidad, llevarse bien con los vecinos, en defenderse
mutuamente, en ayudarse, en ser solidarios, en ser tolerantes,
en ser hospitalarios con los compañeros y con todo el mundo.
Cómo se organizan las directivas, cómo se hace para que las
casas comunitarias estén llenas de actividades, cómo cuidan los
espacios verdes, que siempre están verdes y bonitos.
Y la respuesta es más bien sencilla: en primer lugar, edificamos
casas bonitas, cómodas, modestas pero muy bien pensadas. Con
los espacios mínimos, para que una familia pueda proponerse y
lograr vivir de manera pacífica, de manera armónica. Con los
espacios comunitarios necesarios y adecuados para compartir,
para generar lazos y redes de hermandad, redes de comunidad,
de solidaridad.
Y por supuesto, deben tener agua potable, sistema de
saneamiento, recolección de basura, además de acceso rápido a
servicios de educación, salud y transporte. Todo eso forma ese
plan de vida, para lograr ser feliz todos los días.
En segundo lugar, fomentamos la cooperación, la unión, la
minga, la jocha. Ustedes saben que la minga y la jocha son
instituciones preincásicas. Habían antes de que vengan los incas
a nuestro país. Ya los Caras lo practicaban. Es la colaboración, en
conjunto, para lograr un propósito común. El trabajo
mancomunado, la conciencia de que aquello que yo no puedo
hacer, de seguro sí lo puede hacer mi vecino.
Ahí tenemos una persona con discapacidad alta. Es obvio que él
no va a poder colaborar. Colaborará con la sonrisa, con la alegría
para motivarnos, para incentivarnos, para hacerlo mejor todos
los días. Para lograr cada día ser mejores y ser más felices. Hacer
feliz al vecino, a la vecina.
Así, si yo tengo que salir, nos damos la mano con el cuidado.
¿Recuerdan en los barrios antiguos? “Vecinita, dará viendo la
casa”, “vecinita, dará viendo los guaguas”. ¡Qué lindo volver a
vivir en comunidad! Así volvemos a reconocernos, a confiar en el
otro, como era antes. Como siempre debió ser.
Y en tercer lugar, eso es importantísimo: educando. No me
refiero solamente a la educación formal, que es indispensable.
Sino educando en el fomento de valores, de principios, de
corresponsabilidad. ¡Corresponsabilidad!
El gobierno pone esto, yo pongo esto. El vecino pone esto, yo
voy a poner más. Si la vecina trabaja, yo voy a trabajar más. Si el
vecino está contento, yo también voy a estar alegre. Y voy a
propiciar que todos estén alegres. Eso es lo responsable de un
gobierno, de una ciudadanía: educar a los ciudadanos para que,
cuando lo necesiten, sepan adónde acudir. Pero también
creando la conciencia de corresponsabilidad que tienen como
ciudadanos, como padres y madres, como empleados. Inclusive
como autoridades, también.
Y aquí en secreto, donde nadie nos oye, esto es lo que hace
Rocío todos los días, todos los días. Démosle un aplauso a mi
mujer. Rocío, muy frecuentemente acompañada de Claudia,
están siempre junto a los gestores de comunidad. Colaboradores
nuestros que trabajan en las urbanizaciones de Casa para Todos.
Vamos a seguir construyendo miles de estas urbanizaciones. Esa
es la idea, ese es el propósito. Para que el próximo gobierno coja
la posta y ojalá algún día no exista un solo ser humano que no
tenga un techo propio donde vivir; donde nadie lo saque de su
casa; donde tenga un patrimonio que asegure la unidad familiar;
donde tenga un patrimonio que heredar a sus hijos; donde tenga
un patrimonio para dejar a su esposo o a sus hijos, si decide Dios
cerrarnos los ojos.
En esas urbanizaciones existen casi 20 mil personas en situación
de pobreza, de vulnerabilidad. Rocío, Claudia y nuestros gestores
de comunidad generan alianzas y redes, conectan amigos y nos
involucran a todos, a toditos, por eso estoy acá.
Por supuesto, hay otras actividades que realizan el presidente y
el vicepresidente. Pero cómo decir no a las esposas. Los que son
casados saben perfectamente que “donde manda capitán, no
manda marinero”.
He podido ver ese invernadero lindo: ¡multipliquémoslos! Los
tomates están sabrosísimos, los pimientos de primera. Todo lo
que hacen ustedes, lo hacen con cariño y lo hacen bien. Porque
eso hay que hacer siempre. Cuando tú cultives una fruta, una
verdura, una hortaliza, siempre piensa en que vas a hacerle un
bien, vas a dar una verdura sabrosa, bien cuidada, sin elementos
químicos que la adulteren, para que su salud sea mejor. El
propósito ayudar a los demás. Y no te preocupes: siempre eso
regresa por una cadena virtuosa. Cuando das, siempre te regresa
multiplicado. El sistema contable del universo es perfecto.
Hagámoslo sin intención de que nada regrese. Pero no se
preocupen: todo lo que hacemos por los demás, nos regresa
multiplicado. Si damos cariño, regresa multiplicado; si damos
educación, regresa multiplicada; si damos cultura, regresa
multiplicada. Si damos esfuerzo, trabajo, cuidado, siempre nos
regresa multiplicado. Así es el orden cómo funciona el universo.
Y por supuesto, también la maldad regresa multiplicada, también
el chime regresa multiplicado, también lo malo regresa
multiplicado. Por eso jamás, jamás, poner mala intención, mala
fe, mal trabajo, mal producto, en manos ni en el corazón de
nadie, para que nos regrese multiplicado amor, conciencia,
tolerancia, respeto, buenos productos para poder servirnos en
nuestra casa con toda confianza.
Conciudadanos queridos todos: aquí en Huarcay, y en todas las
urbanizaciones, está el corazón del Plan Toda Una Vida. Aquí
debemos hacer que funcionen todos los programas del Plan Toda
Una Vida. Aquí, donde están los que más lo necesitan, pero
también los que más pueden. ¡Todos pueden! Por favor, que
nadie se desvincule del trabajo; y si tenemos una discapacidad, a
poner lo que podemos hacer. Nadie puede estar de ocioso
creando comunidad.
También los que más pueden, los que más dan, los que más se
esfuerzan, todos en conjunto. Aquí es donde se generan créditos
y emprendimientos, economía, desarrollo, crecimiento. Aquí los
ministerios articulan sus paquetes de servicios y la mejor forma
de cómo acercarse y acercarlos a los ciudadanos. Aquí las
empresas empiezan a invertir y los proyectos de vida a crecer y a
multiplicarse.
A propósito, muchísimas gracias, y un aplauso al empresario que
está comprando los productos que salen de acá. Tenga la plena
conciencia, señor representante del grupo Coral, que estos
productos son de primera calidad, sanos, que van a garantizar a
sus clientes el mejor producto para su alimentación diaria.
Aquí, también, las personas con discapacidad son incluidas, y
todos aprenden a disfrutar de la diversidad, porque eso es la
discapacidad, no es incapacidad. Es la maravillosa diversidad de
la que está compuesto el universo, el mundo en que habitamos.
Todo es diverso, por eso es lindo. Porque si fuera igualito, sería
horroroso. La diversidad es lo que hace hermoso al universo. Si
alguien tiene menos capacidades que tú, tú puedes ayudarle a
complementarse.
Estoy seguro de que las personas con discapacidades también
tienen muchas potencialidades para poder ayudarle. A ayudarles
a detectar las potencialidades, las habilidades, las destrezas, las
capacidades, los conocimientos que pueden ser aprovechados en
beneficio de ellos mismo, de sus familias y de los demás. No hay
ni habrá obra de infraestructura o megaproyecto, que
transformen tanto la vida de los ciudadanos como el darles una
oportunidad.
Miren cómo esta gente vive dignamente. Antes, cuando las casas
no eran de ellos, cuando las casas estaban derruidas, cuando
tenían filtraciones de agua, cuando no tenían un baño, sino un
baño comunitario, ¿de qué dignidad podemos hablar? ¡Ahora sí
podemos hablar de que se construye dignidad! Porque eso es lo
que se merece un ser humano: vivir con dignidad. Y ustedes
están aprovechando la obligatoriedad que tiene el gobierno y
toda la ciudadanía de generar dignidad. Eso es lo único que
necesitan nuestros compatriotas: dignidad y oportunidades.
Nada más.
Miren a los 2 ó 3 millones de ecuatorianos en el extranjero. Los
mejores trabajadores, los mejores seres humanos. La gente los
ama. El momento en que van a pedir un trabajo, al primero que
cogen es a un ecuatoriano. O solicitan ecuatorianos, porque
somos gente buena, somos gente sana, somos gente honrada.
Inclusive, cuando las oportunidades son adversas, sabemos
levantarnos y volver a caminar. Cuando cometemos algún error,
siempre debemos tener la oportunidad de volver a levantarnos y
volver a empezar.
Siempre se puede cambiar el pasado, no permitiendo que influya
ni haga maldades hacia el futuro. Eso es todo: a cambiar el
pasado. Si tenemos algún defecto, algún error atrás, no importa.
La vida y Dios siempre nos da la oportunidad de levantarnos y
volver a caminar.
Por eso, esto no es paternalismo, ¡ni mucho menos! Todo lo
contrario: gracias al trabajo de los gestores de la comunidad.
¡Qué lindo trabajo! Un aplauso por favor para los gestores de la
comunidad que han logrado involucrar y articular las acciones
gubernamentales con las ciudadanas. ¡Hoy vemos algo que antes
era impensado!
Son los propietarios de las viviendas quienes están empoderados
de su vida y su futuro. Ellos, que antes estaban en la calle, que
antes no iban a la escuela, que no tenían trabajo fijo... Ellos, hoy
nos enorgullecen. Y estoy seguro de que ustedes, habitantes de
Huarcay, igual que todos los habitantes de las comunidades que
estamos construyendo, están enorgulleciéndonos. Y hacia
futuro, estoy seguro de que nos van a llenar de muchísimo más
orgullo. Muchísimas gracias por ello.
Ustedes, hoy toman decisiones a favor de su comunidad y de sus
familias. Han decidido, por ejemplo, trabajar para ser barrios
libres de violencia. Para convertirse en barrios verdes. La
violencia cunde porque no hay el cuidado del vecino, porque
entre todos, si saben que están organizados, ordenados, nadie
podrá asaltarles ni quitarles sus propiedades.
Porque los barrios ahora son verdes. Son comunidades formadas
y capacitadas en manejo de desechos. Conscientes de sus
derechos, por supuesto, pero también de sus obligaciones, de su
corresponsabilidad. Todos somos responsables de lo que pase en
Huarcay. Si algo malo pasa en la esquina, en parte es también
por omisión o por acción. Es tu responsabilidad, por aquello que
hiciste mal o que dejaste de hacer bien. Todo eso es parte de la
responsabilidad que tienes.
Quiero expresar mi más sentido agradecimiento a los gestores de
comunidad, que trabajan mano a mano con los vecinos. Desde el
levantamiento de información de los núcleos familiares pobres y
vulnerables, hasta su acompañamiento para que encuentren
empleo o generen emprendimientos. Eso hemos visto en esta
hermosa feria de textiles, artesanías, alimentos (qué cosas
sabrosas). ¡Comprarán, comprarán! Textiles, artesanías,
alimentos y hasta servicios de belleza. Me alegro mucho de que
todos trabajen. ¡Qué alegría grande ver el progreso de Huarcay y
de su gente!
Los gestores también les ayudan a conformar su directiva barrial,
a elaborar las reglas de convivencia en sus nuevos hogares y en
toda la urbanización. Ese es su trabajo y misión: promover y
facilitar la vida de la comunidad, haciendo realidad cada
componente de este maravilloso plan denominado Toda Una
Vida.
Desde el mismo momento de la concepción, cuando producto
del amor surge un ser humano, que luego se vuelve en un niño
que necesita inspiración, en un joven que necesita impulso, en
un adulto que necesita cuidado e impulso también. Y un viejecito
al cual hay que garantizarle una vida digna, y cuando Dios decida
cerrarle los ojos garantizarle un sepelio digno, sin que le queden
deudas hasta después de muerto. Eso en nuestro gobierno no va
más, todos deben ser cuidados porque son nuestros hermanos
queridos.
Muchas gracias a los 42 hombres y mujeres de espíritu altruista,
de calidad humana y trabajo tesonero, que hacen un trabajo que
crecerá inmensamente. Para finales de este año tendremos
decenas, centenas más de urbanizaciones con miles de viviendas,
donde se aplicará la Estrategia de Fortalecimiento Comunitario.
Amigas, amigos: esto es lo que nos diferencia de otros proyectos.
No nos diferencian las casas lindas ni las canchas alumbradas. Lo
que nos diferencia es el trabajo en comunidad, vivir
mancomunadamente, ayudándonos y cuidándonos los unos a los
otros. Eso nos diferencia no solo en el Ecuador, sino también en
Latinoamérica.
No se trata de construir guetos y dejar a la gente abandonada.
Hay que hacer seguimiento, hay que ayudarles. ¿De qué sirve si
no les enseñas a cultivar, si no les enseñas cómo conseguir un
empleo, si no les das oportunidad de un crédito para que pueda
hacer un emprendimiento?
Hay felicitaciones e interés de quienes nos visitan, autoridades
del continente, para conocer de primera mano este logro. ¿Qué
son esas visitas? Ese cariño es el impulso para seguir ayudando a
los demás, a los necesitados principalmente, con más ímpetu
pero con la misma convicción de que un futuro de paz y de
justicia, de equidad, será posible. No es posible, ya es posible.
¡Ese futuro ya está en Huarcay! ¡Ya está presente acá! Hagan de
Huarcay la comunidad más feliz del mundo. Una comunidad que
le premien a nivel internacional, y que digan: “esta es la
comunidad más feliz, y es feliz porque disfruta de la vecindad,
disfruta de cultivar plantas, disfruta de hacer deporte, de ver el
paisaje, de respirar aire puro, disfruta de tener una casa bonita,
pequeñita, pero digna y bien cuidada”.
Ustedes, queridos vecinos, hace poco nada tenían. Hoy tienen
techo propio, emprendimiento y empleo. ¡Qué bien, qué bien
por Huarcay! ¡Qué bien por sus familias! Sobre todo, hoy tienen
seguridad para sus hijos, tienen vecinos queridos, tienen
esperanza y tienen horizontes amplios.
Hay inclusive hay una montaña, donde algunos de ustedes ya
habrán ido a pasear. Esto es Casa Para Todos, ahí están nuestros
pulmones. Por eso el aire aquí es más sabroso. Al principio, los
que recién llegan, cuando respiran profundo sienten como que
se lastiman los pulmones. Es la falta de costumbre. El aire fresco
que circula va a la sangre, y purifica no solamente el cuerpo sino
también el espíritu.
¡Esto es lo que queremos para toda la Patria, para todo Ecuador!
¡Gracias por demostrar que –con un pequeño impulso– la vida
puede cambiar para siempre!
¡Este es el Ecuador que hemos llamado “para todos”! ¡Esta es la
Patria para todos! ¡Este es el gobierno para todos! ¡Esta es la
comunidad que debe ser para todos!
¡Mucha felicidad! ¡Y que Dios los bendiga!
Gracias a todos: gracias Otto, Claudia, señores ministros, señores
de la prensa, siempre tan gentiles por asistir.
Pero sobre todo, gracias a ustedes. ¡Un aplauso para ustedes,
queridos amigos de Huarcay! ¡Muchísimas gracias!
LENÍN MORENO GARCÉS
Presidente Constitucional de la República del Ecuador