Post on 06-Aug-2018
MÁSTER EN DESARROLLO
ECONÓMICO Y POLÍTICAS
PÚBLICAS
TRABAJO FIN DE MÁSTER:
JUAN FRANCISCO DILLON
MADRID
TUTOR:
DR. DAVID RIVAS
OCTUBRE 2012
YASUNÍ-ITT: HACIA UN NUEVO MODELO DE
CONSERVACIÓN Y DESARROLLO SOSTENIBLE
2
ÍNDICE:
CAPÍTULO 1. ASPECTOS GENERALES………………………………… 4
1.1 INTRODUCCIÓN………………………………………………………….. 4
1.2 OBJETIVOS………………………………………………………………… 6
1.3 JUSTIFICACIÓN…………………………………………………………… 7
1.4 METODOLOGÍA……………………………………………………………. 9
CAPÍTULO 2. PARQUE NACIONAL YASUNÍ Y LA INICIATIVA
YASUNÍ-ITT…………………………………………………
11
2.1 PARQUE NACIONAL YASUNÍ: ÁREA PROTEGIDA DE RESERVA DE
LA BIÓSFERA……………………………………………………………….
11
2.2 TRAYECTORIA DE LOS MOVIMIENTOS ECOLOGISTAS
ECUATORIANOS PRO – YASUNÍ………………………………………..
18
2.3 YASUNÍ – ITT: UNA PROPUESTA MODELO PARA LA
CONSERVACIÓN DE LA RESERVA DE BIÓSFERA YASUNÍ….........
22
CAPÍTULO 3. ENTRE LA CONSERVACIÓN O EXTRACCIÓN, LA
EQUIDAD Y LA SUSTENTABILIDAD………………….
30
3.1 INICIATIVA YASUNÍ – ITT, PLAN A O PLAN B: CONSERVACIÓN O
EXTRACCIÓN………………………………………………………………
30
3.2 YASUNÍ – ITT: EQUIDAD Y SUSTENTABILIDAD……………………. 32
CAPÍTULO 4. PARQUE NACIONAL YASUNÍ Y TURISMO………….. 38
3
4.1 PATRIMONIO TURÍSTICO DEL YASUNÍ………………………………. 38
4.2 INICIATIVAS DE TURISMO COMUNITARIO EN LA REST………….. 41
CAPÍTULO 5. CRITERIO DEL INVESTIGADOR SOBRE EL OBJETO
DE ANÁLISIS……………………………………………….
50
CONCLUSIONES………………………………………………………………… 52
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………….……. 55
4
CAPÍTULO 1. ASPECTOS GENERALES
1.1 INTRODUCCIÓN
Un nuevo modelo energético y de desarrollo que consiste en no sacar el crudo del subsuelo,
se presenta como la única vía sensata para enfrentar los retos del momento, un modelo
ecológico para reemplazar y contrarrestar con aquello de considerar que la única vía para
enfrentar el cambio climático es el mercado de emisiones.
En la actualidad según Boedt y Martínez, hay reservas mundiales que suman 1 208,2 miles
de millones de barriles, si estas reservas se quemaran, se producirían 483.3 miles de
millones de toneladas adicionales y abríamos llegado a un punto crítico.
En estas reservas mundiales se encuentra el Parque Nacional Yasuní (PNY), que es el área
protegida más grande del Ecuador Continental, considerado además, uno de los de mayor
diversidad genética del planeta, ya que el número y variedad de especies que posee es
superior que en cualquier otro ecosistema terrestre, por lo que es un área de gran interés
científico y potencialmente turístico; sus bosques albergan el mayor número de especies de
árboles y arbustos por hectárea del mundo (664 especies), y consecuentemente supone una
diversidad faunística aún mayor.
El Parque Nacional Yasuní está calificado científicamente como Refugio del Pleistoceno
(Napo-Ucayali), importante por su gran tamaño, abundante biodiversidad, dispersión de
seres vivos y altísimo endemismo donde las especies se han conservando por miles de años,
por estos motivos, Parque Nacional Yasuní fue declarado Reserva de la Biósfera por la
Unesco en 1989.1
La propuesta presentada por Ecuador en el año 2007, bajo el nombre “Iniciativa Yasuní-
ITT”, surge en momentos en que la carrera por extraer el crudo de las fronteras más
distantes, vulnerables y frágiles amenaza al planeta, ya que ha provocado una crisis
climática sin precedentes, así como, condiciones de empobrecimiento extremas en la
mayoría de economías del mundo. Se trata de una visión energética, que contrarresta el
1 http://www2.unesco.org/mab/br/brdir/directory/biores.asp?code=ECU+02&mode=all
5
decadente modelo de extraer y quemar lo que a la naturaleza le ha costado millones de años
producir.
Este modelo económico y ambiental que propone Ecuador, tiene como baluarte el no vivir
de la explotación de riquezas naturales no renovables, en la que su extracción supone
diferentes grados de destrucción a la naturaleza. Es una propuesta que cuestiona los
preceptos del modelo dominante: un ilimitado e insustentable crecimiento basado en la
competencia y en la fuerza del mercado.
La iniciativa asumida por el presidente ecuatoriano Rafael Correa el primero de abril del
año 2007, atrae la atención internacional, pues la diversidad del Yasuní convoca a
innumerables actores de diferentes sectores a expresar su preocupación de protección,
debido a que en el Yasuní se superponen además territorios indígenas de las nacionalidades
Waorani, Kichwa y Shuar, que viven en permanentes conflictos socio ambientales por la
presencia de madereros ilegales, la expansión de la frontera petrolera, y por el
reconocimiento de grupos no contactados.
La solución planteada con el apoyo de organizaciones ecologistas se basa en la moratoria
indefinida a la explotación petrolera en la Amazonía ecuatoriana, especialmente el petróleo
ubicado en el Nororiente de la Amazonía, correspondiente a los campos petroleros
Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT), que se encuentra en la parte Nororiente del Parque
Nacional Yasuní, y representan aproximadamente el 25% de las reservas de petróleo
probadas del Ecuador. (MEM, 2007:26).
El medio que se seleccionó para viabilizar esta propuesta fue un Fideicomiso Mercantil
donde se establece que el Ecuador se abstendrá de explotar 846 millones de barriles de
reservas probadas a cambio de que la comunidad internacional, basándose en un principio
de corresponsabilidad ambiental contribuya con la mitad del dinero que recibirá si se
explota el ITT.2
El presente estudio analiza documentalmente este importante momento de transformaciones
que vive el Ecuador, pues su decisión de dejar en el subsuelo el crudo de las reservas más
2 Alvarez Yomar. Iniciativa Yasuní-ITT. Un Instrumento más de la contradicción estatal: Un estudio de la
política de conservación desde la agenda pública.
6
grandes del país (Proyecto ITT), considerando que el petróleo ha sido fundamental para la
economía del país, va a suponer por fuerza una transformación económica y un cambio de
paradigmas.
A través de ésta investigación se va evidenciando que el Ecuador asume esta política por
propio interés, pero también reconoce la responsabilidad diferenciada en relación con las
acciones para enfrentar el calentamiento global.
La pregunta central que orientó esta investigación es: ¿Qué importancia tuvo la iniciativa
Yasuni-ITT en la política de conservación?
A partir de esta pregunta investigativa se plantearon los objetivos que orientaron los
capítulos de investigación de ésta tesis: ¿Qué significado ambiental tiene el Parque nacional
Yasuní? ¿Qué representatividad tiene el instrumento de moratoria petrolera en la política
Ambiental ecuatoriana, y como este instrumento se proyectó internacionalmente? ¿Qué
factores inciden sobre la moratoria? ¿Qué incidencia tiene la iniciativa ITT para el
Ministerio del Ambiente del Ecuador?
Este aporte académico que analiza un tema de interés internacional es el resultado de una
amplia investigación multicriterial que identifica tanto la responsabilidad de conservar los
recursos naturales y garantizar su supervivencia, como la de involucrar a los países
contaminadores de la atmósfera evitando que se extraigan más combustibles fósiles.
1.2 OBJETIVOS
Objetivos:
Identificar la importancia del Parque Nacional Yasuní y la iniciativa Yasuní-
ITT como política de conservación y desarrollo sostenible.
Identificar los movimientos ecologistas ecuatorianos, proyectos e iniciativas.
Analizar las alternativas propuestas por el Gobierno Nacional del Ecuador,
sobre la conservación o extracción de combustibles fósiles en áreas protegidas.
Determinar la influencia del Parque Nacional Yasuní sobre las futuras políticas
de equidad y sustentabilidad.
7
Analizar la actividad turística como medio de desarrollo sostenible de las
poblaciones que habitan en el Parque Nacional Yasuní.
1.3 JUSTIFICACIÓN:
Para tener una idea clara sobre medio ambiente, y lo importante que implica su cuidado y
protección se cree oportuno citar el concepto de medio ambiente que desarrolla Michael
Jacobs, en su libro “La economía verde”, en el cual describe al Medio Ambiente como “un
conjunto de artículos (bienes y servicios) valorados, como otros productos y servicios, por
individuos de la sociedad. Pero debido a que los bienes del medio ambiente están en
general al alcance de todos de forma libre, es decir, a precio cero, este valor usualmente
pasa sin ser reconocido. El resultado es el uso excesivo, el cual conduce a la degradación
del medio ambiente. Por tanto, para incorporar el medio ambiente al cálculo económico,
es necesario asignar precios o valores monetarios a los diversos bienes y servicios que éste
proporciona.”3
La protección del medio ambiente no puede lograrse a menos que en la política económica
se integre una perspectiva medioambiental, es claro que los procesos económicos actuales
causan degradación del medio ambiente, tanto en la teoría como en la práctica.
Es necesario desarrollar y explicar conceptos que intentan describir y explorar el concepto
de protección de medio ambiente, y, en particular, el objetivo descrito como sostenibilidad,
y mostrar como la política económica y la elaboración de políticas pueden diseñarse para
alcanzar objetivos medioambientales.
La comisión mundial sobre medio ambiente y desarrollo, en el informe Brundtland,
“Nuestro Futuro Común, establece:
“En el pasado nos preocupábamos por los impactos del crecimiento económico en el
medio ambiente. Ahora, en nuestras perspectivas económicas, necesariamente tenemos
que preocuparnos por los impactos de la tensión ecológica: degradación de los suelos,
regímenes de aguas, atmósfera y bosques. En el pasado más reciente nos vimos forzados a
enfrentarnos a un agudo incremento de la interdependencia económica entre las naciones.
3 La Economía Verde. Medio Ambiente, desarrollo sostenible, y la política del futuro. Michael Jacobs.
8
Ahora debemos acostumbrarnos también a una acelerada interdependencia ecológica. La
ecología y la economía están entrelazándose cada vez más -local, regional, nacional y
mundialmente- en una red sin costuras de causas y efectos.”4
Es preocupante, como lo señala el Penal Intergubernamental de Cambio Climático en su
Cuarto Reporte de Evaluación de 2007, la continuidad de las emisiones a los niveles
actuales o superiores generará un mayor calentamiento e induciría a muchos cambios en el
sistema climático durante el siglo XXI de mayor magnitud que en el siglo anterior.
Las emisiones de dióxido de carbono por el uso de combustibles fósiles se incrementó de
6.4 Giga toneladas de carbono (GTC) en la década de los años noventa a 7.2 GTC entre
2000 y 2005, es decir, las emisiones aumentaron en un 11% y esta tendencia continua en
lugar de decrecer. Actualmente la media mundial de emisiones de carbono per cápita se
acerca a 1.3 toneladas anuales con una gran asimetría en la distribución: mientras que un
ciudadano medio estadounidense genera 6 toneladas/año de carbono o un europeo
occidental medio cerca de 3 toneladas/año; un habitante de la India no alcanza todavía las
0.5 toneladas. Esta asimetría, considerada en términos per cápita, no pretende desconocer
las emisiones incrementales de algunos países en vías de desarrollo como China o la India;
sino evidenciar que el actual modelo de crecimiento, basado en el uso intensivo de
combustibles fósiles, no puede reproducirse ni imitarse; ya que es en sí mismo insostenible.
Por lo cual, nuestras sociedades deben plantearse la necesidad de establecer un techo de
450ppm CO2 para estabilizar el clima global y lograr una transición energética mundial.
(Correa, R. Moreno, L. 2010).
El mundo debe tomar medidas drásticas y urgentes para reducir la tendencia actual de
incremento de las emisiones de CO2. Los países industrializados, como principales
responsables del problema, y las sociedades que mantienen estándares de vida altamente
demandantes del uso de energía fósil tienen una deuda ecológica con los países en
desarrollo; con las sociedades empobrecidas del mundo que no han aportado casi nada al
calentamiento global, pero que están mayormente expuestas a sus efectos.
4 World Comission on Environment and Development, 1987, p.5
9
Por ejemplo, la deuda ecológica puede ser representada de la siguiente manera: el promedio
de emisiones de CO2 por ciudadano estadounidense es de 19.73 toneladas mientras que el
promedio por ciudadano ecuatoriano es de 1.68 toneladas. Usando el promedio global de
4.18 toneladas de CO2, la diferencia entre emisiones por $10/ tonelada de CO2
representaría una deuda de EE.UU. de $45.717.000.000 anuales en tanto que el Ecuador
tendría créditos por lo mismo de $325.000.000 anuales. (Correa, R. Moreno, L. 2010).
La producción petrolera ha conllevado un alto costo ambiental y social para el país. Según
el informe Stern, los costos del cambio climático en las próximas décadas del siglo XX,
como las dos guerras mundiales y la Gran Depresión. En términos económicos, el principio
de quien contamina paga (en relación al crudo) significa que el responsable de las
emisiones es el consumidor del crudo – que es quien genera la demanda por el bien-.
Con esta iniciativa, el Ecuador evitará la emisión de unas 436 millones de toneladas de
CO2. Se estima que el costo de neutralizar las emisiones del ITT para el planeta podría
alcanzar un valor actual neto (VAN) cercano a los 4.000 millones de dólares, por tal razón,
se justifica la actual política de conservación y preservación ambiental llevada por el
Ecuador, y más aún, el hecho de crear conciencia en el resto de países a nivel mundial a
través de la iniciativa Yasuní ITT justifica la investigación y desarrollo de este tipo de
trabajos, que contribuyen a formar un criterio y análisis a futuras generaciones.
1.4 METODOLOGÍA
Ámbito de la Investigación:
El presente trabajo se enmarca en el Parque Nacional Yasuní, situado en las Provincias de
Orellana y Pastaza, en áreas de la sub cuenca de los ríos Tiputíni, Yasuní, Nashiño,
Cononaco y Curaray, tributarios del río Napo. El Parque tiene forma de herradura y
comprende desde la zona sur del río Napo y norte del río Curaray.
10
Se considera una de las regiones más importantes del territorio ecuatoriano, protegida tanto
como bosque húmedo tropical, como por su riqueza natural, por lo cual ha sido reconocido
como una de las tres mayores del mundo.
El análisis de ésta región geográfica se basa en la propuesta Yasuní-ITT, el método de
investigación utilizado es cualitativo, pues es producto del punto de vista de profesionales
relacionados con esta área y publicado en libros académicos, documentos y artículos.
A partir de la clasificación utilizada por autores como Gil (2002, p.41-439), la investigación
desarrollada en este trabajo tiene carácter exploratorio, pues no se encontró bibliografía que
una todos los aspectos planteados en esta investigación, por lo que fue necesario realizar
una amplia búsqueda documental.
Por la conceptualización de Ciervo y Bervian (2002, p- 66-67), éste estudio se caracteriza
como una investigación descriptiva, pues “registra y analiza hechos o fenómenos sin
manejarlos”. Ésta investigación descriptiva puede asumir diversas formas, como el estudio
de caso.
Para Gil (2002) el estudio de caso de esta investigación consiste en una modalidad de
investigación cuyo objeto es una unidad (Yasuní - ITT) que se analiza exhaustivamente
para la averiguación de un fenómeno dentro de su contexto real.
Estructura del trabajo:
Por la naturaleza de esta investigación descriptiva se tipifica como un estudio de caso, cuyo
elemento constitutivo más importante es la revisión bibliográfica
En relación con lo anterior, la modalidad investigativa se basa en la investigación
documental y analítica que facilita un enfoque amplio de los aspectos en estudio.
Para una mejor organización del presente estudio, metodológicamente se organizó en cinco
capítulos concatenados y diseñados en función del interés de la investigación.
En el primer capítulo se establece la importancia, justificación, propósitos de la
investigación y forma de abordaje.
11
En el segundo capítulo se realiza una revisión teórica y conceptual sobre el Parque
Nacional Yasuní y la propuesta Yasuní-ITT y se identifica las Agencias Nacionales e
Internacionales, Consejos, Convenciones, Corporaciones, Empresas, Fondos de Áreas
Protegidas, Institutos, Fundaciones, Leyes, Ministerios Nacionales, Organizaciones
Políticas, Planes, Secretarías; creadas o que funcionan alrededor de la Iniciativa Yasuní-
ITT.
El tercer capítulo profundiza sobre las alternativas de conservación o extracción de
combustibles fósiles en el Parque Nacional Yasuní y aspectos relacionados con la equidad y
la sustentabilidad.
En el cuarto capítulo se hace una revisión documental sobre los aspectos más sobresalientes
de la actividad turística y sus limitaciones en el Parque Nacional Yasuní.
El capítulo quinto se orienta hacia un breve análisis del autor sobre el objeto de
investigación.
La selección de la bibliografía fue eminentemente académica y científica eliminando
aquella que pueda parcializarse políticamente o que puedan ser proclamas de movimientos
ecologistas, las opiniones diversas propias de una revisión documental, han sido tratadas
con el respeto a la diversidad de opiniones y de fuentes resaltando la riqueza de consultar a
actores sociales, políticos y culturales con trayectorias disimiles pero con la fuerte intención
y compromiso de aportar en el análisis de ésta importante iniciativa.
CAPITULO 2. PARQUE NACIONAL YASUNÍ Y LA INICIATIVA
YASUNÍ-ITT
2.1 PARQUE NACIONAL YASUNI: AREA PROTEGIDA DE RESERVA
DE LA BIOSFERA
El Yasuní es uno de los últimos espacios geográficos de selva íntegra en Ecuador,
reconocido como el lugar más biodiverso del planeta. Esta magnífica región ha tenido que
afrontar una compleja combinación de factores: extracción petrolera y maderera, ingreso de
12
colonos y misioneros y crecimiento acelerado del turismo. Para afrontarlos se asumieron
algunas políticas de conservación desde la agenda pública buscando conjugar la actividad
humana con la conservación de su tesoro natural y cultural.
Ubicado en la Región Amazónica Ecuatoriana (RAE), en la parte nororiental de la región,
ocupando territorios de las Provincias del Napo, Sucumbíos, Orellana y Pastaza. Cubre una
superficie total de 2.366.182 ha. El área está delimitada por:
En la parte norte por el río Coca, río Aguarico y río Napo
En la parte Sur por los ríos Curaray y Manderoyacu
Por el Oriente por la línea fronteriza con el Perú
Por el occidente el río Napo y la línea límite suroccidental del territorio
Waorani.
El Yasuní fue declarado Parque Nacional Yasuní5 (PNY) en 1979 mediante Decreto
Interministerial No. 0322556, con una extensión aproximada de 678.000 ha (Villaverde
2005) para proteger el bosque húmedo tropical de la Amazonia.
Diez años más tarde en 1989 en el marco del “Programa Sobre el Hombre y Biósfera” la
UNESCO7 se planteó la necesidad de que espacios con características excepcionales por
sus valores naturales y culturales como el Parque Nacional Yasuní, sean declarados
reservas mundiales de biósfera debido a que es refugio de vida del pleistoceno y unas de las
zonas más biodiversas a nivel mundial. Ésta reserva se entiende como la zona compuesta de
ecosistemas terrestres que cumplen tres funciones: La conservación de la diversidad
genética y de las especies, los ecosistemas y los paisajes.
5 Es una de las dos áreas abundantes del mundo en especies de anfibios y la segunda más rica conocida hasta
la fecha en reptiles. Está dentro de los nueve centros más poblados en plantas vasculares y es una de las zonas
más prominentes de tierras bajas para las aves y mamíferos, conserva la zona más abundante en murciélagos e
insectos, el Parque resalta la riqueza de especies de diferentes grupos taxonómicos. (Bass et al., 2010:7-8). 6 Registro Oficial 69 del 20 de noviembre de 1979.
7 Desde los años 70 surge un interés de los países miembros de la UNESCO por identificar territorios o
muestras representativas de ecosistemas, donde se integre al ser humano y expresiones culturales y demostrar
la convivencia entre personas y biodiversidad. Por ello, la UNESCO en el llamado del hombre, de acuerdo a
condiciones para su admisión en la red mundial de reservas de biósfera reconoció áreas a solicitud de cada
país, Ecuador entre ellas. (MAE, 2010:9).
13
Con su alta diversidad de flora y fauna se superponen los territorios indígenas de las
nacionalidades Waorani, Kickwa y Shuar, aspectos que entre otros han captado el interés de
la comunidad científica nacional e internacional.
Investigaciones realizadas a través de la Estación Tiputini, de la Universidad San Francisco
de Quito (USFQ), Estación Yasuní de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador
(PUCE) y el aporte realizado por varios científicos coinciden (Bass, et al 2010) en la gran
biodiversidad de Yasuní.
Se ha constatado la existencia de alrededor de 2.274 especies de árboles y arbustos, y se
evidencia que en una hectárea del Parque Nacional Yasuní hay casi la misma diversidad
que en Estados Unidos y Canadá, juntos. Más de 500 especies de aves, 44% del total en
toda la Amazonia. Alrededor de 90 especies de murciélagos, que lo ubican entre los cinco
sitios más diversos en todo el mundo.(Bass, et al 2010).
Además se han registrado 204 especies de mamíferos, que representa más de la mitad del
conjunto de mamíferos del país, y 550 especies de aves. Se han identificado 150 anfibios y
121 reptiles, que corresponden a casi el 30% registrado en todo el territorio ecuatoriano, y,
382 especies de peces que corresponden aproximadamente al 35% de la ictiofauna
dulceacuícola del Ecuador continental. Estas especies ejercen un importante rol dentro del
ecosistema, como polinizadores, frugívoros, dispersores de semillas, carnívoros,
herbívoros y omnívoros. (Bass, et al 2010).
El valor de la región es todavía mayor si se considera que Yasuní protege muchas
poblaciones sanas e intactas de especies extensamente reconocidas como prioridades
urgentes en términos de conservación. Son especies que han sido catalogadas como “de
preocupación” por los libros de listas rojas en Ecuador, por las listas rojas globales
producidas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), o por
su inclusión en los Apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de
Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
La Reserva de Biosfera Yasuní tiene una enorme diversidad cultural, expresada en las
nacionalidades indígenas Waorani, Kichwa y Shuar, dos pueblos en aislamiento voluntario,
14
grupos afro ecuatorianos, pobladores y campesinos provenientes de diferentes provincias
del Ecuador y Colombia. El espacio geográfico de la reserva coincide con pueblos y
culturas, herederos del conocimiento de sus antepasados que enriquecen la vida de este
territorio.
El Ecuador como país miembro de la UNESCO, desde 1984, para cumplir con los objetivos
de reserva de biósfera, desde 1984 en la reserva Yasuní8 se estableció una zonificación del
territorio que dirija una iniciativa de conservación, en éste sentido, se definen tres tipos de
zona: Zona Núcleo, Zona de Amortiguamiento y Zona de Transición (Alvarez, 2012)
Zona Núcleo:
La zona núcleo intangible es un espacio de protección de la diversidad cultural y natural de
la Reserva, los pobladores la reconocen como un espacio de alta diversidad biológica y
cultural que debe mantenerse sin alteraciones. Tiene la presencia de territorios indígenas y
pueblos en aislamiento. Ésta zona se divide en tres subzonas; la primera incluye a la zona
intangible Tagaeri – Taromename que fue delimitada mediante decreto ejecutivo en 2007,
con una superficie de 752.718 ha. La segunda subzona compuesta por la superficie del
Parque Nacional Yasuní, y la última que incluye a los Waorani abarca 178.311 hectáreas y
es la zona mejor conservada del territorio Waorani.
Zona de Amortiguamiento:
La zona de amortiguamiento rodea la zona núcleo y tiene una extensión de 1’004.141,12
ha, que equivale al 36% de la Reserva de Biósfera del Yasuní, en buen estado de
conservación y está compuesta por indígenas Waorani, Quechuas y asentamientos colonos.
Zona de Transición:
Finalmente la zona de transición que incluye a dos sectores: a colonos y mestizos, ubicados
en la vía auca en la Provincia de Napo. Su extensión es de 313.048 ha que corresponden al
11% de la superficie de la Reserva, y a su alrededor hay pozos petroleros en explotación.
(MAE, 2010:60-69).
8 El Ecuador tiene otras reservas de biósfera como: Archipiélago de Galápagos, Sumaco, Podocarpus y el
Cóndor.
15
Ésta división por zonas, permitió identificar aquellas áreas que garanticen la conservación,
la protección a pueblos, territorios, asentamientos y nacionalidades, de la actividad
petrolera inmersa en el lugar desde la década de los 60’s. Se buscaba preservar actividades
como el turismo, agricultura, pesca, cacería y ordenar los usos de los recursos en forma
sostenible.
Según el Plan operativo y gerencial Yasuní 2003-2004, la zona núcleo debería ser protegida
para asegurar la conservación del lugar; la zona de amortiguamiento debía ser un área
donde se promueva la investigación sobre el uso sostenible de los recursos naturales y
fomente el turismo y la recreación; y la zona de transición, donde la sociedad civil, los
sectores privados y públicos puedan trabajar en el desarrollo y manejo de los recursos.
(MAE, 2002).
A más de lo mencionado, en el subsuelo de la Reserva de Biosfera Yasuní (RBY) hay
importantes reservas de hidrocarburos. Las reservas probadas de petróleo del Ecuador
alcanzan 4.160 millones de barriles. Con las probables, la cifra asciende a 4.600 millones y
de ellas, el 18,3% (846 millones de barriles) se ubica en el campo Ishpingo Tambococha
Tiputini (ITT), dentro de la Reserva Yasuní9 por lo que el interés extractivo es grande.
Si bien el concepto de reserva de la Biosfera establece un espacio delimitado para hacerlo
sostenible, y, sobre todo para que permita preservar la flora y fauna del área y asegurar la
protección de los territorios y pueblos en aislamiento voluntario, la realidad en la
Amazonía es otra.
Existen campos petroleros alrededor de la reserva y el parque nacional Yasuní donde se
desarrollan actividades extractivas. Según recomienda la UNESCO, estas actividades deben
ser compatibles con la preservación de la biodiversidad, sin embargo, no se menciona si las
actividades extractivas como la petrolera, existentes en el área serían compatibles o al
contrario chocan con el concepto de sostenibilidad y conservación. Además se crea la
incertidumbre sobre el futuro de las nacionalidades asentadas (Fontaine, 2007:79-82). De
igual forma la reserva que incluye al PNY, no puede considerarse zona núcleo porque hay
9 Información oficial en la página Web www.yasuni-itt.gob.ec
16
existen actividades extractivas, los movimientos ecologistas manifiestan que en éstas zonas
se deben prohibir dichas actividades. (Fontaine, 2007:83).
Se ubican seis bloques petrolíferos superpuestos al Parque Nacional Yasuní: los bloques 10,
14, 15, 16, 17, 31 y 43 (ITT), en el bloque 16 las empresas estado-unidenses COMOCO Y
MAXUS diseñaron una estrategia de relaciones comunitarias, luego el bloque fue manejado
por Repsol-YPF (Narváez, 1996 citado en Fontaine, 2007:85). Posteriormente en el bloque
15 intervino la empresa Occidental, luego en el 2006 lo asume el estado ecuatoriano a
través de Petroamazonas. El bloque 17 lo explotó la empresa canadiense ENCANA; el
bloque 31 la empresa brasileña Petrobas, pero en el 2008 abandonó sus operaciones y
Petroamazonas lo asumió. Los bloques 10, 23, 16, 31; y el juicio contra la empresa
TEXACO son ejemplos de un modelo extractivo donde la ausencia de un control ambiental
fue evidente, lo que provocó una demanda internacional en contra de la empresa TEXACO
por 9510 millones de dólares, a partir de estudios realizados por la ambientalista
Kimmerling10
quién reveló las consecuencias de la era Texaco en el libro “Crudo
Amazónico”.
A partir de este estudio se puso la mirada en la problemática ambiental de la región
Amazónica Ecuatoriana, determinando que los conflictos socio ambientales no eran
actuales sino que siempre se habían producido conflictos entre la explotación y
conservación.
Otro producto de estos conflictos entre la empresa y las comunidades fue el caso del pueblo
Sarayacu (Comunidades Quechuas de Pastaza), quienes adoptaron una posición de rechazo
ante la incursión petrolera en su jurisdicción (Narváez, 2009:85). Esta resistencia impidió la
actividad petrolera de la compañía general de combustibles (CGC), en el bloque 23 a través
del pronunciamiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a favor de la
comunidad.
La abundancia de concesiones de extracción en los bloques petroleros ubicados en el PNY
ocasionó una fuerte presión de grupos ambientalistas, pues la experiencia de explotación
10
Abogada estadounidense que trabaja como asesora judicial para la federación de comunas “Unión de
nativos de la amazonia ecuatoriana” (FCUNAE).
17
petrolera demostraba que la colonización y aculturación de los pueblos ancestrales habían
deteriorado gravemente los ecosistemas amazónicos y el tejido social (MAE, 2010:59).
Con respecto a los pueblos indígenas, los conflictos ambientales producto de las actividades
extractivas, han estado relacionadas con el establecimiento de límites a su territorio
ancestral, impidiendo que los pueblos se mantengan en constante movimiento por su
territorio a fin de obtener su sustento (Rival, 2002). Esto significó que “Éstos pueblos no
solo se unifiquen en el área declarada como zona intangible, sino también en otras áreas
fuera de ella” como es el caso del denominado campo armadillo en donde se produjeron
ataques violentos con los colonos y personal de madereras y petroleras.
El concepto de reserva biosfera dice que se debe delimitar un espacio para hacerlo
sostenible y para que permita preservar la flora y fauna del área y asegurar la protección de
los territorios en aislamiento voluntario, la realidad en la Amazonía es otra. Existen campos
petroleros alrededor de la reserva y el Parque Nacional Yasuní (PNY) donde se desarrollan
actividades extractivas.
Según recomienda la UNESCO, las actividades humanas que se realizan dentro del área
deben ser compatibles con la preservación de la biodiversidad. La reserva de la Biosfera
Yasuní advierte que se pueden generar conflictos, de ahí el propósito de la delimitación. Sin
embargo, no se menciona si las actividades extractivas, como la petrolera, existentes en el
área serían compatibles, o al contrario chocan con el concepto de sostenibilidad y
conservación (Alvarez 2012). Además, se crea la incertidumbre sobre el futuro de la
nacionalidades asentadas (Fontaine, 2007).
Desde la creación del parque y de la reserva de biosfera se establece la contradicción por
parte del Estado, pues por un lado pretende conservar el área protegida y por otra busca la
explotación de los campos petroleros. De igual forma, la reserva que incluye al PNY, no
puede considerarse zona núcleo porque allí existen actividades extractivas.
Todas estas contradicciones del estado entre explotar o conservar el ambiente y preservar
los pueblos indígenas aislados generan conflictos, por lo que Narváez sostiene que “El
modelo de conservación en el Yasuní está al borde del colapso”. Y qué, entre otras cosas, el
MAE (Ministerio del Ambiente Ecuador) no es suficiente para el manejo de un lugar
18
complejo donde convergen un sinnúmero de intereses, en este escenario se destaca la
presencia de los movimientos ecologistas cuya plataforma de lucha es que en esta zona se
impida de una vez para siempre dichas actividades (Fontaine, 2007).
2.2 TRAYECTORIA DE LOS MOVIMIENTOS ECOLOGISTAS
ECUATORIANOS PRO-YASUNI.
Desde la sociología de los conflictos ambientales “el ecologismo es una figura
multifacética, que nace de conflictos locales, transnacionales, con distintos grados de
polarización e institucionalización” (Fontaine, 2007:233).
Desde la ecología política, los movimientos ecologistas nacen como una reacción a la
crisis ambiental que atraviesa el mundo, es una crítica al modelo de desarrollo imperante,
impulsado por el capitalismo global. (LEFF 2001).
El planteamiento de una moratoria petrolera a las actividades extractivas en el PNY tuvo
sus orígenes desde un sector ecologista influyente, que auto asumiendo la representación de
las comunidades amazónicas y colonos afectados por los impactos socio ambientales, han
tratado de incidir sobre las decisiones políticas para la elaboración de la agenda pública
Desde el análisis de la sociología de la acción (FONTAINE 2007) señala que el
movimiento ecologista abarca el reclamo de comunidades campesinas e indígenas del
nororiente por reparaciones e indemnizaciones debido a la contaminación generada por
estas actividades desde los años 70s. Otros actores expresan la oposición de organizaciones
no gubernamentales (ONG) a la exploración y explotación petrolera en áreas protegidas,
otros rechazos nacen de las comunidades por la expansión de actividades extractivas en sus
territorios.
El movimiento ecologista ecuatoriano se visualizó e incidió en la opinión pública a partir de
los impactos ambientales ocasionados, especialmente por la industria petrolera sobre los
ecosistemas y zonas frágiles de la selva amazónica ecuatoriana. Éste movimiento influyó en
reformas constitucionales (Fontaine y Narváez, 2007:25); la primera en 1998 incidió en los
artículos 86 al 90, buscando proteger el derecho a un ambiente sano, el reconocimiento de
19
los derechos colectivos y de la diversidad cultural, además de la tipificación de infracciones
por daños ambientales, y en la reforma del 2008 cuando en la Asamblea Nacional
Constituyente de Montecristi se estableció entre otros los derechos de la naturaleza.11
Los impactos sociales y ambientales negativos generaron una multitud de conflictos en los
movimientos ecologistas que impulsaron el planteamiento de una moratoria petrolera como
la única salida y solución al problema socio ambiental del PNY.
La propuesta de una postergación a las actividades petroleras la realizó la ONG Acción
Nacional Ecológica en la campaña Amazonía por la vida12
. Acción ecológica es la
organización ecologista radical más representativa en el ámbito petrolero del país, esta
ONG a partir del año 1989 impulsó la campaña “Amazonía por la Vida”13
, con la
participación de ONG´s y organizaciones indígenas y campesinas. (Fontaine, 2009:11).
Esta campaña se creó con la finalidad de promover que los organismos competentes
ejecuten acciones necesarias para evitar la destrucción ambiental en el interior del Parque
Nacional Yasuní.
La tesis de moratoria petrolera fue planteada en el año 2000 y publicada en el libro: “El
Ecuador Post petrolero”, editado por acción ecológica, tres años después la propuesta fue
presentada formalmente al Ministerio del Ambiente por las ONG´s ambientalistas (Acosta,
2010).
Posteriormente se conformo una coalición entre diferentes ONG´s con el propósito de hacer
un seguimiento a los procesos extractivos en el Yasuní, se constituyo así “Grupo Yasuní”.
Este grupo formuló una moratoria de actividades extractivas. (Ecociencia 2011), a partir de
este planteamiento se inicia la discusión más institucionalizada por los grupos de interés en
torno a la explotación en el Parque Nacional Yasuní, por su parte, la ONG Oil Watch14
,
11
En la constitución del 2008, se le considera a la naturaleza como sujeto de derechos, se reconoce que la
naturaleza no es objeto de explotación sino el espacio donde reproduce y realiza la vida (Art.71); derecho a
que se represente integralmente su existencia y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y
procesos evolutivos (Art.71), derecho a su restauración ante efectos nocivos ocasionados por actividades
humanas (Art. 72); y los servicios ambientales no son susceptibles de apropiación (Art. 74). 12
Encabezada por acción ecológica en 1989, con diez ONG´s e instituciones ecuatorianas que involucra a
universidades y organismos no gubernamentales. 13
La campaña Amazonía por la vida tuvo un fuerte apoyo de la comunidad científica internacional y ONG´s. 14
Es una red de resistencia a las actividades petroleras en los países tropicales, la oficina regional de
coordinación se encuentra en Quito-Ecuador.
20
presentó en el 2005, ante la comunidad internacional un llamado ecológico para la
conservación, el clima y los derechos, documento en el que se planteo no explotar el crudo
del Yasuní, como parte de la tesis de una amplia moratoria petrolera. En el año 2006 se
incorporó esta propuesta en el libro, “Asalto al paraíso: empresas petroleras en áreas
protegidas”.
Otros textos que se realizaron para promocionar esta propuesta entre otros son: “Análisis
comparativo de ingresos futuros del Estado para el Bloque ITT”; “Dejar el crudo en tierra o
la búsqueda del paraíso perdido”; “ITT Yasuní: entre el petróleo y la vida”; “Yasuní, el
tortuoso camino de Kioto a Quito”; “Yasuní cambio de modelo por el cambio climático”;
“Yasuní ITT: Una iniciativa para cambiar la historia”.
La propuesta de moratoria petrolera marcó una ruptura en el proceso de la incidencia del
movimiento ecologista sobre las políticas públicas, donde parece ser que pasa de ser un
actor militante que genera políticas a uno que genera debates públicos en torno a las
opciones del modelo de desarrollo.
Actualmente, alrededor de la propuesta Yasuní-ITT existen diferentes opiniones y puntos
de vista. Los movimientos ecologistas conjuntamente con las organizaciones sociales e
indígenas subrayan que ésta iniciativa constituye una iniciativa pionera que podría
contribuir a sentar pautas de nuevas modalidades de reducción de emisiones y de
conservación, frente al poco éxito conseguido por los mecanismos de desarrollo limpio o la
compra de permisos de contaminación que se establecieron en el marco del tratado de
Kioto.
Éstos movimientos ecologistas han puesto énfasis en que la propuesta “Coloca los
esfuerzos climáticos en las ideas originarias de encontrar responsabilidades comunes pero
diferenciadas, regidas bajo el principio de que el que contamina paga” (Oilwatch, 2008), y
que su concepción está ligada a una agenda de transición a un Ecuador Pospetrolero en el
que se supere la dependencia al petróleo en tanto fuente de divisas y de energía.
Estos movimientos defienden la tesis de que la explotación del bloque ITT modificará de
manera radical las dinámicas sociales y culturales locales, tanto por los impactos
ambientales que sin duda se advierten serán significativos, cuanto por la irrupción de una
21
lógica económica cuyas consecuencias son palpables en la Amazonía Norte15
y que viene
acompañada de la mercantilización de las relaciones sociales y de una creciente demanda
de consumo de bienes y servicios.
En contraste con los defensores de la Iniciativa Yasuní-ITT, existen también fuertes
detractores de la propuesta. Para algunos sectores políticos y sociales, la posibilidad de
mantener el crudo del ITT en el subsuelo es un contrasentido. Es elocuente al respecto lo
que se señalaba en una conferencia en el mes de Noviembre del 2007 “¿Ante el deterioro de
la producción de petróleo, es justo sacrificar el bienestar del país dejando en el subsuelo
una inmensa riqueza que podría representar una contribución importante para el
financiamiento de importantes obras de desarrollo?” (Villavicencio, citado por Narváez
2007b:10).
A ésta posición se suman otras que ven con escepticismo que el Ecuador pueda
efectivamente motivar el interés de inversionistas para concretar la iniciativa Yasuní ITT.
De ahí que califiquen a la iniciativa de utópica e irrealista, sujeta a una lógica de acción
activista, más no a una lógica de acción del estado (consorcio FOES-REGAL 2008). En
diversos análisis técnicos se coincide que si bien en la actualidad el gobierno está
empeñado en mejorar a favor del país la redistribución de los ingresos petroleros y ha
logrado incrementar el volumen de producción por parte del estado el ITT se presenta como
una oportunidad para financiar el gasto público y para modernizar el sector petrolero
(Fontaine, 2007:16). Ésta posibilidad es tanto más real si se considera que la tendencia al
alza del precio del petróleo se registra desde el 2003, a lo que se suma el proyecto de
construcción de una petroquímica en Manabí y la consecuente mayor demanda de crudo.
De lo anterior se infiere que no es posible advertir una posición común, ni opinión firme
debida entre otros aspectos al generalizado desconocimiento respecto a los detalles de la
iniciativa que básicamente conocen autoridades seccionales y dirigentes de organizaciones.
De las entrevistas realizadas, así como el sondeo de opinión, las posiciones fluctúan desde
la indiferencia hasta un tibio optimismo por la posibilidad de tener fuentes de ingreso y de
15
Extractado de la entrevista con David Chávez del MAE y Mauricio Chávez de UNESCO. Publicado en
Diario el Comercio2008.
22
empleo, en caso de que el país opte por la explotación del petróleo del bloque. (Consorcio
FOES-REGAL 2008).
2.3 YASUNÍ – ITT: UNA PROPUESTA MODELO PARA LA
CONSERVACION DE LA RESERVA DE BIOSFERA YASUNI
La tierra, el medio físico, la naturaleza son parte integral de la constitución aprobada por el
pueblo ecuatoriano en Septiembre del año 2008, el Sumak Kawsay o Buen Vivir convierte
a la naturaleza en sujeto de derecho, en virtud del cual todos sus ciclos vitales han de ser
respetados, preservados y regenerados. (Falconí, 2010).
Al empezar el gobierno del presidente Rafael Correa se decide promover la tesis de una
compensación monetaria para no explotar las reservas petroleras ubicadas en el campo ITT,
(Ishpingo Tambococha Tiputini) del Parque Nacional Yasuní, esta iniciativa pionera en la
historia de un país petrolero fue lanzada al mundo oficialmente como “Modelo Yasuní-
ITT” el 5 de Junio de 2007.
La Iniciativa Yasuní ITT, mecanismo no contemplado en el Protocolo de Kyoto ni en otro
instrumento internacional, plantea una solución novedosa al problema del cambio
climático. Se trata de no emitir CO2
a la atmósfera, dejando intacto el petróleo del campo
ITT. Se trata entonces, de mantener en el subsuelo el crudo del proyecto petrolero (ITT), no
solo como un aporte a la lucha contra el cambio climático, sino porque tiene un carácter
multidimensional, pues incluye una serie de aspectos relacionados con diferentes temas
ambientales, sociales y económicos, tales como:
Cambio climático: La no emisión de 407 millones de toneladas de carbono a
la atmósfera (más o menos lo que emiten países como Brasil o Francia en un
año, o lo que emitiría Ecuador en 13 años), por no extraer el petróleo del
campo ITT, es la contribución del Ecuador al mundo para mitigar el cambio
climático. Este sacrificio que hace el país debe ser compensado por aquellos
países que corresponsablemente contribuyan a la iniciativa. Una medida de
éxito de esta iniciativa será la posibilidad de replicarla en países que tengan
23
similares realidades, es decir una alta biodiversidad, en vías de desarrollo y con
campos petroleros en áreas de alta fragilidad. Si varios países con estas
características deciden dejar su petróleo bajo tierra, y son corresponsablemente
compensados por países con alto consumo de combustibles fósiles, es probable
que la disminución de la oferta de crudo en los mercados, produzca una
disminución en el consumo mundial y por ende menos emisiones a la
atmósfera.
Conservación de la biodiversidad: La mayor parte del campo ITT se
encuentra en el Parque Nacional Yasuní. De acuerdo con estudios
científicos, este parque de casi un millón de hectáreas, posee una riqueza
extraordinaria de especies animales y vegetales y el potencial de mantenerlos
bajo conservación en el largo plazo. Aunque hay áreas con explotación
petrolera, la integridad ecológica del parque se mantiene por su tamaño y la
relativamente poca actividad humana en la mayor parte del área. Un objetivo
del fondo Yasuní es usarlo para reforzar y consolidar al Parque Nacional
Yasuní y las demás áreas protegidas del Estado ecuatoriano.
Inversión social: Pese a ser la Amazonia la región del país de donde se ha
extraído la principal fuente de ingresos del Ecuador de los últimos 40 años, los
índices de pobreza y marginalidad social están entre los más altos. Ecuador
tiene una deuda social que debe ser honrada en la Amazonia. La iniciativa
Yasuní ITT tiene como una de sus grandes metas la inversión social y la
erradicación de la pobreza a través de programas y proyectos que contribuyan a
alcanzar o a fortalecer el Buen Vivir. (Granizo, 2010).
Otras metas de esta propuesta son el cambio de matriz energética que permita el cambio de
hábitos de consumo, así como el cambio del modelo de desarrollo, que es quizás el aspecto
más importante de la iniciativa. No extraer el petróleo significa que el país busca la
posibilidad de obtener ingresos de otras fuentes, lo cual es una verdadera ruptura histórica,
al menos desde que Ecuador es un país petrolero.
24
El modelo propone mantener cerca de mil millones de barriles de petróleo pesado del
proyecto petrolero ITT en el subsuelo, a cambio de una compensación internacional que
alcance al menos el cincuenta por ciento de lo que el Ecuador percibiría en caso de que esta
reserva fuera explotada.
Ecuador ofrece a los países industrializados la oportunidad de reducir sus emisiones de
carbono contribuyendo, al mismo tiempo, a la conservación de una de las regiones con
mayor biodiversidad del mundo. El modelo Yasuní-ITT tiene el potencial de reducir
emisiones a nivel global, identificando oportunidades de cooperación con otros países;
organismos internacionales y sociedad civil. De implementarse el modelo, este pequeño
pedazo de mundo será el símbolo de la necesidad de una transición energética mundial.
La propuesta está acompañada por la creación de un Fondo Yasuní-ITT dirigido a cumplir
con los fines y prioridades del Estado ecuatoriano, definidos en el Plan de Desarrollo del
Gobierno Nacional. Estas actividades incluirán el desarrollo de alternativas a la explotación
petrolera en zonas sensibles, la reducción de los impactos del cambio climático, la
diversificación de las fuentes de energía, la promoción de nuevas fuentes energéticas como
la solar, eólica y geotérmica. El Fondo Yasuní-ITT se compromete con el desarrollo de
capacidades e inversiones en turismo sostenible y la aplicación de una agenda de reparación
integral de daños ambientales que incluye salud, educación y remediación ambiental
propiamente dicha.
La iniciativa Yasuní ITT encuentra un eco favorable entre la opinión pública nacional e
internacional, en lo nacional tiene una gran acogida en los grupos ecologistas que vieron en
la propuesta de moratoria petrolera una respuesta a sus demandas. En lo internacional
debido a la evidencia de los problemas ambientales globales, principalmente el cambio
climático y la disminución de la biodiversidad
Consecuentemente el escenario era propicio para insertar esta propuesta dentro de la agenda
política del actual gobierno a pesar de que la economía ecuatoriana depende fuertemente
del petróleo, pues este producto ha aportado con el 48% de las exportaciones entre los años
1972 al 2006 y con un tercio de los ingresos entre los años 1995 al 2004, y al 2006 la
dependencia del petróleo alcanzó el 60% de las exportaciones.
25
En esta propuesta se acepta como primera opción la de dejar el crudo represado en tierra, a
fin de no afectar un área de extraordinaria biodiversidad y no poner en riesgo la existencia
de varios pueblos en aislamiento voluntario, ésta medida será considerada siempre y
cuando la comunidad internacional entregue al menos la mitad de los recursos que se
generarían si se opta por la explotación del petróleo, recursos que requiere la economía
ecuatoriana para su desarrollo (Acosta, 2010). Junto con la propuesta Yasuní-ITT, se
planteó una estructura financiera a través de un fideicomiso que garantice las más altas
seguridades a los contribuyentes. La creación de este fideicomiso se hace en ejercicio pleno
de la soberanía.
El proyecto Yasuní-ITT no ha estado exento de contradicciones no resueltas. El Gobierno
ha establecido un Plan A y un Plan B, que por su importancia, a continuación se realiza un
breve análisis:
Plan A:
Consiste en la no explotación del crudo del eje ITT, dejando el crudo en el subsuelo con la
corresponsabilidad internacional, que fue expuesta en Abril del 2007, como primera opción
del plan de gobierno de Rafael Correa presidente actual, llamada desde entonces “iniciativa
Yasuní ITT” o plan A.
Plan B:
Este plan quedo planteado para efectivizarse una vez que no haya sido posible la primera
alternativa, éste plan está conformado por cuatro alternativas de explotación resueltas en el
directorio de Petroecuador (25-DIR-2007-03-30).
1. Desarrollar el campo en forma directa por parte de Petroecuador.
2. A través de alianzas estratégicas con empresas estatales.
3. Por medio de una licitación internacional
4. A través de la conformación de una empresa de economía mixta.
Dentro del plan B se considera que el bloque ITT es una de las más importantes reservas
petroleras de los últimos años, por lo cual la intención del estado ecuatoriano es la
explotación de este bloque en el caso de que la iniciativa Yasuní ITT “no tenga éxito” y así,
26
con la renta generada por la extracción petrolera financiar los programas nacionales,
considerando que en las cuatro últimas décadas el petróleo ha desempeñado un papel
fundamental en el crecimiento socioeconómico y político del Ecuador, a tal punto que las
posibilidades de desarrollo continúan dependiendo en gran medida de la evolución de este
sector, debido a la dependencia de la economía ecuatoriana a la venta del petróleo. Para el
2010, las exportaciones de crudo y derivados significaron el 56% de todas las
exportaciones, y los ingresos petroleros representaron en promedio el 29% del presupuesto
general del estado. Además, existe una representativa “participación” de los hidrocarburos
en el suministro energético mayor al 83% (Fontaine, 2010:164) por lo cual, Ecuador
presenta una economía altamente dependiente a los hidrocarburos.
En el año 2007 el gobierno de Ecuador delegó al ministerio de energía y minas “MEN” y a
Petroecuador la propuesta para el desarrollo del plan B. Entre las actividades planteadas en
el año 2007 se establecía:
1. Desarrollar íntegramente el campo ITT y la cadena productiva.
2. Considerar que la mejor opción es la constitución de una empresa de economía
mixta.
3. Preparar los términos de referencia del proyecto, las bases de licitación
internacional, las bases contractuales para una empresa de economía mixta vía
convenio con Venezuela o licitación internacional, establecer en detalle la fase
de producción y desarrollar una estrategia de negocios para el proyecto integral.
4. El momento en que se decida la explotación del campo ITT iniciar la operación
de producción anticipada a través de Petroecuador.
5. Evaluar la conveniencia de convocar a una licitación internacional u optar por
la aplicación del convenio con la república bolivariana de Venezuela.
En el año 2008 la empresa china SINOPEC, presentó a Petroecuador la propuesta del
proyecto de desarrollo integral del bloque ITT, pero no pudo concretar su estudio debido a
que manifestaron no poder determinar un costo por barril hasta que la inversión de los
estudios preliminares esté terminada.
27
En el mismo año se realizo el estudio de visualización para el desarrollo del bloque ITT,
llevado a cabo por la Escuela Politécnica del Ejército del Ecuador (ESPE-NCT, 2008), y
sugiere la conformación de una compañía mixta.
En el 2009, el presidente de Ecuador solicita a Petroamazonas que realice el plan de
desarrollo de los campos Tiputini y Tambococha (TT) basado en los estudios de Beicip
Franlab 1995, y considerando las propuestas de Petrobras y SINOPEC, y se postergue el
desarrollo del campo Ishpingo, bajo una licitación o alianza estratégica con una empresa
externa para la selección de la mejor tecnología aplicable al proyecto.
De lo anterior se deduce que ya se tienen preparadas las propuestas de explotación al ser
implementadas una vez que la primera opción impulsada por el gobierno (Plan A) no se
aplique e incluso ya se han realizado los estudios de impacto ambiental.
Porque Ecuador quiere liderar este proceso:
Con la iniciativa Yasuní – ITT, el Ecuador liderará una posición única sobre cambio
climático. Por primera vez en la historia del mundo, un país pequeño, con una economía
alternativa dependiente de las divisas petroleras, renuncia al cincuenta por ciento de estos
ingresos, desafiando a los países industrializados a que en un esfuerzo cooperante se sienten
las bases para una transición energética a pequeña escala.
La propuesta ecuatoriana es una oportunidad para dar un giro en el debate actual sobre
cambio climático. Hasta ahora, el Protocolo de Kyoto y el Mercado Voluntario de Carbono
han sido dos escenarios insuficientes para atender a los grandes desafíos que los cambios
atmosféricos nos imponen. Se requiere por tanto, políticas y acciones creativas
responsables y sobre todo eficientes. Mecanismos y compromisos que garanticen que las
emisiones de CO2 a nivel global se reduzcan significativamente.
La deuda de carbono de los países, que histórica y actualmente generan mayores cantidades
de CO2 nos está demostrando que el patrón de consumo de materiales y energía de los
países industrializados sólo es posible con la ocupación insostenible del espacio ambiental
de las futuras generaciones. La iniciativa del Ecuador llama la atención sobre este
28
particular, y, sitúa el problema de la justicia ambiental y distributiva en el debate
internacional sobre cambio climático.
El aporte al Fondo Yasuní – ITT podría ser la solución de compromiso del mundo; con el
desarrollo de nuevas formas de producción y consumo que sean justas ambientalmente,
equitativas y democráticas. La conservación del Yasuní será el símbolo de este compromiso
a nivel internacional y pasará a la historia como el inicio de un cambio radical en las
prácticas y acciones políticas de conservación a nivel internacional.
En definitiva, a través del Fondo Yasuní – ITT, el Ecuador sentará las bases de una
economía pos-petrolera. Si se cumple con el objetivo del gobierno nacional, el Ecuador
habrá logrado transformar el capital natural en un capital financiero generando ingresos
permanentes para el Estado y promoviendo la diversificación efectiva de la economía
ecuatoriana.
La explotación petrolera del ITT implicaría la producción de aproximadamente 100.000
barriles diarios de crudo extra-pesado, con utilidad anual de 720 millones de dólares. Esta
producción no comenzaría en forma significativa antes de 5 años y duraría, con una
producción estabilizada de 107.000 barriles diarios, aproximadamente 13 años, entrando en
una fase declinante por 12 años más. (Correa, R. Moreno, L. 2010).
Al implementarse el Modelo Yasuní-ITT, el Ecuador dejaría de percibir 350 millones de
dólares anuales como su contribución a alcanzar objetivos globales de reducción de las
emisiones de dióxido de carbono y de conservación de la biodiversidad, de importancia
mundial, contenida en el Parque Nacional Yasuní, cantidad nada despreciable para un país
con menos de 14 millones de habitantes con un ingreso per cápita algo mayor a 3.000
dólares y en donde casi el 40% de la población vive en condiciones de pobreza. (Correa, R.
Moreno, L. 2010).
Pasos que Ecuador a partir del año 2007, ha dado para viabilizar ésta propuesta:
El 18 de Abril de 2007, el Presidente de la República presentó la Política
Nacional de los Pueblos en Situación de Aislamiento Voluntario, asumiendo de
esta manera su responsabilidad en la protección de los derechos de los pueblos
29
que se hallan en indefensión en la Amazonía ecuatoriana. El objetivo central de
esta Política es garantizar la integridad física y cultural de dichos pueblos
respetando la intangibilidad de sus territorios.
El Gobierno a través de su Agenda Ambiental Multisectorial 2007, en su Plan
Verde País, determina y privilegia la conservación del Parque Nacional Yasuní
tratando de ofrecer opciones viables frente a la explotación petrolera en el
campo petrolero ITT. La Agenda Ambiental aspira convertir a Ecuador en un
país competitivo desde el punto de vista económico sin deteriorar nuestras
condiciones sociales y ambientales.
Mediante Resolución No 25 del 30 de marzo de 2007 del Directorio de Petro
ecuador, contando con el beneplácito del Presidente de la República, se decidió
aceptar como primera prioridad la opción de dejar el crudo represado en tierra a
fin de no afectar un área de extraordinaria biodiversidad y no poner en riesgo la
existencia de varios pueblos que viven en situación de aislamiento voluntario.
El Gobierno Nacional ha encargado a la Vicepresidencia de la República el
liderazgo político de la iniciativa gubernamental y a la Cancillería ecuatoriana,
la coordinación, planificación y ejecución de la misma.
Dentro del Plan de Desarrollo 2007 – 2010 se desarrolla una serie de políticas
enmarcadas en la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. Estas
políticas prevén el fortalecimiento de la planificación territorial y de las áreas
protegidas, el control y fiscalización de las actividades extractivas y, el
desarrollo de iniciativas de uso alternativo y sustentable de la biodiversidad.
Además, el Plan aspira a desarrollar energías renovables sostenibles y mejorar
la eficiencia energética a través del fortalecimiento del marco institucional,
legal y de la gestión ambiental en todos los ámbitos estratégicos del Estado y la
sociedad.
PLANDETUR 2020 constituye un marco de referencia orientador para las
acciones colaborativas y sinergias de los diversos sectores. El Plandetur 2020
aspira a emprender e innovar las actividades de turismo en base a actividades
sostenibles de alta calidad, anfitriones capacitados, un entorno seguro, fluida
30
conectividad y con un marco jurídico e institucional que promueva inversiones
saludables.
Plan de Soberanía Energética tiene como principal objetivo, incrementar el
bienestar de la comunidad por medio del desarrollo de las fuentes renovables,
tomando en cuenta los puntos de vista económico, social y ambiental. (Correa,
R. Moreno, L. 2010).
CAPÍTULO 3. ENTRE LA CONSERVACIÓN O EXTRACCIÓN, LA
EQUIDAD Y LA SUSTENTABILIDAD.
3.1 INICIATIVA YASUNI-ITT, PLAN A O PLAN B: CONSERVACIÓN O
EXTRACCIÓN:
Los dos planes analizados en el punto anterior presentan una disyuntiva entre conservación
y explotación a partir de dos escenarios de desarrollo para el Ecuador.
Plan A. Iniciativa Yasuní-ITT:
Este plan busca caracterizar la economía ecuatoriana en el marco de la iniciativa Yasuní
ITT para que el Ecuador, priorizando la conservación de áreas protegidas y ecosistemas, se
oriente por una transición económica sostenible en el largo plazo basado en fuentes
renovables de recursos y energías.
La factibilidad de esta iniciativa depende del respaldo político a nivel internacional y de las
contribuciones efectivas que se comprometan para éste fin. El plan radica en involucra a
través de una participación financiera a países industrializados basándose en un principio de
corresponsabilidad ambiental16
, según lo descrito en el proyecto el dinero que se recibiría
como contraparte por la no explotación, debería ser gestionado a través de la ejecución de
un Fondo Fiduciario.
16
Este principio vincula a los países industrializados, con mayor consumo de combustibles y que más carga
contaminante generan a que reconozcan en términos económicos al Ecuador para dejar el petróleo bajo tierra.
31
Para analizar la viabilidad de esta iniciativa y su gestión, el gobierno conformó un equipo
de trabajo denominado “Comisión Yasuní” que se encargó de buscar una estrategia
coherente para posicionar la propuesta en el ámbito nacional e internacional, para lo cual se
llevo a cabo un plan de comunicación y se gestionó la exploración de mercado de bonos de
carbono, a través de la emisión de los certificados de garantía Yasuní CGYs. Estudios
posteriores concluyeron que la única vía para comercializar los CGYs era a través de
donaciones voluntarias que estarían sujetas principalmente a la voluntad de los a portantes
y a las percepciones sobre el producto.
De lo anterior se desprende que varias han sido las propuestas en las que se ha querido
insertar la iniciativa Yasuní ITT para que sea considerada como un mecanismo
internacional de mercado.
Una propuesta que se está manejando actualmente para la viabilidad de ésta iniciativa es la
presentada por el presidente Rafael Corea en la XVI Conferencia de las Partes de la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático, celebrada en Cancún el
08 de Diciembre del 2010, propuesta que plantea el concepto de Emisiones Netas Evitadas
(N), que “son las emisiones que pudiendo ser realizadas en las economía de cada país no
son emitidas. De ésta forma se estableció un instrumento para la recepción de los fondos
por no explotar el ITT, un fideicomiso internacional denominado “Fondo Fiduciario:
Términos de referencia-Ecuador Yasuní ITT” que serviría para gestionar los aportes de los
contribuyentes a través de un fondo de fideicomiso conformado por dos ventanas: la
ventana del fondo de capital establecida a través del fondo Yasuní, y la ventana de fondos
de rentas, constituida por recursos de pagos anuales obligatorios de organizaciones que
invierten en proyectos de energías renovables.
Plan B. Proyectos Extractivos:
El segundo escenario es la alternativa centrada en un desarrollo extractivo, este escenario
ha sido denominado “Plan B” y contempla la intervención parcial en el bloque petrolero
ITT. (Vallejo et.al 2010)
En éste plan extractivo se asumen tres elementos centrales:
32
En primer lugar la maximización de la renta extractiva a favor del estado, cuyas
acciones de política se orienten a la redistribución de estas rentas a través de
programas sociales.
Un segundo elemento es el reconocimiento parcial de las externalidades
ocasionadas por la explotación de estos recursos. Se trata de un reconocimiento
parcial porque aún cuando se aplique tecnología de punta para minimizar los
impactos ambientales, la pérdida de biodiversidad, la deforestación, y la
contaminación pueden ser impactos ineludibles, y diversas afectaciones
ambientales pueden ser de magnitud importante y alcanzar zonas intangibles.
Esto puede ser el origen de serios conflictos ecológicos para las poblaciones
aledañas a las zonas de explotación.
El tercer aspecto es una estrategia económica que privilegia el sector extractivo
provocando la ampliación del sector primario en su contribución productiva.
Estos tres supuestos muestran condiciones favorables para el escenario extractivo y en la
práctica pueden ser aplicados con muchas limitaciones.
3.2 YASUNÍ-ITT: EQUIDAD Y SUSTENTABILIDAD:
Se hace necesario en algún momento migrar hacia un modelo de desarrollo más equitativo
y sustentable, el cual permita mitigar el cambio climático y proteger la biodiversidad en un
país con un potencial de recursos naturales que deben ser protegidos mediante
compromisos por parte del gobierno, como es el caso de la ayuda y apoyo que se debe
intensificar a la iniciativa Yasuní ITT, y renunciar a la explotación definitiva de petróleo en
el bloque ITT, siempre y cuando la comunidad internacional se comprometa con una
compensación mediante un fondo administrado por PNUD, o en su defecto, iniciar la
explotación de los mencionados yacimientos manteniendo de esta manera un modelo
implementado desde 1972, el cual tiene como principal eje articulador de la economía
nacional al petróleo.
La importancia de esta iniciativa del País por conservar su patrimonio ambiental intacto,
radica en la alta biodiversidad existente en el Parque Nacional Yasuní, lo cual lo posiciona
como el lugar más biodiverso del hemisferio occidental (Bass et al., 2010). Cabe destacar
33
que la importancia del Yasuní no solo radica en su alta biodiversidad, a su vez en su seno
sobreviven los dos últimos pueblos indígenas no contactados en el Ecuador. El Parque
alberga también, en el subsuelo, una reserva de 846 millones de barriles extraíbles de
petróleo pesado en el bloque ITT.
El Parque Nacional Yasuní adquiere, entonces, un gran valor simbólico, porque su futuro
representa la contradicción entre el mantenimiento del patrimonio más significativo del
Ecuador, conformado por la biodiversidad y su riqueza cultural, y la extracción de recursos
no renovables como el petróleo, que ha articulado el crecimiento económico durante las
últimas cuatro décadas. Surge entonces la inquietud, cuales son los beneficios reales que se
ha derivado de casi cuatro décadas de extracción petrolera en la Amazonía, en un primer
análisis se podría apreciar como una opción obvia de alta rentabilidad tanto para los
recursos fiscales como para generación de divisas para el crecimiento y desarrollo social.
Un análisis más detenido demuestra que los estudios especializados indican que los países
exportadores de petróleo tienen menos posibilidades de crecimiento y diversificación que
otros países en desarrollo, pues no se logra un crecimiento estable equitativo y sustentable.
Desde el punto de vista económico la mínima diversificación de la economía ecuatoriana la
torna altamente vulnerable convirtiéndole al Ecuador en una de las economías menos
diversificadas de América Latina (CEPAL 2009). En el ámbito social los resultados del
periodo petrolero son también limitados. La pobreza afectaba en el 2009 al 42% de la
población y la desigualdad social sigue siendo muy alta con un coeficiente de Gini de 0,50
en el 2009 (CEPAL, 2011). El desempleo sigue afectando al 47% de la PEA urbana y el
desempleo se mantiene cerca del 7%, de manera que menos de la mitad de la fuerza laboral
urbana goza de un empleo adecuado. (INEC, 2011).
De lo anterior, se desprende que después de casi cuatro años de extracción petrolera los
resultados económicos y sociales para el país son poco satisfactorios, y el impacto
ambiental en esta actividad continúa siendo crítico. En este contexto es fundamental una
transición adecuada hacia una sociedad post petrolera, con bases ambientalmente
sustentables y mayor capacidad de distribución social. La iniciativa Yasuní ITT busca
promover esta transición, la contribución internacional que reciba a cambio serán invertidos
34
por el estado con los fines estipulados dentro de los lineamientos del plan nacional de
desarrollo, con prioridad en los siguientes fines: (Vallejo et.al 2010)
1. Conservación efectiva y deforestación evitada en las 45 áreas protegidas del
Ecuador y de otros ecosistemas especialmente bosques primarios de la
Amazonía, conservación que permitirá también que los pueblos Tagaeri y
2. Taromenane continúen en aislamiento voluntario.
3. La reforestación, regeneración natural y manejo apropiado de un millón de
hectáreas de bosque en suelos que actualmente están amenazados por la
degradación.
4. Aumento de la eficiencia energética nacional y el ahorro de energía.
5. Desarrollo social de zonas de influencia de los proyectos de la iniciativa con
programas que incluyen educación, salud, generación de empleo productivo en
actividades sustentables como ecoturismo y agroforestería.
6. La investigación y desarrollo en ciencia y tecnología en energía renovable,
desarrollo sustentable y conservación.
Con el cumplimiento de estos fines no solamente se alcanzara una efectiva protección de la
biodiversidad sino también una preservación de las culturas indígenas, la promoción del
desarrollo social sustentable y la mitigación del cambio climático.
Estas entre otras razones han propiciado un considerable reconocimiento internacional. El
apoyo del PNUD que ha suscrito en Agosto de 2010 al convenio de fideicomiso
internacional para la administración del fondo Yasuní-ITT, y el apoyo personal del
secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon quien promovió la iniciativa en
asamblea en el año 2011, a más del apoyo formal de varias personalidades de
reconocimiento internacional como premios nobel de la paz, medicina, y otras prestigiosas
personalidades internacionales, como ex presidentes de varios países de Europa y América
Latina. La Unión Europea y otros organismos internacionales como la OPEP (Organización
de Países Exportadores de Petróleo), CAN (Comunidad Andina de Naciones), CAF
(Corporación Andina de Fomento), OEA (Organización de Estados Americanos), y
numerosas organizaciones internacionales como la UICN (Unión Internacional para la
35
conservación de la naturaleza) y varias organizaciones indígenas y grupos ecologistas en el
Ecuador han respaldado ésta propuesta.
Chile se ha convertido en el primer país del mundo en aportar financieramente a la
iniciativa con una contribución entregada el 13 de Septiembre de 2010, mientras que
España fue el primer país europeo en aportar al fondo Yasuní. (Vallejo et.al 2010)
Éste respaldo nacional e internacional confiere viabilidad a la iniciativa a pesar del
estancamiento en las negociaciones hacia un nuevo acuerdo internacional vinculante, existe
una creciente disponibilidad de recursos internacionales para la mitigación en países en
desarrollo, por lo que en los últimos meses en foros nacionales ya se analiza un plan C.
Activistas ecológicos de mucho renombre nacional como Alberto Acosta y otros
manifiestan “Vamos a lanzar un plan C para cuidar el Yasuní. No hay forma de que una
explotación petrolera no contamine. Hay una puerta para defender esta reserva a través de
artículo 407 de la constitución17
, que permite hacer un referéndum, con el pueblo
lograremos defender el Yasuní”.
Ivonne Baki jefe negociadora del equipo que impulsa la iniciativa ambiental Yasuní ITT
destacó que la iniciativa está abierta para cualquier ciudadano del mundo, y manifestó que
el plan B de explotación de crudo debe enterrarse y habló de un plan C, teniendo en cuenta
que el presidente de la republica manifestó “A pesar de tener una responsabilidad planetaria
el país necesita éstos recursos.
La secretaria general adjunta de naciones unidas Rebeca Grynspan manifiesta que a pesar
de que el Yasuní ITT es un proyecto innovador la movilización de recursos ha sido lenta,
fundamentalmente porque coincidió con la crisis financiera internacional, en especial en
Europa, sin embargo, se requiere explicar mejor la iniciativa como un bien público global,
que no es solo un problema de Ecuador, se requiere movilizar a la ciudadanía para obtener
mejores resultados.
17
Art. 407.- Se prohíbe la actividad extractiva de recursos no renovables en las áreas protegidas y en zonas
declaradas como intangibles, incluida la explotación forestal. Excepcionalmente dichos recursos se podrán
explotar a petición fundamentada de la Presidencia de la República y previa declaratoria de interés nacional
por parte de la Asamblea Nacional, que, de estimarlo conveniente, podrá convocar a consulta popular.
36
Las pociones disponibles (A, B, C) para la iniciativa Yasuní ITT no pueden ser
adecuadamente comparados bajo una sola dimensión de análisis, pues deben incluir
aspectos económicos, sociales, ambientales, culturales, institucionales y políticos, bajo un
enfoque holístico y multidimensional.
La selección de la alternativa más adecuada va a depender del peso relativo que se asigne a
cada dimensión de análisis. En el caso de problemas con múltiples actores involucrados,
por ejemplo el Estado, las empresas petroleras, comunidades indígenas, organizaciones
sociales, etc, generalmente tienen prioridades y preferencias distintas y se puede tener
distintas soluciones de acuerdo a diferentes perspectivas que implican estas opciones frente
a un conjunto de valores subjetivos.
En el estudio “la iniciativa Yasuní-ITT desde una perspectiva multicriterial” los autores
realizan un análisis de la inciativa “Yasuni-ITT” considerando siete dimensiones:
1. Económica, incluyendo los ingresos directos de cada opción, la participación
estatal y los ingresos indirectos.
2. Sustentabilidad analizada mediante el crecimiento, la diversificación productiva
y la vulnerabilidad económica en el largo plazo.
3. Ambiental incluyendo las afectaciones a la biodiversidad, la deforestación, la
contaminación petrolera y las emisiones de CO2.
4. Social referida a la generación de empleo y a la inversión en desarrollo social
5. Cultural, respecto a los pueblos indígenas contactados y no contactados en el
Parque Yasuní, sus efectos en la cultura, condiciones de vida, conflictos
ecológicos potenciales y capacidad de autodeterminación y participación social
6. Gobernabilidad y cohesión social considerando las brechas sociales, los
mecanismos de inclusión y exclusión y el sentido de pertenencia social.
7. Política Internacional relacionada con la influencia del Ecuador en
negociaciones de cambio climático, biodiversidad e integración regional.
El análisis comparó la iniciativa Yasuní-ITT frente a dos variantes de explotación petrolera,
la primera planteada por Petroamazonas que incluyen los campos Tambacocha y Tiputiní, y
la segunda que incluye la explotación de las tres áreas de reserva.
37
Bajo este nivel de comparación los resultados del estudio mostraron consistentemente la
superioridad de la iniciativa Plan A frente a las opciones de extracción petrolera. El estudio
concluyo que desde una perspectiva integrada y multidimensional la iniciativa Yasuní-ITT
es más favorable para el Ecuador frente a las opciones de extracción petrolera en el campo
ITT. De acuerdo a la tesis central de este estudio, la estructura económica del ecuador es
extremadamente vulnerable y dependiente de la exportación del petróleo lo que ha
generado problemas estructurales que han conducido a un crecimiento económico lento e
inestable, además la economía no ha logrado un grado mínimo de diversificación
productiva aumentando su vulnerabilidad, desde la perspectiva social el Ecuador sufre de
una insuficiencia crónica para generar empleos productivos que permitan superar los
problemas de pobreza e inequidad cuyos efectos continúan siendo obstáculos para la
satisfacción de las necesidades humanas para la mayoría de la población, meta fundamental
del desarrollo.
Desde la perspectiva ambiental la economía petrolera ha tenido un costo muy elevado con
la destrucción irreversible de la selva amazónica, estos impactos amenazan con la
destrucción de las bases para un crecimiento sustentable y pone en serio riesgo el clima y el
abastecimiento de agua en el futuro.
Concluyen manifestando que la iniciativa “Yasuni ITT” es una oportunidad histórica para
consolidar un nuevo modelo de desarrollo en el ecuador sobre bases más sustentables e
incluyentes. Los aportes concretos de la iniciativa permitirán consolidar la generación
sustentable de generación de energía en el país, detener la deforestación y preservar la
biodiversidad, generar fuentes sustentables de empleo en las áreas de mayor biodiversidad,
proteger los derechos de los pueblos indígenas no contactados y de ésta forma fomentar la
expansión de a actividades económicas que permitan en el futuro superar los obstáculos
actuales de desarrollo, mediante la expansión del turismo, ecoturismo y el bio conocimiento
con amplia participación nacional en sus beneficios (Vallejo et.al 2010).
38
CAPÍTULO 4. PARQUE NACIONAL YASUNÍ Y TURISMO
4.1 PATRIMONIO TURISTICO DEL YASUNI
Este patrimonio turístico del Yasuní se da en base a sus componentes constituidos por los
atractivos o materia prima, las facilidades o planta turística y la infraestructura que apoya
directa o indirectamente a este aparato productivo, y la superestructura que actúa como un
subsistema organizacional de recursos humanos necesarios para el desarrollo de la
actividad turística.
Para analizar el desarrollo y situación actual del turismo en el territorio de la Reserva de la
Biosfera Yasuní, se ha zonificado el análisis en tres grandes áreas en función de las cuencas
de los ríos, pero también del tipo y grado de desarrollo y de las fragilidades del territorio
sobre el que se asienta la actividad. (MAE. 2008).
La Cuenca del Napo
Se ha caracterizado por tener un grado de desarrollo intensivo y desordenado en torno a la
zona de amortiguamiento y al interior del Parque Nacional Yasuni, el principal reclamo
turístico de esta zona.
El Territorio Waorani –TW-
Es un espacio con alta fragilidad tanto ambiental como cultural. A pesar de que
ambientalmente forma parte de la unidad natural de conservación del PNY, administrativa
y políticamente su ordenamiento es diferente, lo cual supone una dificultad añadida en
términos de manejo ambiental. Existen también fuertes conflictos socio-ambientales así
como presencia de actividades extractivas.
La Zona Intangible Tagaeri-Taromenane (ZITT)
En el corazón del Parque Nacional Yasuní y dotado de un régimen especial de manejo. Se
trata de un área de altísima fragilidad por la presencia de los Pueblos Indígenas en
Aislamiento Voluntario (PIAs). Asimismo es sede de profundos debates y conflictos
ambientales, socio-culturales y en términos de derechos humanos. Los debates que suscita
39
la implementación de las medidas cautelares de protección de este espacio y sus habitantes
ancestrales son clara prueba de la dificultad de conciliar intereses estratégicos
contrapuestos en territorios de alta fragilidad institucional.
Cada una de estas unidades especiales presenta un diferente grado de desarrollo turístico,
estrechamente influenciado por el grado y tipo de desarrollo en el territorio contiguo. A
continuación se presenta un breve análisis de cuáles son estas relaciones, así como los
impactos –positivos y negativos- y los riesgos creados por esta actividad en el territorio de
la Reserva de la Biósfera del Yasuní.
Cuenca del Napo-Zona de Amortiguamiento-
En la cuenca hidrográfica del Napo, entre Puerto Francisco de Orellana (en adelante El
Coca) y la frontera con Perú operan al menos 16 establecimientos turísticos18
que ofrecen
alojamiento y actividades complementarias bajo diferentes modalidades, y con titularidad
tanto privada como comunitaria.
El número de visitantes que ingresaron al PNY en 2010 fue de 4.362 y existen 160.000
camas/año disponibles a lo largo de la Rivera, es fácil deducir por un lado que el área ha
experimentado un crecimiento desordenado de la oferta no basado en la realidad del
mercado, y, que como consecuencia, los índices de ocupación de muchas de las empresas
son mucho más bajos de lo que sería saludable desde el punto de vista de sostenibilidad
económica de las mismas.
Debido a las dificultades logísticas que implica la operación en la zona, y las grandes
falencias que presenta el transporte público a lo largo del Napo, la mayoría de las
operaciones cuenta con su propia canoa/deslizador, lo que supone un incremento en el costo
de operación, cabe mencionar también el impacto ambiental y la imagen que genera la
proliferación de deslizadores en un destino que busca posicionarse como ecológico y de
naturaleza, esto como resultado de la ausencia de una política de mitigación de los efectos
ambientales frente al transporte fluvial.
18
Se han analizado sólo aquellos que se encuentran suficientemente cercanos a la Rivera del Napo como para
ejercer influencia en el PNY, independientemente de que se ubiquen en la provincia de Orellana o Sucumbíos.
Sin embargo la existencia de numerosos emprendimientos no registrados hace que resulte difícil cuantificar
de manera exacta el volumen de plazas de la Rivera a través de fuentes secundarias, por lo que este análisis
aplica exclusivamente a los establecimientos que han podido ser visitados durante el trabajo de campo.
40
Los atractivos turísticos que se tiene en esta zona de amortiguamiento son:
Ríos Napo, Tiputini, Indillama, Cononaco, que son ríos navegables, y en su
recorrido se aprecia el espectáculo paisajista del bosque, trayectoria que todos
los visitantes pueden observar debido a que el desplazamiento escogido por los
turistas como su destino se encuentran en las riveras de estos ríos.
Lagunas: Añango, Jatuncocha, Garzacocha, y otras más pequeñas que todavía
no han sido explotadas turísticamente en todo su potencial.
Bosque de tierra firma, a través de los senderos se puede realizar caminatas y
acampar apreciando el entorno natural, la flora y fauna.
A lo mencionado se suma que por su alto potencial biológico el Parque Nacional Yasuní ha
sido destinado para realizar investigaciones científicas, desarrollada por estudiantes,
investigadores y científicos que viajan de todas partes del mundo, con el principal objetivo
de poder estudiar y conocer más a fondo éste importante baluarte de la fauna y diversidad a
nivel mundial.
En esta zona de amortiguamiento se encuentra tres formas de operación y dos modelos de
desarrollo diferentes que se corresponden por una parte a un modelo de empresa turística
convencional desarrollado por agentes externos a la zona a partir de una demanda inicial no
atendida, y un modelo de turismo comunitario desarrollado desde la oferta, con la intención
de generar beneficios para las comunidades y sustituir otras prácticas que afectan a la
conservación del bosque, como la tala o la caza indiscriminada.
En la cuenca del Napo y hasta la frontera con Perú, se ha desarrollado una oferta de
turismo comunitario, agrupada en torno a la Red Solidaria de Turismo de la Rivera del Río
Napo (REST), en la que participan 12 comunidades con mayoría de población kichwa Napo
runa y una institución educativa con formación en turismo, agrupadas a partir de un
proyecto gestionado por una ONG y con financiamiento del Banco Interamericano de
Desarrollo a través del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), y complementado
posteriormente por otro proyecto desarrollado por otra ONG, en este caso Solidaridad
Internacional (SI), junto al Gobierno Municipal Descentralizado Autónomo de Aguarico.
41
4.2 INICIATIVAS DE TURISMO COMUNITARIO EN LA REST:
Con este tipo de turismo se trata de implementar una intervención integral, planificada, en
la que el turismo es un componente de la estrategia de intervención para la reducción de la
pobreza, mejora de condiciones de vida, sostenibilidad ambiental, fortalecimiento de
capacidades, fortalecimiento de identidad y equidad de género, en un entorno
ambientalmente saludable.
El turismo es visto entonces como una alternativa más dentro de la diversificación de la
economía local, reducción de la vulnerabilidad de las comunidades y fortalecimiento de su
estructura social articulando a las comunidades que están a lo largo del río en productos
turísticos que puedan trabajarse en un enfoque de complementariedad.
42
Oferta de las Iniciativas de Turismo Comunitario de la REST
Territorio Waorani
Otro factor que motiva al turista a desplazarse a la zona de amortiguamiento es conocer a
los indígenas y su forma de vida, tornándose un punto conflictivo en tanto que existe un
tipo de turismo inapropiado con las necesidades de la etnia Waorani.
43
La Zona Intangible Tagaeri-Taromenane (ZITT)
Este lugar es poco explotado, según comentarios de indígenas, guardaparques,
investigadores, existe mucha fauna y flora silvestre, el acceso a estos lugares es bastante
difícil ya que no existen carreteras y es habitada por indígenas que viven en aislamiento
voluntario.
El Ministerio del Ambiente de Ecuador en el 2008 celebró un taller en Coca convocado por
el Plan de Medidas Cautelares y el Programa Yasuní, cuya temática era el componente
turismo, con el objetivo de debatir la problemática del turismo al interior de la ZITT.
Durante el taller se debatieron tres potenciales escenarios en relación al turismo: No
intervención, ordenamiento de lo existente, o prohibición absoluta, analizando las
implicaciones de cada uno de los escenarios.
La opción de no intervenir fue la que prevaleció luego de un análisis pormenorizado de la
situación y considerando lo establecido en la Constitución del Ecuador que en el numeral
21, Art. 58 expresa claramente que “Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario
son de posesión ancestral irreductible e intangible, y en ellos estará vedada todo tipo de
actividad extractiva”.
Oferta Turística complementaria: el Yaku Kawsay
El Centro de Interpretación Ambiental del Parque Nacional Yasuní, la Reserva de la
Biosfera y los ecosistemas acuáticos, Yaku Kawsay, nace con el objetivo de crear un
atractivo turístico para la comunidad de Alta Providencia, que no compitiera con los lodges
ya existentes y que permitiera a los turistas conocer mejor las singularidades de esta área de
gran valor ambiental, al tiempo que ofrecer a los habitantes de esta comunidad una fuente
alternativa de ingresos al tráfico de carne silvestre, madera y pesca.
Este proyecto fue financiado por el Eco Fondo, WCS, el Fondo Ambiental y la propia
comunidad, que aportó con mano de obra, material y los terrenos. La construcción sigue el
modelo arquitectónico de la vivienda Waorani, con materiales naturales, y se llevó a cabo
entre 2008 y 2010. Está ubicado sobre el Shipatay, en un brazo del Napo, en la Comunidad
Kichwa de Nueva Providencia y el acceso no es el más sencillo, puesto que en verano el
44
caudal del Napo disminuye y el acceso se dificulta. El Gobierno Provincial de Orellana y el
Gobierno Municipal de Coca también han contribuido entregando a la comunidad una
canoa de fibra para el traslado de los visitantes.
La demanda esperada debería provenir de los lodges del entorno (Napo Wildlife Center,
Sacha, Sani, incluso del Manatee) pero hasta ahora las llegadas son mínimas. No ha
existido un acercamiento previo formal a los lodges ni acuerdos de comercialización. La
gestión tampoco ha estado definida con claridad desde el inicio; ni los roles de la
comunidad, ni el presupuesto ni el financiamiento del gasto corriente… todo esto ha
generado frustraciones y expectativas no cumplidas.
De lo anterior se desprende que la oferta turística del parque y su zona de amortiguamiento
es grande y está dada tanto por los servicios como por los atractivos que conforma el
Producto Turístico. Los primeros denominados como la Planta Turística, mientras que los
segundos son conocidos como la materia prima.
Siendo esta belleza de riqueza natural atractiva para el turista, porque no se ha desarrollado
para constituir una fuente de recursos económicos importantes para el desarrollo de zona?
Las respuestas a este interrogante pueden ser múltiples, los aspectos más importantes
pueden ser:
El turismo en la Rivera del Napo presenta un crecimiento espontáneo y no planificado,
guiado por una percepción de demanda insatisfecha en épocas puntuales del año, o en
determinados años de alta demanda hacia el país.
Existen algunos ejemplos exitosos, tanto en lodges tipo enclave como en las experiencias
de red de turismo comunitario que generan ingresos para las comunidades locales, así como
empleos, acceso a la titularidad de emprendimientos, utilidades de la actividad turística que
en algunos casos contribuyen a la mejor calidad de vida de la comunidad (educación, salud,
otros) etc.
45
Existe también un potencial de desarrollo de los encadenamientos productivos,
principalmente a través del abastecimiento de productos locales para los servicios de
alimentación de los hospedajes.
Para que el turismo se convierte en una fuente más de ingresos estables es necesario hacer
un esfuerzo en la consolidación de una demanda mínima que permita avanzar hacia una
relación formal entre producciones locales y compras formales por parte de las empresas
turísticas, en base a unos flujos más constantes y regulares de los que existen en este
momento. (Blaser, A. Puyol, A. 2010).
Por otro lado, la falta de ordenamiento de la actividad turística al interior del Parque
Nacional Yasuní puede suponer un grave riesgo para el destino, debido a los impactos que
visitas no controladas pueden causar. Asimismo, el avance de la frontera agrícola y
petrolera genera también presiones sobre el territorio, impactando en la percepción de
calidad prístina del medio ambiente por un lado, y generando una alta competencia, tanto
por el suelo como por la mano de obra, competencia que obviamente el turismo no puede
enfrentar como fuente única y suficiente de ingresos para toda la población. (MAE. 2008).
Para poder hablar de una estrategia de Turismo Sostenible en el territorio de la Reserva de
la Biosfera, se deben asegurar entonces políticas de ordenamiento territorial y de
actividades productivas que aseguren que estas se realizan dentro de parámetros amigables
con el entorno, de lo contrario no importará que las empresa turísticas utilicen buenas
prácticas, y oferten un producto basado en la conservación de los recursos naturales,
mientras el entorno fuera de la experiencia turística sigue siendo extractivo y sin
ordenamiento. (Blaser, A. Puyol, A. 2010).
El Ministerio de Ambiente del Ecuador y el Fondo para el Logro de los Objetivos del
Milenio (FIODM) (Diagnóstico De La Actividad Turística En La Reserva De La Biosfera
Yasuní) presentan en un cuadro los principales problemas observados en el territorio,
levantados en visitas de campo y talleres con las comunidades, los actores locales, las
ONGs y los operadores. Se presentan así mismo las soluciones propuestas desde el
componente de turismo del Programa Yasuní y la situación a Junio de 2011.
46
Evolución De La Problemática Del Turismo En La Cuenca Del Napo 2008 - 2011-
Zona De Amortiguamiento Del Parque Nacional Yasuní / Uso Intensivo-
PROBLEMÁTICA
2008
CAUSAS
SOLUCIONES Y
PROPUESTAS
DURANTE EL
PROGRAMA YASUNÍ
SITUACIÓN DEL
2011
Las empresas que operan
buscan el máximo
beneficio con la mínima
inversión, generando
actividades turísticas
informales que
incursionan en el
territorio wao con escaso
control sobre impactos
sociales o ambientales, y
escaso beneficio para los
wao: salario bajo, pocas
oportunidades de trabajo,
etc.
Modelo tradicional
extractivista y
exportador de la
actividad turística del
país, que se traslada a
TW.
Falta de lineamientos
y difusión de buenas
prácticas en Turismo
Sostenible.
Mejora de capacidades.
Reglas y ordenamiento
para delimitar el tipo de
operaciones que se
desean, y las relaciones
entre estas y los Wao.
Créditos y asistencia
técnica para las
empresas.
Normas, Códigos de
Conducta,
sensibilización y
capacitación en
sostenibilidad
ambiental, socio
cultural y económica
para las empresas que
vayan a operar en el
territorio, tanto externas
como Wao.
La fragilidad y
debilidad
institucional y
administrativa del
ordenamiento
territorial del
territorio Wao es un
obstáculo insalvable
a la hora de aplicar
un modelo de
turismo sostenible en
el área.
El conflicto entre su
reclamo sobre la
autoridad única
sobre su territorio, y
la lentitud con la que
se aplica el nuevo
modelo de gestión
territorial recogido
en la nueva
constitución genera
el que las situaciones
de hecho se sigan
consolidando,
principalmente las
entradas a la ZITT.
En el ámbito del
turismo se ha
fortalecido la
propuesta del Wao
Lodge, iniciativa
entre Fundación,
Empresa y
Comunidades,
apoyando la
diversificación de
actividades para
extender los
beneficios a otras
comunidades y
rebajar la presión
social.
Servicios Turísticos de
baja calidad en el
entorno, ofrecen
servicios hacia el
territorio Waorani sin
manejo sostenible ni
conciencia social y/o
ambiental.
Sector informal muy
amplio, sin
ordenamiento,
orientados al consumo
local principalmente.
Planes de
capacitación
dispersos, sin
encadenamiento a
otras acciones de
mejora: mejorar
calidad, incentivar y
facilitar inversiones.
La legislación no
contempla como
“turísticas” muchas
actividades, por lo
que quedan por fuera
del ámbito de control
y regulación del
Ministerio de
Mejorar el
ordenamiento.
Sensibilizar hacia las
oportunidades y
especificidades
turísticas.
Fomentar la calidad con
acciones dirigida.
Capacitación y
asistencia técnica
ligadas a mejoras
tangibles.
Incentivos a las buenas
prácticas.
Capacidad de
monitorear y controlar.
47
Turismo.
La lentitud en la
aplicación de la
normativa de
registro de los CTCs
(centros de turismo
comunitario) y la
falta de un enfoque
que tome en cuenta
las especificidades
del TW Impiden un
avance eficaz.
Falta control
administrativo desde
los puntos emisores
de turistas para
regular las
operaciones,
sensibilizar a
operadores y turistas
y ordenar las
actividades
Se espera que el Plan
de Manejo del PNY
permita generar una
política de desarrollo
sobre la actividad
turística en el PNY.
Disminuir las
actividades ilegales y
generar mayor
regulación también
hacia el TW.
El nuevo COOTAD
fortalecerá la
institucionalidad del
territorio indígena.
No se ha podido
realizar una
intervención de
carácter integral,
por lo que esta área
sigue siendo
extremadamente
vulnerable a los
impactos de un
turismo no
ordenado.
Los Waorani
Gran cantidad de
Operadoras ilegales, sin
registros.
Falta de capacidad
para controlar, tanto
parque como
Ministerio de
Turismo.
Plan de manejo
desactualizado, falta
de guarda parques,
falta de sitios
turísticos y servicios
turísticos en los
lugares donde los
turistas visitan.
No hay reglamentos
de actividades
especiales y
capacidad para hacer.
Definir el modelo y los
objetivos de la actividad
turística.
Códigos de conducta
consensuados.
Mejora del
ordenamiento de los
permisos de acceso y
delimitación de
itinerarios en torno a
zonas frágiles.
Control de las
operadoras que venden,
producto, lenguaje de
comercialización,
permisos y actividades
que realizan.
Delimitación de zonas y
de requisitos para
empresas de
actividades, asistencia
técnica de calidad para
la gestión de negocios
turísticos.
Falta control sobre las
áreas del PNY y
territorio Waorani.
Falta de medios y de
ordenamiento y
mandato territorial
claro.
Planes de vida de las
comunidades en
elaboración.
Ordenamiento
definitivo formulado.
Autoridad ejercida.
Medios humanos y
técnicos para el control.
Capacitación y
asistencia técnica a los
Wao para ejercer el
control.
Se asume el territorio
Waorani como tierra de
nadie. Se niega a los
Waorani control sobre el
territorio.
Falta de medios y
ordenamiento y
delimitación clara de
responsabilidades y
autoridad.
Ordenamiento
definitivo, ejercicio de
autoridad, medios y
capacidades a los Wao
para ejercer el control,
apoyo y seguimiento.
Desorden e
improvisación en las
actividades turísticas.
Improvisación, falta
de asistencia técnica,
falta de ordenamiento
y de lineamientos que
orienten el cómo
hacer.
Ordenamiento de
actividades, regulación
de itinerarios y
duraciones, incentivo a
los emprendimientos
locales apoyo étnico y
48
seguimiento.
necesitan un apoyo
integral,
acompañamiento
técnico en un
proceso largo para
construir el modelo
de actividad turística
adecuada a su
estructura socio
organizativa, y no a
la Inversa, esto
requiere de una
voluntad política,
una actuación
integral de medio
plazo y una
intervención de
elevado nivel de
apoyo técnico para
ayudar a los Wao a
construir un modo
de vida sostenible
que satisfaga sus
necesidades básicas
sin necesidad de
explotar el bosque
de forma no
sostenible.
Los intereses turísticos
profundiza la
segmentación tradicional
del territorio Waorani.
Los problemas socio
culturales generados
por las actividades
económicas en
general (turismo,
petróleo, tala ilegal,
etc) o la satisfacción
de necesidades
básicas con dinero
fácil se solventan en
cada comunidad como
se puede, sin
orientación ni apoyo.
Ordenamiento
especifico de la
actividad turística en
TW desarrollado en
conjunto con los Wao,
para ordenar los lugares,
las actividades, las
relaciones etc. Sistema
de acompañamiento y
monitoreo y mediación
de conflictos.
Facilitación de trámites
y apoyo para el diseño
de proyectos
comunitarios donde se
inviertan las utilidades
turísticas.
A pesar de la problemática planteada el turismo ligado a los atractivos naturales y culturales
de la reserva de la Biosfera del Yasuní viene desarrollándose desde hace varias décadas, de
manera empírica y movido por una demanda sobre todo internacional interesada en conocer
destinos de alto valor natural. La existencia del Parque Nacional Yasuní, identificado como
uno de los más biodiversos del mundo, convierte a este territorio en uno de los que tiene un
mayor potencial dentro del Ecuador, para el fomento de la conservación a través de los
ingresos generados por un turismo sostenible y responsable, y con un reconocimiento pleno
de que el turismo de naturaleza permite generar ingresos económicos a partir de la puesta
en valor del bosque, en lugar de su explotación.
En los actuales momentos el beneficio económico que perciben las comunidades todavía es
marginal en la mayoría de los casos, y puede incrementarse y mejorarse de una forma
ordenada y estructural, fortaleciendo los encadenamientos locales. Sin embargo existen
algunos ejemplos exitosos que deben difundirse y fortalecerse, para poder construir un
49
sector empresarial sostenible y que genere beneficios reales directos e indirectos a las
comunidades locales.
No se debe desestimar que existe alto riesgo de impactos no deseados por falta de
ordenamiento y zonificación integrales y específicos de la actividad turística en PNY.
Existen zonas de alta fragilidad (ZITT) que no cuentan con normativa específica, que
precautele derechos y prevenga impactos. Hay un conflicto no abordado entre los acuerdos
internacionales en relación a los derechos y la presencia de actividad turística al interior de
la zona intangible y su zona de amortiguamiento.
Los principales impactos que se están produciendo son:
Pérdida de confianza de las comunidades en el potencial del turismo, y retorno
a actividades extractivas: tala ilegal, caza y pesca furtiva, etc.
Operaciones no amigables con el entorno, forzadas por la necesidad de atraer a
cualquier tipo de demanda y captar su interés: prácticas no sostenibles, vista a
lugares demasiado frágiles, o zonas núcleo, sobrevuelos, adiestramiento de
fauna silvestre para los turistas, etc., que generan impactos sobre la
sostenibilidad del área y sobre la imagen de destino de naturaleza.
Pérdida de posicionamiento del área como destino de naturaleza por prácticas
no amigables, lo que perjudicaría seriamente a las operaciones más antiguas, y a
la conservación del Parque Nacional Yasuní y la Reserva de Biosfera Yasuní.
Con la base de lo planteado y a manera de comentario, el turismo, como cualquier otra
actividad, tiene un gran potencial para generar impactos, no sólo en lo ambiental, sino
también en lo económico, social y cultural. Que estos impactos sean positivos y no
negativos depende exclusivamente de la calidad técnica de la intervención y de fortalecer
los niveles de organización, establecer políticas claras y alcanzables, afianzar procesos
administrativo y técnicos, entre otros. Los resultados, sin embargo, permitirán abordar al
mismo tiempo problemas sociales, económicos y ambientales desde el ámbito de lo local,
ayudando así a generar la gobernanza necesaria para asegurar la sostenibilidad del
territorio.
50
CAPITULO 5. CRITERIO DEL INVESTIGADOR SOBRE EL
OBJETO DE ANÁLISIS.
La iniciativa Yasuni-ITT por su carácter ecologista se proyecta como una actividad única e
innovadora, sin embargo, a partir de la realidad interna del país que vive en su mayor parte
de la renta petrolera, el destino es incierto, pues no se visualiza claramente la
corresponsabilidad social mundial que se aspiraba tener, frente a esta realidad la política de
conservación estaría en peligro.
Está ampliamente reconocido en el mundo que la extracción de combustibles fósiles
produce graves daños ambientales y sociales. En muchos países, que han sufrido este daño
irreversible a la naturaleza, se han producido permanentes debates sobre la extracción de
combustibles fósiles en territorios que deberían estar protegidos. Ecuador en la parte
oriental de su territorio ha convivido 40 años de explotación petrolera sin que esta actividad
haya mejorado la calidad de vida de la población cercana a estos sitios de extracción.
Los movimientos ecologistas en el Ecuador han tenido aportes significativos en la lucha
contra la explotación petrolera, el gobierno en el año 2007, asume en su agenda política
dejar parte del petróleo en tierra sin extraerlo, y lo manifiesta ampliamente al Ecuador y al
mundo su convicción de no extraer las reservas de crudo pesado del bloque ITT en el
Parque Nacional Yasuní.
Al inicio de esta importante investigación y al realizar una amplia revisión documental, me
encontré con una publicación de mucha seriedad y calidad científica (Vallejo et.al 2010)
que aporto significativamente al análisis del objeto de investigación. Los autores en su libro
“Iniciativa YASUNI –ITT desde una perspectiva multicriterial” platean un interrogante
¿Cuál es la lógica de esta propuesta?, interrogante que lo comparto y que permitió al autor
de este trabajo organizar desde un punto de vista lógico la revisión conceptual y teórica.
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El valor de la Iniciativa Yasuní-ITT desde una perspectiva social, ambiental, cultural, es la
opción de política más deseable para el Ecuador. Los beneficios que pueden derivarse
superan substancialmente los ingresos que pueden obtenerse de una decisión extractiva
Los investigadores (Vallejo et.al 2010) manifiestan con mucha solvencia y experiencia que
una economía fundamentada en un sector no renovable, con una vida útil que no supera los
30 años muestra restricciones en términos de sostenibilidad para el largo plazo, tanto en el
sentido económico como social y ambiental. Es necesario entonces que en el corto plazo se
establezca los mecanismos adecuados para propiciar la transición económica y energética
hacia un sector renovable, que otorga oportunidades de desarrollo a un largo plazo.
El Gobierno actual ha priorizado como estrategia de desarrollo la aplicación del Plan
Nacional del Buen Vivir , entendiéndose por Buen Vivir “la satisfacción de las
necesidades, la consecución de una calidad de vida y muerte digna, el amar y ser amado, y
el florecimiento saludable de todos y todas, en paz y armonía con la naturaleza y la
prolongación indefinida de las culturas humanas. El Buen Vivir presupone tener tiempo
libre para la contemplación y la emancipación, y que las libertades, oportunidades,
capacidades y potencialidades reales de los individuos se amplíen y florezcan de modo
que permitan lograr simultáneamente aquello que la sociedad, los territorios, las diversas
identidades colectivas y cada uno -visto como la de un ser humano universal y particular a
la vez- valora como objetivo de vida deseable (tanto material como subjetivamente y sin
producir ningún tipo de dominación a un otro) (Gobierno Nacional: Plan Nacional para
el Buen Vivir 2009-2013) .
Este Plan, sin duda, obliga a reconstruir lo público priorizando la consecución de algunas
metas sociales en el corto plazo, es innegable que para su logro se requiere de recursos
económicos inmediatos para financiar diversos programas. El debate fundamental se sitúa
en la fuente de estos recursos, cuando las actividades extractivas originan conflictos
sociales y tienen un amplio rango de daño ambiental, frente a esta realidad corresponde
pensar en otras fuentes renovables como seria la explotación controlada del turismo.
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Considero que no es necesario abundar criterios con respeto a la importancia del proyecto
Yasunì-ITT, pues el reconocimiento de su megadiversidad en lo biológico y gran
diversidad étnica y cultural justifican ampliamente mantener inalterable esta zona que se
han catalogado como altamente sensibles. Los Ecuatorianos debemos frente a esta
disyuntiva del PLAN A o PLAN B pedir que se respete la Constitución “verde” aprobada
con amplia mayoría por el pueblo ecuatoriano en la que se consagra la inviolabilidad de las
áreas protegidas, en virtud del cual, todos sus ciclos vitales han de ser respetados,
preservados y regenerados con este reconocimiento no debería plantearse un Plan B a
riesgo de entrar en contradicción.
A la fecha quedan todavía aspectos importantes por discutirse y profundizarse,
especialmente el tema de turismo cuyo manejo en la actualidad es complejo por falta de
ordenamiento territorial.
El Ecuador ofrece una acción sin precedentes, que es innovadora frente a los mecanismos
del Protocolo de Kyoto, pues los mecanismos tradicionales buscan la absorción de los
efectos de las emisiones. La Iniciativa propone un cambio de perspectiva en una nueva
ética para vivir en armonía con la Naturaleza. Por eso, requiere de una concreción y un
férreo compromiso político y social al que todos los habitantes de este planeta estamos
convocados.
CONCLUSIONES
Las políticas públicas y los procesos socioeconómicos que se han instaurado en el Parque
Nacional Yasuní, resultan disfuncionales, pues sobre un mismo escenario geográfico y en
un mismo tiempo se superponen varias políticas como las de ampliación de fronteras
extractivas de recursos naturales, proyectos petroleros que no se concretan esperando la
aplicación del Plan B, políticas de conservación ambiental del Parque Nacional Yasuní y la
reserva de Biosfera Yasuní, así como las políticas étnicas, como las de protección de los
pueblos en aislamiento voluntario y la delimitación de la zona intangible Tagaeri-
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Taromenana, de lo que se desprenden serias contradicciones que caracterizan los diversos
temas que se han analizado en esta investigación.
Se evidencia también la poca participación de la población y especialmente con los actores
locales con el fin de avanzar en esta propuesta en forma consensuada y coherente en busca
de la aplicación del Buen Vivir de la población que habita el Parque Nacional Yasuní.
Los esfuerzos desplegados por los equipos de gestión del plan YASUNI-ITT y diversas
acciones realizadas en los últimos años para promocionar esta iniciativa, han sido
insuficientes, y de allí, que empieza a surgir con fuerza la aplicación del Plan B, mientras
los ecologistas están planteando un Plan C que consistiría en una consulta a la población
sobre la aplicación de estas alternativas.
De las investigaciones realizadas en el PNY se desprende que hay carencias materiales,
técnicas, logísticas, políticas para desarrollar una tarea de control y mejora del PNY; no se
detecta una asignación prioritaria de recursos para el manejo ambiental del PNY y la
reserva de Biosfera.
Dentro del PNY la población que muestra un mayor nivel de vulnerabilidad es la población
Tagaeri-Taromenane y Waorani, que viven en aislamiento voluntario que se debaten en una
situación de peligro para su vida y su integridad como individuos y cultura.
Respecto a la aplicación del Proyecto Yasuni-ITT no se define con certeza si se lo explota o
si se concreta el mecanismo de dejar el petróleo bajo tierra a cambio de una compensación
de la cooperación internacional. La difusión del proyecto a lo interno del país está débil, los
movimientos ecologistas deben promocionar en forma más permanente la alternativa de
mantener el crudo en tierra como la opción que permitiría garantizar la conservación del
Parque Nacional Yasuní.
Las zonas de mayor presión sobre el Parque nacional son los dos ejes viales y las riveras
del Napo, muchas comunidades han optado por el turismo como alternativa económica,
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pero la misma todavía no está adecuadamente regulada. Actualmente hay presión por parte
de las operadoras turísticas que ofertan paquetes turísticos a zonas intangibles, y más allá
incluso a zonas donde no se ha detectado asentamiento de pueblo en aislamiento, para estas
actividades muy poco o nada participa la población local.
Hay una importante expectativa en la región respecto a sus potencialidades para el
desarrollo turístico. Esfuerzos importantes de planificación del sector turístico se han
desarrollado por parte de gobiernos seccionales sin embargo las limitaciones son evidentes.
La distancia, las vías de comunicación, la disponibilidad de servicios básicos, las mismas
características de los productos de turismo de naturaleza y aventura hacen que el costo de
los servicios sea alto y solo sea posible recibir turistas en números pequeños, la actividad
turística en la zona intangible es de alto riesgo. No hay información disponible sobre el
impacto de la actividad turística en la economía y modo de vida de la región
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