NUARIO · ción de parentesco, a un “ orden simbólico ... creándose posteriormente la Escuela...

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COLEGIO DE PSICOLOGOS DE TUCUMÁN

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COLEGIO DE PSICÓLOGOS DE TUCUMÁN

EditorialLas razones de este Número Especial de la Revista delColegio de Psicólogos de Tucumán da continuidad a laexistencia de la misma y sitúa los 40 años transcurridosdesde la fundación de nuestro colegio el 3 de Diciembrede 1969.Cumplir 40 años nos remite a la gestación, al nacimiento,a la coincidencia en un grupo de psicólogos de un deseoque, a través de los años, ha trazado los surcos y ha apor-tado el empuje sostenido a mantener esta construcción:nuestro Colegio.Quienes se encuentran estudiando los temas de la histo-ria advertirán que, por su contenido, se encuentra privile-giado la perspectiva testimonial, que si bien es valiosa,corre el riesgo de perder lo propio de la investigaciónhistórica. El contenido de esta revista, dirigida a los psicólogos,apunta a transmitir el testimonio de los protagonistas dela historia que nos permitió construir la identidad profe-sional, otorgándole su legalidad, a la vez que su referenciagrupal.Interesa subrayar, también, que es el resultado del en-cuentro, de la reunión, de la producción conjunta a la quefueron convocados. Dos son estos espacios a señalar:

1 > El Coloquio “Contando la Historia”, realizado en 2008por la Comisión de Jóvenes Graduados. 2 - Las reuniones de trabajo con la 1° Comisión Directivade Agosto-Octubre 2009.

La otra razón que nos anima a materializar esta produc-ción está relacionada a los efectos fecundos de esas re-uniones. Es interés de este Consejo Directivo continuar con laherencia que nos dejaron los pioneros, acentuando el pro-fundo sentimiento de agremiación que los unió, y el com-promiso con la naciente identidad profesional.Entendemos que este trabajo de rememoración nos for-talece en el objetivo de defender nuestra profesión en laacción cotidiana y en los diversos ámbitos y aporta, enestos tiempos, maneras creativas de reinventar, cada vezlos lazos entre los psicó-logos .

PRESIDENTELic. Sara Rosa González

VICE PRESIDENTELic. Beatriz Lorena Robles (licencia)

SECRETARIA GENERALLic. María Laura Paz Posse

SECRETARIA DE ASUNTOS PROFESIONALESLic. Darío Espinosa

TESORERALic. María Marta Pedrosa

PRO TESORERALic. Beatriz E. Polti

VOCAL IºLic. Stella Maris Garbarino

VOCAL IIºLic. Cecilia Sale

VOCAL IIIºLic. Patricia Ricaud

DELEGACIÓN SUR

DELEGADA TITULARLic. Patricia Ricaud

DELEGADA SUPLENTELic. Isabel Ovejero

SINDICATURA

TITULAR IºLic. María Dolores G. de Ganem

TITULAR IIºLic. Oscar Cardoso

TITULAR IIIºLic. Guido Suárez

SUPLENTE IºLic. Salvador Liberti

SUPLENTE IIºLic. Roberto González Marchetti

SUPLENTE IIIºLic. Saturnino Tolosa (licencia)

TRIBUNAL DE ETICA Y DISCIPLINA

TITULAR IºDr. Osvaldo Raúl Llapur

TITULAR IIºLic. César Augusto Infante

TITULAR IIIºLic. María Margarita Tomas

SUPLENTESLic. Ester KancyperLic. Lidia Isabel MenderLic. María Carolina Tiboldo

COMISIÓN EDITORA Lic. Sara Rosa González Lic. Mario Dario EspinosaLic. Cecilia SalePsic. Eugenia Asad

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Agradezco la invitación que me permite reencon-trarme con aspectos de mi propia historia, en esepasado historizado en el presente que en el relatoal reconstruir lo reescribe.

“Lo pensaste bien, que carrera es esa de psicología, quépuede hacer un psicólogo, de qué vas a trabajar cuandote recibas” fueron las palabras de mi padre al comunicarle,al fin del secundario en el Gymnasium ,año 61, mi desiciónde ingresar a la muy nueva carrera de psicología .El tío mé-dico, al que todo se consultaba, opinó que era un desper-dicio que un joven tan prometedor estudiara una carrerasin futuro, equiparable a kinesiólogo o podólogo. Talcomo años después comprobé, ya recibido, al solicitar lamatricula que Salud pública otorgaba a los flamantes pro-fesionales.Qué identificación buscaba si hasta ese momento, año62, no había psicólogos. El significante psicólogo, el nom-bre psicólogo no estaba encarnado, y un nombre designaa una determinada persona y en esto consiste exacta-mente el paso al estado humano. El hombre deviene hu-mano cuando entra en una relación simbólica, cuando

puede decirse hijo de… padre de…Por lo tanto si el nombre es el lugarsimbólico donde el sujeto se localiza,todavía no podía localizarme en nadaLa Facultad de filosofía y letras, te-ñida de academicismo, nos acogía yla nueva carrera impregnada de la an-terior Psicotecnia estaba. El hijo anacer, el futuro psicólogo, debía por

lo tanto ser un hábil tomador de test,un técnico auxiliar del papá médico oun académico como la mamá facul-tad.El ofrecimiento no terminaba de con-vencernos, y aquí ya utilizo plural, por-qué al poco de comenzarempezamos a formar grupos para es-tudiar y en esa especial hermandadcreada, pensar, hablar, fantasear dequé se trataba en lo que estábamos

A 40 AÑOS DE D LA CREACIÓN DEL COLEGIO DE PSICÓLOGOS DETUCUMAN, EL QUE FUERA EL 1º VICE-PRES-IDENTE DE LA INSTITUCIÓN CONMEMORA LOS ORIGENES DEL CUERPO COLEGIADO.

fundamos el Colegio de Psi-cólogos que consolidónuestra naciente identi-dad, la entrada a una rela-ción de parentesco, a unorden simbólico“

50 años de la carrera dePsicología de la UNT

Lic. JOSÉ AZAROCTUBRE 2009

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metidos. Sin saber, no habíamos leído todavía Tótem yTabú, que la unión de los hermanos, de los pares, es loque posibilita que el nombre, el propio, aparezca y las fun-ciones y lugares se definan.Grupo de pertenencia que recuerdo con enorme cariño yun mucho de nostalgia el que formamos con Elisa Poprit-kin, Norma Baldrés, Blanca Bazzano, Anagloria Ferullo, yde vez en cuando alguien más y con un plantel masculinoentre los que estaban el Negro Andujar, Juan Garbero, Os-valdo Aiziczon. Grupo al que se integró una linda señoritarecién llegada de Buenos Aires cuando me preguntó enlos pasillos del salón de actos con quien estudiaba, nues-tra actual vice rectora, La Pini, a quien durante todos losaños de la carrera buscaba en mi motoneta a la madru-gada para comenzar la jornada de estudio.Uno o dos años después psicología era una carrera nume-rosa, la mayor parte de los alumnos de la facultad éramosestudiantes de psicología.Dos hechos, gestados por nosotros como estudiantes,abren una perspectiva nueva, se comienza a dictar lo queen ese momento se llamaba Psicología profunda, psicoa-nálisis, a cargo del Dr .Andrés Nader y extrafacultad invi-tamos a mensualmente venir a Tucumán al Dr. EnriquePichón Riviere, creándose posteriormente la Escuela dePsicología social, como un intento de formación fuera delámbito universitario.Comenzamos a pensar y hablar de psicoanálisis, de psi-coterapia, como algo concreto, como un lugar posible.Marca esto, como todo desprendimiento de por lo de unOtro propuesto, una etapa llena de crisis, de cuestiona-mientos, ávidos, hambrientos de algo nuevo, de algo quenos identifique. Y en ese pasaje comenzamos a buscar lacalle. Como estudiantes todavía empezamos a trabajar enhospitales, escuelas, en la cárcel y hasta en clubes depor-tivos. Nos ofertábamos para selección de personal, rela-ciones humanas, encuestas… para todo aquello quepensábamos tenía que ver con el campo psi. Y con laoferta empezamos a generar demanda.Y comenzamos a recibirnos y junto con esto la necesidadde juntarnos, de agremiarnos. Ya éramos “alguien” queempezaba a ser reconocido por el afuera y especialmentepor nosotros mismo, por lo tanto fundamos el Colegio depsicólogos que consolidó nuestra naciente identidad, laentrada a una relación de parentesco, a un orden simbó-lico.Tucumán en ese momento, inicio de la década del 70, esun hervidero politico, de psicólogos y de estudiantes depsicología. comienzan a dictarse cursos de psicodrama,Buenos Aires ve con creciente interés el movimiento dela psicología en Tucumán y el posible desembarco coloni-zador, comienzan a funcionar esa especial modalidad detransmisión que son los grupos de estudio, aparecen ins-tituciones de formación, los psicólogos abrimos consul-torios, la peste se había propagado. El resto es historia

actual.Retomo para concluir la que fueronlas palabras de mi padre cuando leanuncié el estudiar psicología, las queaños después pude leer como este,nuestro oficio, tiene mucho que vercon lo que hacemos con la palabraque de un Otro nos viene. Tuve ladicha, en un momento de intensodolor, escuchar a mi padre en sulecho de muerte decirme “pensarque yo no quería que estudies psico-logía”.Y ahora, hoy, aquí, tengo la enormedicha de ver lo que en mucho o enpoco contribuí a que sea lo que ahoraes.Gracias nuevamente por ofrecermeeste espacio que me permitió relatarmi nacimiento a partir de lo que erasin saberlo.

que la unión de los her-manos, de los pares, es loque posibilita que el nom-bre, el propio, aparezca ylas funciones y lugaresse definan“

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Cuando se cuenta esta historia hay que hacer men-ción que la historia de la psicología en la Argen-tina es muy particular, por ser uno de los pocospaíses donde el psicoanálisis se ubicó en el cen-

tro de la profesión. Por muchos años, podría decirse que laidentidad del psicólogo era básicamente una identidad clí-nica. Por ello, en estos párrafos, ambas disciplinas estaránintrínsecamente ligadas y a veces tratadas como equiva-lentes. De acuerdo a bibliografía relevante consultada, enla década de 1960, se puede decir que se fue conformandouna “cultura psicoanalítica”, en gran parte propiciada por unempuje modernizador en todos los órdenes, en el país y enel mundo. La ampliación del mercado de bienes culturalesy la introducción de nuevas tecnologías comunicacionales,además de la masificación e internacionalización de las re-laciones culturales, favoreció la venta de “productos mo-dernos”, entre ellos, el psicoanálisis. La creación de lascarreras de ciencias sociales —Sociología y Psicología—contribuyó a modernizar las relaciones sociales y la planifi-cación, además de que figuraban en el imaginario socialcomo las encargadas de producir el cambio social. En elcampo político, el desarrollismo de los primeros años tam-bién contribuyó al giro ideológico y científico, que sirvió para

ir creando en las nuevas generaciones el consenso para unproyecto modernizador. Así, cambiaron tanto los conceptospara pensar la sociedad y la cultura como los métodos y ladefinición de cientificidad, por lo que se produjo, según pa-labras de Sarlo, una modernización teórica con una impor-tación de teorías verdaderamente impresionante. Muchosautores coinciden en señalar, que en Argentina, los cambiossociales también estuvieron ligados a la modernización cul-tural desatada desde el fin del régimen peronista en 1955.Se dio un extraordinario crecimiento de la enseñanza supe-rior concebida como el mejor medio que tenían las familiasde clase media de conseguir ascenso social, así como unanueva composición social de ejecutivos y técnicos vincula-dos a las industrias modernas cuyo nuevo modo de vida co-menzó a ocasionar un sufrimiento moderno. En ese climade agitación por los nuevos tiempos surgía la neurosiscomo enfermedad de la modernidad y el psicoanálisis o lapsicología clínica como la terapia asociada a su curación. Entanto, también se producía la transformación vertiginosa de“la vida sexual, la familia y el rol de la mujer en la sociedad”,que demandaba nuevos conocimientos para comprender-los. Las psicoterapias iban ganando clientela y la palabrapsicoanálisis así como sus conceptos comenzaba a ser mo-neda corriente. Por otra parte, la escena académica ponía en evidencia suinsuficiencia, ya que se consideraba que debía estar com-prometida con la realidad social de la que emergía, lo quese constituyó en tema de debate de la década hasta que lapolítica terminó imponiendo su lógica. En cuanto al terrenofilosófico que hizo posible la instalación del psicoanálisis,se verifica la presencia del existencialismo de Sartre, iconode la modernización cultural. Fue el existencialismo sartre-ano el que diseñó el planteamiento de las relaciones entreteoría y política y el que, además, desarrolló en muchos in-telectuales el interés por el psicoanálisis como vía de auto-

conocimiento existencial. La franja contestataria queconformó la cultura crítica en la Argentina se halló en unaencrucijada: por un lado, una exigencia ideológica de com-promiso con la realidad socio-política y por otro, la confron-tación con una clase obrera masivamente adherida a esaideología y práctica peronistas. El cambio de orientaciónque se le demandó al psicoanálisis (identificado con la ins-

Tiempos defundacióndel Colegiode Psicólogosde TucumánESCENARIO SOCIO-POLÍTICO, CULTURAL E

INTELECTUAL DE LA DÉCADA DEL SESENTA

por los nuevos tiempos sur-gía la neurosis como enfer-medad de la modernidad yel psicoanálisis o la psicolo-gía clínica como la terapiaasociada a su curación“

MARIELA VENTURALic. en PsicologíaMag. Docencia Superior UniversitariaBecaria de Investigación CIUNT (doctorado)OCTUBRE 2009

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titución oficial) a fines de los 60, y que significó una fracturaen su interior, tuvo que ver justamente con este interés porlo social y por lo público desde una postura crítica. El auge psicoanalítico que signó a la década y que se habíainiciado en los años cuarenta en Buenos Aires con la emer-gencia de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA, 1942)se estableció tiempo más tarde (década de 1960) en Tucu-mán, donde no existía aún una filial de dicha institución yaún no se había establecido su política de expansión haciael interior. Pero también es cierto que la recepción que hubode esta corriente en esta provincia tuvo mucho que ver conesta cultura psicoanalítica ya instalada en el país, aunquecon vastas diferencias. Mientras el tipo de psicoanálisis klei-niano era el predominante en Buenos Aires difundido desdela APA, en Tucumán, era el neo-culturalista del doctor HaraldShultz Hencke transmitido por el doctor Andrés Nader, alcomienzo desde la carrera de Psicología y luego, a partir deun grupo de estudios en el que, al poco tiempo, tambiénse comenzó a enseñar otra versión de la psicología y delpsicoanálisis (social) gracias a la llegada del doctor EnriquePichon Rivière. Evidentemente, la época se caracterizabapor la organización por fuera del Estado de circuitos inte-lectuales con espacios de supervivencia propios, una espe-cie de universidad paralela, que tuvo un papel importanteen la conformación de la cultura argentina y también en lapsicoanalítica. De allí surgió una modalidad de magnitud yespecíficamente argentina como fueron los grupos de es-tudio que persiste hasta el día de hoy.El golpe militar de 1966, que derrocó al gobierno de Illia yllevó al general Onganía a la presidencia del país, interrum-pió abruptamente las innovaciones universitarias iniciadadiez años antes, mientras en Tucumán caía el gobierno deBarbieri. Luego de esta intervención, la universidad se cerrópara las corrientes reformistas, modernizantes, desarrollis-tas y progresistas. En ese marco, y en virtud de que la lla-mada “Revolución Argentina” pretendía frenar todo lo queveía como un deterioro moral, los psicólogos también fue-ron considerados sospechosos. Por tal motivo, se subordi-naba la función de los psicólogos a la supervisión médicaen el campo de la salud mental, a partir de una ley -17132-que, a comienzos de 1967 ratificaba la resolución de 1954.Paradójicamente, la renovación de los servicios psiquiátri-cos durante este período formó parte de la preocupacióndel gobierno militar. Una de las obsesiones principales delos generales del golpe del 66 fue “despolitizar” la sociedady eliminar todos los vestigios de la “subversión de iz-quierda”, pero las medidas represivas que se llevaron de-lante con este fin tuvieron, por el contrario, el efecto deencender la pasión de los militantes y de radicalizar las po-siciones de muchos de los jóvenes de clase media. Era esamisma generación la que compraba los productos cultura-les innovadores que irrumpían en el mercado, a los que seagregaba el psicoanálisis. A fines de la década de 1960 y comienzos de la de 1970, laradicalización de la izquierda y el empuje a la violencia hi-cieron que la línea entre militancia política y actividad inte-lectual no fuera tan clara. El clima económico reinante enTucumán en esos momentos era definido como “un estadode presente explosivo y de futuro incierto”, con una gran agi-tación gremial y estudiantil: crisis azucarera y cierre de lamayoría de los ingenios azucareros que venían siendo sub-sidiados. En Córdoba, en Tucumán y en Rosario, un mismoesquema se mantenía: la ciudad tomada por obreros y es-tudiantes, y enfrentamientos con las fuerzas represivas. ElCordobazo marcó el principio del fin del régimen militar de1966 y abrió un período de violencia política sin preceden-

tes en la historia argentina del sigloXX. A su vez, en Tucumán, en 1968 y1969, surgieron las primeras “guerri-llas urbanas”. Noviembre de 1970 sig-nificó el inicio de una fuerza popular decarácter social en la provincia bajo laforma de la lucha de calles, a la que sele dio el nombre del Tucumanazo. Lainiciativa estudiantil, que se nucleabaalrededor del comedor universitario,incorporó a la lucha a otras fraccionessociales. Los movimientos de protestatambién se reproducían al interior delcampo psi en todo el país. Es asícomo a mediados de 1971, docentesy estudiantes de la Facultad de Psico-logía de la Universidad de BuenosAires elaboraban un manifiesto por laliberación profesional, pues los psicó-logos veían que su profesión era inter-pretada con un rango de inferioridaden relación con la de psicoanalista. Muchos de los fundadores del Colegiode Psicólogos de Tucumán, de los do-centes de la carrera de Psicología enel rango de profesores titulares y psi-cólogos destacados hoy en el ejercicioprofesional, cursaban en esa época lacarrera de Psicología; la mayoría deellos, cuando ingresaron lo hicieroncon el Plan 59 y luego solicitaron cam-bio de plan: el de 1965 o el de 1969.Como lo expresan muchos de ellos,esta época fue coincidente con el pe-ríodo de su juventud, del ingreso y delegreso de la carrera, del crecimiento,del saber curioso y del compromiso.Eran épocas vividas muy intensa-mente en lo político, tiempos demucha actividad, difíciles en la univer-sidad, en los que se empieza a pensaren reformular planes de estudio, en in-cluir aspectos del materialismo dialéc-tico, y expulsar otros como el tipo depsicoanálisis neo-cultural de comien-zos de la década del 60 en la carrerade Psicología de Tucumán que si bienmarcó una clara orientación hacia la clí-

nica, no respondía al freudismo y seenfrentaba sobre todo a los ideales so-ciales de la nueva izquierda estudiantil. En este escenario, en el año 1969 sefunda el Colegio de Psicólogos de Tu-cumán cuando se obtiene la persone-ría jurídica y comienza a legitimarse elejercicio profesional del psicólogo aun-que no su legalización. Como expresa

la psicología adquirió su es-tatus profesional en la ar-gentina en el entramado deunas relaciones turbulen-tas con la psiquiatría “

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César Infante (comunicación personal, 2008), La Ley 17.132-conocida como Ley Onganía- prohibía a los psicólogos elejercicio del psicoanálisis y de la psicoterapia, habilitandosolamente a la aplicación de tests y elaboración de psico-diagnósticos siempre bajo la supervisión de un médico, ca-yendo en la categoría de auxiliares de la medicina. Esa Leyde enero de 1967 es la que predomina y nos marca entodos estos años hasta que nosotros obtenemos nuestraLey. Osvaldo Llapur (2008, comunicación personal) muestracómo en esta etapa fundacional del Colegio de Psicólogosde Tucumán en la que se procura personería jurídica, su le-gitimación se da en el contexto de búsqueda de la identidadprofesional. Precisamente, esto fue acompañado de un pro-ceso de formación y especialización en ámbito privado es-pecialmente. La idea de crear un Colegio de Psicólogos,surgió primero espontáneamente por un grupo de personasinteresada por aprender y también por la necesidad de darcuenta de la existencia de un profesional distinto al médico,como lo expresa uno de sus fundadores, para contar quié-nes éramos y para que servíamos, en un contexto de cre-ación de agrupaciones profesionales -como la Federaciónde Profesionales de Tucumán, Feput- en la que ya existíanotros colegios profesionales formados. Se funda esta insti-tución que nucleaba a todos los profesionales y esto fuemuy importante para nosotros que veníamos agrupándonostratando de construir una identidad profesional (…) Inser-tarnos en esa institución nos hizo sentir muy fortalecidos.Sentíamos que teníamos el respaldo de todos los profesio-nales y que éramos profesionales. (…) (Emma Marazza, co-municación personal, 2008). Era una manera de ganarespacios, lugares que ya les pertenecían de hecho pero aúnno de derecho por lo que había que polemizar con los due-ños de la escena: los psiquiatras. La cuestión de su deno-minación también fue objeto de debate en tanto surgió laalternativa de llamarlo Colegio de Graduados de Psicologíao Colegio de Psicólogos. Decidirse por la primera era buscarla equivalencia con las denominaciones de otros colegiosya existentes, o bien lograr un fin armonizador con los egre-sados psicotécnicos, pues esto dio lugar a la homologaciónde títulos. En cambio, optar por la segunda, indicaba el in-terés profesional que los nucleaba -el psicólogo- más queel disciplinar o académico -la psicología-. Finalmente, el de-bate fue decisivo por la constitución como Colegio de Psi-cólogos de Tucumán, como una muestra más de lo querepresentaba la psicología en ese momento, esto es unaidentidad clínica por sobre todas las cosas. Hubo reiteradosperíodos de interrupciones, estancamientos y retrocesos,ya sea por la oposición manifiesta de otros sectores profe-sionales que veían un avance de la psicología sobre incum-bencias que consideraban propias, o bien, por considerarloun tipo de saber “peligroso” desde el punto de vista ideo-lógico para los funcionarios de los gobiernos dictatorialesque cerraron carreras y censuraron la práctica profesional.

1Dr. Pablo VallejoPRESIDENTEEscuela de Psicoanálisisde Tucumán

40 años del Colegio de Psicólogos de Tucumán.

Conmemorar los 40 años de la fundación del Colegio esvalorar el papel de esta institución en la construcción dela profesión cuya carrera se creó en la Universidad Nacio-nal de Tucumán, en 1959. La profesionalización de la Psi-cología implicó procesos de apropiación y construcciónde saberes y prácticas para el Psicólogo, que a la vez se en-trecruzaban con las problemáticas sociales y políticas delos distintos momentos de la historia del país. Más allá delos logros que cada Consejo Directivo haya alcanzado, elColegio, cuya existencia también estuvo en cuestión en lostiempos nefastos de la dictadura militar, fue creciendo endiversos planos. Su presencia como institución gremial ycientífica fue decisiva en el establecimiento de las incum-bencias y en el abrir campos laborales para sus asociados.El movimiento de legitimación de sus prácticas tiene unhito en la ley 5467. La legalización de la práctica de la psi-coterapia y la apropiación irrestricta los saberes de la psi-copatología fue central en la definición de un status y unaidentidad profesional. En este asunto la referencia al psi-coanálisis fue relevante. Pero si ha de destacarse que el psi-coanálisis operó como autorización, también lo hizo parala formulación crítica de distintos problemas al establecerun horizonte donde el cuidado de una dimensión subjetivase constituía en una ética. No podemos referirnos aquí a la complejidad y diversidadde los modos de relación de los Psicólogos con el Psicoa-nálisis pero resaltemos que si el Colegio se sostuvo a lolargo de los años contando con el Psicoanálisis, la difusiónde éste encontró en el Colegio un impulsor destacado. La Escuela de Psicoanálisis de Tucumán, que hace de la for-mación del analista una cuestión de interrogación y trabajoconstante, integra el Movimiento Convergencia y es con-vocante de la Reunión Lacanoamericana. Saludamos al Co-legio en sus 40 años, en el deseo de que estaconmemoración sea también una renovación de la apuestaa lazos sociales en la comunidad psi que fortalecidos en laconfianza acepten las diferencias.

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Si en Tucumán se contaba con la carrera de Psicología 10años antes de la fundación del Colegio, que acreditaba laformación académica del psicólogo, había una legitimaciónde este saber y de su práctica dada por la sociedad antesque la legalización del reco-nocimiento profesional. Lapsicología adquirió su esta-tus profesional en la Argen-tina en el entramado de unasrelaciones turbulentas con lapsiquiatría. Por ello, el lemabajo el cual los psicólogosunieron sus voces en pos dela sanción de la Ley de ejer-cicio profesional fue Hacer legal lo que es legítimo. Los psi-cólogos encajaban mejor que muchos analistas en elmodelo del intelectual politizado del período y contribuyerona través de la des-medicalización a abrir fuentes alternativas

de legitimación de la profesión. Además, como lo señala In-fante (comunicación personal, 2008), en momentos de granmovilización social, y de oposición al régimen de Onganía,los psicólogos encontraban un lugar para la participación

política-gremial entre los pro-fesionales, en los gremios,en Feput. Entonces estopermitió que vayamos a ca-ballo de toda una actitud deoposición que termina en elCordobazo y en el Tucuma-nazo. En Buenos Aires, losanalistas encontraban mejorcabida para estas manifesta-

ciones en la FAP (Federación Argentina de Psicólogos) quedentro de la APA. Luego, las acciones que fueron interrum-pidas durante la dictadura, se encaminarían a hacer legal loque es legítimo, con la sanción de la Ley del Psicólogo en

Se funda esta instituciónque nucleaba a todos losprofesionales que veníamosagrupándonos tratando deconstruir una identidadprofesional“

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el año 1983. Si apelamos a la definición del término legalen su acepción más simple es: “Lo mandado por la ley, con-forme a su letra”. Por lo tanto, legalidad es “Calidad de legalo proveniente de la ley”. Mientras que la legitimidad tendríaque ver con lo cierto, lo verdadero, lo auténtico o lo ge-nuino, sea dispuesto por ley o no. Los psicólogos gozabande legitimidad pública por su idoneidad profesional, perodesde lo legal, había una expresa prohibición del ejerciciode la psicoterapia. Luego de la creación del Colegio de Psi-cólogos de Tucumán, fue necesaria una lucha para que lolegítimo se hiciera legal. Hacía falta pues, la inscripción legalpara que le otorgara credibilidad y un estatus ontológico ala identidad del psicólogo como profesional.Hoy han pasado 40 años desde la creación del Colegio dePsicólogos de Tucumán, 50 años desde la creación de la ca-rrera de Psicología, ambas creaciones han contribuido a “in-ventar” nuestro psicólogo tucumano, que si bien ha sidoatravesado por determinantes estructurales de la épocatambién lo han signado particularidades que tienen que vercon nuestra realidad local. Si la psicología existe hoy en Tu-cumán, si se puede contar la historia a pesar de las perse-cuciones a las que fue sometida, es porque la causa delpsicólogo, de la psicología, del psicoanálisis, ya estaba ins-talada y era una pasión irrenunciable. Hoy a los jóvenes lescabe tomar esta posta que debe llenarnos de orgullo porlos que nos precedieron, por los que supieron visionar unlugar para la psicología en la sociedad y en la cultura. Hoyno cabe duda que el psicólogo es legítimo, es legal, es pro-fesional, es académico, es necesario y tiene espacio pro-pio. Simplemente, gracias a todos los que conservaron yengrandecieron este espacio. No termino con “finalmente”,porque es una historia que continúa …

Todo lo expresado parcialmente en este tra-bajo se encuentra en forma completa en:

Una historia vivida. Historia de la carrera dePsicología de Tucumán

Facultad de Filosofía y Letras de la UNT,Tucumán - 2006

Casalí de Babot, Judith (dir.)Mariela VenturaMarcela Jorrat

Gabriela Lupiañez

Historia de un encuentro “fallido” - psicologíay psicoanálisis en TucumánMariela Ventura (1955-1976)Editorial de la Universidad

Nacional de TucumánTucumán, en prensa.

Tesis para la obtención del título de Magíster,2005 por la que obtuvo la calificación

Summa Cum Laude (10)Facultad de Filosofía y Letras de la UNT.

Avances de la tesis de doctorado en elabo-ración El psicoanálisis en tiempos de dic-

tadura: el caso tucumano (1976-1983)Mariela Ventura (1955-1976)

Proyecto subsidiado por el CIUNT, 2009-2011.

Material grabado en el coloquio.Contando la historiaSara R. González

Presidenta del Colegiode Psicólogos de Tucumán

Tucumán, 2008.

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El Colegio de Psicólogos de Tucumán, interesado en trabajar la historia del Colegiogeneró en el seno de la Comisión de los jóvenes matriculados esto que dimos enllamar “Contando la historia”- a propósito de conmemorar 25 años de la sanción dela Ley 5467 del Ejercicio profesional. Por supuesto que el objetivo principal de estoes, que llame, que convoque a los colegas que han trabajado, que han protagoni-

zado la construcción de nuestra institución para hacer la historia.Luego de numerosas reuniones con los panelistas, nos quedó la idea de la modalidad de undiálogo, un relato de esa experiencia, dándole ese carácter intimista de un coloquio, en elque cada uno de ellos tomaría una parte. Que la suma de esos relatos implique la reconstruc-ción de la historia que se sigue contando.Para ello contamos con la presencia de: Dr. Osvaldo Llapur, Lic. María Teresa Czar, Lic.César Infante, Lic. Eduardo Núñez Campero y Lic. Manuel Andujar.

Dr. Osvaldo Llapur > En primer lugar felicitar a las autoridades del Colegio por crear este es-pacio que nos permite no sólo recuperar nuestra memoria, sino más bien poder historizar,que más que acumular recuerdos, es encontrar significaciones diversas, encontrar sentidosen este no tan prolongado devenir institucional.Vamos a hacer un breve racconto de los 40 años de vida del Colegio, desde su fundación enel año 1969 hasta el 2009, o sea que el próximo año cumple sus 40 años. Sería interesanteno sólo referirnos a los hechos que han acontecido en el pasado reciente del Colegio, sin nin-guna intención de ser exhaustivos, sino aprovechar esta oportunidad para intercambiar viven-cias y experiencias que cada uno ha guardado de sus relaciones con nuestra institucióngremial que seguramente serán enriquecedoras para todos.Se me ocurre diferenciar tres períodos o etapas en la historia de nuestro Colegio, que paraalgunos pueden ser más o menos etapas:El primer período (1969-1982) comienza con la creación del Colegio. Yo lo denominaría como

25 años de colegio leycontando la historia

19832008DOSSIER

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la etapa fundacional no solo referida a la institución comotal sino también a otras cosas vinculadas con la construc-ción de nuestra identidad profesional, cimentada duranteeste período. Cuestiones éstas que están relacionadas conel otorgamiento de la personería jurídica a nuestra institu-ción, el forjamiento de nuestro perfil profesional y la legiti-mación del ejercicio de la profesión por parta de lapoblación demandante de sus prácticas. Período en el quehubo un sólido posicionamiento ético del psicólogo y queposteriormente culminó con la legalización de su ejercicioprofesional.Durante este período se produjo un acelerado proceso deinserción laboral del psicólogo, tanto en el ámbito públicocomo privado, acompañado de una insaciable demanda deformación y especialización profesional. En los albores dela profesión la necesidad de formación del egresado eracasi exclusivamente satisfecha por el Colegio de Psicólo-gos o por algún grupo de estudio o institución privada o através de la realización de una pasantía ad-honorem enalgún servicio público, adscribiéndose a una cátedra uni-versitaria o asistiendo a congresos o realizando cursos oseminarios dictados por docentes traídos de otras provin-cias.Por aquellos años se firmaros los primeros convenios conalgunas obras Sociales, el más importante fue con el Sub-sidio de Salud.

Hay que destacar también en este pe-ríodo los riesgos que la realidad polí-tica nacional planteaba y los desafíosque nuestra institución gremial en-frentó con firmeza durante el tránsitopor las dos dictaduras militares, la delos años 60 y la de los 70, que impu-sieron la suspensión del ingreso a pri-mer año de la carrera de Psicología dela Universidad de Tucumán, la desje-rarquización de nuestros profesiona-les en las diferentes instituciones enlas que estaba inserto y la persecu-ción ideológica de colegas hasta pro-vocar el alejamiento de sus cargos ola desaparición de algunos de ellos.La segunda etapa ( 1982-2005), la dela legalización, Ley 5467, en la que elejercicio profesional del psicólogo queel mismo régimen militar lo había pro-hibido y reprimido, consigue un marcolegal.Este fue de nuestros mayores logros.Esto que se consiguió no fue ni frutodel azar ni ninguna concesión gratuitade algún funcionario de turno. Fue una

1> Estatuto fundacional.1969

2 > Psic. Olga Doz dePlaza. Primera presidentedel Colegio de Psicólogosde Tucumán. 1969

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consecuencia de una tenaz lucha sos-tenida por una Comisión Directiva quehabía sido elegida por su clara pro-puesta electoral y la mancomunada ac-ción de un cohesionado equipo queacompañó la gestión de la presidenteMaría Teresa Czar, de excelentes condi-ciones personales y profesionales. Fueel resultado de la lucha desplegada porlos afiliados que se movilizaron mos-trando una sólida unidad y una firmeconvicción de sus derechos. La organi-

zación fue la fuerza que logró vencer te-naces resistencias que opusieronsectores corporativos de la salud. Se

desplegaron adecuadas estrategias y refinadas tácticas consólidos fundamentos conceptuales, metodológicas y legales.No se dejaron de lado ni las influencias sociales ni las vincu-laciones afectivas. Contamos con el valioso aporte de un ase-sor jurídico de lujo como fue el Dr, Arturo Ponsati. Si al analizarel proceso histórico institucional no se tiene en cuenta todosestos factores que han intervenido, no se habría alcanzado lameta ni se entendería cómo es que se la logró. La consolida-ción institucional y la estabilidad administrativa se vieron fa-vorecidas. El Colegio de Psicólogos al contar con recursoseconómicos suficientes pudo adquirir su sede propia. Nuestrainstitución fue ganando mayor representatividad entre sus afi-liados y una presencia más comprometida como formadorade opinión en las problemáticas psicosociales provinciales.Fue también un logro la Residencia de psicología organizadaconjuntamente con el Sistema provincial de Salud.El tercer período se inicia en el año 2005 con la reforma dela Ley 5467 con el propósito de actualizarla. Actualmente sepresentan nuevos desafíos como: la formación y especiali-zación de recursos humanos para una profesión de riesgo,de manera que los psicólogos estén preparados para dar res-puesta a las nuevas demandas sociales y de salud como pro-fesionales integrados a equipos interdisciplinarios.Considero importante que el Colegio haya logrado una mayorparticipación de los socios integrándolos a las distintas co-misiones de trabajo, como la Comisión de Jóvenes matricu-lados. Para finalizar, pienso que el Colegio debería tener unamayor presencia entre sus afiliados promoviendo beneficiossociales, culturales y recreativos.Bueno, esto sería un breve resumen, ustedes pueden agre-gar muchísimas cosas.

Lic. María Teresa Czar > Puedo agregar algo ahora?... meparece que ahora, a medida que vamos hablando, porque sino después nos olvidamos.

Lic. Emma Maraza > escuchando lo que exponía Osvaldo,yo me daba cuenta que la dictadura militar tuvo muchos efec-tos y relaciones, incluso esta fecha de los 25 años que hoycelebramos. Porque otra hubiera sido la historia, el colegiopodría haber cumplido, no sé cuantos van del ’66 hastaahora…como 32 años. Porque anteriormente hubo un in-tento de elaboración de Ley.

Público > en la época de Juri exactamente.

Lic. E.M > en este proyecto de ley participamos algunos.Este fue un trabajo muy largo, profundo y continuado quedio finalmente como resultado un proyecto de ley que ele-vamos a la cámara de diputados. Ahí nos abrió la puerta deentrada alguien que había sido alumno nuestro, un diputado,y la sorpresa para nosotros fue, que cuando nos convocan areunión de comisión de estados, abrimos la puerta y ya es-taba semi llena la sala con la presencia del Colegio Médico.

El Colegio de Psicólogos al contarcon recursos económicos suficien-tes pudo adquirir su sede propia.Nuestra institución fue ganandomayor representatividad entre susafiliados y una presencia más com-prometida como formadora de opi-nión.

25 años de colegio ley“contando la historia”

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En ese momento decimos:.. pero acá tenemos que estarnosotros. Ese fue el comienzo de un proceso, creo que deseis meses de lucha durísima, al cabo del cual logramos quela famosa ley entre en sesión de la cámara de diputados yobtenga la media sanción.

Lic. María Teresa Czar > sí, fue en diciembre del ’75 apoya-dos por el Dr. Conrado.Público > y en marzo se reunía nuevamente la cámara perovino el golpe de estado.

Lic. E.M. > y bueno, les cuento mi experiencia, cuando yoescucho a las dos de la mañana que había un golpe de es-tado, me siento en la cama y me digo “...y mi Ley? ”... des-apareció por completo. Público > nos interesaba más la Ley que era nuestra, que elgolpe de estado en el país. Y ese fue el primer intento abor-tado.

Lic.María Teresa Czar > a mí me gustaría contextualizar unpoco la historia del Colegio en la historia argentina. Inicial-mente el colegio comienza a reunirse en la casa de Olga Dozde Plaza. Un grupo de psicólogos, que me acuerdo, nos reu-nimos una vez por semana. Éramos no más de veinte, y detodas esas reuniones, sale lo que después sería la primeracomisión. Era la época de Onganía. Me fui a los libros de his-toria y vi que Onganía estuvo del ’66 al ’70. Entonces en el’69 estábamos reunidos todos los del colegio. Finalmente de-cidimos armar un colegio cuya primera comisión fue Olga depresidenta, José Azar de vice presidente, secretaria generalEmma Marazza, relaciones públicas Nelly Sallago, tesoreraIsabel Motok y vocales Josefina Racedo, Estela Torga y yo.Ese fue el núcleo duro con el que empezamos el colegio ynos hemos reunido, no sé si un año o dos en la casa de Olga,porque todavía no teníamos una sede, pero ¿porque sucedióesto? Cuando yo empiezo a redactar esta historia me sientouna especie de dinosaurio que con mas glaciaciones podríadesaparecer. Porque yo no estudié en Tucumán, estudié enBuenos Aires. Mis profesores no fueron psicólogos, mis pro-fesores eran médicos, psiquiatras. Ellos me enseñaban todala base biológica, filósofos, profesores de psicología que sehabían recibido en los profesorados, como fue el caso de Mo-reno, y como también fue Neme y el doctor Galindez. Eso serepitió en todas las ciudades porque no existía el psicólogo.Ustedes pueden entender la situación, estudiábamos unmontón de cosas y teníamos que salir a trabajar de algo quese llamaba psicólogos. Eso es algo que lo fuimos constru-yendo a lo largo del tiempo. A la identidad del psicólogo laconstruimos como se construye cualquier identidad: en lainteracción, entre nosotros. Y tengo que decir también queno solo fue en la interacción si no también en contra de lospsiquiatras. Ellos sentían que les estábamos robando un pe-dazo de su profesión, porque no era solo en términos acadé-micos sino también en términos económicos. Así es como

empezamos. La idea fue juntarnos paraestudiar, para protegernos. Ustedespiensen que empezamos a juntarnosen la dictadura anterior a la última, loque quiero decir es que nuestra historiasiempre estuvo signada por la dicta-dura. También es muy especial la histo-ria de la psicología en la Argentina, quees uno de los pocos países donde elpsicoanálisis se ubicó en el centro de laprofesión y por eso durante muchosaños la identidad del psicólogo era unaidentidad clínica. Las otras especialida-des se fueron construyendo a poste-riori, a medida que la gente se ibainsertando en las distintas instituciones,educacionales o laborales, que no es lahistoria de la psicología en otros países.En otros países el centro de la psicolo-


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Pag. 16Arriba izq. > Psic. RaulCourel.Arriba der. > Psic. StellaGarbarino.Abajo izq. > Psic. BeatrizKarvsniev.Abajo der > Dra. BlancaB.de Perez.

Pag. 17Arriba izq. > Lic. Cesar In-fante.Arriba der. > Psic. MaríaTeresa Czar.Abajo izq. > Dr. OsvaldoLlapur.Abajo der > Lic. EduardoNuñez Campero.

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gía al comienzo era la educación o lo laboral. en los países eu-ropeos y en Estados Unidos; digamos que Latinoamérica fuela que llevó la clínica con el psicoanálisis… o sea que fue unaconstrucción muy interesante, literalmente muy interesante.Cuando teníamos que pensar en una ley pensábamos en quecornos hacíamos, porque teníamos que poner en una ley ycon palabras cuales eran nuestras tareas. Siempre hubo dis-tintas líneas de pensamiento del psicoanálisis, distintas teo-rías y demás, siempre hubo grupos generalmente lideradospor una persona, entonces era “el grupo de…”y siempre congente que traíamos de Buenos Aires, desde Pichón Riviere ytoda la gente de APA. Después otros más de otros lados yentonces, generalmente los que venían eran médicos, eranpsiquiatras que tenían una profesión psicotécnica, y eso eralo que nos enseñaban, pero sobre eso nosotros fuimos cons-truyendo nuestra profesión. Era eso lo que yo quería que con-textualizáramos desde el nacimiento de la psicología en laArgentina, en Tucumán, y más como una de las primeras uni-versidades que tuvo la carrera de psicología. Acuérdenseantes de la carrera de psicólogo estuvo la carrera de psico-tecnia, de la que salieron Olga Doz de Plaza, Nelly Sallago....Todos ellos eran egresados de esa carrera. Moreno era egre-sado del profesorado, Galindez era médico, era originario deCatamarca.

Público > un médico oftalmólogo que estudió psicoanálisisy nos enseñó a nosotros…. sí, fenomenología.Tenía una impronta filosófica muy fuerte y era muy minu-cioso. Yo leí unos libros que él me prestó, subrayados conuna inteligencia de la que siempre quedé admirado. Si unoleía lo subrayado, uno entendía toda la página.Lic. E.M. > y en esta contextualización tan apropiada que voshas hecho, yo incluiría también con la historia de nuestro co-legio, como colegio de profesionales, porque vos recordarásque al mes de fundarse nuestro colegio, después de ese añode reuniones en las que constituimos el colegio se funda laFEPUT. Y hoy tenemos aquí a colegas que han venido repre-sentando a la FEPUT. Entonces se funda esta institución quenucleaba a todos los profesionales y esto fue también muyimportante para nosotros porque veníamos agrupándonos y


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Abajo izq. > Lic. Maríadel Carmen Nazr.Abajo der. > Lic. CarolinaTiboldo.Abajo cen. > Lic. SaraGonzales.

PAG. 18Arriba izq. > Lic. SusanaFontanini.Arriba der. > Lic. AlfredoIgel.Centro izq. > Lic. MartaGianfrancisco de Praiden.Centro der. > Lic. Mar-garita Barrionuevo.

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tratando de construir una identidad pro-fesional del saber, quienes éramos ypara qué servíamos, qué podíamosaportar….. Y se constituye esta entidadque nuclea a todos los profesionales,en la que nos zambullimos inmediata-mente. Entonces, insertarnos en esainstitución nos ha hecho sentir muy for-talecidos, sentíamos que teníamos surespaldo. Éramos profesionales, tenía-mos una identidad y nos protegían por-que éramos jóvenes como personas,jóvenes como institución Eso nos hadado un gran marco, nos ha fortalecido,incluso ha servido para conseguir car-gos en el hospital psiquiátrico.

Lic. Sara González > una preguntaMaría Teresa: cuando se funda en elaño ’69 ¿se constituye como una aso-ciación civil con personería jurídica?

Lic. M.T.C. > en aquel entonces ya exis-tían los colegios profesionales, estabael colegio médico, el de bioquímicos,

etc. Entonces fue equiparado a todosesos colegios que tenían una identidad.

Lic. E.M. > se llamaba colegio.

Lic. M.T.C. > sí, pero legalmente eraAsociación civil sin fines de lucro. Nosteníamos que inscribir en Persona jurí-dica. Se consiguió la personería jurídica,eran los reconocimientos legales. In-cluso hemos debatido bastante acerca

Mis profesores no fueron psicólo-gos, mis profesores eran médicos,psiquiatras. Ellos me enseñabantoda la base biológica, filósofos,profesores de psicología que se ha-bían recibido en los profesorados,como fue el caso de Moreno, y comotambién fue Neme y el doctor Galin-dez... no existía el psicólogo.

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PAG. 19Arriba > Inauguración dela Biblioteca Dr. JorgeGalíndez.Centro > 1983: Sanciónde la Ley 5467.Abajo > Inauguración delSalón Olga Doz de Plaza.

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del nombre, porque quien tomó la iniciativa convocada en lafacultad, fue Olga Doz de Plaza. Ella, la señora del presidentedel Colegio de Graduados en Ciencias Económicas y propo-nían que se llame Colegio De graduados de Psicología.

Lic. E.M. >Yo creo que no solo por eso sino porque tambiénya estábamos egresando como psicólogos y los anterioreseran de psicotecnia, entonces, ahí había un propósito de uni-formar. Después fue la homologación de títulos, se decidióque se homologaran los títulos.

Lic. M.T.C. > para mí lo que fue muy importante de la ayudadel FEPUT, además de sostenernos como profesionales, esque en ese momento se estaba discutiendo si las entidadesprofesionales tenían que ser Colegios o Asociaciones ¿Quédiferencia había? Que los colegios manejaban las matriculas,las asociaciones no. Había varias profesiones que lo teníanasí dividido, inclusive el Colegio Médico se llama Colegiopero no maneja matricula, eso sigue hasta ahora. El Colegiode Odontólogos si maneja la matricula.

Lic. E.M. > pero se armó después.

Lic. M.T.C. > Primero era el Circulo Odontológico, muchísimodespués se armó el Colegio y entonces el contador José An-tonio Olmos nos decía no comentan el error de separar lasidentidades, tienen que mantener una sola identidad, uste-des son poquitos y si se separan van a perder fuerza y lo queles va a dar la fuerza es el manejo de la matricula, despuéspueden desarrollar todas las actividades gremiales y de de-fensa de la profesión y de formación, todo lo que quieran,pero consideren todo en un colegio con el manejo de la ma-tricula, o sea esa ayuda fue fundamental para nosotros.

Lic. César Infante > voy a tratar de ofrecer cierta documen-tación que gracias a dios, yo todavía la tenía en mi casa. Mehabía propuesto empezar a hablar de algo que no debemosolvidar y que es interesante, esto, de que siempre hemosestado atravesados por la dictadura, porque en el año 1966,cuando asume Onganía en el año 1967 se promulga la ley17.132 en Buenos Aires pero todavía abarcaba toda la Na-ción, era una ley de ejercicio de la medicina nefasta por su-puesto, digna de ese momento. Entre otras cosas, porejemplo, determinaba que los obstetras debían ser todos delsexo femenino, entonces esto trajo una serie de inconve-nientes con la cuestión de los obstetras varones, que que-daron afuera automáticamente. La ley especificaba que paraser obstetra tenias que ser del sexo femenino, así de clarito.Otra cosa que se prohibía eran las operaciones de sexualidadresignada. Ahí figuraban las que son aquellas operacionesque se puede hacer un hombre para convertirse en mujer yuna mujer para convertirse en hombre; estaban absoluta-mente prohibidas por la ley 17.132. Otras de las cosas que

prohibía esta ley, es que a los psicólogos les estaba absolu-tamente prohibida el ejercicio del psicoanálisis y de la psico-terapia, habilitándolo solamente para aplicar tests o hacerpsicodiagnósticos, siempre bajo la supervisión de un médicoy solamente bajo el pedido expreso del médico. Es decir que-dábamos como meros auxiliares de la medicina. Esta ley dic-tada en el año ´67 es la que predomina y que nos marca entodos estos años, hasta que nosotros obtenemos nuestraley.

Lic.M.T.C. >Y la querían hacer valer en la provincia. Lo cualnos aclaró el asesor legal Dr. Ponsati y él nos dijo: las leyesde ejercicio profesional son todas provinciales, la nación hadelegado en la provincia el poder de policía de las profesio-nes, de manera que una ley nacional no rige en las provincias,rige solamente para la capital federal y por supuesto, los mi-licos la hacían regir en todas las provincias.

Lic. C.I. > Que ocurre si yo ahora me pongo fumar un cigarri-llo? NO dice el público.Estoy seguro que muchos de ustedes se van a oponer. Noes cierto?. Porque hay una ley que regula que no se puedefumar en espacios cerrados. El otro día comentábamos conSara que cuando no existía esa ley, uno fumaba y no pasabanada, nadie reclamaba nada y uno fumaba, por ahí alguienpodía decir: … “mira me hace mal el humo”..., y bueno ya de-pendía de cada uno, pero se podía. Pero si yo ahora quieroprender el cigarrillo acá, no puedo, porque hay una ley que loestá regulando. Entonces fíjense ustedes que exactamentelo mismo pasaba con la ley 17.132, había una ley que regulabanuestro ejercicio, entonces todos se sentían con derecho aopinar y a decirnos que no! Digamos que los psicólogos éra-mos como los fumadores y cuando sale esa ley no nos per-mitían fumar. Y así como ustedes se oponen a que yo fume,todos se oponían a que el psicólogo ejerza la psicología, por-que había una ley. Obviamente ahí había muchísimos intere-ses en juego: la oposición, fundamentalmente del sectormédico. Por que como lo dijo Teresa, quienes se sentían ha-bilitados y por ley, al ejercicio de la psicoterapia, eran los psi-quiatras. Nosotros estábamos haciendo una usurpación del


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PAG. 21Arriba izq. > Inauguración de nues-tra casa, Córdoba 1027.Arriba der. > Inauguración de la Del-egación Sur, 2002.Centro izq. > Homenaje.Centro der. > Prof. Ricardo Moreno.Abajo izq. > Prof. Jorge Bianchi yLic. Osvaldo Aiczizon.Abajo der. > Dr. Arturo Ponsati.

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título. A pesar que dentro del colegiomédico lo psiquiatras eran desprecia-dos, también eran médicos, entre elloslos psiquiatras eran los que tratabancon los locos. Y había una ley que res-paldaba ese ejercicio. Como decía re-cién todo el mundo se sentía conderecho a opinar. Opinaban y se opo-nían, fue una época terrible. Desde losdistintos colegios profesionales, desdeFEPUT, FePRA se armo toda una estra-tegia para tratar de sacar las leyes, parapoder salir adelante. Yo traigo acá algu-nas cosas que quiero mostrarles. Estaes la revista de Psicólogos de Tucumánnumero 1. Esta revista nace tambiéncomo una estrategia de la FePRA, y delColegio a nivel provincial, para la difu-sión de la actividad de psicólogo, paraque la gente empiece a conocer lo quees el psicólogo y lo que el psicólogohace. Estas eran unas de las estrate-gias que se planteaban. La otra era lacapacitación profesional, porque tam-bién pensamos que no solo desde elpunto de vista gremial sino desde elpunto de vista profesional se iba a va-lorizar nuestra actividad y se iba a teneren cuenta. El ingreso a los hospitales

por esa ley 17.132 era prácticamenteimposible, incluso me acuerdo cuandoempecé a trabajar en el hospital Centrode Salud, a mi me incorporan comotécnico radiólogo con función de psicó-logo. No existía el cargo. Primero mequerían poner como operador de radio,porque yo era radio aficionado.Público > ¿quién te daba las derivacio-nes en el Estado? Lic. M.T.C. > Entrabas a un servicio queestaba siempre a cargo de un psiquia-tra, y fieles a la ley 17.132 el psiquiatrate hacia las derivaciones del caso y siel psiquiatra tenia buena voluntad, po-días practicar un poco la psicoterapia.Público: ¿Qué es lo que se derivaba? Lic.C.I. > los pacientes que ingresan alhospital……….Público: Pero los casos que no los po-dían tratar.Lic.C.I. > Sí era una cosa bastante así…… pero después se fueron organi-zando, y acá hay otra cosa interesante.En medio de todo esto hay una fuerteoposición al régimen de Onganía, Yesto ya marca el atravesamiento polí-tico por el que hemos pasado tambiénlos psicólogos. Porque en esa oposi-ción al gobierno de Onganía, la dicta-dura, se manifestaban los gremios, semanifestaban los profesionales, laFeput y ahí estábamos nosotros. En-tonces esto permitió que vayamos acaballo con una actitud de oposición,que termina en el Cordobazo y en el Tu-cumanazo. Y esto va a marcar tambiénuna división grande.

Lic.M.T.C. > En el año ́ 66 se cierran losingenios en Tucumán.

Lic.C.I. > ...cierra el Departamento dePsicología en Buenos Aires.

Lic. M.T.C. > en el año ́ 68 fue la FOTIA,que fue terrible como protesta por elcierre de los ingenios. En Mayo del ´69fue el Tucumanazo y el Cordobazo.

Lic. C.I. > y este es el comienzo del finde una dictadura. Y en el ́ 70 es cuandoempieza a organizarse el ERP y la


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Jornadas > Odfwsdh sdvwsvhnsdnv ruivnsduivuihsdjvusd vuijhsduv sd-kvhsedv.

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FARC, y los montoneros, y el asesinatoa Aramburu. En todo esto fíjense uste-des, empieza a politizarse todo y ahíhay una participación muy grande de laFepra.

Lic. Eduardo Núñez Campero >Y ahíes cuando se saca un comunicadoapoyando al sector gremialista. ……….. era el presidente de la FePRA. No, pri-mero era Copra y apoya al movimientoobrero y obviamente esto ya lo va a im-pregnar de cierto color político a la Aso-ciación de Psicólogos, es decir a lospsicólogos. Por eso es interesante en-tendiendo a esta ley como a una oposi-ción, como una forma de poder salir deesa situación, nos coloca en otra parael otro proceso que va a venir después..

Lic.M.T.C. > se nos asocia permanen-temente a aquellos que habían volte-ado al anterior golpe.

Lic.C.I. > desde el colegio siempre sehabía generado esta lucha y a pesar deeso, los psicólogos ejercían la psicote-rapia y esto también gracias a la Feput.También había un apoyo en ese sen-tido, pero lógicamente veían, sobretodo desde el sector médico, la oposi-ción más grande.No quiero seguir insistiendo con esto,yo les voy a mostrar acá por que luegoviene el famoso proceso de Reorgani-zación nacional, y en este procesoasume Bussi, y lo primero que hace escerrar la Facultad de Psicología. No era

desde la Nación.

Lic.E.N.C. >Y es ahí donde asume Lle-rena Amadeo como Ministro de Educa-ción y sanciona el decreto ley por elcual se establecían las incumbenciasde las carreras universitarias. Estabatodo expresado en sentido positivo: losabogados podían hacer esto, los conta-dores aquello, los ingenieros lo de másallá. En el único caso en el que se intro-duce una expresión por la negativa escuando dice que los psicólogos no po-drán realizar psicoanálisis ni psicotera-pia. Recuerdo que cuando desdeFePRA lo entrevistamos a este minis-tro, a uno de los miembros de la juntaejecutiva, no recuerdo a quien, se leocurre decir “debemos entender en-tonces que los psicólogos podemos fir-mar balances, confeccionar planos,patrocinar en juicios “..... El ministro serió porque la lógica del argumento eraimpecable. Lic.C.I. > En ese momento ellos sacanel Dictamen del CRUN (Consejo deRectores de Universidades nacionales)

sobre incumbencias de la Psicología. Eldecreto 15.60/80, decía así: “El tituloes habilitante para toda labor de orien-tación psicológica que se realice exclu-sivamente mediante la utilización demétodos y técnicas propias de esta dis-ciplina, tal como las entrevistas y lostests psicológicos y tengan por fin pro-mover el desarrollo armónico de laspersonas. Dicha labor se orienta haciael análisis y encauzamiento de conduc-

tas en cualquier tipo de interrelaciónhumana que, en la evaluación de la per-sonalidad constituya un elemento idó-neo para procurar una mejoradecuación individual o grupal, tantorespecto a si mismos como a losdemás. Por lo tanto y sin perjuicio a loque pudiera ser de su competencia enotras áreas, le corresponde” Y ahí sedeterminan las distintas áreas. Ese fueel decreto de l3 de Setiembre.

Lic. Sara González > ¿Era para todoslos profesionales?

Lic.C.I. > Sí para todos.Sara González: ¿Para todas las incum-bencias?

Lic.C.I. > Exactamente un decretosobre las incumbencias. Es un decreto-ley del 3 de septiembre del año 1980.Determina las incumbencias, y ahíviene después la otra gran pelea, ya noera por la psicoterapia sino por la psico-terapia y las incumbencias que le co-rresponden al psicólogo. Ahí desde elcolegio, y a nivel Nacional desde laFePRA se hacen reuniones con los rec-tores de las universidades. Acá nos-otros tenemos una anécdotainteresante, cuando fuimos a hablarcon el rector de nuestra universidad, teacordás?

Lic.M:T:C. > Era un rector puesto comointerventor por el gobierno militar.

Lic.C.I. > fuimos con María Teresa aplantear esta cuestión, de que la uni-versidad se expida acerca de las incum-bencias del psicólogo. Bueno, ellosadministraban desde el departamento,y la universidad da solo un título acadé-mico, pero no habilita el ejercicio . Estacuestión de las incumbencias le corres-pondía al colegio. En otra oportunidadvamos de nuevo y esta vez, ya MaríaTeresa sola. Y que te pregunto?

Lic.M.T.C. > ”Dígame, ese psicólogode ojitos celestes no va a venir?”

...incluso me acuerdo cuando empecé a trabajaren el hospital Centro de Salud, a mi me incorpo-ran como técnico radiólogo con función depsicólogo. No existía el cargo. Primero mequerían poner como operador de radio, porqueyo era radio aficionado.

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Lic. C.I. >Yo traje acá algunos testimo-nios, documentos, este es del diarioClarín que lo voy a dejar en el colegio.Documento del 12/09/1980: “Nuevasopiniones sobre la profesión del psicó-logo” En otro diario de octubre de 1980aparece nuevamente en el diario clarín,“el nivel cuaternario para psicología ysociología”

Lic.M.T.C. > Cuaternario. No es carreraterciaria sino que es Universitaria.

Lic.C.I. > Luego en aquel momento serealiza una reunión de Rectores de Uni-versidades a nivel nacional, el Consejode Rectores de Universidades Naciona-les. En 1980 decía:…” aprobó ayer laincumbencia profesional de la carrerade psicólogo educacional laboral y jurí-dica, la carta dictamen sobre psicolo-gía. Luego “psicólogos aceptan laposición oficial” el 23 de diciembre de

1980 ante la resolución del CRUN acerca de la delimitaciónde la función de los psicólogos coincidencia en general conlas pautas. Esto tiene una mezcla de ironía pero al mismotiempo es una estrategia para que de esta manera podamosempezar a trabajar. Dice que esta definición del CRUN yaestá definiendo a la psicología como una ciencia autónomay como una profesión Universitaria mayor y de grado. Des-mintiendo con ello versiones periodísticas de la carrera a unnivel cuaternario de subtitulo inhabilitarte, para toda labor psi-cológica, etc. Hace todo un análisis de lo que decía esa re-solución y empiezan entre riñas a separar lo que allí no sedice, por lo tanto entendemos que corresponde la derivaciónde la resolución que fija pautas generales sobre la incumben-cia de la psicología. Acá en Tucumán, nosotros ya estamosempezando a organizarnos para nuestra futura ley profesionalque va a ser promulgada en el año 1983. Acá estamos ha-blando del año ́ 80. Esta es una tapa de la revista Somos delaño ´80 “el psicoanálisis en la picota”. Aquí hace toda una in-vestigación sobre la carrera de psicología.

Lic.M.T.C. > Porque también desde APA se genera todo unquiebre ahí dentro, también está atravesado por las cuestio-nes políticas, como decía hace un rato, que habían algunospsicoanalistas de APA que estaban de acuerdo con la ley yla resolución, y otros psicoanalistas de APA que no estabande acuerdo.

Lic.C.I. > Es interesante recordar por ejemplo el planteo quehace José Bléger. El decía que los psicólogos podían recibirformación del psicoanálisis pero no practicarlo, y ese psico-análisis les puede servir a los psicólogos para hacer preven-ción; esta era la idea de José Bléger. Entonces desde allícreo que está ese fantasma de la prevención en la psicología,en fin como algo imposible que plantean algunos pero quetiene mucho que ver con estos planteos que ya hacia Bleger,en estos momentos descalificatorios, para los psicólogos.En el año ´83 se promulga la Ley.


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Jornadas y encuentros >Con masduifsd sduvrfgvre w lorem asdjc tue-hdjv wsdjhwsedk cvihws-colsedi sdvhsfv+çadijnvsijhdr vishdjnvsid vis-ndcv.

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Esta es la revista de psicotécnicos 2 y aquí está la ley 5.467,un documento de divulgación de la profesión del psicólogoemitido por el Colegio. Por la ley 17.132 las obras sociales noincorporaban los servicios de los psicólogos, y fue toda unalucha que las obras sociales incorporaran estos servicios.

Lic.M.T.C. > Lo que hacíamos era que un médico amigo, pre-sente las ordenes y después nos pagaba. Todavía no tenía-mos un nomenclador propio, facturábamos con unnomenclador médico .

Lic.C.I. > la solicitada que saca la Confederación médica, in-cluía distintos colegios médicos de todo el país. Esta, seopone a la ley de ejercicio profesional de psicología que ha-bilita el ejercicio de la psicología. Está dirigida al General Vi-dela y están reunidas en Tucumán la Confederación Médicay desde allí se dirige una solicitada al General Videla oponién-dose a la ley.

Lic.M.T.C. > El cometido especial de la promulgación de laley que era la 5.467, pero lo que ocurre es que cuando aprobóla ley, en ese año, ya era el momento del desvanecimientodel proceso y bueno ......colamos por ahí.

Lic.C.I. > Eso es algo que se podría interpretar severamentecomo que, por una parte, nosotros reivindicamos nuestralucha en relación con el proceso, y por otra parte las 24 leyesdel país, por lo menos 20 se consiguieron durante la épocadel proceso. Ahí hay una cuestión que hay que plantear, em-pezar diciendo a qué se debe la dura oposición del Procesoa la Psicología. Hay una expresión de esta ley que en realidadda la clave: procurar el desarrollo armónico de la felicidad, dela persona; si ustedes lo ven a eso desde la forma que losdoctrinarios del proceso encaraban el tema este, van a verque ahí se filtra el profundo prejuicio con respecto al panse-xualismo que se le atribuye al psicoanálisis. El desarrollo ar-mónico se le quiere oponer al supuesto pansexualismo delpsicoanálisis que era por otra parte, lo que se le endilgaba ala carrera de psicología. Prueba de eso, el único lugar en elque no se cerró la facultad de psicología fue en San Luis quetenía una definida posición con respecto al conductismo. LaUniversidad de San Luis era claramente conductista y expe-rimentalista. Tenía una gran relación con Estados Unidos ycon Chile. Ellos no se hacían ningún problema porque la ca-rrera de psicología siguió funcionando. Quería señalar estonada más. Yo solo les quería decir, y esto que les voy a mos-trar quiero que lo recuerden siempre. Sale en una solicitadade La Gaceta, el 13/03/83, a pocos días de la promulgación:el titulo es “Rechazo a una ley” Colegio Médico. Dice así: 1°)“la honorable dirección comitiva del Colegio Médico de Tu-cumán resolvió expresar su enérgico rechazo a la reciente-mente promulgada Ley 5.467 del ejercicio de la profesión delpsicólogo en lo que respecta a la incumbencia de los psicó-logos, fundamentando tal posición . Cuando nosotros pedimos apoyo sobre este asunto a mu-chísimos psiquiatras acá en Tucumán, yo creo que solo cuatroque unieron, el resto estaba absolutamente en contra.Sigue: Fundamentamos tal posición de rechazo en que: A) la psicoterapia es y será esencialmente un acto médico,y su realización por no médicos podría dar lugar a situacioneslindantes a lo determinado por el artículo 208 inciso 1, delcódigo penal y jurisprudencia aplicable al ejercicio ilegal delarte de curar.B) todos los dictámenes de los organismos correspondien-tes en la materia de Secretaria de Salud Pública a través desu División de Salud Mental, Colegio Médico y Universidad

Nacional de Tucumán, fueron desfavo-rables respecto de la incumbencia delaccionar del psicólogo como protago-nista directo de la atención del pa-ciente, sustentando su rol comoauxiliar de la psiquiatría en los estudiosde personalidad y de cooperación diag-nóstica.C) la ley faculta a un egresado de la fa-cultad de humanidades a efectuar pro-nóstico, diagnóstico y tratamiento delas afecciones psíquicas, lo cual consti-tuye un derecho indelegable del mé-dico. 2) solicitar al supremo gobierno la sus-

pensión de la ley 5.467 y su revisiónatendiendo a las opiniones de todos lossectores consultados. 3,)solicitar a la Secretaria de Salud Pú-blica a la Facultad de Medicina y hacer

el único lugar en el que no se cerróla facultad de psicología fue en SanLuis que tenía una definida posi-ción con respecto al conductismo.La Universidad de San Luis era cla-ramente conductista y experimenta-lista. Tenía una gran relación conEstados Unidos y con Chile.

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Año 2001 > Cdsfios sdnsdvi sd pdrvhnsdu rfsvkdn sdlvj sdivjklsd´sjihv jsduv

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saber su posición en el tema. 4), comunicar la presente resolución ala reciente Federación de Profesionalesde Tucumán, (Feput), ConfederaciónMédica de la República Argentina(COMRA) y a los partidos políticos dela provincia. Esto era y es el ColegioMédico. Entonces a esto hay que re-cordar. A los tres días de sancionada la ley salióotra solicitada. La respuesta nuestra nose hizo esperar y ya siendo María Te-resa nuestra presidenta, el 16 de fe-brero del ’83 sale la siguiente solicitada:“La Comisión Directiva del Colegio dePsicólogos de Tucumán, ante la sanciónde la Ley 5467 que regula el ejercicioprofesional de la Psicología y establecela colegiación legal de los profesionalespsicólogos, rechaza como infundada,desaprensiva y aventurada la afirma-ción recientemente emitida en una pu-blicación periodística acerca delcarácter monopólico del acto psicote-rapéutico que compete por igual a lospsicólogos y a los médicos especializa-dos en psicoterapia, repudia la temeri-dad de cualquier aseveración tendientea descalificar la citada ley con argumen-tos seudo jurídicos que pretendensembrar confusión donde no hay lugarpara ello…

Lic.M.T.C. > La redacción de esta soli-citada fue del Dr. Ponsati.

Lic.E.M. > he vivido una historia similarvinculada a esta acusación del panse-xualismo de la carrera cuando tenía-mos cerrada la carrera y esperábamos,era una época de renovación muy fre-cuente, muchos decíamos al rector

que llega, vamos a hablarlo para plan-tear la situación de la carrera, y cuandollega el rector de turno nos habla deeste pansexualismo y nos dice quenosotros enseñábamos “cosas”, queellos tenían otros códigos y nos dijoque estaba dispuesto a la reapertura dela carrera siempre y cuando sacáramostoda enseñanza del psicoanálisis: “yoles abro la carrera pero me sacan esamateria”.

Lic. Manuel Andujar > bueno yo escu-chando lo que dicen en esta mesa, mehe retrotraído por supuesto, a la épocauniversitaria. Yo venía de mi puebloMonteros y toda mi familia me decía,¿vas a estudiar psicología? No vas atener ninguna posibilidad, elegí algomás concreto más realista. Yo seguí in-sistiendo y me inscribí. Cuando ibasnombrando profesores, yo me acuerdoque uno podía encontrarse con ellos eir a tomar café, me acordé de climas deesa época, de lazos sociales, de la rela-ción que había entre los que estudiába-mos. La relación era muy estrecha.Neme que no era sólo de los temas deformación biologista sino también cul-turales, con él teníamos una excelenterelación, aceptación, pero cuando seponían las líneas de incumbencias, élprefería quedarse a un costado, no erauna persona activa en contra, pero si enel diálogo personal, en eso sí te queríaconvencer. Lo cierto es que también enla casa nos encontrábamos. Yo asistía,no mucho a la Cosechera, hasta lasseis, cinco de la mañana, ahí, en Juníny San Martín: estaba la mesa de los pe-riodistas, la mesa de los que hacían losavioncitos, cada mesa tenía su especia-lidad. Yo estaba en una mesa que erauna mezcla de culturosos, intelectua-les, periodista, y el poeta era GerardoVan Mameren, peleando toda la nochesobre la existencia o no de Dios. Erauna mesa muy informada, pero no dehombres de acción, salvo Arturo Pon-

sati. Había intelectuales, pensadores,lectores, eruditos. Esto era un temaconstante, por las notas que salían, yantes también, en el ’66, el 9 de julioviene Onganía , época de muchísimasrevueltas, y la Cosechera era un epi-centro, porque ahí llegaban los perio-distas para quedarse hasta bastantetarde, a veces se juntaban las mesas.Todas las discusiones eran sobretemas políticos, nacionales, sobre si elpsicólogo podía ejercer o no ejercer lapsicoterapia. Y como dijo María Teresaal principio, yo recordé qué importantefue, era un tema de todos los días, nosolo con los amigos sino también asolas, pensar cuál era el rol del psicó-


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Arriba > Festejos pwseofasdvlh asdci asdociujasdio vr del CPT

Abajo > asdfi asdioh as-diondvi asdoi +çasdi sducvopsdui suhvsihdfi vse.

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logo. Pensaba que interesante fue, paralos que vivimos en esa época, aunquefue de mucho sufrimiento, de muchomiedo. Cuando yo empiezo a trabajar,con quien yo tengo un consultorio conGuido Foguet, médico, nosotros tenía-mos una muy buena relación.

Lic.M.T.C. > mi consultorio quedaba enla cuadra de la comisaría primera. Ellosiban por todos los edificios golpeandoy preguntando quien era y quien vivía.Un día llegan y golpean la puerta, nos-otros teníamos los dos consultoriosocupados, y los canas preguntandoquien era y que hacían, nosotros tenía-mos dos personas allí, uno de ellos im-presentable para la policía.

Lic.M.A. > después del golpe, ya quedijiste esa anécdota, en la 25 de mayo883, con Guido Foguet teníamos elconsultorio que estaba cerca del co-mando, un día golpean la puerta y muyamable muy formal y muy educadodecía que venía a ver quiénes éramos,por seguridad y yo automáticamente ledije que era auxiliar del psiquiatra.Cuando hablamos recién de este temade la identidad, pensaba que lindo queesto se haya dado, esta posibilidad alos que lo padecimos en ese mo-mento, susto, inseguridad, incertidum-bre, cómo nos ha dado una herenciamuy interesante en cómo es la consti-tución subjetiva de cómo es la posiciónun psicólogo, una cuestión muy traba-jada de toda la gente que ha vivido esaépoca. Me acuerdo de un cuento, unchiste que dice que en el mundo sehace un concurso de quien escribe unmejor tratado sobre un elefante en elque participan todos los estados y paí-ses y quedan seleccionados tres: Ale-mania, Francia y Polonia, eran todosunos tratados enormes; el alemándecía el elefante, el francés decía: elelefante y su vida y el polaco decía: elelefante y la identidad polaca. Así eraen esa época con el psicólogo, su rol y

todo lo que se podía decir del psicó-logo. Recién me decía Osvaldo, que élhabía entrado como radiólogo, el otrohabía entrado como carpintero, y yoque trabajé unos años en institutos pe-nales entré como guardia cárcel confunción de psicólogo en el instituto decriminología. Me acordé, de todo esto que está es-crito, explicito, y que hace a la estruc-tura institucional y que todo el procesorequería de ciertas articulaciones den-tro de esa gran maquinaria y estructuraque debían ser tocadas oportunamentepara que esa maquinaria funcionarabien, en este caso el proceso apuntabaa conseguir una ley. Me acordé de unametáfora bellísima de Roland Barhtes,el crítico literario, que dice que es muyfácil decir que esta máquina o esta es-tructura requiere un litro de aceite men-sual para que funcione bien: ¿ dóndeestá el ingenio de tirar un litro de aceitepor mes en esta máquina?. El ingenioestá en establecer cuáles son las arti-culaciones de esa máquina donde, endeterminado período, había que po-nerle la gota necesaria del fluido…,la

máquina puede estar bien hecha,puede ser perfecta, pero si uno nopone la gota de aceite en esas articula-ciones es imposible que funcione. Yo lopensaba así a todo este proceso delucha. Agrego lo que me dice esta ma-ñana Aisicson: “si Merlo no hubiera es-tado muerto de amor por María Teresa…”Merlo, más allá de su posición de mi-lico, formado como milico, es el hom-bre que está con el revólver, esparadójico, es el hombre que esta conel revólver en la escalinata, es el hom-bre que con la lapicera después rubricaesto. Yo encaré por el lado sociable deMerlo y también, Eduardo me hacia re-cordar, no sé bien si tenía una hija pe-

dagoga o psicopedagoga o un hijo,pero en ese momento yo lo encaré porese lado de la importancia, de la edu-cación, la pedagogía y... la cuestión erallegar a la psicología. En todas estasconversaciones él lo que me decía esque esto no tiene posibilidad por el Co-legio médico y además que el grupo depsiquiatras, presionaban muchísimo.

Realmente subrayo el ser político, ha-bilidoso y comprometido con la institu-ción como era Arturo Ponsati. Y lorespeto mucho, además de recordarlo,como un cariñoso amigo: nosotros lospsicólogos le debemos bastante a sucompromiso profesional. El me decía:es que vos hablas cagadas, le vas a ha-blar a Merlo de Sócrates de Platón, a élno le importa nada, y es que yo le dabaargumentos intelectualoides, equivoca-dos, de la importancia del diálogo, o dela importancia de escuchar a las perso-nas, pero no le decía la frase clave.Quien me la dio fue Arturo: vos tenésque decir: nosotros estamos en contrade la medicamentación y que ademásnosotros curamos con la palabra. La

Yo asistía, no mucho a la Cosechera, hasta lasseis, cinco de la mañana, ahí, en Junín y San Mar-tín: estaba la mesa de los periodistas, la mesa delos que hacían los avioncitos, cada mesa teníasu especialidad. Yo estaba en una mesa que erauna mezcla de culturosos, intelectuales, perio-dista, y el poeta era Gerardo Van Ma-meren, peleando toda la noche sobrela existencia o no de Dios.

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verdad fue la frase mágica, porque enuna de esas reuniones le dije mire anosotros no nos interesa medicamen-tar, no sabemos, estamos en contra te-órica y conceptualmente. Entonces élme pone en bandeja la otra frase, mepregunta: “y bueno entonces comoes el tratamiento?” Con palabras.Somos puras palabras. Eso significó uncambio absolutamente radical .

Lic. M.T.C. > Otra persona que, re-cuerdo, ha marcado mucho… Comono teníamos Legislatura, íbamos direc-tamente al ministerio que en aquel en-tonces era el ministerio de SaludPublica. Vos sabes quién es, el farma-céutico, como se llamaba? Que fue elpresidente del Colegio de Farmacéuti-cos. Cárdenas, en ese momento, en elmomento de la sanción de la ley . Estehombre tenía otra escucha.Lic. E.N.C. > Pero además Cárdenashabía sido Senador por Vanguardia Fe-

deral. Y en este punto hay que introducir la trama política quees importante para explicar la sanción de las leyes de ejerci-cio de la psicología en épocas del Proceso. En el año 1982(es el año de las Malvinas) teníamos programado el 2° Con-greso Argentino de Psicología organizado por FePRA en Tu-cumán. El primero había sido en Rosario. Por ello fuimos aVerlo Merlo, para lograr al menos una actitud neutral res-pecto al Congreso. En las conversaciones preliminares, re-cuerden que estábamos en la etapa de la guerra de lasMalvinas- nos dice algo que yo nunca me voy a olvidar: élque era general de artillería nos dice: “ miren, yo jamás penséestar en una guerra”, adviertan que un general de artilleríadiga que nunca pensó en estar en una guerra cuando ya es-tamos en la guerra y uno es del país de ese general,bueno...no es muy tranquilizador. Entonces alguno de nos-otros le dice: “pero nosotros sí queremos ejercer la psicolo-gía”. Bien después se pierde la guerra....en ese momento yahay muchos militares que están pensando en una salida po-lítica acotada con elecciones que consagren a algún partidoafín al Proceso, para ello están operando varios partidos pro-vinciales de derecha, entre ellos Vanguardia federal de Tucu-mán. Por otra parte estaba en el orden nacional la Dra.Cristina Guzmán hija del caudillo jujeño Horacio Guzmán ymuy relacionada con la cúpula del proceso, prima de un psi-cólogo de Jujuy que era dirigente de FePRA. Estas brechasy las ambiciones de algunos políticos de derecha fueron apro-vechadas para detener primero, la ofensiva sobre los psicó-logos y luego para avanzar con las leyes.Ahora bien....esta historia comienza muy atrás... como biendecía María Teresa, la dictadura de Onganía no es un golpede estado más que se propone restablecer un equilibrio po-lítico para conceder elecciones en un tiempo prudencial. Ladictadura de Onganía sube al poder con más ambiciones:pretende realizar una radical reforma política, económica ycultural y ya entonces el psicoanálisis está identificado comoun problema para, como le gustaba decir a los militares, el“ser nacional”; sin plazos: “no hay plazos sino objetivos”decía el dictador. Me parece importante advertir que esa au-sencia radical de horizonte político determina ciertas carac-terísticas de esa generación que hoy se llama “setentista” yque entonces comenzaba a preocuparse por la cosa pública¡No sabemos acaso que la prohibición engendra el deseo?¡Cómo sorprendernos del exponencial aumento de las voca-ciones políticas en esa generación que produjeron fenóme-nos como el Cordobazo, el Tucumanazo y aún la violenciaarmada. Cuando se debate esto en la actualidad, no suelerecordarse esta cuestión decisiva: quienes estábamos mili-tando en política en esos años y no acordábamos con la es-trategia de la lucha armada recibíamos como un mazazo elargumento: ....y qué te proponés vos para tomar el poder?.Digo esto para que se entienda que el acto dirigencial de losColegios que afrontaron esa lucha por la legalización de lapráctica del psicólogo a comienzo de los 80 venían de la luchapolítica clandestina y semi clandestina, es decir, tenían poruna parte una gran gimnasia organizativa y movilizadora y porla otra, la convicción de que nada podía ser conseguido sinuna lucha y sin riesgos. A comienzos de los 80 la FePRA re-aliza una movilización en Buenos Aires donde participaronentre 4 y 5000 psicólogos en un momento en que los únicosque movilizaban en la calle eran los sindicatos más combati-vos. Recuerdo que era presentado en la prensa como unacuriosidad. Mónica Gutiérrez que entonces era movilera ibahaciendo preguntas a los dirigentes, a los psicólogos y a lospacientes que también se habían convocado.Recuerden uds. que la primera presidente de la FePRa fueBeatriz Perosio, militante de izquierdas y desaparecida, y no


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Arriba > 1º Comisión Di-rectiva - 2009.

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es el único dirigente de FePRA desaparecido, hay muchosmás, también de los colegios.Cuando entro al colegio, había una comisión directiva y es-

taba prohibida la renovación de autoridades de las asociacio-nes profesionales. No se permitía, por lo tanto no habíaelecciones, no se podían hacer elecciones. Por lo tanto lagente de la comisión directiva, ya llevaba aproximadamente3, 4 años, varios habían renunciado y la mayoría estaban can-sadísimos. Trabajábamos pero sin tener ningún cargo efec-tivo. En el año ´77 llega una invitación desde Buenos Aires,para reunirnos los psicólogos, en conjunto en todo el país.De aquí vamos Gandolfo y yo. La sociedad de psicólogos deBuenos Aires, tenían una propuesta clara. En realidad Tucu-mán no puede entrar de manera inmediata, (precisamentepor lo que había dicho recién), en una institución de segundogrado como era la FePRA. Entonces Tucumán tarda un añoy medio, más o menos. Pero justamente ahí viene la famosaley que nos prohíbe el ejercicio del psicoanálisis. Bueno esome parece que fue, más o menos como moverle el traporojo al toro. Porque entonces las reuniones que eran de 7, 8,personas se hicieron asambleas de 50 o 60 personas, en lacalle Buenos Aires. Bien..hasta aquí examinado la sincronía de los hechos quemuestran la solidaridad entre la represión política y el intentode deslegalizar la práctica de los psicólogos a la vez que mos-tramos que la motivación última de las dictaduras para reali-zar esto no era sino la profunda desconfianza que le inspirabael psicoanálisis. Creo que corresponde ahora mostrar la rela-ción diacrónica que existe en estos hechos. El gobierno deOnganía inaugura una política económica cuyos objetivos semuestran con mayor crudeza en Tucumán con el cierre de 11ingenios que implicó el desastre social más grande provocadopor el hombre en nuestro país y que tuvo como consecuenciala emigración forzada de 200.000 familias tucumanas. Estose realizó en nombre del mercado para evitar supuestos sub-sidios estatales a una industria que en nuestra provincia erafuertemente redistributiva. Esto que ocurre en Tucumán en1967 se repite en el resto del país diez años después conMartínez de Hoz y después en la década del noventa.Pero....¡qué tiene que ver esto con el psicoanálisis? Existeun libro de un economista muy reconocido en los mediosacadémicos llamado Hirshmann que escribió un libro quetiene un provocador subtítulo: “Antes del triunfo definitivo delcapitalismo”. En él plantea que a partir de Hume, desaparecentodas las pasiones que habían hecho ingobernable el mundo:la gloria, la venganza, el honor, etc. En su lugar solo quedabauna pasión: el lucro. Esto hacía mucho más fácil calcular lasacciones de los hombres y por lo tanto gobernarlas. Uds. ad-vierten que esto sería suscripto con entusiasmo por quienessustentan al capitalismo de mercado como el discurso únicoy lo reivindican como el único modo de organización econó-mica racional. Bien....ocurre que Freud vienen a decir que existe un núcleoinexorablemente incalculable en el sujeto humano y que laorganización social en base a la suposición de que el sujetobusca su propio bien está destinada a fracasar. ¡Se advierteentonces el malestar estructural del capitalismo con el psi-coanálisis! Por eso hay que decir que si uds. creen que estalucha se ha acabado, pués están profundamente equivoca-dos y el despertar de esa equivocación va a ser doloroso sino estamos prevenidos. Esta lucha va a continuar con formasdistintas, una de ellas son las terapias cognitivas compota-mentales TCC y todas las variantes que nacen del conduc-tismo y las llamadas neurociencias.Público: La ministra Ocaña ahora ha puesto una declaración,creo de lo que vos estas planteando, creo que tenemos

hasta el 2009, lo que no queda claro es,como van a regular ellos desde el Mi-nisterio de la Salud de la Nación, la re-novación de nuestras matriculas. Y yocreía que no estábamos incluidos nos-otros, pero si estamos incluidos nos-otros.

Lic. M.A. > Antes de terminar, yoquiero nombrar y recordar a los médi-cos aquellos, que han ayudado y cola-borado. Yo me acuerdo de cuatro,puede haber más. Andrés Nader, Vi-cente Nasca, Rubén Calduch y GuidoFoguet.

Lic. E.M. > El Dr. Dalma, era el profe-sional de más prestigio de la psiquiatríaen Tucumán y presento en la Cámarade Diputados, no una nota de apoyo,era un tratado del apoyo. Y el otro, habíasido un medico y diputado, que nosapoyó, frente a esta denodada luchafue Michel Isa.

Lic. E.M. > Yo integraba un cuartetobastante interesante con Juan Garbero,Osvaldo Aisicson, otra colega de LaPlata y yo. Recibimos un mensaje paraincursionar en un hospital psiquiátrico,para tener algunas prácticas. Éramosalumnos de cuarto año. Llegamos y almédico se le ocurre preguntarnos, ¿y

El gobierno de Onganía inaugurauna política económica cuyos obje-tivos se muestran con mayor cru-deza en Tucumán con el cierre de11 ingenios que implicó el desastresocial más grande provocado porel hombre en nuestro país y quetuvo como consecuencia la emigra-ción forzada de 200.000 familias tu-cumanas

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ustedes para que pueden servir? Nosmiramos los tres, y no sabemos...

Lic.M.T.C. > ...a mí todas estas anéc-dotas me hacen revivir, estoy revi-viendo el clima de lo que fue el climade las discusiones acerca de la ley.Como ustedes ven hubo aportes per-sonales, aportes políticos, y aportesacadémicos, ustedes no saben los dis-cursos que se mandaba Marta Gerezdelante de los pobres médicos, los de-jaba con la boca abierta. Lo que quierodecir es que nosotros teníamos unmontón de fundamentaciones, y la so-ciedad de psiquiatría de lo único que seagarraba era de la palabrita de la ley quedecía que no se podía y no tenían nin-gún fundamento. Fue una experienciamuy interesante porque nos juntó atodos, cada uno aportaba desde dondepodía, todos estábamos unidos para lo-grar eso.

Lic.E.M. > es importantísimo esto quevos decís, cómo el enemigo de afueralogró unirnos. Después de esas incum-

bencias, en el año ’85, el ministerioconvoca, pide un representante de laUniversidad de psicología a trabajar enel ministerio, me mandan a mí, yo sentíuna responsabilidad muy grande. Deci-dimos tirar para adelante y sacar las in-cumbencias como podamos. Otra cosaque me hace reflexionar es esto quenos dicen a veces, ustedes han vividotantas experiencias, han vivido tantascosas, han abierto tantos caminos, queal final no nos han dejado a nosotrosnada para abrir. Y yo retomo esto quedice Núñez Campero, los caminos sesiguen abriendo todos los días, y los jó-venes habran encontrado muchas

cosas ya hechas que hemos protagoni-zado, pero van a encontrar nuevos ca-minos

Lic.M.A. > Quiero recordar que dentrodel entorno político y todas las diferen-cias de la época, quiero recordar algomás adentro de la institución. Es la lle-gada de Pichon Riviere y esta la co-nozco muy bien porque quien hacecontacto soy yo…. que quien lo trae esRoux Ocefa, el laboratorio. Estabantodos los psiquiatras, entre los cualesestaban los que nos odiaban a muerte,estaba Pichón Riviere era el más cono-cido, que tenía su estilo bohemio,suelto, insólito, era una persona quedesestructuraba el discurso armado decualquiera porque salía con ocurrenciasgeniales. En la primera reunión, yo meacerco y le digo que era estudiante depsicología. Él empieza a tomar distan-cia de los psiquiatras y le propongo unareunión. Esa fue en la clínica de HoracioEspeja, en la calle España. Esa fue laprimer reunión y a los dos meses ya loinvitamos nosotros. A los cinco meses

después, estoy hablando del ’64, ’65,se crea el Instituto de Psicoterapia yPsicología, así se llamaba primero. Deese grupo salen dos corrientes, en esaépoca, en los ‘70 ya venía Ana Quiroga,un grupo hacia la Psicología Social, enuna época de mucha revuelta política;y otros nos metemos mas, y lo digoentre comilla “en el psicoanálisis”. En-tonces ahí se divide la escuela. Tambiénhabía muchos médicos que nosotrosya habíamos llevado, médicos jóvenesque estaban interesados en el psicoa-nálisis. Surgió una impronta muy fuertede Pichón RiviereLic.M.T.C.: todo esto que estamos con-

tando de lo difícil que fue para nosotrossaber quienes éramos, al la vez era her-moso ver que la gente lo sabía. Por esola FePRA decía “Hacer legal lo que eslegítimo”. Era legítimo porque ya hacíamucho tiempo que veníamos traba-jando y todo el mundo pedía trabajarcon los psicólogos. La legitimación quetuvimos los psicólogos, previa a la ley,fue la de nuestros pacientes.

Lic. E.N.C. > si me permitís: creo quehemos mostrado las razones políticasy teóricas de una agresión; las condi-ciones políticas de la reacción y tam-bién la razón coyuntural de un triunfo.Pero creo que aún falta algo decisivo:para triunfar en un proceso donde lamasiva unidad fue una condición tác-tica sine quae non es indispensable laconvicción en la justeza de la causa quese defiende. Ahora bien: ¡de dóndesalía esa convicción? ¡qué autoridadepistémica autorizaba a los psicólogosen el ejercicio del psicoanálisis? La ins-titución que se reivindicaba herederade Freud y que institucionalmente lo


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Pag. 31 > Septiembre de2008, 1º Comisión Direc-tiva.

Pag. 30 > Presidentesdel CPT. Acto del Día delPsicólogo, octubre de2008.

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era es decir la Asociación PsicoanalíticaArgentina sostenía que para ser psico-analista era indispensable realizar un re-corrido en su seno que estabacurricularmente pautado. Ocurre queesa institución no puede resistir la pre-sión política que le exigía un compro-miso con las luchas populares y dosgrupos se desprenden de su interior:Plataforma y Documento, rompiendocon posiciones políticas de izquierda loque había sido la monolítica instituciónreconocida por la I.P.A. Pero si bien estosupone una dispersión en la que sonadmitidos algunos psicólogos, no habíaen estos grupos una refutación pro-

funda del modo de autorización de loaanalistas que no pasase por un cues-tionamiento a algunas ausencias en lacurricula o la denuncia de un burocra-tismo elitista de los didactas. Es la crí-tica profunda a los conceptos quepresidían a la autorización de los analis-tas realizado por Jacques Lacan lo queotorga autoridad epistémica y conse-cuente convicción a la lucha de los psi-cólogos. En efecto: en Buenos Aires unestudiante de Filosofía ya bastante co-nocido por haber impulsado en elmundo intelectual porteño el pop-art,entre otras cosas. Comienza a enseñaren grupos de estudio a Freud y Lacana quienes leía en alemán y francés res-pectivamente y cuyos primeros textosrecibió de Pichon Riviere-según cuentael mito ciudadano- En 1979 ya habíanpasado aproximadamente 500 perso-nas por los grupos de estudios deOscar Massota, casi todos ellos psicó-logos. En mi criterio esto responde alinterrogante sobre la autorización epis-témica de los psicólogos. En TucumánGalindez escribe un artículo en la pá-

gina literaria de La Gaceta que se llama“algo más sobre psicoanálisis” dondehace una reseña de los primeros escri-tos de Lacan que él los lee directa-mente en francés. Él los tenía todossubrayados, incluso nosotros tuvimosacceso a los cuadernos en donde élficha La instancia de la letra....., Funcióny campo de la palabra... Bueno él es-cribe este articulo que sale en La Ga-ceta, y este artículo es discutido, mirenustedes la importancia que tenía la pá-gina literaria de La Gaceta, es discutidoen la APBA en Buenos Aires, genteallegada dice que esperaban la páginaliteraria de La Gaceta porque era lo más

prestigioso que había. Y así se enteranque en Tucumán había un tipo que leíaLacan y estaba enseñando Lacan, re-cuerdan en Direcciones Contemporá-neas, nos hacia leer a Lacan.

Lic. C.I. > es importante también notar,como la inserción del pensamiento La-caniano en la Argentina, se producefundamentalmente en la época del pro-ceso. Cuando el psicoanálisis estabaprohibido. Por ahí dicen algunos: lo quepasa es que los milicos no entendían.Entonces ahí Lacan se inserta acá en laArgentina, ahí en esa época. Cuando lalectura de Freud estaba “prohibida”. Poreso nos teníamos que reunir, por ahí,en la casa de alguien, en un consulto-rio, para estudiar y leer Freud.

Lic. E.N.C. > si pero no te olvides queOscar Massota termina exiliado en Es-paña. Los que dicen eso confunden ladiacronía con la sincronía, es comodecir que dos cosas simultáneas unaes causa de la otra. Eso es falta derigor. Yo creo, por el contrario, quemucha gente que venía disciplinada porel pensamiento rigurosos de Marxcuando abandona la militancia políticaencuentra en Lacan un rigor similar yse hace lacaniana.

Lic. Sara González > damos por ter-minado el coloquio agradeciendo a lospanelistas y al público este valiosísimoaporte en la construcción de una histo-ria que se sigue contando.

estoy reviviendo elclima de lo que fue elclima de las discusio-nes acerca de la ley.Como ustedes venhubo aportes perso-nales, aportespolíticos, y aportesacadémicos, ustedesno saben los discur-sos que se mandabaMarta Gerez delantede los pobres médicos,los dejaba con laboca abierta.

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En mi participación en esta Re-vista con motivo de los 25 añosde la sanción de la Ley de Ejer-cicio Profesional me había refe-

rido a la importancia que tuvo esta leycomo reconocimiento explícito de laidentidad de nuestra profesión (y porende de nosotros) por parte de la so-ciedad. Allí nacimos a la “ciudadaníapsicológica”. Ahora es tiempo de recor-dar nuestro nacimiento como cuerpocolegiado, es decir a nuestra inclusiónen una “familia”. Hasta entonces, andá-bamos por el mundo como bastardosparidos por una Universidad que noslanzó a la vida pero no hizo mucho máspor nosotros. Ante la falta de “mater-naje”, lo que nos sostuvo fue la creaciónde esta “fratría” sostenida con la con-vicción de que era lo único que iba aevitar que “nos coman los de afuera”.

CREACIÓN DE LAS CARRERAS

Para aproximar a las actuales genera-ciones a lo que significó nuestra deci-sión de crear el Colegio es importante

ubicarnos en el contexto de lo que im-plicaba ser psicólogo en 1969. Las ca-rreras de psicología en la Argentinahabían empezado a crearse a fines dela década del 50 (en Tucumán en 1959)y como fruto de decisiones de perso-nas que en ese momento se dedica-ban a la psicología dentro de losámbitos académicos pero sin una pro-yección profesional específica, salvo enel caso de los egresados del Institutode Psicotecnia y Orientación Profesio-nal de la UNT, del Instituto de Orienta-ción Profesional que dependía de laDirección General de Escuelas de laProvincia de Buenos Aires (no de laUniversidad) y que formaba “asistenteseducacionales” y de un postgrado enPsicología ofrecido en la UniversidadNacional de Cuyo (San Luis) a los egre-sados de Ciencias de la Educación y deFilosofía y Letras. Lo que dio impulsoa la creación de la carrera fue el PrimerCongreso Argentino de Psicología rea-lizado aquí en Tucumán en 1954 organi-zado por el Instituto de Psicotecnia y elde Ciencias de la Educación de la Fa-

cultad de Filosofía de la UNT, al queasistieron: profesores de psicología, deletras, de pedagogía, filósofos, sacer-dotes, psicotécnicos, psiquiatras y al-gunos psicoanalistas. A su término,emitió una declaración sobre la necesi-dad de crear la carrera universitaria depsicólogo profesional.A partir de allí, los mismos participantesde este congreso fueron los que seocuparon de elaborar las propuestas decreación de las carreras en las Univer-sidades de Rosario, Buenos Aires, LaPlata, Tucumán, Córdoba y San Luis.Por eso no es de extrañar, que lo queprevaleciera como práctica profesionalprivilegiada en la intención de estoscreadores, era la orientación pedagó-gica. Pero la inserción del psicoanálisis,la psicopatología y la posibilidad detener un ejercicio independiente deltrabajo institucional, se instalarondesde el comienzo en los primerosegresados. De manera que la falta deformación específica, la falta de mode-los de identificación en el rol y encimala lucha para diferenciarnos de un rol

ES TIEMPO DE RECORDAR NUESTRO NACIMIENTO COMO CUERPO COLEGIADO, NUESTRA INCLUSIÓN EN UNA

“FAMILIA”. ANDÁBAMOS POR EL MUNDO COMO BASTARDOS PARIDOS POR UNA UNIVERSIDAD QUE NOS LANZÓ

A LA VIDA PERO NO HIZO MUCHO MÁS POR NOSOTROS.

Contexto de creacióndel Colegio dePsicólogos de Tucumán

Lic. MARÍA TERESA CZAROCTUBRE 2009

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más establecido y permitido legalmente como era el del psi-quiatra, creaba la necesidad urgente de reunirse en gruposde estudio, de trabajo conjunto y por último, en un ColegioProfesional que nos insertara en el ámbito de las profesionesestablecidas. Como sucedió siempre en toda su actuación pública, la quelideró este emprendimiento, fue la Sra. Olga Doz de Plaza.(Definitivamente, el título que mejor la definió fue el de “Se-ñora”). Ella era egresada de la carrera de Psicotecnia y Orien-tación Profesional, por eso ya contaba con varios años detrabajo en el ámbito educacional y de orientación. En cambio,los egresados de la novel carrera de Psicología, recién termi-nábamos la Universidad y andábamos a la búsqueda denuestra ubicación en el mundo del trabajo. Para ello era ne-cesario buscar todos los referentes posibles para “crear”nuestra tarea profesional más allá de lo instituido: auxiliaresdel médico para realizar psicodiagnóstico, testistas y orien-tadores en las escuelas y concurrentes a los servicios delHospital Obarrio para ver “qué se podía hacer” con lo quehabíamos aprendido en la facultad. Realmente fue una tareatotalmente instituyente ya que creamos una institución socialinexistente hasta entonces: el psicólogo.La Sra. Doz de Plaza contaba con la experiencia societaria desu marido que era contador y formaba parte del Colegio deGraduados en Ciencias Económicas. El nos ayudó mucho enla organización y nos conectó también con la nueva Federa-ción de Entidades Profesionales de Tucumán FEPUT, que re-cién se había formado. Esto significó un apoyo institucionalmuy importante ya que desde el comienzo nos integramosen el mundo profesional de entonces, lo que nos dio muchafuerza e información de la que carecíamos.

QUINCE AÑOS DESPUÉS

Para finalizar, quiero transcribir unos datos extraídos del tra-bajo de investigación de Modesto Alonso y Paula Gago “Al-gunos aspectos cuantitativos de la evolución de lapsicología en argentina 1975-2005” presentado como pós-ter en las XIII Jornadas de Investigación de la Facultad de Psi-cología de la UBA en 2006, para ilustrar sobre el crecimientoque tuvimos como profesión ya establecida a 15 años de cre-adas las primeras Carreras de Psicología en la Argentina:

2Mario Alfredo YgelPRESIDENTEGrupo de Psicoanálisis de TucumánInstitución de formación PsicoanalíticaEx Presidente del Colegio de Psicólogos de Tucu-mán

Un lugar para todos

Al contrario de los clásicos veinticinco años que, según eltango, son nada, cuarenta años de una vida son mucho. Fue-ron cuarenta los años que el pueblo judío deambuló por eldesierto hasta alcanzar la idea monoteísta y su identidadcomo pueblo. A la edad de cuarenta, un hombre o una mujer,han dejado atrás su infancia y juventud y, si los avatares desu tránsito por la vida lo permiten, se encuentra haciendo esoque sus proyectos y anhelos le marcaban como camino.Nuestro Colegio de Psicólogos ha transitado sus primeroscuarenta años de vida y son mucho los hitos que ha atrave-sado en su larga existencia. ¿Habremos los Psicólogos alcan-zado los proyectos que nos trazamos, atravesando nuestrosdesiertos?Desde aquel momento fundacional en que un grupo de jó-venes Psicólogos se agruparon con la convicción que no essin otros como se afronta la tarea de hacer algo con el sufri-miento humano, son mucho los jalones que marcaron el de-venir de nuestra institución. Con el objetivo de insertar laPsicología en la comunidad y de hacer avanzar la teoría y lasprácticas psicológicas, fuimos muchos los que en estos largosaños trascurridos nos incorporamos al trabajo institucional.A cada uno le tocó un tiempo y problemáticas particularesde las que nos fuimos haciendo cargo, inventando respuestasque dieran cuenta del lugar del Psicólogo y su práctica en lainserción en lo social.Son esas luchas, esos ideales puesto a jugar en función dehacer avanzar el saber psicológico y el destino, tanto de losPsicólogos como de la profesión, los que hicieron que el co-legio se convirtiera en un lugar para todos.Aún en la inserción de las variadas prácticas de la Psicología,a pesar de las diferencias de las teorías en las que fundamosnuestro hacer, los Psicólogos hemos sabido construir eselugar común que nos constituye como un conjunto diferen-ciado que, desde su saber y especificidad, puede aportar a quecada sujeto de nuestra comunidad pueda hacer algo con sumalestar.Saludo con estas palabras esta construcción compartida enestos primeros cuarenta años de vida institucional, con el an-helo que el futuro nos encuentre a cada uno de nosotros y alas nuevas generaciones de Psicólogos, trabajando en el afánde introducir interrogantes que posibiliten descubrir nuevossentidos a lo doloroso de la existencia. No dudo que esta esnuestra contribución, que sigue las sendas trazadas porFreud, para transformar “la miseria neurótica”, o cualquierade las formas en que se expresa el malestar en la cultura, “eninfortunio común”.

“Se presentan resultados de seguimiento de la evolucióncuantitativa de los psicólogos en Argentina, país en el cuallas primeras carreras universitarias de Psicología comenzarona mediados de los años cincuenta. El relevamiento realizadoincluye desde esos años hasta 2005. Se hicieron cuatro cor-tes en el tiempo: 1975-1985-1995-2005. En 1975 habían egresado unos 5.750 psicólogos de 17 uni-versidades (estatales y privadas). Hasta 1985, egresaron20.100 psicólogos de 17 universidades. Hasta 1995, 39.000psicólogos de 23 universidades, El total de egresados hasta2005 es de 62.760 psicólogos de 37 universidades.La proyección hacia 2010 es de aproximadamente 70.000profesionales. La cantidad total de estudiantes en 2005 erade 59.662. En ese año ingresaron 13.885. Entre 1995 y 2005 egresaron un promedio de 2.376 profe-sionales por año. Se lograron detectar 51.200 psicólogos enactividad. El 85% de género femenino. Hay un psicólogo cada 754 habitantes. La proporción de psi-cólogos cada cien mil habitantes es de 133, más del dobledel valor promedio en los países americanos.”

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Diciembre de 1969. Tucumán, por supuesto, cá-lido y gran calidez en el clima que había en losaltos de la casa de la profesora Olga Doz dePlaza, en el pasaje Bertrés. Allí nos reuniamos

tarde a la noche, ya que a esa hora no era pasible hacerloen la facultad.Hacía menos de un mes que me había recibido y tuve elhonor de ocupar el cargo de Tesorera de esa inaugural Co-misión Directiva.Todo era nuevo: la Comisión Directiva, el Colegio y la carrerade Psicología con incumbencias no desplegadas.El Colegio reunía a los pocos egresados, que debatíamosinterminablemente sobre "el rol del psicologo"... .Esa primera Comisión (se me acurre es "primera junta"),nosotros, éramos un claro emergente del contexto de eseentoces: los "más grandes" (a mis ojos) volvían de una Re-sidencia recientemente implementada en Buenos Aires, ode estar un año aprendiendo técnicas psicodramáticas conRojas Bermúdez. Otro mienbro de este grupo era la primeradocente psicóloga de la facultad; otra trabajaba en un hos-pital; también contabamos con una psicóloga "importada"de Buenos Aires y finalmente una recién graduada salidade la facultad, todavía con la neta impronta de profesorespreclaros: Galíndez, Moreno, Nader, Neme, Mansilla, Bian-chi, Doz de Plaza. Junto a ellos, amalgamadas, las espera-das clases mensuales de Pichon-Riviere y elaboraciónsemanal de las mismas conducidas por Nader en el marcode la Escuela de Psicología Social.Si bien esto ocurría fuera de la Facultad, recuerdo queambos espacios estaban muy unidos y complementados ennosotros... y nosotros en el Colegio. Sí, esa primera Comisión Directiva configuraba definitiva-mente una junta de dispares individualidades que unidas

en un objetivo y de la mano de OlgaDoz, encarnó la institucionalización delquehacer profesional del Psicológohace 40 años. Años de una mística hecha de es-fuerzos, ansias de conocer, de gene-rosidad y porque no, de alegría.Quizas el despliegue de estos senti-mientos en todos nuestros ámbitosde operación nos dió fuerzas para se-guir siempre adelante en los difícilesaños que vendrían.Pasaron 40 años y aquí estamos todos( seguro también el espíritu de Olga )reuniéndonos con placer en el Cole-gio, estas últimas semanas.... Juntosen esta opotunidad a pesar o mas bien, a causa de los diversos caminos tran-sitados, unidos por algo muy especial,por un código no descripto pero fuer-temente investido.Dice el diccionario que un tesoro esuna cantidad grande de caudales y va-lores reunidos y guardados. Y define altesorero como la persona encargadade custodiar y distribuir los tesoros enuna comunidad.Me pregunto si este grupo de perso-nas (esta primera Comisión Directiva)podrá trasmitir a esta comunidad quees posible, a pesar de todas las dife-rencias y con el aporte de todas esasdiferencias, tramitar, reunir, aunar,guardar y comunicar algo de estos va-lores que transitan en todo grupo.Esos valores que ayudan a disolver elmalestar, a sablimar algunos senti-mientos y a disfrutar del bienestar deestar juntos, cualquiera sea la tareaque se cumpla: docente, clínica, gre-mial. Sería muy bueno que pueda serasí. Este es mi deseo y seguramenteel de este grupo.

Dice eldicciona-

rio queun tesoro

es unacantidadgrande decaudalesy valores

reunidos yguardados.

“

Otra vezjuntos...40 añosdespuesPsic. ISABEL MOTOK DE FERROOCTUBRE 2009

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María Elena ElmigerPRESIDENTAFundación PsicoanalíticaSigmund Freud

…en una reunión de mi escuela ayera la tarde, estuvo con nosotros unade las cabezas de esta insurrección —para nada una cabeza mal hecha, entodo caso no es alguien que se dejeengañar ni menos que diga pavadas;sabe responder muy bien inmediata-mente cuando le hacen una pre-gunta tan tocante como ésta: "Digaquerido amigo, ¿en el lugar dondeustedes están, qué podrían esperar delos psicoanalistas?”… Me canso dedecir que los psicoanalistas deberíanesperar algo de la insurrección; yestán los que retrucan: ¿qué querríaesperar de nosotros la insurrección?La insurrección le respondió: ¡porahora lo que esperamos de ustedes esque nos ayuden a tirar ladrillos!

Jacques Lacan.Seminario XV, clase 17. 1968.

Me sirvo de la cita de Lacan para pensarcuál el lugar de los psicoanalistas en elcontexto –no ya en las penumbras deldiván- sino de su práctica en la transmi-sión, en el lazo social, en la vida coti-diana. Y allí la articulación, lasuplementariedad, si se quiere, del psi-coanalista con otros lugares de saber –ypoder- al decir de Foucault.

Lugares que con el Colegio de Psicólo-gos hemos ido encontrando y desencon-trando, a lo largo de estos fructíferos 40años: La construcción de un lazo quesiempre tirará “los insurrectos ladrillos”de lo real. O los soportará… pues latransferencia de trabajo no se sostieneen una identidad imposible y menos aúnen la sumisión de uno u otro lado. Locreativo de la transferencia de trabajo esla posibilidad de sostenerse en las mis-mas diferencias.

Brindamos por los 40 años del Colegioy por la circulación del lazo quehemos ido creando entre el psicoaná-lisis y la institución.

Gladys Mattalia

EPFCLEscuela de Psicoanálisis de los Forosdel Campo Lacaniano

Han pasado ya cuarenta años del acto me-morable en el que un grupo de colegas de-cidieron salir de la soledad de susconsultorios para asociarse y agruparse.Para resguardar y proteger colectivamenteal mundo “psi” de los avatares exterioresque pugnaban - y pugnan aún hoy- pordisolverlo.Podríamos declinar estos “cuarenta años”y hacer una serie (quizás un poco obse-siva!!!) y decir: 40 años, 4 décadas, 4 dece-nios, 8 lustros, 480 meses, 175.200 días,4.204.800 horas… En fin… Ello nos da la perspectiva que el tiempo -¡demasiado tiempo!- ha pasado… Untiempo transcurrido que no fue en vanoya que muchas cosas se hicieron, muchasluchas se ganaron…Podemos también ponernos melancólicosy recordar que en 1969: El Apolo 11 tocó la superficie lunar… Elmega-festival Woodstock inscribe unnuevo fenómeno social bajo las consignas:música, amor y paz…El “Cordobazo”marca la más contundente rebelión popu-lar contra la dictadura militar…Hechos diversos y memorables que sitúanuna época y sellan –cual “hierro can-dente”- un futuro.Todos somos hijos de esta diversidad yhemos encontrado –no siempre fue fácil-la manera de arreglárnosla con ella. Cuarenta años, cuatro décadas como la“señora” de Arjona: una amalgama per-fecta entre experiencia y juventud.Con sus cuarenta años, el fundador delpsicoanálisis ya había acumulado un sabercontundente sobre el significado de lossueños, la sexualidad y su trascendencia enla conducta humana… Con sus cuarentaaños ya estaba en las puertas del desarrollodel método psicoanalítico.Con sus cuarenta años, Lacan ya habíaavanzado sobre varias de sus teorizacionesque desarrolló y amplió posteriormente:De las psicosis paranoica…El estadio delespejo…Los complejos familiares…Con sus cuarenta años, nuestro Colegiode Psicólogos de Tucumán se constituye

CEIT - ASANA

Centro de Estudio Investigacióny Tratamiento en Psicopatolo-gías de la Infancia

Los mejores deseos al Colegio de Psicólo-gos de Tucumán con motivo de un nuevoaño de gestión y en esta oportunidad másque significativo Aniversario. Celebramos por estos años en que supopreservar y bregar por los derechos de losPsicólogos. Auguramos progreso, riquezaintelectual, cultural y éxitos en la búsquedasiempre vigente de representar a los traba-jadores de la Salud mental.

en un lugar de refugio contra el capita-lismo salvaje que tiende a deshacer loslazos sociales y a dispersar a los sujetos. Cada vez se hace más necesario un lugarde inscripción subjetiva, que nuclee y tra-baje para el Eros, en contra de la disocia-ción. Un lugar que sepa acoger ypromover la formación de los colegas quediariamente -en sus trabajos, consultas oinstituciones - se enfrentan con los “heri-dos de guerra” de nuestra sociedad deconsumo. Con sujetos extraviados en elsentimiento intimidante del sinsentido.Asociarse, incluirse, trabajar mancomuna-damente contra el discurso dominanteque, con su ideología pseudocientífica, nopropicia el deseo, ni alienta la singularidad.Para concluir un regalo por los cuarenta:

¿Qué les queda por probar a los jóve-nesen este mundo de consumo y humo?¿Sólo graffiti? ¿rock? ¿escepticismo?¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bra-vas?¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?También les queda discutir con Diostanto si existe como si no existetender manos que ayudan / abrirpuertasentre el corazón propio y el ajeno /sobre todo les queda hacer futuroa pesar de los ruines del pasadoy los sabios granujas del presente

Mario Benedetti

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Los agitadosaños sesentaRECORDAR A 40 AÑOS DE DISTANCIA EN EL TIEMPO LOS DÍAS Y ACON-TECIMIENTOS QUE CONDUJERON A LA CREACIÓN DEL COLEGIO

ADQUIERE EL DOBLE CARÁCTER DE DESEADO Y TEMIDO QUE CONTIENE

EL PASADO, EN ESPECIAL PARA LOS QUE FUIMOS PROTAGONISTAS DE

ESAS CIRCUNSTANCIAS.

Como cada momento vital, elaño 69 representó el puntode llegada de un procesocomplejo, plagado de accio-

nes y situaciones en las que nos invo-lucramos muchos jóvenes –no sólo lospsicólogos- y/o fuimos finalmente lle-vados por la fuerza de la razón colec-tiva.Buscando puntos definidos en elcampo socio-político de ese contexto,encuentro el Tucumán que desde losinicios de la década aparece en el con-texto nacional con fuertes movilizacio-nes sociales y precariedad económica.La crisis no es sólo de los cañeros queprotestan con marchas hacia la ciudadcapital en 1965, varios ingenios anun-cian sus quiebras si no son asistidospor el gobierno. También los docentesreclaman mejoras, se organizan desdeel gremio y salen a la calle. Al mismotiempo, se hacen obras públicas comoel Dique de El Cadillal y se organizannuevas instancias administrativas en elEstado Provincial. La cercanía de los

150 años de la Independencia mueve adistintos sectores en aprestos cultura-les, como la preparación de la Casa His-tórica para la instalación de un novísimosistema de Luz y Sonido. Casi al finalde 1965 el Centro de Estudiantes de laFacultad de Filosofía. y Letras invita aMercedes Sosa quien da un recital ensu salón de actos: viene con nuevaspropuestas de temas y canciones quehablan de lucha, de justicia.Si bien ya en 1962 el golpe de estadoa Frondizi mostraba la fragilidad de cual-quier gobierno posterior al peronismoderrocado en 1955, la asunción de lapresidencia por Illia en 1964 no logró re-vertir la crisis económica y política na-cional, que avanzó rápidamente.Al iniciarse1966, los rumores de quie-bras de ingenios se vuelven ciertos ylas protestas y reclamos se generali-zan. Es en este clima que los primerosegresados de la carrera de psicologíacomenzamos a mirar el campo profe-sional y nuestra inicial inserción laboral.Los efectos inmediatos en el conjuntode la población del golpe de Onganíaen junio de 1966 fue la desazón y pér-dida de referentes, por la magnitud delas medidas económicas y socio-políti-cas: cierre de once ingenios en unbreve lapso, desaparición de fuentes

de trabajo, intervención a los 3 pode-res; y la más dramática, la emigraciónde miles de trabajadores a otros puntosdel país. Por supuesto, la Universidadtambién es intervenida. Asume un fun-cionario designado por la Junta Militar,quien es resistido por todos los esta-mentos.Entre 1966 y 1969, Tucumán se sientecastigado, se resiste a la nueva condi-ción y no acalla sus protestas. El lla-mado Operativo Tucumán es ofrecidocomo la panacea para la diversificación“necesaria” del monocultivo de la cañade azúcar. Se promueve la instalaciónde fábricas de diversa naturaleza quedarían ocupación a los desocupados.Operativo que vuelve aun más trágicala condición de las familias, ya quepronto se desoculta los reales intere-ses que lo mueven.Desde la Nación se crean dependen-cias y ministerios (Bienestar Social, Ins-tituto de Salud Mental). Desprovistosaún de una Ley de Ejercicio propia, nosvemos incluidos en los artículos de laLey de Salud Mental 17132 que nosubica como auxiliares de los médicospsiquiatras sin autonomía profesional.A esta altura vale recuperar los tremen-dos esfuerzos que hicimos para vencerla concepción médica dominanteacerca de lo que podíamos ser o mejordicho lo que deberíamos ser. Nuestrapráctica independiente no era aceptadadesde los criterios hegemónicos sobrede quién es la responsabilidad de lasalud mental. La dictadura resolvió me-diante su decreto-ley que solamentepodríamos aplicar técnicas psicológicascuyos resultados y/o diagnósticos se-rían siempre refrendados por un profe-sional médico. Debates, reuniones,discusiones regaron el camino del en-frentamiento de los nacientes psicólo-gos con los sectores médicos, enespecial de psiquiatría.Las restricciones a los profesionales,las necesidades de organizarnos en de-fensa del ejercicio, la política del go-bierno militar para educación, salud,vivienda nos fueron impulsando a orga-nizar nuestro gremio. Al mismo tiempo,los sectores que luchaban fueronuniendo sus fuerzas, y así confluyeronobreros azucareros, estudiantes, profe-sionales. Mientras trabajamos para organizar elColegio, redactar sus Estatutos, redac-tar las contrapropuestas a la Ley deSalud Mental quizá no podíamos medirla magnitud de las tareas que habíamosiniciado y sosteníamos. La Universidady los profesionales (aun nos considerá-bamos sus egresados, más que psicó-logos profesionales) estábamosíntimamente ligados. Nuestros apoyos

Psic. JOSEFINA RACEDOOCTUBRE 2009

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y consejos provenían de nuestros profesores, organizábamosactividades con ellos como garantía de responsabilidad y ca-pacidad profesional. Tanto que Olguita Doz de Plaza fue lanecesaria primera presidenta y las ayudas de su esposo, elcontador Plaza Maidana fueron esenciales para la redaccióndel Estatuto.Buscábamos en ese período vertiginoso, confuso y convo-cante, afianzarnos profesionalmente, defender la salud pú-blica, organizarnos gremialmente. Y todo eso lo conseguimoscon lucha. El Tucumanazo fue parte del reguero de rebelionesy puebladas iniciadas en 1965 en Corrientes y cuyo puntomáximo había sido Mayo del 69 con el Cordobazo. Muchosde nosotros formamos parte de esos miles de tucumanosque acompañamos a los jóvenes estudiantes y obreros enesos días del invierno del 69.La formación compartida, la búsqueda de concepciones cla-ras para comprender y ayudar a los más afectados por la cri-sis y la represión, fueron quizás los elementos que operaronpara unirnos y trabajar arduamente en la organización gre-mial.Y a lo mejor también esa necesidad permitió organizar lasfuerzas nacientes de profesiones y profesionales en laFEPUT. Necesitábamos con urgencia, lograr el espacio propiodesde el cual contribuir a resolver los problemas que no sólovenían de antes, sino que la dictadura planteaba para la vidasocial de los argentinos y en particular de los tucumanos.Lograr un cuerpo colegiado, donde todos somos pares y lastareas se distribuyen de acuerdo a las necesidades de losasociados, fue en realidad propiciado y acelerado por la visiónunilateral, autoritaria y antidemocrática de las políticas de ladictadura. Nos abrió el camino para el crecimiento profesio-nal, pero con un rasgo que nos enorgulleció a los iniciadoresdel Colegio: poner nuestra tarea al servicio de los asociados,de nuestros colegas, al servicio de quienes nos designaroncomo sus representantes y defensores del ejercicio profe-sional.Decía al inicio que 1969 tuvo un punto de llegada: la creacióndel Colegio. Pero también marcó un punto de partida haciala real significación de la profesión en el conjunto de la po-blación y entre el resto de organizaciones profesionales; ynos permitió a cada uno, asumir las tareas que indicaran uncamino posible donde la salud mental fuera el eje de nuestrocompromiso personal y profesional. Lo que siguió dandoexistencia al Colegio hasta hoy forma parte de la necesariahistoria que escribiremos y escribirán los que reconocemosque las instituciones se alimentan de las acciones de quieneslas vivimos y las hacemos cotidianamente.-

El Tucuma-nazo fueparte delreguero derebelionesy puebladasiniciadasen 1965 enCorrientes.

“Lic. María Silvia LázzaroPRESIDENTETrieb,InstituciónPsicoanalítica

Estamos cumpliendo 40 años, enton-ces ¿qué decir? Este tiempo trascu-rrido lo puedo pensar como undevenir, pleno de vicisitudes, peroque fue un referente para nuestraprofesión. El Colegio remarca lo de-cisivo del trabajo gremial, el cual noes aislado, sino es solidario de la dis-cusión y reflexión de la dimensión te-órica y clínica. Podemos decir que losinicios estuvieron signados por laconquista de una legalidad para nues-tra práctica y ella como punto de par-tida para una jerarquización ydefensa de nuestra profesión. Actualmente, nos toca transitar unasituación de conmoción social ydonde las incidencias de esta crisis ennuestras prácticas es indiscutible.Sobre este fondo, se actualizan ymantienen su vigencia nuestras luchasy conquistas. Hoy, a los 40 años deexistencia de nuestro Colegio, pode-mos pensar un trabajo gremial ten-diente a evitar el aislamientosubjetivo y la desintegración de lasinstituciones.¡ Hay mucho por hacer,hay mucho por celebrar!

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Nuestro colegioestá de fiestaANTE ESTA EMOTIVA CELEBRACIÓN DE LOS CUARENTA AÑOS DE CREACIÓN DE NUESTRO COLEGIO, QUIERO

EXPRESARLES A MIS COLEGAS QUE ESTA PROFESIÓN, COMO MUCHAS OTRAS, ESTÁ IMPREGNADA POR EL

DISCURSO DE LA CULTURA, TIENE SU HISTORIA, SUS CÓDIGOS, SUS SIGNIFICACIONES, SUS MERCADERES Y

SUS ESPECIALISTAS, SUS DEFENSORES Y SUS DETRACTORES.

Psic. MARIA LUIS ROSSI DE HERNANDEZOCTUBRE 2009

La relación con la profesión no puede ser pensadaúnicamente en términos de desarrollo económicoo adquisición de prestigio, es también en esencia,una estrategia de construcción de la propia identi-

dad, por ello no implica solamente un proyecto laboral, sinotambién un proyecto de vida. Así desde nuestros inicioscomo psicólogos, esta relación lleva la marca del pasado,la huella de nuestras identificaciones, la memoria de nues-tras posibilidades y limitaciones y la maravillosa fuerza denuestros anhelos. En este recorrido, cada uno de nosotrosha construido vínculos y ha enfrentado situaciones de gra-tificación y de pérdidas, ha abandonado ilusiones y rectifi-cado rumbos. Cada uno de nosotros ha realizado una largatravesía, con riesgos y satisfacciones, para llegar a ser y ahacer lo que pretendíamos.Hoy, como ciudadanos, formamos parte de una culturaque no ofrece al hombre ni material ni ideológicamente,un lugar de resguardo. Una cultura donde las trasforma-ciones en los sistemas de comunicación permiten la ilu-sión de estar vinculados con el mundo, pero la soledad esen muchos casos la protagonista de lo cotidiano. Comopsicólogos no podemos permitirnos el riesgo de actuarcomo si no existiera la miseria y la desocupación, como sino conociéramos la corrupción y el autoritarismo o comosi la justicia fuera realmente para todos igual.Reflexionar sobre esta situación es un punto obligado paraun profesional de la Psicología y como tal, debemos ejer-citar nuestra creatividad y poner nuestro saber y nuestroesfuerzo al servicio de la comunidad. Necesitamos pro-

mover nuevos modelos de relacióninterpersonal en las empresas, en lasescuelas, en la Universidad, en el cui-dado de la salud, en el gobierno y enla familia.Para que esto sea posible es precisorespetar una ética y sostener una pa-sión. Para muchos hoy no existe laética de los sabios griegos porque elpoder se ha convertido en el únicovalor. La pasión en cambio, es la cargaemocional, la capacidad de convocary conmover. Es el alma, el espíritu, otodo aquello que nos hace personasantes que un número en el padrónelectoral, en el legajo laboral o en ellistado de contribuyentes.En estas hora, más que nunca, seránecesario que cada uno de nosotrospueda apelar al esfuerzo y rechazar laindiferencia o la huida, con la firmeconvicción de que la salvación sólo esposible si muchos lo intentamos jun-tos y si existe en nuestros horizontesun proyecto ético que se erija sobrelas incertidumbres de cada día. Finalmente quiero expresar el anhelode que, el ejercicio de esta profesión,pueda alegrarnos el corazón de ver-daderos universitarios, no por la víade la posesión de un título sino a tra-vés de lo que con este título, hemosemprendido y conquistado.

Quieroexpresarel anhelode que, elejerciciode estaprofesión,pueda ale-grarnosel corazónde verda-deros uni-versitarios

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NUARIO · ción de parentesco, a un “ orden simbólico ... creándose posteriormente la Escuela...

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