, desa- cia de Guattari en Martinez Martinez nos parece ... · cisamente la llamada, en los...

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Reseñas 371 tante, porque no cumple sus propias leyes ni aplica sus propios principios. Desde esta pers- pectiva han de interpretarse las intervenciones concretas de Foucault, en las que late siem- pre la preocupación por el respeto a la legalidad y el rechazo visceral de aquello que perci- bía como intolerable a nivel jurídico (vemos cómo esta lectura se opone frontalmente a la distorsionadora interpretación de Merquior, en la que se nos presenta a un Foucault «nihi- lista» y «neoanarquista»). El cuerpo sufriente, violentado y administrado y el lenguaje reducido y desvirtualizado serán la base para la actuación política, para la resistencia al poder en Foucault. El poder y la resistencia no se jugarán en relación a sujetos de derecho, sino en relación a seres vivos que escapan sin cesar a las técnicas de dominación y admi- nistración de la vida. La vida no será tan sólo un irreductible foco de resistencia al poder, sino también la instancia en nombre de la cual se realizarán las diversas luchas. Ahora bien, no hay, ciertamente, más garantía fundamentadora de la resistencia al poder en los cuerpos y en el lenguaje que en las ideas del humanismo crítico de «libertad», «autonomía» o «desalienación», pero lo que hay es una economía de supuestos metafísicos, ya que no es necesario postular la existencia de un sujeto fuerte, autónomo, totalmente libre , desa- lienado, que no necesita para la actuación una alternativa global, basta apoyarse en los pro- pios efectos del poder para rechazarlos y combatirlos. Así, frente a las técnicas de sujeción del poder, que hace de los individuos sujetos productores, consumidores y portadores de una ciudadanía limitada, los cuerpos construyen una red de resistencias múltiples -en el marco de la producción, en el marco del consumo y en el marco político- que dan lugar a nuevos procesos de subjetivación ya no tratados con el esencialismo metafísico (la influen- cia de Guattari en Martinez Martinez nos parece aquí manifiesta). En la última parte de su libro —«Las relaciones con uno mismo»— Martínez Martínez se centra en los análisis del último Foucault en tomo a la construcción de la subjetividad, y ofrece, en el último capítulo, una lectura del «Foucault» de Deleuze. Interesa destacar, especialmente, el esbozo que lleva a cabo en el capitulo noveno («Etica y tecnologías del yo») de una ética a la altura de los tiempos que corren, a partir de las consideraciones fou- caultianas y con resonancias griegas, spinozianas, deleuzeianas y acaso, también, heideg- gerianas . A grandes rasgos decir que no se trataría de una ética de código, rígida, cerrada, sino de una ¿tica axiomática, flexible y abierta; una ¿tica de la responsabilidad, no de las intenciones, al modo como ha sido pensada por Jonas en El principio de responsabilidad; una ¿rica materialista, centrada en el cuerpo; una ética basada en el conocimiento, en la exploración, más atenta al poder ser que al deber ser, una ¿tica parrésica que dice la ver- dad; una ¿tica de la alegría serena y de lafelicidad ; una ¿rica vitalista entendida como una estética de la existencia basada en las diversas tecnologías del yo, y abierta a los demás, a los que sabe como necesario complemento de su poder y de su felicidad. Marco DIAZ MARSÁ RENAUT, Alain: La era del individuo. Contribución a una historia de la subjetividad. Barcelona, Destino. 1993, 408 pág. El complicado campo de la problemática filosófica actual está atravesado por dos pro- blemas mayores: la temática del fin de la Metafísica y la del fin de la Modernidad. Y pre- cisamente la llamada, en los últimos años, «cuestión del Sujeto» constituye su, denso, enla- ce, su zona de cruce. Y lo es de tal modo que, a nuestro entender, tal cuestión constituye el auténtico «tema de nuestro tiempo». ¿Es el Sujeto el lugar del Fundamento? Quaestio dis- putata.

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tante,porqueno cumplesuspropiasleyesni aplicasuspropiosprincipios.Desdeestapers-pectivahandeinterpretarselasintervencionesconcretasdeFoucault,en lasquelatesiem-prela preocupaciónporel respetoalalegalidady el rechazovisceraldeaquelloqueperci-bía comointolerableanivel jurídico(vemoscómoestalecturase oponefrontalmentealadistorsionadorainterpretacióndeMerquior,en laquesenos presentaaun Foucault«nihi-lista» y «neoanarquista»).El cuerpo sufriente,violentadoy administradoy el lenguajereducidoy desvirtualizadoseránla baseparala actuaciónpolítica, parala resistenciaalpoderenFoucault.El podery la resistenciano sejugaránenrelaciónasujetosde derecho,sino en relacióna seresvivos queescapansin cesaralastécnicasde dominacióny admi-nistraciónde la vida.La vida no serátan sólo un irreductible focoderesistenciaal poder,sino tambiénla instanciaennombredela cualserealizaránlasdiversasluchas.Ahorabien,no hay,ciertamente,másgarantíafundamentadoradelaresistenciaalpoderen los cuerposy en el lenguajequeen las ideasdel humanismocrítico de «libertad», «autonomía»o«desalienación»,perolo quesíhayes unaeconomíadesupuestosmetafísicos,ya quenoesnecesariopostularla existenciade un sujetofuerte, autónomo,totalmentelibre , desa-lienado,queno necesitaparala actuaciónunaalternativaglobal,bastaapoyarseenlos pro-pios efectosdelpoderpararechazarlosy combatirlos.Así, frentealastécnicasde sujecióndelpoder,quehacede los individuos sujetosproductores,consumidoresy portadoresdeunaciudadaníalimitada, los cuerposconstruyenunaredde resistenciasmúltiples -en elmarcode la producción,enel marcodelconsumoy enel marcopolítico- quedanlugaranuevosprocesosdesubjetivaciónya no tratadosconelesencialismometafísico(la influen-ciadeGuattari enMartinezMartineznospareceaquímanifiesta).

Enlaúltima partedesulibro —«Lasrelacionesconunomismo»—MartínezMartínezsecentraenlos análisisdelúltimo Foucaultentomoala construcciónde la subjetividad,yofrece, en el último capítulo, unalecturadel «Foucault»de Deleuze.Interesadestacar,especialmente,el esbozoquelleva acaboenel capitulonoveno(«Eticay tecnologíasdelyo») deunaéticaala alturade los tiemposquecorren,apartir de lasconsideracionesfou-caultianasy conresonanciasgriegas,spinozianas,deleuzeianasy acaso,también,heideg-gerianas. A grandesrasgosdecirqueno setrataríade unaéticadecódigo,rígida, cerrada,sino de una¿tica axiomática,flexible y abierta;una¿tica dela responsabilidad,no de lasintenciones,al modocomohasido pensadaporJonasenElprincipio deresponsabilidad;una¿rica materialista,centradaen el cuerpo;unaéticabasadaen el conocimiento,en laexploración,másatentaal poderserqueal deberser, una¿ticaparrésicaquedice la ver-dad;una¿ticadela alegríaserenaydelafelicidad ; una¿ricavitalistaentendidacomounaestéticadela existenciabasadaen lasdiversastecnologíasdel yo, y abiertaalos demás,alos quesabecomonecesariocomplementode su podery desu felicidad.

MarcoDIAZ MARSÁ

RENAUT, Alain: La era del individuo.Contribucióna una historia de la subjetividad.Barcelona,Destino. 1993,408pág.

El complicadocampode la problemáticafilosóficaactualestáatravesadopordos pro-blemasmayores:la temáticadelfin de la Metafísicay la delfin de la Modernidad.Y pre-cisamentela llamada,enlos últimos años,«cuestióndelSujeto»constituyesu,denso,enla-ce,su zonadecruce.Y lo es detal modoque,anuestroentender,tal cuestiónconstituyeelauténtico«temadenuestrotiempo».¿Esel Sujetoel lugardelFundamento?Quaestiodis-putata.

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Uno delos libros queabordaestaproblemáticaesestedeAlain Renautqueahorarese-ñamos.La perspectivaadoptadaes,abiertamente,desarrollaruna«historiade lamodernaSubjetividad»,o sea, unahistoria de la filosofía modernacomo tal, desdeel comienzocartesianohastaHeidegger.Desdeaquí,sepretendenavanzar,desarrolladaaquellahistona,algunaspropuestasqueiluminen el porvenir.Sehechade menos,detodosmodos,y comocomplementoaestaimprescindiblehistoria,untratamientomássistemáticodeltema,enelque se legitime el repertoriode conceptosempleadosparatrazaría. A estacarenciasedeben,pensamos,algunasdelasvacilacionesquecomprometenporenterolastesisdeeste,peseatodo, interesantelibro.

Todotratamientodela «cuestióndelSujeto»hadeincluir, comoingredientenecesario,unateoríasobrelamodernidad,y unaideasobresu actualmomentoy situación.Renautnodudaríaen alinearseconHabermasa la horadeconsiderarla«un proyectoinacabado».Apartir de aquí,desdesemejanteperspectiva,seperfila su diagnósticoy apuestaconcretas.El diagnóstico: la modernidadacaecida,y no la modernidadaún posible, se ha ca-racterizadoporser la «eradel individuo»,el incontestabletriunfo de unade las figurasdela Subjetividad.La apuesta:paracorregir desdedentro los malesde la épocahay querecuperary reavivarotrafigura de la Subjetividadmoderna,el sujetofinito de la filosofíacrítica.

A decirverdadel diagnósticonos parecedudoso,la apuesta,comomínimo, incierta.Peroexaminemosestomásdetenidamente,recorriendolastrespartesquearticulanel libro.

La primerapartesetitula «Interpretacionesde la modernidad».Enella sediscuteconla lecturade laépocamodernapropuesta,respectivamente,porHeideggery Dumont.A suentenderamboshandesarrolladounainterpretaciónexcesivamentesesgada,rígiday unila-teral, quedebeser corregida.ParaHeideggerla eramodernaestaríacaracterizadapor elpaulatinoeimparabledespliegedela Subjetividadabsoluta.Dumont seinclina,másbien,por la ideadeltriunfo arrolladordelIndividuo absoluto.Renautseñalala necesidaddeaco-meterunalecturamáscompleja,matizaday menoslinealdela épocamoderna.Y creecon-seguirlohaciendounadistinción,menosclaray tajantede lo queél creey desea,entredosgrandesfigurasdelamodernaSubjetividad:el Individuo (quepareceincluir, si noen elpla-no delos principiossien el delasconsecuencias,al Sujeto absolutodelIdealismoalemán)y el Sujetotranscendentalfinito.

Estadistinción,queconstituyela clavedetodo el libro, permiteaRenautalmenosdoscosas.En primer lugar, diagnosticarla patologíade la modernidad,su terrible y agudodevenirnihilista; su mal interno:el imponersedelIndividuo, el retraersedelSujeto.A con-tinuaciónpermite,también,unaansiada,paralos decididosa permaneceren el terrenodelamodernidad(oseaen la ideadeSubjetividadcomo lugardelFundamento),pautadeauto-crítica,unarecetamilagrosadeautocuración;el proyectomodernoesreactivabley recupe-rable, apuntaRenaut,si serelanzala figura del Sujetoy sedestruyesu sombramaligna,elIndividuoabsolutodelnihilismo consumadoen la sociedaddel capitalismotardío.

DesdeluegohayqueconvenirconRenauten lanecesidadactualde unalecturamati-zadade la modernidadquediferencieconcuidadounamultiplicidad de figurasde la Sub-jetividad queconvivenpolémicamenteenesaconfiguraciónepocal.Peroestonoesincom-patible, comoél parecepensar,sino algo exigido, por unadeconstrucciónradical de eseúltimo nombre del Fundamento.No es ésta, evidentemente,la dirección adoptadaporRenaut.Prefiereaferrarsea unadudosadistinción que, comodecíamos,generaun pobrediagnóstico,y unainciertaapuesta.

La segundaparte,bajoel título de«Lógicadela filosofía»,exponepropiamentelapro-metidahistoriade la filosofíamodernaenel arco queva deLeibniz aNietzsche,pasando

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porHumey Hegel.Conella,afirmandoqueestearcoesel de la «erade las monadologías»,o sea,delnacimientoy plenodesarrollodel individuo,pretendeconfirmarsupeculiardiag-nóstico.Laprogresióndelnihilismo enla modernidadseda,pues,simultáneaala articula-ción monadológicade la filosofía. Lamentablementelas lecturaspropuestasde aquelloscomplejospensadoresse limita, apenas,arecogerlos tópicosmástrillados de los parcosmanualillosescolares.Elproblemaestá,de todosmodos,y unavezmás,en la endeblecla-ve analíticasupuestaenel trazadodeestahistoria:la distinciónentreel Individuoy el Suje-to. Interesanotarahoraun puntoimportante,coherentecon el esquemaglobaldel libro; sienel decursode la filosofía modernaRenautpercibeun imponersede laversiónmonado-lógica,o sea,individualista,de la filosofía de la Subjetividad,queculminaenel solidarioabsolutoracionalismohegelianoy el absolutoirracionalismonietzscheano(2), sólo reco-noceun momentodeexcepción:la filosofía críticade Kant. Y enesteoasisen eldesiertoquecrecesedetieneen la última partedel libro.

La terceraparte,titulada «Trascencenciay autonomía.El fin de las monadologías»,articulael núcleobásicodelaapuestadeRenaut.Aquí ofreceladefiniciónmásprecisaquecabeencontrarentodo el tratadodeesosdostérminosclavequesolicitadistinguir: Indivi-duoy Sujeto.Con el primero serefiereaunaSubjetividadqueprogresivamente,enel arcoquesedespliegade LeibnizaNietzsche,dejadereconoceralgúntipo delímite, y que, porello,afirma su absolutaindependencia.LoqueRenautllama«Sujeto»sería,encambio,unafigura delaSubjetividadqueexplícitamentereconocesu finitud; matizandomáshabríaqueañadirqueesafinitud consisteen la perpetuaauto-limitación:sienreconocerlímites, perosólo aquéllosqueellamismasehaautoimpuesto.El Sujetofinito, pues,estal porquereco-noce,en el senode su irrenunciableinmanenciaa si, pautasnormativas,universalmentevinculantes,sobrelo verdadero,lo buenoy lo bello. Si el Individuo se caracterizabaporsuabsolutaindependencia,elSujetolo hace,pues,por su auto-nomía,porreconocery hallaren el senode la inmanenciaa síelementoscomunesa todo Sujeto, que, entanto normati-vos, frenansuexpansióny marcansu irremediablefinitud.

Anteplanteamientosdeestecuño,cargados,nos parece,de aporíasdedifícil solución,no extrañaquelos dosinterlocutoresdeestaparteterceraseanprimeroLévinasy, después,el socorridoKant.De Lévinas interesaaRenautunaidea: la tesis dequela inmanenciaasicaracterísticadela Subjetividadmodernaestádesdeel principio rota porel brotardeunatrascendencia:laconstitutivaaperturaala alteridad,al otro comoexterioridadirreductible.De todosmodosRenautconsideraqueLévinas llevaestafenomenologíade la experienciaéticademasiadolejos, porun caminoenel quese pierdey desdibuja,finalmente,la auto-nomía.Sin embargocoincideconél enalgodecisivo: la quiebraprimerade la inmanenciaa siestáen la relaciónética.

En Kant, decíamos,habíahalladoRenautun oasisenplenodesierto,un paréntesisenla imposición implacabledelIndividuo.La filosofíacríticaparece,másbien,marcarel findelasmonadologíasy la oportunidadde, hoy día, y conlaspertinentesmodificacionesdesu mensaje,relanzaral Sujeto (finito) parainterveniren lasdiscusionescontemporáneassobrela verdad,el bien y la belleza.Renaut,con ciertos matices,puedeser presentadocomoun cabal«neokantiano»(y van...).La solucióna nuestrosproblemasen el desiertoque crece,arguye,se encuentraen rehabilitarla figurade un Sujetoque sereafirmaen sufinitud, quesereconocedotadode estructurastranscencentalesde alcanceuniversal.Sinhaceraquí,en estelibro, otra cosaque proponerunaspautasde lectura,queesperemosdesarrolleen próximaspublicaciones,Renautparecellamadoala tareade reescribir,alaalturade nuestro tiempo, las tres críticaskantianas.Otros, filosóficamentemuchomásdotados,y menoslastradospor presupuestosespurios,y pensamosenLyotard,hanobteni-

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do rendimientosexiguosen proyectossimilaresy bastantemejortrabados.Perolo queseasonará.

Comomínimo,y no espoco,el proyectode Renautsuponedoscosasque,aestasaltu-ras y despuésde lo quehallovido enel siglo veintefilosófico, es muy difícil suponer.Pri-mero:defenderunaradical escisiónentreun planoempíricoy otro transcendental(y por lotantoduplicaral Sujeto).Pero¿esposiblehaceresotranquilamentedespuésdehaberleídoelcapituloIX deLos palabrasy las cosasdeMichel Foucaulto Diferenciay repeticióndeGilles Deleuzeo, también,laFenomenologíadelapercepcióndeMauriceMerleau-Ponty?No lo creemos.

Comosegundosupuestolapropuestaimplica, necesariamente,hacerdelaÉtica laFilo-sofíaprimera,al considerarquela relaciónéticaesla primerarupturadela inmanenciaasídela Subjetividad,autónomapeseatodo, al menosenla versióndeRenaut,divergenteaquíde lapropuestadeLévinas.Pero¿nohapensadoHeideggerhastala saciedad,trasel impas-se de Sery tiempo, quehay, o mejor,acontece,unairrupción de la trascendenciapreviaatodarelaciónética—ladel sercomoEreignis—?Si estofueraasí,comopensamosnosotros,la Éticano puedelegítimamenteaspiraraser,demodoalguno,laFilosofíaprimera.

A nuestroentender,en estecampode problemas,sólo desdeunaontologíafenome-nológica,quedesdey porla diferenciaser/entesuspendael primadodelaconciencia,trans-cencentalo empírica,esposibledesarrollarunacabal«historiadela Subjetividad»,conve-nientementematizaday atentaa la diversidadde susconcepciones.Es decir, unalecturapluraldela épocamoderna.No esésta,desdeluego,la víaauspiciadaporRenaut.

Es evidente,despuésde lo apuntado,quea un libro como éstesólo se le re~pondecabalmenteconotro libro, y no enel reducidomarcodeunareseña.Nos encontramos,sinduda,anteun temadifícil, perodecisivoy apasionante,en el queestá,aún, casitodo pordeciry decidir. Y hayproblemapararato, el ratoquedurela coyunturaactual.La lecturadeestetrabajode AlainRenautestimulaaseguirpensando,seaen ladirecciónqueél indi-cao porvericuetosmásarduosy menoscomplacientes,pero,acaso,másacertados.

AlejandroESCUDERO

EJES,Julien (Ed.): Tratadode Antropologíade lo Sagrado.Vol. 1. Los orígenesdelhorno religiosus.Madrid,Trotta 1995,373 pág.

Desdequeel neokantianoprofesorRudolfOtto publicarael libro DasHeilige, tradu-cido al castellanoporLo Santo,enel quesenosmuestrael interésporintentarconciliarlosfundamentosdela religióny de laciencia,delo racionaly lo irracionalde la ideadeDiosdentrode los limites y la posibilidaddeun accesoracionalal problemade lo divino, lasinvestigacionessobrelo sagradoy el discursodelhornoreligiosusennuestrosdías,estemade obligadotratamientopor diversosespecialistasen la materia,sobretodo a partir delmomentoen quelos teólogosde lamuertedeDios y los quepontifican por la seculariza-ción delaculturaanuncianel fin delamodernidady el fin de lasideologías.

Estepesimismoseagudizótrasla hecatombede lasdosguerrasmundialesen lasquesevio el fracasoqueexperimentótodala herenciaqueacumulóalo largodela historiatodala racionalidadcientífica técnica y toda la racionalidadteológicametafísicaen que seamparabala orgullosaculturaEuropea.Enefectotrasla segundaguerramundialtoda lacivilizaciónoccidentalse vio sumergidaen la másdramáticay caóticadelas experienciashumanasjamásvividasporel hombredelsiglo xx.

Visionarioso profetasdeestedesastreanunciado,sonlos llamadosfilósofosdela sos-