3

ÍNDICE

Índice ................................................................................................................ 3

I. Introducción .................................................................................................. 5

II. La normatividad en México sobre los biocombustibles ............................... 7

III. Panorama de la producción y consumo de biocombustibles .................... 10

III.1. Etanol ................................................................................................. 10

III.2. Biodiesel ............................................................................................. 14

IV. El desarrollo del etanol en México ........................................................... 17

V. Coronavirus y etanol .................................................................................. 23

VI. Comentarios finales .................................................................................. 26

5

I. INTRODUCCIÓN

La producción y el consumo de los biocombustibles, el etanol y el biodiesel, se han incrementado en el mundo debido, principalmente, al uso que se les da en el sector autotransporte.

Se les atribuye el beneficio de poder reducir las emisiones de gases de efecto in-vernadero (GEI), aunque también se identifican riesgos, tales como los derivados de incrementar las áreas de cultivo para obtener los insumos (maíz y caña de azúcar, entre otros) necesarios para la producción, entre otros la contaminación por el uso intensivo de agroquímicos y el aprovechamiento no sustentable del agua.

En México se han creado leyes y programas de gobierno para fomentar el desa-rrollo de los biocombustibles, sin embargo. no ha habido logros importantes, qui-zás debido a que se han requerido subsidios presupuestales: en el país existen muchas necesidades que cubrir y los recursos disponibles son escasos.

En el futuro, inmediato o lejano, probablemente se tengan que seguir los pasos de otras naciones e impulsar más decididamente la utilización de los biocombus-tibles como una alternativa a los combustibles fósiles en el sector autotransporte.

El presente reporte, que se divide en seis secciones principales, tiene como prin-cipal objetivo valorar la producción y el comercio de los biocombustibles, en Mé-xico y en el mundo.

La primera sección del documento corresponde a la introducción. En la segunda sección se revisa la normatividad más importante en México sobre los biocom-bustibles.

En la tercera sección se presentan estadísticas sobre la producción y el consumo de etanol y biodiesel en el mundo, con énfasis en las relacionadas con México.

En la siguiente sección, la cuarta, se valora la posibilidad de impulsar aún más el desarrollo del biocombustible de etanol en el país, mientras que en la quinta,

6

se analizan las implicaciones de la pandemia de coronavirus para el mercado del petróleo y, subsecuentemente, para los combustibles renovables.

Para concluir, en la sexta sección del reporte se presentan los comentarios fina-les.

7

II. LA NORMATIVIDAD EN MÉXICO SOBRE LOS BIOCOMBUSTIBLES

La columna vertebral de la legislación mexicana en materia de biocombustibles es la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos (LPDB) y su regla-mento, publicadas en el DOF en 2008 y 2009, respectivamente. En su artículo 1º se establece que la ley “tiene por objeto la promoción y desarrollo de los bioener-géticos con el fin de coadyubar a la diversificación energética y el desarrollo sus-tentable como condiciones que permiten garantizar el apoyo al campo mexicano (…)”

La LPDB define a los bioenergéticos o biocombustibles como combustibles obte-nidos de la biomasa proveniente de materia orgánica de diversas actividades, entre las que se encuentran las primarias (agrícola, pecuaria, silvícola y acua-cultura), así como de sus derivados producidos por procesos tecnológicos susten-tables que cumplan con las especificaciones y normas de calidad establecidas por la autoridad competente en los términos de la legislación vigente.

De igual manera, biodiesel se refiere al combustible que se obtiene por la tran-sesterificación de aceites de origen animal o vegetal, mientras que etanol anhidro es un tipo de alcohol etílico que se caracteriza por tener muy bajo contenido de agua.

Los biocombustibles líquidos, como el etanol y el biodiesel, son usados primor-dialmente en el sector autotransporte debido a que pueden contribuir a dismi-nuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y se obtienen de fuentes renovables. Estados Unidos y Brasil, los dos actores más relevantes en el mundo en este tema, han basado su producción de etanol en el maíz y la caña de azúcar, respectivamente, mientras que los demás países han elaborado biodiesel regu-larmente a partir de semillas oleaginosas (colza, soja, palma, coco y jatrofha).

8

En México, la venta y uso de los biocombustibles, etanol y biodiesel, son permi-tidos cuando se cumple con los permisos1 y normas; sin embargo, en general, la producción y consumo de éstos es limitada.

La norma mexicana NOM-016-CRE de 2016,2 prohíbe el uso de etanol en las gasolinas que se expenden en las zonas metropolitanas del valle de México, de Guadalajara y de Monterrey; sin embargo, permite un volumen de 5.8 por ciento de etanol anhidro como oxigenante de las gasolinas regular y premium en el resto del territorio nacional.

En 20173 se modificó la norma con la finalidad de incrementar el contenido má-ximo de etanol anhidro a 10 por ciento en las gasolinas del resto del territorio nacional, pero se mantuvo la prohibición en las zonas metropolitanas del valle de México, de Guadalajara y de Monterrey.

A principios de 2020, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) deter-minó que resultaba inconstitucional la modificación de 2017 a la NOM-016-CRE, pues al

…encontrarse a debate la magnitud de daños a la calidad del aire que podría produ-cir el empleo de etanol como oxigenante en gasolinas, cobra plena aplicación el lla-mado principio de ‘precaución ambiental’, el cual obliga a que se lleve a cabo una evaluación con la mayor información científica posible, respecto a los potenciales da-ños que el incremento de etanol para esos fines podría generar en el medio ambiente.

1 Hay empresas que tienen permiso para comercializar etanol anhidro y biodiesel que son prin-

cipalmente importados, tales como Fuel Flex México, S.A. de C.V. <www.fuelflexme-xico.com.mx>. Los permisos son otorgados por la Secretaría de Energía.

2 Comisión Reguladora de Energía, 2016, Acuerdo por el que la Comisión Reguladora de Energía

expide la Norma Oficial Mexicana NOM-016-CRE-2016, Especificaciones de calidad de los pe-trolíferos, DOF, 29 de agosto.

3Comisión Reguladora de Energía, 2017, Acuerdo de la Comisión Reguladora de Energía que

modifica la Norma Oficial Mexicana NOM-016-CRE-2016, Especificaciones de calidad de los petrolíferos, con fundamento en el artículo 51 de la Ley Federal sobre Metrología y Normaliza-ción, DOF, 26 de junio.

9

El tema sobre los impactos negativos al medio ambiente, que algunos científicos atribuyen a la producción y consumo de los biocombustibles, se volverá a men-cionar más adelante en el documento.

La SCJN propuso amparar a los quejosos y, consecuentemente, invalidar los cambios de 2017 a la referida norma, por lo que se mantienen a la fecha los lími-tes máximos previamente establecidos de etanol como oxigenante en las gasoli-nas, es decir, de hasta 5.8% para el resto del territorio nacional. Asimismo, se mantiene sin cambios la prohibición de usar etanol en las gasolinas que se expi-dan en las zonas metropolitanas del Valle de México, de Guadalajara y de Mon-terrey.

En febrero del 2020, el actual gobierno de México, que es encabezado por el li-cenciado Andrés Manuel López Obrador, hizo pública su estrategia para promo-ver el uso de tecnologías y combustibles más limpios, entre los que se encuentran los bioenergéticos o biocombustibles.4

La estrategia incluye varias líneas de acción, entre las que se encuentran facili-tar el acceso al financiamiento para la producción de bioenergía sustentable, im-pulsar la inversión necesaria para atraer biocombustibles al mercado y fomentar la investigación científica sobre la producción de bioenergéticos y sus impactos económicos y ambientales. También se menciona ampliar y fortalecer las normas de calidad de los combustibles de forma responsable, con la finalidad de permitir una transición ordenada al uso de tecnologías y combustibles más limpios.

Los esfuerzos que se han llevado a cabo para fomentar la producción y el consumo de los biocombustibles en México parecen haber sido insuficientes. Como se verá en la siguiente sección, la producción y consumo de éstos es relativamente inci-piente, cuando se hacen comparaciones con las estadísticas de otras naciones.

4 Secretaría de Energía, 2020, Acuerdo por el que la Secretaría de Energía aprueba y publica la

actualización de la Estrategia de Transición para Promover el Uso de Tecnologías y Combusti-bles más Limpios, en términos de la Ley de Transición Energética, DOF, 7 de febrero.

10

III. PANORAMA DE LA PRODUCCIÓN Y CONSUMO DE BIOCOMBUSTIBLES5

III.1. Etanol

Aproximadamente 80 por ciento del etanol que se consume en el mundo es utili-zado como combustible, o biocombustible, en el sector autotransporte, mientras que el 20 por ciento restante es destinado para la producción de bebidas alcohó-licas, medicamentos y cosméticos, entre otros usos industriales.

Como se puede ver en la gráfica 1, el consumo mundial de etanol se incrementó de 30 800 millones de litros en 2000 a 131 500 millones de litros en 2019. Esti-maciones preliminares para 2020 indicaban que el consumo caería a 130 800 mi-llones de litros, sin embargo, en la medida en que el turismo y la movilidad mun-dial han ido cayendo debido a que la crisis suscitada por la pandemia del coronavirus ha ido escalando, es posible que el descenso sea aún mayor.

Asimismo, de 2000 a 2019, el consumo del biocombustible de etanol aumentó de 17 200 millones a 107 900 millones de litros, es decir, 527 por ciento, mientras que su utilización para otros fines (bebidas alcohólicas y medicamentos, entre otros) incrementó más lentamente, 74 por ciento: de 13 600 millones a 23 600 millones de litros.

5 El CEDRSSA agradece a la empresa de consultoría sobre temas agroalimentarios LMC Inter-

national por proporcionarnos una importante parte de la información estadística presentada en este reporte <www.lmc.co.uk>.

11

Gráfica 1. Consumo mundial de etanol (miles de millones de litros)

Fuente: Elaboración propia con datos de LMC International.

Brasil y Estados Unidos son líderes mundiales en lo que se refiere al etanol, tal como puede apreciarse en el cuadro 1. En 2019 se produjeron 131 287 millones de litros, de los cuales Estados Unidos aportó 47 por ciento, es decir, 61 552 mi-llones de litros. Brasil contribuyó con 26 por ciento, 33 875 millones, de la pro-ducción mundial.

Del total mundial producido, 109 582 millones de litros fueron de biocombustible, de los cuales Estados Unidos contribuyó con 59 691 millones, es decir casi 55 por ciento. Brasil produjo 30 553 millones de litros del biocombustible de etanol.

17.2

83.4

107.9 106.6

13.6

21.523.6

24.230.8

104.9

131.5 130.8

0

20

40

60

80

100

120

140

Figura 1. Consumo mundial de etanol(Miles de millones de litros)

Combustible Otros TotalFuente: Elaboración propia con datos de LMC International

12

México produce cantidades incipientes de etanol. En 2019 el país produjo apenas 144 millones de litros, de los cuales 54 millones fueron de biocombustible, es de-cir 37 por ciento. El consumo de México, por otra parte, fue de 320 millones de litros, de los cuales 171 millones correspondieron a biocombustible de etanol.

En contraste, en 2019, Estados Unidos y Brasil consumieron 57 105 y 33 291 millones de litros de etanol, respectivamente, de los cuales 54 362 y 31 126 mi-llones de litros fueron utilizados como biocombustible en el sector autotrans-porte. Este consumo fue equivalente a 50 y 29 por ciento, respectivamente, de los 107 905 millones totales del biocombustible de etanol utilizados en el mundo.

Ambos países también participan activamente en el comercio internacional de etanol. En 2019 se importaron 10 348 millones de litros totales (de biocombusti-ble y para otros usos), de los cuales Estados Unidos y Brasil importaron, cada uno, aproximadamente 13 por ciento. Japón adquirió en los mercados interna-cionales 1 531 millones de litros, es decir, 15 por ciento de las importaciones glo-bales de etanol.

En lo que respecta a las exportaciones totales, contabilizaron 10 046 millones de litros, de los cuales a Estados Unidos se le atribuyó 58 por ciento. Brasil exportó 1 929 millones de litros de etanol en 2019, es decir, 19 por ciento de la cantidad global.

México exportó una pequeña cantidad de etanol, 3 millones de litros, sin em-bargo, importó 179 millones de litros, principalmente de biocombustible prove-niente de Estados Unidos, como se verá en la siguiente sección.

13

Las importaciones mexicanas de biocombustible de etanol provenientes de Esta-dos Unidos han venido fluctuando, sin embargo, en 2012 se compró más, 120 millones de litros, que en 2019, 116 millones.

País Total Combustible País Total Combustible País Importaciones ExportacionesEstados Unidos 61,552.0 59,690.9 Estados Unidos 57,105.4 54,361.6 Japón 1,531.2 0.2

Brasil 33,875.2 30,552.8 Brasil 33,290.7 31,125.9 Brasil 1,344.8 1,929.3 China 11,049.4 4,311.0 China 11,130.8 4,411.0 Estados Unidos 1,344.8 5,791.5

*Unión Europea 8,294.1 5,533.9 *Unión Europea 9,063.1 6,025.1 Canadá 1,268.9 81.3 India 3,069.3 2,000.0 India 3,689.3 2,000.0 *Unión Europea 1,230.0 250.0

Canadá 2,113.8 1,900.0 Canadá 3,301.3 3,120.0 India 675.0 55.0 Tailandia 1,851.2 1,621.2 Tailandia 1,861.4 1,621.2 Corea del Sur 455.5 64.2 Argentina 1,206.2 1,034.1 Japón 1,607.9 793.6 Filipinas 447.1 1.0

Rusia 934.6 - Argentina 1,194.1 1,034.1 Colombia 353.9 6.2 Colombia 540.6 510.6 Colombia 888.3 780.1 Perú 206.2 190.9 Pakistán 479.8 5.1 Rusia 846.7 - México 179.0 2.8 Australia 365.8 250.1 Filipinas 796.1 626.8 Suiza 118.1 1.2 Filipinas 350.0 320.0 Corea del Sur 547.7 - China 100.0 18.7 Sudáfrica 320.0 5.0 Australia 345.7 239.3 Turquía 97.7 0.5

Bolivia 277.8 120.0 México 319.6 171.3 Ucrania 74.2 10.1 Guatemala 220.6 20.0 Perú 230.3 200.7 Nigeria 72.1 0.0

Perú 215.0 130.0 Ucrania 219.6 88.0 Jamaica 58.8 3.4 Indonesia 189.8 1.0- Turquía 218.3 97.0 Taiwán 48.8 0.1

Corea del Sur 156.3 - Indonesia 135.9 1.0- Australia 39.5 59.7 Ucrania 155.5 13.0 Bolivia 135.6 120.0 Ghana 26.5 0.9 México 143.5 53.6 Sudáfrica 123.8 5.0 Malasia 25.5 16.5 Turquía 121.1 97.0 Nigeria 120.9 - Tailandia 24.9 14.7 Etiopía 115.4 45.0 Suiza 116.8 56.3 Ecuador 4.3 8.3 Ecuador 109.1 66.0 Etiopía 115.4 45.0 Sudáfrica 4.0 200.3

Costa Rica 84.3 45.2 Ecuador 105.1 66.0 El Salvador 3.8 0.1 Zimbabue 78.0 56.5 Jamaica 80.4 69.5 Argentina 3.6 15.8

Japón 76.9 0.2 Zimbabue 78.1 56.5 Egipto 0.8 0.6 Cuba 75.7 - Cuba 75.7 - Indonesia 0.8 54.7

Nigeria 48.7 - Taiwán 68.3 - Rusia 0.3 88.2 Malasia 46.1 - Malasia 55.2 - Costa Rica 0.3 59.7 Jamaica 25.0 - El Salvador 28.4 - Guatemala 0.3 206.4

El Salvador 24.6 19.7 Ghana 25.6 - Zimbabue 0.1 0.0 Taiwán 19.6 - Costa Rica 24.8 - Etiopía 0.0 0.0 Egipto 9.9 - Pakistán 19.8 - Pakistán 0.0 460.0 Suiza - - Guatemala 14.4 - Cuba 0.0 - Ghana - - Egipto 10.1 - Bolivia 0.0 142.3 Otros 3,092.2 1,182.5 Otros 3,493.3 791.6 Otros 606.8 311.9 Total 131,287.3 109,582.4 Total 131,483.7 107,904.7 Total 10,347.6 10,046.4

Cuadro 1. Oferta y demanda de etanol en diferentes países, 2019(Millones de litros)

*En la Unión Europea destacan Francia (producción tota l : 2,126; consumo tota l : 1,769; importaciones : 495; exportaciones : 852), Alemania (producción tota l : 788; consumo tota l : 1,881; importaciones : 1,575; exportaciones : 483) y Reino Unido (producción tota l : 374; consumo tota l : 1,111; importaciones : 953; exportaciones :

215)

Fuente: LMC International

Producción Consumo **Comercio

**Se refiere a l tota l de etanol (para combustible y para otros usos)

14

El vecino del norte exportó 5 265 millones de litros de este tipo de biocombusti-ble, de los cuales Brasil, el principal destino, adquirió 24 por ciento; Canadá, 23 por ciento. En el cuadro 2 se puede observar que las exportaciones estadouniden-ses se incrementaron 113 por ciento, de 2 467 millones a 5 265 millones de litros, de 2012 a 2019.

III.2. Biodiesel

El cuadro 3 muestra a los principales países productores de éster metílico de ácido graso (FAME, por sus siglas en inglés), de biodiesel y de aceite vegetal hidrotratado (HVO, por sus siglas en inglés), hidrobiodiesel. Ambos son biocom-bustibles usados en los motores diesel, aun cuando se obtienen mediante dife-rentes procesos de producción, además de que sus cualidades también varían.

Estados Unidos es el principal productor de FAME y HVO, con alrededor de 7 mil millones de litros del primero y 2 mil millones del segundo en 2018. Brasil contribuyó con 5 400 millones de litros a la producción mundial de FAME, por lo que también es un importante actor en el mercado de este tipo de biocombustible.

Brasil (%) Canadá (%) México (%) Otros (%) Total2012 325.2 13.2 894.9 36.3 120.0 4.9 1,127.2 45.7 2,467.3 2013 176.5 7.9 1,187.3 52.9 86.3 3.8 792.6 35.3 2,242.7 2014 424.5 13.8 1,243.7 40.5 101.0 3.3 1,299.7 42.4 3,068.9 2015 440.4 14.6 836.8 27.7 116.2 3.8 1,629.8 53.9 3,023.1 2016 1,010.5 26.9 892.1 23.8 99.5 2.7 1,749.7 46.6 3,751.8 2017 1,686.7 34.1 1,197.0 24.2 101.8 2.1 1,958.8 39.6 4,944.3 2018 1,942.1 32.1 1,209.2 20.0 106.3 1.8 2,791.9 46.2 6,049.5 2019 1,277.6 24.3 1,202.3 22.8 115.5 2.2 2,669.9 50.7 5,265.3

Cuadro 2. Exportaciones estadounidenses de biocombustible de etanol

DestinosAño

(Millones de litros)

Fuente: Elaboración propia con información de LMC International

15

Estados Unidos es uno de los principales exportadores de biodiesel de aceites de soja, maíz y colza, que es principalmente producido en ese país. En 2019, el país norteamericano exportó 379 400 toneladas de FAME, de las cuales 89 por ciento tuvieron como destino Canadá.

México compró a Estados Unidos, nuestro principal proveedor, 2 240 toneladas de biodiesel en 2019, sin embargo, dichas importaciones han venido cayendo, du-rante los últimos años, de 20 440 toneladas en 2016 a 2 240 en 2019, como puede apreciarse en el cuadro 4.

País FAME HVOEstados Unidos 6.9 2.2

Brasil 5.4Indonesia 4Alemania 3.5Argentina 2.8Francia 2.2España 2 0.5Tailandia 1.6

Italia 9China 1

Polonia 1Países Bajos 0.7 1.1

(Miles de millones de litros)

Fuente: REN21, Renewables 2019, Global Status Report.

Cuadro 3. Principales países productores de biodiesel, 2018

16

Como se mencionó, en México se producen y consumen cantidades limitadas de biocombustibles. También se constató, de la información estadística, que los principales países consumidores son también importantes productores de bio-combustibles, lo cual se apreci,ó particularmente, en el caso del etanol. En la siguiente sección se analizará la posibilidad de que en México se puedan producir cantidades suficientes de etanol para ser utilizadas de forma relevante en el sec-tor autotransporte.

Destino Toneladas (%) Destino Toneladas (%)Canadá 230,580 78.47 Canadá 268,380 86.04 México 20,440 6.96 Perú 21,980 7.05

Perú 19,040 6.48 México 12,180 3.90 Países Bajos 11,620 3.95 Suiza 3,080 0.99

Ecuador 10,640 3.62 Alemania 1,820 0.58 Otros 1,540 0.52 Otros 4,480 1.44 Total 293,860 100.00 Total 311,920 100.00

Destino Toneladas (%) Destino Toneladas (%)Canadá 271,180 78.42 Canadá 338,800 89.30

Perú 38,780 11.21 Países Bajos 21,420 5.65 Países Bajos 18,200 5.26 Perú 13,440 3.54

Suiza 7,560 2.19 México 2,240 0.59 México 3,920 1.13 Marruecos 1,260 0.33 Otros 6,160 1.78 Otros 2,240 0.59 Total 345,800 100.00 Total 379,400 100.00

Cuadro 4. Exportaciones estadounidenses de biodiesel (FAME)

Fuente: estimaciones propias con información de EIA (U.S. Energy Information Administration)

2016 2017

2018 2019

17

IV. EL DESARROLLO DEL ETANOL EN MÉXICO

En 2014 la Secretaría de Energía (Sener) hizo pública una propuesta para la introducción de etanol anhidro en las gasolinas que comercializa Petróleos Me-xicanos (Pemex), 6 en la cual se hace alusión a dos fallidas licitaciones.7

La primera de las licitaciones, convocada en 2009, tenía el objetivo de adquirir etanol como oxigenante (sustituto de MTBE)8 de gasolinas en la zona metropoli-tana de Guadalajara; la segunda, llevada a cabo en 2012, comprar el biocombus-tible como componente, al 5.8 por ciento en volumen, de las gasolinas en ciertas locaciones del sureste mexicano. Sin embargo, ninguna de las licitaciones pudo concretar debido a que las propuestas no fueron solventes económicamente.

Una tercera licitación fue convocada en 2014 con la finalidad de adquirir etanol como aditivo de la gasolina magna en diversas terminales de almacenamiento y reparto del país, para lo cual Pemex debería realizar las inversiones necesarias en infraestructura para el manejo y mezclado del biocombustible.

Como resultado de este nuevo concurso, seis contratos fueron adjudicados a em-presas con la finalidad de que vendieran a Pemex hasta 123 millones de litros anuales de etanol a partir de 2016 por un periodo de 10 años, para lo cual tam-bién se requerían inversiones para construir y adaptar las refinerías, sin em-bargo, a la fecha, el fallo de la licitación no ha sido cumplimentado.

En 2014, la Sener consideraba que los dos principales cultivos con los que con-taba México para producir etanol eran la caña de azúcar y el sorgo grano, para

6La mayor parte, alrededor de 90 por ciento, de la gasolina en el mercado mexicano es comercia-

lizada por Pemex, aunque se han ido emitiendo cada vez más permisos para que empresas privadas puedan importar y vender.

7 Secretaría de Energía (Sener), 2014, Análisis y Propuesta para la Introducción de Etanol An-

hidro en la Gasolinas que Comercializa Pemex. 8 El Éter Metil Tert-Butílico (MTBE, por sus siglas en inglés), que se produce combinando sus-

tancias químicas (isobutileno y metanol, entre otras), se usa como aditivo para lograr una mejor combustión de la gasolina sin plomo.

18

los cuales había potencialmente 6.3 millones y 15.8 millones de hectáreas, res-pectivamente.9 En el cuadro 5 se muestran escenarios para la producción de eta-nol a base de sorgo y caña de azúcar.

En Estados Unidos, según estimaciones de la Administración de Información so-bre Energía (EIA, por sus siglas en inglés), en 2018 se consumieron 142 860 mi-llones de galones de gasolina (alrededor de 540 784 millones de litros), los cuales contenían, en promedio, 14 286 millones de galones (54 078 millones de litros) de etanol, 10 por ciento del volumen total. La normatividad vigente en ese país, al igual que en otras naciones, requiere la mezcla de etanol con gasolina, aunque hay diferentes categorías del producto.

En ese mismo año, en México se consumieron alrededor de 44 000 millones de litros de gasolina, los cuales requerirían 4 400 millones de litros de etanol para producir una mezcla equivalente a la consumida en Estados Unidos, con 10 por ciento del biocombustible en el volumen total.

Como se muestra en el cuadro 5, el país necesitaría producir 11 millones de to-neladas de sorgo o, en su caso, 55 millones de toneladas de caña de azúcar, para lo cual se requerirían 3 millones 161 mil o 752 mil 188 hectáreas, respectiva-mente, para cumplir con esa cantidad de etanol. Sin embargo, se podrían produ-cir complementariamente de los dos cultivos.

Según datos del SIAP en 2018 se sembraron 847 523 hectáreas de caña de azúcar y un millón 336 mil hectáreas de sorgo grano, mientras que la producción fue de 56 millones 385 mil y 4 millones 531 mil toneladas, respectivamente, por lo que difícilmente se podría alcanzar la cifra de 4 400 millones de litros de etanol sin impactar lo cosechado para otros usos (por ejemplo, como azúcar o forraje). Desde luego, se podría considerar un contenido menor de etanol en la mezcla e impor-tar, desde otros países, el biocombustible o los insumos para producirlo.

9 Secretaría de Energía (Sener), 2014, Análisis y Propuesta para la Introducción de Etanol An-

hidro en la Gasolinas que Comercializa Pemex.

19

La caña es, quizás, el insumo más viable para la producción de etanol en México, debido principalmente a los excedentes que se han tenido de azúcar durante los últimos años, tal como puede apreciarse en la gráfica 2.

La caída en las exportaciones de azúcar hacia Estados Unidos y el incremento en las importaciones de jarabe de maíz de alta fructosa, que es un sustituto, han contribuido a los excedentes o a los inventarios finales.

En el año agrícola 2012-2013, México remitió hacia Estados Unidos casi 2 millo-nes de toneladas de azúcar, sin embargo los envíos han caído a partir de la

Consumo nacional aproximado de gasolina, 2018 44,000,000,000 LitrosAsume un mandato del 10% de etanol 4,400,000,000 Litros

Si aproximadamente una tonelada de sorgo grano produce 400 litos de etanol, ¿Cuánto sorgo se requeriría para producir 4,400,000,000 litros de

etanol?

11,000,000 Toneladas

Si en 2018 el promedio nacional en rendimientos fue de 3.48 toneladas por hectárea, ¿Cuántas hectáreas se necesitarían para producir 11,000,0000 toneladas?

3,160,920 Hectáreas

Si aproximadamente una tonelada de caña de azúcar produce 80 litros de etanol, ¿Cuánta caña se requiriría

para producir 4,400,000,000 litros de etanol?55,000,000 Toneladas

Si en 2018 el promedio nacional en rendimientos fue de 73.12 toneladas por hectárea, ¿Cuántas hectáreas se necesitarían para producir 55,000,000 toneladas?

752,188.18 Hectáreas

Cuadro 5. Escenarios para producción de etanol con sorgo y caña de azúcar en MéxicoConsumo de gasolina y requerimientos de etanol

Requerimientos de sorgo y suelo

Fuente: estimaciones propias con información de la Secretaría de Energía y el SIAP

Requerimientos de caña de azúcar y suelo

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suscripción con ese país de los dos Acuerdos de 2014.10 En el periodo 2018-2019 las exportaciones de azúcar hacia Estados Unidos contabilizaron menos de un millón de toneladas.

Los productores han buscado colocar los excedentes de azúcar en otros mercados, como puede apreciarse en la gráfica 2, aun cuando, regularmente, se paga el pro-ducto a precios inferiores que en Estados Unidos y México. En el año agrícola 2018-2019 se exportaron casi un millón y medio de toneladas a otros países, que es más de lo que se envió hacia el vecino del norte.

10 Uno establece una fórmula que determina el volumen de nuestros envíos tomando en conside-

ración las necesidades de consumo, y el otro establece un precio de referencia para los mismos. Los Acuerdos suspendían dos investigaciones por prácticas desleales al comercio, una por dum-ping y otra por subsidios en contra del azúcar mexicana.

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Gráfica 2. Mercado de azúcar en México (miles de toneladas de azúcar cruda equivalente)

Hay que considerar, sin embargo, que el incentivar la producción nacional de etanol a base de caña, a través de normativas y programas de gobierno, también puede conllevar a una competencia entre los dos principales usos, azúcar o bio-combustible, lo cual puede repercutir en el incremento del precio del edulcorante si se presentan problemas de escasez.

Otro impacto, desde el punto de vista económico, se relaciona con el uso de sub-sidios gubernamentales, si se requieren, para fomentar el consumo y la produc-ción de biocombustibles, lo cual puede tener importantes repercusiones en las finanzas públicas.

1,927

1,404

908

1,548

860

1,239

164.00

141.00

1,429.00

0

200

400

600

800

1,000

1,200

1,400

1,600

1,800

2,000

Figura 1. Mercado de azúcar en México(Miles de toneladas de azúcar cruda equivalente)

Exportaciones Estados Unidos Inventario final Exportaciones otros países

Fuente: estimaciones propias con información de USDA

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El reporte, antes mencionado, de la Sener de 2014 identifica tres principales mo-tivaciones para incentivar el desarrollo de los biocombustibles, el consumo y la producción: fortalecer la seguridad energética, promover el desarrollo agrícola y contribuir a la sustentabilidad ambiental.

La primera se refiere a diversificar las fuentes de energía, a partir de la produc-ción local de biocombustibles, y depender en menor medida de las importaciones de gasolina, mientras que la segunda hace hincapié en crear empleos, proveer otra fuente de ingreso para los productores y contribuir a mejorar la calidad de vida en el sector rural.

La última de estas motivaciones, la de contribuir a la sustentabilidad ambiental, se refiere a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del sector autotransporte, virtud que ha sido conferida a este tipo de producto renovable. Sin embargo, también se han presentado argumentos sobre los efectos nocivos al medio ambiente de los biocombustibles.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), al resolver el antes mencio-nado amparo, hace referencia a un documento oficial: “el uso de etanol en las gasolinas y el aumento de la presión de vapor deriva en un aumento drástico de emisiones de compuestos volátiles que son precursores de ozono”.

Se han identificado otros riesgos ambientales del desarrollo de los biocombusti-bles, entre los que se encuentran los derivados de la ampliación de las áreas de cultivo: la deforestación, la ocupación de áreas naturales y el uso intensivo de agroquímicos (fertilizantes, pesticidas) y agua, entre otros.

México, en algún momento, deberá impulsar más decisivamente el desarrollo de los biocombustibles, como lo han hecho muchas otras naciones, sin embargo, se deberán valorar los beneficios y los costos para decidir sobre los tiempos y las formas. Quizás éste no sea el mejor momento para tomar decisiones importantes en ese sentido, debido a que el mercado mundial del petróleo ha sido fuertemente impactado por la aparición del coronavirus, como se mencionará en la siguiente sección.

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V. CORONAVIRUS Y ETANOL

La pandemia del coronavirus (Covid-19) está teniendo impactos significativos en las economías globales, debido a las medidas de autoaislamiento, cuarentenas y distanciamiento social que se están tomando para tratar de contener la enferme-dad.

Un efecto directo de la menor movilidad y de la caída en el turismo mundial, así como del menor dinamismo económico, ha sido sobre el precio del petróleo y los combustibles. Hasta el 17 de abril de 2020, el precio de la mezcla mexicana de exportación se había reducido en alrededor de 75 por ciento, como puede esti-marse de la gráfica 3.

Gráfica 3. Precio de la mezcla mexicana de petróleo (dólares por barril)

La disminución en la demanda de petróleo y de la gasolina, también ha tenido impacto directamente en el precio del etanol, que, en muchos países, debe ser mezclado con el combustible por mandato.

En la gráfica 4 se muestra la evolución del precio del etanol en Estados Unidos, pues es una de las referencias utilizadas en los análisis sobre el mercado. Se puede inferir que el precio del biocombustible ha caído alrededor de 28 por ciento

56.67

14.35

0

10

20

30

40

50

60

70

Figura 2. Precio de la mezcla mexicana de petróleo(Dólares por barril)

Fuente: BANXICO

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en lo que va de este año, lo que también ha impactado en el mercado del maíz, principal insumo del etanol producido en Estados Unidos, como se mencionó pre-viamente.

Gráfica 4. Precio del etanol en Estados Unidos en 2020 (CBOT) (dólares por litro)

No se sabe con certeza cuánto tiempo durará la crisis; sin embargo, la menor demanda y los precios reducidos del petróleo y los combustibles afectan directa-mente a los productores de etanol y de sus insumos, tales como el maíz, quienes ven reducidos sus márgenes de ganancia, por lo que quizás éste no sea el mejor momento para fomentar el consumo y la producción de los biocombustibles en México.

El 12 de abril de 2020, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y aliados, entre los que se encuentra México, logró un acuerdo para re-cortar la producción petrolera mundial en 9.7 millones de barriles por día en mayo y junio, de los cuales México contribuiría con 100 mil barriles,11 con la

11 Estados Unidos accedió a recortar, adicionalmente, 250 mil barriles, para complementar la

reducción de México. El Gobierno de México consideró que afectaría significativamente al país cumplir con la cuota de 400 mil barriles por día que había sido solicitada originalmente.

0.36

0.26

0

0.05

0.1

0.15

0.2

0.25

0.3

0.35

0.4

Figura 3. Precio del etanol en Estados Unidos en 2020 (CBOT)(Dólares por litro)

Fuente: www.nasdaq.com

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finalidad de paliar la caída de precios derivada de la crisis sanitaria del corona-virus. No es claro, sin embargo, si esta medida, por si sola, conllevará a estabili-zar los precios; probablemente también dependerá de la evolución de la pande-mia y su impacto en la demanda.

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VI. COMENTARIOS FINALES

La producción y el consumo de los bicombustibles en México han sido limitados. Sin embargo, a nivel mundial, se han estado incrementado sustancialmente du-rante los últimos años. El etanol es uno de los biocombustibles cuyo uso se ha intensificado en el sector autotransporte, particularmente en Estados Unidos y Brasil.

En 2019 se produjeron 109 582 millones de litros de biocombustible de etanol, de los cuales 55 por ciento correspondieron a Estados Unidos y 28 por ciento, a Bra-sil. México apenas produjo 54 millones de litros.

Asimismo, en el mundo se consumieron 107 905 millones de litros de etanol, de los cuales el vecino del norte contribuyó con 50 por ciento y Brasil, con 29 por ciento. Nuestro país consumió el equivalente a 171 millones de litros del biocom-bustible.

Estados Unidos y Brasil son también importantes actores en el comercio inter-nacional del biocombustible de etanol. México importa, principalmente desde el vecino del norte, mucho de lo que consume.

En 2019, Estados Unidos exportó 5 265 millones de litros del biocombustible, de los cuales Brasil, su principal destino, adquirió 24 por ciento y Canadá, 23 por ciento. México compró 116 millones de litros al vecino del norte.

La caña de azúcar es uno los insumos que ha sido considerado para la producción extensiva del biocombustible de etanol en México, debido a los excedentes que se tienen en el sector. La caída en las exportaciones de azúcar hacia Estados Unidos y el incremento en las importaciones de jarabe de maíz de alta fructosa, que es un sustituto, han contribuido a dichos inventarios.

En el año agrícola 2012-2013, México remitió hacia Estados Unidos casi 2 millo-nes de toneladas de azúcar; sin embargo, los envíos han caído a partir de la sus-cripción con ese país de los Acuerdos de 2014. En el periodo 2018-2019 las expor-taciones de azúcar hacia Estados Unidos contabilizaron menos de un millón de toneladas.

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Los productores han buscado colocar los excedentes de azúcar en otros mercados, aún cuando regularmente se paga el producto a precios inferiores que en Estados Unidos y México. En el año agrícola 2018-2019 se exportaron casi un millón y medio de toneladas a otros países, que es más de lo que se envió hacia el vecino del norte.

En 2018 se consumieron en México alrededor de 44 000 millones de litros de ga-solina, los cuales requerirían 4 400 millones de litros de etanol para producir una mezcla con 10 por ciento del biocombustible en el volumen total, que es más o menos equivalente a la utilizada en Estados Unidos y otros países, según sus propias normativas.

Se necesitarían aproximadamente 752 mil 188 hectáreas para cosechar 55 millo-nes de toneladas de caña para cumplir con esa meta de biocombustible, lo que sería difícil sin impactar a los otros usos (por ejemplo, el azúcar). Desde luego, se podrían considerar otras opciones, tales como establecer un contenido menor de etanol en la mezcla e importar desde otros países el biocombustible o los insumos.

Ciertamente, un riesgo es que el incentivar la producción del biocombustible de caña, a través de normativas y programas de gobierno, pueda conllevar a una competencia entre los dos principales usos, azúcar y etanol, lo cual puede reper-cutir en el incremento del precio del edulcorante si se presentan problemas de escasez.

Otros impactos se refieren al uso de subsidios, si se requieren para fomentar la producción y el consumo, que pueden tener importantes repercusiones en las fi-nanzas públicas y a la ampliación de las áreas de cultivo que puede conllevar a deforestación, a la ocupación de áreas naturales, y al uso intensivo de agroquí-micos (fertilizantes, pesticidas) y agua, entre otros riesgos.

Por otra parte, entre los argumentos a favor del desarrollo de los biocombustibles se encuentran el de depender menos en las importaciones de gasolina, la diver-sificación con productos de origen local, y el de crear empleos, proveer otra fuente

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de ingreso para los productores y contribuir a mejorar la calidad de vida en el sector rural.

Otra importante motivación se refiere a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del sector autotransporte, virtud que ha sido conferida a este tipo de producto renovable.

México, en algún momento, deberá impulsar más decisivamente el desarrollo de los biocombustibles, como lo han hecho muchas otras naciones; mas se deberán valorar los beneficios y los costos para decidir sobre los tiempos y las formas. Quizás éste no sea el mejor momento para tomar decisiones importantes en ese sentido, debido a que el mercado mundial del petróleo ha sido fuertemente im-pactado por la aparición del coronavirus.

La pandemia del coronavirus (Covid-19) está teniendo impactos significativos en las economías globales, debido a las medidas de autoaislamiento, cuarentena y distanciamiento social que se están tomando para tratar de contener la enferme-dad.

Un efecto directo de la menor movilidad y de la caída en el turismo mundial, así como del menor dinamismo económico, ha sido sobre el precio del petróleo y del etanol, que en muchos países deber ser mezclado con la gasolina.

En 2020, hasta el 17 de abril, el precio de la mezcla mexicana de exportación se había reducido en alrededor de 75 por ciento, mientras el del etanol en Estados Unidos, una de las referencias sobre el mercado, había caído 28 por ciento.

No se sabe con certeza cuánto tiempo durará la crisis, pero la menor demanda y los precios reducidos del petróleo y los combustibles afectan directamente a los productores de etanol y de sus insumos, tales como la caña de azúcar, quienes ven reducidos sus márgenes de ganancia, por lo que quizás este no sea el mejor momento para fomentar intensivamente el consumo y la producción de los bio-combustibles en México.