saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de...

83
«Sin entrar en otras consideraciones, ¿cómo se puede tener la poca vergüenza de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado, “por hacer obra de caridad”? »¿Y esto se llama a sí mismo editor? ¿Hay dioses? ¿Duermen? ¿Son también editores?» Macías Galloway el Enamorado a Veces, en una carta a la dinamo de 29 de marzo de 2002, posdata, pp. V y VI

Transcript of saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de...

Page 1: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

«Sin entrar en otras consideraciones,¿cómo se puede tener la poca vergüenza

de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa,como advierte en algún lado,“por hacer obra de caridad”?

»¿Y esto se llama a sí mismo editor?¿Hay dioses?

¿Duermen?¿Son también editores?»

Macías Galloway el Enamorado a Veces, en una carta a la dinamode 29 de marzo de 2002, posdata, pp. V y VI

Page 2: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Roski-Pan / Degustació i crossanteria;siempre en bares infames o panaderías atendidas por vírgenes,

lunes 31 de diciembre de 2001-sábado 5 de enero de 2002,por merecer el bar de Courbet

o llegar a ser un motivo, una esquina emplomadade los maestros vidrieros del Borbonesado

Fue el viernes 21 de diciembre. Mientras me visto, acostumbro encender el televisor para mirar el noticiario de las 7.30 o por ahí y enterarme o conjeturar acerca de lo que pasa en la calle, de lo cual nadie tampoco sabe nada. De pronto aparece una cara. Perdimos. Es Tele 5, ya se sabe. ¿Quién es? ¿Quién va a ser? La cara había dejado de ser alegre, pero las cosas que dijo hacían reír.

Ahí decías, con un fondo de libros:

—Hay que acabar con el mito de la Argentina culta y ocuparse más de la Argentina trabajadora. (Gloso, ¿eh?, que tampoco estaba ahí para tomarte declaración, aunque...)

Cada vez que sé de ti por los medios, que se te consulta con canto y recitado, llevo la noticia al lugar donde la aprecian. A la tertulia. Allí esos golfos te están esperando como el niño que disfruta con una travesura. «¿De qué hablaba?» «¿Qué iba a salvar?» Los puse al corriente de que tu parte cantable (porque el resto de la partitura estaba inspirado por la zozobra económica de los inversores, los bancos españoles, sobre todo, que veían irse su dinero por aquel nuevo vórtice de leyenda) expresaba la visión desde el jardín de los motines populares y el asalto combinado de correntinos y manchúes a los supermercados. Igual que hace veinte años. Se puede estar veinte años sin comer. Está demostrado.

Provisto de conocimientos suficientes para hablar cincuenta años después de un origen que en tu caso es arqueológico, tocamos aquí el problema general de lo que la memoria puede recordar, pero no tiene el derecho de hacerlo. ¿Cuándo te fuiste tú? ¿Qué Argentina aficionada era aquélla? Fue en febrero de 1949 (página 15 de tu libro de memorias), con dieciocho años, para poder entrar en la universidad. ¿Ha vivido lo suficiente un joven de dieciocho años y está en orden el proceso histórico para que lo comprenda? Tendría celos de ti si así fuera, arriesgándonos a que «celos, aun del aire, matan», como enseña Calderón. Hay que tener cuidado con lo que se pierde porque en una conferencia de prensa —a ti te va a pasar tarde o temprano— te lo pueden devolver. Veamos lo que perdiste.

Primera presidencia de Perón, muerte de Evita (la revolución rencorosa), planes quinquenales, segunda presidencia, descomposición del régimen, el golpe del 55, el librito de los cánticos patrios que en tercer grado teníamos que leer con un papel pegado sobre La marcha peronista y yo levantaba el papel por un borde para ver lo que decía, Frondizi, el Plan Conintes, las primeras desapariciones (Vallese en Canalejas, la calle

2

Page 3: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

donde crecí; el testimonio de Rulli), Illia el matungo con el lucero en la frente, Onganía el virrey que iba a durar por peñas, el Cordobazo, la guerrilla que sale de mantillas, Levingston, el Jeep,* Lanusse, la gente que sigue desapareciendo con Lanusse, Cámpora, el triunfo del 11 de marzo y la utopía en dos patas, «las tres A son las tres Armas» (ERP El Combatiente / Santucho / Menna), la muerte luenga de Perón que ya sabía, al freír de los huevos sabrás de la utopía patas arriba, Isabelita que firma el primer decreto de genocidio (los primeros campos de concentración son de febrero de 1975, tucumanos), el golpe, el arresto de mi prima, la muerte de los amigos, la vida partida en dos y el partir con poco dinero.

Dejaste un país rico y hablas de uno pobre.

Amparas, como un europeo que sabe de buena tinta, lo que tendrías que dejar, la máxima de que la culpa está en no trabajar. Siempre había creído que la culpa era el trabajo, pero resulta que no. La culpa de lo que está pasando en la Argentina la tienen los que no trabajan y el cenagal en que se encuentra desde que yo iba al colegio se debe a que ahora está lloviendo mucho.

Hablas como de una experiencia vivida y razones evidentes de fecha han hecho que te saltaras hasta la página de tu nacimiento.

Tan justificadamente orgulloso de ser argentino que se lo dijiste a la soprano, a más de un argentino le parecerá injustificado que prediques lo que hay que hacer cuando te quedó a trasmano para hacerlo. Lo que había que hacer después era volver, cuando no hubiese pánico, como turista. Conozco dos desvíos, dos viradas más de huéspedes que estaban bien en otro sitio: Pla en el verano de 1966-1967, echando pestes, y Cortázar en 1973, con sahariana.

Eres el testigo de contracepción por creer haber vivido lo que sólo has visto, que espera la segunda pregunta que se suele hacer en estos casos: «A usted, además de haber visto argentinos, ¿le interesa todo aquello?».

Recuerdas con los recuerdos de otros.

«A mí ese país me arruinó la vida», dijiste, por último; y con ese bodegón sencillo de Zurbarán donde la naturaleza muerta de la verdad carece de un lugar y no se puede agarrar, cerraron la noticia.

A ti lo que te ha arruinado la vida es la mala memoria.

Eso no es pontificar; es soltar muchnikadas, es decir, bufidos propios de un muchnik. El muchnik creo que es un héroe de una raza diminuta semejante al hobbit que aparece en El Señor de los Anillos. Como el

* * «Porque es cuadrado, viene de Estados Unidos y lo manejan los militares», lo retrataba por triplicado la negligencia jocosa de la época.

3

Page 4: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

muchnik no puede aparecer donde aparece el hobbit, no sé, se le podría habilitar otro mundo, bueno, otro mundo no, otra trilogía o trapería: Los pardillos por su brillo son séquito en televisión.

—Lo traen cada vez que hay que destilar un poco de argentinidad —comentó Nené sin darle mayor importancia, como perdonándote.

¿No será que te tienen para cuando hay que sacarles un poco más de sangre a los argentinos? Como a un conejillo de Indias al que le inoculan alguna porquería que a la larga nos hará bien.

Cuando vayas a la televisión, tendrías que pasar por detrás de las cámaras, pero no ponerte delante. Te puedo ver yo o te puede ver alguien que te conoce y me diga que te vio. Tienes mala suerte.

Me han dicho que estuviste cerca, por Lleida, hablando con Vallcorba sobre lo que os gusta a los dos: ser editores independientes que publican a escritores talentosos que otros descubren. Que te vas a asociar con otro que pone la pasta, el sello, en fin, que cae en tus manos. El sello —creí oír— era Algar. ¿Algarada? ¿No será Almogávar? Por eso de estar siempre en zonas fronterizas entre una oportunidad que se te escapa y un nuevo financiero al que embarullas, la reconquista de las ferias, las guerras de expansión de Pedro el Grande (tu tío) y la expedición a Oriente de la Gran Compañía (s. XIV): Polanco, los Lara, Sánchez Ruipérez, Julieta, tú y algún abogaducho.

Pero no lo retuve.

Me contaron que hablaste de otra resurrección. Al tanto, que después de San Juan 11:44 no se volvió a saber más nada de Lázaro. Mira que luego de resucitar no se vive mucho.

El Phantom 8000 modelo Arcipreste, el coche de los Poetas Muertos, en dos versiones que hallarás en el mercado, diésel con borra y gasolina azul rubendariana, va a ir a Madrid y creo que tiene el propósito de visitarte. Quizá lo haga porque quiere empezar a escribir la historia y la historia para un escritor, ya sabes, comienza cuando va a visitar a su primer editor. (No son las condiciones contractuales del Phantom, entiéndase, que lo han publicado ya dos veces. Es un doble fantasma.) Tú le podrás contar, quizás, esa historia que deduces por fragmentos. Como apareces en televisión, a lo mejor cree que no existes.

4

Page 5: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

5

Page 6: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

domingo 27 de enero-sábado 2 de febrero de 2002

Contragolpe

¿OTRA VEZ!

Estamos en el arranque de un largo proceso deportivo, me veo como hace ocho años, cuando creía estar sosteniendo contigo un partido de tenis, que la misma carta iba y venía dos y tres veces, sin nada de pena por mi parte y quizá con la mucha gloria que nos dé la burla.

Anteayer se mostró la carta en la tertulia. La había recibido esa misma mañana. Primer acto.

¿«Mentiroso»?

«Que diga de qué forma mientes y sobre qué», retó Sunny.

«Como siempre» burlón —sit ut est, aut non sit— o, por cierta fatalidad en los conceptos dialécticamente ligados, injurioso. Pero, pensándolo bien, yo no injurio; basta la burla para sabotear la seriedad con que te escuchan (sin insistir demasiado en problemas que son específicos de la audición).

Sea como fuere, esta vez te agradezco que me la mandaras de vuelta porque te podré hacer una aclaración y una precisión que dejará casi intacto lo dicho aunque haya que enderezarlo un poco. Con la aclaración intentaré desarrollar el símil apresurado de ‘bodegón sencillo de Zurbarán’ para completarlo, es decir, para embrollarlo más. La precisión, como precisa que debe ser, es más corta.

TOLLE, LEGE

Bodegón sencillo puede querer decir sencillo por ‘pocos’; pocos puede aludir al ‘número’, y el número estar complicado con el desinterés y exudación de Zurbarán por el bodegón, «me la exuda». Puedo recordar con error que son escasos los bodegones en la pintura de este hombre de la generación de Velázquez.

Si aplicamos ‘lo sencillo’ a tu declaración en forma cruda pero poética, proyectando ‘lo poco’ que hay en lo sencillo, se podría interpretar que el ‘número’ de años que viviste en ese país fueron pocos y que es poco lo que sabes de él, aunque puedo simbolizar el alto contenido tóxico de ese país y concederte que se puede estar poco allí y salir arruinado.

6

Page 7: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Pocos puede querer decir ‘sencillo’ cuando la seguridad del dibujo desciende en relación con la pirotecnia de la pincelada. Si los objetos son pocos, puede parecer que están sólo bosquejados y el color entonces sabrá engendrarlos en su sueño.

Cuando poco significa ‘sencillo’ en dibujo y color, se podría interpretar que lo inextricable-inmenso en ese país, su ápeiron, fue aminorado a dibujo de una vida de turista que pasea por allí «sin sufrir la expiación» (Anaximandro) y colorcillo afable que no se entera de nada. Atribuyendo a tu regreso la denominada «causalidad por razón», no sé si alguien te vio volver pero vuelves al mundo sensible (París), y la Argentina te arruina la vida a distancia.

Sencillo puede querer decir ‘tosco’ más que ‘modesto’. Una tabla con que en Roma se representaban las vituallas (el xenion) puede chorrear de esplendor al lado de estos objetos damnificados por el catolicismo que aconsejaba prudente realidad (aunque ésta, en la pintura, estuvo enteramente escondida). Un dibujo mal hecho puede trascender el realismo y apoyarse en el color evocador para postular, sin otra esperanza que el inciso, el misterio de la existencia, digo yo.

Tosco por ‘sencillo’ realmente no cuadra con modesto. Ese país de tosca miseria no ha sabido ser modesto. Se podría interpretar que tú ya no quieres ser culto, que has puesto tu vida arruinada bajo el signo de la modestia. La modestia no es laxa y en su círculo perfecto levanta ese país tan sólo con el trabajo y tranquiliza al FMI, a los banqueros demócratas y los vampiros realistas. «Ahora hay que esperar —dicen éstos—. Algún día será preciso pagar toda la deuda.»

Que son esos objetos puede querer decir ‘sencillo’, ésos y otros no, cacharros de repertorio con una finalidad simbólico-religiosa, como en el arte flamenco.

Que unos hechos te arruinaron la vida se podría interpretar que fueron ésos y no otros. Pero como no das pormenores de esos hechos y por menores los tenemos porque son pocos, pueden ser todos, ninguno o cualquiera del repertorio. Bastaría percibir uno, por ejemplo, te acorralaron en el patio del colegio —basta pensar en ese país para figurarte la versión habitual—, pero la televisión no te deja, el tiempo es oro en televisión; además, tú te aíslas con el preexistente, no hay peligro de que te pregunten, y esa traslación a un anonimato impositivo hace el vacío en el hecho, lo convierte en un principio básico, el arkhé de los presocráticos.

Sencillo puede querer decir que el concepto de ‘naturaleza muerta’, sobrepuesto con ofuscación y pobre fortuna simbólica en el siglo XVIII, es más directo, no pretende abarcar más de lo que se ve, pero vino a trastornar la danza, a revolverlo todo en la auténtica metáfora de still-leven, el prisma de ‘vida silenciosa’ tallado, como tiene que ser, en los

7

Page 8: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Países Bajos y que abarcaba lo que se ve, lo que simula estar quieto y se ve, lo que se ve aunque esté quieto.

La «naturaleza muerta de la verdad» se podría interpretar como la suma de hechos ignorados por los demás o simplemente imaginados por ti que adoptan profesionalmente la forma de objetos inanimados, o sea, naturaleza muerta en un sentido pictórico convencional, para ganar volumen. Esta elección propicia de la verdad como naturaleza muerta, por tanto, crecida de volumen, nos permite ver lo que se ve aunque esté quieto (la biblioteca detrás de ti, que te protege mientras hablas y que habla a su vez de un presente amigo de sus comodidades que no tendrías en ese país que te arruinó la vida o a lo mejor sí, no sé) y lo que se ve a secas: un muchnik hablando por televisión en uno de los episodios de Los anillos del matón (por cierto, un título en vajilla de plata, alternativo a El Señor de los Anillos).

¿Y qué puede querer decir que la naturaleza muerta de la verdad «carece de un lugar y no se puede agarrar»? Al modo de una rueda hidráulica, se cambia el movimiento rectilíneo del argumento en otro rotatorio y se enuncia así:

Puede querer decir que pocos objetos, sencillos y toscos fueron pintados con una secreta desconfianza hacia la demagogia táctil de las flores de Brueghel de Velours, el hijo influido por la carnalidad de Rubens, y que en la técnica de Zurbarán no hizo pie la tradición que se hundía en la sombra de Sánchez Cotán y que parecía llegar disecada hasta Van Gogh, que la hacía fermentar, y los cubistas, que la troceaban en optotipos.

«Carecer de un lugar» para lo que dices se podría interpretar como la carencia de la tradición de ese lugar para comprender qué lo hizo como llegó a ser de un modo sucesivo. Ejerces el cargo del argentino que quedó atrás y del otro argentino que crees que eres; dices lo que te piden o lo que esperan que digas, y te miras en todos los espejos del planeta, como dice Borges en El Aleph, «y ninguno te refleja».

El ánimo de creer en la virtud de que sean esos objetos, ésos y no otros, hace de unos pocos objetos, sencillos y tal vez toscos, iconos futuros colocados con devoción, les da un cariz de ofrendas contiguas en un altar. Pero lo que habríamos esperado de unos objetos en la tradición de la naturaleza muerta, que estuvieran asidos del fondo, se ve chasqueado por el designio artístico de Zurbarán. Los objetos son nítidos; la nitidez es el riesgo que se hace correr a los objetos con el fin de que el espectador tenga fe. Zurbarán quiso que creamos en ellos. Por eso son objetos que hubo en el pasado, aproximados, tirando a objetos que hay en el presente y eso puede querer decir que «carecen de un lugar y no se pueden agarrar».

En «...y no se puede agarrar» aventuro la hipótesis de la nitidez que engaña sobre sus fines. Se podría interpretar como que no dices todo lo que dices; tampoco lo hacían los apóstoles, que lo habían aprendido del

8

Page 9: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

mañoso Jesús, el único que sabía el guión y lo rifaba en parábolas. Menos hábiles en la retórica o con más entonación orillera del mar de Galilea, los apóstoles utilizaban eufemismos, un rodeo modosito pactado con la parábola. La nitidez de la naturaleza muerta de la verdad indica precisamente eso, que la muerte es bien clara, que el deceso se ha producido.

Los primeros síntomas de la agonía del argentino «que late en ti» debieron de presentarse cuando te fuiste a los Estados Unidos y tuviste que salir de allí para no ir a pelear a Corea. La muerte, que llegaba sin brío, entre Roma y París, y cuando das a conocer en la página 277 de tus memorias, urbi et orbi, que ya «eras español».

Y de últimas, ¿quién puede querer «agarrar» la naturaleza muerta de un cuadro? A quién se le ocurre, ¿no? La pregunta no la formulo para que vaya al infierno de las dudas y el fenómeno. No es para corregir un error de percepción; más bien para señalar la tentación de Zurbarán a imposibilitar los objetos que están demasiado «hechos» por desmaña o por la poca atención dedicada al fondo, echarlos de la naturaleza, trocándolos en «inteligibles», que es cuando no pueden ser representados «sino por el entendimiento» (Kant, Metafísica futura, 71).

El fondo negro de los caravaggistas es para Zurbarán una condena necesaria. Pinta los lejos, pero como idea que no tiene y, por lo tanto, no necesita defender. Un hombre de su tiempo no podía preconizar la nitidez y refutar el espacio. Al ponerlo de pretexto, no lo negaba del todo. En realidad, se le daban mejor los paños.

‘No por que sea nítido se va a poder agarrar’, partícula de un credo final que parece el del obispo Berkeley, para quien el objeto se encuentra —la vanidad nunca exagera— legalizado por los sentidos del que lo observa. Se podría interpretar, de igual modo, que las opiniones, pocas, toscas y todo lo demás, fíjate que no dije «sencillas», están legalizadas por el medio televisivo o teledivino; detrás de las cámaras se deshace el objeto de tus opiniones. No por que lo hayas dicho tan clarito, incluso en rezongo dramático, se te va a poder creer.

«La Esfinge debe aclarar su propio jeroglífico», recetó Emerson (Ensayos escogidos, Austral, 1951, 8), como si se pudiese presentir y, por consiguiente, pedir una clase de idoneidad a la Esfinge que ha de seguirse después del fiasco con Edipo y de lo que los hombres le hicieron a la hermana, según Cernuda: no dársele un bledo de ella.

De pronto, me he sentido capacitado para aclararte las cosas.

Cuento con que la precisión que te quería hacer se retroalimenta de la idea madre: No es que te haya arruinado la vida la mala memoria; excluí los recuerdos imaginarios, lo que fue un error manifiesto tratándose de ti, y omití la memoria «a horas convenidas».

9

Page 10: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Después de este tumulto ontológico, viene al pelo un moño de preguntas menos inteligentes para que te lo pongas sobre la calva a guisa de cachirulo.

¿Por qué escribes en los márgenes?

¿Por qué no TACHAS?

¿Por qué me la devuelves?, ¿crees que me darás ocasión para un juicio analítico de identidad (devolución = desprecio)?

¿Quieres transmitirme las limitaciones de la sabiduría y mortificarme en el olor de la prudencia? (Yo nunca seré sabio; yo nunca fui prudente.)

¿No es más cómodo romperla?

¿No es más expeditivo tirarla a la basura sin haberla leído?

¿No es menos costoso?

Son muchas preguntas y muy encantadoras que no contestarás para que apechugue con ellas yo solo, se precisarán otras voces; y como quiero que ésta sea una carta coral, les cedo la palabra a los que espero que sean tan inmortales como tú y como yo. Segundo acto.

PHANTOM 8000 BÓLIDO ARCIPRESTE,EL COCHE DE LOS POETAS MUERTOS(Daniel Silveira de Ayres)

Usar el ángulo para escribir es propio de un profesor. Examen suspendido. Vuelva usted en septiembre.

(Asombroso. Te saca las palabras de la boca que fueron las mismas que le escribiste a Nené en octubre de 1993.)

JOHNNY MELENASEL TERROR DE LAS NENAS(Carles Álvarez Garriga)

Tiene pundonor, pero es un ejemplo de pundonor extraviado. No soporta que tú sepas más de su pasado que él.

SUNNY SUNDAYEL KILLER CARAÍTA GUARDIÁN DE LAS PALABRAS,LA LUZ EN LA MITAD DEL ABISMO

10

Page 11: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

(Domingo Rodríguez Romero)

No quiere que lo olvides.

LA HAMADRÍADEque en el rugoso tronco se desdoblay del álamo en la hoja,en el envés plateado,su color quebrado nos encandila,y tiembla(Déborah Puig-Pey Parente Stiefel)

Eres el espejo de la madrastra de Blancanieves. Mientes porque no le dices que el más bello es él.

MILANA BONITA o cómo una imagen puede ser fijay cambiante cuando se ríe(los búhos, cuando miran);el movimiento espasmódico no es un plano del ser,sino un aspecto del resorte(Mireia Pol)

OCTÓPODO, EL(Andrés Ciria Romero)distraído, de pie —ocupábamos todo el fondo del localcon el cochecito del niño—,jugando con Ismael-Baudelaire, Baudie,el hijo del killer y la Hamadríade,o sea, un guardabosque o un pirómano,eso se verá,dependiendo de cómo interprete el «conocimientode la unión del espíritu con toda la naturaleza»,que dejó sin pulir aunque con axiomas pulíael que pulía lentes y así se ganaba la vida,Spinoza,en su tratado sobre la Enmienda del intelecto (1661).Por ejemplo, el fuego hace visible el espíritupor una única vezen los bosques, bonitos y estúpidos,que consume.Entonces, el cuerpo vacío de los bosques,embalsamados por el fuego, subey lo podemos ver desde un punto de vista absoluto,sin derechos ni mandangas,como un misterio relativamente secularizado.Jugando con Body Milk y gluglutándole,*

dijo algo sobre la tinta

* * Para usar un verbo gutural a la par que musical de Julio Herrera y Reissig que haga juego con su buche.

11

Page 12: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

con que habías escrito en el ángulo de la carta.Quiere saber si era blue-blacko si escribes con Black & Deckerporque parece que no estás muy acostumbradoa escribir con pluma estilográfica.Descendiente de una familia de sepiasen la que fue el único varón,es el que lleva la fábrica de tintasque fundó su bisabuelo,el calamar gigante de Veinte mil leguas de viaje submarino.

ROSAFRÍA bajo una campana de vidrio,esperando una manta eléctricao un amanecer atómico(Rosalía Delgado Girón)carro volcado por la turbia gripe;muy pocha estaba, en el jergón quedóse

PETRARQUITA(Pedro González del Campo Román)pendiente de opinión, en Zaragoza

EL PARISINO / MARIO BELLEVILLE(José Luis Giménez Carbó)pendiente de opinión, en París / «República Independientede Belleville – refuge d’indésirableset bannirés»

MACÍAS GALLOWAYEL ENAMORADO A VECES(David Gálvez Casellas)pendiente de opinión, en Andorra

Tercer acto. Y ahora sé buen chico y haz los deberes. No uses mi papel para escribir tus cartas, no seas pijotero. Eso déjamelo a mí, que soy un enfermo que se sienta sobre los sobres para pegarlos, ¿no es esto lo único que valía la pena recordar de mí? Pero tú, que tienes sobres con la dirección impresa, que en toda Europa te conocen como en el siglo XVI conocían a Erasmo de Rotterdam que bastaba poner «Erasmo» en el caparazón de la tortuga del correo para que le llegara, usa papel Whatman, papel de China o papel mojado para escribirme, que estás «podrido en plata» como decían en tu tierra (en la mía no, porque en casa no hay macetas).

12

Page 13: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Y escríbeme una carta seria, una carta como la gente que yo pueda guardar,* releer, mostrar y escarnecer.

Un sargazo.

PARA: MACÍAS GALLOWAY EL ENAMORADO A VECES ASUNTO: Directo a la santabárbaraFECHA: lun 18 FEB 2002

Leí hoy tu correo. Espero que te hayan llegado también la efigie del Capitán Maravillas (la foto del actor Tom Tyler) y mi divisa con la inscripción aumentada con la frase del propio Escarabajo, ¿te acuerdas? «...con cólera agriada.»

Esa carta también me la devolvió, pero como le había observado que escribía en los ángulos, tal vez con la cola chamuscada me pegó uno de esos papelitos amarillos autoadhesivos en el que venía escrito: «Mentiroso y pésimo lector».

Cuando llevé la carta a la tertulia, el viernes este pasado, todos saltaron alborozados en la silla, a una. La expresión se les aguó cuando vieron que el sobre grande no traía carta del editor famoso. El editor famoso no les prestaba la atención que ellos creen que se les ha de prestar. El resultado es que me dio un golpe de desánimo; vi que medían la sinceridad y la belleza de la polémica, si hay alguna en el choque —que suele haberla—, por la efectividad social (como los demás, vamos). Llega tu carta peleadora y otra vez la sangre me parece gasolina, y las venas se me vuelven oleoductos.

La voy a incluir en la próxima que pienso mandarle, que será Torpedo III… el Retorno, me dice aquí mi hijo, aunque sé qué es lo que retornará: el propio torpedo. Apenas si la he peinado un poco, que traía más brillantina que Rhett Butler: una mayúscula, interlíneas de blanco, algunas comas... Demasiado inestable la mezcla, me habría estallado entre las manos. Mándame la dirección de tu casa que tiré el sobre en * * Todas las cartas que me enviaste en la época en que éramos novios las perdí en una desafortunada mudanza. Me gustaría tener copia. No sé por qué, las opiniones casuales con que me halagas han de pasar por el sitio en que se ve el buen juicio que te distingue al haber tenido la ocurrencia de valorarme.

13

Page 14: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

que venía el estudio sobre Moby Dick y no la tengo. Te enviaré las fotocopias cuando se la haya remitido. Va a ir con la leyenda: «Cúbrete la calva que viene el obús».

Me ha emocionado todo lo que pones allí y por fin he compartido lo que decía el coronel Kilgore (Robert Duvall) en Apocalypse Now!, que había subido a una colina bombardeada durante doce horas con napalm y el olor que le dio en las narices al llegar fue el de

VICTORIA.

«¡Oh, capitán! ¡Mi capitán!»

la dinamo

DE: MACÍAS GALLOWAY EL ENAMORADO A VECESPARA: EL SENYOR GRAU LA DINAMOs. f.

Me llegó tu dinámica respuesta a mis párrafos del otro día. Me alegro de que te dilataran narices, bronquios o gónadas. Como diría el editor: «La mejor recompensa a esas débiles líneas es tu ilusión de lector». Tu carta a Muchnik me llegó, efectivamente, cargadita con la efigie del Capitán Maravillas y tu divisa de guerra.

Debo advertirte que mandé al Melenas copia de mi contribución a la pelota de bosta del escarabajo, así como parte de tu mensaje Directo a la santabárbara.

Johnny me comentó brevemente esta mañana que otros añadieron su escupitajo ritual el viernes pasado. ¿Fue todo bien? ¿Hubo diversión o sólo salpicaduras de bilis?

Un abrazo cordial para el Senyor Grau de

Galloway.

PARA: PETRARQUITAASUNTO: La guerra que se avecinaFECHA: sáb 23 FEB 2002

Ayer se decidió y concretó una ofensiva convergente contra el Escarabajo Pelotero, compuesta de contribuciones de todos los miembros de la tertulia que deseen participar.

La primera que me llegó fue la de Macías Galloway el Enamorado a Veces, y anoche me entregaron las suyas Johnny Melenas y el Octópodo.

14

Page 15: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Se hizo extensiva la invitación a «las chicas», conglomerado siamés silencioso formado por Milana Bonita y Rosafría, que ayer estaban. Siempre son dos; éste es un conglomerado nuevo, que se volvió a conglutinar tras disgregarse el coloide centelleante de Selvagia Larga Cabellera y Huckleberry Paz en 1995.

No reaccionaron a la invitación, al menos de inmediato, y se produjo un momento embarazoso en el que pareció decirse adiós a las armas y se dio bienvenida al rubor, fenómeno que sólo producen «las chicas». Ya no quise insistir más. Sería de desear que intervinieran, primero, para ver cómo y lo que escriben; segundo, porque vienen a la tertulia, y tercero, para desmontar la trampa favorable al narcisismo femenino de que las mujeres han nacido para escucharnos, están para agradar a esta «banda de machistas», de lo que nos acusó, con singular precipitación y sin contribuir con una sola línea de doxa, Huckleberry Paz.

Guardo para la segunda parte de la carta que le estoy escribiendo lo que me dijiste sobre la vaca que gira; pero ello no obsta e igual te invito a que me hagas llegar tu contribución en forma de perdigonada por este vehículo que tanto nos motiva.

Si quieres, puede ser en verso, quedaría guai. Esta semana tiene que estar. No la retrases.

Tu hermano y miles litteræ,

la dinamo.

PARA: HAMADRÍADEASUNTO: La guerra que se avecinaFECHA: sáb 23 FEB 2002

Ayer se decidió y concretó una ofensiva convergente contra el Escarabajo Pelotero, compuesta de contribuciones de todos los miembros de la tertulia.

La primera que me llegó por correo electrónico fue la de Macías Galloway el Enamorado a Veces, y anoche me entregaron las suyas el Octópodo, solemne, hiriente, como corresponde a su gelatinosa caballerosidad, y Johnny Melenas, sibilina y con un final hermoso de rodillo a rodillo, como se dice en el juego de la petanca —con el que os habréis familiarizado viviendo frente a una plaza—, de dar un argumento a otro como la bocha, que te desplaza las emociones de lugar. Habrá que sudar para superarla.

Te invito a participar con tu pensamiento antropológico, y tu portaestandarte está invitado también. Sin vosotros, a la tertulia le faltarán el émbolo y el veneno, descífrese, la mente y el temperamento, compitiendo en la cuña que simbólicamente significó la llegada del

15

Page 16: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

mariscal Gebhard Leberecht von Blücher a Waterloo y que interpoló una victoria que Wellington no atinaba a coronar.

¿Todavía estamos para el todo o nada?

el grizzly

P. D. Le hemos pedido permiso a Pepinyo, el dueño, para que vayan en el sobre-mochila el remite del bar y los datos de arte adivinatoria de La Claraboya de los Viernes / Patulea Ansarina Headquarters, etc. Nos respondió: «¿Cuándo nos hemos negado a la cultura?». (Ya lo puede decir, ya, con lo que nos cobra y el barullo que hay allí...)

16

Page 17: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

sábado 23-martes 26 de febrero de 2002

Hamadríade a Johnny Melenas: «Es un niño de cinco años

escribiéndole a otro».*

TORPEDO III El Retorno (este agregado oloroso, un poco agrio, se le ocurrió a mi hijo Rainer-Minaya; creo que es por la influencia de las cuatro partes de Alien**)

«Pésimo lector.» Haber empezado por ahí. Poco a poco hila la vieja el copo, ya aprenderé. Como que me diste los originales de Núria Amat, de su novela Todos somos Kafka, me los confiaste, para que les diese un repaso —repasata, es decir, castigo— y los depurara de catalanismos. Entre tú y yo redondeamos esa obra tan influyente, pero sólo por mi culpa todos somos Kafka menos ella.

¿Y por qué no cuatrero?, colgado para la ganancia y el poder de los terratenientes de algún árbol solitario en la pradera o en un bosque de caldenes rojos que parecen sumergidas pelucas de la Atlántida, algo más nuestro,

entrevisto, «arreando entre rebaños [infernales] toda una eternidad», como decía la canción Jinetes en el cielo que podría haber cantado José Guardiola, el de Sixteen Tons, negruzco sosia de Tennessee Ernie Ford, bañado de luminosa imitación:

En una noche oscura de terrible tempestad,cruzando por el valle iba un vaquero en su corcel;entonces vio en el cielo, con radiante claridad,rebaño de mil vacas, fantasmas en tropel.

ESTRIBILLO EN ULULATO

¡Arre-a-eeehhh! ¡Arre-ay-ooohhh!El lúgubre clamor...

Y si de terratenientes se trata, bagauda... ¿Por qué no bagauda? Pequeños arrendatarios arruinados de la Galia lionesa del siglo III, tu tercera patria (¿o vas por la cuarta?), y aquí, en Hispania, cuando no existía todavía la eñe que no merece realmente su nube porque no da sus señas Platón en el Timeo, aunque ha llegado a ser «mayor que la Libia y el Asia unidas», que hacían incursiones contra los latifundistas del valle alto del Ebro;

* * No te hagas ilusiones de adulto. A ti te calculó tres. * ** Ojo, que aquí Alien soy yo. Tú hace tiempo que dejaste de dormir y volviste a la Tierra en el Nostromo.

17

Page 18: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

y nyerro con Joan de Serrallonga,

highwayman, de los que llevaban dos pistolas de arzón con llave de miguelete, quién hubiera podido tener, quién habría hecho como si me creyera, bautizándome en un cruce de caminos, en donde nada falta, ni el hito de piedra que señala KEIGHLEY 34 HARROGATE 20·7 YORK 31, ni el tapiz sobre el sol de la polvareda y en medio, robusto como una flor, el caballo de Dick Turpin que se encabrita,

y espadachín, claro, espadachín, tomando una vida conocida, la de Scaramouche, y una vida concluida, la del hermano que no conocía, tú, por ejemplo, o Mel Ferrer, que había matado todos los sueños editoriales en términos de generaciones humanas valiéndose de su destreza con el florete.

Y pirata, un proyecto de retozar abandonado y trabajo vuelto a emprender: botín, ron y mujeres, de 9 a 5.

Con los gueux de mer.

Con los Hermanos de la Costa (Palés Matos, fraterna sombra, llévame al Caribe y a su luz saltabardales).

Con El pirata rojo de Fenimore Cooper.

Y con el Corsario Negro de Salgari, Emilio de Boccanera, señor de Valpenta y de Ventimiglia, llegaremos al alba y lo ayudaré a bajar del cadalso, levantado en la plaza de Granada, el cadáver de su hermano ¡junto a los de sus catorce compañeros!

La Guaira. Gramont, Laurens de Graff, Morgan, Roche el Brasileño, Bartholomew Sharp, la línea media del filibusterismo.

Selva, agua y paludismo. El verdadero paisaje comienza cuando las altísimas, esbeltas palmeras, que se figurarían arañas, tocan el cielo. El resto es esa telaraña acuática, inundable, que los llaneros han clasificado instintivamente en sabanas de estero y sabanas secas, 300.000 km² de llanura aluvial que liga a través del tiempo del agua y la monotonía narcótica del espacio la Guayana con las bocas del Orinoco. La comitiva ubicua del odiado Wan Guld huye sin cesar, perdiendo aquí un morrión, dejando allá un cadáver harapiento sombreado por los helechos.

Nombre de Dios.

Santa María la Antigua. Que no se podía salir. La de Núñez de Balboa, aquel que quiso dejar escrito y dijo: «Tomo el Pacífico, toda esta agua es nuestra —metido hasta las verijas—; pon la firma en el agua, escribano, al pie, sobre esta olita». El cielo estaba todo negro, como nacido ayer. Pensaban que eran pájaros, murciélagos de regreso con el sonar calado, ángeles con Alzheimer, y eran flechas envenenadas. Haber tenido una

18

Page 19: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

cámara... Pero yo no hice un curso de fotografía por correspondencia como tú, qué lástima.

Caerá Puerto Cabello.

¡Viva la brisa de los remos de fresno!

Forzaremos la barra de la entrada a Maracaibo. Vienen con nosotros Pedro el Vasco y l’Olonnais, los amigos, todos los bergantines y los lugres.

¡Viva la brisa de los remos de fresno!

(Al Olonés se lo comieron después vuelta y vuelta los indios del Darién, y eso que era membrudo y fibroso; menos mal que yo estaba en forma y me salvé corriendo... Lo que es haberse entrenado en el 97 dando quince vueltas a la manzana...)

Tomaremos Panamá casa por casa; entraremos con Carmaux y el hamburgués Wan Stiller y el negro Moko por el damero del barrio de San Felipe, amurallado, bajo la lluvia, entre septiembre y noviembre, cuando cae mucha.

¡Viva la brisa de los remos de fresno!

Seguro que en la que se llamó Castilla del Oro formabas parte de la dotación permanente, gabinete o barrilete de ministros (por la ambición de juguete), y asesorabas al virrey en alguna materia de alta fidelidad como el Philips, reproduciendo todas las comas y matices de los encomenderos y poniendo en estéreo las ganancias. Los lombardos, bárbaros o, con progresos parciales, arrianos, según obligan a la historia a admitirlo los católicos, a quienes daban de hostias, pero sensibles artesanos, ya habían llevado a cabo la innovación de usar los cráneos de los vencidos para fabricar copas (la Fanta tiene otro gusto en un cráneo). Como en el asalto te habrían capturado y al ver que nadie quería pagar tu rescate habrías perdido cráneo y vida de una vez, pues

tu/ ca/lo/ta/ mon/da a/ so/ca/vón/ se/ da.

Tú, que eres de números, suputa el cómputo silábico y verás que te he hecho un endecasílabo para que no te falte algo que cantar.

Y «mentiroso», lo subscribo, mentiroso, o sea, escritor. ¿No cree el vulgacho que la ficción es mentira? Tengo entendido que son los editores los que han hecho de esta confusión algo importante, confesando lo que es parcial y es mentira porque se ha vivido en una ficción.

«Pésimo lector, mi igual, ¡hermano mío!»

¿Dónde habré leído esto? Me suena familiar... ¡Bah!, dejémoslo.

19

Page 20: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Extraordinario hallazgo en la Vall de Bianyade un insecto exótico

«A principios de mes se efectuó un hallazgo sin precedentes en la zona. De acuerdo con las versiones recogidas, un pastor de cabras que estaba con su rebaño en un aprisco al oeste de Olot, cerca de un poblacho llamado Gimferrers, oteando el horizonte y dibujando en el suelo con un palito que había encontrado, desenterró sin querer una cosa.

»Alertados los arqueólogos, acudieron al lugar acompañados de peritos pertenecientes a la Escola Universitària d’Enginyeria Tècnica Industrial de Barcelona, dado que la cosa desenterrada puede ser una máquina que no deje acaso de ser un bicho.

»Las tareas de identificación y clasificación representarán un proceso lento, “que durará no menos de cinco años”, comentó Burton S. Ruiperès, coordinador del equipo junto a su esposa Lara (ambos con ese halo de estimación científica que tuvo otro matrimonio célebre, el formado por los Leakey y que investigó en la garganta de Olduvai), puesto que antes deberán perfilarse muchos detalles. Por lo pronto, se ha aventurado que se trataría de un Ateuchus muchniker, un escarabeido que habría vivido en el período pérmico o, como mucho, el carbonífero (200-250 millones de años). De tamaño considerable, aunque no tan grande como su pariente el Titanus giganteus, que en ocasiones podía sobrepasar los quince centímetros,* presentaba una hermosa tonalidad gris perla y antenas parabólicas. Este antecesor debió de tener uno o dos pares más de patas en el estado larvario, en relación con los tres pares de nuestros actuales escarabajos.

»El descubrimiento surge a la luz pública con el valor añadido de haberse producido en una zona más escondida que otras, al sur de lo que era la Via Annia, un nervio seco de la Via Augusta romana. Los que deseen llegarse hasta allí a molestar pueden hacerlo por la C-26, a la que se accede desde la salida 6 (Banyoles) de la A-7.»

¿No te resulta emocionante? ¡Un antepasado!

Es el apodo con que se te conoce en la tertulia. Suena fatal, ya sé, pero hay otro en un sentido diverso que no se inhibe en esbozos de idealismo con que aún suele verse uno. Pasemos al que te dio el Mosquito.

Lo sacó de Los diarios, de aquella imagen que parece una fruslería, pero que no es pan de la boda entre Barral y tú, con la cual Carlos recordaba o inventaba a Copito de Nieve, el gorila albino del zoo, abrazado a un neumático y la maligna yuxtaposición hacía el resto. Cuando fui a visitarlo a Madrid hace una pila de años con mi hijo, entonces pequeño, Marga y él

* * Aunque conozco uno que ya querría.

20

Page 21: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

hablaban del Copo con el lenguaje cifrado que llega a tener una fiebre alta en las familias. Que el Copo esto, que el Copo es casi seguro que..., que si sabías lo que el Copo me dijo esta mañana, que el Copo lo otro.

—¡Fantástico, Micho! —le dije al Minayita, je ne suis pas méchant—. Vamos a ver nevar.

Y al Mosquito:

—¿Cuándo crees que será? ¿Alcanzaremos a verlo antes que nos vayamos?

—¡Qué va! Por esta época... llueve... sólo. El Copo es como le decimos al Mario.

De Copito habías pasado a Copo.

El Escarabajo Pelotero, no sé cómo decirte, es más... sacrificado. Habrás visto en documentales o a tus primos y tus tíos llevando una pelotita de barro. Adentro van las larvas, para calentarse. Pero, como si se pusiese los calzones en su agujero, es la hembra y no el macho el raro Hércules. Va llevando la pelotita por un terreno escabroso, áspero, y cada vez la pelotita se hace más grande, se vuelve pelota. La empuja con las patas de atrás, a veces se le atasca en una grieta y no veas qué trabajo. Representa el mismo esfuerzo que nosotros haríamos empujando un edificio de seis plantas por el medio de la Diagonal, cabeza abajo.

El albur que corres siendo el Escarabajo Pelotero cuando así se te nombra y en la tertulia te ponemos bien es que la pelotita lo embarra todo, lo engloba todo, incluso las puertas que se han cerrado a tu paso y los enemigos que quedaron atrás y ahora van pegados adelante. Tu colección de fotos, la «noviecita de Buenos Aires», los años de Columbia, aquella muerte casual de las cuatro vocaciones (una está sin investigar y parece asesinato), don Quijote («¿Trabajas o estudias?», lo que le habría preguntado la doncella danzante a su vez cuando él le preguntó en las bodas de Camacho [segunda parte, XX]), la antigua inocencia fáustica de los dos Pellegrini, los parados de lujo y los parados de orujo, las «editoriales hermanas», directores administrativos, comités de lectura, relaciones públicas, manejos privados, consejeros, balances, declaraciones juradas, accionistas en nómina, pistoleros sin sueldo, un Premio Nobel, secretarias que dan al patio o a la calle, cuadros superiores, cuadros en la pared, abogados de todos, domicilios del mundo... «Pero eso no es una pelotita, ¡es el twister!», prorrumpió en algarabía Petrarquita cuando se lo enumeraba frente a la casa de sus padres, en Barcelona, rompiendo a reír hasta asomarle lo que había comido ese mediodía a los ojos, que es el procedimiento de autodefensa de nuestra mente para remediar de algún modo la imposibilidad de ser sujetos conocedores de la misteriosa forma enumerativa que adopta el universo.

21

Page 22: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Ya todo está en el twister. Una vaca dando vueltas en el aire, vio el Petrarca, no se le entendía bien por la saliva rica y la risa bruta, y la vaca mugía:

—Eta no é mi guerra. Sáquenme de aquí.

PARA: PHANTOM 8000ASUNTO: Releer cartas atora o desatascaFECHA: sáb 2 MAR 2002

Querido coche:

He vuelto a releer tu carta esta mañana después de desayunar, con el estómago repleto de pan d’oro (no el oro molido para pintura que se usaba en el «gótico internacional», sino el Panettone), Y ESTÁ TODO. Se ve, naturalmente, el freno tascado por tu fiera independencia, el pensar que el tema tiene que ser tuyo y que la bandera has de llevarla tú; en fin, la resistencia del yo a la relativa disolución en una causa tribal. Pero también esos reparos son literariamente admirables, en primer lugar, porque fijan la evidencia de que en la tertulia la libertad no está derogada ni se otorga, y, en segundo lugar, porque consagran un fuero de irritación y dolorosa incomodidad tan típicamente tuyas que, a la postre, definen una personalidad estilística y arrojan a la playa un texto de pie en la tormenta, como esa figura, tal vez un monje, que está en el cuadro de Caspar David Friedrich.

22

Page 23: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Gracias, hermanito.

la dinamo (la máquina, no la persona)

PARA: HAMADRÍADEASUNTO: La guerra que se avecina. Un malentendido.FECHA: sáb 2 MAR 2002

La invitación era a una campaña, no a un cumpleaños; y era una soflama más que una invitación. Os convocábamos a un tiroteo con sarcasmos de verdad, burlas trazadoras que llevan un busca como un misil, mofa forrada de acero, no a tirar con serpentinas de cotillón. Yo no soy un coleccionista. Soy un soldado.

¿Qué me mandas, Hamadríade? ¿Y el killer? Anoche se preguntó en corro si intervendría y se barajaron hipótesis y qué arma escogería, cuál de sus lenguas, si la ensiforme, la bífida o una que tiene como un cris malayo.

Sigo esperando,

la dinamo.

23

Page 24: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

¡Marchar separados, golpear juntos!

León TROTSKY, La lucha contra el fascismo.El proletariado y la revolución,

Barcelona, Fontamara, 1980, pág. 83

En hojas aparte, como podrás comprobar, te mando las apoteosis, enlodadas todavía en el agravio y el reproche, como todos los movimientos inaugurales, de algunos miembros de la tertulia que se

24

Page 25: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

sintieron concernidos y afectados por tu silencio, un error de la sabiduría en el que fingieron no perseverar Valverde, Olga Guirao, el académico de Planeta, Gabriel Jackson (aunque éste contestó, pero sólo una vez) y otros pájaros más chicos.

Si tuviera ganas, que las tengo, y energía (que la derrocho, si es la literaria), pero es tiempo lo que me falta, pues lo he de dedicar a terminar de pasar en el ordenador la tesis doctoral en historia del arte, me extendería en el concepto de ‘enemigo’ en literatura, que no es explicarte nada, a la postre.

Anoto seriamente que baste por ahora con empeorar, chocolatero me llaman, lo que le dice Humphrey Bogart a Claude Rains en aquel final malagueño de Casablanca:

“I think this is the beginning of a beautiful enmity.”

Cúbrete la calva que viene el obús.

25

Page 26: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

DE: MACÍAS GALLOWAY EL ENAMORADO A VECESASUNTO: La guerra que se avecinaFECHA: sáb 16 FEB 2002

PRIMERO. Secuencia televisiva o «ese país me arruinó la vida».

El tipo ni siquiera quiere tomarse la molestia de hacernos creer que tiene la más imperceptible idea de lo que son las ruinas. Además, se da por supuesto que lo único que tiene arruinado es la pituitaria, pues no huele el significado cavernoso del concepto ‘vida’. Hace como algunos místicos de pacotilla: ayunta dos perras vagas y sólo aparentemente contradictorias y deja que la poca imaginación del teleinvidente haga el resto, con la esperanza disparatada de que no le nazca un sieteleches. Le es indiferente transmitir nada más que la certeza del mal actor: la voz engolada, los ojos —no ya la mirada— perdidos a la manera de Edipo o Gloucester, los falsos salpullidos existenciales, el énfasis desviado de los narradores monomaniacos de Poe.

SEGUNDO. El fragmento versicular “Neither cast ye your pearls before swine” (San Mateo 7:6).

Se ha colado hace tiempo en la lengua inglesa en forma de proverbio, mientras que en flamenco (se trata de una manera escorzada de ligar con tus referencias pictóricas) “rosen voor de verkens” da a las rosas el lugar de las perlas en otro proverbio que tiene el mismo sentido general.

En una talla de Kempen, en los Países Bajos, se muestra a unos hombres tirando rosas a los cerdos, una broma del escultor que tendría su origen —así nos lo han querido hacer creer, al menos— en otra talla de una misericordia de Rouen en la que una anciana que porta una cesta llena de rosas se las lanza a sus dos marranos. Con todo, no son rosas sino esas tontas flores blancas y amarillas que responden en castellano al insensato nombre de margaritas. Fíjense si son insensatas que algunas veces sólo responden con un «sí» o con un «no» quedo para, al final, quedarse catatónicas y sin novio.

Comparen la palabra margarita con ox-eye daisy, sin ir más lejos, y verán que la sinrazón se contagia que da gusto. Pasa, sin embargo, que el nombre de la flor viene del latín margarita, es decir, ‘perla’, término que Plinio califica de bárbaro y que puede adivinarse oriental (algunos piensan que babilonio..., ¡qué mareo!). A la misma raíz debemos los nombres de mujer bárbara Margaret y derivados y el del producto bárbaro, untuoso y supuestamente recordativo del color de ciertas perlas, margarina. Es seguramente el ojo catatónico u ox-eye la parte del todo floral que se compara con la perla marina, insinuando así la irrelevancia metafórica de los pétalos.

Lo bueno, o lo malo, según se mire, es que, semánticamente hablando, la palabra perla proviene de la palabra perna, o séase ‘pernil’. Hasta el momento no ha habido cerdo que me haya sabido explicar con certeza —

26

Page 27: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

o, mejor, diré que yo no he sabido entenderla— la similitud entre la perla y el pernil, pero está claro que primero a la perna se le cayó con el paso de los años la a y así, como a la punta de la lengua le diera por no aplanarse más contra el paladar frontal sino que acabó por sólo rozarlo con las uñas de los pies, la ene se fue moliendo gradualmente por el uso hasta devenir ele.

Y ya está.

Se intuyen mejor ahora la doble insensatez y lucidez bíblica de no echarles jamones a los cerdos por aquello de no fomentar la cerdofagia. San Mateo se convierte así en miembro honorífico retroactivo de Cerdos sin Fronteras y primo moral de Brigitte Bardot.

TERCERO. Todo lo cual ha sido balbuceado bajo influjo del verso “Come not between the dragon and his wrath”, escrito para la boca temblorosa de un tal Lear.

Querido Muchnik:

En verdad, hubiera preferido dedicarle unas líneas como el prólogo a la primera parte del Quijote. La simpleza de sus respuestas a la Dinamo no merece sino palabras similares a las de Felixmarte de Hircania, la princesa Micomicona o Palmerín de la pérfida Albión. Nadie le escribirá cartas como las suyas, ni siquiera para hablar mal de Ud.

Ha de consistir su trabajo en oficio muy delicado, formidable y socorrido —de puntal en una mina de arenisca— para forzarle a la indignidad de no acudir a su enemigo. ¿Hace lo mismo con los que publica? Pues, sépalo, con lances de talonario no se acrecienta la fama, a Ud. nadie le recordará. A fin de cuentas, garabatear en las esquinas siempre se reputó tarea fácil: se puede constatar en los retretes de las estaciones, en los de las escuelas, en las celdas del convento y en las otras, en el envés de las lápidas de los fiambres en pena y, ahora también, en las cartas que la Dinamo le envía a un tal Mario Muchnik, librero.

En L’Hosmierdalet, a 20 de febrero del Annus Domini de 2002, acreditando su desplante.

Fdo.: Octo.

Señor Mario Muchnik 22/2/2002

De mi consideración:

27

Page 28: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Los contertulios de El Pato Loco estamos al cabo de la calle de la polémica epistolar entablada entre usted y la dinamo; para ser más precisos, entablada y mantenida por la dinamo mientras usted permanece enrocado en un j’menfoutisme que creemos insincero. Su reiterado silencio o, peor, el arrogante garrapateo de tres o cuatro palabras por reenvío, invita a echar el cuarto a espadas en forma de remediavagos.

Por mi parte, voy a recordarle solamente la ignominiosa e ilustrativa ocasión en que le vi por primera vez.

En julio de 1992, en una aula del claustro de Letras del edificio neoclásico de la Universidad de Barcelona, usted y el ínclito doctor don Claudio Guillén, de la Universidad de Harvard, Massachusetts, presentaban con la pompa de la circunstancia una colección literaria verano-invierno (creo que sólo duró, en efecto, un par de estaciones en las librerías). Habían elegido, como los vendedores de medias de los relatos de Felisberto Hernández o los vendedores de seguros en las novelas de Nabokov, una iglesia en la que nadie dudaría de la santa naturaleza de la pía limosna: el vigésimo segundo congreso internacional del instituto internacional de la Tercera Internacional Latinoamericana, o algo así. (Como seguro que en su nutrido fichero guarda el tríptico impreso en papel crema, disculpe que no me levante para ir a buscar el mío.) Los asistentes al acto, arte y parte, comulgaron con sus palabras sobre la edición independiente, el valor arqueológico del catálogo y el cuidado de los manuscritos, y algunas señoras doctoras incluso se ruborizaron cuando el perínclito y repeinado señor doctor de la Universidad de Harvard, Massachusetts, ponderaba los trabajos: «Especialmente remarcable se me figura la edición anotada de El periquito sarnoso, incunable de las picarescas de nuestras Américas todas, a cuyo embalsamamiento ha procedido con una diligencia harto conocida la aquí presente señora doctora Lucita Bigudí, de la Universidad de Albuquerque, Nuevo México». En fin, un asco, pero no un asco cualquiera sino una mascarada comercial disfrazada de alta cultura, la peor de las asquerosidades: «Avon llama a su puerta para venderle un diccionario oral quenya-sindarin, imprescindible en cualquier biblioteca». Lo que les espera a los futuros pacientes-estudiantes, pensaría alguien, si, además de soportar tal caterva de cursis, deben leer tamañas porquerías, reeditadas en nombre de una memoria extinta y desierta —inconfesada— universalidad de sus derechos.

Un joven de entre el público preguntó, ingenuo él, si no se daban cuenta de que el proyecto estaba destinado al fracaso, pues ya no sólo allende las galeras de la universidad, sino aun en ellas, los potenciales lectores iban a huir de esas mamarrachadas mesméricas cual alma que lleva el diablo. Ahí fue Troya. Como es lógico, el señor doctor de la Universidad de Harvard, Massachusetts, acusó al bisoño respondón de lerdo petardista modernólatra. Las señoras doctoras aplaudían. Los señores doctores hacían chascar los dedos como si estuvieran en una sala de billar. ¿Y usted? ¿Qué hacía usted, señor Mario Muchnik de mi consideración? ¿Se puso de parte del pez pequeñito? ¿Aprovechó la coyuntura para dar un espaldarazo al señor doctor de la Universidad de Harvard, Massachusetts,

28

Page 29: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

a la sazón sicario suyo? Ni lo uno ni lo otro. Con una glacial sonrisa de perdonavidas, mostraba el mismo j’menfoutisme que está mostrando ahora con sus misérrimas notitas a la dinamo.

Diga, por una vez, la verdad: ¿No somos nadie para usted? ¿No merecemos ni el esfuerzo de la réplica? Entonces, ¿por qué fotocopia los originales y los guarda bajo llave? ¿Cree que quien los descubra pensará que son dead letters? Las ‘cartas muertas’ son cartas a las que nadie respondió. Las presentes están, de hecho, doblemente muertas. Porque las escribió un muerto en vida y porque quien debía responderlas murió hace ya mucho tiempo. ¿O es que usted no tiene ojos, no tiene manos, ni órganos, ni alma, ni sentidos, ni pasiones? ¿No se alimenta de los mismos manjares, no recibe las mismas heridas, no padece las mismas enfermedades y se cura con iguales medicinas, no tiene calor en verano y frío en invierno? Si le pican, ¿no sangra?

Suyo affmo.,

Carles Álvarez Garriga.

No me mueve, editor, para escribirteel libro que me tienes prometido;ni me mueve el pecado cometidode usar tu editorial para imprimirte.

No me mueve, editor, sino el oírteloado por tu boca y recrecido;me mueve tu recuerdo tan heridoque llegue la mentira a confundirte.

No meta en obra ajena la tijera,oh sastre de escritor, ni la cuchara,no vaya a dar al fin en ser Quimera.

No salpique, si navega, en su pecera:no tiene aire bribón para ser Lara,y el orbe de Manuzio ya quisiera.

PETRARQUITA, el novio de las Musas

Otro del Petrarca, una letrilla cal. 22 Quevedo Parabellum

Que le prestes interésa un libro por su hacienda,aunque no deje la tienday sea un nuevo traspiés,mas si el dinero es ajeno,bueno;

29

Page 30: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

pero que venga a sucederque sepas más de abogados,aunque sean letrados,y proclames querer sermecenas y no escualo,malo.

Que tu sueño por demássea dar con una minaque te saque de la ruinasin haber picado jamásy vestir de nazareno,bueno;

mas que te erijas adalidy de las letras monarca,y sin salir de la charcaguardes silencio en la lidpara no abollarte el halo,malo.

Que la carta principalque te manda la dinamotemblar te haga la manoy no tengas otro avalque zambullirte en el cieno,bueno;

mas que le mandes billetesin ser por ello su amantey aunque lo mande Violanteno le escribas ni un motetepara no aumentar el varapalo,malo.

30

Page 31: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

LA REVISTA DEL SUPERHOMBRE

Colección Argentina de Muchnik Editores

Mira al dorso, esto te lo manda la Hamadríade, la que dice que eres «el hombre zigzag» (viernes 8/III) y que ha optado por permanecer neutral en la guerra. Entre las muchas circunstancias de inutilidad y gratuidad, recuerda que no le has hecho nada y que «no siente ira» hacia ti (como si la ira fuese un sentimiento personal y no un legado insuficientemente apreciado de la tribu que vemos descuajada del yo mezquino que se enfada y se reconcilia, y molida, lejos de motivos y consanguinidad, en la olla donde están depositadas las cenizas de los antepasados).

Pero, bueno, cada uno es libre en la tertulia de adherir o abstenerse. No parece una herida. Más bien un favor.

DE: HAMADRÍADEASUNTO: La guerra que se avecina. Un malentendido.FECHA: lun 4 MAR 2002

31

Page 32: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Desde luego, malentendido. Ya sé que no te envié la bomba atómica, tan sólo una curiosidad que encontré casualmente. Resérvala para un cumpleaños, si quieres.

Sabes que tiro en varios frentes a la vez y que para la guerra que se avecina necesito refuerzos.

En cuanto al killer, yo no llevo sobre la espalda todas las promesas que no cumple. Sigue esperando, hoy lo dejé fabricando veneno.

Floja de munición.

Hamadríade.

PARA: EL PARISINOASUNTO: ¿Pispearás alguna vez dentro del buzón?FECHA: sáb 9 MAR 2002

Feliz el reptil que está con la boca abierta:

Te envié hace tiempo una copia de mi carta al Escarabajo Pelotero (Mario Muchnik) que cerraba con la fotito del Capitán Maravillas y mi divisa de guerra. La tenía mecanografiada en Word y te la pegué por el procedimiento del correo adjunto. Yo nada sé de esto. El que me lo maneja es mi hijo Rainer-Minaya. Redacto el texto, meto las manos dentro de su cuerpo vacío de lona y él manipula el uranio. Por eso le llamo el «niño de las pinzas».

Esa carta, segunda en la cadena, trajo cola. El Escarabajo no guarda silencio, sino que me las devuelve con un mensajito escrito en un ángulo o pegado encima, lo que él considera que es el colmo de la sensatez o la ventaja de un acto de desprecio. En la tertulia sintieron que les atañía y cinco decidieron colaborar, sumando cañones a la primera batería. Macías Galloway el Enamorado a Veces envió munición desde Andorra, donde su inteligencia se mueve y encoleriza con el número infinito de ángulos que proporciona la soledad de una plaza vista desde una ventana, y el Petrarquita, el novio de las Musas, fue el último con un soneto y una letrilla a lo Quevedo. Anoche se leyeron estos dos últimos bajo el spot atómico, todas las cabezas imbricadas formando el diafragma de una cámara fotográfica.

Hoy, sábado, llevé el sobre-mochila a franquear a la estafeta. Me sentí como los tres facinerosos de la banda de los Miller que van a la estación de Hadleyville a esperar el tren que trae al jefe, el cacarañado Frank, en Solo ante el peligro. Once veinticinco salió el sobre hacia Madrid.

Te envío todo el dossier y los antecedentes. Con una vie de bâton de chaise como la que tú llevas —vie de château...; de casta le viene al galgo el ser rabilargo, ¡quia!—, hay que confiar más en una carta que te llegue

32

Page 33: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

de fuera que en un correo electrónico que desde un aparato que SIEMPRE está apagado te dé un shock.

la dinamo

DE: MACÍAS GALLOWAY EL ENAMORADO A VECESASUNTO: Acuso recibo paquete bombaFECHA: mar 19 MAR 2002

Bienquisto Senyor Grau:

Pasó como suele pasar en las malas películas, que suelen ser excelentes. Se me mezclaron los planos o se coló una toma falsa o qué sé yo. Porque, para qué engañarnos, no sé nada de cine ni de una dieta rica en hidratos de carbono ni de la melancolía de los caballitos de mar.

En fin —o sea, para empezar—, que recibí el pasado ¿sábado? un sobre a nombre de un tal Macías Gallgaidheal, eufónico patronímico que hizo mis delicias, sobre todo cuando pensé en la cara que se le debió quedar al cartero en su primer intento por descifrar. Pesqué del interior del sobrecito dos páginas dos acerca de unos cómics del Superhombre que publicara alguna vez la Muchnik argentina. Y nada más. Pero nada más. Nada más.

Comprende mi sorpresa. Porque, vamos a ver, me habías anunciado el día o la semana antes —mi memoria reciente se va acortando y ya sólo recuerdo con nitidez el neolítico superior— el envío de tu último obús más el rosario de contribuciones o escupitajos, como creo que los llamé yo. Mi confusión era de cine bien que genuina. ¿Qué significaba aquello del kriptoniano? ¿Mensaje cifrado o rótulo de senilidad?

Pensé escribirte para que me aclararas si

Consideré llamar a Johnny y mendigarle tu número de

Quise creer en la telepatía pero

Es decir: me quedé atontado en el sofá “measuring out my life with coffee spoons” (Prufrock dixit, palabrita más o menos).

Por suerte ayer llegó la respuesta. Otro sobre. Esta vez dirigido a Macías Galway. Esta vez sí el artefacto explotando en el momento del rasgado y su onda vehemente, no sé si expansiva, en plena cara.

Gracias,

Macías Galway.

33

Page 34: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

P. D. Mi folio preferido, si me permites la declaración jurada, el que contiene el soneto de Petrarquita.

DE: EL PARISINOFECHA: vier 22 MAR 2002

Querido maestro:

Unas líneas nada más para rogarte, como diría el Pulpo, que actúes cual ágil Mercurio de pies alados y lleves presto este mensaje a la Dinamo.

¿Qué tal andamos? ¿Productivo o melancólico, es decir, perezoso? Yo voy más bien de lo último, aunque alguna que otra cosa garabateo. Por cierto, que hoy he leído en La Vanguardia una entrevista a un tal Eduardo Moga, que ha confeccionado una antología de la poesía satírica. ¿Éste no es uno que estudiaba con nosotros y al cual le profesabas una tierna simpatía? El tío iba sobradillo y saltaba, cual cervatillo retozón y travieso, de Shakespeare a los poetas chinos de la dinastía Tang. Claro, el viejo y competente Quevedo ocupa lugar central, con su sempiterna obsesión por el tema de los cornudos.

El caso es que la foto me suena...

Dinamo:

He recibido el inspirado legajo en el que un tal Escarabajo Pelotero ocupa un lugar central. En cambio, no me ha llegado ninguno de tus correos electrónicos: imagino que no tienes la dirección correcta. El error típico es olvidarse la ce, rasgo que me diferencia de una marea de gente con el mismo nombre. Triste destino el del quídam finisecular. No soy muy amigo del chateo. El magma viscoso de mi inteligencia reptiliana, fría y lenta, pero elegante, no se adapta bien al trepidante mundo del directo. Podemos chatear en diferido, a través del correo electrónico, que lo leo cada día. Estoy ganando en agilidad, ahora respondo a todo el mundo. Además, podemos intercambiar informaciones. Por supuesto, me sumo a la escaramuza y preparo diatriba contra los imperturbables que no responden, escritores que huyen de las palabras.

Hay una exposición gigante en el Pompidou sobre el surrealismo; voy a hacer una visita y enviar cumplida reseña a los Headquarters. Desde que el amigo 8000 me visitó y, aplicado como un colegial, consignaba en un malicioso cuaderno escolar azul hasta el más mínimo de nuestros movimientos (censurando los míos más torpes, el compincheo crea lazos duraderos como los bolingazos), me impongo a mí mismo describir cosas concretas. Y funciona, aunque los pedazos de realidad se hagan más difíciles de conseguir. O son los tiempos que corren o este alejamiento no

34

Page 35: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

es más que una consecuencia de mi tardío ingreso en el mundo de la reflexión. Lectura provechosa de Mircea Eliade, descubro que la primitiva religión iraní, la de Zaratustra, consistía en una monótona serie de preguntas al cielo. Es una religión que continúa practicándose en Irán hoy en día y sobre la cual no tengo ninguna información. Si algún antropólogo despistado se deja caer bajo la mortecina luz del spot atómico, preguntadle, antes de vapulearlo y echarlo con cajas destempladas, al respecto; me preocupa mucho la cuestión.

Sé que estás finalizando la escritura de tu tesis; tengo muchas ganas de leerla. Espero que todo el mundo en la tertulia, presentes o en forma ectoplasmática, anden bien y sean razonablemente felices. Si no, siempre quedan el whisky y el tabaco. Estoy seguro de que su prohibición desencadenaría revueltas, suicidios, asesinatos y cambios de régimen. Yo daré con mis huesos en Barcelona la semana del 5 al 12 de mayo, pues tengo una boda en provincias. Un amigo mío gentleman-farmer, profesor de francés y cultivador de naranjas: vive en un edén doméstico y próspero, rodeado de sus ancestros y anclado a la tierra como un olivo. Difícil de entender para nosotros, ciudadanos de edad tardía.

¿El Escarabajo no estará aquejado de alejandrinismo?

También espero venir dos o tres semanas en julio. El contacto con mi tribu me hará bien.

Un abrazo para todo el mundo.

El Parisino

PARA: MARIO BELLEVILLE EL PARISINOASUNTO: El que tira último encuentra el blanco todo agujereadoFECHA: sáb 23 MAR 2002

No te ha llegado ninguno de mis mensajes electrónicos. Pues damos en bajío, oiga, usted, capitán, que adivina lo que no hubo, no sé cómo se graduó. Sólo le mandé uno, no hable de «los», la segunda carta con la efigie del Capitán Marvel o Maravillas (Torpedo II). ¡A buena hora decirle al «maestro»* que debía tener mal tu dirección de e-mail! ¡Como que fue él quien me la dio y también la de la Hamadríade con muchísimo sol en los ojos! Eso se solucionaba escribiéndome tú a mí, pero también para hacerlo hay que desandar el camino ingrato hacia el que no recuerda bien y da mal los datos. Ciertamente, el «querido maestro» hace de nosotros versiones sentimentales de Minotauros sin el laberinto.

* * Tratamiento que dispensa a Johnny Melenas el terror de las nenas. (N. del E.)

35

Page 36: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

¿Qué son «los Headquarters»? Significa ‘cuartel general’, ‘sede, oficina central’. ¿Usted escribe en castellano? Siga escribiendo en francés.

Ha escrito aquél a quien achacaban no hacerlo, queriendo dar por terminada la obra de nuestra inmortalidad recomendada que él no empezó. ¿Se puede hacer esto? Ahí va:

Mi querido J ***:

Son tantas las mentiras que contienen los sobres que me enviás, y demostrás una tal inconciencia [sic] de ellas, que, no por salvar un honor del que nunca me precié sino por hacer obra de caridad, te doy unos ejemplos. No responderé a las infamias, ni siquiera a las que atañen a mi padre. (Esta vez me quedo con tu envío, puesto que le doy respuesta. Si bien electrónica.)

1. Muchnik Editores nunca editó la revista del Superhombre. Esa revista la editó mi padre, mucho antes de ser editor de libros, cuando la primera Muchnik Editores aún no había nacido y él sólo tenía el llamado Asesoramiento Publicitario de la Fabril Financiera. Conozco desde hace tiempo esa página de Internet y sólo puedo sugerirte una prudente desconfianza ante todo lo que te llegue electrónicamente. También ante este emilio.

2. «Mentiroso» por glosarme sin haber estado ahí para tomarme declaración —como en cambio sí estuvo, y en mi casa, y una hora entera, la tele, cuya censura es otra historia. Por ejemplo. O por decir que yo no estaba «allí» cuando murió Evita. Otro por ejemplo.

3. «Pésimo lector» porque, habiendo al parecer leído mis memorias, sostenés que me fui de Estados Unidos por la guerra de Corea. Por ejemplo. O porque atribuís a Barral lo que deberías haber atribuido a Calvino. Otro por ejemplo.

4. Los miembros de tu tertulia no parecen diferir de vos en cuanto a la solvencia de su información —aunque son más insolentes en sus suposiciones. A saber:

• Uno que no firma, identificado por alguien (¿vos?) como Macías Gallgaidheal, supone que «el tipo», como se refiere a mí con insolencia, no quiso «tomarse la molestia» de no se comprende bien qué. Desprecia con insolencia la «poca imaginación» del que él llama teleinvidente. Y no hace el mínimo esfuerzo por usar su propia imaginación. Luego entra en unas muy eruditas consideraciones en torno al jamón, manjar curiosamente conflictivo en la historia de los pueblos y, por lo que se ve, en la del propio Macías G. En todo caso, su insolencia en torno al vocablo cerdo sólo parece ir a parar a la insolencia final, en donde mi apellido y el cerdo se ven mancomunados en la misma frase.

36

Page 37: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

• Un papanatas que firma Álvarez Garriga olvida lo más importante de aquella mañana: la noticia de la muerte en accidente de Vespa de Luis Maristany, que habría debido formar parte de la mesa. Supone, insolente, que yo guardo fotocopias de las cartas que te he devuelto. Y cita a Shylock, otra insolencia.

• Uno que pone «Fdo: Octo» menciona unos lances de talonario, suposición insolente.

• Un tal Pereira supone que vos y yo mantenemos una correspondencia en la que yo guardo silencio. (A ver si le aclarás el significado de los vocablos mantener y correspondencia.) Pero supone además que yo frecuentaba la casa de la familia Gomá, que yo conocí a Marilyn Monroe, que yo ayudé a Lou Reed, que Julio Frisón era mi médico. Todo falso, J ***, se refiere a mi padre. Deletrea mal el apellido de Héctor Yánover, ignora el significado de la palabra independencia (aclaráselo) y me supone dueño de más de una empresa, y que le pongo mi nombre a todas. Supone, con no menor insolencia, que yo he publicado lo que he publicado hermanándome con un par de colegas. Y, tomando sus suposiciones por realidades, me reprocha hoy el rechazarle un libro, en el supuesto de que un día me lo presente.

• Petrarquita se lo creyó. O se creyó Lope. Insolente hasta en verso.

J ***, no eches a perder este rico y edificante intercambio epistolar reincidiendo y queriéndolo enriquecer más: da por terminada nuestra relación y cuidá en cambio tus afinidades, por eso de «Díme [sic] con quién andas».

Un abrazo y FIN.

Mario

Ayer, con la presencia de Johnny Melenas, el Octópodo, Milana Bonita risita y Rosafría, se cuestionó el sentido de seguir atizando la polémica. Es evidente que está encarnada, se ha soltado de mí, de mi mano y de mi provocación, y tiene una extensión y un feedback en el número.

La cuestión es si respetamos lo que nos solicita al final, «dar por terminada nuestra relación» —antes la proporción que surgía vagamente del adjetivo posesivo rueda ahora en el consenso básico de un sujeto epistolar y mental compuesto de varios cocos—, o le soltamos otra andanada a babor, apoyando toda la barra, antes de darle tiempo a virar de bordo. El killer, que llegó tarde y por el «soplo» que le habían dado, quiere servir un cañón. Su malignidad que da por bien empleado llegar cuando quedan pocas balas y hay que afinar la puntería harto justifica que esté en Trafalgar.

37

Page 38: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Los tres primeros puntos me atañen y al menos se empieza por eso. Lo que todavía no hay es lo que harás tú; decídelo, pero sin precipitarte. Creo que la manera de no estropearlo sería no decantarse por el ataque o la defensa desde el yo, contestarle para que siga ocupado y no nos tome por insultadores casuales, lo que —me parece— le hace mucha falta considerarnos. Tiene que ser un análisis sin encono, pero con firmeza; con emoción, pero sin transportes ni complejos.

Prescindo de hacerte notar que destinó una bala de plata a cada uno.

Buena caza en las praderasde Guitche Manitú (como se decía)

viernes 29 Santo (en un día reservado a procesiones, / se nos ve juntando municiones)-

31 de marzo de 2002, domingo de Resurrección (que haya)

y IV EL RAYO* QUE NO CESA (a ti que hay que darte los libros [280],uno de un gran hermanito)

Te quedó... niquelao! ¡Llegó tu respuesta de ofendido que echaba de menos Occidente!

¡Cómo cayó tu carta, causando...

...lo que causaba la Goulue al entrar al Moulin-Rouge —lo atestigua un cuadro etnográfico de Toulouse-Lautrec, ella vestida, digámoslo así, con un traje abierto hasta la cintura, más no importa, del brazo de dos compañeros que no muestra—, placer y júbilo altruistas...

...lo que causaba el cometa Halley a nuestros abuelos en 1910 cuando pensaban en una teofanía y muchos se suicidaron (quizá para seguirlo); agitación...

...lo que causaba ver a Rock Hudson, el guapo de la Universal, postrado en una camilla, en el aeropuerto, en esos flujos y reflujos de las primeras fotografías que ya no se podían censurar, cuando su vieja amiga Doris Day lo fue a recibir para darle apoyo moral y el gótico «ángel sonriente» de la catedral de Reims estaba junto a él para que no se perdiera en la muerte; estupefacción que ahoga!...

Quedó la gente tamañita, como hacía tiempo, sin ayuda y sin relleno.

Bueno..., carta.

* * Era el nombre del bric del Corsario Negro. ¿Casualidad?

38

Page 39: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

La primera pregunta es aquí: ¿Un e-mail es una carta? Tampoco lo llamas e-mail; resulta que hablas de «emilio», y me hubieras visto pidiendo explicaciones bárbaras sobre qué relación había entre la novela educativa de Rousseau y «este emilio», habiéndome subido al tren de cercanías donde nos situaba el adjetivo demostrativo porque en seguida me agarré de éste. No salir de casa sin coger un adjetivo demostrativo, nunca sin él.

Hombre, Escarabajo, yo esperaba que lo trajese a El Pato por lo menos un Pony Express sudado Fort Leavenworth-Sacramento, no te digo un mensajero, uno alípede, ni siquiera te digo en caballo con gualdrapa, mira que digo el mensaje en la botella, un dardo de Robin Hood, un humo gimnástico en el horizonte meses después que el Fuwalda dejase a lord Greystoke y lady Alicia en el rincón donde quizás aún esté LA CABAÑA JUNTO A LA CALETA y que ofrece más de un nivel de lectura (¿vienen a rescatarnos?, ¿es un espejismo?, no os mováis, la muerte ya está en camino), una carta abstrusa y tradicional, una carta en papel manileño y su sobre, con un margen de error que haga creer «no es de esta época», por aquello de la objetivación del espíritu a que nos malacostumbró Hegel y siendo nosotros casi los Trece de la Fama, y El Pato, algunos viernes, la isla del Gallo.

Pero no. Parece más fácil escribir un emilio que escribirle a Emilio. Sea.

Como debo aclarar a quien piensas que no entiende que mantenemos lo que no mantenemos y antes de que dejemos de mantenerlo, procuraré responder a lo que no debiera responder porque has dado por terminada nuestra relación sin haberla mantenido ni haberme dado tiempo a mí de aclararle lo que había que aclararle a quien piensas que no entiende que no la manteníamos. No responderé a eso de los topitos, que parecen ojitos que me observan; sin embargo, creo que el comienzo y los puntos 2 y 3 me atañen. No responderé, en cambio, a las infamias que me atañen por cortesía hacia las infamias que no te atañían y por eso hiciste bien en no responder, pero a unos adjetivos que me vienes pasando por la nuca al redopelo desde hace tres sobres (míos) sí que responderé, porque en los adjetivos, una vez salimos fuera de la lógica gramatical, suelen zumbar los fundamentos de por qué caemos en la tentación de seguir calificándonos cuando los dos sabemos, en buena ley, quién es el otro.

«Demostrás una tal inconsciencia.»

Desde el punto de vista psicológico, mi inconsciencia sería menos agresiva en lo que discierne que indiferenciada por lo que nos une. No darme cuenta de las mentiras que digo sobre ti estaría suprimido como necesidad en la orogenia de los procesos psíquicos —montaña que es uno— y con el mismo derecho con que me lo reprochas a mí se lo tendrías que reprochar a Rodríguez Zapatero, por ejemplo, que cree que es un líder y a quien le viene apropiada esta explicación:

[...] el yo se desliga del mundo exterior, aunque más correcto sería decir: originalmente el yo lo incluye todo; luego, desprende de sí un mundo

39

Page 40: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

exterior. Nuestro actual sentido yoico no es, por consiguiente, más que el residuo atrofiado de un sentimiento más amplio, aun de envergadura universal, que correspondía a una comunión más íntima entre el yo y el mundo circundante. (FREUD, El malestar en la cultura, p. 11.)

Desde el punto de vista filosófico, los jóvenes Engels y Marx ya advertían que «no hay nada más reprobable» que el objeto. Es una etapa que implica un progreso penoso respecto de la anterior y ahora que lo veo, Petrarquita no iba tan errado en su letrilla y es por el amor que nos tenemos y no sabemos, «que es, verdaderamente, lo primero que enseña al hombre a creer en el mundo objetivo fuera de él, que no sólo convierte al hombre en objeto, sino incluso al objeto en hombre». (La Sagrada Familia o Crítica de la crítica crítica. Contra Bruno Bauer y consortes [1844], p. 86.)

Desde el punto de vista folclórico, la inconsciencia sería la tercera etapa cuando, una vez objeto, hay algo en ti que no funciona (habrás oído esta frase), tal vez el sentimiento de no pertenecer al mundo de los objetos que son y lo saben, y no puedes funcionar en equipo (también la habrás oído). El objeto se debate —aunque el verbo para objetos es forcejea— en el mundo exterior que le corresponde y la inconsciencia consistiría en estar ‘afuera’ sin el concepto de dónde está, ni tampoco la imagen del sitio donde debiera estar si no es ‘afuera’. Para evitarte trechos áridos por demasiado ingeniosos en la especulación acerca de dónde se está si el sitio no se ve, es menester una acción particular. La dibuja o la arrastra, y se es igualmente responsable, una canción de Estopa, el dúo de los hermanos Muñoz: «Hace ya bastante tiempo que me estoy buscando / y no puedo siquiera encontrarme en el espejo».

La enunciación de los tres puntos de vista hace que la realidad objetiva de mi inconsciencia llegue a ser translúcida; de ahí tu enfado (ya sé que no te lo veo, pero lo presumo) contra una inconsciencia de la que, si se le reconocen etapas, se pavoneará de características, y, si tiene características, tendrá matices y variantes, y seré responsable à mon gré. Mi inconsciencia es de carácter local. ¿Tiene que ver sólo contigo? No creo.

Soy un inconsciente porque me acerco a ti como si tu fama no existiese y ésta no dependiera esencialmente de la sociedad que paga lo justo por algo que a la larga cuesta caro.

«Demuestro una tal inconsciencia» porque contemplo con jocosa incredulidad cómo tratas de elevarte muy por encima de la irritación que incomprensiblemente te provocamos, sirviéndote del prestigio que es un producto de la comparsa del sistema Editores y otros, y que la televisión refuerza o reforma de acuerdo con el erotismo de las noticias, como de un aerostato.

Soy un inconsciente porque creo que el pasado que te arregla la sociedad no cambia ni modifica en nada el pasado verdaderamente tuyo, el de

40

Page 41: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Muchnik Editores con el dedito apuntándonos y el de la «lista de Schindler», cuando, con idéntico sentido de la generosidad y la ceguera para los negocios, salvaste a tantos disminuidos a espaldas de tu ambición y cagándote científicamente en su valor comercial.

Y del mismo modo demostramos una tal inconsciencia porque no nos dirigimos a ti según tu edad, y, al no hacerlo, ponemos en ridículo a la sociedad que te dio fama, prestigio y parte del pasado que nos es indiferente. La inconsciencia que no tiene valor económico para esta sociedad y, por consiguiente, no significa nada, no es —resumiendo— más que el grado de conciencia que muestra todo aquel que no te trata con el debido respeto.

«Mentiroso», dice el punto 2. No volveremos a contraer matrimonio si me obligas a reabrir el sentido administrativo de ‘ser mentiroso’, te aviso. La mentira como pura infracción es indigna de ambos, de ti por pedirme cuentas (a fin de cuentas, ¿cómo puedo mentir si te gloso?) y de mí por hacerme eco. Que sea la última vez, ¿eh?

Que la censura de la tele sea «otra historia» es la historia. No veo cómo se puede censurar una imagen en la que apareciste diciendo aquello de lo que me reí.

Podrías haber denunciado el desastre institucional desde la Década Infame, el Moloch de la estratocracia al que ofrendaron treinta mil víctimas, el FMI que tutela que primero cobren los ladrones, el Ejército que tendría que desaparecer y no lo hace, la victoria de los Estados Unidos sobre la derrota de todas las democracias liberales de la martirizada América hispánica, desde la oda valerosa de Darío cubierta de orín —en esto sí mi, tu, nuestro Darío— hasta los análisis con formón de Hernández Arregui y la estocada definitiva de Eduardo Galeano.

Podrías haber hecho una sucinta descripción, incluso sin condena, en lugar de parecer afectado porque un país te arruinó la vida, de ser tú, la personita tú.

Horacio [Vázquez-Rial] estuvo en el programa Millennium del canal 33, por ejemplo, hablando de lo mismo, y no aconsejó, ni habló de él; y no creo que fuera menos desgraciado que tú o que dejara a sus espaldas menos que yo, dado que tuvo que salir pitando de allá en el 74 porque era amigo de Fumarola y venía después de él cuando Fumarola fue acribillado por la Triple A en Ezeiza.

De la lectura de tus memorias no se deduce dónde estabas cuando Evita murió; en rigor, no se ve claro a dónde ibas y qué hacías en la vida, aunque lo digas. No se ven claros tus movimientos. En junio de 1951 estás en París con Burch (p. 23), por cierto, uno de los pilares de la teoría filosófica del cine con Arnheim y Siegfried Kracauer, y en agosto en Italia (33), ¡tío, cuánto brío!, pero antes redactas que estuviste convalidando la carrera de Física en la Argentina «hasta el verano de 1954» (ibíd.), para

41

Page 42: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

lo cual (lo que cuesta raer un pellejo...) tuviste que regresar «al final de los cuatro años de Columbia» (31), pero en 1953, heave-ho!, ¡radiosonda, que esto cambia!, ya no eras físico, ni estudiante, ni nada de lo que Burch te decía que fueras (22), sino... ¡barítono! (110). Haz un cálculo chirle de la distancia que hay en hojas. En cualquier caso, no estaríamos ante un lector «mentiroso», sino ante un escritor inhábil que se va acordando a la deriva, no les da a los acontecimientos la significación cabal para omitirlos cuando no convienen y abusa de los saltos temporales. Yo soy lector, Escarabajo, no adivino. No puedo saber exactamente lo que pasó. Conozco solamente lo que está escrito.

Vayamos a lo de «pésimo lector» del punto 3 que ya va siendo hora. Claro que leí tus memorias. Las leí, me obligas y me obligo a releerlas y la frecuencia y el detenimiento con que lo hago me han llevado a memorizar situaciones y trozos con un batir de alas de sesenta veces por versículo de un colibrí libándote, lo que tendrías que agradecer como te agradezco yo haberme «dado pie» para la mía de 56 páginas, como escribiste en aquella carta, pero te lo agradeceré, no temas, que hace tiempo que tu libro salió y la marea negra de las novedades habría dado al traste con todas las siniestras esperanzas de perduración si no fuera por esta intifada que nos traemos.

Lo de que te fuiste de los Estados Unidos para que no te alistaran no está en Banco de pruebas y nunca dije ni escribí que lo estuviera. Debo decir, en honor a la verdad, que se lo oí decir a alguien, pero al presente no logro precisarlo y eso que me lo he tomado como vigilia de amor propio. Tal vez me lo dijiste tú mismo en Esperanza, la estación de metro que identifico con un barrio de Madrid donde estaba el edificio de Anaya y te fui a ver en el 92, ¿lo recuerdas? Después vino Manolo Neila, el traductor de Las flores del Mal para Júcar; te lo presenté, y nos marchamos juntos. Estuvimos paseando por el Retiro, los dos juntos, o los tres, con Baudelaire. Más tarde se nos agregó el bruto de Baroja, cuando llegamos a su estatua en un extremo del parque y yo le acaricié un zapato.

Qué estúpido, ¿no?, a fuerza de piedad.

Pero lo más probable es que me lo dijera Pablo, el Bisonte, tu primo, una de esas tardes pagas e inactivas en Fathersons, mudando de lugar historia argentina y anécdotas personales, con una profundidad que no armoniza con el mal humor que —dices bien— le provocaba (187).

Si no lo oí, ¿por qué iba a inventarlo? ¿Para calumniarte? En la tertulia saben cómo te he defendido cuando hacías de verdadero editor y sabes que lo que tengo es harta dificultad en no decirte todo lo que pienso. Calumnia el que se esconde. Me escondo para lamerme las heridas, no para inferirlas.

Atribuir a Barral lo que «debería haber atribuido» a otro no me hace ser un «pésimo lector». La imagen que lastima del gorila abrazado al neumático está en Los diarios de Barral; yo la vi allí; le oí decir al

42

Page 43: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Mosquito que la había tomado de allí —y esto sí es histórico—, y fue Johnny Melenas el terror de las nenas quien me dio el título de la obra de Calvino donde estaba. Al parecer, estoy predestinado a ser «pésimo lector» de Calvino sin haberlo leído antes. Borges, ¿no?

Soy un lector desmemoriado, eso sí, un lector «desatento». Como tú, que vas nombrando a los miembros de la tertulia —una bala de plata a cada lobo— como «uno que pone», «un papanatas que firma», «uno que no firma, identificado por alguien», cuando en la segunda carta que te envié están todos identificados con las señales místico-físicas de los sioux entre los que conciencia y ser no eran cosas distintas, y no te molestaste en desenmarañar quién era «el que será otro», lo que Rimbaud quería, y te abstienes de considerar en el nom de plume o el alias de guerra la vida paralela que agiganta ésta.

No voy a actuar por ellos, aunque hable en nombre de los míos. Cada uno de ellos te responderá o callará según le dicte su inconsciencia. Pero algo debo decir por Petrarquita, el hermano luminoso, aunque su saludable irradiación me lo ha prohibido. Se lo digo al que «estaba mucho más cerca de la literatura y del arte», como lo supuso Burch (22), te lo digo evocando un tópos donde la muerte no es lo que parece y por eso la nostalgia no cautiva, ni se llora: la Elegía escrita en un cementerio rural de Thomas Gray. Depón tu rencor porque fuiste la diana de sus burlas. Es un rencor que te impide creer que Petrarquita «se creyó» nada más que lo que es.

Como querrás pruebas, te mando copia de seis de sus poemas en los que no estás y, por tanto, no hallarás pretexto de negarle al genio el pan y la sal. Si no haces el tonto psicoanalizado que lo supera, lo verás por ti mismo. Son: Un ser luminoso (la elegía por Conchita, la madre de su mujer, que murió de cáncer hace dos años); los dos sonetos egipcios (porque los escribió estando en El Cairo y pensando en Rhea Silvia); El Rufo (enésima visión de Judas, el traidor necesario, o la belleza de la traición en lo feo de la salvación); uno ultraísta, ¡a falta de otra, buena es esa navaja vizcaína!, y el soneto que es mi debilidad, mi juguetito, y por eso te lo mando, nada más.

No he de decírtelo yo lo que es.

L’art del sarcasme és la mossegada lúcida:la que desperta i espavila sense perdre

ni la vertical ni l’estil.

el gran Ferran MONEGAL, «Tu i jo som tres»,en El Periódico de Catalunya (jueves 4 abril 2002), p. 84

43

Page 44: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Volviendo otro ratito a lo de la «tal inconsciencia que demuestro» (mi hijo me dice que soy un gamberro, un pitbull intelectual, y algo de eso debe haber, porque me cuesta soltar la presa), la sociedad atacada en su editor ofendido sólo respetará la inconsciencia que sea un desarreglo, la descarga de un alma clínicamente perdida. Pero, pasándole la mano por encima, se da cuenta de que ésta no lo es y entonces el editor ofendido se las arregla para presentar el examen de los que le escriben como disonancias de la insolencia.

La estratagema retórica es conocida. Se trata de ordenar ciertos juicios, yendo de los más generales, los de calígine informativa, gran limpidez pero poca conexión (deletrear mal el apellido de Yánover, como si fuera un prócer; la muerte de Maristany «aquella mañana»), a los más concretos, y transformándolos en un registro estándar, en este caso bajo la férula del verbo suponer y su familia. El blanco de la exposición puede ser una sola persona. Lo hizo Marco Antonio en el doble planto de intención insondable por el asesinato de Julio César, llevando su cuerpo en brazos, y la honradez de Bruto, seducido por sus cómplices. Lo hizo Alberdi con Mitre en páginas en que la ofensa es llegar a la conclusión. Pueden estar ordenados por series, éstas verse aparentemente confrontadas, y los juicios, restringidos a una premisa mayor circular, sólida como un café turco, que prácticamente balbuce.

Balbuce «Insolente». La insolencia es el Leitmotiv.

Uno va a dar a la serie de manera natural y por regla general. Dos giran en vago. De otro tienes que decir algo para que sea insolente y la insolente es tu suposición. Y de Petrarquita terminas haciendo una alabanza involuntaria (asteísmo que se dice) por la valoración inmóvil, instintiva, de los muertos consagrados que te llevó a despreciar la poesía de Carlos Rivarola igual que hizo en «ese medio [...] marcado por [su] brillante dirección literaria» (200) Pedrito Eccememo, ¡jua!, ¡jua!, siempre me río cuando llego a esta parte. Perdona, deben de ser los primeros síntomas del Parkinson. Continuemos, por favor.

Creí que estaba sobrentendido después del número de balas disparadas que el género practicado contigo era la sátira y que nos conocías de memoria los talantes. Si hubiera sabido que te pasas las noches gritando, «¡Ahí viene otra! ¡El correo trae otra!», impidiéndote dormir... Pero llevaré tu preocupación a la tertulia.

No veo por qué te pone tan furioso que algunos muchachos sean insolentes. La insolencia, vamos a ver, es consubstancial a la sátira.

Calístenes, sobrino de Aristóteles, se permitió tomarle el pelo a Alejandro Magno, ser insolente con el gravamen inútil del joven conquistador de servir de etiqueta al caos de Oriente. El joven conquistador se pone serio y lo manda ejecutar.

44

Page 45: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

A Julio Pollux, mentor de Cómodo, lo sometieron a sátira abrasiva un tropel de plumas magistrales. Frínico, Filóstrato y Luciano parecido a un vino de aguja, que concibió El Anticristo completado en la cabeza roída de Nietzsche, podremos ser nosotros dentro de un siglo que no tendrá cien años, cuando el olvido propenda a confundirnos a lo largo de la cadena alimentaria.

Marx no se corta un pelo a la hora de ser insolente con los Bauer y es la drosera de los hegelianos de izquierda.

Marsé no lleva precisamente una boquilla de nácar cuando habla de su bête noire Baltasar Porcel.

El propio Borges, a quien le gustaba decir ironías con aspecto lelo (la conocida expresión del perro San Bernardo), que conservaba en la imaginación el dilema de la elegancia irónica cuando ya no hay elegancia, tuvo su lipotimia de insolencia —eso sí, divina— con Américo Castro en Otras inquisiciones (1952), a propósito de la «peculiaridad lingüística rioplatense».

Los reparos no son tantos, la furia va al modisto, si la insolencia

a) no es un defecto de procedimiento en el cual se puede incurrir si se es infame, sino un gesto de benevolencia en las dotes de observación de una pluma consagrada;

b) disfruta de un período de resonancia en un medio de comunicación mientras rezas un padrenuestro para que dure.

La polémica que sostuviste en El País con Javier, María y José (de esta manera nombramos en la tertulia a Javier Marías) es la expresión más palmaria de que la cuestión no se reduce a atreverse a hablarte como nosotros lo hacemos. El tipo tronó y dio por terminada la polémica que a ti te habría convenido seguir oxigenando, siendo él quien era.

Te dijo chitón.

Sabías que tú, con tus vocablos muertos, no tenías la fuerza suficiente para mantenerla encendida y que El País no iba a hacer caso omiso del desprecio de un niño oxfordiano de uno de los clanes de Madrid hacia tu desarraigo.

Sabías que el «diario de los intelectuales» no iba a publicar ni una sola línea más, luego, no era útil.

¿Me das permiso para pensar que se puede ser insolente contigo mientras creas que aquello tiene alguna utilidad?

45

Page 46: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Y ahora quieres dar por acabada aquí la cosa. Hacer con nosotros lo que hizo contigo Javier, María y José. Él está en una secta y su hermano Miguel VIII Pedantólogo, emperador bizantino, en la de Garci de los lunes; y una tira de otra, pero sin comunicarse, desconociendo las causas.

Lo que va delante mañana estará detrás.

El eslabón de abajo ve sólo el de arriba, pero el de arriba no ve dónde termina la cadena. Tampoco sabe que hay cadena.

Estamos en el mismo lugar, haciendo lo que nos hacen, repitiendo con nuestra ortografía lo que Nietzsche le hacía decir a Zaratustra: «Las almas son tan mortales como los cuerpos. Pero el mundo de las causas, en el que yo estoy entrelazado, retorna, ¡él me creará de nuevo! Yo mismo formo parte de las causas del eterno retorno. Vendré otra vez, con este sol, con esta tierra, con esta águila, con esta serpiente; no a una vida nueva o a una vida mejor o a una vida semejante: vendré eternamente de nuevo a esta misma e idéntica vida, en lo más grande y también en lo más pequeño, para enseñar de nuevo el eterno retorno de todas las cosas...».

Lo nuestro no es el eterno retorno. Es el eterno bon giorno.

La polémica ha muerto. ¡Viva la literatura!

«Un abrazo y FIN.» ¿Cómo «fin»? ¡¿Fin?!

Tú eres lo mejor que pudiera habernos pasado.

Nosotros somos la enfermedad que tú has contraído.

Un ser luminoso

El cielo hiriente e inmensoes el mismo que el de tu infancia.Te lame el Jalón los piescomo un perro echado y tranquilo.El silbido lejano de los trenesborda claveles en tu silencio.Al caer la tarde, nos sentamos en el horizontey arrojamos piedras al estanque del sol.La casa, silenciosa y vacía,

46

Page 47: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

es un álbum de recuerdosque, al cruzar el umbral de la puerta,echa bruscamente a volarcon aleteo de abanico roto.Dejaste algunas joyas, un reloj y un rosarioy un corazón tan grande como las sábanasque salías a tender al patio.Aunque la luna se ocultetras un biombo de nubes,los gallos de las veletasse siguen bañando en su luz.

Fiebre del Nilo

Tu recuerdo es un ave que acaricialos cabellos del río con sus alas;el amor es el sol que lo codiciay le borda en el lomo una bengala.

Un flabelo de plata, con pericia,abanica sus senos y resbalapor el vientre turquí de la maliciay ese cauce sensual que le regala.

Un raudo zampollín se somormujay asaeta el aliento de una vela,que se pierde impasible como Anubis.

Y al caer de la tarde se arrebujael celoso hipopótamo que velaen el delta verdoso de tu pubis.

El Cairo, 9 de marzo de 1999

47

Page 48: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Oasis de soledad

De tu cuerpo crujiente de papiro,de tus labios jugosos de pimienta,quiero el céfiro esquivo que te alientay un meandro que sirva de retiro.

Del dátil de tu voz dame un suspiroy ahógame en tus ojos de tormenta,aljibes para el alma que sedientacatar sueña ese trémulo zafiro.

De noche como fiera merodeobuscando en el aduar de tu bellezatu canto lastimero de cautiva,

por dejar allí la huella del deseo,jirones de un espejo en la malezay mi ebria soledad como misiva.

El Cairo, 11 de marzo de 1999

El Rufo

A mi hermana y teóloga Cecilia,punta de lanza de la herejía en Roma,

y a los aires malsanosde la tertulia de El Pato Loco.

Con la impunidad de saberte muertoy cubierto de escupitajos de fe,muy fácil es acusarte de todo.El pan ázimo de la vergüenzay el vino pegajoso de la injuriade un necio pescador y diez mediocreslavar quisieron su pecadocon tu ausencia muda y tentadora.Sembraron torpemente la mentirade que fuiste tesorero de un rabinoheterodoxo, temerario y milagrero,sin otro capital que la palabra.A pesar de la inquietud y de las dudasque despierta la altivez de tu silencio,la opulenta y ramplona cristiandadcreyóse por simpleza y convenienciala patraña pueril de las monedasy la burda pantomima inverosímilde la Cena, la traición y la avaricia.

48

Page 49: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Nunca sabremos la verdad de lo ocurrido.De ti, amigo Judas, aventurar sólo podemosque conociste entre viajeros y chalanesel polvo abrasador de los caminosy la sombra mezquina de la higuera;la quietud caritativa de los pozos,la brutalidad unánime del hombrey el lecho sin mujer, hostil y extraño.Conociste los confines de una tierraque llamaron vuestros padres prometiday la cual no manaba leche y miel,sino el óxido de un águila de hierro.Tú que compartiste con los otrosel espejismo de victoria en Galileay en Sión la certeza de la muerte,el escueto yantar con prostitutasy la fe con publicanos y gentiles;tú que no temiste a los romanosdenunciando tu amistad con aquel besomientras otros corrían a ocultarseo negaban conocer al Nazareno,renunciaste al dicterio de la historiay sellaste tu boca con un nudopor no dar explicaciones vergonzosasa los que fueran compañeros mas no amigos.Harto de sus dentelladas de perro,de recelos y envidias cortesanaspor mojar en el plato del Maestro,a la muerte emplazaste por robarle—tahúr hasta el final de tu destino—la incertidumbre caprichosa del momento.Ni el hedor contemplativo del ahorcadoni el acusador balanceo de la sogadespertaron siquiera alguna dudade que fuera posible tu inocencia.No importa.Si cumpliste consciente los designiosdel Dios que para ti no tuvo gracia,o fuiste solamente el que observabala ejecución de un rabino y dos celotasen la provincia levantisca de Judea,la verdad fue borrada por el tiempo.No precisas que nadie te redimani nadie hable de ti ni te defienda:el odio de los justos alimenta tu leyenda.

Cual río baja turbio tu cabelloy el cauce de tu voz no tiene fondo;se pierde la conciencia en el redondo

49

Page 50: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

venero de tus aguas sin destello.

Al oasis de tus ojos pone selloel pozo de la boca donde escondodeseos que resbalan por el hondoabismo sosegado de tu cuello.

Pulsa el plectro impaciente de la espera,por la audaz celosía de tu blusa,la guzla de la espalda y la cadera.

Y asciende la pasión por la ligeracaricia de las piernas que no excusael cárdeno marfil de tus ojeras.

Trasgo

El barco que yo soy y en que navegoen madera de sueños fue tallado.De un bosque de gigantes arrancado,tan sólo a tu gobierno me doblego.

El rumbo que trazaste sigo ciegocon todo el aparejo enarbolado,que un páramo de sal he atravesadobuscando el arrecife del sosiego.

Cercado de un inmenso azul que abruma,golpea mi silencio un ronco adagioen un denso vacío que se esfuma.

Derrama el tajamar este presagio,porque amor no es hender alegre espuma,sino hundirse para siempre en un naufragio.

50

Page 51: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Charla de la dinamo con Macías Galloway el Enamorado a Veces(sábado 13 de abril)

DINAMOComando Baker para identificación: Whitmore..., Johanssen..., Ortega..., Rambo..., Macías Gallgaidheal..., ¡conteste, Enamorado!

MACÍAS GALLOWAY¿Qué tal?

D.¡Tío! ¡Qué lacónico!

M. G.Nada de laconismo; estaba revolviendo entre los papelitos escritos por ti que atesoro... Acabo de recibir tu último envío electrónico y miraba a ver qué cartas me faltan. El «¿Qué tal?» venía a significar que me coges con la guardia baja.

D.Te acabo de girar la cuarta carta dirigida al Escarabajo que anoche leí en nuestro cuartel general. ¿La has recibido?

M. G.Sí, la estaba descargando. Voy a imprimirla ahora. ¿Cómo fue la lectura? ¿Qué dijeron los lamedores de carroña?

D.¿Está toda?, quiero decir, ¿hasta la página con la efigie del oso Baloo y el battle cry de los Grant? El de abajo es el grito de guerra genérico de los highlanders, la grafía céltica de la espada que manejaban, la claymore: CLAID-HEAMH-MOR!

M. G.Espera un segundito, que me fijo. Je, je, je. Está todo. El oso sonriente, el “Stand fast...”. ¿Oyes los bandazos de la cabeza de impresión? ¿Oyes derramarse la tinta y el deslizarse de las hojas? Ahora me voy al lujoso Bar Verín a pedirme un menú y disfrutar de tus páginas.

D.Bueno, paso a contarte. Llevé, como te dije, la carta y también la tuya, hermosa y moral, sobre todo en el gran pasaje del postscriptum cuando disparas la andanada de interpelaciones retóricas que comienza: «¿Y esto se llama a sí mismo editor?», etc.

M. G.Sí, te habrá dicho Johnny que me tenía acojonado el hecho de que quisieras leerla. Que me temía que lo de «hermosa y moral» no fuera más que una coña marinera.

51

Page 52: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

D.Yo no bromeo con la moral, mi viejo. No te olvides que soy un baudeleriano.

M. G.¡Ja! Bueno. ¿Hubo bronca? Al fin y al cabo las rosas son tan aburridas...

D.Sigo. Por primera vez, las interpelaciones retóricas, que desde un punto de vista contenidista, no estructuralista o funcionalista, tienden a ser huecas, se llenaron de dignidad. Caían las preguntas como doblones de oro en un aljibe y allá, en el fondo, hacían ¡plop!, ¡plop! «¡Eh!, ¡que se van a perder! ¡Y es oro!» «Son para eso», decías tú.

M. G.Bueno, gracias. Ya le había dicho a Johnny en privado que lo de Petrarquita era ofensivo e imperdonable. Algo, aunque fuera poco, había que hacer, o sea, decir. ¿Hay plan coordinado de ataque anarco-surrealista?

D.Antes de leer ese pasaje de la posdata, arremetí contra ellos advirtiéndoles: «Y ahora escuchad, vosotros, los del área Frankenstein, que la elocuencia, sobre todo la que es desgarradora y da como un aldabonazo moral, os resbala como el agua marina sobre el plumaje de una gaviota; que hace tanto tiempo que en la tertulia el hechizo verbal se ha roto como el pie de una copa..., prestad atención a lo que vais a oír, cabezas de corcho, corazones de amianto...».

M. G.¡Joder! ¿Y ellos se lo tomaron en serio? Quiero decir (puesto que supongo que tú no bromeabas), ¿opinaron que se trataba de una mera flatulencia? He acabado ya de imprimir tus once páginas once y me muero de ganas de iniciar su lectura. Así que, aun corriendo el riesgo de que me tomes por un mal educado, que lo soy, dentro de nada me voy a ir a almorzar dentro de unos segundos y te voy a dejar aquí plantado. Perdona el caos. Nunca fui un buen tipógrafo.

D.Ya están acostumbrados a mis reniegos...; pero, ¡tío!..., me dio uno de mis ataques, golpeando con el puño sobre tu carta hasta que casi la destrocé. Bramaba sin parar con los ojos cerrados, diciendo que todas las batallas se tenían que dar en la realidad, con una forma literaria, pero en la realidad, y que en ese pasaje estaban las banderas rotas.

M. G.Explícame mejor eso de las banderas rotas. ¿Crees que aunque «todo esté perdido» hay que seguir reinterpretando la lección del de la Triste Figura?

52

Page 53: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

D.No hagamos nada «re». Ni siquiera es necesario interpretar. Lo que escribiste es una lección que en la facultad nunca nos dieron. NO ES NECESARIO MATAR LA LITERATURA PARA ENSEÑARLA.

M. G.Mensaje recibido. Aunque no puedo asegurar su correcta comprensión. Me alegra, por encima de todo, que sirviera de algo el mandarte el borrador (pasado a limpio, pero borrador al fin). Algunos gestos quizás importen. A mí me importaba más charlar contigo que con el Escarabajo, sinceramente.

D.Con esa sucesión de preguntas que contestamos nosotros, que nos exigías que contestáramos con autenticidad, pusiste de relieve dónde estaban los escritores y qué función cumple un editor en una sociedad de mercado: esperar a que los escritores se mueran, dejar que la muerte los descubra y «lamer después su carroña», como tú dices.

53

Page 54: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

M. G.Bueno, Senyor Grau, ahora sí que pongo aquí un puntito y aparte. Espero dejarme caer pronto por El Pato. Esta vez vendré sin peladillas y sin gabardina. Si hubiera algo que añadir después de la lectura (como me temo) de tu cuarta carta, ya te lo haré llegar por vía telemática. Un abrazo.

D.Sit tibi terra levis!

M. G.Ciao!

Charla de la dinamo con Petrarquita(sábado 13 de abril)

DINAMOPetrarcoso...

PETRARQUITAPasssa, dinamoso... Estoy metiendo en el disco duro la carta que me has mandado. Acabo de conectarme y ya estamos «amarraditos los dos».

D. ¿Recibiste la última carta dirigida al Escarabajo? ¿La que leí anoche en nuestro piojoso y oriniento cuartel general?

P.Te digo que en este momento la estaba pasando al disco duro; sí, la he recibido. ¿Recibiste tú mi acuse de recibo? Todavía no la he leído.

D.Afirmativo. Eso quiere decir que tenemos conexión, porque la segunda no la pudiste recibir.

P.¿Qué tal anoche?

D.Fíjate si están las once páginas.

P.Just a minute. No falta nada; hasta queda un ligero efluvio a cordita.

D.¡Ja, ja! Paso a contarte. Estaban, empezando por mi izquierda, el coche Manué conduce una Gran Harca, Johnny Melenas, el Pulpo, Milana

54

Page 55: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Bonita, que llegó la última, el Mosquito —a quien le giré invitación— y Rosafría, ¡que hasta sonrió más de la cuenta!...

P.Veo que el olor a queroseno y motor Rolls-Royce sería inaguantable en ese tabuco de menesterosos de la literatura.

D.¿Por qué no cambias de letra? Apenas la puedo leer.

P.He puesto el máximo que permite en fuentes: 16. ¿Ahora la ves mejor o sigue igual?

D.No me refería al tamaño, sino a la familia tipográfica.

P.Si te vas a la parte superior de la pantalla y pinchas en Ver…

D.Una con más tinta.

P....puedes cambiar el tamaño de la fuente en tu monitor. OK? ¿Y ahora, lo ves mejor?

D.Ahora sí. Sigamos. El Mosquito estaba un poco cortado, aunque los muchachos lo conocen, pero, claro, él no viene muy a menudo. Trataba de dar una imagen objetiva de su antiguo patrón y como no fuera con el telescopio de Monte Palomar...

P.Yo tampoco conozco al Mosquito a no ser de oídas...

D.Fue el genuino machaca de Mario. En el 93 se lo llevó a Madrid con las mismas promesas con que Cortés se llevó a Alvarado. El tiempo le demostró que el editor romántico, puesto en el yunque de la convivencia, da una forja de explotador.

P.Lo que me quedó claro de la carta del Escarabajo es que «él sí que es un pésimo lector», porque dio prioridad en sus críticas a lo menos interesante, el articulito de la Hamadríade y la farragosa carta del andorrano. Al resto, si no era para rebatir ciertas afirmaciones del Ocho mil, migajas y ningún vestigio de un editor ávido de nuevas experiencias o nuevos registros literarios. Más parecía sacado de un concurso de papiroflexia.

55

Page 56: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

D.El andorrano, sin embargo, me mandó una carta por correo ordinario, digamos «rodeando la tertulia», con algunos pasajes memorables.

P.¿De qué se trata?

D.Por ejemplo, en el postscriptum descarga una andanada de interpelaciones retóricas que dicen más o menos «¿Y esto se llama a sí mismo editor? ¿Hay dioses? ¿Duermen? ¿Son también editores?». Y agárrate, porque el sujeto, lo que motivó este rapto de cólera santa fue el trato que el Escarabajo te dispensó.

P.Sí, a mí también me hizo gracia, dos líneas que resultan planas como el encefalograma de un muerto. Aunque a los demás tampoco les fue muy bien.

D.Antes de leer ese pasaje de la carta de Macías Galloway, apostrofé a la tertulia. Leí entonces el pasaje y empecé a golpear la carta, la arrugué; bramaba con los ojos cerrados, repitiendo que eso era la verdad, que la verdad no nos la habían enseñado en la facultad porque entonces la habríamos aprendido, que aquel era el escenario de la batalla... o algo así. Contado no es lo mismo.

P.Estoy leyendo tu carta, admito el interés de seguir con la lucha, pero hay que tener tu fuego mesiánico para seguir en la brecha. La carta del Pelotero no da mucho pie para escribirle más. Le das carne roja y apetitosa y te devuelve el hueso podrido. Todo esto vale la pena por tus cartas, pero él no se las merece. Por lo menos, nada hace presumir hasta el momento que lo merezca.

D.Todos se han abierto y la guerra se ha calado. Por lo que a mí respecta, ésta es la última, por lo menos en lo que concierne al tema de su aparición televisiva. Cuatro torpedos ya son suficientes. Lo que estaba pensando, y se lo comuniqué al Enamorado en tiempo real hace unos momentos, era extractar ese y algunos otros pasajes electrizantes y enviárselos.

P.Es una opción. Pero tus ganchos de Tyson son mucho hierro para el peso pluma que se vio en el cuadrilátero de su «emilio».

D.

56

Page 57: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

No te hice caso, verás, y le mandé copia de cinco de tus mejores poemas. Te enuncio el encabezamiento de cada uno: Un ser luminoso lleva «Petrarquita elegiaco»; los dos sonetos cairotas, «Petrarquita modernista (soneto egipcio 1 y 2, respectivamente)»; El Rufo, «Petrarquita hermeneuta», y el soneto que ya sabes, «...porque amor no es hender alegre espuma / sino hundirse para siempre en un naufragio», «Como lo conocí: poeta petrarquista reencarnado».

P.El Pelotero va a jugar al fútbol excrementicio con la pelota de celulosa de los cinco poemas. Aunque Borges diga lo contrario en Fragmentos de un Evangelio apócrifo, no soy del parecer de echar margaritas a los cerdos.

D.Un sector de la carta «El rayo que no cesa» va dedicado a ti. Soy tu adarga.

P.Sí, pero la has clavado en un bausán de trapo y paja.

D.Los muchachos dicen que ni siquiera va a abrir el sobre, que lo meterá en otro y, como hace siempre, me lo reenviará, que es lo suyo: hacer todo «re». Johnny fue el que dudó. Dijo que tantearía el sobre y al notar el grosor, no podría vencer la curiosidad.

P.No espero nada del que se cree todo.

D.Bueno, historia pasada por el momento. Tengo que irme a comer. Me despido.

P.Ciao.

DE: DALTON MAIORASUNTO: Cuarta carta dirigida al Escarabajo PeloteroFECHA: mar 16 ABR 2002

Generadora Dinamo:

No pienses que por poco respondedor no he dado lectura a tus mensajes, tus «Emilios». Como muchas veces —como casi siempre—, no pude acudir el viernes bajo el foquito de acetileno: eso sí, estuve sin estar (¡ah del deseo!, ¿nadie me responde?) como en tantas otras ocasiones; al menos, eso es lo que siento tras leer la carta que acompaña tu mensaje.

57

Page 58: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Hablas (cito de memoria) en un pasaje de «palabras sin carne». Palabras sin carne = carne muerta donde va a poner sus huevos la moscarda —¿recuerdas The Tempest?—: lo que tú haces con el Escarabajo Pelotero. En el breve bozo de la herida del badulaque late la «brève ombre» de W. Benjamin: «Car la connaissance, comme le soleil au plus haut de sa trajectoire, trace des choses le contour le plus rigoureux».

Estoy sólo a tres jornadas del viernes. Espero que mi caballo aguante.

Hasta entonces... ¡Cuántos asaltos por llegar!

Un saludo afectuoso de este pistolero.

Dalton maior

DE: OCTÓPODOASUNTO: Carta a MuchnikFECHA: lun 22 ABR 2002

Ahí os envío, hijos, adosadita como un chalet, la cartita que por cierto problema técnico le enviaré a Muchnik mañana, a más tardar. Ya me diréis.

(Belle, ¿cómo habéis podido votar a Pétain?)

Octo.

P. S.: ¿Alguien tiene para dejarme los libros de Muchnik?

Sr. D. Muchnik, Mario:

No se apure, no es menester. Tampoco es necedad mía si renuncio a la insolencia para tratarle con corrección. Confieso que me hallaba equivocado respecto a usted, como la escueta pero fulminante línea que me dedica me ha obligado a reconocer. Soy insolente, lo admito, y usted es mi maestro, quien me ha abierto los ojos, como el toque del viento levanta la vela, para ver en su impulso su ascendiente moral sobre mí. Ande, abandone su editorial por unas horas, deje que solas se impriman esas obras que a nadie importan y comparta pasión y vida desde este banquillo que esperamos ofrecerle en la Patulea Ansarina de los viernes; no me diga que no puede relegar por un fin de semana a los nietos, ni al recién recuperado baúl de los recuerdos que la 62 había mantenido bajo una tonelada de limo pirenaico. Le aguardará a su vuelta el furor autómata de las linotipias, e incluso sus forzudos obreros, rudos y sudorosos, bellos en su juventud y destreza, agradecerán al amo montaraz las horas de asueto en su trabajo de fotoimpresión, guillotina y qué sé yo del repertorio de tintas, colores y sepias de fotografías viejas.

58

Page 59: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Le juro que puedo verlos, felices, escanciando vinos y cantando alohé, alohé, con los pies amarrados a las patas de las mesas. Disculpe mi imaginación enfebrecida, pero no recuerdo situación más agradable, más que el florecimiento de la primavera, casi, que la marcha del jefe que da paso a odres, serpentinas y guirnaldas —nunca averigüé dónde los escondían, o si es que habitan en las humedades de los rincones, como esos bichillos grises que huyen de la luz y del trabajo y sólo saben de nuestra ausencia— para convertir la circunspección del oficio en sedas transparentes sobre turgencias satisfechas. Dése cuenta del contraste: de la fatiga al placer les separa el paso que usted dé. Un único paso, señor Muchnik, el resto los da el puente aéreo. Y se animará su oficina, en una bacanal de cagatintas, tinterillos y medias plumas, pues en el mundo editorial abunda, a mitad de un camino que nunca culminará, quien ejerce de media espada, a sueldo del que acapara —y es justo, válgame Dios, si lo dudo— las glorias de la cuadrilla. ¿Vendrá si le digo que yo le invito, que tiene un Pernod pagado por mi humilde faltriquera? Vea que soy generoso y no le guardo rencor. Para mostrarle mi afecto sincero, y ahora que no nos oye nadie, añadiré que comparto sus críticas, que nuestras distinguidas cartitas erraron su calado, y que nos merecemos, incluso, el adjetivo con que nos ventila de forma tan sobria como despectiva. «¿Qué se hizo de la amabilidad?», debió preguntarse al recibirlas. «En ustedes, los buenos modos, ¿qué se hicieron?», iteraría de forma por supuesto asaz artística, y que mi mala cabeza sólo alcanza a reproducir con este burdo remedo manriqueño mío. Debió darse cuenta, entonces, de que no logramos ser el abejorro zumbón que molesta a un gran hombre, sino el mosquito impenitente que se ahoga en su propia soberbia. A nosotros, como muy bien ha intuido usted, el mundo literario nos viene grande, pues, ni sabemos razonar, ni escribir, ni tratar con la obligada humildad a quien maneja los hilos, con esa insensatez prometeica de quien embiste la tela de araña sin medir las consecuencias. A lo que íbamos: como usted bien ha desvelado, ¿qué podríamos ofrecerle nosotros, si con nuestra insolencia ridiculizamos a la Dinamo? ¿Qué podríamos hacer por usted, si somos gentes de las que antaño se decía tate, guarda, porque al ofender a sus seres queridos, podemos dejar a Grizzly Grant reducido a nuestra peligrosa compañía? ¿Cómo podríamos siquiera aspirar a que usted le editara un libro a esta tertulia titulado, por ejemplo, Miscelánea, en que hubiera textos y cositas de todos nosotros, incluidas estas cartas y sus magistrales respuestas? ¿Cómo, diga? De mí no puedo hablar: me juzgarán usted y la Historia, e insolente no es más que el inicio de una sentencia en que faltan hasta los considerandos. Es de temer larga penitencia: la merezco; llamarme Octo, llamarme Octo y firmar con semejante pseudónimo a mis años... A estas alturas de la realidad siniestra, sólo a un loco se le ocurre. ¡Que me dejen! ¡Que nadie retire de mi cabeza el capirote de la evidencia! Ya ve usted lo insolente que me resulto a mí mismo, señor Muchnik; tenía usted razón, y se vuelve este malestar contra mí, sin control ya, como el olvidado revólver en manos de un mocoso. «Gugú, tata, punta y dipara», que diría el candoroso angelito, jugando a defenderle de esta caterva de botarates que le infectan el aire con sus insolentes reivindicaciones. La inocencia infantil, a fin de cuentas, no impide intuir cierta mala baba en el tono de unos y otros, como esa

59

Page 60: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

rebabilla de papel mascado que remata —¡ay!, casi imperceptible— el alero de los tejados. Sí, menudo avispero este de la tertulia, señor Muchnik; no le extrañe que no le falte razón en sus aseveraciones. Y no le sorprenda que el tal Macías Gallgaidheal haya leído sus libros antes de escribirle y por eso no se le entienda palabra; quizás esperaba que en su costumbre usted le reescribiera la cartita. Confieso que lo ha confesado. O se lo insinuó a alguien de quien luego se dijo que afirmaba haberlo oído, dicho o escrito, vaya a saber en qué lugar: La Mancha es tan grande... Pero lo que más me asombra es su afán por entocinarle a usted, por encebollarle, enharinarle, ya ve, o como quien dice embrearle, embadurnarle, engrasarle, y que con tanto sebo, con la manteca, el trasunto se le escurra del pie de amigo, obras son errores. Amor de madre, a lo que colijo; autor celoso de sus obritas, que arranca los ojos si los editores ejercen de rompesquinas. ¿Y qué me dice de ése, eh? De ese otro, el desdentado. Sí, sí, me refiero a él, el papanatas, el de la sonrisa interior, la del abuelo que la olvidó en el vaso y las papa volando. El paparote, el papahuevos. Busque usted en sus archivos, en donde guarda también las cartas fotocopiadas de la Dinamo, y averigüe la fecha que le desmiente, porque el diablo, que nunca descansa, se burla de su memoria, ya papanduja, y le amenaza con la retranca de su pandorga. Un tal Silveira... Un tal Silveira... El hombre de los mil nombres, el de los mil silveirónimos; le creyó su afín —mal hierro le parta al ingenuo—, y yendo de la Monroe a Frisón, pensó rastrear las mil caras de esa Historia Sagrada escrita por Muchnik en el siglo veinte. No imagino a Moisés echando a perder su Jordán por un quítame allá este Héctor que estuvo en Hannover. ¿Héctor? ¿Qué Héctor? ¿El hijo de Príamo? ¿Todavía vive? Che, boludo, cómo lo viste, creerás que fuiste el único, pero vos lo sabés de orto; el Petrarquita se lo creyó. ¡A él lo iluminan los caídos! Muy buena ésa, se nota que tenés madera de editor. ¿Por qué no lo rescatás del ostracismo, ahora que tenés algunos versitos más de lo que sigue tejiendo, viejo, esta telita suya donde se prende el sentimiento?

Se acaba aquí mi carta: soy Octo de sólo dos párrafos. En el porvenir espero que cuaje esta amistad que alborea, mientras parafraseo letra suya anterior: Muchnik, no echés a perder este rico y edificante intercambio epistolar sin reincidir y querer enriquecerlo más. Da por iniciada nuestra relación y cuidá en cambio tus afinidades, por eso de «Andá, che, decime con quién andás».

Un abrazo, al FIN.

Octo.

Charla de la dinamo con Petrarquita(sábado 27 de abril)

DINAMOTanto tiempo, viejo...

60

Page 61: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

PETRARQUITAEste amigo que precipitante / ha tantos días que se viene encima...

D.¿Petrarca o Laura de Noves? ¿Quién está en el atrio de Santa Clara en Aviñón?

P.La almádena de Zaragoza al aparato. El comepiedras de Santa Isabel.

D.Estaba por seguir transcribiendo la tesis y de pronto veo tu hombrecito de los hombros caídos en verde.

P.El que graba sus versos en la piedra…

D.El Octópodo sigue con la guerra. Ha ido a la hoguera medio apagada, la de San Pedro, San Pablo y San Pulpo, y ha sacado un tizón de la pila de cenizas y se lo ha arrojado al Escarabajo Pelotudo, como lo ha vuelto a rebautizar, ¡tres veces!, para asegurarse de que le llegaba.

P.Sí, me llegó un pastín incendiario que pegó en el Messenger como si fuera el humilladero del villorrio.

D.El Muchnik se va a querellar.

P.¿Es broma? ¿Desde cuándo se querellan los escarabajos? Creo que estamos llevando demasiado lejos esa moda yanqui de los juicios de chicha y nabo. Que se querelle en el papel y no en los papeles, en las sillas de El Pato Loco y no en los banquillos de la jurisprudencia.

D.Pues si vio la serie Ally McBeal que se dejó de emitir el año pasado y por Navidad Stella y el Micho me regalaron los primeros episodios que vendían en El Corte Inglés... Allí te muestran cómo se hace cuando has nacido demasiado suspicaz, como el Conde-duque con Quevedo, y tienes una mosca cojonera con mucho de volteriana que la ha tomado contigo.

P.¿Acaso quiere que le llevemos en una silla de caderas como criados con librea a la señora Damajuana de la Bosta? ¿Vamos a morir aplastados como por la bola del templo rupestre de En busca del arca perdida? ¿El Pelotero está formando la bola más grande del mundo y va a barrer del planeta El Pato Loco?

61

Page 62: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

D.Anoche Rosafría o rosa fría, como quiere que escribamos su apodo, llevó al cuartel una fotocopia de un artículo que le publicaron en el suplemento cultural del diario El Mundo, titulado Informe sobre el estado de la edición. Allí pretendía burlarse de los plagios que quedan impunes. En el substrato estaba el caso de Ana Rotas Almorranas.

P.¿Qué tal el estilo de la moza? No me ha llegado todavía ningún texto de la niña, aunque sea congelado.

D.No, me entendiste mal. El artículo era del Escarabajo. La burla pretendía estar dictada por la honradez. Se erige en cruzado de una edición pulquérrima en lo moral, ¿sabes?

P.Ya sólo le queda salir a dúo con Izaguirre en Crónicas marcianas desnudándose ante las cámaras para demostrar su honradez republicana de toga cándida.

D.Phantom 8000 el Bólido Arcipreste dio en el clavo cuando atribuyó el drama a que quería jugar a un juego del cual había sido apeado. Quería jugar, pero las reglas del juego habían cambiado, y utilizaba la hidalguía como escudo. Él edita libros, pero los libros que tienen éxito los editan otros.

P.Yo creo que sale mucho últimamente en los mass media; quizá sea una forma de defender en público lo que no sabe salvaguardar en las cartas a la tertulia. Es como si se confesara de los pecados que le echamos en cara y su mala conciencia le llevara a salir a todo trance en prensa, radio o televisión.

D.No creo que bajemos al ruedo de su conciencia, donde no hay sol. No creo que seamos tan importantes. Allí él está a solas en la obscuridad del Padre. Creo que se empecina en mantener la dualidad compuesta de la figura idealizada —heredada del viejo Muchnik— del editor que edita lo que le gusta, es decir, es un fracasado y un perdedor para el mercado, y el otro editor que no se decide a ser, el que quiere amasar dinero con los libros, lo que se ha vuelto de todo punto imposible pensando que encarna el espíritu del Renacimiento y que es el otro término de la dualidad. Sueña con que se hagan películas de los libros editados por él y algún día pueda entrar del brazo de sus autores —literal—, pisando la alfombra roja del Dorothy Chandler Pavilion.

P.

62

Page 63: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

Pues que le vaya bonito, a mí todo esto me empieza a cargar un poco; si no escribe contestando a las últimas andanadas, ¿qué pensáis hacer?, ¿seguir dejando recados en el Muro de las Lamentaciones? Porque creo que este hombre va a contestar con el silencio. Si todo lo que escribiste y le escribimos sólo sirvió para recibir una carta irrisoria, ¿qué más podemos esperar de él?

D.El Destino no ha querido que John Grisham, Michael Crichton o Tom Clancy lo eligieran a él para editar. Podría haber ido a Hollywood con Bruce Chatwin, cuando Klaus Kinski hizo Cobra verde, pero no le alcanzó la cuerda. Se ufanaba del monopolio que tenía de Canetti y tampoco acertó. El combustible de su premio Nobel sólo alcanzó para llegar al ghetto.

P.Lástima que le mandaras mis poemas, gesto en vano, porque no va a hacer nada de nada. No se estremece el cadáver si no le das una patada.

D.¿Has escrito algo nuevo? ¿Estás escribiendo?

P.Estoy dándole vueltas a un poema a la Universidad, pero no sé si despertar esos recuerdos será un acto de justicia o de necrofilia.

D.Se armó una de San Quintín hace dos viernes al comunicar mi propósito de enviar el dossier a varias personas en distintas editoriales que lo conocen, para desenmascararlo. El coche se puso como un basilisco..., bueno, estabas tú presente; pero es que después, en la semana, me envió, «por la espalda», una nota descalabrante que no le he mostrado a nadie, en la que rugen las contradicciones.

P.Sí, sus ditirambos me resultaron harto estomagantes y no creo que le aguantara otra crisis de «carcelero» de su propia torre.

D.Le envié el dossier al Mosquito, pintando cuidadosamente la dirección del coche para que no se viera, y ayer le dije que le había obedecido. Tendrías que haberlo visto. Casi no despegó los labios en toda la noche y se lo veía muy alicaído. Si no tienes nada más que agregar, me despido para seguir transcribiendo.

P.Transcriba, caballero, transcriba.

63

Page 64: saxongrant.files.wordpress.com€¦  · Web view¿cómo se puede tener la poca vergüenza. de escribirle al Petrarquita esa mísera línea que le echa, como advierte en algún lado,

DE: OCTÓPODOASUNTO: Sobre lo del viernesFECHA: lun 29 ABR 2002

He meditado largamente sobre tu idea de desparramar nuestras cartitas por los cinco continentes editoriales, y tras pensarlo durante unos segundos, creo que es muy buena idea. Nosotros somos libelistas. Es un orgullo.

Si la Piquer era cupletista, y muy contenta estaba de serlo, ¿por qué no podemos nosotros cantar las excelencias indignantes del Escarabajo Pelotudo? A fin de cuentas, obras son amores, y nuestras cartas muestran cuánto le queremos.

No dudes de tu determinación por un advenedizo; que el Cochecito Leré pase a la historia por ser un pedacito de chusco, tan modosito él, que les grita a los de la tertulia y luego se baja los pantaloncitos —de caucho, que es coche— ante cualquiera. ¿Acaso creerá que el Pelotudo es un diosecillo egipcio y que le castigará dejándole fuera del reino de los muertos?

Quizá sea así, quizá pretenda entrar en ese reino ya cadáver que es hoy el editorial.

Suyo afectadísimo,

Octo.

DE: OCTÓPODOASUNTO: ¿Estáis ahí?FECHA: juev 2 MAY 2002

¿Nadie escribe? ¿Nadie piensa, habla, dormita o muere? ¿Tanto silencio, infernal, en mentes que dícense clarividentes, y que no alumbran nada durante horas (¡durante días!) como si ya no importara decir? ¿Hay que conformarse con el silencio? ¿Va a ganar, tan fácilmente, esta partida, el Escarabajo, por abandono de los demás jugadores?

¿No os importa lo que haya pasado en este mundo y el otro, como si no fuera asunto vuestro, como si vuestros ojos, nariz y oídos descansaran el sueño de los justos?

¿Es cuanto tenéis que decir?

Octo.

64