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    EI concepto depatrimonio cultural

    Introducci6n

    UE4iiSA

    n este articulo presento un modeloteorico y metodologico que preten-de explicar los procesos de cons-truccion y de caracterizacion del patrimoniocultural en toda su compleja casufstica, Sabreeste problema he escrito recienternente endiversas ocasiones y par tanto novoy a aportargrandes novedades paraquien conozca estestrabajos (al contrario, tom a algunos parrafosde elJos practicamente al pie de. la letra), siaeaso 'Una mayor 'concision en algunas f0D11U-laciones, fruto de la crftica y del contraste deopiniones con colegas y alumnos. siernpre enla linea de sornetera juicio la capacidad expli-cativa y predictiva de este- Insrrumeneo. Enconsecuencia vuya exponer rnodestamenternis tesis en sus rasgos principales, de tinaforma incluso elemental y esquernatica, parafacilitar al maximo el debate y Ia contrastacioncan la realidad ernpfrica, y sin .acudir, partanto, ni a la excepci on alidad ni a ningun argp-mento de autoridad que no provenga de SlI pro-pia capacidad heuristica. Entiendo que esto es10 que demanda la eiencia y 1a sociedad, espe-cialmente en campos que rnovilizan recursos eintereses nada desdefiables.EI termino patrirnonio, partiendo de una rafzcormin, ha adquirido un caracter polisemico.En estas paginas me voy a referir estrictamen-te a la acepcion que remite al concepto depatrirnonio cultural, entendido c-omo todoaquello que socialrnente se considera digno deconservacion independienterrrente de su inte-r6$ utilitario. Pot supuesto este concepto abar-ca tambien 10 que conuinmente se conocecomo patrirnonio natural, en Lamedida ell quese trata de elementos y conjuntos naturalesculturalmente seleccionados,

    EI patrirnonio cultural es una invencion yuna construccidn social Utilizo adrede y con-juntarnente estas dos expresiones, que frecuen-temente pensamos como contrapuestas, en lamedida eo que entiendo que, porlo menos ennuestro case, se presentan en cam bio comocomplernentarias; forrnando parte de unrnisrno proceso, manteniendo .una relacionnecesaria, aunque Be den tambien entre ellassituaciones de tension, como verernos hacia el

    Llorenc Prats1511= it .. _. tl 1 I-AZuI.

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    sos sabre la realidad can visas deadquirir car-tas de naturaleza y, par tanto, ton el poder (nos610 con el poder politico 5 1 como tal se entien-de exclusivamente.el que deriva delestado), yasocio la idea de construccion socialcon losprocesos de legitimacion, es decir, de asimila-cion social de estes discursos mas 0 rnenosinalterados. Podnamos decir, pues , que ningu-na invencion adquiere autoridad hasta que nose legitirna como ccnstruccion social y queninguna corrstruccion social se produce espon-taneamentcsin UJl discurso previo inventado(ya sea en SLlS elementos, en su composiciouy/o en sussigrrificados) por el poder, par' 10meuos, repito , por Jo que al patrimonio cultu-ral se . tenere.En la utilizacion social de la aocien depatrimonio cultural se 'produce una confusionrecurrente (10 anriguo y 1 0 moderno, el lISO yel desuso 10 material y 10 inmate rial ; el origi-nal y la coria, la museabilizacion de la reali-dad y la desmuseabilizacion del patrimonio, lafragmenracidn disciplinaria y la globalidad dela experiencia, ...) que entiendoque Sa debe alheche de que bajo esta denorninacion engle-bamos tres procesos distintos, aunque enalgu-

    nos puntos complementarios, que obedecen aintereses igualmente distintos, aunque tam-bien en aJguna's ocasiones convergentes, decaracter, respectivamente , polftico, econorni-co y cientffico.Vayarnos par partes ..

    El patrirnonio cultural:criterios constituyentes ycriterios concomitantesI origen del patrimonio cultural, ensu acepcion contemporanea, y 'SUproceso de construction. no meparece distinto de otros procesos de represen-tacion y legitimacion simbrilrca de las, ideolo-gfas. Basicamente consiste en 1a legitimacionde unos referentes sirnbolicos a partir de unasfuentes de autoridad (de sacralidad si se lesprefiere Ilamar ast) exrraculturales. esenciales

    y, por tanto, imnntables. AJ confluir es tas fuen-tes de sacralidad en elementos culturales(materiales o inrnatetiales) asociados con unadeterrninada identidad y con unas determina-

    Llorem; Pratsdas ideas y valoresesta identidad, las ideas yvalores asociadas a losetementcs culturalesque 1a representan, asf como el discurso que layuxtaposicion de un conjunro de elementos deesta naturaleza genera (9 refuerza], adquierenasimismo un caracter sacralizado y, aparente-mentevesencial e inrnutable.Todo esto .se produce inicialmente con elromanticismo. Los fenomenos formalmenteasimilables que errcontramcs en-otros perfodosde la historia (colecciones reales, gahinetes decuriosidades) 0 en otras culturas, son radi-cal-mente distmtos en sus respectivos procesos deconstitucion, as! como en su funcion y signifi-cado, de 10 que entendemos contemporanea-mente como patrirnonio cultural y no seria lici-to agruparlos so pena de peear de presentismoy ernoceutrismo. Los criterios de legitirnacionextracultural fijados por el romartticismo sonrnuy caracterfsticos de este tnovirnieruo , a laVeL que participan de un principia- de univer-salidad. Strata de 1a naturaleza, la historia yla genialidad hija de la inspiracion creativa.Formalmente, el romanticismo representauna reaccion de sinrazon y desrnesura frente a

    hi. razon y a los canones ilustrados , del indivi-duo contra el estado , dell iberalismo contra eldespotismo ilustrado. Como se ha drcho tam-bien. el rornanticismo es la ideclogla de la bur-guesla, Y su glorificacion del indi viduovnodeja de serlo de la libre ernprcsa. Pot eso , estosrnori 9'0S- (naturaleza, histori a, geni alidadjsontan queridos a la estetica y Ia ideologfa roman-rica: la naturaleza indornita, merafora y reto asu vez para I l l " I ibertad individual, la hiMoria,los heroes y las grandes gestas legendarias,que los rornantrcos no so lo cantaran, sino queen algunos cases trataran de imitar, Y Ia inspi-racion creativa, una nueva percepcion del eou-cepto de autor, la revindicacion de Ia imagina-c ion y del genie frente a la imitacion y alacademicisrno caracterrsticos de la ilustracion.Pero estes motivos romanticos no pasartande ser orientaciones esteticas si no fuera p01' sucaracter extracultural, sacralizado, repito, si sequrere, Esto no tiene nada que ver espeeffica-mente con el rornanticismo, sino con princi-pios globales de Iaeoncepeien de la sociedady Ia-cultura. y se da, por tanto, en una perspec-tiva transcultural, La fuerza que detentan lananrraleza, la liistoriay la genialidad ell ordena legitimar la realidad social proviene delhecho de que e s t a n , IU'aS aUb del orden. social y

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    E1concepto depatrimonio culturalde sus leyes. La naturaleza (idealmente Ia natu-raleza salvaje no rnaleada par el hombre, susfuerzas desatadas, sus peligros y misterios)escapa al control humane y revela Laexistenciade unos poderes que no se pliegan al ordeusocial. La historia, el pasado (incluso el futuro)'en tanto que tiempo fuera del tiempo, escapatarnbien a nuestro control, esta tambien masalla de nuestro presente cotidiano (el iinicotiernpo que dominamos), poblado de hechos ypersonajes, magnificados en Ia oscuridad , queencarnan e1 bien y el mal, nuestras esperanzasy nuestros temores-rnitificados ell surna, Y,portanto, inalcanzables por nuestras leyes, pera, Yde ahf su influencia, unidoscon n050L1'O$ pOI:utia dependenci a U 1 1 idireccion al de fili acionque les convierte en nuestros ancestros. asfcomo a los tesrimonios de sus vidas.y sus ges-tas, en nuestras reliquias, La genialidad repre-senta la excepeionalidadcultural, Iindividua-lidad que rransciende, y por tanto transgrede,las reglas y capacidades culturales que rigenpara el cormin de los mortales: hombres excep-cionales que desaffan l I T I orden social que sebasa en Ia hornogeneizacien de los individuos,)', por tanto, afirman Ia Fuerza del individuomas alia de los Hrnites culturales. Toda lafuer-za extracultural de estes elementos, que lossinia mas alia de lQS confines de I a capacidadde la sociedad para controlarlos y sujetarlos, sepuede atribuir a : fuentes impersonates 0 a fuer-zas personales, en este riltimo caso podrernoshablar con propiedad de la sacralidad de taleselementos, del control de InS dioses sabre lanatnraleza y sobre el tiernpo , sobre la historiaque discurre por cauces trazados por ellos,aunque inoomprensi b 1 es para nosotros (loscaminos del seno r> ' , sobre u1 futuro, que soloellosconocen y pueden transforrnar, y sobre Iainspiracion y el genio, la gracia que ellos con-ceden (recordernos a las musas) a determina-dos individuos. Son aspectos muy recurrenresy conocidos pOI los antropologos en los cualesno creo que sea necesario insistir mas. Diga-rnos, en cualquier caso , que el origen divino 0no de estas fuerzas 1 10 . tiene una irnportanciasustantiva, 1 0 que sf es decisive es suubieacionmas alla de los lfmites de la cultura y de lacapacidad de controlsocial, porque s61 0 1 0 q ueesta fuera del alcance y per encima del orden ylas reglas de nuestro munde puede conferir unprincipio de autoridad absoluta a : los elementos

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    Los criterios enunciados (la naturaleza, lahistoria y la genialidad) constituyen los Iadosde un triangulo dentro del cual se integrantodos los elementos potencialmente patrimo-nializables en e1contexte de (lila dinamica deinclusion y exclusion considerablemente rtgi-da, Quiero decir con ello que cualquier cosa(material 0 inmaterial) procedente de fa natu-raleza, de la historia 0 de La genialidad seincluye dentro de los lfrnites del triangulo ycualquier otra eosa que no terrga estaproce-dencia no. El contenido de este triangulo seconstituye pues ell un pool virtual de referen-tes sirnbolieos parrirnoniales. La cual no quie-re decir que todos sus elementos integrenauto-rnaticamerue patrirnonios, sina que sonpotencialmente patrimonializaoles, que esrnuy distinto. Para integrar patrimonios , 0,mejor, repertories patrimoniales, deben seractivados, comb veremos mas adelante.Los criterios que definen este trianguloquedelimita el pool patrimonial son a nll en tenderrnuy firmes yestables y representan los verda-deros criterios constituyentes del patrimoniocultural.No creo, como se apuutacon frecuencia,queotros criterios, singularrnente.Ia perdida defuncionalidad (la obsolescencia), Laescasez, eincluso la nobleza de determinados elementos,intervengan en la fijacionde 1 0 que es 0 no espatrirnonializable. Vearnos, por ejemplo, lascatedrales 0 10s monasterios benedictinos . quesiguen cnmpliendo perfectamente sus funcio-nes digamos tradicionales y, sin embargo,constiruyen adernas elementos patrimcnialesde primer orden. Quizas 1 0 que nos llama aeng-aile ell este terrene es.el hecho de que cual-quier elemento obsolete, tarde' o temprano serahistorico, y poi' tanto, pasara a formar partedel pool. pero no por obsoleto, sino por histo-rico. POI este mismo camino podemos obser-var como nos deshacemos de objetos obsoletesque aun no se ban convertido en historicos,aunque sean escasos, como, porejemplo, loselectrodornesticos anticuados (pero noaunantiguos) 0 nnestros viejos trajes, que dentrode LIn os afios pueden for mar parte perfeeta-mente de las coleccioues de un museode 1aindumentaria. La escasez, pot otro lado, tam-poco es un criterio autonomo, sino que depen-de, por una parte, de $LI pertinencia respecto alos criterios basicos enunciados (los cuadros

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    tibles, y a nadie se le ocurrlra considerarloscomo patri monio cultural), y, por otra parte, delos valores hegemcnicos .de una sociedaddeterminada en U11 mornento dado. Los bas-ques, porejemplo, no constituyen en muchaszonas de Europa un bien escaso, segiin losexpertos spn rnucho mas abundantes que haceun siglo, y, sin embargo, hoy tieuen un valorpatrimonial que antes no tenian. Mas que :deuna escasez real, se tratarfa puesvsi podernosllarnarleasf', de una eBc;as.ez percibida, Lauobleza de determinados elementos patrirno-niales e.Sotroeriterio q l i e ind ucea confusion.Nadie discutini la pertinencia patrimonial deun monumento histririco 0de tina obra de nne,incl usa de un arniguo tocador '0de uu apeto delabranza, rnientras que, en cambio, pareceramas discutible la de otros objetos que 3 1 1 n boypodemos considerar vulgares 0 de mal gusto.No hace mucho que, tanto en el campo comoe n 1a ciudad, nos deshacfamos LiteraIr nen t e ,con Ia impaciencia de quien sci deshace de larniseria, de objetos en desuso de nuestra vidacotidiana que hoyserfan muy apreciados parcualquier museo ocoleccionista particular.Tambien aquf seguramente podnamos hablarde una nobleza percibida que tiene mas quever COil los valores sociales hegemonicos quecon In enridad de loselementos, siempre den-tro de los criterios basicos establecidos.Asf pues, obsolescencia, eseasez y nobleza,representan a rnientender., criterios concorni-tantes que pueden explicar u n a carnpaiia deurgencia o una actuacion vpreferente, perosiernpre dentro de LOslfrnites definidos POl' losverdaderos criterios constituyentes del poolpatrimonial ydependiendo de valoreshegerno-nicos cambiautes, .Sj los cri teriosq ue constituyen las paredes,por asf decirlo, de este triangulo que determi-nael pool virtual de referentes patrirnonializa-bles .son firmes y estables, podrfamos decir encambia que sonasimismo flexibles y permea-bles en cnanto a fa casufstica particular-ontiendasc bien-sin ceder lin apice en su rigi-dez fundamental-. Esdecir: i,cuando algo es 1'0suficienternente viejo como para ser antiguo?l,cu3.:ndoun paisaje es 1 0 suficientemente natu-ral como para no serartificial, o bien, aun nosiendo 10 suficienternente natural es 10 sufi-cientemente antiguo como pam ser-patriruo-nializable? i,tllatidb una obra se debe 8.1genio,ala inspiraeion creativa y no al mero acaderni-

    Llorenc Pratscismo, y quien 10 deterrnina", .. No tengo res-puestas rotundas para estas cuestiones, y meparece mas diffcil, y tambien menos necesario,reducirlasa unos pecos principios generales,como hemos heche para ia fijacion de los cri-terios constituyentes del pool. Pienso que, ellgeneral, tienen que ver fundameutalrnentecorrlos valores lregemonicos cambiantes, eon lasautoridades disci plinarias y corp orativa ssoeialrnente sancionadas Y, en defini t i v a , , conla ratificacion social-de los criterios de selec-cion y activaeion, todo locual, siatendernos alos vaivenes que se danen la fijacion y revo-cacion de la casufstica (cuantos genios noapa-recen y desaparecen de nuestra his ro rla , c ua n-los monurnentos no caen ora en e1 olvido pararesurgir mas adelaate, ...) produce una sensa-cion de inestabilidad que se acrecienta confer-me nos acercamos a los margenes del pool,Porque no todos los referentes patrimonia-l e s t i enen el rn i s rn o . p re cio . Como e s sabido, 1

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    El concepto de patrimonio cultural

    de atributos, serfa ercasc de la naturalezaincontarninada.

    El patrimonio comoconstruccion politica" . _ . ~ l l J \ i ;y W .. w.J pool virtual conformado por loscriterios expuestos no existe en larealidad, ni siquiera es la suma de

    todos los referentes patri.moniaJes activadospor rnuseos y otras instituciones, sino algo as feorno un Inmenso y abstracto almacen deposibilidades, una coleccion hipoterica detodos los referentes patrimoniales posibles,Los patrimonies realrnente existentes sonrepertorios acti vades de referentes patrimo-niales prccedentes de esc pool, ya sean rnonu-mentes catalogados espacios naturales pratergidos. colecciones museisticas , parques.arqueologicos etc. Estos repertories son acti-vados (en principio)por versiones ideologicasde la identidad. .Debo aclarar que entiendo que la identidad,del tipo que sea, es tambien ella misrna unaconstruccion social y que eS un heche dinarni-co, aunque C0l1 un razonable uivel de fijaciony perduracion en el tiempo, y que toda formu-lacion de la identidad es tinicamente una ver-

    sion de esa identidad , un contenido otorgado au n a deterrninada et iqueta ; que, pOl ' tanto, pue-den coexistir y de hecho coexisten normal-mente distintas versiones de una misrna identi-dad" que babituaJmentese articulan enrelaciones de complementariedad U oposicion,aunque tambien puede suceder que se ignoren.No se si es preciso aclarar tambien que entien-do que roda version de Una.identidad , se expre-se como se exprese, es ideologica, en el senti-do que responde a unas ideasy uuos valoreslJrevioS, normalmente subsidiaries de unosdeterminados intereses, 0, si una forrnulaciontan mecanicista resulta molesra al lector, quese establece por 1 0 menos en cualquier versionde la ideutidad una relacion dialectica entre Iarealidad, las ideas y los valores, y losinteresesde quienes la propugnan y la comparten. Elpatrimonio, mejor dicho, las diversas activa-ciones de determinados referentes patrirnonia-les, son representaciones sirnbolicas de estasversiones de Ia identidad,

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    Las representaciones patrimoniales puedenafectar a todo tipo de 'identidades (y de hecheas! es) pero , par su misma naturaleza, se sue-len referir principalrnente a las identidadespolfticas basicas, es decir.Iocales , regionales),nacionales.Volvamos al roruanticismo. El rornanticis-mo no fue un movimiento cultural autonomoque se produjo en los albores de la edad con-temporanea. 61 romanticismo solo seexplicaporel irresistible ascenso de la burguesfa, queconducirfa a la revolution francesa'y a las pos-teriores revoluciones burguesas, a la llamadarevolucion industrial y a ia libre empresa. Unaburguesfa que necesitaba, entre otras cosas ,una politica liberal que no impusiera trabas alos negocios urbi et orbe, una ciencia que sedesarrollara sin obstaculos de ninguna clase amayor gloria de la libertad y del progreso tee-nologico, una expansion colonial que penni-tiera explotar nuevas fuentes de materias pri-mas y abrir nuevo'S mercados, y una. ideologfafavorable a 1a libertad, a la iniciativa;u la ere-atividad, a la afirmacion =siempre en estamisma lfnea- del espiritu de los pueblos y alalegitimaci6n de Ia expansion de la civilizaci6neuropea por todo e t mundo.Es ell este contexte que e.l .romanticismoimpulse lo s naeionalisrnos (can 0 sin estado),los pannacionalismos y los colonialismos, Losnacionalismos tienen , por 10 rnenos, dos vir-tualidades: convertir Ia ernpresa capitalistaenL1n amision historica y arnortiguar Jos corrfl ic-tos sociales. La patria se convierte en intrfnse-camente buena (incluso sagrada) y laernpresacapitalista en un servicio a la patria y unaexpresion de sus valores esenciales (conve-nienternente definidos y legitimados de acuer-do con los mtereses de Jas clases dominantes).EJ nacionalisrno adquiere asfun caracter .inte-grador: la lucha contra la empresa, 0 el simpledesinteres, se convierten en un delito de lesamajestad bacia la patria y su progreso y en unaansencia absoluta de las virtudespropias delcorrespondiente caracter nacional. Elcclonia-lisrno fue tambien indireetarnente impulsadopor el romanricismo que fornento Ia epicadelos exploradores (tras los cuales llegaban losadministradores y las ernpresas) y la lucha porla libertad, y ratificado incluso cientfficamentepar la anrropologfa yotras disciplinas satiatesque 10 presentaban como una labor humanita-ria de ayuda a los paises exoticosen SLl inexo-

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    able camino hacia la civilizacion. Los panna-ionalisrnos, en fin, (como el eslavo 0 el ger-anico) participan un tanto de los dos mode-os anteriores y se inscriben dentro de Iainamica de la integracion de pueblos, fuerzasy mercados y de la lucha por laegernonfa entre las potencias industrialesuropeas. Evidenternente, todas esas construe-lones polfticas, necesitanser formalizadas,plicadas, representadas y legitimadas ideo-ogicamente , y, si se quieregarantizar su efica-ia, deben penetrar profundamente en el tejidoocial. De ahf que elsiglo XIX, y en el marcoel romanticismo, sea, un peI'fudb de un graulu vio identitario .. Viejas y nuevas identidadescaracter nacional, pannaciona I y colon ial ,e construyen 0 se recons truyen, mientrastras se diluyen, Para esose recurre a todo tipoe doc tri nas , sistemas destrnbolos y represen-aciones, entre ellas las patrirnoniales. POl' esoe.puede.afirmar, como dicen diversos autores,en EUI'Opa el siglo XIX constituye unadad de oro del patrirnonio national, y que eliglo XIX es el siglo de los museos, museosue respondfan a veces muy explicitamentealespertar de un sentimiento nacional y patrio-ico. Incluso las coleccicnes del Britishuseum, en esta epoca, ya no son botines deuerra sino una apabullante manifestacion dea superioridad del esptritu Ingles y de sungente obra de civilizacion y salvaguarda decultura.i .Que signjj'ica,en definitiva, activar unepertorio patrimonial? Escoger determinadoseferentes del pool y expone r l o s de una u otraorma, Evidenremenre esto equivalea articularti discurso que quedara avalado por la saCTH-id ad de los referentes. Este discurso depende-a de los referentes escogidos, de los siznifica-os de estos referentes que se destaquen, de larnportancia relativa que se les otorgue, de sun terrelacion (es decir del orden del conjuntoue integren) y del contexte (eo un proceso noxento , a veces, de burdas pretensiones deednccion de los sfrnbolos a signos). Es bienlaro , pues, que ninguna activacion patrimo-ial, niuguna, de ningun tipo, es neutral 0 ino-ente, sean conscientes 0 no de ello los cones-ondientes gestores del patrimonio.Lossfrnbolos patrimoniales, como en cual-uier sistema simbdlico, SQIl deudores de una

    Llorenc Pratsmodele referido a 13 religion, pero que es per-fectamente extrapolable a cualquier represen-tacion de la realidad con vocacion normativa.Geertz L lam a a estos dosextremos v is ion delmundo. y ethos respectivamente , y propug~na que Ia coherencia entreellos se da de talforma que los valores (el ethos) parecenernanar directarnente de las ideas (la visiondel rnundo) y ser su mera consecuencia,mientras que, por tanto yen logica cQlTeSpOD-dencia, las ideas aparecen como plenamentecoherentes CO)) los valores y todo ello (aquf esderide intervienen los principios Iegitimado-res) como puro reflejo de 1a realidad, A mientender la variable independiente de este sis-tema son los valores que secorresponden COliunos determinados inteteses, de ahf la diversi-dad de versiones que pueden existir simultaneao sucesivamente sobre una imisma realidad(una rnisma identidad) y el caracter abierta-mente instrumental de estas versiones Lde queotra forma se explicarfan sino las manipulacio-nes de referentes y corrtenidos? La correlacionentre intereses, val ores y situaciones historicascambiantes, creo que penni ten .entender estasacti v ac i o n es patri 1110niales como estrategiaspollticas,i.Quien activa estas versiones , estes reperto-rios patrirnoniales adjetivados? Per supues-to no es la sociedad, ni existe .en el irnpu 150de' estos procesosninguna suerte de sujetocolectivo (a 11actualidad, me remito), la'sociedad puede adherirse yio otorgar (u opo-nerse y denegar}, consensuar una representa-cion, una imagen, un discurso, ... y aun siem-pte Mgrade y forma Variable .segun losindividuos, pero esta representacion, esta ima-gen, este discurso, han sido elaborados porindividuos concretos,al servicio, mas omenosconsciente, de ideas valores e intereses con-cretos, aunque mediante la imagen del sujetocolectivo se pretenda naturalizar dichos pro-cesos. En el plano de la realidad social, y eoultima ins tan cia , quien activa repertories patri-moniales son en primer lugar los poderes cons-tituidos. El poder politico fundamentalmente,los gobiernos locales, regionales, nacionales,... no tanto porque otros poderes -el poder eco-nomico, singulannente- no tengan capacidad,para activar repertories patrirnoniales, que latienen sobrada, sino porque, en general, estan

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    El concepto de patrimonio cultural

    aparte seria la Iglesia, singularmente en nues-tro caso Ia Iglesia Catolica, que 11apromovidoactivacionespatrimoniales de arte sacro y que,sobre todo, ba utilizado elementos potencial-mente patrimoniales Como simbolesdorninan-tes con una gran capacidad de condensacionideologica. Sin embargo, en este caso, no creoque se pueda hablar (unicamente) de activa-ciones patrimoniales (aunque Los referentespudieran serlo) sino de sirnbolos religiosos(con soporte material) legirimados, saeraliza-dos (y nunoa rnejor dicho) directamente porDios.Volvamos al poder politico que ha sido, esypresumiblemenre sed; el principal agente deactivacion patrimonial, e1 principal constructorde museos. de parques naturales y arqueologi-cos, de catalogos de monurnentos, de identida-des ... 81 estado, las autonornias 0 los munici-pios, sus respectivos gobiemos, no acnian eneste sentido de forma diferente , sino conmayor 0 menor inrensidad segiin sus medias,perc tambien segua sus urgencies identitarias.No solo el poder politico legalrnente consti-tuido=lcs gobiernos:- puede construir patrimo-nios, sino tatnbien el poder politico informal,a l ternat ivo.Ta opos i c i on . y, curiosamente , con

    mas intensidad (aunque no solo) cuando estaoposicion no puede luchar abiertamente en laarena polftica del estado, en las instituciones, yse mueve en situaciones de clandestinidad. EIvalor de Ia cohesion, la confrontacion e incIu-so la inversion sirnbolica, )",por tanto de losrepertories patrimoniales represerrtando ver-siones al ternat ivas de 1:'\ identidad, es, eaton-ces enorme, aunque no se puedan hallar enmuseos, ocultos 0 incluso virtuales, pero per-fectamente conocidos y presentes para Iacolecti vidad ideologica.Los repertories patrirnoniales tambien pue-

    den ser activados, finalmente, desde la socie-dad civil, por agentes sociales di versos, aun-que, para salir adelante , siempre deberancontar con el soporte, o,cu

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    veeinos hasta las grandes masacres historicas,se puedc hacer presents al tnornentoen lossaloues de 1 1uestras Casas; y, correlati vamente ,esta mi s rn a re al idad se desnatural iZ,I; adq uiereuri caracter virtual.Con el turisrno y la television podernosdecir, pues, que, adernas de nuestra propia vidacotidiana, vivimos orras dos realidades ajenasa traves de los viajes (ya sean materiales ovirtuales). Esto nos ha habituado tambien aconvertir larealidad en espectaculo, es decir aque todo (incluso 1&guerra y la rniseria) poda-rhos contemplarlo como espectadores, a la vezque la economla de mercado nos ha acostum-brado a que todo (tambien Ia guerra y la mise-ria) se pueda convertir en articulo deconsurno(aunque sea tambien como espectaculo) , esdecir.se pueda adquirir COD dinero.Esta dinamica afecta tarnbien aJ ambito delpatrimonio. No solocuadros y monurnentos,sino fiestas y tradieiones, procesos product]-vos y culturas emeras se han convertido enespectacules, en artfculos de consumo.rya seapara la television, yasea (muehomas autenti-co) para el turisrno cultural, hast,l el punto que,para muchas comunidades se ha convertidoenel unite) -0principal- modus vivendi,La relacion entre patrimonio y turismo noesun heche reciente, al contrario, el patrirnoniohasido , por as! decide, el prirnero, o uno de:los primeros motives de cornpra de los viajesturfsticos , aunan tes de que s e pudiera hablardel rurisrno tal como [0 entendemos actual-mente. De todas formas, coil. Iaespectaculari-zaci6n de la realidad y Ia masificaciondelturisrno, se produce un cambia cuantitativo ycualitativo en la asociacion entre.patrimonio yturisruo. Por una parte, los destines patrimo-niales' clasicos se ven someri dosa UJl a presiontutistica cada vez mas intensa y en algunoscases brutal, que IIega a hacer terner por suconservacion. Correlativamente, esos destin ospatrirnoniates previarnente activados entran e)lla logica del espectaculo y del eonsumo yseadaptan a inuevas demandas y necesidadesexposirivasxo pena de quedar marginados.Finalmente se activan repertories patrirnonia-les basta en tonce s inviables y queahorasehacen facilmente accesibles gracias a la facili-dad de los desplazarnientos y a 1a crecientedemanda deatracciones turfsticas.Todo ella vaa dar Ingar a profundae trans-formaciones en el toobitb del tratamienro del

    Llorenc Prats

    patrimonio: sus instituciones mas clasicas -Iosrnuseos siDgularmcllle- se plantean una r e n o -Vaci0I1 formal, que" aun sin pretenderlo,at"ectaprofundarnente a S ;J rnismo sentido. Las aeti-v acrortes de repertories patrimoniales, viejas ynuevas, se mid e ll fundamentalmente, ' 110 ya porla cantidady la calidad de las adhesiones, sinopore] eansumo (es decir, porel numero devisitantes) y ninguna de ellas puede escapar aeste nuevo baremo de cornpetitividad. Prelife-ran Iasexposiciones remporates, es decir, lareuovacion delaoferta, asociadas a una conti-!1Ua, incluso diria frenetica, innovacion de lastecnicas expositivas, a [as cuales se incorporainmediatamente cualquier novedad tecuologi-ca, y, sobre todo, nacenun nuevotipo de acti-vac i one s patrimoniales ellya motivaciou 1 1 0 e sya de caracter identitario, sino abiertamenteturfstico y comercial , para 10coal, los referen-tes que se activan y los signiticados que se Iesconfiere no responden ya a los diversos noso-tros 'del nosotros que pueden representar Lasdisti11as versiones ideologicas de la identidad,sino, fundamenralrnente, al (sin los) nosotrosde 10.

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    EI coucepto depatrimonio cultural

    poblacion COU10 vision de SI mismos, comomemoria colectiva. AsL 13 experienciapuede desmentir puntualmente los contenidosde determ inadas activaciones patrimoniales,pero, en la medida en que la experiencia no hasido formalizada y el discurso exterior sf,aqueUa solo .matiza Y puntualiza, pero nuncacontradice abierta ni globalmente. Por otraparte, Lamisma identificacion , asimilada portodos, de la nocion de patrirnonio -fundamen-talrnente del patrimonio artfstico-arqueologi-co, pero tiltimarnente tarnbien , del patrimonionatural y popular--, haec que Ia poblacion Sitplantee (oacLrtrita) esas mismas acrivacionesturfstico-patrimoniales de acnerdo can losparametres de fijacion del pool patrimonialanteriormerrte expuestos. Todo ello provocadinamicas localeso comarcales de una extra-ordinaria complejidad en las cuales se mezclanlas adhesiones identitar'ias y los intereses turfs-ticos de una forma notablemente enmarafiada,y a las cuales no son ajenas el faccionalj smop6lftico, los intereses econornicos e incluso lasconfrontaciones personates. Esto da lugar aunos procesos que, observados desde el exte-rior, pueden parecer confuses y contradicto-rios , ya que requieren, ciertamenre , un conoci-rniento minucioso del contexte social en quese producen , para cornprenderlos.Ante la nueva situacion que venimos descri-biendo , Los museosvexcepto en todo caso,aquellos que constituyen par sf mismos irnpor-tantes centres de pere grinaci 6 1 1 , se eonviertenen instituciones obsoletas que 00 atraen visi-tantes y, por tanto; incompatibles CO 11 lanueva Iogica de los tiempos, Es muy discutibleque la ilnica salida para los museos .fueraentrar en un proceso creciente de espectacula-rlzacion, pero, desdeel rnornento en que algu-nos de enos 16 hicieron. la suerte (repito:excepto para los grandes santuarios) estabaechada como si se tratara de viejos comerciosfrente a grandes superficies comerciales. No setratabade una disyuntiva, como decfa un cele-bre museologo , entre muerte- y revolucioncultural, sino mas bien entre rnuerte (vi-aestrangulacion presupuestaria) 0 reconversioncomercial (en la mas pura linea neoliberal).En el plano de La exhibicion, Ias grandesnovedades que va a aportar esta nueva epocade espectacularizacion son 1a generalizacionde las exposiciones temporales y la continuarenovacion de las tecnicas expositivas, desde

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    las primeras composiciones esceneograficashasta Losmedics audiovisuales massofistica-dos, Ia creciente irnportancia del disefio y,fina lmen te, la mis rna reaUdad virtual. En estemismo campo hay otra tendencia que sigue Iadireccion de extender el museo sobre eJ terri-torio y de opener a la sofisticacion tecnologi-ell el contacto vi vo con una realidad, recons-truida sf, pero real, es decir, 00. virtual. Ni quedecir tiene que ambas estrategias DO solo noson excluyentes sino que en la realidadmuehas veces aparecen como complementa-rias. En e! plano de la relacion con la sociedadse avanza tambien endos direcciones distiu-res: una de ellas, abiertarnente cuantitativa,tiene la tirrica pretension de captar el maximomimero de publico posible, 0, si se quieredecir de una forma mas edificante, llegar,hacer accesibles sus tesoros , y la comprensiony el disfrute de Ins misrnos, a las capas masamplias de la poblacion (serfa el caso , porejemplo, de los museos de la ciencia). En otradireccion , los ecornuseos , la nueva museolo-gfa ,Ia museologjapobre.Ios museos de socie-dad, ... se planteau fundamen tal men te la inte-rrelacion con la poblacion del territorio eo quese hallan ubicados,aunque el sentido y e]exito de esta empresa es diverso, Y, por otrapark, conozco pecos ecornnseos no solo quereehacen 0 no contemplen la atraccion turisti-ca, sino que realmente tengan una incidenciaclara en la sociedad en que se sustentan. Asf,el museo se hace, p O T una parte, cada vez masinteractive y se autoex ige un caracter mashidico en sus ex posiciones, mientras que, porotra, se hace mas sensible a La:demanda social,desde las rnodas mas superficiales basta suspreocupaciones mas acuciantes. Sirnplifican-do rnucho, podnamos decir que en el campode los rnuseos prosperan dos modelos funda-mentales (con todas lasderivaciones e hibri-daciones que se rquiera): el de los museostecnologico-interactivos (0 linea tecno) yel de los ecomuseos (0 lfnea weco) engeneral.. Estas tendencias, par otra parte, sobre todoLapolftica de espectacularizacion y comercia-Iizacion del patrirnonio , han dado 1ugar a rea-lizaciones 1]0 estrictamente museales, a aetiva-clones con plantearnientos general menterurfstico-patri rnoniales, que podriamos califi-car de extremas: parques. tematicos recreacio-nesculturales, descontextualizacion y reubica-

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    cion de r n o numen t o s y ot ros referentes , inclu-so parques de atracciones can eontenido patri-monial y otras iniciativas aparcntemenre atlnmas peregrines. Parece que el criterio deautenticidad. deberia constituir la clave paraorientarse dentro dceste euredo, pero, en elfendo l.quees Ia autenticidad?La autenticidad, -enesre contexte, riene quevel' auevamente con el caracter simb 6li co delpatrirnonio, LnS rnecanismos de asociaci r inmental que utiliza el simbolisrno se refierenfu n d amen ta Imente ados figiJrtts: 1 8 metafora yla metonirnia. La primera, como essabido. seasa eli el principio de sernejanza y la segundaen el de coruactoo participaci 6n. Laeficaci asimbolica de Ia metonimla, en principio, esrnuy superior a lade la rnetafora. en Ia misrnaroporcion que la reiiqnia de un santo (0 de unheroe) 10 es a 18 Imagen de aquel, En elambi-to del patrirnonio, ]a nocion de autenticidad sebasa excl usi vamente en la rnetonirnia, es decir,se refiere unicamente a aq uellos elementos quesesuponeque realmente han estado en Intimocontacto q ban formado parte de los parame-tros extraculturales que los legitiman (seanspeefrnenes naturales, objetos hi stdri cos y 10pertenecientes aJ individuo genial, 0 frutos dea inspiracion creativa). LametaforaIla ima-gen In fotografla, J.aco p ia , la reproduccion. .,.)tiene -una capacidad de evocacion auxiliar,pero j art' la.salc"m za a [egit im ar por.s ft:n i s rn a unrepertorio patrimonial.Conviene aclarar que la autenticidad querepo rta La me to n irnia no 5e re fie re .s iem preuecesariamente al objeto, sino tamhien al con-tenido, a: la expresion, e incluso al contexte. Lautenticidad de la obra de un poeta no esta enos libros sino en la peesfanacida desugenia-idad , la autenticidad de un concierto n o esrali. los instrurnentos sino en 1&miisica (debidala irrspiracion crear iva del autore incluso delirector . y los miernbros de la orquesta). Portra parte, un yacimiento paleoantropologicoigue rnantcniendo-su autenticidad aunquelos restos de hemin idos quese ha yElIJ halladon e J reposen ahara en un museo (como elscenario de una batalla),L~ prueba de 10que. vengo diciendo radicaneJ princi pio de eenserv acion. Si nosa ejemplos que eada cual puedetener in mente y n o s preguntarnos que Con-

    Llorene Pratsrelation rnetonimica con sus respectivos para-metros de legitimacion srmbolica.LQ que sucede es que, en la realidad, lasacti vaciones patrimoniales que trascienden las.colecciones de los museos, los mcnumentos,las espacios naturalesy los yacimientos arque-ologicos, fundamentalmente.rcombinan diver-.sos principios cornunicativos: la rnetonimia.Iametafora y 1a simple difusicn.racional de ideasy conocimientos, perlo menos. Esto se da, pote jem plo , habirualmente , en Ia s expesiciones. temaricas temporales (sean o-nbprodueidas'por museos). Sin embargo, en estes C omo enorros vcasos , es interesante observar comonunca Ialtan e l ementos (ya Sean objetos y/ bcontenidos) autenticos, so pena deponer errcuestidn incluso su credibilidad. De algunaforma ..podrfamos decir de todas estas activa-clones hfbridas que. se trata de representa-cionesque juegan con el patrimonio parafines identarios, turlsticos y sociales diversos.Los fines podran ser discutibles en enos mis-mas, pero no por SL l urilizacion de los sacrapatrimoniales, si no se quiere caer en una suer-te de integrismo patrimonial diffcilmente justi-ficable desde et memento en que admitirnosque la identidad y La realidad social, del tipoque sea, SOl) versionables y carnbiantes.

    EI patrimonio comoconstruccion cientificaI!W-in o s s itu ame s e n u n a perspectivaautropolcgica global y rornamosa l hombre-como [0 que es, una

    entidad biocultural (y nos despojarnos, pOTsnpuesto,de los prejuicios ideologieos), elpatri rnonio eu 1tural adq uiere, sin embargo,unos rasgos y una significacion cornpletarnen-ie distintos de todo 10 que hernos visto hastaahora.EJ hombre, como especie, tiene.un patrimo-nio biQ16gico endogene (a intraespecffico)constituido por la diversidadgenetica, y, S I sequiere, otro patrimonio bioldgico 'exogeno (0extraespecfficoyque no le perteneee pew cuyagestion se atribuye), constituido por Ia biodi-versidad. Junto a ese patrimonio biologicoiel

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    El eoncepto de patrimonio culturalcultural, que no se jransmite geneticarnentesino mediante el aprerrdizaje y que incluso 00e s mecanicamente.asociable 'a los grupos deorigen. Dicho de . otra manera, podriaruos 'afir-mar que existe un s610 patrimoruo culturalhurnano , constituido por todas las creacionesde la especie. desde un sistema de adapraciontecnoecologica hasta un sistema de creencias yriruales, pasando por un itinerario de explora-cion arrfstica de la existencia 0 por un sistem-acientffico deestudio de las partfculas subato-micas, incluso poor todos los erroresvy loshorroress cometidos a 10 largo de Ia historiay par 1 2 . ] aprendizaje que de ellos hemos -sidocapaces de obtener.El parrirnonio biologico endogene, asf comoel patrimonio biologico exogeno, se puedenconservar, perOJ10 asf el patrimonio cultural yE ique -como dice Jose Luis Garcfa- se necesitapara vivir, y. por tanto, es un patrirnonio que sehereda pero se usa y en ese preceso s e , trans-forma, hay sistemas y elementos que se inno-van total 0 parcialmente, otros que caen endesuso 0 adq uieren nuevas funciones y signifi-eados. etc. La cultura.Jas culturas, la diversi-dad cultural, es carnbiante yeste es un hecheinevitable, no se puede obligar a nadie a vivircomo sus antepasados en nombre de la conser-vacion del patrimonio cultural. Por otra parte,los elementos innovados de la cultura tienen a1a postre el mismo interes que los elementosmas arcaicos y la ventaja. en la medida en queestan vivos, de poder ser estudiadosen toda sucomplejidad y en todo su proceso evolutivo.

    Si bienIa cultura, ninguna culturavse puedeconservar, sf se puede 'con s e rv ar , en cambia,aunque sea parcialmente, su conocimiento,ES10 es , en 'parte. 10 que ha estado haciendo laantropologfa, Y,en mellor rnedida, otras cien-cias sociales, de s d e sus. origenes, aun sin pre-terrderlo: conservar el eonocimienro de ladiversidad cultural y de sus may diversosIogros. Este es e1 verdadero _patrimonio cultu-ral que la humanidad puede conservar y trans-mitir: el conociruiento , tanto el couocimientod e los Iogros cientificos ) 1 artisticos mas singu-lares, como el conocirniento de los sistemas yartilugios culturales que hun permitido a1hom,bre, e n situaciones ecologic as muy diversas yen situaciones sociohistoricas muy carnbian-res, adaptarse a la vida en el planeta y a la 0011-vivencia coo sus semejantes, Evidentementetampoco se puede conserver el conocimiento

    absolute de 'las culturas, de cualquier cultura,dada su extremada complejidad, Serfa, por otraparte, in LItil, fa nto intentar co tlserv ar es teconcclmiento de una forma puramente des-criptiva, a escala uno uno, como intentar aislard e alguna forma sus hipotericos rasgos esen-ciale: . La cultura, las culruras, son realidadessistematicas y cambiantes, que, ni podernosabarcar en sc totalidad, ni detener artificial-mente en el tiernpo, ni reducir tampoco, porotra parte, a un conjunto de datos Ii) de tratadosinconnexos cuya suma 1)0 ofrece ningun resul-tado. Debemos, por tanto, rebajar nuestras pre-tensiones: no podemos conservar In cultura, nie1 COll OC imi ento de Ia cultura, sino, un icamen-te, parte de este conocimiento que, loquera-mos 0 no, vendra deterrninado por criterios eintereses utilitarios y presentistas. Este sf quees, en fin, el patrirnonio cultural que podernosaspirar a conservar, comunicar y transrnitir,La ciencia parece ser el medio mas adecua-do para la formalizacion de este parrimoniocultural a conservar, Una forma de exploracionsistematica para una tealidad igualmente siste-matica. Pew la ciencia no es la iinica formapo sible de conservar el conccimiento de ladiversidad cultural y de sus logros, hay otrasformas de exploracion de 1a realidad no basa-das en el principio epistemologico del recono-cimiento de la universal validez de la razon,que penni ten abordar por otras vias la realidadhumana, tales como el conocimiento artisticoo mlstico, 0 puramente especulativo. Aunquecreo que puede haber un acuerdo generalen laadecuacirin de Ia ciencia como forma masracional de acercamiento a construccionessociales basadas fundamentalmente en larazon, no veo porque esto tenga que suponerninguna dinamica de exclusion deotras forrnasde conocimiento, sino, eada una dentro de supropia logic a S ' sin iruitiles pretensiones deeclecticismo, una complementariedad desea-ble (y por otra parte inevitable, ya que el hom-bre conoce mediante la razon, mediante laes peeulacio , mediante la imaginaciou poeti-ea, mediante los estados Ilarnados alterados deconciencia y seguramente po r otros diversoscaminos),Evidenternente, desde esta perspectiva losparametres a partir delos cuales se constituyeel pool de referentes patrimoniales, asf comotodos los referentes potencialmente en el COIl-tenidos, sus posibles significados, los reperto-

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    rios acti vados par versiones ideologicas de laidentidad 0 por otras imageries culturales ,pas an a ser, en primer Iugar, meres objetos deestudio, elementos y sistemas culrurales quedeben explicarse en ei contexto en que se pro-ducen y en los sucesivos contextos en quesereproducen y en los que se transforrnan ycobran nuevas Iunciones y nuevas .significa-dos. .N i que decir tiene que 10 misrno se aplicaal llarnado parrirnonio natural, tanto en suvertiente digamos paisajistica, Come ) ensu ver-tien te digamos ecologista, C ;O 1 1 'SU S pol (ticasconserv~lcjonjstas-ii:Ltervencionist$.s; fruto, alfin y al cabo, de unas deterrninadas construe-clones ideologicas. y proyecciones =especial-mente visibles en el caso del patrimonio natu-ral-paisajistito- de unas deterrninadasimagenes culturales.Pew, si todo esto pasa a formal' parte, ina-pelablernente, del patrimonio cultural, porotra partecalgunos de eSlOS elementos, y sin-gularmentc el patrimonio artfstico , en tantoqueexpresion de! conocimiento artisticoqueno se formaliza mas que en el, es decir, que esinseparable de sus referentes, a] margen y masallade su rnanipulacien ideologica y de SLlSconnotaciones sirnbolicas, como tal corroci-mien to, forman parte pOI propio derecho.omo ya he apunrado- del patrimonio cultu-ral de In hum anid ad . Quiero decir conello quebay en los cuadros de ciertos autores 0 endeterminadas cornposiciones musicales unaaprehension del mundo que no permite redu-cirlos a epifenornenos culturales cientffica-mente interpretables. Lo cual no tiene'nadaque V'C'L por supuesto'.con SL l autentieidad. Yoignore pOT cornplero si L a Gioconda queseexpone enel Musco del Louvre es el originalo una copia solvente , pero sf hay dos casasque me atrevoa afirmar con razonable con-vicci6n: que el conocimiento artistico quetransmite en redo caso es el mismo y que lascoLas que se forman para contemplarla no seformarian.si se tuviese la certeza de que se tra-taba de una copia , Parecen dos afirmacionesccutradictorias, perc, al conttario, reflejan lasdos realidades que confluyen en la obra dearte, sacralidad y conocimiento.Quienes trabajamos en el ambito del estudioy la gestion del patri rnonio nos podrfarnos sen-tir mucho mas C6010dos con esta concepciondel patrimonio cultural como conocimiento(sin excluirel conocimiento artistico) que can

    Llorenc Pratsla concepcion habitual del patrimonio culturalcomo conjunto de bienes. 0 reliquias. maxi-me pudiendo explicar, como he tratado dehacer.el como y el pOl' que se construye social-mente esa noci6n de patrimonio cultural comoconjunto de reliquias y expresion de una iden-tidad. Sin embargo, esto no es obice para que,a pesar de nuestras certezas, las activacionespatrimoniales que sigan funcionando social-mente continuen siendo las de siernpre. Loseriterios de legitirnacion simbolica y las acti-vaciones de repertories de referentes patrirno-niales convenienternente adjetivados y articu-lades en discursos al servieio de versionesideologicas e interesadas de la identidad (paranosotros) y de versiones, no menos .ideologi-cas e irrteresadas de la identidad (para 10$otros) para vender en r e l mercado turfsticopatrimonial: esto es 10 que bay. Y esto va aseguir asf porque fnnciona Y sirve f ie l y efi-cazrnente 'a los intereses politicos y a 16s inte-reseseconomicos y, con frecuencia, se produ-ce en provecho de ambos a la vez. No creo quenecesite rnayores explicaciones.Lo que realrnente, plIes, necesita de unaexplicacion es par que en determinadas coyun-turas, determ inadas administraciones p O . n en enmarcha empresas mas a menos arnbiciosas eneste sentido (,donde esta la rentabilidad?Creo que. el concepto clave que explica larazon de tales empresas y carnpaf as , retornan-do la idea inicial,es el deconsenso. La repre-sentacion de una identidad (al nivel que sea),las ideas; y valores asociades, iucluso 1a este-tica de los. referentes , no puede estar dernasia-do alejada del pensarniento social so pena deperder $ 1 , . 1 efectividad, de debilitar la identifi-cacion, la cantidad y 1a calidadde Ias.adhesie-nes. Tambien his representacioues patrimonia-Ies, La sociedad, la cultura, es cambiante (lasideas, los valores e iricluso los gustos), y . portanto, los contenidos identitarios tarnbien..Ajustarse a la realidad implica la necesidad.detransformation del discurso: eliminar 0 reubi-car tal clemente, introducir otros nuevas, ...Siempre se trata ( ; i _ \ menos que s e produzcauna revolucion y, par tanto, un procesocorn-pleto do inversion sirnbclica) de cambios gra-duales de ajustes, para mantener el contactosocial y tam bien, pOT que no, para reorientar Iadefinicion de la identidad, Cambios gradualesque evitan el riesgo de desestructuracion queprovocana una renuncia brusca a . los referen-

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    EI eoncepto de patrtmonlo cultural

    tes y significados consensuados.y que a la vezpermiten desarrollar la vieja estrategia pollti-ca de cambiar para que nada cambie. Tampo-eo Ias act ivaci O1lC.S tnrfsti co- patri rna nial espuedeo permitirse un excesivo alejamiento de(a realidad social. Por una parte porque hayunas expectativas turfsticas, en forma de .ima-.genes culturales tambien cambiantescque nopueden defraudar.ao pena de perder su efecti-vidad comercial (el ruimero de visitantes), por.otra parte, porque [a autorrepresentacionsocial de la identidad tambien es aquf cam-biante YUJl alejamientoexcesivo provocarfa lamisma perdida de 'consenso y una potencialconflicti vidad. La situacion suele ser comple-ja, par otra parteien la medida en que se hacedificil negociar 1:'1representacion patrimonialCOLl dos clientes (Ilarnemosles asf) que no tie-nen "porqrre seguir 16gicas convergentes: elptiblicoy Ia poblacion. Finalrnente, tanto en elcaso de las acrivaciones de caracier polftico-identitario como en el de las de caracter turfs-tico-identitario , desde que las activacionespatrimoniales ban entrada dentro de la logicadel consume, se .impone, salvo ell e t caso delos determinados santuarios patrimoniales alos que ya hernos aludido , que rienen las pere-grinaciones aseguradas (y aiin), la renovacionde la oferta, enla rnedida que el publico que,puede consurnir un mismo producto es limita-do pOI deb nicidn.Es frente a estas situaciones (renovacion dela oferta, peligro en los niveles de consenso)cuando se empreuden carnpafias y programaspara activar nuevos repertories y elementos,soportes para nuevas ideasy valores que esnecesario introducir en la nueva representa-cion de 1a identidad '0 en 1 3 1 nuevo producto.Esto es especialmente evidente cuando cam-bios sociales rapidos provocan situacionesevidentes dedecalage entre 18 sociedad y lasrepresentaciones y, por tanto, un evidencepeligro de ruptura del consenso acerca de laidentidad,En estos casos se emprenden campafiasptiblicas y se apela a los cientfficos.especialis-tas ell las diversas rnaterias para que generennuevas conocimientos que perrnitan activarnuevos referentes, siernpre dentro de los Ifmi-tes del pool, y.conferirles nuevas signrficados.Se trata, pOI' decirlo ast, deexplorar nuevaspotencialidades que permita a los politicos uotros gestores patrirnouiales recoruponer sus

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    discursos, aunque can frecuencia a base ricapropiaciones parciales y distorsionadas de losresultados de las investigac iones l l11 e eJlosmismos ban propiciado.El papel de Ia ciencia en este proceso esfundamental. Desde la revolucion industrialhasta nuestros dias hernos vivido un interesan-te procesode substitucion de la religion por Inciencia cOJUo argumento tiltimn de antoridade n el que aquf no podemos entrar,Pol' eso, fundamentalmente, S0 recurre a laciencia para forrnalizar nuevos conocimientos,proponer nuevas interpretaciones y significa-

    dos, establecer -sobre el papel- nuevas reper-torios patrimoniales. La ciencia, en n ueS ITOSdfas, es pues, a la vez, principio de Iegitirna-cion y parte de nuestro patrimonio. En los 11a-mados museos de la ciencia esre doble caracterse puede advertir perfectamente. Diehm; rnuse-os constituyen verdaderos temples de la cien-cia, cuyo patrirnonio es el propio conocimien-to cientffico , un conocimiento debido a lainspiracion creativa, a La genialidad de losgrandes cienrfficos, como en los museos dearte. Un patrirnonio por otra parte .inrangible,POf eso los objetosse pueden tocary e11oca-siones incluso se deben tocar para reprodu-cir el efecto, el resultado cientffico que es laexpresion del conocirniento que conserva yexhibeel rnuseo.En definitive podrfamos decir que en lamedida en que la realidad social l' cultural esdinamica y poliedrica y 1a representacionespatrirnoniales son en principia, estaticas ylineales, el disenso entre una y otra pareceperiodicamente asegurado, aunque esto notiene porque representar para los poderes poli-ticos y de otro tipo que utilizan el patrimonioa l servicio de sus intereses un obstaculoinfranqueable, en tanto que Ia representacionpatrimonial se puede adaptar perfectamente aLaentidad dinamica y pol iedr ica de La realidaddotandose de estos mismos atributos, aunqueubicandose siempre dentro de los margenesmas arnplios, e incluso progresivos, de undiscurso vn uc l e a r basico. ASL,detenn inadasrepresentaciones (sean exposiciones tempera-Ies u otros instrumentos) pueden explorarnuevos aspectos de Ia realidad, nuevos valo-'res ynuevas ideascon un riesgo controlado.Si no. tememos a las palabras, podrfamoshablar, frente a estas operaciones, de puromerchandising.

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    BIBLIOGRAFlAB ER GE R, P eter, LU C K J.v lA t