02 Emili Aura

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J. Emili Aura Tortosa Universitat de València El Paleolítico Superior: encuadre cronológico-cultural VV AA (2012): Arte Sin Artistas. Una mirada al paleolítico. Museo Arqueológico Regional, Comunidad de Madrid, Madrid.

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J. Emili Aura TortosaUniversitat de ValnciaEl Paleoltico Superior: encuadre cronolgico-culturalVV AA (2012): Arte Sin Artistas. Una mirada al paleoltico. Museo Arqueolgico Regional, Comunidad de Madrid, Madrid.LoslmitesdecualquierperiodizacinsuelenconcentrardebatesylosdelPaleolticoSuperior europeo (PSE) se corresponden con los Dos Grandes Procesos de Transicin inves-tigadosporla Arqueologaeuropeadelosltimos75aoslasmaysculassonintenciona-das.Ensuarranquesesitalainteraccinentreneandertalesylosdenominadoscomohumanos modernos y, coincidiendo con su final, se complet la colonizacin del continente, enlas mismas puertas del interglacial Holoceno. Si en la primera transicin una parte del deba-te se ha dirigido a las relaciones entre biologa y cultura, en la segunda son la etnicidad gru-pal,laidentidadindividualylasformasdeestructuracinsocialypolticadelosltimoscazadores prehistricos las cuestiones centrales.La informacin sobre el PSE procede de una gran diversidad de medios y condiciones bio-climticas,queposiblementesonsignificativasdelavariabilidadqueexistienelpasado.Los cambios paleoambientales conocidos a partir de los contextos arqueolgicos y su contras-te con la informacin obtenida en los sondeos del hielo rtico y de los fondos marinos indicangrandesoscilacionesdetemperaturayhumedadalolargodesudesarrollo,entre45000y13000 aos cal. BP. Frente a esta diversidad regional y temporal, el PSE se percibe como unperodo unitario organizado en una secuencia de artefactos y estilos. El trmino tecnocom-plejosehageneralizadoparadenominarlasgrandestradicionesdeculturamaterialdelPSE, construyndose a partir de una clasificacin polittica de los conjuntos de instrumentosen piedra y hueso (Clarke, 1978). Su aplicacin no suele aclarar su origen o los mecanismosdedifusin,peropermiteidentificarlacartografadesudispersin(deSonnevilleBordes,1960). Existe un consenso aceptable sobre la denominacin y cronologa de los tecnocomplejos,organizados en un episodio transicional y tres grandes fases: el PSE antiguo (Auria ciense yGravetiense),lafasemediadesarrolladaduranteelltimoMximoGlacial(Epigravetiense37ntroduccin IVV AA (2012): Arte Sin Artistas. Una mirada al paleoltico. Museo Arqueolgico Regional, Comunidad de Madrid, Madrid.antiguo oriental, Solutrense y Badeguliense) y la fase final (Magdaleniense, Epigravetienserecienteyloscomplejosseptentrionales).Enalgunoscasossereconocenotrasentidadescomofaciesfuncionalesosimplementeculturas, enunsentidocercanoalaPaleoetnologa.La identificacin de esta variabilidad espacial y temporal de los conjuntos arqueolgicos hasido relacionada con los cambios ecolgicos, constituyendo un cambio de enfoque, ms all deuna historia evolutiva de los artefactos (Clark y Straus, 1986, Trigger, 1992; Panter-Brick etalii, 2001).Los antecedentesUna ruptura neta ha separado el Paleoltico medio del superior europeo hasta bien avanzadoel siglo XX. Los escasos restos paleontolgicos y los ms numerosos restos arqueolgicos hansido presentados como una asociacin cannica: los neandertales-arcaicos fueron los autoresdelPaleolticomedioyloscromaones-modernos delsuperior.Losprimerosrepresentabanpoblaciones euroasiticas bien adaptadas a las rigurosas latitudes septentrionales. Sobre elorigen de los segundos se asuma su procedencia externa, vinculando reemplazo poblacionaly ruptura cultural. A los cromaones se atribuyeron una serie de innovaciones encapsuladas en un nuevo setarqueolgicoqueparecageneralizarseenEuropahaceunos45000aos:produccindesoporteslaminares-microlaminaresenpiedraparalafabricacindepuntasycomponentesdeproyectil,elaboracindeunaindustriasobrehueso,astaymarfil,utilizacindexidosminerales como colorantes y uso de adornos-colgantes. La diversificacin econmica y la cazaespecializada, incluyendo la cooperacin intergrupal, y su relacin con el primer arte figura-tivo, demarcaban una capacidad de comunicacin, planificacin y abstraccin que los alejabadelosneandertales.ElconjuntodeestosrasgosvinoaserdescritocomolaRevolucinHumana,situandosuaparicinsbitaenelarranquedelPaleolticoSuperiorEuropeo(Mellars, 1989; Mellars et alii, 2007). El hallazgo del enterramiento de una mujer en Saint-Csaire y el estudio de los restoshumanos de la Grotte du Renne (Lvque y Vandermeersch, 1980; Hublin et alii, 1996), mos-traron que los ltimos neandertales del Suroeste europeo disponan de buena parte del setmoderno(industriaseayadornos,usodecolorantes,ademsdeprcticasfunerarias).Estas tcnicas eran caractersticas del Paleoltico superior, pero sus autores eran neander-39 38J. Emili Aura Tortosa EL PALEOLTICO SUPERIOR:ENCUADRE CRONOLGICO-CULTURALGRANDES REGIONES EUROPEAS CUYA SECUENCIA ARQUEOLGICA SE SINTETIZA EN EN LA SIGUIENTE FIGURA(Modicado a partir de Gamble, 2001).SECUENCIAS ARQUEOLGICAS DE LAS REGIONES EUROPEAS DELIMITADAS EN LA EN LA FIGURA ANTERIOR.VV AA (2012): Arte Sin Artistas. Una mirada al paleoltico. Museo Arqueolgico Regional, Comunidad de Madrid, Madrid.tales, generalizndose el trmino de industrias transicionales para describir este desajus-te. El discurso de ruptura entre arcaicos y modernos dio paso a nuevas hiptesis que encon-traron en la cohabitacin el marco adecuado para explicar la presencia de los rasgos moder-nos entre algunos grupos regionales neandertales. El concepto de aculturacin fue utilizadopara describir esta nueva situacin (Demars y Hublin, 1989). Coincidiendo con esta reorien-tacin se publicaron datos sobre los patrones contemporneos de variacin gentica a partirdel ADNmt (ADN mitocodrial) de poblaciones actuales (Cann et alii, 1987). La mayor varia-bilidad africana permita situar en torno a los 150000 aos, el despliegue de la biologa delos modernos.Losnuevosdatosrequeranunarevisincrticadeladefinicindelcomportamientomoderno y de su expresin arqueolgica, incluida la transicin europea (Mcbrearty y Brooks,2000;dErrico,2003).UnabuenapartedelainterpretacinsobreelPaleolticoSuperiorEuropeosehabaconstruidodesdeunmodeloderupturaculturalypoblacional.Frenteaeste evento relativamente corto, en frica se iban acumulando evidencias sobre los cambiospaleontolgicos (Stringer, 2002) y sobre la aparicin gradual y acumulativa de los principalescomponentesdelset moderno,confechasescalonadasentrelos250000y40000aos(Henshilwood y Marean, 2003). Los inicios del Paleoltico superior A lo largo del lapso de tiempo que abarca la extincin de los neandertales y la consolidacinde los humanos anatmicamente modernos se encadenan varios procesos: la perduracin delPaleoltico medio en algunas regiones, las industrias transicionales o las fases antiguas delPaleoltico Supe rior Europeo en otras. Como ocurre en la mayora de episodios transicionales,laintervencindefactoresnoestrictamentearqueolgicoshaaumentadosucomplejidadintrnseca. Una de estas circunstancias es la diversidad ecolgica del subcontinente, favoreciendo ladiscontinuidad de los registros regionales (Gamble et alii, 2004). As, se ha sealado que losefectosdelEventoHeinrich4ydeladispersindecenizasdelaserupcionesvolcnicaspudieroncausarlacontraccinterritorialydemogrficadelosltimosneandertales(Conard, 2006; Camps y Szmidt, 2006; Condemi y Weniger, 2011; Zilho, 2011). Otra consta-tacineslafragilidaddelmarcoarqueoestratigrfico,alestarafectadoporcircunstanciasEL PALEOLTICO SUPERIOR:ENCUADRE CRONOLGICO-CULTURAL J. Emili Aura Tortosa40 41diversas(excavacionesantiguasyprocesosgeoarqueolgicos)quehansuscitadorevisiones(dErrico et alii, 1998; Zilho y dErrico, 1999; Zilho y dErrico, 2003). Adems, la transicincoincide con el lmite de precisin de las dataciones radiocarbnicas, aunque nuevos protoco-los para el tratamiento de las muestras estn permitiendo avances en este sentido (Highamet alii, 2006). Un ltimo elemento es que los restos humanos asociados a los tecnocomplejostransicionales y de la primera mitad del Auriaciense son muy escasos, lo que genera incer-tidumbres sobre la interaccin arcaicos-modernos. Industrias Transicionales (43-36,5 ka C-14 BP, 46600-41600 aos cal. BP)La participacin de estas industrias en la formacin del PSE es una cuestin controvertida,proponindoseciertadiversidadregionalycultural(Conard,2006;Cabreraetalii,2006;Vaquero et alii, 2006). Un rasgo compartido es el desigual peso del sustrato musteriense ylafabricacindediversasvariantesdepuntasdepiedraapartirdetcnicasarraigadasenelPaleolticomedio,pueslagestindelosncleosesfacialyorientadaalaobtencindesoportes foliceos, apuntados por la convergencia de sus bordes (Teyssandier, 2007). Tambinlafabricacindeindustriassobrehuesoesdesigual.Estasentidadesregionalesquesirvende bisagra entre el Paleoltico medio y el PSE pueden agruparse en dos grandes tradiciones,con lejanos paralelismos africanos (Djindjian et alii, 1999; dErrico, 2003):a) Los tecnocomplejos con puntas foliceas: el Bachokiriense, localizado en Transilvania(Bulgaria,Rumana);elSzeletiense-Bohunciense,distribuidoporEuropacentral(BajaAustria, Moravia, Silesia, Eslovaquiia); y el Limcombiense-Jermanowiciense, distribuidoentre el Sur de Gran Bretaa y el Norte de Polonia. b)Lostecnocomplejosconpuntasdedorsocurvo:elUluziense(SurdeGreciaeItalia)estcaracterizadoporlapresenciadeestaspuntas,enalgncasomicrolticas;yelChatelperroniense(FranciayCantbrico-Pirineos).FuelaprimeradelasindustriastransicionalesenserincluidadentrodelPSEyeslaqueconciertaunmayorconsensosobre sus autores: los neandertales. Se trata de un tecnocomplejo con un sistema de pro-duccinlaminar(Pelegrin,1995)queofreceunconjuntodeindustriaseaydeadornonumeroso y diversificado (dErrico et alii, 2003).VV AA (2012): Arte Sin Artistas. Una mirada al paleoltico. Museo Arqueolgico Regional, Comunidad de Madrid, Madrid.EL PALEOLTICO SUPERIOR:ENCUADRE CRONOLGICO-CULTURAL J. Emili Aura Tortosa42Encontrasteconloocurridoconlasindustriastransicionales,AuriacienseyGravetiensemuestran una menor variabilidad (Weniger, 2006), participando de uno de los rasgos carac-tersticos del Paleoltico superior: una re-organizacin de los sistemas tcnicos orientada a laproduccindesoporteslaminares-microlaminaresparaarmarproyectiles(Bon,2005).Lageneralizacin de las puntas sobre hueso, asta o marfil reforzar esta mutacin de unos equi-possusceptiblesdeserordenadosendosgrandesbloques:equiposdecazaydomsticos(Tartar et alii, 2006; Gonzlez e Ibez, 2005).El Protoauriaciense (36,535 ka BP C-14, 41600-40000 aos cal. BP)SeharevalorizadocomounafaseinicialdelAuriacienseconunaampliadispersin.Suposicin cronolgica, sus industrias lticas y elementos de adorno han permitido abrir la dis-cusin sobre su origen y relaciones con otras regiones extra-europeas (Bon, 2002; Bar-Yosefy Zilho, 2006; Teyssandier, 2007; Zilho, 2011). Sus sistemas de produccin laminar-microlaminar estn integrados, obtenindose prime-rolminasapartirdencleosprismticosunipolaresy,finalmente,microlminasdeperfilrectilneo y regular sobre las que se fabrican puntas tipo Font-Yves y hojitas Dufour; una pro-duccin similar de soportes se encuentra tambin en el Ahmariense inicial del Prximo orien-te(Teyssandier,2007;ZilhoydErrico,2006).Aestasconvergenciastcnicasseaadelafabricacindeadornos-colgantessobregasterpodosmarinosenambostecnocomplejos,encontraste con lo sealado para el Chatelperroniense, donde lo comn es el uso de dientes deanimalesperforadosoconranurasdesuspensin.SehaplanteadoqueestadiferenciadesoportesytcnicaspodraindicarunorigenindependientedientesentrelosneandertalesautoresdelChatelperroniensefrenteamoluscosentrelosautores(modernos?)delProto -auriaciense (Vanhaeren y dErrico, 2007). Recientemente se ha sealado que los vnculostecnofuncionalesentreelChatelperronienseyelProtoauriaciensesonmsestrechosqueentre el primero y el Paleoltico medio (Bordes y Teyssandier, 2012). El Auriaciense (35-29 ka BP C-14, 40000-33500 aos cal. BP)El Sur de Gran Bretaa y la franja ms septentrional del continente, ocupados por los auto-res de los complejos transicionales, quedaron despoblados por las condiciones climticas quese produjeron, coincidiendo con el arranque del Auriaciense I; en el otro extremo, las regio-43nes meridionales de Iberia acogan a los ltimos neandertales (Zilho, 2006). A partir de susfases plenas se constata su dispersin desde el Mar Negro al Sur de Iberia.Esta referencia a la paleogeografa de los tecnocomplejos y poblaciones permite tambinuna referencia al Arte paleoltico. La presencia de un arte mueble inciso no figurativo quedaregistrada desde fines del Paleoltico Medio; tambin recientes dataciones ante y post quemde algunos smbolos pintados en cuevas cantbricas ofrecen un rango de probabilidad en elque tambin tienen cabida los ltimos arcaicos (Pike et alii, 2012). No obstante, ser coinci-diendoconlasfasesplenasdelAuriaciensecuandoseregistrenenelSurdeAlemania(sitiosdeVogelherdyGeissenklsterle,entreotros)yenelvalledelArdche(CuevaChauvet) las expresiones mobiliares y parietales de un arte figurativo que converge en temasyconvenciones(Hahn,1971;Clottes,2001;Conard,2005).EsposiblequeelcorredordelDanubio, como gran espacio de migracin de manadas de herbvoros gregarios, favoreciera lafluidez de estos cnones, pero fueron los cambios demogrficos los que debieron estructurarformas de transmisin social entre Europa central y su fachada atlntica (Zilho, 2007).Precisamente,estosdosgruposregionalesmuestranunagransimilitudtcnicaensusproduccioneslticas.Unodirigidoalaobtencindelminassobrencleosprismticosquesirven de soportes para el utillaje domstico y otro sobre ncleos de tipo carenado, en hocicoydeltiponcleo-burilapartirdelcualseobtienenlaminitas-microlaminitas.Lasecuenciatemporal de estos cambios ha permitido su ordenacin en tres grandes fases, reforzadas enalgn caso por la amplia dispersin de algunos tipos de puntas de hueso. Las de base hendidasern el proyectil caracterstico de su fase antigua, cubriendo su dispersin casi todo el con-tinente, y alcanzando el Prximo Oriente (Liolios, 2006).El Gravetiense (28,5-21 ka BP C-14, 33000-25000 aos cal. BP) Su origen se sita en las llanuras de Europa central y oriental, relacionndose su expansinoccidentalconelepisodiotempladoyhmedodeMaisires,mientrasquesufinalcoincidecon el arranque del ltimo Mximo Glacial (UMG). Los diferentes avances del frente glaciarhacia el Sur compartimentarn los territorios y darn lugar a episodios sin presencia huma-naenpartedelNorteycentrodeEuropa;sololasextensasllanuraslitoralesmantendrnabiertaunavaenelpiedemontedelos Alpes,atravsdelasllanadashoysumergidasdelgolfodeLenyelvalledelPo(Roebroeksetalii,2000;VV.AA.,2007-2008).ElcasodelaVV AA (2012): Arte Sin Artistas. Una mirada al paleoltico. Museo Arqueolgico Regional, Comunidad de Madrid, Madrid.samenteconocidasparaelAuriaciense,coninhumacionesdevariosindividuosyajuaressofisticados; su estudio indica que son humanos modernos (Gambier, 2008).A pesar de estas confluencias, el Gravetiense muestra un indudable polimorfismo dentrodeunsistemadeproduccinlaminar.Losproyectilesenpiedrahanservidoengranmedidapara su organizacin interna en facies: de dorso recto tipo la Gra vette, pedunculadas de tipoFontRobert,flechettes, dedorsotruncadoetc.,.Losburiles,enmuchoscasosncleos-buriles,son otro componente esencial que ha permitido identificar otras tantas facies: Noailles, Raysseo Bassaler (Klaric, 2008). En la in dustria sea se ha identificado algn tipo regional (la punta deIsturitz) y la tcnica del doble ranurado para la obtencin de soportes en la facies noaillense aqui-tana (Goutas et alii, 2009).La fractura del ltimoMximo Glacial Tras la breve pulsacin templada delGreenlandInterstadial2oInteres-tadio de Groenlandia (GI 2), los pro-xiesdelhielorticoydelosfondosmarinos muestran degradaciones pa-leoclimticas recurrentes que, prc-ticamente, encadenan el UMG (20,5-18 ka cal. BP) y el Evento Heinrich1 (ca. 18-15,3 ka cal. BP). Estos cam-bioscausaronunodelosmnimosglacioeustticos, ampliando la super-ficieemergidadelosbordesconti-nentales en un porcentaje cercano al10 % (Erlandson, 2001). Se trata deun gran vial de comunicacin que ac-tualmenteestsumergidobajolasaguas marinas, ocultando yacimien-tos ligados a la explotacin de anti-PRINCIPALES CARACTERSTICAS TECNOLGICAS DE LAS DIFERENTES FASES DEL TECNOCOM-PLEJO AURIACIENSE (Modificado a partir de Zilho, 2011).PRINCIPALES TIPOS LTICOS DEL GRAVETIENSE OCCIDENTALY PROPUESTAS DE ORDENACIN SECUENCIAL(Modificado a partir de Rigaud, 2008).45Pennsula Italiana es ilustrativo de las diferencias Este-Oeste, pues su costa tirrena mantie-ne vnculos con la facies de Noailles occidental, mientras que algunos artefactos y adornos dePaglicci, en la costa adritica, permiten trazar relaciones con las facies centroeuropeas, posi-blemente a travs de los Balcanes (Palma di Cesnola, 1993). Las cuevas, terrazas y depsitos de loess son los medios que conservan yacimientos gra-vetiensesyserenlasgrandesestructurasdehbitatalairelibredelafaciesorientales,construidasconrestosdemamut,dondesedocumentenlosprimerostestimoniosdelacoc-cin de la arcilla las figuras de Dolni Vstonice y de cestera (Soffer, 2004). La complejidaddel PSE oriental se aprecia tambin en los testimonios de interaccin entre grupos, pues elaprovisionamientodemateriaslocalizadasalargadistancia,lacirculacindeadornosoderepresentacionesfemeninasconocidascomo venusyrealizadassobrediversosmaterialestrazanredesentreelDonyPirineos(Roebroeksetal.,2000).Aestoselementossepuedesumar la amplia dispersin occidental que alcanza el arte parietal gravetiense (Fortea, 2005)con algn tema icnico las manos, tras los focos auriacienses de mbito regional (Suabia,Vzre, Ardche, Altamira-ElCastillo).Unltimoelementoeslanumerosadocumentacinde enterramientos, desde Soungir a Lagar Velho y desde Paviland a Parabita, entre los quedestacan las concentraciones de Europa central y Norte de Italia. Se trata de prcticas esca-44J. Emili Aura Tortosa EL PALEOLTICO SUPERIOR:ENCUADRE CRONOLGICO-CULTURALVV AA (2012): Arte Sin Artistas. Una mirada al paleoltico. Museo Arqueolgico Regional, Comunidad de Madrid, Madrid.En la pg. siguiente:PUNTAS, FOLICEOS Y POSIBLES COMPONENTES DE PROYECTIL FABRICADOS SOBRE PIEDRA DEL PALEOLTICOSUPERIOR OCCIDENTAL (SALVO N 5 Y 19). A) INDUSTRIAS TRANSICIONALES: 1-2, PIEZAS DE DORSO ARQUEADO ULUZZIENSES; 3-4, PUNTAS DE CHATELPERRON;5, PUNTA FOLICEA SZELETIENSE; B) PROTOAURIACIENSE-AURIACIENSE: 6-7, HOJITAS FONT-YVES; 8-12, HOJITAS DUFOUR; C) GRAVETIENSE: 13-14, PUNTAS DE LA GRAVETTE; 15-16, FLECHETTES; 17, PUNTA PEDNCULADA DE LA FONT-ROBERT; 18, PUNTA DE VALE COMPRIDO; 19, PUNTA DE KOSTENKI; D) SOLUTRENSE: 20, PUNTA FOLICEA DE CARA PLANA; 21-22, PUNTAS FOLICEAS BIFACIALES; 23, PUNTA DE BASECNCAVA; 24, PUNTA DE MUESCA CON RETOQUE PLANO; 25, PUNTA DE ALETAS Y PEDNCULO TIPO PARPALL; 26, PUNTA DE MUESCA CON RETOQUE ABRUPTO; E) MAGDALENIENSE Y EPIMAGDALENIENSE: 23,24, 31, 34, 40 Y 45, HOJITAS DE DORSO; 29-30, HOJITAS ESCALENAS;32, TRINGULO ESCALENO; 33, RECTNGULO; 35, HOJITA-PUNTA DE MUESCA MAGDALENIENSE; 36, PUNTA DELAUGERIE-BASSE; 37, PUNTA DE TEYJAT; 38-39, PUNTAS HAMBURGUIENSES; 41, PUNTA DE MALAURIE; F) AZILIENSE: 42, PUNTA DE DORSO CURVO; 43-44, PUNTA DE DORSO ANGULOSO (N. 18 A PARTIR DE ZILHO YAUBRY,1996; EL RESTO DEMARS Y LAURENT, 1992).47guas costas, marjales y estuarios (Bailey, 2004). Bajo estas condiciones, las regiones ms me-ridionales del continente pudieron servir como refugia (Jochim, 1987). Ms tarde, se producirala expansin desde estos refugios, a medida que las tierras del Norte pudieron ser colonizadas,convirtindose el Suroeste de Europa en un pool gentico (Torroni et alii, 2001). Pero antes deque esto sucediera, los glaciares provocaron la desocupacin humana de gran parte de Europacentral y del Norte, estrangulando la comunicacin entre oriente y occidente. Su consecuenciaserlaformacindedostrayectoriasdiferentes:EpigravetienseorientalySolutrenseocci-dental.El Epigravetiense antiguo (2117 ka aos C14 BP, 2500020000 aos cal. BP)EnEuropaoriental,losgruposMolodovayKostenkievolucionanapartirdelGravetiensereciente con puntas escotadas, denominadas aqu de Kostenki, manteniendo un sustrato for-madoporelementostruncadosypuntasdedorsorectoyconvexo.Porsuparte,algunosdelos grupos de las estepas y del valle del Don ofrecen una mejor relacin con el denominadoEpigravetienseauriacoide,conunamayorproduccindelascas.Setratadegruposquebasan su economa y asentamiento en las rutas migratorias de los renos, incorporando algu-nos vegetales en el caso de Molodova, tal y como indica la presencia de molinos y machaca-dores para su procesado (Djindjian et alii, 1999).EnEuropacentralseprodujeronimportantesdesocupacionesporlosefectosdelUMG,pero tambin se reconoce un Epigravetiense auriacoide en Eslovaquia y Moravia, con una46J. Emili Aura Tortosa EL PALEOLTICO SUPERIOR:ENCUADRE CRONOLGICO-CULTURALVV AA (2012): Arte Sin Artistas. Una mirada al paleoltico. Museo Arqueolgico Regional, Comunidad de Madrid, Madrid.cercano al Levallois para obtener soportes apuntados que presentan una reduccin dorsal deltaln, con afinidades con las puntas de cara plana solutrenses y las denominadas como pun-tas de Vale Comprido (Zilho y Aubry, 1995).La talla facial, el tratamiento trmico, el retoque por presin, la bifacialidad y la varia-bilidadterritorialdelaspuntasdepiedraconstituyenloesencialdelSolutrense(Smith,1966; Jord, 1955; de la Rasilla y Straus, 2004; Ripoll, 1988; Tiffagom, 2006). La dispersinde las diferentes puntas (cara plana, laurel, romboidales, pednculo y aletas, de escotadurao base cncava) ha sido interpretada en trminos de identidad tnica y territorial, aprecin-dose una mayor regionalizacin en las fases plenas (Straus, 1990). La identificacin de com-ponentes mixtos ha servido para definir sistemas hbridos, particularmente en los sistemasde produccin de proyectiles, abriendo nuevas perspectivas de anlisis de los episodios tran-sicionales (Tiffagom, 2006); no se tratara de procesos de aculturacin sino de inculturacinapartirdeidentidadesculturalesdiferentes.Enlaindustriaseadestacalapresenciadeagujas perforadas, incrementndose el nmero y variedad de puntas de hueso. El propulsorsedocumentaapartirdelSolutrenseysehapropuestotambinelusodelarco(GenesteyPlisson, 1986).Dejando a un lado el Protosolutrense, cuya dispersin es cada vez mayor, el Solutrensequedaordenadoentresgrandesfases(Smith,1966;Kozlowski,1990;BosselinyDjindjian,1997). La ltima de las referencias propone una Fase antigua con puntas de cara plana, unaFase reciente con puntas bifaciales (de laurel, de base cncava, de pednculo y de escotadu-ra),quesuelesubdividirseenhorizontesregionales;yunEpisolutrense,queenglobaradiversos procesos de des-solutreanizacin (Straus, 1975; Corchn, 1981; de la Rasilla, 1994)yque,enlasregionesmediterrneas,secaracterizaporlaspuntasescotadasderetoqueabrupto (Fullola, 1978; Villaverde y Fullola, 1990).El Badeguliense (18-16,5 ka C-14 BP, 22000-20000 aos cal. BP)AlfinaldelUMG,lossistemastcnicossolutrensesmuestransignosdetransformacin.Estas industrias han sido denominadas de forma diversa: Magdaleniense (inicial, antiguo oarcaico), Protomagdaleniense (Cheynier, 1951) y Badeguliense (Vignard, 1965; Allain, 1989;Cretin, 2007). Su cronologa, dispersin geogrfica y relaciones con el Solutrense y el clsicoMagdaleniensesiguensiendodebatidas(Utrilla,2006;Boduetalii,2007;Langlais,2010;49dispersindesigualquellegahastala Arglidagriega.Lacorrelacinconlasfaciesgrave-tienses anteriores de puntas escotadas es difcil en las reas continentales y mucho ms evi-dente en las regin adritica y del piro, donde se data entre 20-17 ka C-14 BP. El Mediterrneo central es el escenario en el que se entrecruzan las dos grandes trayec-torias del PSE mencionadas. Al final del Gravetiense, los grupos situados en las dos vertientesapeninas incorporan puntas escotadas a sus producciones lticas. Sin embargo, a diferencia delo sealado para el Gravetiense, ser en el yacimiento de Arene Candide, sobre la costa tirre-na,dondesedatenlosconjuntosmsantiguosconpiezasfoliceasunprstamosolutren-se? denominadosAreniensesytambinlosdelEpigravetienseantiguodepuntasescota-das una influencia balcnica? (ca. 19-18 ka C-14 BP). Por su parte, en Paglicci, en la costaadritica abierta a los Balcanes, los conjuntos de puntas escotadas se datan entre 17-15,5 kaC-14 BP (Palma di Cesnola, 2004). Estos datos sugieren que la tradicin gravetiense orientaldepuntasescotadaspudoalcanzarelvalledelRdanoy,desdeaqu,dispersarsehaciaAquitania-Cantbrico y a lo largo del corredor mediterrneo, llegando a provocar una profun-da mutacin de las fases finales de las industrias solutrenses (Tiffagom, 2006).El Solutrense occidental (21-18 ka C-14 BP, 25000-22000 cal. BP)Su distribucin queda limitada a los territorios situados al Sur de las cuencas del Saona-Loira,incluyendo toda la Pennsula Ibrica. Las propuestas sobre su origen ejemplifican dos visionessobre la evolucin de los tecnocomplejos del PSE occidental, que se encuentran en los trabajosde Breuil (1913) y Obermaier (1925). La primera es que el Suroeste de Europa funcion comouna especie de cul de sac euroasitico, en el que se acumulan y reposan las oleadas migratoriasorientales;lasegundaesquelaspennsulasdelSurfueronpuentesentreEuropayfrica.Partiendo siempre de la convergencia formal entre artefactos, la primera dinmica dirigir labsquedadelorigendelSolutrenseenlasfaciesdefoliceosdefinalesdelPaleolticomediocentroeuropeas (Jord, 1955) o sudoccidentales (Smith, 1966); la segunda utilizar las simili-tudes entre las puntas aterienses norteafricanas y las pedunculadas del Parpall, para trazarrelaciones entre ambas orillas (Pericot, 1942; Kozlowski y Otte, 1999). SusracesevolutivassebuscanactualmenteenelpolimorfismodelGravetiensefinal,rescatando el trmino Protosolutrense para denominar este horizonte (Zilho et alii, 1999;BosselinyDjindian,1997).Dentrodelasproduccioneslaminaressedesarrollaunsistema48J. Emili Aura Tortosa EL PALEOLTICO SUPERIOR:ENCUADRE CRONOLGICO-CULTURALVV AA (2012): Arte Sin Artistas. Una mirada al paleoltico. Museo Arqueolgico Regional, Comunidad de Madrid, Madrid.meras son utilizadas para el utillaje domstico y las segundas para armar puntas de proyec-til y tiles compuestos, suponemos que verstiles. Este rasgo bsico se comparte con algunoscomplejosepigravetienses,ytambinseencuentraenregionesvecinas.LosejemplosdelKebariensedelPrximoOriente,consideradoyaEpipaleoltico(Bar-YosefyBelfer-Cohen,1991) o del Iberomauritano del Maghreb (Bouzouggar et alii, 2008) son indicativos de tenden-cias generales que ofrecen tambin marcados rasgos regionales. La mejora climtica progresiva que se registra a partir del UMG slo ser detenida porpulsaciones cortas, destacando por su amplitud y posicin el Younger Dryas, que marcar elfin de los tiempos glaciares (Eriksen y Straus, 1998; Straus y Goebbel, 2011). La caracteriza-cin de los cambios econmicos asociados al final del Pleistoceno ha estado ligada a dos con-ceptos bsicos. Uno fue el desarrollo de formas de caza especializada (Binford, 1968), aunque,en la actualidad, sabemos que esas pautas ya se encuentran entre los neandertales. El segun-do es la revolucin del amplio espectro (Flannery, 1969; Stiner, 2001), denominada as porlaincorporacindeunagranvariedadderecursos:pequeosanimales,recursosmarinosyvegetales. La identificacin de esta segunda estrategia muestra una gran diversidad regionalpor el propio gradiente de las condiciones ecolgicas, pero ser en las regiones ms meridio-nales de Europa y a lo largo de sus costas donde los procesos de diversificacin, intensifica-cin y especializacin queden registrados con mayor precocidad (Munro y Atici, 2009).El Epigravetiense reciente y final (15-11 ka C14 BP, 17500 13000 aos cal. BP) Los ltimos cazadores tardiglaciares de mamuts de los complejos Mezine-Eisseevitchi se dis-tribuyeron entre las llanuras de Rusia y Ucrania entre 16-14 ka C-14 BP. Estos grupos con-tinuaron la construccin de cabaas con las piezas esquelticas de sus presas, manteniendounsistematecnolgicosimilar,materiasprimascomunesyunarteincisosobreobjetosdeadorno y figuras antropomorfas decoradas a base de motivos geomtricos. El Epigravetiensefinal (13-11 ka C-14 BP) est peor documentado, pero se relaciona con yacimientos orienta-dos a la caza de renos y caballos con puntas de dorso recto y curvo (Djindjian et alii, 1999).En los Balcanes, el Epigravetiense antiguo de puntas de escotadura supuso cierta unifi-cacinregional,perolasfasesplenasdatadasentre17-14kaC-14BPmuestranunamayorfragmentacin ligada a la diversificacin econmica. Al final del Tardiglacial (13-11 ka C-14BP) se observan sntomas del proceso de azilinizacin: amplia distribucin de raspadores cor-51EL PALEOLTICO SUPERIOR:ENCUADRE CRONOLGICO-CULTURAL J. Emili Aura Tortosa50Ducasse, 2010; Banks et alii, 2011). La prdida de los elementos solutrenses est acompaa-da de un mayor uso de materias primas locales, una separacin entre las producciones lami-naresymicrolamelares,estasltimasobtenidasapartirdencleoscarenadossobrelasca,frontalesytransversales.Latallalaminarsesimplifica,apreciandounaproduccinmsexpeditiva de lminas cortas y tambin de lascas. Se trata de una industria con rasquetas ytiles de aire arcaico (raederas, piezas retocadas, muescas, denticulados, etc.).Estoscambioscoincidenconunconsiderableaumentodelafabricacindepuntasdehueso,apartirdevarillasobtenidasmediantepercusin(AverboroughyPtillon,2011)ydoble ranurado. Las puntas de seccin circular-ovalada, con monobisel simple, ancho, apun-tado y decorado con profundas estras y motivos en espiga, sern un artefacto con una ampliadistribucin, junto a puntas dobles y de base masiva. En la regin cantbrica se observa unaimportante continuidad (Straus, y Clark, 1986), argumentada tambin a partir de las coinci-dencias de algunos sistemas de produccin de microlaminitas descritos para el BadegulienseyMagdalenienseinferior(LanglaisyDucasse,2007).Estoscomponentestambinhansidoanalizadosdesdeunaperspectivamsregional,proponiendolaexistenciadeterritoriossociales y un uso ms restrictivo del trmino badeguliense (Banks et alii, 2011).El Paleoltico superior finalExpansin demogrfica, etnicidad y agregacin son trminos utilizados a lo largo de la descrip-cin del PSE, pero consiguen ahora mayor capacidad de discusin. Sus causas pueden parecerexcesivamentedeterminadasporlasrigurosasoscilacionesclimticas,lacontraccinhumanahacia el refugio del Suroeste o los movimientos migratorios estacionales de las grandes mana-das de herbvoros, que configuran en gran medida los sistemas de asentamiento de los gruposhumanos(DavidsonyBailey,1984;Strausetalii,2012).Pero,lociertoesque,duranteelTardiglacial, se aprecian conexiones inter-regionales en los sistemas tcnicos (Langlais, 2010),en los adornos (lvarez, 2006) y en el arte magdaleniense occidental (Conkey, 1980; Sauvet etalii, 2008). Una conclusin similar se extrae sobre lo compacto de la cultura material de los gru-posdelEpigravetienserecientedeUcrania(Djindjianetalii,1999)odeItalia(PalmadiCesnola, 1993), con una creciente regionalizacin de las entidades culturales.Los grupos regionales del PSE final muestran algunos rasgos tecnofuncionales comunes,destacandoelempleodediferentessistemasdeproduccindelminasylaminitas;laspri-VV AA (2012): Arte Sin Artistas. Una mirada al paleoltico. Museo Arqueolgico Regional, Comunidad de Madrid, Madrid.dorso y con retoque simple, hojitas truncadas-escalenas, geomtricos y puntas). El acceso a fuen-tes de materia prima de desigual calidad o las tradiciones regionales llegan a marcar diferenciasen estas producciones, apreciando una mayor regularidad y estandarizacin entre los conjuntosplenos que en los iniciales y finales, lo que se ha vinculado con una mayor seleccin de materiasprimas y un uso aplazado de los soportes (Valentin, 2005; Langlais, 2010). Las puntas de hueso y asta muestran tambin una importante variabilidad (tamao, sec-cin,base),conservndosealgnejemplardepuntasdentadasconmicrolaminitasdeslex(Pincevent y Lascaux) que quedan alojadas en ranuras y fijadas con resina. La identificacindepuntasfabricadassobrehuesodeballenaenIsturitzessignificativadelamovilidadycapacidad de estos grupos (Ptillon, 2008). Los arpones/puntas dentadas son otro til carac-terstico(Julien,1982),casiicnicodelMagdaleniensereciente,mientrasquepropulsores,varillasybastonesperforadossonobjetossignificativos;suelensoportaresculturasdeani-males tallados o grabados y otras decoraciones incisas complejas (Barandiarn, 1973). Otrotantosepuedesealarparaalgunosobjetos-colgantes:contornosrecortados,bramaderasorodetescuyadistribucinpermitepensarenprocesosdeintercambioy territorioscultura-les,quesonampliablesatcnicas,temasyconvencionesdelArtepaleoltico,sobretododuranteeldenominadoMagdaleniensemediocntabro-pirenaico(Fortea,1989;Otte,1992;Corchn et alii, 2009; Gonzlez Morales y Straus, 2008; Sauvet et alii, 2008). La Colonizacin del norte y el final del PSE (13 -11,5 ka C-14 BP, 15800-13400 cal. BP)Coincidiendo conatemperamiento climtico se produjo la colonizacin del Norte de Europa,enregionesque,enalgncaso,nohabantenidopresenciahumanadesdeelPSEantiguo(Clark,1975).Apartirde14000aosC-14BP,seregistranyacimientosenelNortedeFrancia, Blgica, Sur de Inglaterra hasta alcanzar el Sur de Polonia. Esta gran llanura sep-tentrionalemergidaserhabitadaporgruposrelacionablesconeltecnocomplejomagdale -niense. En Gran Bretaa reciben el nombre Creswelliense y desde Blgica a Polonia se deno-minan Ham burguiense; su rasgo comn es la fabricacin de una punta de escotadura con unatruncadura opuesta. Durante el Younger Dryas esta tradicin dar lugar a los grupos Lingby-BrommeyalAhrensbourgiense-Swideriense,quesedistribuyedesdelosPaisesBajosalBltico (Valentin et alii, 2000). La economa de estos grupos est basada en el control de lasmigraciones de caballos y renos, incorporando recursos litorales a medida que los cambios cli-53EL PALEOLTICO SUPERIOR:ENCUADRE CRONOLGICO-CULTURALtos, puntas de dorso curvo y una creciente microlitizacin. Algunas decoraciones incisas sobrehueso (zig-zag, meandros, lneas paralelas) permiten su relacin con los sitios italianos.En el Mediterrneo central, el Epigravetiense evolucionado (16-14 ka C-14 BP) muestraconjuntos formados por puntas de dorso y los primeros geomtricos (rectngulos y tringulos).Una evolucin similar se registra en Provenza oriental, donde se denomina Bouveriense. Lainfluencia aziliense ser clara durante el Epigravetiense final (13-11 ka C-14 BP), materiali-zndose en la generalizacin de los raspadores cortos y las puntas de dorso arqueado. DuranteambasfasesepigravetiensessedocumentanenItaliaunas25sepulturas,manteniendounatradicin regional (Palma di Cesnola, 1993). El Arte epigravetiense de Italia incluye represen-tacionesantropomorfasyzoomorfas,naturalistasyesquemticas,juntoconmotivosgeom-tricos similares a los descritos en los Balcanes. Su participacin en una provincia mediterr-nea que alcanzara el Sur de Iberia, est hoy cuestionada (Villaverde, 1994, 2001).El Magdaleniense (17 -12 ka C-14 BP, 20000-14000 aos cal. BP)Se trata del ltimo gran ciclo del PSE, comparable a la primera Edad de oro de los cazado-respaleolticos(Roebroeksetalii,2000).Ofreceunaampliadistribucincontinental,desdePolonia (Maszycka) y la margen derecha del Rdano al Sur de Iberia (Cueva de Nerja), mien-tras que en Europa central quedara distribuido entre el Norte de Alemania (Gnnesdorf) ySuiza, al pie de los Alpes (Monruz) (Sacchi, 2003: 15-16). Su organizacin en fases se bas pri-mero en el utillaje sobre hueso y asta (las VI fases de Breuil, 1913), mientras que el recono-cimientodelavariabilidaddelasproduccioneslticasdiolugaraladistincinentreBadeguliense y Magdaleniense. La combinacin de ambas producciones permiti identificarfacies a nivel regional (Utrilla, 1981, 2006) y tambin continental, a partir de la distribucindealgunosrasgoscaractersticos(Kozlowski,1985)odeltratamientoestadsticodeunaseleccin de variables (Bosselin y Djindjian, 1989). Actualmente coexiste una doble ordena-cin:a)laquediferenciadosgrandesetapas,apartirdelaausenciaypresenciadearpones/puntasdentadasdehuesoyasta;b)laqueproponeunaordenacintripartitaeninferior, medio y superior. Los objetivos de la produccin ltica magdaleniense se pueden resumir en dos: soportesparatilesdomsticosconungradodeplanificacindesigual(raspadores,perforadores,cuchillos),ysoporteslaminares-microlamelaresparaarmarpuntasdeproyectil(hojitasde52J. Emili Aura TortosaVV AA (2012): Arte Sin Artistas. Una mirada al paleoltico. Museo Arqueolgico Regional, Comunidad de Madrid, Madrid.55wards a definition of the Aurignacian. Trabal-hosde Arqueologia,45.InstitutoPortugusdeArqueologia. Lisboa.BAILEY, G. N. 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Algunos de sus yacimientos en turbera han permitido la conser-vacin de los arcos y flechas ms antiguos de Europa y artefactos aislados tambin han sidorecuperados durante los trabajos de dragado del Mar del Norte (Fischer, 1995).El atemperamiento climtico tambin se registr en Europa occidental, desarrollndose eltecnocomplejo Aziliense a partir del sustrato magdaleniense. Coincidiendo con estos cambios sehan identificado tendencias globales al desarrollo de sistemas de produccin laminar ms expe-ditivos,unacrecientemicrolitizacinylafabricacindenuevasvariantesdepuntas(deMalaurie, arqueadas, de dorso curvo, dobles, fusiformes, truncadas. Estas transformaciones con-figuranunatendenciasupra-regionalenellmitePleistoceno-Holoceno(Valentin,2005;Pelegrin, 2000), y sern paralelas a las ltimas mutaciones de un grafismo de raz paleolticacadavezmsescasoygeomtrico.Bienpronto,lasmarjalescosterasylosbosquesholocenosacogern la expansin de una nueva expresin social: las necrpolis mesolticas.54J. 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