041 - De La Miseria a La Misericordia

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TEMA BIBLICO

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  • De la miseria a la misericordia Tercer servicio Anciano Pedro Legrand

    Guatemala, 01 de febrero del Ao de la Misericordia

    Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo.

    www.ebenezer.org.gt

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    1 Pedro 1:3 LBLA Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Seor Jesucristo, quien segn su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurreccin de Jesucristo de entre los muertos. Hemos podido nacer a una esperanza viva, a una esperanza de gloria, gracias a la infinita misericordia y bondad de nuestro Seor Jesucristo. Ningn favor recibido de la mano de Dios ha venido por meritos nuestros sino porque l nos ama y nos quiere bendecir. La misericordia derramada sobre nosotros forma parte de esa bendicin, mas a nosotros nos corresponde lograr entender a cabalidad lo que la misma trae consigo y lo que debemos hacer una vez la recibamos, para no interrumpir su fluir y permitir que se potencialice en todo nuestro ser. La Escritura nos muestra que al momento en que Jess desciende al ro Jordn para ser bautizado en sus aguas, los cielos fueron abiertos y el Espritu Santo baja adoptando la forma de una paloma y se posa sobre el Seor; esto como una representacin de los dos paracletos unidos en una obra redentora de misericordia, pues el Seor iba a dar inicio a Su ministerio aqu en la Tierra, y con el cumplimiento de Su misin nos iba a brindar salvacin. Por otra parte, la Biblia nos deja ver que cuando el profeta Elas y su siervo Eliseo descienden al Jordn, Elas le dice a Eliseo que pidiera lo que l quisiera y le sera dado, a lo cual Eliseo responde que anhelaba una doble porcin de la uncin que sobre Elas se mova. En este ao de misericordia, los cielos han sido abiertos a favor del pueblo de Dios y se nos ha extendido la invitacin de acercarnos confiadamente delante del Seor y con fe pidamos una doble porcin de Su bendicin y la misma nos ser concedida; pero el requisito es que tengamos fe.

    1 Pedro 1:4-5 LBLA para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitar, reservada en los cielos para vosotros, que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvacin que est preparada para ser revelada en el ltimo tiempo. Es mediante la fe en Dios que estamos siendo guardados y protegidos de peligros, y la salvacin hacia la cual vamos o que accedemos, es una de carcter progresivo que continua hasta que se haga eterna en nosotros. Esta salvacin a su vez, est preparada y se va a revelar en el ltimo tiempo, es decir, este tiempo en el cual nos encontramos viviendo. Ahora bien, como parte de esta salvacin, tambin gozamos de la misericordia del Seor; una misericordia que es plena.

    1 Pedro 1:6-7 LBLA En lo cual os regocijis grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, seis afligidos con diversas pruebas, para que la prueba de vuestra fe, ms preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelacin de Jesucristo; Al igual como el oro es pasado por fuego para ser refinado, nosotros tambin seremos expuestos al fuego de la prueba para que se revele lo que hay en nuestro corazn y podamos, mediante la ministracin, ser liberados de toda ligadura del pasado. Estas pruebas traern afliccin a nuestra vida, sin embargo, cuando entendemos el trato de Dios para con nosotros y que Su amor nos protege, entonces podemos reposar y permanecer quietos, pues tenemos plena confianza y fe de que todo obrar para bien

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    nuestro. Cuando el Apstol Pablo nos habla acerca de la armadura de Dios, entre la misma se hace mencin del escudo de la fe, el cual hemos comprendido que sirve para apagar los dardos de fuego que enva el enemigo en nuestra contra. Este escudo no es igual al utilizado por el pueblo de Israel o como el escudo que comnmente conocemos y que era utilizado por los romanos en el tiempo antiguo, sino que es un escudo basado en nuestra fe en Dios y que debe ir evolucionando hasta el punto en que lo llegue a abarcar todo. La fe es algo que no tiene lmites ni fronteras pues todo lo que Dios nos da nos lo da sin medidas. Por otra parte, para que la fe pueda ser fortalecida debe pasar por un proceso en el cual ser probada. Es necesario que cuando el Seor vuelva por Su amada Iglesia, halle fe en nosotros y nos encuentre dando la talla que l espera que tengamos.

    Marcos 14:3 LBLA Y estando El en Betania, sentado a la mesa en casa de Simn el leproso, vino una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso de nardo puro; y rompi el frasco y lo derram sobre la cabeza de Jess. La palabra betania es de origen arameo y entre sus significados encontramos que es una casa de dtiles, casa de afliccin, de depresin o de miseria. El Seor encamin Sus pasos hacia Betania, lugar en donde se reunira con Simn, el leproso, pero tambin fue precisamente en ese lugar donde fue ungido antes de que llegar el momento en que sera entregado. Mara invirti en un perfume muy costoso de nardo puro que ms adelante utiliza para ungir al Seor, lo que denota el inmenso agradecimiento que exista en el corazn de esta mujer hacia Jess y Su misericordia para con ella. Nosotros, al igual que Mara, debemos ser agradecidos con Dios por todos los beneficios que de Su mano hemos recibido, incluyendo Su misericordia y Salvacin. Es por la misericordia de Dios que hoy podemos estar adorndole y sirvindole; habiendo recibido el perdn por todos nuestros pecados y nuestra vida haber sido levantada y restaurada; razn por la cual debemos dar gracias en todo tiempo.

    Marcos 14:4-5 LBLA Pero algunos estaban indignados y se decan unos a otros: Para qu se ha hecho este desperdicio de perfume? Porque este perfume poda haberse vendido por ms de trescientos denarios, y dado el dinero a los pobres. Y la reprendan. Esto es un ejemplo claro de una misericordia mal entendida. Hay gente que da a los pobres con el propsito de beneficiarse a s mismos, pero en un acto como este no hay tal bendicin pues el motivo es equivocado aun cuando la accin sea buena. Lo que damos al Seor debemos drselo con todo nuestro corazn y buena intencin. El conoce hasta lo ms profundo de nuestros pensamientos y no puede ser burlado.

    Marcos 14:6-7 LBLA Pero Jess dijo: Dejadla; por qu la molestis? Buena obra ha hecho conmigo. Porque a los pobres siempre los tendris con vosotros; y cuando queris les podris hacer bien; pero a m no siempre me tendris. Cuando estamos cubiertos bajo las alas de amor del Padre, hallamos refugio y proteccin pues l se levanta a favor nuestro y nos defiende, tal como vemos hizo el Seor con Mara cuando los que estaban reunidos en casa de Simn se levantaron contra ella a causa de la buena obra que hizo.

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    Marcos 14:8-9 LBLA Ella ha hecho lo que ha podido; se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. Y en verdad os digo: Dondequiera que el evangelio se predique en el mundo entero, tambin se hablar de lo que sta ha hecho, para memoria suya. Mara hizo con Jess tres cosas que Simn debi haber hecho al recibirle en su casa pero que no hizo; ella le lav Sus pies con sus lgrimas, le bes y sec Sus pies con sus cabellos y le ungi Su cabeza. Los tres elementos empleados para hacer misericordia son: el vino (gozo), el aceite (uncin) y las vendas (sanar el corazn quebrantado). Tenemos un llamado de parte de Dios de hacer misericordia con nuestro prjimo de la misma manera en la que l nos ha hecho misericordia a nosotros.

    Juan 11:1-2 LBLA Y estaba enfermo cierto hombre llamado Lzaro, de Betania, la aldea de Mara y de su hermana Marta. Mara, cuyo hermano Lzaro estaba enfermo, fue la que ungi al Seor con perfume y le sec los pies con sus cabellos. El significado del nombre Lzaro es al que Dios ayuda. l era el hermano de Marta y Mara esta ltima es quien ungi al Seor con perfume y seco Sus pies con sus cabellos- La Biblia describe que Jess amaba a estos tres hermanos. Nuestra relacin con Dios debe ser una estrecha e intima.

    Juan 11:3-4 LBLA Las hermanas entonces mandaron a decir a Jess: Seor, mira, el que t amas est enfermo. Cuando Jess lo oy, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella. Si nos encontramos atravesando por momentos difciles no debemos preocuparnos pues esos momentos de afliccin han venido con el propsito de que Dios sea glorificado a travs de ellos. l nos ha prometido jams dejarnos y fiel es l para cumplir Sus promesas. Su gloria se har manifiesta en medio de nuestras adversidades, no perdamos la fe.

    Juan 11:5-7 LBLA Y Jess amaba a Marta, a su hermana y a Lzaro. Cuando oy, pues, que Lzaro estaba enfermo, entonces se qued dos das ms en el lugar donde estaba. Luego, despus de esto, dijo* a sus discpulos: Vamos de nuevo a Judea. Al momento de pasar por periodos dolorosos en nuestra vida, deseamos que Dios obre rpidamente y nos saque de esa situacin, sin embargo, l nos pone a prueba y permite que permanezcamos en medio de esa afliccin por un tiempo corto para que a travs de ella adquiramos paciencia y aprendamos a confiar en l.

    Juan 11:11-15 LBLA Dijo esto, y despus de esto aadi: Nuestro amigo Lzaro se ha dormido; pero voy a despertarlo. Los discpulos entonces le dijeron: Seor, si se ha dormido, se recuperar. Pero Jess haba hablado de la muerte de Lzaro, mas ellos creyeron que hablaba literalmente del sueo. Entonces Jess, por eso, les dijo claramente: Lzaro ha muerto; y por causa de vosotros me alegro de no haber estado all, para que creis; pero vamos a donde est l.

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    El Seor les informa a Sus discpulos que Lzaro dorma pero ellos no entendieron Sus palabras, razn por la cual Jess les habla ms claramente dicindoles que Lzaro haba muerto.

    Juan 11:17-21 LBLA Lleg, pues, Jess y hall que ya haca cuatro das que estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusaln, como a tres kilmetros; y muchos de los judos haban venido a casa de Marta y Mara, para consolarlas por la muerte de su hermano. Entonces Marta, cuando oy que Jess vena, fue a su encuentro, pero Mara se qued sentada en casa. Y Marta dijo a Jess: Seor, si hubieras estado aqu, mi hermano no habra muerto. En ocasiones llegamos a pensar que todo lo adverso que nos ocurre est siendo ajeno a Dios, sin embargo, no es as pues nuestro Padre nos ama y nos cuida; aun desde antes de haber sido formados en el vientre de nuestra madre fuimos conocidos por l y desde siempre nos ha amado. Por ningn motivo debemos pensar que nos ha abandonado, pues Su misericordia es eterna para con nosotros. Confiemos y esperemos pacientemente en el Seor y veremos Su gloria manifiesta de una manera extraordinaria en nuestra vida.

    Juan 11:23-33 LBLA Jess le dijo: Tu hermano resucitar. Marta le contest*: Yo s que resucitar en la resurreccin, en el da final. Jess le dijo: Yo soy la resurreccin y la vida; el que cree en m, aunque muera, vivir, y todo el que vive y cree en m, no morir jams. Crees esto? Ella le dijo*: S, Seor; yo he credo que t eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que viene al mundo. Y habiendo dicho esto, se fue y llam a su hermana Mara, dicindole en secreto: El Maestro est aqu, y te llama. Tan pronto como ella lo oy, se levant* rpidamente y fue hacia El. Pues Jess an no haba entrado en la aldea, sino que todava estaba en el lugar donde Marta le haba encontrado. Entonces los judos que estaban con ella en la casa consolndola, cuando vieron que Mara se levant de prisa y sali, la siguieron, suponiendo que iba al sepulcro a llorar all. Cuando Mara lleg a donde estaba Jess, al verle, se arroj entonces a sus pies, dicindole: Seor, si hubieras estado aqu, mi hermano no habra muerto. Y cuando Jess la vio llorando, y a los judos que vinieron con ella llorando tambin, se conmovi profundamente en el espritu, y se entristeci, La constante forma de actuar de Mara y su fe en el Seor fue lo que conmovi a Jess a misericordia. Si nosotros buscamos en todo tiempo al Seor seremos alcanzados por Su misericordia y doblemente bendecidos. Dios ve nuestra necesidad y se conmueve ante nuestras lgrimas. Tenemos un Dios compasivo y misericordioso que conoce lo que estamos pasando y nos consuela dndonos Su favor.

    Juan 11:37-40 LBLA Pero algunos de ellos dijeron: No poda ste, que abri los ojos del ciego, haber evitado tambin que Lzaro muriera? Entonces Jess, de nuevo profundamente conmovido en su interior, fue al sepulcro. Era una cueva, y tena una piedra puesta sobre ella. Jess dijo: Quitad la piedra. Marta, hermana del que haba

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    muerto, le dijo: Seor, ya hiede, porque hace cuatro das que muri. Jess le dijo: No te dije que si crees, vers la gloria de Dios? Es necesario que entendamos que siempre habr a nuestro alrededor personas que querrn matar nuestra fe con sus palabras, pero no debemos prestarle odo a sus dichos engaosos; nosotros solo debemos estar atentos a la voz de Dios e ir en pos de Su perfecta voluntad.

    Juan 11:41-46 LBLA Entonces quitaron la piedra. Jess alz los ojos a lo alto, y dijo: Padre, te doy gracias porque me has odo. Yo saba que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que me rodea, para que crean que t me has enviado. Habiendo dicho esto, grit con fuerte voz: Lzaro, ven fuera! Y el que haba muerto sali, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jess les dijo*: Desatadlo, y dejadlo ir. Por esto muchos de los judos que haban venido a ver a Mara, y vieron lo que Jess haba hecho, creyeron en El. Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les contaron lo que Jess haba hecho. El hecho de que el Seor resucitara a Lzaro dio lugar a que sus enemigos y principales sacerdotes de Israel se levantaran en Su contra y trazaran un plan para matar al Seor. Esto nos muestra que para que nosotros pudiramos tener vida eterna fue necesario que el Seor entregara la Suya en rescate nuestro. Ha sido gracias a Su sacrificio en la Cruz del Calvario que hoy podemos presentarnos delante del Trono de Dios y mantener una relacin intima con l; motivo por el cual debemos siempre dar gracias y gloria al Seor, pues Su misericordia nos rescat de la miseria en la que nos encontrbamos y nos dio una esperanza de vida junto a l.