042

114

description

d

Transcript of 042

  • E S T U D I O S C L A S I C O S . ,,

    ~ R G A N DE LA SOCIEDAD E S P A ~ O L A DE E S T U ~ O S CL~SICOS PUBLICADO P O R EL PATRONATO ~ M E N K D E Z Y PELAYO DEL CONSEJO

    DIRECTOR : MANUEL FBRNANDEZ-GALIANO.

    COMITE DE REDACCION: Jos6 ALSINA, ALBERTO BALIL, V. EUGENIO HERNANDEZ VISTA, R. P. Jo& J J I ~ N E Z DELGAW, ANTONIO MAGARI~SS Y FRANCISCO RODR~CUEZ ADRADOS.

    SECRETARIA DE REDACCION: M.8 EMILIA MARTINEZ-FRESNEDA.

    , '

    S U M A R I O

    Pgs.

    ............... P. L. HELLER, Tratado sucinto de Mtrica griega 73 J. ERNST, El estado actual de los estudios clsicos en el mundo

    y el papel de la bibliografia y de la documentacidn ......... lQ'i M. DOLC, Yolitica agraria: y poesia en Virgilto ............... 120 J . SANTA CRUZ, De iure sepulcrorum ........................... 140

    Resefas, por M.8 E. MART~NEZ-FRESNEDA, A. BALIL, A. GAR- c i ~ Y BELLIDO y M. F. G. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146

    El libro clsico en Espafa o lo largo de los Qltimos veinti- .............................................. cinco aos 105

    .......................................... Revista de revistas 159 Otros art%culos o folletos de .tema .clsico .................. 161

    (Sigue en tercera de c~bisrto.)

  • T R A T A D O S U C I N T O D E M E T K I C A G R I E G A

    Dada la i~dole sucinta del presente tratado (el primero, qtie sepa- mos, redactado en lengua hispnica), no iian encontrado cabida en l ni la discusin fundamental del carcter cuantitativo de la mtrica grie- ga -objeto hasta hoy de polmica ardiente, en la cual el ~ a t o r ha ter- ciado con sus Fundamentos tcnicos de la reprodztccin mtrica de versos griegos '(Montevideo, 1961/1962)- ni la (bien menos sondeab!ej sobre el papel de la misica en las distintas piezas lricas ; en otras palabraso el autor lo compuso como metricista antes que como ritmicista, no ignoraildo, por cierto, que los metros estaban, y estn, subordinados a: ri:mo. Y faltan, por otro lado, algunas exposiciones generales (como la enumera- cin completa de las partes de la tragedia y la comedia, o bien de los tipos de versiiicaciu adoptados por cada poeta) por no coilstituir ma- teria acaltica, sin3 descriptiva y fcil de recoger en ias obras de con- sulta existentes. Fues lo que se pretende ofrecer es una interpretacin sinttica de los fenmenos principales, basada, desde luego, en los tra- bajos cientficos cuya bibliografa se adjunta y a los cuales deber recu- rrir quien desee ampliar y afirmar su dominio de disciplina tan ardua y sujeta a las dudas mis variadas. No obstante, esperamos que con ella (y con su problemtica) familiaricen estos mismos prrafos concisos a cualquier estudioso que los pondere con atencin minuciosa; al paso que e l nomencltor del capitulo E se esfuerza en colmar algunas de las lagunas que todo mtodo apretado debe necesariamente ocasionar.

    1. Si bien el trmino ~pooybcc (lat. accentus, de *ad-can- tus) se refiere propiamente slo s elevacin (y depresin) del tono (rvos) en el habla corriente, abarca por extensin tambin la doctrina de las cantidades silbicas.

    En re-idad halia, en el griego antiguo, una interdependencia entre estas iiltimas y dicho acento musical (el h i c o existente en la lengua).

  • 7 3 PEDRO LUIS HELLEI?

    As, las palabras pi-oparoxtonas (ej. v&pwros) y properispmenas (ej. Stiupov) sc co~vertan, al alargarse su slaba finai, en paroxtonab (Gv8pu')xou, %yriu).

    2. Las slabas se dividan, esquemticamente, en largas (paxpa) y breves (&n~~iat) con la proporcin hipottica de dos a uno (simbolizadas por los signos - y -).

    Esta proporcin maten~tica resulta haber sido convencional, como se desprende :!r. u n pasaje de Dionisio de Halicarnaso, quien en su tra- tado ilc c0:11;70s i t i~ i1~ ~ e 1 - 2 0 i . ~ m (20) menciona pies dactlicos y anaps- ticos cuya slaba larga era mis corta que la suma $de las dos breves (pies cclicos).

    3. E n pri.mpio, vala como larga toda slaba que con- tuviera una vocal larga o un diptongo, o una vocal brele seguida de consonacte pronunciada como perteneciente a esta misma slaba.

    La tercera especie silbica suele ser definida por los gramticas como larga por posicin u convencinr (Boat), y las dos primeras como largas apor naturalezan (~Soat); sin embargo, incluso stas podan contarse por breves si, en depresin metrica, segua inmediatamente a la vocal larga o al diptongo una palabra (o slaba) que comenzara con vocal (uacorta- miento ante hiaton).

    4. Generalmente se dice que una vocal breve forma posicin)) cuando le siguen por lo menos dos consonantes o una consonante doble; siendo llamada comn (xotv4) una slaba cuya vocal h e v e es seguida de muda con liquida, por- que estas dos consonantes podan ser pronunciadas como una sola (cor rep t io Attica).

    Tal convencin prosdica se f'undaba en la posibilidad de pronunciar determinadcs fonemas consonnticos ora heterosilbicamenten (ejemplo

    rir-pa: - -), ora utautosilbicamenten (ej. ni-rpa: -) ; de hecho, se hizo a veces extensiva a otras :ornl>inaciones (m, C) que, iniciando una palabra, podan dejar de alargar la vocal precedente (tautosilabismo) y a ciertas se~ioclusivas que, al revs, podan geminarse (ej. Qvi ~E-&Y, con p- pronunciada doblemente : heterosilbismo).

  • TRATADO SUCINTO DE MTRICA GRIEGA 75

    5. La convencionalidad de dichas prcticas poticas apa- rece, entre otras razones, en el hecho de que los griegos, a los efectos de su prosodia corriente, jams tenan por larga una slaba de vocal breve y s, en agudo contraste con el cibmputo mtrico, por breves una serie de slabas desinen- ciales que contenan los diptongos -ai u -o! (y, a veces, -m).

    6. En toda fontica surgen, y en toda versificacin de- ben forzosamente resolverse, los problemas del encuentro de vocnles entre dos palabras (y aun slabas) seguidas. La poesa homrica demuestra que, en un principio, quedaba amplio margen para la admisin del hiatus (Xcio&Iia), o sea, el ((bostezo)) indisimulado entre las respectivas vocales final e inicial de tales palabras.

    Esta circunstancia fortifica nuestro convencimiento de que, si bien la evitacin de los hiatos puede llegar a erigirse en frrea norma estti- ca, resulta igualmente concebible una mtrica (ms o menos solemne), cuyo ritmo reclame su mantenimiento.

    7. Dicho encuentro voclico entre palabras contiguas ha sido obviado de cuatro maneras: a) con la elisin, es de- cir, supresin de la vocal breve (o incluso algn diptongo) final (anterior) ; b ) con la afresis '(6rpaipeo~s), es decir, su- presin de la vocal breve inicial (posterior) ; c) con la cra- sis)) (xpea~s), es decir, fusin de ambas vocales en un nuevo sonido voc!ico ; d) con la sinalefa (ouvaAo!cp4), es decir,. aleacin entre ambas vocales mantenindose sus sonidos res- pectivos.

    Ea c

  • 76 PEDRO L U I S HELLE1:

    nunciado como una sola slaba) ; y a la apcope, la sncopa (ouyxo7ct; ej. Bepvixq por Bepaviq).

    Con hifresis ('ucpaipe~tc) se denomina la supresin de una vocal bre- ve ante otra (ej. Roplw por *Bopfaw); y con aepntesis)) ( I r i v S c o ~ ~ ) , la in. sercin de un fonema (8vBp; por *rivpc frente a dvfpo;).

    9. La licencia de los poetas, sobre todo picos, se pa- tentiza no slo en el ((acortamiento ante hiato)) (cf. A 3) de vocales largas por naturaleza)), sino an ms en ((alarga- mientos mtricos)) tales como CBvaros o peraxia8ov, Con r inicial y L central (media inte~ quinque) respectivamente alar- gadas por ((imposicin del verso)). Ciertas consonantes interiores tan pronto eran ((desgeminadas)) ('AxthaBc por 'AXt'hh&) como, al contrario, geminadas (ghhaxev por thax~v) de acuerdo con el principio del heterosilabisrno sefalado en A 4, o bien se alarg-aba la vocal anterior (OGhbpxoto en lugar de *'OhhDpno~o por '0hbp.xoto).

    En cambio, el estiramiento pico ( B & T u ~ ) es, en la mayora de los casos, inexpiicable por alguna imposicin mtrica ; pues, por ejein- plo, la forma jnica povre; tendra la misma estructura cuantitativa que la honirica pwvros (por p ( u v ~ t ~ , contraccin de paovro~) .

    10. Los dems trucos mtricos, tales como la tmesis ( ~ ~ q a ~ c : sepatacln de preverbios ; ej. BK B' ebvdc, Epahov) o la anstrofe (6vaarpotp~: posposicin de preposiciones ; ejem- plo tptSoc +L) , son de orden sintctico-estilstico antes que prosdico, excepto las mettesis (perBaot~: trasposi- cin) cualitativa (ej. xaprapds por xparepds) y cuantitativa (ej. 'ATihecus por 'AyihCos), las que, sin embargo -como tam- poco la apcope, sncopa y epntesis-, no constituyen fe- nmenos privativos de la mtrica.

    11. La cuestin bsica de si la versificacin griega cl- sica ha contado tambin con acentos ((dinmicos)) (de fuer- za, intensos, expiratorios) requerira una investigacin de- tenida.

  • De haberlos habido, como nosotros sostenemos, e: trmino ictus (ugolpe~ = acento mtrico) designara el marcar los compases (las par- tes afuertesn de cada metro) ; dentro de una unidad rtmica (~uBpq, xoq: cf. cap. B), 9t6 equivaldra, entonces, a su parte afuerten y 6plporc a la parte udbiln, llamadas modernamente aelevacinx y udepresinn por in- versin de su respectivo significado original.

    1. Aunque un pie (nois) solo no poda, con excepcin del dctilo, llegar a constituir la mnima unidad mtrica (a saber, un metro : prpov) , conviene partir -y de hecho partieron los gramticos antiguos- de una clasificacin por gneros pidicos, segn la distinta proporrin aritmtica entre las dos partes de cada pie.

    Como base de tal cmputo se tomaba la duracin de una slaba breve (

  • 7 8 PEDRO LUIS HELLEK

    (metrica) de las breves de ambos jnicos conduce al meloso (Mo)ioa;: -1-- o --/-).

    4. Pertenecera al gnero 2/3 (+os .iiy!Xtov) el (ccr- tico (Kp-qrtxc: -/-) con sus dos trasposiciones, el ba- queo)) ( B u x ~ ~ i o c : ---/-) y el ((palimbaqueo)) (.rca)L!pax~~toc: --/-l.

    Las diferentes disoluciones de critico, baqueo o palimbaqueo condu- cen al B p 6 ~ o s (o d p i B p ~ o < : -/-) y a los Kpeonesn (rcuiwv) llamados (-/-1, usegundo)) tercero (-/-) y acuartox segn la posicin de la slaba 12rga.

    5. Integraran el gnero 3/4 (yvos ~ ~ ~ ~ L P L T O V ) 10s epi- fritos llamado:; primero (--1--), ((segundo)) (-y'/ --), ((tercero)) (---+/-) y carto)) (--/-) segn la posicin de la slaba breve.

    Eri la prctica solan usarse nicamente el segundo y el tercero, y aun stos por alteracin accidental de metros no epitrticos.

    6. Finalmente, integraran el gnero 3/5 (rvo; GoXpaxv) las mltiples formas del G i ~ p r o s catravesadoa>), o sea, la fun- damental (--/--1 y la del llamado 67iobpo; (-/ -) con sus posibles disoluciones (o/-, - ~ / i ----, VVU /-----, --/..-.---, etc.).

    Los docmior, empleados exclusivamente en partes corales de la dra- maturgia 6tic.i, constduyen en verdad pies compuestorr, pero han sido considerados como unidades rtmicas irreductihles.

    7. Los pies inferiores a cinco unidades de tiempo (mo- ras) sueien, mxime en versos recitados, presentarse por parejas (Btnoba pie doble)) o ooQqa ((yunta))), configurando entonces sendos metros (cf. B 1). As aparecen el metro ymbico (Gtiapfios: -- -1, el metro trocaico (B!rp~a~os:

    -), CI metr9 anapstico (- -), etc. Pero en el hexmetro pico y en el llamado pentmetro dactlico, cada

    dctilo (-,) equivale a un metro entero.

  • 8. En determinado sitio de ciertos metros, la-slaba bre- ve poda ser sustituida por una larga llamada irracional (aho-p~, simbolizada por el signo x , o sea, de duracin in- termedia entre una y dos moras) : a saber, la primera s- laba de los metros ymbico (x-), jnico a minore -( X--) O docmacos ( x ----, x --, etc.) y la ltima de los metros trocaico (---- x ) o jnico a rnaio- .e (--x).

    Este lugar de slabas cuantitativament~ indiferentes (d8dvopor) es, para algunos autores, el anceps propiamente dicho.-La aloga de tales slabas suministra una prueba adicional del convencionalismo de los cmputos prosdicos (cf. A 2).

    9. Quedan, sin embargo, y mxime en la lrica, una se- rie de versos o ((miembros)) de verso (xk) no divisibles por metros (xarci prpov), sino por pies (xarci x6a).

    En tales casos -los cuales sin duda obligan a reconocer cada pie como unnidad mtrica3 (contra B 1)- se habla de tripodia, tetrapodia, pentapodia, etc.

    10. Hay, adems, una gran variedad de versos (y de x6ha) cantados que no consienten un anlisis convincente ni xatd ptpov ni xata x6a (los clicos y afines), as como aque- llos formados por una mezcla de diferentes gneros pdico- mtricos (los versos ((logadicos, ((dctilo-epitrticos)) y casi- nartetos))). Ellos sern explicados en el captulo siguiente.

    1. El fin de cada verso (arip:, xepio80;) queda marcado por la pausa mtrica (h~ilrya).

    Dicha pausa implica, desde luego, fin de palabra o de vsintagrnan (= varias palabras unidas por el sentido), pero, sobre todo, indiferencia cuantitativa de la iltima slaba (syllaba anceps) y admisin de hiato para con el verso siguiente.

  • 80 PEDRO LUIS HELLER

    2. Los'versos hablados (declamados, recitados), gene- ralmente repetidos en serie (cf. D l), se componen de me- tros homogneos (construccin xarci pirpov).

    Los ms usados fueron el hexinetro dactlico (- -. - - - -x, pudiendo cualquier pareja de slabas breves ser reem- plazada por una larga) y el trmetro ymbico rrepitrticon (x- X-Y- X-x). Un hexmetro cuya ltima slaba es breve resulta ser ~catalcticoa (= incompleto al final). Un trmetro ymbico cuya pen- ltima slaba es larga se llama acoliambon o ~escazonte~ (%wAd; y m&~v = acojoa), e uisquiorrgicoa (= acaderirroton) cuando entonces resulta iarga tambin su tercera airracionaln (cf. B 8: x- x- --- x 1-

    3. La uniformidad mtrica de tales versos se ve com- pensada por la variacin de sus posibles ((pausas secunda- rias (marcadas nicamente por fin de sintagma), denomina- das respectivamente cesura (rol*?,= corte) al producirse en el interior de un metro, y diresis (Biaipeots = separacin} al prociucirse entre dos metros.

    En el hexS.metro pico (dactlico) prevalecen las cesuras ~pent(h)e- mimrican (despus de la tercera larga) y utrocaican (entre las dos bre- ves del tercer pie) y la diresis abuclican (entre el cuarto y el quinto pies).-En cierta medida, han podido observarse sitios de divisin predi- lectos ii.cluso en versos no construidos zar4 p+ov (por ejemplo, en el hendecaslabo sfico).

    4. Viceversa, hay determinados sitios de (

  • TR-iTADO SUCINTO DE MTRICA GRIEGA 8 1

    diresis central obligatoria, la cual prohiba el hiato, pero permita la elisin.

    La condicin inversa determina separacin de versos (cf, C 1) ; sin embargo, existen ejemplos de elisin de la vocal final de verso, fen- meno ccnocido como eiBos LQ~&)\ELOV y que constituye una de las formas de usinafiau (ov

  • 8 2 PEDRO LUIS HELLER

    As, por ejemplo, el hemepes y el pareniaco constituiran, respectiva- mente, los heniistiquios (= asemiversos) anterior y posterior de un he- xmetro dividido por la cesura pent(h)emimrica (-/- -X ; ~ f . C 3); y el segundo xcAov del asinarteto especificado e n C 6 (el llamado aitiflico~) constituira ya sea (segn Sneii) el hemis- tiquio posterior de un trmetro ymbico catalctico dividido por cesura pent(h)emimrica ( x-x /-x), o bien (segn Koster) un dmetro trocaico abraquicatalctico~ (quiere decirse que, en el esquema -- --/y, la penltima breve quedara suprimida por asincopau y la ;tima por ~catalrxis))).

    9. Otros asinartetos importantes resultaban de las dos posibles combinaciones de ambos cqent(h)emmeres recin citados: a saber, el elegiambo (-v~-v~;-/ x - x ), llamado en la antigedad encomiolgico, y el (~yarnblego))

    En el primero, por lo menos, la diresis entre ambos miembros po- da dejar de observarse ; inobservancia comprobable tambin en los casi- nartetos triplesn, donde dos pent

  • b) tienen generalmente un iimero fijo de slabas (isosilabis- mo), por no sustituir una larga con dos breves o viceversa ; c) suelen, en cambio, iniciarse con una .base clica)) de has- ta cuatro -pero ordinariamente dos- slabas cuantitativa- mente indiferentes.

    Como tipo fundamental podra considerarse el ugliconeo (X XJ -/-), cuyo coriambo (central) es susceptible no slo de des- plazarse hacia el principio o el fin de este verso octoslabo (formando, por ejemplo, el udmetro coriinbico IIu: x x x x/-), sino tam- bin de duplicarse o triplicarse, formando as el uasclepiadeo menor ( x x/-u-- -----/-) y el uasclepiadeo mayor)) ( x x/- - De tal multiplicacin ucorimbican separan al- guiios nietricistas (cf. Koster contra Sncll), como gnero esencialmente distinto, la -tambin existente- udactlican (del tipo de la upentapodia elican iiendecrlslaba : x x/- -- -/-).

    12. Como derivados del gliconeo por ampliacin o res- triccin pueden asimismo interpretarse una serie de versos o miembros de verso, como el ((telesileo)) (gliconeo acfa- lo : x -j, el aferecracio)) (gliconeo catalctico : X I X ~ - x ) o el ((hiponacteon (gliconeo liipercatalcti-

    co : x x-,-x).

    Derivaciones de segundo grado seran el ufaleceo)) (combinacin de gliconeo y bacyeo: x x-------/-x), el uaristofaneou (hiponac- teo ~ i n base : --^ /---x), el ureizianon (telesileo catalctico : x--.----x), los hexaslabos obtenidos al suprimirse las dos slabas ini-

    ciales o finales del gliconeo (dodrans 1: x x- y dodrans 11: --) y la forma catalctica e este ltimo (el aadonio~: -x); la combinacin de gliconeo y ferecracio (el upriapeoa: x x--/x X ~ X ) ya tiene carcter uasinarttico)).

    13. Como cdogadicos)) (trmino ni siquiera mencionado por autores como Snell) han sido definidos, ya en la Anti- ,giiedad, ciertos versos o miembros dactlicos o anapsticos que terminan en una dipodia trocaica, un crtico, un baqueo o un yambo.

    Tales seran, p. ej., el ibiceo (--.-.--.--,/--.--), el meeomedeo (--/+-) y el uarqucbuleo, (- - - /

  • 84 PEDRO LUIS HELLER

    --). Segn Koster, los metros 1ogaCdicos se distinguen de los eIi- cos por carecer de abasex (cf. C 11) ?; de los asinartetos por carecer de diresis entre los miembros heterogneos (cf. C 6).

    14. La simple apariencia de un cambio rtmico (p.~ra?o)i4 poBytxfJ es ofrecida por el feiimeno de la oivxhorots (((retar- sin = inversion de larga y breve 0 de breve y larga), ya sea dentro de un metro o entre dos metros contiguos.

    As, en un t me t ro ymbico o jnico poda figurar uri coriambo aana- clstico~~ -- - y --- --) ; mientras que, en el celebre dmetro jnico aanacrenticon, Ia anclasis se produca entre la larga final del primer metro y la breve inicial de2 s e g u n d ~ (- --).

    15. Las dems inodificaciones y anomalas de los esque- mas (regulares) descritos deben atribuirse, en general, al fondo rtmico-musical de la lrica helnica, hoy envuelto en misterio (ante todo las presuntas slabas sincopadas, com- pensadas acaso por In ~ o v 4 = ((protraccin)) de las slabas vecinas), y, en casos particulares, al carcter de clusula que revisten algunos versos o xc;,I.u finales o prefinales de es- trofa o de sistema (cf. D 4).

    1 . COMPOSICIN DE POEMAS

    1. Los poemas ((hablados)) estn compuestos de versos cuyo esquema mtrico se repite nd i n f i h m z .

    Tales versos usados xard o r i ~ o v (estiquicamente) fueron el hexmetro de la epopeya, as como el trmetro ymbico y los tetrmetios trocaico, ymbico o anapstico (catalcticos) del dilogo dramtico, pero tambin ciertos versos lricos (jnicos, elicos) ; los poemas -cnntados- que los agrupan de dos en dos se llaman zotvd ~uo-c-q~mtxd.

    2. Si en el dilogo dramtico los actores alternan cada uno con un solo verso, tenemos ((esticomitia~ ( o r i ~ o l u ~ 6 i a ) ;

  • los trozos de ui1 verso repartido tntre varios dialogantes se denominan vt~Aa~aL

    Semejante reparticin del verso no sola ocasionar licencias prosdi- cas (hieto, etc.).

    3. Dsticos>; son la combinacin (con frecuencia, repe- tida) entre dos versos (preferentemente heterog-neos) ; los cuales constituyen un 8z96;, si el primero es ms largo, y u11 xpoyBs, si es ms corto que el segundo.

    I)sticox por excelencia es el elegaco-epigramtko. compuesto de hesmetro y pentnietro dactlicos ; el segundo hemistiquio de este lti- mo (cf. C 5) rlo adniita espondeos.

    d. Una prolongada secuela de versos o miembros mtri- camente iguales -llamada sistema (osrqpa) - sola con- cluirse con una variante (a menudo catalctica cuando aque- llos eran acatalcticos, y viceversa) del metro respectivo, que actuaba como clusula del ((perodo)) entero.

    Ejemplo relevante brindan los sistemas anapsticos de la dramaturgia (canapestos de marchan), clausurados por un dmetro catalctico (pare- macou: cf. C 71.-Dichos sistemas d e irregular extensin, y por ende no divisibles en estrofas- parecen haber tenido ejecucin umelodramti- car (rapaxa~ahoyr = recitacin acompaada de msica), aplicada prime- ramente en la yanibografa arquiloquea.

    5. Mientras que, en poemas hablados (al. ((Sprechver- se), los versos, de estructura homognea o al menos simi- lar, se agrupaban, todo lo ms, de dos en dos, en los poemas cantados'(a1. ((Singverse))) se prefera reunirlos en estrofas (arpo'p* = ((vuelta))) de mayor o menor extensin.

    De sus cuatro versos respectivos, la estrofa sficax tiene los tres y la calcaica~ los dos primeros versos igualmente estructurados; en las largas estrofas de un Pndaro, todos los versos pueden llegar a ser disemejentes entre s.

  • 86 PEDRO LUIS IIELLER

    6. Al respecto, es menester distinguir entre los esque- mas fijos (((regulares))) de la cancin mondica y la varie- dad infinita (polimtrica) de los poemas corales.

    En efecto, no existe ejemplo de estrofa coral reeditada en otro poe- n:a ni aun por un mismo poeta.

    7. La aglomeracin de diferentes gneros mtricos en un mismo poema cantado, inaiigurada por los poetas ((dri- cosn Alcmn e Ibico, alcanz su pleno desarrollo en la lrica coral de la tragedia tica.

    De ah que las canciones de esta ltima se caractericen por la difcil definibilidad -pero tambin la mayor importancia orgnica- de sus dic- tintos n?iembros y por los trnsitos cieslizante~n entre trozos de gnero dispar (Snell).

    8. Parecen haber estado destinados a recitacin individual, (mondica) los poemas monostrficos, es decir, cuyas es- t r o f a ~ ostentan todas una estructura idntica (A-A-A ...),

    Esta hiptesis es aplicable (segn Bowra) incluso a las as compues- tas odas ncorales de Pndaro y Baqulides.

    9. Estaban, en cambio, destinados a ejecucii colectiva (coral) los poemas compuestos de tradas (cada ~ptc = orpoya + rivr~orpoy? + In@s) uniformes entre ellas, aunque en su interior el epodo se desva del esquema mtrico de es- trofa y antstrofa (AAB-AAB ...).

    Tales estrofas tridlcas, rudimentarias en Alcmn, obtuvieron un vo- lumen creciente a partir de Estescoro y Simnides.-Debe sealarse que entre estrofa y antstrofa hay responsinx, pero no necesariamente una absoluta igualdad mtrica.

    10. En los cantos corales (sobre todo en los oratpa) de la tragedia -y, por reflejo, tambin de la comedia- pre- dominan las estrofas pareadas (AA-BB-CC ...), si bien no

  • faltan combinaciones ms complicadas (por ejemplo, la pe- ricpica)) : ABC-ABC ; la ((palindicau : ABC-CBA ; o la mesodica : AB-C-BA).

    De haber epodo, ste suele concluir todo el uintermezzon lrico (AA-BB-CC ... Df ; ocasionalmente se encuentran una trada cprodica~ (A-BB) 0 la composicin peridica= (A-BB-C).

    11. La xposoc (entrada del coro) y el nopyc (alterna- cin entre orquesta y escena) de la tragedia, as como la xapPao~s (avance del coro hacia el pblico) de la comedia, ofrecen, gracias a su ndole especfica, composiciones alta- mente complejas, que demandan un estudio detallado.

    Sobre todo ia parbasis daba lugar a invenciones ingeniosas, ya que en ella -como tambien en el oi-(&v (udebaten)- se entrelazaban piezas cantadas (+6ai) con piezas habladas (los llamados hpprjpara).

    12. Adems de tales sistemas de estrofas correspondien- tes (construidos nard o ~ o ~ v ) , existen trozos lricos (no es- tquicos) carentes de correspondencia estrfica, y principal- mente los llamados sueltos (.mohehopva).

    Entre estos ltimos se distinguen !os oindivisiblesn (J~pqra), como sue- len ser las monodias de los actores dramticos; los de uestrofas dispa- res= (d~o~ordorpocpa), repartidas entre ejecutantes distintos ; y los aastr- ficosn (&sorpocpa), a saber, breves trocitos lricos intercalados en un dilogo dramtico.

    13. La estructura interna de las grandes estrofas (poli- mtricas) se presta a investigaciones sutiles y , en parte, ni siquiera intentadas an.

    Deber dirigirse atencin especial hacia: a) la posible existencia de sistemas o perodos mayores dentro de la estrofa total; b) la posible simetra entre las partes integrantes de la misma (miembros, velsos); y c) la eventual ainversin mtrica)) entre versos (o miembros) antece- dentes y subsiguientes dentro de estrofas o tradas.

  • PEDRO LUIS HELLER

    acatalctico ( D 4) : en que no falta el elemento mtrico final.

    acefalia (C 7, C 12) : ausencia del elemento (slaba larga o breve) inicial de un verso (xohov, metro).-Llmase tam- bin &xcqcthos un hexmetro pico cuyo pie inicial resulta ser cuantitatlvamente incompleto.

    acento (A 1, A 11) : latn accentus (de "adcantus, traducido del griego xpooq,6ia); se refiere originariamente a desni- vel de tono (acento musical o de altura))), pero post- clsicamente tambin a diferencia de intensidad (acento dinmico o de fuerza))).

    acortanzie?zto allte hiato ( A 3, A 9): valor ((moncrono)) de vocal larga o diptongo ante vocal inicial subsiguiente; especie de ((elisin cuantitativa)) para salvar el hiato.

    c?%!cpopoc (E 8) : ((indiferente)) cuantitativamente a los efec- tos mtricos ; cf. anceps.

    adie~t ico (C 10) : no sujeto a particin mediante diresis mtrica.

    adonio (C 12) : xojhov clico (-- x ). afresis (A 7): supresin de vocal (breve) inicial; cf. tam-

    bin Entn1o;ri. &$v (D 11) : debate, o sea, parte temtica de la comedia,

    repcirtida entre coro y actores y generalmente colocada entre el aprodo)) y la ((parbasis)).

    alnrganzienio n~tr ico (A 9 ) : vocal (de naturaleza breve) alargada por imposicin del verso.-A esto podra aso- ciarse el ocasional valor largo de slabas breves finales de palabra mte cesura masculina.

    alcaicu (D 3) : estrofa mondica, compuesta de dos versos hendecaslabos ( x -Y- x - x ), uno eneaslabo ( x ~ x ~ - ) y uno decaslabo (- -x j.

    alcmni(c)o : dmetro dactlico catalctico in syllabam (-LJ.4-4J --Y-).

  • d o g i a (R 8, C 4, C 10) : irracionalidad = duracin inde- terminada entre uno y dos ((tiempos)).

    .onrk~sis (C 14) : ((retorsin)) (mtrica) = inversin de bre- ve y larga, G vicexjersa.

    onacreiztico (C 14) : noxbre del dnetro jnico anaCsti- CON (u.7 -- ---l.

    dznacvusis (C 7 ) sinnimo (no cl&sico) de uproceiala>~. anapeslo (A2, B2 , B 7 , CS, C10, C13, D1 , D 4 ) : pie

    ascendente del gnero 1/1 (-). anstrofe (A 10) : posposicin de preposiciones. anceps ( B S-, C 1, C 2, C 6, C 10, C 11) : lugar (mtrico) de

    slaba cuantitativamente indiferente.-En rigor, deber separarse el anccps propiamente dicho, correspondiente a slaba .(irracional (cf. B S), del valor indiferente -pero de hecho siempre largo- de la slaba final de verso (cf. C 1) y, an ms, de la base clica)) (cf. C 11).

    bvopo!tio~po~a (D 12) : conjrinto de estrofas de estructura desigual.

    6vrdiapai (D 2) : trozos de un verso repartido entre varios dialogantes.

    antisfasto (B 2 ) : metro (ms bien hipottico) del gnero ((l/l)) (--).

    ontistrofa (D 9, D 18) : estrofa (coral) que responde es- tructuralrnente a otra anterior.

    &~pdp!orcr: poemas no estquicos compuestos de una suce- sin ininterrun~picla de x h mtricamente homogneos.

    apcope (A 7 , A 8, A 10) : supresin de vocal ante conso- nante inicial de palabra o radical.

    choh~hopva (D 12): poemas (caiitados) no estquicos y ca- r e n t e ~ de estrofas correspondientes.

    aristafaneo ( C 12) : dmetro corimbico 1 catalctico, inter- pretable como ~hipoilacteo)) sin base (------ -x).

    aristofanio : tetrmetro anapstico catalctico (-- -/- .&/--x).

    Gipii3po~ (B 4) : ver p9los.

  • g0 PEDRO LUIS HELLER

    arquebuleo (C 13) : verso logadico de cuatro anapestos y un baqueo (-- - V V ~ - --).

    arquiloqueo : dmetro dactlico catalctico in disyllabuna; (- ---cN-x).

    potc (A 11, C 7) : originariamente, la parte (el tiempo) d- bil (depresin) y posteriormente, al contrario, la parte (el tiempo) :(fuerte (elevacin) de cada pie (metro).

    ascendente (B 2, B 3): ritmo de metros cuya depresin pre- cede a la elevacin; en griego

  • ser trislabo el ~ltimo pie -in disyllabum, si le falta una slaba, e in (czd) syllabam, si le faltan dos.

    cesura (C 3, C 8) : pausa secundaria por cortarse el verso en medio de un pie. Llmase masculina cuando le pre- cede elevacin (mtrica) ; de lo contrario, ((femenina))

    cicli(c)os (A 2) anapestos (y dctilos) cuya slaba larga (((elevada))) sera -segn una interpretacin de Dionisb de Halicarnaso- de cantidad ((irracional)).

    ciremico: verso compuesto de dipodias anapstica y ymbi- ca (--- -).

    clusula (C 15, D 4) : xhov que -generalmente por su h dole divergente (catalctica, braquicatalctica, hipercata- lctica, o tambin acata1ctica)- marca la conclusin de una secuela (sistema) de versos (o miembros de verso) homogneos.

    cleomaqueo : dmetro jnico a maiore acatalctico (-- -

    ---.-l. coliambo (C2) - trimetro ymbico cojo (~oilc) por ser

    larga su penltima slaba; verso introducido por Hi- ponacte y llamado tambin escazonte (oxcif&v = ren- queante).

    colometria: divisin (por los fillogos) de un poema en sus partes constitutivas (xoha, versos, estrofas, etc.).

    colon: ver xhov. coriamho (B 2, C 11, C 12, C 14) : metro (esencialmente

    c(elico) coordinable al gnero 1/1 (-). correptio A ttica (A 4) : ver X O L ~ .

    , crasis: ver xp6as. cratineo: verso compuesto de un dmetro corimbico 1 y

    un dmetro corimbico 11 catalctico (---vv---I x x x x x x x x - x ) ; sinnimo de tolineo.

    crtico (B 4, C 10, C 13) : pie perteneciente al gnero 2/3 (-) y usado, con preferencia, en los hiporquemas, de orlgen cretense.

    dctilo (A 2, B 2, B 7, C 2-5, C S-11, C 13, 0 3) : pie des- cendente del gnero 1/1 (-).

  • 9 PEDRO LUIS HELLER

    dctilo-epitritos ( B 10, C 10) : combinacin (lkica) entre miembros dactiicos o anapesticos (gnero d / l ) y me- tros trocaicos o ymbicos epitrticos (gnero 3/4u).

    depresin : prosdica (A 1) : altura normal (atona) corres- poildiente a las slabas no acentuadas; mtrica (A 3, A 11) : la parte (el tiempo) ((dbil:, de cada pie (metro).

    descendente (2 2, B 3) : ritmo de metros cuya elevacin pre- cede a ia depresin ; en griego 4.cO I~ai%ovos.

    dicataleclo : verso compuesto de dos x

  • , . yambico (---/ x -- x j ; Ilaixado tambin encomiolgico.

    elevacin: prosdica (A 1) : tono alto, correspondiente a las slabas acentuadas ; mtrica (A 11, C 7) : la parte (el tiempo) (!fuerte)) de cada pie (metro).

    elisin (A 7, C 5): supresin de vocal breve (o incluso de -a l ) final ante la vocal inicial siguiente.

    6p,Ba~-i~m (D 4). canciones anapsticas de marcha, surgidas en Esparta (Tirteo, Alcmn).

    6 l~~~Ch~!u . : danza solerni~e del coro trgico. encomiolo'gico (C 9) : ver clegiantbo. enoplio (C 7) : ritmo guerrero basado en tres eievaciones

    ( x -- x ), interpretado por algunos como ((verso primigenio)) (cf. Urvers).

    elicos (B 10, C 11-13, 19 5 ) : versos (o xohcc) caracterizados, en general, por isosilabismo, base libre y estructura corimbica.

    epntesis (A S, A 10): insercin eufnica de un fonema en- tre dos consonantes.

    epigrama (C 3) : poema generalmente corto y sentencioso, compuesto de dsticos elegacos ; en SLT origen, ((inscrip- cin)) en estelas funerarias.

    h7i)i0jC.;i: modificacin de un verso (o xc;,hov) por anteponr- sele (.rcpsBms) o sustrarsele a la c a b e ~ a (Qya(pac[s) una o ms slabas.

    Ixppypu (D 11) : en la comedia, sistema de versos hablados subsiguientes a una pieza coral (+6.;i), correspondido -como sta io es por la 6vry6-4- por el llamado oiv-cmppqp.a.

    episodio: discurso escnico (en trretyos ymbicos o, a Te- ces, tetrmetros trocaicos catalcticos) a cargo de uno (monlogo) o varios (dilogo) actores, con ocasional intervencin del coro (corifeo).

    epitritos (B 5, C 10) : metros tetrasilbicos que constituyen el gnero 3/4 y estn numerados segn la posicin de su nica slaba breve (segundo: - -- , etc.).

    Exos (C 2-4 y pass-ini) : denominacin del hexmetro pico, llamado tambin ((metro heroico)) ($pqov).

  • 94 PEDRO LUIS HELLER

    tngsc

  • baqueo : -- - - -- -VU- ---).

    galianzbo : tetrmetro jnico a minore catalctico (------ VV-- -4- - 1.

    gnero pdico (B 1-6 y passitn) : clasificacin de los pies m- tricos segn la proporcin numrica entre las dos partes de los mismos (((hemmeres))).

    .gliconeo (C 11, C 12) : verso fundamental de la lrica elica, basado en un coriambo ( x x ---1

    henziambo: dmetro ymbico catalctico, empleado estqui- camente en alg~mos poemas anacrent'cos (-- y-).

    hemiepes (C 7-10) : primer hemistiquio del hexmetro dac- tlico ( E X O S ) dividido por cesura pent(h)emimrica ; llama- do tambin por ello pent(h)emmeres (-).

    f p A ~ o v (B 4) : el gnero pdico 2/3. hemistiquio (C 3, C 8, C 9, D 3) : serniverso anterior o

    posterior a cesura o diresis (ms o menos centrales) del verso entero.

    Jzendecasilabo sficc (C 3): verso de once slabas (-x -x) empleado tres veces en la estrofa sfi- ca ; el alcaico ( x - x ---.--- X ) lo es dos ve- ces en la alcaica.

    Jzept(k)emimrica: cesura tras del sptimo semipi (((hem- meres))) del hexmetro pico y del trmetro ymbico epi- trtico (-..,-----------/-- x y x - x --/-X-L-).

    heterosilabismo (A 4, A 9j: reparticin de un grupo o fo- nema consonntico entre dos slabas contiguas.

    hexmetro (B 7, C 2-4, C 7, C 8, D 1, D 3) : verso com- puesto de seis metros, los cuales, en el llamado pico, equivalen cada uno a un pie dactlico.

    hiato (A 3, A 6-9, C 5, D 2) : en griego y a o l ~ ~ 8 a (((bo~te- 20))). o sea, encuentro de vocal final ec,l vocal inicial de la palbrs siguiente.

  • 96 PEDRO LUIS HELLER

    hifresis ( A 8 ) : supresin de vocal breve anfe otra dentro. de una misnia palabra.

    himenaico : inoiirnetro (= dipodia) dactlico (-). hipercatalctico (C 12) : en que se halla excedido (general-

    mente por una slaba) el elemento mtrico final. hiprmetro : verso que rebasa cuatro dipodias (homogneas);

    cf. sistema. hipodocwzio ( B 6 ) : tripodia trocaica catalctica, coordinable

    con el gnero docmaco (3/5 : - -----). hiponacteo (C -:f.ij : gliconeo hipercatalctico ( x x - - x ).

    hiporquemar: poema Basado en danza (mmica), de origen cretense.

    holodctiios y holospondeos: hexmetros picos cuyos cin- co primeros pies consisten todos, respectivamente, en dctilos y en espondeos.

    ibiceo (C 13) : verso logadico compuesto de una dipodia dactlica y un crtico (- - > m

    ibicio: trrnetro dactilico lrico, confundible con el hexme- tro pico cuando, no habiendo cesura central, el ltimo- pie es un espondeo (------ ------- - --cN 1 -

    ictus ( A 11): sefalamiento de las ((partes fuertes (eleva- ciones) de cada metro, desechado por insignes metricis- tas como intensificacin de las mismas.

    imposicin ruttrzcn o del verso (A 9 ) : circunstancia condu- cente principalmente al alargamiento artificial de slabas breves.

    intercalar: verso o x&hov repetido, a modo de refrn, al fi- nal de una serie de estrofas o sista ,mas.

    irracionalidad (B 8, C 4, C 10) : ver alogia. Ioov (B 2) : 1 gnero pdico ((igual)) (1/1). Zsosilabismo (C 11) : nmero fijo de slabas t n un verso s

    xi3.0~ determinado. isquiorrgico (C 2) : trmetro ynibico epitrtico maderirro-

  • to por ser largas sus tres penltimas slabas ( x - x---- x), cuya invcncin es atribuida a Anano.

    itiflico (Lr 6 , C S) : tripodia trocaica, con frecuencia inter- pretada como dmetro trocaico braquicatalctico y usada como cl-lusula:) (-- x ).

    jnico (B 3, B 8, C 14) : metro perteneciente al gnero 1/2, combinacin de dos breves y dos largas; llamado a minore (ascendente) cuando preceden las primeras (--), y a waioi-E (descendente) cuando preceden las ltimas --).

    xa~ax~heooyd~ : ((exhortacini) dirigida por el corifeo al primer dialogante del oiyv cmico.

    xarci lairpov ( B 9, B 10, C 2, C 3, D 5) : construccin de ver- sos mediante la repeticin de metros de un mismo gne- ro ; abarca codos los poemas hablados (.

  • 98 PEDRO LUIS HELLER

    xoyys (D 11) : canto (en principio, de lamentacin) reparti- do entre el coro (corifeo) y uno o dos actores trgicos.

    xp8aE: danza obscena del coro cmico. xooxorjhh~ov: los dos versos finales de la ((estancia anacren-

    ticap) bizantina, consistentes en trm'etros jnicos a mino- re; cf. oixo~.

    ~paots (A 7, A 8) : fusin de dos palabras contiguas en una sola, al contraerse la vocal final de la anterior (que a menudo es artculo o xai U O) con la inicial de la posterior.

    xiAov (B 9, B 10, C 5-10, C 13, D 4, D 7, D 13) : miembro de extensin inferior a la ordinaria de un verso, y con frecuencia unido por sinafia con los xoha contiguos.

    .lacnzco : tetrmetro anapstico catalctico cuya antepenl- tima slaba es larga (por sustituir a las dos breves:

    VU--UV- -=-X). hayaps: hexmetro pico con un pie interior aparentemente

    demasiado corto. heipya (C 1) : pausa final de verso (perodo) equivalente a

    una mora y a veces sealada por el signo A . hyxG&c,v: xihhov llamado tambin euripideo 2 interpretable,

    ya sea (Sneli) como hemistiquio posterior de un trmetro ymbico epitrtico dividido por cesura pent(h)emimrica, ya (Koster) como dmetro trocaico catalctico (----x --e--).

    ley (de Hermann, Porson, etc.): ver puente. logadicos (33 10, C 13): versos y xOha dactlicos o anaps-

    ticos concluidos por dipodia trocaica, crtico, baqueo o yambo.

    paxpv : ver miyos. paxpooxeXfp sinnimo de Bohyoopos, o sea, hexmetro pico

    cuyo ltimo pie parece ser demasiado largo (debiendo las dos slabas finales, en realidad, refunirse por sini- cesis).

    media inter quinque (A 9) : la tercera en una sucesin de

  • cinco slabas breves, alargada artificialmente por ((impo- sicin mtrica)).

    ~ ~ O ' J ~ O ~ : hexmetro pico cuya penltima slaba parece ser breve.

    meliambos: poemas helensticos (creados por Crcidas) cu- yos versos asinartetos combinan variadamente los hemis- t iquio~ -obtenidos por cesura pent(h)emimrica- del hexmetro dactilico y el trmetro ymbico (por ejemplo: ----A-/ x - A x ) .

    anesodo (D PO) : ((estrofa astrfica)) intercalada entre estro- fas mutua,mente correspondientes (A-E-A)

    mesomedeo (C 13) : nGhov logadico compuesto de tres anapestos y un yambo (- -).

    p&raaoh+ puBprq (C 14): trnsito -dentro de u11 mismo ver- so o xGhov - de un gnero mtrico a otro.

    p~rapp88prors: interpretacin de un verso o xGhov de determi- nada especie como perteneciente a otro gnero mtrico.

    mette~is (A 10) : en el interior de un vocablo, cctrasposicin)) (inversin) ((cualitativa)) (entre dos fonemas cua1esqu:era) o ((cuantitativa)) (entre dos vocales contiguas, una bre- ve y la otra larga).

    ~ E T P L X ~ ~ ~ X T ~ : versos difereates, combinados sin rega algu- na en un poema.

    metro (B 1, B 7 y passim) : unidad rtmica regularmeiite re- petida en un verso y de extensin no inferior a cuatro moras.

    ~ ' c p ~ u x v : sinnimo de galiambo. miembro : ver xGhov. moloso (B 3) : metro perteneciente al gnero 1/2, obte-

    nido por contraccin de las breves de los jnicos a mino- re o a nzniore (---).

    monodia (D 6, D 8, D 12) : canto individual, generalmente monostrfico en la lrica mlica, pero astrfico (((indi- visible))) en boca de los actores dramticos (rci cki, oxrprjc).

    anonos~rficos ( D 8). poemas compuestos de estrofas m- tricamente iguales entre s (A-A-A ...).

  • 1 O 0 PEDRO LUIS HELLER

    mora (A 2, B 1, B 7, B 8 y passirn) : unidad mnima del cm- puto cuantitativo, equivalente a la duracin de una sla- ba breve; en grieg-o, ~ p v o s o oqpa.

    nicarqueo: combinacin de gliconeo y yambo ( x x-

    oda: en sentido restricto, la cuarta pieza de la parbasis y la primera del c

  • -x) y comnmente empleado como clusula de los sistemas anapsticos.

    prodo (D li): en el drama t:co, entrada del coro a la orquesta, generalmente compuesta de anapestos de mar- cha seguidos de canto coral.

    pausa (C 1, C 3 y passim) : ((vacancia)) (cf. h~ilqrcr) recitativa que marca fin de verso (perodo), caracterizndose por indiierencia cuantitativa (syllaba anceps) o imperfeccin (((catalexis))) del ltimo elemento mtrico, as como por admisin de un hiato para con la primera palabra del ver- so siguiente.-Como ((pausas secundarias)) dentro de un verso pueden considerarse la diresis y la cesura.

    pen: canto en honor de Apolo ; en Aristteles equivale tambin a pen.

    p e n t h s t ~ o dactiliio (B 7, C S, D 3) : verso interpretable como ui ((dicatalecto)) compuesto de dos chemepes)) (--/-) ; asado principalmente como segundo verso del dstico elegaco, donde las bre- ves de su ltimo hemistiquio no admital sustitucin por slaba larga.

    pentapodiu eliin (C 11) : verso hendecaslabo, interpretable como gliconeo con ((dctilo repetido)) ( x x - v x ) .

    fe?zt(lz)enzin~ricn (C 3, C 8, C 9) : cesura tras del quinto se- mipi (((hemimeres))) del hexmetro pico y del trimetro ymbico epitrtico (-y---/- x y x--x/--x-).

    peones (B 4): pies tetrasilbicos pertenecientes al gnero 2/3 y numerados segn la posicin de su nica slaba larga (primero: -, etc.).

    pericpico (D 18) : orden paralelo de las antstrofas con res- pecto al grupo (((sistema))) de las estrofas (ABC-ABC).

    peridico (D 10) : orden de estrofas pareadas, precedidas y concluidas por sendas estrofas heterogneas (A-BB-C).

    periodo (C 1, D 13) : trmino definible como sinnimo de ((verso, pem generalmente reservado par; un conjunto

  • 102 PEDRO LUIS HELLER

    de varios ,miembros que no se repite en una misma es- trofa.

    pie ( B 1-7, B 9, B 10, C 3, C 13) : elemento molecular de la mtrica, caracterizado por la proporcin aritmtica en- tre sus dos partes (ppq) y que, al tener menos de cinco moras, constituye metro solamente en el dc- tilo pico.

    pindrico (C 9) : ((asinarteto triple)), donde dos pent(h)em- meres ymbicos rodean a uno dactlico (x-xv, -------/ x -- x ).

    pirriqzlio ( B 2) : pie de dos silabas breves, coordinable al gnero c < l / l e (-).

    platnico (C 9) : ((asinarteto triple)), donde dos pent(h)emi- meres dactl'cos rodean a uno ymbico (-7,

    x v i y o ~ : sistema ((asfixiante)) de metros anapsticos ; ordinaria- mente, la cuarta pieza del agn y la tercera de la pa- rbasis)) cniicos (en este ltimo caso, llamado tambin. paxpiv) .

    polz'tico: verso bizantino decapentaslabo ((asinarteton, cuyo primer xohov (octoslabo) lleva un acento dinmico en la ltima o antepenltima slaba, mientras que el s e g u n d ~ lo lleva en la penltima (oooooo/oooooo).

    posicin (A 3-5) : convencin (8mc) mtrica segn la cual una slaba de vocal breve seguida de varios fonemas consonnticos poda ser considerada como larga.

    praxileo: verso logadico compuesto de tres dctilos y una dipodia trocaica (-u -X ).

    priapeo (C 12) : asinarteto elico, compuesto de gliconeo y ferecracio ( x x -/ x x - x ).

    xpoavacptYvqpa: exclamacin en forma de dipodia ymbica ( x - x j, intercalada entre los trmetros (ymbicos) del dilogo dramtico.

    protjalo (C 7) : verso (o xhhov) acrecido por algn elemen- to mtrico inicial ; fenmeno denominado tambin ana- crusis.-Llmase .xpoxcpaho< un hexmetro pico cuyo pri- mer pie parece tener ms de cuatro moras.

  • procelezlsmtico ( B 2) : pie de cuatro slabas breves, resul- tante de disoiucin de la larg-a del anapesto y, por ende, perteneciente al gnero 1/1 (-e -).

    zpoxoihtos: hexmetro pico en cuyo interior hay un pie apa- rentemente ms largo que cuatro ((moras)).

    prlogo: parlamento dramtico de uno o varios actores, an- terior a la entrada del coro (xpoBos).

    npoy6ds (D 3): dstico cuyo primer verso es ms corto que el segundo.-Llmase prodico (D 10) al orden de estro- fas pareadas precedidas por una ((estrofa astrfica)) (A-BB ...).

    p r o s ~ d i a {A): doctrina relativa a ((tono)) y czntidad de las slabas, pero tambin a espritus, hiatos y fines de pala- bra mtricamente interesantes.

    prosou'iaco (C S) : forma catalctica del enoplio, especie de tripodia anapstica (x-), aunque para Koster equivale al segundo hemistiquio de un hexme- tro p~co dividido por cesura pent(h)emimrica (-- - x ).

    srpoB~otc : ver kxtxhox4. protraccin (C 15) : ver T O V ~ . puente (C 4) : lugar mtrico donde se evitaba un fin de pa-

    labra o de sintagma ; fenmeno conocido por el trmino no clsico I=siiypcc (= yugo).-Tales lugares eran, segn Hermann, la primera bteve del cuarto pie hexamtrico ; segn Porson, el ltimo anceps del trmetro ymbico y del tetrmetro trocaico catalctico ; y, segn Havet, tam- bin el primer anceps de este ltimo verso (pero dichos ancipitia excluan slo una slaba final larga).

    re i z iam (C 12) : ferecracio acfalo ( x - x ). vespomin (D 9) : aproximada igualdad mtrica de la antci

    trofa con la estrofa.

    sfico: hexmetro pico cuyos pies primero y ltimo son espondeos.

  • 1 "4 PEDRO LUlS HELLER

    uTjpu (B 2 y passiwz) : sinnimo de xpvos y ((mora)) como du- racin de una slaba breve.

    o i x ~ v v ~ ~ : danza petulante del coro satrico. simiaco : asclepiadeo mayor hipercatalctico ( x x ---- x ) .

    sirnieo : metro interpretable corno pentapodia dactlica (-u -) -

    sinafia ( C 5) : coilerexia (enjanlbemeat)i) entre dos xohu e incluso vcrsos contiguos mediante palabra o sintagma repartida entre ambos.

    sinalefa (A 7 , A 8) : superacin de un hiato por pronunciar- se las dos vocales contiguas como una sola slaba larga.

    sincopa: prosdica (A 8, A 10) : supresin de una vocal bre- ve entre dos consonantes ; mtrica (C 8, C 15) : omisin presunta de u~la o dos silabas de un pie o de una dipodia en el interior de un verso o x & h ~ ( d . rovfj).

    s i n ~ t s i s ( A 8) : ((contraccin)) en diptongo de vocales con- tiguas de una misma palabra.

    S ingver s (B 10, C 11, D 1, D 5 ) : verso cantado)) (lrico). . sinicesis ( A 8 ) : pronunciacin como una sola slaba de vocal

    breve y vocal larga contiguas de una misma palabra. sintagwza (C 1 y passim) : agrupacin de palabras que for-

    man una imagen indisoluble (al Wortbild). siste?iza (C 15, D A, D 13) : sucesin de x&Aa @rincipalmen-

    te dmetros) mtricamente h$mogneos (similar a kipr- metro).-Llmase as tambin un conjunto de estrofas di- ferentes tcf. pericpico).

    sotadeo : tetrzmetro jnico n rnaiore braquicatalctico (- ---Ar---x).

    ocpqxias: sinnimo de hayaps. ocppa$s: veredicto final -(broche) del Cyn cmico. Sprechvers (E 7, C 2, D 1, D 5) : ((verso hablado (discur-

    sivo). oroq~ov (D 10). canto coral estrfico que suele seguir a

    cada episodio dramtico. oo&yia (B 7) : ver dipodia.

  • ~he~ov: helametro pico que configura una oracin completa. telesileo (C 12) : gliconeo acfalo ( x -). IeEambo : hexmetro yeioopos (= con la penltima slaba

    breve) usado estquicamente en la poca imperial. -- teopomf eo : pentmetro ~rtico-penico -, , -

    - - -= -- 1. tetrmetro (C 5 y passi~n) : verso compuesto de cuatro rne-

    tros, casi siempre dividido por diresis central. 8as (A 3, A 11) : originariamente, la parte (el tiempo) ((fuer-

    te (elevacin) y posteriormente, al contrario, la parte (el tiernpo) dbil (depresin) de cada pie (metro).

    spfpic (A 10) : separacin potica de preposicin y verbo (adverbio) normalmente unidos.

    tolineo. sinnimo de cratineo. rop* ((C 3) : ver cesura (su traduccin latina). T O V ~ (C 15) : (supuesta) ((protracci6n~ de una slaba larga a

    un valor de hasta cuatro moras para compensar el de la(s) vecina(s) slaba(?) presmtamente sincopada(s))).

    trnsito deslizante ( D 7 ) : recurso, usado en la lrica trgi- ca, para pasar de un tipo de verso a otro intercalando un ((miembro ambivalente)) (cf., al respecto, prappb6ptots).

    trz'ada ( D 9) : en poemas corales, conjunto, generalmente re- petido, de estrofa, antstrofa y epodo.

    tribraco (R 3) : sucesin de tres slabas breves, obtenida por disolucin de un yambo (.- -) o de un troqueo (- -1.

    trimefro (C 2 y passim) : verso compuesto de tres metros, prevaleciendo el ((ymbico-epitrtico)) en las partes dis- cursivas de la dramaturgia.

    troqueo ( B 3, B 7, B 8, C 4, C 5, C 8, C 10, rJ 13, D 1) : pie descendente del gnero 1/2, antiguamente llamado tambin ~op~Toc (-). Llmase trocaica (xara r9v rpirov rpo~aiov) la cesura del hexrnetro pico entre las dos bre- ves del tercer pie (C 3).

    Uniers (C 7 , C 8) : ((verso primigenio)), postulado por al- gunos tericos alemanes como estructura mtrica basada

  • I o6 PEDRO LUIS IIELLER

    en determinado i~mero de ((elevaciones)) (((Hebungem) rodeadas de ((depresiones)) (((Senkungen))) ms bien libres.

    verso (B 9, B 10, C 1-15, D 1-5, D 13) : unidad mtrico-rt- mica -generalmente no inferior a 18 ni superior a 30 moras- separada de la siguiente por pausa mtrica)).

    yapnbo (B3 , B 7 , Bt) , C2 , C 4 , C 5 , C8-10. C13, C14, D 1) : pie ascendente del gnero 1/2a (-).

    Los tratados-ms importantes son los de DAIN Lecon sur la mtr iqw grecque, Pars, 1944; Sra. DALE T h e Lyvic Metres of Greek Drama, Cambrirlge, 1948; DEL GRANDE Sviluppo musicale dei metri greci, Npo- les, 1927, y La meirica greca, en Enciclopedia Classica 11 5, Turn, 1960, 133-513; GENTILI Metrica greca arcaica, Mesina, 1950, y La metrica dei Greci, Mesina, 1952; HARDIE Res metrica: A n Introduction to the, Study of G r ~ r k and Roman Versification, Oxford, 1920 ; HAVET Cours lmen- taire de mtrique grecque et latine, Pars, 19301 ; IRICOIN Recherches sur les metres de la Zyrique ckorale grecque. La structure du vers, Pars, 1953; KOLG De re metrica poetarum Graecorum et Romanorum, Pra- ga, 1947; KOSTER Trait de mtriqzce grecque, suivi d'un prcis de netriqur laline, {Leiden, 19532; LASSO DE LA VEGA Origenes de la versi- ficacifi grieza, en Est. CL. VI 1961 1982, 139-164; LENCHANTIN DE GU- BCRX4TIs Mmiuale di prosodia e metrz'ca greca, Miln, 1948, y Problemi ed or.'entameni di melrica greca-latina, en Introduzione allo Filologia classiro. Miln, 1951, 789480 ; MAAS Griechische Metrik. Leipzig, 19293, y Greek Metre, Oxford, 1962: MASQUERAY Thorie des formes lyriques de la tragddie grecque, Pars, 1895, y Trait de mtrique g r e c p e , Pars, 1898; ROSSBACH-WPSTPHAL rkeorie der musischen Kunste der Hellenen, 1-111, Ferln, 188.5-1889; RUIPREZ Ideas fundamentales sobre mtrico griega, en Es? Cl. 1 1950-1952, 239-255; RUPPRECHT Einfuhrung in die griecikche A!l.+rik, Munich, 19503, y A bRss i e r griechischen Verslehre, Munich, 1949 ; SCHROEDER Nomenclator metricus, Heidelberg, 1929, y Grwzdriss der griechischen Yersgeschichte. Heidelbe, g , 1930 ; SNELL GriechMche Motrik, Gotinga, 19623 ; y WILAMOWITZ Griechische Vers- kunst, Darmstadt, 19582.

  • EL ESTADO ACTUAL D E LOS ESTUDIOS CLASICOS EN EL MUNDO Y EL PAPEL DE LA BIBLIOGRAFIA Y DE LA DOCUMENTACION *

    Se habla muciho de crisis de los estudios clsicos. Habra que )decir ms bien que se trata de una situacin paradjica.

    Die una parte, efectivamente, se comprueba un retroceso evidente del conocimiento del griego y del latn en el pbli- co culto. Esto procede del hecho de que la antigua concepcin del Liceo humanista, en la cual el griego era inseparable del latn, no ha podido ser mantenida. Actualmente el I k e o hu- manista puede ser considerado como una rareza. Al nivel de la segunda enseanza el griego va desapareciendo: L;e man- tiene slo en algunos Liceos y slo en algunas clases de ellos, casi nicamente para los alumnos que quieren proseguir en la Universidad d estuldio de las lenguas antiguas o que se dedican a la Teologa.

    En cuanto al latn, la situacin es diferente segn los pai- ses, pero puede ser caracterizada en general as: la pobla- cin de los Liceos ha aumentado mucho, sobre todo porque os nios de las clases sociales que e contentaban en otro tiempo con las escuelas primarias pueden y quieren ahora asistir a h s escuelas !de segunda enseanza ; y el prestigio ,, del latn es todava tan grande que los padres de aquellos ni- os, por considerarlo como smbolo de una promocin social, desean ms que otros que cursen estas asignaturas. Resulta

    * Este articulo reproduce el texto de la conferencia dada en la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Madrid el 11 de marzo de 1964 (cf. pg. 65).

  • n o8 JULIETTE ERNST

    que los alumnos 'de latn son demasiados, y que por escasear los profiesores calificados, el nivel del conocimiento del latn en 110s Liceos va bajando, y simultneamente el de la cultura clsica, su complemento indispensable, que es muy difcill en- sear a unos alumnos ejducados en un ambiente donde es ine- xistente. Los bachillleres carecen de cultura fundamental y al mismo tiempo de preparacin en la parte tcnica de la kn- gua. Ahora el nmero de 'los estudiantes que, al ingresar en ia Universidad, tienen un buen conocimiento de las grandes lneas $de la Historia antigua y de la Literatura griega y la- tina, y que adems son capaces $de leer de corrido un texto latino de m'ediana dificultad, no es grande. E n el pblico cul- t o son escasos los que entienden una cita latina; ni aun el latn ,de la Misa, que, sin embargo, *debera serles familiar. El motu propr io de Pablo VI, con su tendencia a establecer la liturgia en lengua vulgar, es sintomtico de ello. Aun ms significativa fue la necesidad, durante los trabajcs del Con- cilio, de organizar la traduccin simultnea de los debates. Est claro que Juan XXIII era demasiado optimista cuando, creyendo en la universalidad ,del latn, Idecildi que fuese la lengua oficial del Concilio: ni siquiera en la Iglesia, fortale- za del latn, es ya entendido por toldos. As, pues, el griego y el latn, que )en otro tiempo constituan el bagaje de toldo hombre culto, llegan a ser poco a poco dkciplinas de la ense- anza universitaria, especialidades como 'el snslcrito, por ejemplo. Es d e temer un empobrecimiento de la cultura en nuestros pases de tradicin clsica, cuya civilizacin entera es hija de la civilizacin griega y latina.

    Plero esto es slo un aspecto de la situacin. Al empezar dije que es paradjica : al mismo tiempo que esta degrada- cin prognesiva de los estudios clsicos en las escuelas, hay que comprobar el desarrollo verdaderamente pasmoso de las ciencias (de la Antigedad deslde el prinlcipio ,del siglo, sobre todo desde la primera guerra mundial, desarrollo aun ms intenso !despus de la s.egunda.

    En Lingstica, los descubrimientos de la Gramtica com-

  • ESTADO ACTUAL DE LOS ESTUDIOS CL~SICOS r 09

    panda han permitido ulna precisin enteramente nueva en el conocimiento de la Fontica, la Morfologa, la Sintaxis de las lenguas clsicas, mientras que la psicologa y la sociolo- ga empezaban a influir en la explicacitn de los fenmenos estilsticos. La toponimia y la antroponimia ayudan a la re- constitucin de los movimientos de las poblaciolnes en tiem- pos muy remotos o en las regiones perifricas para las cua- les faltan casi compktamente las fuentes literarias. rzos ,dia- lectos griegos e itiicos son objeto de investipciones minu- ciosas ; se descubren nuevos idiomas aparentados, 10 cual lleva a revisar calda da 'el rbol genealgico de las lenguas indoeuropeas y mediterrneas. Un ejemplo particularmelnte sugestivo .es el desciframiento, por Miebael Ventris, 'de las tablillas en escritura lineal B, que se revelaron redactaldas en griego, porque hubo que retroceder por varios siglos el ori- gen de esta lengua y que revisar toda la historia del segundo milenacio antes de Cristo. Pero el campo de la Lingstica griega y latina no slo se ha extendi'do hasta la protoihisto- ria, sino tambin se ha aumentado en la otra extremidad de su larga existencia, con las investigaciones recientes sobre ia baja latinidad y la xotv?, y en particular sobre la renovacia tralda por el Cristianismo a los Idos ildiomas paganos. El es- tadio terico de las causas de los cambios de vocabulario y de las m~~dalidades de b, evolucin semasiolgica de !os t&- minos usuales fue as muy profun~dizado.

    Esta extensin del campo de los estudios clsicos en el tiempo y .en el espacio se manifiesta tambin ms claramente en la Arqueologa. Este aspecto 'de nuestros afanes ha sido vulgarizado sobre todo por la gran prensa, las revistas po- pulares, las pelculas, las exposi~ciones temporales. Todos sa- ben hoy que el arte bdico del Gandhara est influido por las formas griegas, que en M,esopotamia fue Dura Europos una ciudadela 'del helenismo y luego de la civilizacin roma- na : se aprende ya sin ininguna sorpresa que han sido halla- das en las @las !del M'ek'ong monedas de Marco Aurelio, o en Rumana una dracma del reino de Elam, perdida all sin

  • 1 1 0 JULIETTE ERNST

    duda por un soldado trasladado recientemente, co'mo se po- dra )hallar hoy en un pueblo de Francia una piastra indochi- na ; el hallazgo de un molino de aceite romano en los confi- nes .del Sahara revela que una regin hoy desierta fue irri- gada ; cermicas griegas y romanas descubiertas hasta en la Europa septentrional y oriental permiten reconstituir el recoc rriado de estos gneros comerciales ; laa vas martimas estn llenas 'de pecios que la arqueologa submarina procura res- tituirnos ; etctera.

    $Todas estas investigaciones necesitan la preparacin jde tcnicas (de excavaciones. el desarrollo de naevos mtodos que recurren a los descubrimientos cientficos ms recientes : no slo la f~t~ografa area, sino tambin el radar y el asdio), que han sido empleados para la prospeccin de las zonas anqueolgicas, y el anlisis qumico y radioactivo, para la ,datacin de productos naturales o industriales. Estn sien- do creados laboratorios para la restauracin y la proteccin de !os monumentos, para los trabajos de traslado de frescos.

    Pero las ciencias ahora no slo ayudan a las investigacio- nes en el campo de la Anti,~edad, sino tambin llegan a ser materias de estudio histrico. Se procura #describir su des- arrollo compl~eto desde la poca presocrtica, en !a cual se confundan con la Filosofa. No ae trata slo !de las Ciencias exactas, fsicas y naturales, sino de la medicina y de la ciru- ga, y elio no slo mediante el estu'dio de los tratados de los mdicos antiguos, sino recurriendo a l a antropologa, al exa- men de los crneos y de los huesos que tienen huellas de ope- raciones antiguas.

    Este in+er& particular 'de nuestra poca por el origen de las ciencias es slo un aspecto de su gusto por los realia. La historia, que en otro tiempo trataba nicamente del campo poltico y guerrero, se interesa cada )da ms por los fenme- nos sociales, econmicos y administrativos. Esta tendencia, muy importante en el espritu ,de los sabios #de las repblicas socialistas de la Europa oriental, influidos por el rnaterialis-

  • ESTADO ACTUAL DE LOS ESTUDIOS CLASICOS 111

    mo marxista, naci antes de su intervencin y lleg a ser una tendencia bastante general.

    Hay que notar tambin el perfeccionamiento constante de las disciplinas auxiliares de la historia : Epigrafa, Numism- tica, Papirologa, Paleografia. Y no slo para las tres prime- ras, alimentadas con regularidad por 10s hallazgos arqueol- gicos, tenemos documentos nuevos. Ocurre lo mismo con los manuscritos. Lo saben uste'des muy bien, ustedes que habitan ea un pas donde se han heciho esfuerzos magnficos para ca- talogar y algunas veces descubrir los tesoros escondiidos e n las bibliotecas s. Poco antes lde la segunda guerra mundial, !a creacin en Pars del Institut de Recherche et d71-Iistoire des Textes)) llev a una larga empresa #de prospecci~n de las bibliotecas civiles y de los conventos. Este Instituto envi equipos a muchos pasles 'de Europa y de Oriente, y algunas veces suscit all investigaciones naciolnales. Pero hay tosda- va mucho >que hacer, sobre todo en e; Prximo Oriente, que, hered~ero de la red (de las bibliotecas helensticas, tiene sin duda escondidos muchos manuscritos griegos ; muy im- portante tambi6n es la tradicin rabe en la transmisin de stos: es posible esperar que algunas bibliotecas de las mez- quitas contengan la versin rabe de obras perdidas de Aris- tteles.

    Pero estas ciencias auxiliares no se limitan a !hacer el in- ventario de los cdocumentos : los estudian tambin en su contenido y en su forma. Epigrafa, Papirologa, Paleogra- fia 'ofrecen tres aspectos !de la escritura no slo por la ma- teria usada, sino por la naturaleza de los documentos oficia- les o privados, pblicos o personales. Y cada vez se interpe- netran ms estas disciplinas, porque ha sido til compasar las varias tcnicas 'de escritura de una misma poca, resolver los problemas de ciertos textos grabaldos con ayuda de los de la escritura cursiva.

    Hiay que decir, adems, que esta interpenetracin es un fe- nmeino general. En eifecto, mientras que se profundiza y se especializa cada disciplina 'de la Antigedad, vamos a ver

  • 11 2 JULIETTE ERNST

    cada da ms su dependencia recproca, los servicios que pue- den y deben prestarse mutuamente. Cobmpartimentar las dis- ciplinas ao es ya posible. 2 No ayuda al protohisto~ia~dor el lingista ? 2 No proveen a los estudios jurdicos de documen- tos importantes la Epigrafa y la Papirologa? N o to- la historia de las religiones una gran parte de su material de las inscripcionks y de los monumentos figurados? La Filo- loga, en fin, es constantemente tributan 'de todas las dis- ciplinas que acabo de evocar. Cualquier descubrimiento en cualquier campo de estudios clsicos puude dar luz a un pa- saje de un autor antiguo, renovar su interpretacin, resol- ver los g~oblemas que plantea. En cambio, ningn autor puede quedarse descui,dado, pues al menos conocido se le puede un da citar para confirmar una hiptesis histrica, destruir una teora admitida por todos, llevar a ver perspec- tivas nuevas. Adems, estas influencias> estas contribuciones recprocas no se ,observan nicamente en un campo cerra,do. Los estudios clsicos se enriquecen no slo por los descubri- mientos hechos en su dominio, sino tambin por los que son heah'os en un secbor aparentemente extrao. As, cuan'do se hallaron en Qumran manuscritos hebraicos, los clasicistas podan creer que estos documentos no tenan ningn inters para, dlos, pero luego se vio que los ms antiguos procedea de una selcta qwe, con ia enseanza de su Maestro de Justicia, puede seT con~i~deralda como la prefiguracin del primer agru- pamiento de los discpulos alrededor de Jess, y contieneni elementos instructivos para la historia del Cristianismo pri- mitivo ; y los ms recientes, de los primeros siglos de mes- tra Era, son pruebas de la resistencia !de u~na gran parte del pueblo de Palestina a la ocupncin romana y ofrecen datos importantes para la historia de las guerras judas ; el Comen- tario de Habacuc, por ejemplo, dude muy frecuentemente a la situaciln contempornea. Adems, la interpretacin de es- tos ,documentos nos lleva a dos escritores judos de lengua griega: Filn de Alejandxa y Josefo.

    Es particularmente tributa& de estas zonas marginales

  • ESTADO ACTUAL DE LOS ESTUDIOS CLSICOS I 1 j

    una rama de los estudios clsicos: la historlia de las religio- nes antiguas, tanto la de los orgenes como la de los pe- rodos ,de expansin poltica que favorecen (los sincretismos, bien se trate de la poca helenstica o de la de la Pax Roma- na. As, pues, son solidarios uno de otro no slo los varios sectores de los estudios clsicos, sino tambin estos mismos estudios clsicos con otros conjuntos de estudios coloca~dos ya en ia periferia geogrsca del campo mediterrneo, como el oriantalismo o los estudios germmicos y clticos, ya en su periferia cronolgica: la protohistoria >de una parte, y de otra los estudios medievales, bizantinos y musulmanes.

    No se puede .dejar de ver en seguida d problema que re- sulta de la situacin que acabo de describir brevemente. Cada especialista tiene que adquirir conocimientos cada .da ms puofundos, una tcnica 'que va a ser cada da m k dificil1 a medida que se vayan perfeccionando los mtodos de la disci- plina que escogi, pero tampoco puede ignorar las discipli- nas, vecinas o relativamente lejanas, que podran influir en su investigacin.

    Hay otro aspecto de la expansin de los estudios clsicos que debe ser sciialado. En el siglo pasado casi nicamente nuestros viejos pases europeos de tra,dicin griega y latina se intere~a~ban por las fuentes de su cultura, si~n olvidar, cla- ro est, la trasplantacin a las ms antiguas universidades de los Estados Unidos. Ahora los estudios clsicos han Ile- ga~do a ser universales. Hay ctedras de griego y dle latin, Sociedades de Estudios Clsicos en todo el Commonwealth britnico incluidas Australia y Nueva Zelanda, en Africa del Sur, en los pases de Amrica latina. Y stos silquiera son los herederos de nuestra civilizacin, pero los estudios clsicos son cultivados hasta en d Mrica negra de !lengua francesa e inglesa (recibo cada ao para L'Anne Philolog&ue una p- blicacin titulada Nigeria and the Classics) y por los re- presentantes de una civilizacin tan antigua y tan refinada como la nuestra : en el Japn.

    Es de aadir qae en nuestros pases de vieja tradicin

  • 114 - JULIETTE ERNST

    clsica los centros cullturales de provincias se hacen cada da ms activos. Hasta en Francia, en el pas ms centralizaido de Europa, las Universidades de provincias, aun siendo indis- cutida la primaca de Pars, tienen una actividad cada. da ms autnoma, toman iniciativas, organizan Faculta'des anejas. En el pas -de ustedes, donde das U8niversildades ms venera- bles, como Salamanca y Santiago, estn precisamente en pro- vincias, ,esta tendencia tal vez no hubo de manifestarse. Pero por el contrario es muy visible en Italia, nacin cuya unidad poltica 'es relativamente rleciente y en la cual ninguna cindad conquist una ver~da~dera primaca intelectual: no slo se puede ver el ,desarrollo de pequeas Universidaldes que dor- mitaban, como Urbino o Cagliari por ejemplo, sino tambin la creacin en muc~hos sitios de Centr,os ,de Estudios especia- lizados : Centro di Studi Liguri)) en Bordighera ; ((Centro di Studi su1 Alto Medioevo)) en Spoleto, &c. Ein las re@- blicas democrticas populares, entre las cuales Polonia, Che- coslovaquia, Hungra son paises !de vieja tradicin humans- tica, los estudios clsicos se mantienen (no slo en las capi- tales, sino tambin en las Universidades !de provincias, que tienen sus propias publicaciones. Pues en todas partes ,donde se 'desarrolla un Gentro que vegetaba, en toldas partes donde es creado uno nuevo, se siente la necesidad de ma~nifestar actividad, de establecer conta~ctos con el mundo sabio. Para eso, el medio mejor es la creacin de un boletn, o incluso de una revista que ,dar a conocer los trabajos del Centro, que solicitar canjes o el envo de libros para reseas. Otro medio es convocar un congreso o un coloquio que llamar la atencin hacia la serde del Centro y dar lugar a una publi- cacin colectiva. Dle ello resulta una verdadera proliferacin de peridicos nuevos, de vo;lmenes ocasiona!es y conrne- morativos, de colecciones cientficas o de vulgarizacin. Con estas ltimas se piensa sin duda en r'emediar la baja )de la cultura general que seal6 al empezar esta conferencia. Lu- josam>ente presentadas, con ilustraciones esplndi'das, se ofre- cen al gran pMico obras a menudo excelentes, hechas por

  • sabios conocidos que hicieron esfuerzos loables para pesen- tar sobre tal o cual tema una sntesis accesible para toldos. Algunas podran ser usadas por los estudiantes como lilmos de iniciacibn si aso fuesen demasialdo costosas. Es !de creer, sin embargo, que esos libros de lujo tilenen mucha acepta- cin, puesto que las casas esditoriales estn rivailizando en la produccin de este tipo de publicaciones; a veces se editan paralelamente en tres pases (Francia, Alemania, Inglaterra) y apenas aparece un libro en uno 'de esos idiomas cuanido se le traduce en los dems ... ja veces muy mal, por desgracia!

    Adems de la moda del libro de lujo se ha difundi'do otra, la del ((libro de boIsillo, que ofrece frecuentemente, por un precio mdico, textos (de autores antiguos y reimpresiones de obras importantes, convertidas en clsicas, $de fi!logos e historiadores de este siglo.

    Pero volvamos a la produccin eruldita o tenida por tal. Su hipertrofia es un prolAema casi insoluble para los biblio- tecarios, que, a menos de tener un presupuesto considerable, han de hacer una seleccin; pero todava ms temible para los trabajadores, que, antes de empezar una investigacin, tie- nen que ,dominar una bibliografa abrumadora en la cual, hay que decirlo, figura ms de un artc~ilo o libro que no tiene ningn valor y que, sin embargo, hay que leer, aunque sea slo para refutarlo. La nilca dificultad para el trabaja- dor no es la de procurarse esas publicaciones: otra es la lengua e11 la cual estn escritas. Es claro que, antes de todo, el estudiante que tenga la intencin de dedifcarse a la inves- tigacin en el campo de los estudios clsicos debe conocer bien el alemn, el inglks, el fraws, el italiano. Son astas lenguas llas que encontrar casi siempre usa~das no slo en las publicaciones de las naciones en las que se hablan, sino tambin en las lde los pases cuya lengua time una dilusin limitada, como los escandinavos, Finlandia, Holanda, Por- tugal.

  • 115 JULIETTE ERNST

    idiomas oficiales de h U. N. E. S. C. O. Y es cierto que, desde el renacimiento de !os estudios clsicos en su pas, es cada vez ms necesario agregar el espaol a las lenguas enu- meradas arriba. Sin embargo, es escasa toldava la propor- cin de los libros y de los artculos escritos en (espaol con respecto a la produccin mundial, por lo cual este idioma no ha sido escogido como lengua de comunicacin por los sa- bios cuya lengua materna es poco hablada, como los escam- dinavos, holandeses, .&c. Entendieron esa situacin muy bien los responsables de E m e ~ t a , q w acompaan cada artculo en espaol )de un resumen en ingls. Pero esta costumbre no ha sido a~ceptada por las revistas de arqueologa.

    La produccin de la Unin Sovitica, enteramente redac- tada en las lenguas autctonas (ruso, ucraniano, etc.) sin resmenes, constituye as uln bloque impermeable, sin nin- guna relacin con otros pases que las democracias populares y que puede ser tratado aparte, es decir, que en caso nece- sario hay que man'dar traducir los textos interesantes. En cambio, eai, los pases d e Europa central y oriental, los ar- tculos escritos en hngaro, en checo o en polaco son se- guidos por un resumen en una de las lenguas de gran co- municacin, o tambin en latn.

    Llegamos aqu a la cuestin inevitable del uso del lata como lengua universal de comunicacin entre los sabios. Se- guramente saben ustedes que existe un movimiento llamado . del Latn vivo para promover el empleo de esta lengua y que organiza tambin Congresos. Tengo que decir en seguida que no me ad~hiero a eso ; que me opongo a l uso dced atn en las pub!icaciones eruditas y que el trabajo que hago para L'Anme Pdlologiqzle me permite conocer bastante bi~en la cuestin. Cierto que no (hablo de los prefacios de ediciones crticas, de los artculos sobre la tradicin manuscrita y de la crtica de textos, cuyos trminos tcnicos son latinos y en los cua- les es naVtural emplear esta lengua. Pero para todo lo dems, y cuando se trata de enunciar un pensamiento nuevo, una idea personal y sutil, no con-viene el latn. 2 Cmo? Dis-

  • ESTADO ACTUAL DE LOS ESTUDIOS CLSICOS I r 7

    cutimos sobre la interpretacin de los textos antiguos, los comentadores se ven con dificultades para ponerse de acuer- d o sobre el valor dle tantos trminos importantes, i y quisi- ramos expresar en una lengua toldava tan misteriosa para nosotros nuestras ideas de hombres del siglo xx? Al leer los artculos que escriben en latn los partidarios del Latn vivo se comprueba que muy a menudo parec'en ser hermosas di- sertaciones (de escuela sdestina~das a probar que el auto'r es capaz de imitar a Gcern; o tambin, si se esfuerzan por hacer una contribucin til, cuando quieren enunciar la i,dea nueva necesitan decir poco airosamente : quod nnglice (cself- consciozlm,ess dicitur o quod gemanice ccStZmmung dicitur. No, las revistas cientficas han dejado cada da ms el latn en la misma proporcin en que la Filologa se aireaba y adquira ms variedald y vida. No volvamos atrs. ~Eil latn oral es todava ms 'desastroso: aunque sle acepte en todos los pases la llamada pronunciacin restituida, sta, enuncia- da por bocas inglesas, alemanas, espaolas, italianas o fran- cesas, resullta tan ~difer~ente, que los desgraciados oyentes no pueden entenderla sin muohos esfuerzos.

    Tengo que 'd$ecir adems que en nuestra poca, con la gran intemidad ,de los interlcambios de profesores y estudian- tmes, toldo clasicista ha de viajar. Y no puede hacerlo de ma- nera eficaz sin conocer la lengua del pas adonde va para trabajar o asistir a un Congreso. Esta necesidald no desalen- tar a nadie. Nuestros estudios, cuya riqueza y varieldad acaibo de evocar, son tan atractivos, que en cada genleracin habr siempre jvenes deseosos de trabajar en ellos.

    As, pues, teniendo un conocimiento indispensable !de las lenguas modernas principales, ; cmo empezar el joven in- vestigador a establecer su documentacin? Tiene ciertamente a su disposicin L'Anne Plzilologique, la Bibliographie LZn- gzlktique, los Fasti Archaeologid, la Archaolo.gische Bibfio- graphie del Zahrbuch des Deutscherz A~chaologUcheiz~ Insti- trcts, pero estos repertorios no le dan m-; que una gran can- ti~da'd de ttulos, y aun L'-4nne Pldologique, el ms huma-

  • 118 JULIETTE ERNST

    nitario, que contiene tambin resmenes de los artculos ci- tados, no informa sobre el valor de los libros y trabajos re- cogidos. En esta dificultad, grave sobre todo cuando se tra- ta de un joven docente que est solo, lejos de un centro y de los consejos de sus profesores, pensaba es1 Comit interna- cional de la Felderacin Imterna~cional ,de Estudios Glsicos que fund la revista Lustmm, ldanmdo as nueva vida a los antiguos Iahresberichte iiber d.ie Fortschritte der Altertums- wissenschaft. iQu puede, en efecto, ofrecer Lustrzlm? C r ~ nicas que dan la resea ,de la produccin ciemtka relativa a un autor o a un tema durante un nmero )de aos proporcio- nado a la importancia de ellos. Estas crnicas son selectivas, es decir, que omiten lo que lo puede ser sin dao, y dan un juicio sobre el1 valor de los libros o artculos tratados. Claro que tienen que ser hechas por especialistas de los autores o de los temas examinados y con informacin segura e im- parcial.

    Adems existen crnicas semejantes para las disciplinas es- pecializadas. Optimos ejemplos son la de J. y L. Robert para la Epigrafa griega em la Reme des Etudes Grecques, la 'de Ruiprez sobre te1 lineal B en Minos, las 'de la revista Ki-a- tylos sobre las lenguas y los dialectos de Italia y de Grecia, Ia de la Chronique dJEgypte sobre los papisos, el Bztlletin codicologiqzle 'de Scriptorium, etc. Este tipo de boletn crtico habra de llegar a ser belcho cada vez para ms temas y au- tores, lo cual facilitara la orientacin 'de los principiantes, o aun de profesores experimentados que tengan que preparar un curso sobre un autor que no conozcan bien por no haber tenido ocasin de ocuparse dte l.

    --

    Hay, sin embargo, que preicavierse contra un peligro : la publicacin 'de dos crnicas al mismo tiempo y sobre el mis- mo autor o ,terna, mientras otros qmdan olvidados. El que qiiiera empezar un trabajo bibliogrfico de [este tipo, labor que nelcesita muchos esfuerzos y abnegacin, (debera, ante todo, preguntar al director de Lustrum si hay en preparacin

  • ESTADO ACTUAL DE LOS ESTUDIOS C L ~ ~ I C O S 119

    otro trabajo sobre d autor o tema cuya bibliografa proyecte l presenta~r.

    Ya ven ustedes que, cuando se trata de produccin o de documentacin, aparece siempre la necesi~da~d de contactos internaciomltes y de colaboracin entre eruditos. Y esto lo saban los que fundaron, con ayuda de la U. N. E. S. C. O., la Federacin Internacional !de Solciedades de Estudios Ci- sicos, cuya existencia, vitalidasd y actividad siguen aumentan- do y permiten muohas esperanzas.

  • POLITICA AGRARIA Y POESIA EN VIRGILIO

    El origen de las Gergicas

    Como de todos es sabido, en el panorama de la obra de Virgilio descuella -entre su produccin juvenil, las BucdlG cas, y la Eneida, genial epopeya de su madurez- un poema caracterstico, origen de innumerables hiptesis y polmicas : las Gergicas. Ya bastantes afios atrs, A. Ernout afirmaba, sirvindose de una forma divertida que encerraba, sin em- bargo, una seria verdad : ((Compadezco al infeliz candidato al doctorado que tenga la impertinente idea de escoger las Bu- clicns como tema de tesis ; deber vivir muchas generacio- nes antes de haber reunido la bibliografa de su tema. Y, cuan- do haya ledo todo lo que se ha publicado, me temo que haya perdido la cabeza)) l . Lo mismo, aproximadamente, cabra re- petir refirindonos al poema virgiliano del campo, en particu lar si tocamos algunos pasajes o argumentos determinados ; uno de ellos es el que ahora intento discutir.

    Las preguntas ms importantes que se formulan ante esta obra excepcional, una de las ms perfectas de la Literatura antigua, se reducen esencialmente a las siguientes : 2 Cmo naci, despus de la aventura buclica, este poema de tcnica agronmica ? 2 Quin la sugiri o la aconsej al poeta ? La respuesta suele ser bastante sumaria. Segn una antigua tra- dicin, fue Mecenas, el segundo personaje del Imperio, quien inspir el poema. El ideal, por otro lado, de las Gergicas responde a uno de los puntos del programa poltico instaura-

    1 A. ERNOUT, res. de MAROUZLAU Dix ames de bibliogruphie c1a.s- sigue, 1914-39&, 1, Pars, 1927, en Rev. Philol. LIII 1927, 263-2&4. .

  • IJOLTICA A G R A R I A Y POES~A E N V I R G I L I O 121

    d o por Augusto : el retorno a la agricultura, una de las ba- ses de la grandeza de Roma.

    Toda visin simplista de un problema puede contribuir a aproximarnos a su entidad, pero izo a su explicacin. En la evolucii del arte de Virgilio, las Gergicas representan el estadio medio y, por consiguiente, quiz el ms interesante de su genio. En pleno xito literario, Virgilio renuncia al gnero bucico, vivificado por su temperamento con todo el vigor de la savia itlica, pero siempre amanerado en su irradiacin. Ya en la ltima de sus Buclicas "a dicho ex- plcitamente que se encuentra ante su extrern.us labor. Ms tarde, en un significativo pasaje de las Gergicas 3, renegar de los temas trillados de la escuela helenstica, una poesa que no poda llenar el ansia de los espritus. Quera que su Welt- anschauung)) o, en cierto modo, su ruptura fuera limpia y decisiva ; era su adis a la influencia de Tecrito, al crculo cisalpino, a la adherencia buciica. El poeta, es cierto, no podr desterrar nunca completamente de su futura obra, las Gergicas y la Eneida, la imaginera de la escuela alejandri- n a ; pero slo figurar en ella como un ornato, un pretexto o un perifollo, nunca ser su objetivo, su nervio o su alma.

    Se puede hablar, por tanto, de una verdadera bajada de teln, que se levantar en seguida para descubrir una deco- racin cambiada, '. El poeta se propone ofrecernos un pailo- rama insospechado. Aparece de golpe, en e l umbral del poe- ma ', el nombre de un personaje que nada hasta entonces haca presentir : el de Mecenas. Slo el nombre, nada ms. Pero esta deliberada sobriedad revela precisamente un estado de confianza y unin que deba de venir de alios antes. Es la poca menos conocida de la existencia de Virgilio. Lo que hay que admitir, sin embargo, es que en el ao 38 a. J. C. el

    2 Ecl. X l . 3 G e . 111 3-8.

    Vase A. M. GUILLEMIN Virgile, @ > t e , artiste e t penseur, Pars, 1951, 90.

    5 G e . 1 2.

  • 122 MIGUEL DOLC

    poeta era tan Iamiliar del insigne favorito que se permita introducir a Horacio en el recinto de aquella intimidad 6. As% se formaba el clebre triunvirato de la poesa y de la cultura -Mecenas, Virgilio, Horacio-, nombres que se han hecho inseparables en la historia de la Literatura. Ocho aos ms tarde, poco despus de la batalla de Accio (2 de septiembre del 31 a. J. C.), subsista la misma amistad. Pero sta se vea ahora aumentada con la intimidad de Octavio, el futuro, Augusto ; esta amistad debe ser interpretada como una con- secuencia o una prolongacin de la de Mecenas. Si el astro d e Csar Octavio ya haba surgido en las Buclicas, se le per- ciba slo como una presencia vaga y lejana. Ahora, en cam- bio, llenar radiantz todo el firmamento de las Gergicas.

    Volvamos a las primeras preguntas. En esta coyuntura histrica, ;qu influjo o qu ascendiente pueden haber ejer- cido Mecenas y Octavio en la elaboracin del nuevo poema? 2 Por qu Virgilio emprende, hacia el 37 a. J. C., la compo- sicin de las Gergicas, que alcanzaron sobre el 28 a. J. C. sit forma definitiva y su publicacin? '. Tanto la gnesis de esta obra, decamos, como el objetivo del poeta al escribirla han merecido muchos estudios. Recordemos primero, como pun- to de partida, que, segn Suetonio-Donato y Servio a, Virgi- lio compuso sus tres grandes obras en estas fechas: del 48 al 37, las BucEcas ; del 37 al 30, las Gergicas ; del 30 al 19, la Eneida. El testimonio de Suetonio-Donato puntualiza, ade- ms, que las Gergicas estaban concluidas en el 29 a. J. C., cuando Octavio, despus de haber pasado, Zras el triun- fo de Accio, dos aos en el Oriente, se encontraba durante el verano de aquel ao en Atela curndose una afeccin a Ice

    6 Este rasgo es relatado burlescamente por el mismo Horacio, St. 1 6, 54 SS.

    7 Sobre la discutida cronologa del poema ouede verse mi edicin d e las Gedrgiques (Barcelona, Fundaci Bernat Metge, 1963), 11-21.

    8 Donato, Vergilii Vita Donatiuna, 89-90; Servio, Vergilii Vita, 24-28, Para las Vitae C'ergilianae cito la ed. de J. Brummer (Lepzig, Teubner, 1912).

  • garganta; dice la Vita Donatialza que durante cuatro das consecutivos (el poema consta de cuatro cantos) Virgilio ley a Octavio sus Gergicas, relevado por el mismo Mecenas cuando la fatiga de la voz le obligaba a interrumpir la recita- cin. Por otro lado, segn la biografa de Servio lo, la inter- vencin de Mecenas en la redaccin del poema haba de ser definitiva : fue l quien dio a Virgilio la idea de contribuir a una obra de restauracin social dirigiendo a los romailos hacia la tierra por medio de las Gergicas, as como Polin le haba propuesto el gnero buclico y como Augusto le sugerir, ms tarde, que celebre los orgenes de Roma y de su estirpe en la Eneida.

    2 Qu crdito merece este doble testimonio, tantas veces citado y discutido por los estudiosos? Un crdito, en mi opi- nin, muy dbil y sospechoso ; quiz nulo. Por lo que se re- fiere al episodio campaniano de Atela -que aqu no podemos afrontar porque nos sita junto al grave y delicado problema de la cronologa--, apresurmonos a decir que se trata sin duda de una encantadora ancdota inventada de cabo a rabo, fruto de una poca tarda en que las Vitae Vergilianae extraan noticias biogrficas de las mismas obras, arbitraria- mente interpretadas, del poeta. En cuanto a la triple intromi- sin, afirmada por Servio, de los hombres de Estado en el quehacer potico de Virgilio, es demasiado simtrica para no inclinarnos hacia el escepticismo. Pero hay una aparente objecin. El mismo Virgilio, en efecto, nos habla de los haud mollia iussa, es decir, de las ((rdenes no fciles)) de Mecenas ll. La expresin es ambigua. No falta quien hter- preta estas palabras l2 como una proposicin, hecha por Me- cenas a Virgilio, de escriSir un poema en honor de Octavio. Pero, aun aplicando aquellas palabras al plano de las Ger-

    9 Donato, Verg. Vit. 91-95. 1 0 Servio, Verg. Vit. 23-27. 11 Ge. 111 41. 12 Vase P. VAN DE WOESTIJNE McPne et Yirgile, en Mus. Belg.

    XXXIV 1930-1931, 261-284.

  • gicas, deben entenderse al pie de la letra? Se haba visto alistado de golpe el poeta en una campaa de propaganda poltica a favor de la agricultura?

    He aqu, en principio, lo que honestamente no podemos admitir. Tendramos, en efecto, que preguntarnos en seguida por qu, entonces, el poeta esper hasta llegar, con aquella frase, a la mitad de su libro para informarnos del hecho. Creer que un verdadero poeta puede ponerse al servicio de un programa oficial es hacer un agravio a la misma poesa; los talleres literarios)), anota con amargura F. Villeneuve la, no produjeron nunca nada que merezca la pena. La originalidad de un Horacio o de un Virgilio no puede obedecer, eviden- temente, a una presin exterior. Existe, sin embargo, una explicacin que cada da ha ido ganando ms terreno ante la opinin casi unnime de los historiadores: el movimiento li- terario de aquella poca fue inspirado desde arriba y Mecenas fue quien anim y dirigi hbilmente la difusin de los temas o puntos bsicos del rgimen, como la exaltacin ((patriti- ca)) de Roma y de Italia, la repoblacin de las tierras, el elogio de la agricultura 14. No faltan, naturalmente, las vo- ces discordantes : segn la tesis de R. S. Conway l b , no sig- nificaron, en nuestro caso, las Gergicas el vehculo de propa- ganda de una presunta poltica agraria de Octavio, sino que .determinaron, por el contrario, un inters ms vivo y siste- mtico del prncipe por los problemas agrarios y urbansti- cos. No fue, en suma. Virgilio el poeta romano conquistado por un ideario poltico que encauzaba Mecenas; fue Octavio e l que se sinti atrado por la fuerza de una inspiracin

    Se trata de una aboutaden? 2 Nos movemos en un crculo vicioso? Es posible. Pero lo importante, y acaso lo indiscu- tible, es verificar hasta qu punto las relaciones entre Virgilio

    13 F. VILLI:KEUVE Ptudes de littrature latine, Montpellier, 1947, 34-3Cj. 14 Vase H. BARDOX Les empereurs et les lettres latines d'duguste

    d Hadriet~, Pars, 1940, 66 SS. 15 R. S . CONWAY I-larvard Lectures on the Vergilian Age, Harvard

    Univ. Press. 1928.

  • POL~TICA AGRARIA Y P O E S ~ A EN I'IRGILIO I z 5

    y Mecenas pueden ser interpretadas como una simple inter- ferencia mutua. Que Mecenas, al contacto de Virgilio, sin- tiera ensancharse y humanizarse su refinado, pero cerrado, urbanismo, que entreviera todo un mundo de energas fres- cas y de inslita riqueza moral, es un punto de vista que parece correcto l6 ; que, a SU VI?Z,* Virgilio, un espritu ms dcil, indolente y quiz tmido que fuerte e independiente a ultranza, pudiera sentirse subyugado por la influencia de cier- tas tesis oficiales capaces de impregnar la vida y el sentir colectivos, puede deducirse ciertamente de toda la historia interna y externa de su poesa. Mecenas, en otras palabras, con un sutil trabajo de acercamiento cordial, pudo lograr que se fundieran cada vez ms el sentimiento y los ideales de

    - Virgilio con la persona y la accin poltica de Octavio ; Vir- gilio supo adheri~se espontneamente, por su cuna y su edu- cacin, al programa de renovacin de la tierra itlica.

    Nos hallamos ante un fenmeno que se repiti, en sus as- pectos ms relevantes, con Horacio, quiz con Polin y, aun- que menos felizmente, con Propercio y Ovidio. Todos estos poetas, en efecto, se aproximaron en sus albores a Mecenas en un estado de espritu que, por uno u otro motivo, les incapacitaba para una rpida e inmediata adhesin a Octavio. Y el acercamiento fue fruto de la lenta e incansable accin de Mecenas: esta accin, adems de atestiguar la amplitud de miras y la elevacin moral del hombre que supo canalizar tan- tas aptitudes y amistades, parece simbolizar la progresiva su- peracin de la posicin oligrquica en que el heredero de C- sar se haba inmovilizado desde Mdena hasta despus de la paz de Brindis. Colocados en este ngulo, el sentido dcl tr- mino iussa nos parecer transparente: se trata de consejos, insinuaciones, estmulos ; fue Mecenas, en suma, quien dio al poeta, que sin duda buscaba ya un camino potico ms rea- lista, ms (tengagl), la confianza en si mismo. parece declararlo despiibs de aquella dis