05 Centinelas de la mañana - Khury

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  • 8/3/2019 05 Centinelas de la maana - Khury

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    Despus, la picada. CAFA 1: salado. CAFA 2: dulce. Los dems: vino y gaseosas

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    Queridos Catequistas:1. Hace un ao les anunciaba la realizacin del CongresoDiocesano de Catequistas, y defina este camino que

    juntos bamos a iniciar como un tiempo eclesial degracia y de reflexin pastoral. Hoy debo agradecer aDios y al esfuerzo de todos ustedes, el poder comprobarque aquel anuncio ha encontrado un eco entusiasta ycomprometido en toda la dicesis.Les hablaba de lavocacin, la formacin integral y la santidad de cadauno de ustedes como prioridad de nuestro Congreso.

    2 Avanzando en esta lnea quisiera compartir con ustedesalgunas reflexiones. La vocacin del catequista, comotoda vocacin cristiana tiene su origen en Dios, sedescubre en el encuentro vivo con Jesucristo, madura enla comunin de la Iglesia yse hace misin al servicio denuestros hermanos. A cada uno de estos momentos los

    podemos distinguir pero nunca separar.A la dinmica de este proceso vocacional nos

    debemos entregar con generosidad, para descubrir y amaren nosotros el proyecto de Dios manifestado enJesucristo.

    En la vocacin del catequista adquiere un relieveparticular el momento eclesial de este proceso, porque sutarea recibe un mandato especial de la Iglesia, La solidez

    doctrinal y la vivencia espiritual de este caminovocacional nos hablarn de la formacin y de la santidaddel catequista.

    3 Como catequistas no podemos dejar de pensarel momento de grave crisis que vive nuestra Patria.

    Sabemos que la base de esta crisis es moral. Estaafirmacin nos compromete y nos lleva a preguntarnos

    si nuestra catequesis da una slida base moral a lasactitudes y comportamientos de nuestros chicos.

    Los valores morales no pueden tener como nicosustento lo emotivo o el sentimiento, deben formar laConciencia y tener la exigencia de un deber que noscompromete moralmente. La catequesis es un espacio

    privilegiado para presentar la dimensin moral de las

    verdades de fe.No es suficiente contemplar el misterio de

    Cristo, es necesario vivir de acuerdo a las exigencias deese misterio. (Segunda parte de la carta de San Pablo a losEfesios). La fe debe motivar una vida virtuosa. Creo quedebemos insistir para ello en elsignificado y la dinmicade crecimiento que tiene el Camino sacramental, comoun encuentro de conversin con Cristo que nos p erdona, sana,eleva y transforma nuestra vida.

    4 EI aporte de la Iglesia a la reconstruccin moral yespiritual de nuestro pueblo tiene, en el mbito delItinerario Catequstico, un espacio que le es propio y quenos permite mirar con esperanza el futuro de nuestra

    Patria. Mas que aorar una poca de cristiandad, debemosmirar con humildad el estilo y la vitalidad de lascomunidades primitivas.

    Conocemos las dificultades que nos presenta hoyuna sociedad que ha trastocado la jerarqua de valoresdesde la ptica de un egosmo individualista, que

    privilegia el tener sobre el ser; que busca el xito acualquier precio como a un dolo al que se debe servir;que justifica el uso de cualquier medio, incluso de laviolencia, para obtener su fin.

    Esto ha debilitado culturalmente el valor de laverdad, de la honestidad y de la palabra dada, como elvalor de justicia y de la equidad social; tambin haafectado la cultura del trabajo. del esfuerzo y de lasolidaridad, como el valor de la convivencia y de la paz.

    Frente a estos signos de muerte y de vejezespiritual tenemos que dar como Iglesia un testimonioclaro de los signos de vida y de esperanza que nos trajo elevangelio. De este mensaje somos depositarios y lodebemos predicar; de l surge una cultura nueva que debeencontrar en nuestro Itinerario Catequstico su contenido,

    su cauce y metodologa, y en nosotros a sus testigos mscomprometidos.

    5 En este camino sacramental de crecimiento en la vidacristiana adquiere un lugar destacado la celebracin de laeucarista dominical, con todo lo que ello implica dereconciliacin previa, de vivencia de la gracia y de

    pertenencia eclesial en la vida de una comunidad.La fe necesita celebrarse.La 1iturgia es fuente y cumbre de la vida

    cristiana, por ello la catequesis debera ser un mbito

    privilegiado de iniciacin en la vida de la liturgia. Nopodramos hablar de la dimensin moral de la fe comouna exigencia del camino del evangelio, sino hablramos

    primero de la vida de la gracia que transforma y eleva elcomportamiento del hombre.

    No hay hombre nuevo sin un encuentro VIVOcon Jesucristo. La moral cristiana no es voluntarismo,sino expresin del triunfo de la gracia que se hace caminode santidad. Este encuentro tiene un momentoinsustituible de conversin y de gracia en los sacramentosde la reconciliacin y la eucarista.

    Esta verdad nos debe llevar a marcar con mayorinsistencia el valor de la celebracin dominical en la vidade la catequesis. Es importante para ello comprender el

    significado teolgico y pedaggico de la obligacin delprecepto que, como expresin eclesial del mandamientode Dios, est llamado a orientar, sostener y acompaar elcamino de su hijos. La ley que proviene del amor noesclaviza, sino que es causa de libertad.

    6 Volviendo al tema del Congreso Diocesano deCatequistas quiero anunciarles oficialmente que la

    fecha de su realizacin ser, Dios mediante, los das 28y 29 de Junio de 2003. Valoremos esta etapa preparatoriaque an nos queda por recorrer.

    La presencia de ustedes, queridoscatequistas, en esta instancia de reflexin y de opciones

    pastorales adquiere una particular relevancia. El

    Congreso necesita de la participacin, del aporte y de laexperiencia de cada uno de ustedes para enriquecer elcamino diocesano de la catequesis en los prximos aos.

    En el trabajo que estamos realizando les recuerdoque es importante tener presente junto al DirectorioCatequstico General nuestro Directorio de PastoralSacramental, en el cual se han recogido las enseanzas ylas normas desde la publicacin del primer Directorio dePastoral Litrgica de la dicesis, que han marcado elcamino catequstico de nuestra Iglesia marplatense.

    Debemos continuar y actualizar, con las debidasadaptaciones, esta rica tradicin que nos pertenece.

    7- Queridos catequistas, con estas reflexiones he queridovalorar y agradecer ante todo la tarea silenciosa perofecunda que vienen realizando en nuestras comunidades.

    Me ha parecido oportuno poner el acento enciertas cuestiones que creo necesarias para fortalecer elcontenido de la catequesis, como su relacin con la vidalitrgica de la comunidad cristiana. Tambin consideroimportante estudiar el tema de la relacin entre lacatequesis de perseverancia y confirmacin, y sucontinuidad e insercin en los movimientos juveniles.

    Son muchos los temas pendientes que exceden elespacio de este Mensaje, pero que bien pueden ser

    presentados en la lnea de una exigencia de la pastoralorgnica en la vida de la Iglesia diocesana.

    Que Mara Santsima, nuestra Madre, nos ayude

    en este camino que hemos emprendido para la realizacinde nuestro Congreso. Reciban en su da junto a mi afectoy oraciones, mi bendicin de Padre en Cristo NuestroSeor.

    Mons. Jos Maria ArancedoObispo de Mar del Plata