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146 Razn y Revolucin n 21

Conclusin

Este primer acercamiento a las fuentes de El Obrero nos permiten delinear los ejes centrales de su propuesta programtica y de la estra-tegia que disearon para concretarla. En primer lugar, a partir de su delimitacin poltica del MLN, avanzan en la definicin del carc-ter socialista que deba asumir la lucha revolucionaria en la Argentina y critican al peronismo considerndolo una fuerza poltica burguesa. Desde su perspectiva, la existencia de una burguesa industrial pon-dra en evidencia que, el nuestro, era un pas capitalista, sin opresin poltica, que habra cumplido sus tareas democrtico-burguesas. Por lo tanto, considerando que la contradiccin fundamental era burguesa versus proletariado, promovan la constitucin de una alianza hege-mnica de la clase obrera con los sectores populares oprimidos, para luchar por la liberacin social.

En segundo lugar, y en contra de la fuerza que, poco a poco, iba adquiriendo la estrategia armada, El Obrero considera que la inser-cin fabril era el medio ms adecuado para impulsar una poltica revo-lucionaria en nuestro pas. En este punto, sealamos que el aspecto fundamental de su planteo estratgico fue el trabajo poltico dentro de las fbricas buscando organizar a las bases, mediante Comisiones Internas, Delegados de Base y asambleas. En este sentido, promovieron el desarrollo de stas formas organizativas como herramientas demo-crticas fundamentales para emprender la lucha contra las burocracias sindicales que, desde su perspectiva, frenaban la combatividad de los trabajadores. El origen de estas direcciones burocrticas es rastreado por El Obrero en el surgimiento mismo del Peronismo, ya que en ese contexto, se habra consolidado el sindicalismo de Estado. El prin-cipal obstculo entonces para la lucha sindical en particular, y para la construccin del partido revolucionario de la clase obrera en general, sera el peronismo y la clase que los sustenta, la burguesa nacional, que limitaran las luchas obreras e intentaran instalar la idea de la posibilidad de un buen capitalismo.

Para terminar de definir con exactitud el programa de El Obrero, queda por delante profundizar esta investigacin mediante una exhaustiva reconstruccin de la praxis poltica desarrollada por esta organizacin.

Recibido: 5/2/2011 - Aceptado: 20/4/2011

Programas de la izquierda argentina

Juan B. Justo e os primrdios do socialismo argentino

Fabio Luis Barbosa dos Santos

Universidade de So Paulo y Universidade de Guarulhos

Resumen

Este artculo realiza un balance crtico de la trayectoria poltica e ideolgica del socia-lismo argentino en el periodo entre la promulgacin de la Ley Senz Pea (1912) y la muerte de Juan B. Justo (1927) desde el ngulo de la formacin nacional. En un primer momento, desarrollamos una interpretacin sobre el sentido de la reforma electoral argentina a comienzos del siglo XX. A continuacin, examinamos el argu-mento fundamental del ensayo de Jos Aric sobre Juan B. Justo, evidenciando los lmites ideolgicos de su crtica. Finalmente, analizamos el significado de la pol-mica establecida por dos interlocutores contemporneos de Juan B. Justo - Manuel Ugarte y Enrico Ferri - para concluir con un balance de este periodo inicial del socia-lismo argentino.

Palabras clave: Juan B. Justo - Socialismo argentino - Revolucin Nacional

Abstract

This article pursues a critical evaluation of the political and ideological development of Argentine socialism from the standpoint of the national revolution, in the period between the Senz Pea law (1912) and the death of Juan B. Justo (1927). In the first moment, we introduce our interpretation of the political reform in Argentina in the beginning of the XX century. Then, we analyze the core argument of Jos Arics essay on Juan B. Justo, aiming to expose the ideological limits of his critique. Finally, we examine the controversy established between two contemporaneous of Juan B. Justo Manuel Ugarte and Enrico Ferri and close the article with a brief assessment of this initial period of socialism in Argentina.

Keywords: Juan B. Justo - Argentine socialism - National Revolution

Um balano poltico e ideolgico

149148 Razn y Revolucin n 21 Juan B. Justo e os primrdios do socialismo argentino

Introduo

Este artigo realiza um balano crtico da trajetria poltica e ideo-lgica do socialismo argentino no perodo entre a promulgao da Lei Senz Pea (1912) e a morte de Juan B. Justo (1927) do ngulo da formao nacional. Em um primeiro momento, avanamos uma interpretao sobre o sentido da reforma eleitoral argentina no comeo do sculo XX. A seguir, examinamos o argumento fundamental do ensaio de Jos Aric sobre Juan B. Justo, evidenciando os limites ideo-lgicos de sua crtica. Finalmente, analisamos o significado da pol-mica estabelecida por dois interlocutores contemporneos de Juan B. Justo Manuel Ugarte e Enrico Ferri - para concluir com um balano deste perodo inicial do socialismo argentino.

A reforma eleitoral e o socialismo argentino

O auge da economia agro-exportadora nos primeiros anos do scu-lo XX na Argentina evidenciou o desajuste entre a modernizao econmica e as formas arcaicas da poltica criolla, colocando em risco a viabilidade da prpria ordem conservadora. A conjuno entre a ascen-so do movimento operrio e do prestgio anarquista, a presso poltica socialista, e a permanente conspirao radical colocavam o pas em um estado latente de convulso social. Nicols Reppetto, colega socialista de Juan B. Justo, resumiu a crescente agitao destes anos:

Durante el perodo de gobierno de Quintana- Figueroa Alcorta, transcurri-do desde octubre de 1904 a octubre de 1910, estallaron cinco huelgas gene-rales y una bomba de tiempo en la platea del teatro Coln; se decret cuatro veces el estado de sitio, una de las cuales fu a causa del motn radical del mes de febrero del ao 1905; se sancion la ley de defensa social; se perpetraron cuatro matanzas de obreros y se empastelaron La Vanguardia y algunos otros peridicos obreros1.

Semelhante efervescncia era indcio claro da necessidade de refor-mar o sistema poltico para preservar a reproduo da economia expor-tadora. neste contexto que aprova-se em 1912 o conjunto de reformas eleitorais conhecidas como lei Senz Pea, nome do presidente que as sanciona pouco antes de falecer. O clculo social que motiva a medida explicitado por Justo: s ms cmodo hacer una nueva ley de eleccio-nes que reprimir una huelga general a cada seis meses.2

Se a reforma eleitoral no seu conjunto aponta para uma abertura poltica ao ampliar o contingente eleitoral, na prtica as possibilidades de renovao enfrentavam mltiplos constrangimentos, seja por meca-nismos que limitavam o alcance da universalizao do sufrgio (como a proibio do voto de estrangeiros), seja pelo entrave renovao do conjunto das instncias representativas, principalmente o Senado. Em ltima instncia, o sistema se organizava de forma a garantir a pre-servao da ordem atravs do voto conservador do campo, onde a lide-rana popular de corte carismtico reivindicava a autoridade clientelis-ta em que se assentava a poltica tradicional3.

Embora haja controvrsia sobre a inteno original e o principal beneficirio da Lei Senz Pea,4 entendemos que a reforma eleitoral

1Repetto, Nicols: Mi paso por la poltica. Santiago Rueda Editor, Buenos Aires, sin data, p. 106.2Ibidem, p 125.3Mientras se mantuviese esa geografa electoral, que protega celosamente a las viejas circunscripciones electorales,el campo conservador equilibraba el peso de la ciudad liberal o socialista en Botana, Natalio: El Orden Conservador. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1977, p. 2564Para Rock, a inteno original da lei era dupla: isolar e desencorajar o golpismo dos radicais e principalmente enfraquecer os socialistas, onde o veto ao voto estrangeiro configurava na prtica uma discriminao de classe. Diz: La ley Senz Pea ape-nas abri el sistema poltico a los grupos proprietarios nativos de clase media y a la minora de trabajadores que eran oriundos del pas. El nuevo sistema constitua una concesin mnima tendiente a restaurar la estabilidad poltica y resguardar los inte-reses de la elite en Rock, David: El Radicalismo Argentino, 1890-1930. Amorrortu

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produziu uma renovao dos quadros polticos sem alterar a estrutura social do pas, respondendo de forma exitosa ao desgnio de uma refor-ma poltica conservadora. Ainda que o Partido Socialista observe um notvel crescimento no perodo, chegando a dominar o colgio eleito-ral da capital federal5, o maior ganhador poltico foi indubitavelmen-te o radicalismo. Ao recorrer a um novo tipo de amlgama poltico, fusionando grupos regionais em uma organizao nacional que cana-lizava suas esperanas em uma nova espcie de caudilho eleitoral, a UCR transcendeu exitosamente as fronteiras bonarenses, abandonan-do o abstencionismo depois de sucessivos golpes frustrados para eleger Hiplito Yrigoyen presidente da repblica em 1916,6 inaugurando uma era de ininterrupto domnio poltico que se estenderia at o golpe mili-tar de 1930.

O triunfo radical representa a derrota das foras sociais que mili-taram para conciliar abertura poltica com democratizao social na Argentina do comeo do sculo XX e que encontraram no Partido Socialista seu principal portador. Apesar do espao poltico ocupado e

editores, Buenos Aires, 2001,p. 50. Sartelli tem outra opinio: Sin embargo, el prin-cipal beneficiario de la ley Senz Pea fue el Partido Socialista: si en 1896 sac 134 votos y 204 en 1902, hasta 1912 no cuenta como fuerza poltica aunque con 1257 votos haya obtenido el primer diputado socialista de Amrica en 1904. Todava en 1908 no alcanzaba a los 8.000 votos. Pero la llegada del sufragio universal le reporta dos nuevos diputados (con 35 y 23.000 votos cada uno) y tres ms en 1913 (con 48.000). En 1920 sus 86.420 votos lo colocan en posicin de fuerza poltica de primera magni-tud en la capital del pas, donde tiene a Del Valle Iberlucea en el senado desde 1913 (...) en Sartelli, Eduardo: Celeste, blanco y rojo. Democracia, nacionalismo y clase obrera en la crisis hegemnica en Razn y Revolucin nro. 2, primavera de 1996, reedicin electrnica. O prprio Justo consigna sua viso da reforma eleitoral nestas palavras proferidas por ocasio do falecimento de seu autor: (...) creemos que el seor presidente de la Repblica, doctor Senz Pea, supo comprender en su hora una gran necesidad pblica. Actu en un momento de la historia argentina en que el problema fundamental de era el de la realidad del sufragio, el de la verdad del sufragio universal (...) consigui hacer del parlamento argentino, un verdadero parlamento moderno. Fue, evidentemente, un civilizadoren Repetto, op. cit, p. 349.5O Partido Socialista jamais logrou uma penetrao significativa fora da Capital Federal, onde at meados dos anos 20 disputou a liderana dos votos. 6Se bem uma reconstruo da gnese do radicalismo permite entrever o seu carter conservador, a agudizao dos conflitos sociais durante a presidncia de Yrigoyen explicitou o carter ideolgico da postura supra-classista que se advogava ao recorrer represso impiedosa em eventos como a Semana Trgica de 1919 e o protesto rural na Patagnia. Ver: Bayer, Osvaldo: La Patagonia Rebelde. 2 edio, Buenos Aires, Booket, 2007, 4 tomos.

das conquistas dos trabalhadores no perodo, o partido ser impotente na conjuntura para promover a superao das estruturas de dominao de classe legadas pelo passado colonial. A partir deste momento, ain-da que o Partido Socialista amplie seu espao parlamentar no decnio seguinte e logre subsistir como organizao atravs do sculo XX, o sentido progressista da sua crtica se esvazia, superado por novas alter-nativas polticas e ideolgicas que se configuram no pas e no mundo.7

A hiptese de Aric

Jos Aric identifica a raiz do fracasso poltico socialista nos pres-supostos tericos adotados por Justo. A premissa oriunda do realis-mo ingnuo de uma transparncia entre os fenmenos da realidade e o conhecimento conduziria a uma identificao entre o processo de modernizao e a constituio do ator social do socialismo - em ltima anlise, entre progresso e socialismo. Como decorrncia, a moderni-zao interpretada no plano subjetivo como a superao de formas de pensamento no cientficas, da religio ao anarquismo, em nome da afirmao do socialismo cientfico. Na sua dimenso objetiva, a for-mao dos trabalhadores socialistas entendida como o processo de apropriao progressiva das capacidades tcnicas e diretivas de gesto econmica e poltica.8

Nesta identificao entre progresso e socialismo como movimento e desgnio da histria universal radica a ausncia da dimenso nacio-nal no projeto do socialismo argentino. Segundo Aric, ao estabele-cer-se uma estreita relao de continuidade entre histria e poltica, so desproblematizados os nexos entre realizao nacional e hiptese

7Justo vinculou-se ativamente II Internacional Socialista, participando como dele-gado em Copenhague em 1910 e em Berna e Amsterd em 1919. Na volta desta ltima viagem ditou uma srie de conferncias sobre a Revoluo Russa, onde apesar da sim-patia manifesta pela revoluo estabelece uma distncia ntida em relao ao processo argentino, reafirmando como sua principal referncia os pases de colonizao recen-te, como Austrlia, Nova Zelndia e os Estados Unidos. Em 1924 foi eleito senador, cargo que ocupou at o seu falecimento em 1928, aos 67 anos.8O delicado problema da praxis como a elaborada dialtica entre teoria e ao, neces-sria formao da conscincia crtica em uma sociedade onde aparncia e essncia no coincidem, reduzido a uma pedagogia imediata que tem uma dimenso ideo-lgica e outra produtiva. Na viso de Justo, esta facilidade tanto maior em um pas virgem de idias como a Argentina, onde os trabalhadores tem menos resqucios ide-olgicos a superar. Por outro lado, Av-Lallemant via na rarefeita tradio intelectual argentina no uma virtude mas simplesmente um elemento de atraso.

153152 Razn y Revolucin n 21 Juan B. Justo e os primrdios do socialismo argentino

socialista.9 A conseqncia a ausncia entre os socialistas argentinos de uma perspectiva de conquista do poder, apesar da compreenso do papel de direo de classe que deveria exercer o partido:

Enfatizando correctamente la importancia trascendental de la lucha polti-ca, contribua a hacer del proletariado una fuerza activa en la renovacin de la sociedad argentina, pero la visible ausencia en su programa de una estrategia de poder conduca inexorablemente a encerrar la lucha obrera en el estrecho marco de una pura accin defensiva.10

Decorrncia poltica da suposta continuidade entre modernida-de e socialismo ser a inabilidade dos socialistas em aproximar-se dos movimentos populares de ascendncia diversa, anarquista ou radical, identificados simplesmente com o atraso11. Segundo Aric, passa des-apercebido por Justo que estas ideologias encontram lastro na morfo-logia irregular da formao social argentina, que o socialista argentino tende a ver de forma homognea.12 Ao interpretar como resqucios do passado elementos que indicam uma maior complexidade da estratifi-cao social, Justo superestima a capacidade depuradora do capitalis-mo.13 Disto resulta, na interpretao de Aric, uma impossibilidade de articular democracia e socialismo.

Assim, se o Partido Socialista captou a importncia de superar o vago cosmopolitismo prepoltico14 que caracterizava a militncia

9Al tranformar el segundo de los trminos en la plena consumacin del primero, Justo hace emerger la necesidad de una resolucin socialista de las propias raices de la historia nacional, aunque al precio, como veremos, de desconocer el carcter pro-fundamente disruptivo, y por tanto discontinuo, de la revolucin socialista en Aric, Jos: La hiptesis de Justo. Buenos Aires: Sudamericana, 1999, p. 85.10 Idem. p. 93.11El bloque eventual de las clases subalternas era de hecho fragmentado en dos sec-tores antagnicos y en relacin de competencia segn un abstracto criterio de moder-nidad que dejaba fuera un reconocimiento acertado de la naturaleza real del conflicto de clases en Aric. Idem, p. 117.12Al sobredimensiona el grado de homogeneidad capitalista de la formacin econ-mico-social argentina y la virginidad poltica e ideolgica de las clases populares, Justo se ve impulsado por la propia lgica de su razonamiento a simplificar los trmi-nos de la lucha de clases en Ibidem, p. 120 13El atraso, los parasitismos, las sedimentaciones pasivas no constituyen (para Justo) elementos inseparables de la morfologa de lo nuevo, sino apenas expresiones de lo viejo que una inteligente poltica transformadora deve transformar em Ibidem, p. 116.14Que no se confunde com o internacionalismo classista. Nas palavras de Gramsci:

argentina, no compreendeu que a modernizao pela qual pressiona-va produzia uma estratificao social que, dadas as caractersticas da formao scio-econmica argentina, distava de ser homognea. Isto produziu um sectarismo, alis recproco, que acentuou as dificulda-des do socialismo para relacionar-se ou para se impor em movimentos aderidos s ideologias concorrentes do anarquismo e do radicalismo. Como resultado, a autonomia dos trabalhadores arduamente defendi-da por Justo tendeu ao isolamento corporativo e incapacidade de defi-nir satisfatoriamente o problema das alianas polticas.

Compartimos as linhas gerais do raciocnio de Aric, mas no a concluso poltica que extrai, assentada na premissa de que havia espao para uma radicalizao democrtica do primeiro governo radical e portanto, para a reforma do capitalismo argentino.15 Esta interpretao subestima o carter de classe do radicalismo, remetendo para o terreno da poltica a impotncia socialista que, em nossa opinio, est referenciada nos constrangimentos estruturais para a superao do padro de luta de classe herdado da colnia. Do ponto de vista ideolgico, entendemos que o principal limite da anlise de Justo a ausncia de uma viso crtica do imperialismo, bem como do padro de luta de classes na Argentina. Este enfoque crtico enseja um aprofundamento da interpretao histrica, acentuando a relevncia do imperialismo como fio condutor das continuidades entre o sentido da colonizao e a dependncia, que incide de maneira determinante no padro de luta de classes resultante. Este marco histrico no coincide com a maneira como a matriz interpretativa gramsciana comumente aplicada Amrica Latina, tendendo-se a aproximar o continente Europa de capitalismo perifrico como realidades histricas comparveis, diluindo assim a especificidade do passado

el concepto de revolucionario y de internacionalista, en el sentido moderno de la palabra, es correlativo con el concepto preciso de Estado y clase social; Citado por Aric. Idem, p. 123.15Segundo Aric, a conseqncia histrica mais grave desta postura se evidenciou durante a crise social que atravessou o governo radical em 1919, quando os precon-ceitos socialistas impediram uma leitura que enxergasse nos esforos do presidente Yrigoyen a inteno sincera de consolidar os fundamentos de uma democracia avan-ada. Porque fue precisamente durante esa crisis cuando la intuicin de una direcin de progreso que posey siempre a Yrigoyen mostr una capacidad inesperada para entrever la posibilidad de una resolucin de la crisis que abrindo-se a las reformas sociales fundara en stas las bases para la instauracin de un slido rgimen de demo-cracia avanzada en Ibidem, p. 124.

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colonial. 16 Em ltima anlise, o limite da crtica de Aric hiptese de Justo emerge como uma expresso de suas prprias premissas polticas.

Enquadrado do ngulo dos constrangimentos para a superao do legado colonial, o problema das alianas polticas colocado por Aric um aspecto do desafio mais amplo de mobilizar as classes sociais em nome de um projeto de dilatao da democracia argentina. Neste sen-tido, a estratgia de reforma socialista revelou-se insuficiente para con-quistar a hegemonia sobre a classe trabalhadora, ao mesmo tempo em que foi ineficaz para sedimentar uma rea de consenso social junto s classes dominantes. Ao apostar no dilogo como via da reivindicao social, os socialistas limitaram sua ascendncia sobre um operariado que vivenciava na prtica a intolerncia do padro de dominao de classe no pas, aspirando a modalidades mais contundentes de presso poltica do que o voto. Na relao com as classes dominantes, ao acre-ditar em uma conjuno no interesse pela democratizao social, os socialistas se deixaram envolver por uma reforma poltica que estava desenhada para cont-la.

No plano estrutural, o fracasso do reformismo socialista expres-so dos constrangimentos enfrentados por um projeto que busca conci-liar reforma poltica e democratizao social nos marcos da economia exportadora primria. A proposta de superar o padro de integrao social legado pela colnia sem rever a insero argentina no merca-do mundial est assentada na crena de que a modernizao econ-mica levaria automaticamente democratizao social, prescindin-do da mediao do estado nacional. Referenciado no esquema terico de Justo, a diluio da luta de classes e do confronto intra-nacional inerentes expanso capitalista em nome de um humanismo univer-sal, gerou como conseqncia o eclipse da nao como objetivo his-trico e do estado como problema poltico. Os nexos entre a ausncia da dimenso nacional e a carncia de uma estratgia de conquista do poder no projeto socialista tem raiz poltica na incompreenso do fen-meno do imperialismo.

16(...) el carcter netamente capitalista de la evolucin econmico-social, poltica y cultural de la mayora de los pases, indican la existencia de caractersticas distintivas que no permiten una identificacin simplista con ese mundo asitico o africano que la Tercera Internacional clasific genericamente como pases coloniales o semicolo-niales. Ms bin admiten una aproximacin a Europa, a esa Europa de capitalis-mo perifricoque Gramsci ejemplilficaba con los casos de Italia, Espaa, Polonia y Portugal, y en que la articulacin entre sociedad y Estado estaba fuertemente signa-da por la presencia de un variadsimo espectro de clases intermedias (...) em Aric. Idem, p. 19.

Crtica coeva

Esta ausncia se evidenciou na relao atritosa entre o partido e Manuel Ugarte, pioneiro na denncia do imperialismo estadunidense na Argentina, defensor da unidade latino-americana e da auto-deter-minao econmica do pas.17 Embora seu anti-imperialismo no este-ja fundado em nexos claros entre a economia e a poltica,18 gerando um nacionalismo que obscurece o internacionalismo e a dinmica da luta de classes no interior do espao nacional19 ao diluir a questo social e o protagonismo popular20, seu projeto para a Argentina contm os pon-tos nodais para uma revoluo democrtico burguesa como via de con-cluso da formao nacional21.

Filiado ao Partido Socialista desde 1903, suas diferenas ideolgi-cas culminam em uma polmica nas pginas de La Vanguardia, deto-nada por um artigo insinuando um contedo progressista na ciso pro-vocada pelos Estados Unidos na Colmbia, que resultou na criao do Panam. A conseqncia a expulso de Ugarte do partido em 1913

17 (...)la argentina ser industrial o no cumplir sus destinos. Ugarte, Manuel: La nacin latinoamericana. (compilacin, prlogo, notas y cronologa de Norberto Galasso), Biblioteca Ayacucho, Caracas, p. 139. E no programa publicado em 1916: (...) fomentaremos las iniciativas argentinas (...) subrayando el nacionalismo poltico con el nacionalismo econmico haciendo que las iniciativas que nacen, evolucionan y quedan en el pas sustituyan por fin a las fuerzas econmicas que vienen del extran-jero y vuelven a l, llevndose gran parte de nuestra riqueza em. Ibidem.18Mais especificamente, entre imperialismo e luta de classes. Ugarte alerta para a modalidade econmica de colonialismo, que dispensa a ocupao direta, mas no estabelece os nexos entre a presso poltica dos Estados Unidos e os interesses corpo-rativos que seu estado representa. Por exemplo, critica: el censurable expansionismo poltico que ha acompaado en estos ltimos tiempos la legitima influencia comer-cial de EUA. Ibidem, p. 81. 19Identifica uma relao de dominao entre as naes: As como en la vida nacional hay clases, en la vida internacional hay naciones (Ibidem, p. 11) - mas no os nexos entre estado e luta de classes no seu interior. Da que apoie o voto dos socialistas ale-mes pelo crdito de guerra, por exemplo. 20O lugar subordinado (mas no ausente) da questo social evidencia-se no programa publicado na primeira edio do jornal La Patria em 1916, onde no h por exemplo referncia explcita ao campo argentino. Ibidem.21Lo que verdaderamente urge es regulamentar el trabajo, explotar y poner en circu-lacin los productos naturales y extender la civilizacin hasta los ms lejanos territ-rios. Ibidem, p. 210.

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levando-o a um progressivo isolamento poltico, agravado pela opo em viver fora do pas.22

A baixa incidncia que suas propostas tiveram na Argentina do comeo do sculo, parte vicissitudes de temperamento e habilidade poltica pessoal, um testemunho da fora ideolgica que gozava a iluso do progresso neste contexto, transcendendo o campo socia-lista e envolvendo todo o debate poltico nacional. A viso dos socia-listas aparece subordinada aos constrangimentos ideolgicos impostos pela expanso econmica, que deslocavam a um ponto cego da pol-tica argentina as limitaes implcitas a um padro de modernizao dependente.23

22Ao romper com o Partido Socialista, Ugarte denunciou o que avaliava como um extremismo de sua prtica, sintetizando sua diferena com o partido em 4 pontos, que defendia referidos a um projeto nacional: exrcito, religio, propriedade e ptria. Ibidem.23A fora e a persistncia deste substrato ideolgico se evidenciam em Anbal Ponce, outro pioneiro na difuso do materialismo histrico na Argentina. Nascido em 1898, compartilhou muitas das premissas de Justo como a admirao por Sarmiento; a Europa como padro civillizatrio e a ausncia de uma dimenso latino-americana em sua reflexo; a identificao do radicalismo com a poltica criolla, do gaucho com o atraso e uma imagem da Argentina vista pelas lentes de Buenos Aires. Ponce se orientava a questionar parcialmente estas posies nos anos 30, quando a morte o sur-preendeu prematuramente. Ponce, Anbal: El marxismo sin nacin? Seleo e intro-duao, Oscar Tern. Cuadernos de Pasado y Presente, 98, Mxico, 1983. Tern enfa-tiza as relaes entre o pensamento de Ponce e os movimentos da III Internacional mas surpreendentemente no se refere ideologia do socialismo vernculo e a Justo. Do ponto de vista da unidade latino-americana, a confluncia do desencanto com o Ocidente gerado pela Grande Guerra de um lado e o impacto da Revoluo Mexicana de outro, motivaram um questionamento do padro civilizatrio que se expressou no carter continental da ideologia do movimento de reforma universitria detona-do em Crdoba em 1918, cujo manifesto inaugural falava de uma hora americana. Do ponto de vista do legado poltico no entanto, sua repercusso ser reduzida na Argentina se comparada com o Peru, pas onde a Guerra do Pacfico j explicitara no sculo XIX as caracterstica desintegradora de uma modernizao dependente. Assim, enquanto no pas andino eclodir um frtil debate sobre os nexos entre impe-rialismo e revoluo nacional, protagonizado por Haya de la Torre, Maritegui e o cubano Julio Antonio Mella, e que deriva na fundao da APRA e do PC peruano, na Argentina sua repercusso ideolgica no incidir decisivamente na pauta polti-ca, mas influenciar a fundao da Unin Latinoamericana sob a liderana de Jos Ingenieros, de atuao restrita ao ambiente intelectual. Portantiero, Juan Carlos (intr. e org.): Estudiantes y poltica en Amrica Latina. 1918-1930. El proceso de la reforma universitaria. Siglo XXI, Mxico, 1978.

En tal sentido, vale la pena recordar que salvo en las fantasmagricas recrea-ciones de estas corrientes nacionales, no existi en la Argentina anterior a los aos treinta ningn grupo que opusiera un programa de desarrollo eco-nmico alternativo, y fundado en el predominio industrial, al impuesto por el bloque oligrquico-imperialista.24

Do ponto de vista das relaes de classe, ao ofuscar a natureza dependente do capitalismo argentino, a ideologia da modernizao subestima as possibilidades de articulao entre expanso econmica e um padro de explorao do trabalho oriundo do passado colonial. Em outras palavras, revela a face moderna ocultando o atraso do desenvol-vimento argentino.

Esta a questo de fundo apontada pelo socialista italiano Enrico Ferri por ocasio de sua visita Argentina em 1908. A despeito do dog-matismo e do eurocentrismo da sua crtica, Ferri aponta para a singu-laridade argentina quando comparada ao capitalismo europeu, o que no seu esquema de ressonncia positivista se expressa na centralidade da atividade agroprecuria. Sua concluso que o socialismo argenti-no uma flor artificial.

A polmica enfureceu Justo, que redigiu uma resposta elabora-da denunciando os destemperos do socialista italiano. No entanto, ao abordar a relao entre socialismo e sociedade agrria, apenas enuncia que estas dificuldades no so peculiaridade argentina, sendo maiores na Europa. Em seguida, desloca o debate da teoria para o presente, afirmando que a parte mais viva do marxismo a luta de classes, o que se traduz nas conquistas objetivas da classe trabalhadora como critrio prevalente da razo poltica sobre qualquer dogma.

Por trs do tom emotivo da polmica, evidencia-se um contraste no olhar dos contendentes: enquanto o italiano focaliza a Argentina rural, Justo dirige-se cidade, o que revela mais do que uma debilidade ideo-lgica, uma limitao orgnica na trajetria do partido.

Se verdade que o Partido Socialista argentino elaborou um pro-grama para o campo e seu lder estava familiarizado com esta realidade e seus problemas, sua prtica poltica sempre se concentrou nas cidades e especificamente na capital federal. Em termos tericos, este enraiza-mento urbano no foi balanceado por uma problematizao da relao entre trabalhadores rurais e urbanos ou entre campo e cidade, no con-texto de uma estratgia de tomada de poder.

24Aric, Jos: op. cit., p. 107.

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158 Razn y Revolucin n 21

Assim, a polmica com Ferri revela indiretamente a outra face da ideologia da modernidade na qual est subsumida a viso poltica de Justo: enxergou a Argentina sob o prisma da cidade, assim como enca-rou o pas como parte do capitalismo central. Ao concentrar seu olhar na interseco entre o desenvolvimento argentino e o capitalismo cen-tral, plasmado em Buenos Aires, subestimou as especificidades c e l: daqui excluiu o atraso e o rural e de l, o imperialismo.

Concluso

Em sntese, a trajetria do Partido Socialista argentino at os anos 20 revela os rgidos limites para o aprofundamento da democracia nos marcos da economia primria de exportao. A extraordinria expan-so econmica do comeo do sculo provocou a urbanizao do pas e uma elevao do padro de vida dos trabalhadores, mas foi incapaz de superar a precria integrao regional e social legada pela colnia, e promover uma distribuio relativamente equitativa dos frutos do cres-cimento entre as diferentes regies do pas e os estratos sociais.

No plano da luta de classes, o impacto limitado do esforo demo-cratizador dos socialistas evidencia de um lado a estreita margem de negociao das classes dominantes, determinadas a conceder o mni-mo necessrio para viabilizar a reproduo das estruturas da acumu-lao capitalista. E de outro, a impotncia das classes trabalhadoras em avanar uma integrao social baseada na dilatao democrtica das instituies da ordem.

Assim, a experincia socialista revela os limites tericos e polticos da dissociao entre integrao e soberania na Argentina no comeo do sculo, explicitando os constrangimentos enfrentados para a democra-tizao da sociedade quando o crescimento econmico projeta-se fora do esquadro da revoluo nacional.

Recibido: 20/12/2010 - Aceptado: 19/4/2011

Teora

Teora del valor y bancarrotas

Julio A. Lezin

Resumen

Muchos intrpretes de Marx intentan presentar la categora de valor como una entidad metafsica, ideal, abstracta, sin contraparte en la realidad tangible y, por tanto, irrelevante para entender el capitalismo. Este artculo presenta, en primer lugar, una interpretacin distinta de la teora del valor de Marx, centrada en su carcter histri co y su base materialista y en contraste con la metodologa a-histrica e idealista de las interpretaciones basadas en el modelo de equilibrio general. En segundo lugar, estas diferencias se ilustran mediante el clculo del valor en ambas posiciones para el caso de un capital que sufre una bancarrota.

Palabras clave: Teora del valor - Marx - Bancarrotas

Abstract

Many Marx interpreters try to present the value category as a metaphysic, ideal, abstract entity without any counterpart in tangible reality, and therefore irrelevant to understand capitalism. This article presents in first place a different reading of Marxs law of value, centered on its historical character and its materialist base in contrast with a-historical and idealistic methodology of the interpretations based on the general equilibrium model. In second place, these differences are illustrated with a value calculation of both positions for the case of a capital suffering a bankruptcy.

Keyword: Value theory - Marx - Bankruptcy