0B1LLLA.20 8/4/08 16:13 Página 347 Evaluación 0201%BA%20Bach%20Oxfor… · tenía la culpa la...

4
Evaluación 20 347 20. La narrativa realista 1. ¿Cómo reaccionan los habitantes de Vetusta ante la muerte de don Víctor? ¿Cuáles son sus actitudes y sus sentimientos hacia Ana? ¿Qué críticas se observan? 2. Relaciona el pasaje con el contenido general de la novela. 3. Analiza el narrador, su perspectiva y las técnicas narra- tivas empleadas en el texto. 4. Señala las características de la protagonista y sus rela- ciones con Vetusta. Alude a los otros personajes. 5. Explica los aspectos más relevantes de esta novela: tema, estructura, técnicas narrativas. 6. Señala rasgos generales de la novela realista y reconoce los que estén presentes en el texto. 7. Cita las etapas en la novelística de Galdós, explica sus características y menciona sus principales obras. 8. ¿Qué conflictos se desarrollan en Fortunata y Jacinta? Analiza el espacio y el tiempo de la acción y relaciónalos con las intenciones y novelas del autor. 9. Cita otros escritores y obras del realismo. 10. Escribe una descripción realista de una escena de tu centro escolar: puede ser la entrada a clase o el recreo. Servanda iba y venía como una estatua en movimiento… y los demás vetustenses no entraban en el caserón de los Ozores después de la muerte de don Víctor. No entraban. Vetusta la noble estaba escandalizada, horro- rizada. Unos a otros, con cara de hipócrita compunción, se ocultaban los buenos vetustenses el íntimo placer que les cau- saba «aquel gran escándalo que era como una novela», algo que interrumpía la monotonía eterna de la ciudad triste. Pero ostensiblemente pocos se alegraban de lo ocurrido. ¡Era un escándalo! ¡Un adulterio descubierto! ¡Un duelo! ¡Un marido, un ex regente de Audiencia, muerto de un pistoletazo en la vejiga! En Vetusta, ni aun en los días de la revolución había habido tiros. No había costado a nadie un cartucho la conquista de los derechos inalienables del hombre. Aquel tiro de Mesía, del que tenía la culpa la Regenta, rompía la tradición pacífica del crimen silencioso, morigerado y precavido. Ya se sabía que muchas damas principales de la Encimada y de la Colonia engañaban o habían engañado o estaban a punto de engañar a sus respectivos esposos, ¡pero no a tiros! La envidia, que hasta se había disfrazado de admiración, salió a la calle con toda la amarillez de sus carnes. Y resultó que envidiaban en secreto la hermosura y la fama de virtuosa de la Regenta, no solo Visitación Olías de Cuervo y Obdulia Fandiño y la baronesa de la «Deuda Flotante», sino también la gobernadora, y la de Páez y la señora de Carraspique y la de Rianzares, o sea, el Gran Constantino, y las criadas de la marquesa y toda la aristocracia, y toda la clase media y hasta las mujeres del pueblo… y ¡quién lo dijera! la marquesa misma, aquella doña Rufina tan liberal que con tanta magnanimidad se absolvía a sí misma de las «ligerezas» de la juventud… ¡y otras! Hablaban mal de Ana Ozores todas las mujeres de Vetusta y hasta la envidiaban y despellejaban muchos hombres con alma como la de aquellas mujeres. Leopoldo ALAS, CLARÍN La Regenta, Alianza La caída de Ana Ozores Fotograma de La Regenta, serie televisiva dirigida por Fernándo Méndez-Leite. En la imagen los actores Carmelo Gómez como Fermín de Pas y Aitana Sánchez-Gijón como Ana Ozores.

Transcript of 0B1LLLA.20 8/4/08 16:13 Página 347 Evaluación 0201%BA%20Bach%20Oxfor… · tenía la culpa la...

Page 1: 0B1LLLA.20 8/4/08 16:13 Página 347 Evaluación 0201%BA%20Bach%20Oxfor… · tenía la culpa la Regenta, rompía la tradición pacífica del crimen silencioso, morigerado y precavido.

Evaluación 20

347 20. La narrativa realista

1. ¿Cómo reaccionan los habitantes de Vetusta ante lamuerte de don Víctor? ¿Cuáles son sus actitudes y sussentimientos hacia Ana? ¿Qué críticas se observan?

2. Relaciona el pasaje con el contenido general de la novela.

3. Analiza el narrador, su perspectiva y las técnicas narra -tivas empleadas en el texto.

4. Señala las características de la protagonista y sus rela-ciones con Vetusta. Alude a los otros personajes.

5. Explica los aspectos más relevantes de esta novela:tema, estructura, técnicas narrativas.

6. Señala rasgos generales de la novela realista y reconocelos que estén presentes en el texto.

7. Cita las etapas en la novelística de Galdós, explica suscaracterísticas y menciona sus principales obras.

8. ¿Qué conflictos se desarrollan en Fortunata y Jacinta?Analiza el espacio y el tiempo de la acción y relaciónaloscon las intenciones y novelas del autor.

9. Cita otros escritores y obras del realismo.

10. Escribe una descripción realista de una escena de tucentro escolar: puede ser la entrada a clase o el recreo.

Servanda iba y venía como una estatua en movimiento… y los demás vetustenses no entraban en el caserón de los Ozoresdespués de la muerte de don Víctor.

No entraban. Vetusta la noble estaba escandalizada, horro-rizada. Unos a otros, con cara de hipócrita compunción, seocultaban los buenos vetustenses el íntimo placer que les cau-saba «aquel gran escándalo que era como una novela», algoque interrumpía la monotonía eterna de la ciudad triste. Peroostensiblemente pocos se alegraban de lo ocurrido. ¡Era unescándalo! ¡Un adulterio descubierto! ¡Un duelo! ¡Un marido, unex regente de Audiencia, muerto de un pistoletazo en la vejiga!En Vetusta, ni aun en los días de la revolución había habidotiros. No había costado a nadie un cartucho la conquista de losderechos inalienables del hombre. Aquel tiro de Mesía, del quetenía la culpa la Regenta, rompía la tradición pacífica del crimen silencioso, morigerado y precavido. Ya se sabía quemuchas damas principales de la Encimada y de la Coloniaengañaban o habían engañado o estaban a punto de engañar

a sus respectivos esposos, ¡pero no a tiros! La envidia, que hasta sehabía disfrazado de admiración, salió a la calle con toda laamarillez de sus carnes.

Y resultó que envidiaban en secreto la hermosura y la famade virtuosa de la Regenta, no solo Visitación Olías de Cuervo y Obdulia Fandiño y la baronesa de la «Deuda Flotante», sinotambién la gobernadora, y la de Páez y la señora de Carraspiquey la de Rianzares, o sea, el Gran Constantino, y las criadas de lamarquesa y toda la aristocracia, y toda la clase media y hasta lasmujeres del pueblo… y ¡quién lo dijera! la marquesa misma,aquella doña Rufina tan liberal que con tanta magnanimidadse absolvía a sí misma de las «ligerezas» de la juventud… ¡y otras!

Hablaban mal de Ana Ozores todas las mujeres de Vetustay hasta la envidiaban y despellejaban muchos hombres conalma como la de aquellas mujeres.

Leopoldo ALAS, CLARÍN

La Regenta, Alianza

La caída de Ana Ozores

Fotograma de La Regenta, serie televisiva dirigida por Fernándo Méndez-Leite. En la imagen los actores Carmelo Gómez como Fermín de Pas y Aitana Sánchez-Gijón como Ana Ozores.

0B1LLLA.20 8/4/08 16:13 Página 347

Page 2: 0B1LLLA.20 8/4/08 16:13 Página 347 Evaluación 0201%BA%20Bach%20Oxfor… · tenía la culpa la Regenta, rompía la tradición pacífica del crimen silencioso, morigerado y precavido.

Soluciones de la evaluación 1. Después de la muerte de don Víctor los

habitantes de Vetusta no entran en el caserón de los Ozores. Abandonan a la Regenta, condenan su comportamiento y disfrutan con su caída. Se alegran de que por fin haya sucedido un escándalo en la «monotonía de la ciudad triste», aunque son pocos los que expresan públicamente su complacencia. Dada su hipocresía y la envidia que Ana les sigue inspirando, los vetustenses optan por manifestarse escandalizados y por evidenciar su desprecio hacia ella. Nadie le perdona que su adulterio con Mesía se haya descubierto y que la muerte de don Víctor en un duelo haya roto la tradición de transgredir las normas sin hacerlo notar. Todos se muestran, así, inmisericordes con Ana, satisfechos de que no pueda vérsela ya como a un ser inexpug-nable y de no tener que admirarla.

2. Este fragmento se sitúa en el capítulo XXX, el

último de la novela, cuando Álvaro Mesía ha huido a Madrid después de matar en un duelo al esposo de la Regenta, una vez enterado este de la infidelidad de su mujer. Este hecho supone la culminación de un asedio que sufre Ana por parte de Vetusta. Quienes lo tramaron, en connivencia con don Álvaro, la critican ahora y la desprecian. En realidad, han visto cumplido su deseo de «ver el armiño en el lodo», como expresó Visitación en el fragmento del capítulo VIII reproducido en la página 345. Si en ese texto se aludía a la buena reputación de la Regenta y a los elogios que recibía, ahora los mismos que la admiraban la critican, y aun así siguen envidiando su belleza. Asistimos al fracaso de la Regenta en su intento de hallar el amor ideal en un ambiente hostil que acaba destruyéndola. Esta derrota es definitiva cuando Ana, enferma y víctima de remordimientos, decide volver a las prácticas religiosas y pedir perdón a don Fermín. Entonces no solo encuentra el rechazo violento del magistral sino que, desmayada por el miedo, siente el repugnante beso del acólito Celedonio «sobre la boca», como «el vientre viscoso de un sapo».

69 3. La historia está contada por un narrador en

tercera persona omnisciente que adopta una perspectiva externa. Por una parte, en el primer párrafo y en la primera oración del

4. 5. segundo, con este punto de vista se limita a

observar las acciones de los personajes («Servanda iba y venía […] y los demás vetustenses no entraban en el caserón de los Ozores. / No entraban…»). Pero a continua-ción domina una perspectiva superior con respecto a los hechos, a cuyo relato en alguna ocasión aporta el narrador sus propias valoraciones o comentarios exclamativos: «Unos y otros, con cara de hipócrita compunción, se ocultaban los buenos vetustenses el íntimo placer que les causaba…»; «¡y quien lo dijera!».

Las técnicas narrativas empleadas son: Uso del estilo indirecto libre, con el que se transmite el discurso de Vetusta y que permite el adelgazamiento de la voz narrativa: «¡Era un escándalo! ¡Un adulte-rio descubierto! ¡Un duelo! ¡Un marido ex regente de Audiencia, muerto de un pistoletazo en la vejiga!»; «Ya se sabía que muchas damas principales de la Encimada y de la Colonia engañaban o habían engañado o estaban a punto de engañar a sus respectivos esposos, ¡pero no a tiros!».

Empleo de la ironía, con que el narrador evidencia el comportamiento hipócrita de los vetustenses. Así, a estos los califica de buenos vetustenses y se refiere a la ciudad como a Vetusta la noble. Irónico es también el comentario acerca del carácter pacífico de una ciudad que no duda en mostrarse cruel con la Regenta: «En Vetusta, ni aun en los días de la revolución había habido tiros. No había costado a nadie un cartucho la conquista de los derechos inalienables del hombre»; «Aquel tiro […] rompía la tradición pacífica del crimen silencioso, morigerado y precavi-do».

Enumeración acumulativa por medio del polisíndeton, con que se expresa la fuerza que le da a Vetusta su capacidad de envidiar: «la envidia […] salió a la calle con toda la amarillez de sus carnes». Esas carnes son las de los personajes que se mencionan y que, por medio del polisínde-ton, parecen caer sobre la Regenta: «Y resultó que envidiaban en secreto […] no solo Visitación Olías de Cuervo y Obdulia Fandiño […] sino también la gobernadora y la de Páez y la señora de Carraspique y la de Rianzares […] y las criadas de la marquesa y toda la aristocracia, y toda la

Page 3: 0B1LLLA.20 8/4/08 16:13 Página 347 Evaluación 0201%BA%20Bach%20Oxfor… · tenía la culpa la Regenta, rompía la tradición pacífica del crimen silencioso, morigerado y precavido.

clase media, y […] y ¡quién lo dijera! la marquesa misma […] ¡y otras!».

4. Ana Ozores es una mujer insatisfecha, sumida en sus ensueños, que recuerda su infancia y busca una compensación a sus frustraciones en la lectura, adoptando comportamientos un tanto teatrales en el intento de escapar del aburrimiento que domina Vetusta. Esta se perfila como una ciudad decadente, abotargada, hundida en la modorra y el hastío. En ella todos envidian a la Regenta por su belleza y su virtud, y anhelan derribarla. La novela se nos presenta como el choque o simplemente la reacción y relaciones que se establecen entre los personajes y el medio. Al aburrimiento y la mediocridad que envuelven a Vetusta se une la obsesión lúbrica de la que participan sus habitantes. Se producen adulterios, contactos furtivos, encuentros pecaminosos que se dan en silencio, sin que estalle el escándalo. En este ambiente Ana, casada con un hombre de carácter débil que no puede satisfacer los anhelos eróticos de su mujer, manifiesta su sensualidad primero a través de raptos místicos, para acabar finalmente en los brazos de Mesía. Y es que tanto Fermín del Pas, el magistral, como Álvaro Mesía son dos caracteres fuertes a los que también alcanza el hastío de Vetusta. Fermín está dominado por el afán de poder y, enamorado de Ana, llega a considerarla como una pertenencia. Asustada, Ana le rechaza y, empujada por quienes la rodean, sucumbe al asedio de Mesía, en quien ve a alguien diferente, mejor, debido a los viajes que hace a Madrid.

Finalmente, como se ha señalado en las respuestas a las actividades 1 y 2 de este apartado, la envidia triunfa y la Regenta cae. La ciudad entonces no tiene piedad. Las vidas inútiles, vacías, de los vestustenses se revelan como realmente son: degradadas, mezquinas y crueles.

5. Debe consultarse la página 343 del Libro del

alumno.

6. Los rasgos generales de la novela realista están explicados en la página 333 del Libro del alumno y en la respuesta a la actividad 4 de Cuestiones previas. En este fragmento observamos las siguien-tes:

Importancia del lugar donde se desarro-llan los hechos, que resulta reconocible

para los lectores (tras Vetusta se oculta la ciudad de Oviedo).

Presencia de numerosos personajes que representan a grupos sociales. Se men-cionan los nombres de muchos habitan-tes de Vetusta, de diferentes clases sociales, unidos en su desprecio por la Regenta y representativos de la hipocre-sía y la corrupción que caracterizan la vida social.

Un individuo (Ana Ozores) se enfrenta a la sociedad que le rodea y es derrotado por ella.

La historia es contada por un narrador omnisciente que adopta una perspecti-va externa y superior a la historia, aunque también introduce una perspec-tiva interna para expresar el pensamien-to de Vetusta. Emplea el estilo indirecto libre y emite algunos juicios irónicos.

7. Para responder a esta pregunta deben

consultarse las páginas 335-338 del Libro del alumno.

6 8. En Fortunata y Jacinta se desarrolla el

conflicto entre el amor y la sociedad. Íntimamente relacionados con él y a su servicio, también se presentan los conflictos entre sociedad y la mujer y entre la clase social acomodada y el pueblo llano.

Como en el resto de las novelas contempo-ráneas, que constituyen la segunda etapa narrativa de Galdós, la acción transcurre en Madrid, especialmente en el centro de la ciudad, pues se pretende retratar la sociedad urbana en sus distintos ambientes: los frecuentados por la alta burguesía, la clase media y el pueblo bajo. La acción se desarrolla entre diciembre de 1869 y 1876, cuando muere Fortunata. Al igual que en otras novelas de esta segunda serie, los acontecimientos históricos se integran en la narración y, con frecuencia, se establecen paralelismos. Así, tras la Gloriosa, Juan Santa Cruz y Fortunata mantienen su primer idilio, que dura poco, pues concluye cuando Juan se casa con Jacinta, coincidiendo con la subida al trono de Amadeo de Saboya, en 1871. El romance se reanuda en 1873, cuando se proclama la Primera República, y en la época de la Restauración borbónica Juan vuelve con Jacinta y Fortunata regresa con su marido, Maxi Rubín.

9. Aparte de los novelistas ya reseñados en la

respuesta a la actividad 5 de Cuestiones

Page 4: 0B1LLLA.20 8/4/08 16:13 Página 347 Evaluación 0201%BA%20Bach%20Oxfor… · tenía la culpa la Regenta, rompía la tradición pacífica del crimen silencioso, morigerado y precavido.

previas, otros escritores y obras representa-tivos del realismo español son:

En el género dramático: el teatro social de Joaquín Dicenta (Juan José, 1895), la alta comedia de Ventura de la Vega (Un hombre de mundo, 1845), Manuel Tamayo y Baus (La bola de nieve, 1856) y José de Echegaray (El gran galeoto, 1881) y el drama histórico de Tamayo y Baus (Locura de amor, 1855).

En poesía, Bécquer y Rosalía de Castro publicaron sus obras en la época de apogeo del realismo, pero su sensibilidad se corresponde con el posromanticismo. Más acordes con la estética realista son las obras de Ramón de Campoamor (Pequeños poemas, 1872; Humoradas, 1886) y Núñez de Arce (Gritos de com-bate, 1875).

10. RESPUESTA LIBRE.