1 de juan 4, 12-21

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Versículo 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. Hay un hecho inevitable en la vida de un verdadero hijo de Dios, y es el amar, ese es el sello de un cristiano amar a quien lo rodea, y no es un amor nacido de un esfuerzo humano, sino un amor que fluye del corazón, que surge espontáneamente, con el deseo de servir y bendecir a los demás, Juan nos dice que si alguien que dice conocer a Dios no ha experimentado este amor, tal persona no es de Dios, si conocemos a Dios verdaderamente vamos a amar, y la razón que Juan nos da para esto es una de la revelaciones de Dios más grandes que la biblia nos muestra, y es que “Dios es amor”, pero qué significa esto, que relevancia tiene para nuestras vidas saber que Dios es amor, sabemos los atributos de Dios, omnisciente, omnipresente,

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Transcript of 1 de juan 4, 12-21

Versculo 8

El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

Hay un hecho inevitable en la vida de un verdadero hijo de Dios, y es el amar, ese es el sello de un cristiano amar a quien lo rodea, y no es un amor nacido de un esfuerzo humano, sino un amor que fluye del corazn, que surge espontneamente, con el deseo de servir y bendecir a los dems, Juan nos dice que si alguien que dice conocer a Dios no ha experimentado este amor, tal persona no es de Dios, si conocemos a Dios verdaderamente vamos a amar, y la razn que Juan nos da para esto es una de la revelaciones de Dios ms grandes que la biblia nos muestra, y es que Dios es amor, pero qu significa esto, que relevancia tiene para nuestras vidas saber que Dios es amor, sabemos los atributos de Dios, omnisciente, omnipresente, omnipotente, sabemos que l es Santo, y puro, que l es justo, pero el atributo de Dios que ms nos afecta directamente es el hecho de saber que l es amor, pues aunque suene humanista pero es una gran verdad, nosotros somos el objeto de su amor, entendiendo primeramente que sobre todas las cosas l se ama as mismo, Dios no puede colocar por encima de l a nadie, pues eso sera idolatra y Dios no es idolatra, pero despus del amor a el mismo, el objeto de su amor somos nosotros, an ms que los ngeles, si vemos lo que la palabra de Dios dice enHebreos 2:16 Porque ciertamente no socorri a los ngeles, sino que socorri a la descendencia de Abraham.Su afecto por nosotros es superior a la de las huestes celestiales, si notamos, si omnipotencia, su omnisciencia, omnipresencia, nos muestra su poder y gloria, su santidad, lo coloca por encima de nuestra debilidad y pecado, su justicia nos da lo que merecemos, pero su amor es el que nos alcanza, el que nos acerca a l, el que nos da misericordia, el que nos reconcilia, tenemos que ver que este punto ha sido sumamente abusado por muchos, tirando cada cual a su conveniencia, muchos sectores del cristianismo, se ha atrevido a decir, que Dios aborrece al pecador, lo cual es algo que no tiene fundamento bblico sustentable a la luz del nuevo testamento, constantemente se confunde el hecho de que Dios este airado con el pecador, (que si es bblico) con el hecho de que Dios odie al pecador, s que es un tema que requiere mucho espacio para ser explicado pero bajo este contexto no podemos, solo quera hacer notar que muchos consideran el hecho de que Dios es amor como algo ofensivo, decir que Dios ama aun a sus enemigos, es algo que a muchos no les cabe en la cabeza, y les cuesta trabajo aceptarlo, tambin tenemos por otro lado muchas personas que abusan del hecho de saber que Dios es amor, pensando que pueden vivir sus vidas llenas de pecado, no sometindose a su voluntad, sino por el contrario, haciendo lo que se les antoja, pensando de que como Dios es amor, l est de acuerdo con su estilo de vida, piensan que el amor de Dios es una licencia para pecar, pues piensan que finalmente, por su gran amor Dios jams los enviara al infierno, y simplemente los enviara al cielo porque si, y ya, tal pensamiento es satnico y diablico, y nada ms alejado de la realidad el pensar de tal manera, pues aunque Dios es amor y ame al pecador, si este no se arrepiente y cree de corazn en Jess, con todo Dios lo enviara al infierno, pues Dios es tambin santo y justo, pero vemos el amor de Dios constantemente movindose a rescatar una humanidad perdida, as como dijo alguna vez el apstol Pablo en2 Corintios 5:20 As que, somos embajadores en nombre de Cristo,como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.El deseo del corazn de Dios es la salvacin del hombre, que este se arrepienta y crea, pues la esencia ms pura de su ser es amor, y lo ms sorprendente, un amor hacia una humanidad que no se lo merece.

Versculo 9

En esto se mostr el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envi a su Hijo unignito al mundo, para que vivamos por l.

En el anlisis del versculo anterior, deca que uno de los aspectos ms importantes de las atributos de Dios que ms afecta al ser humano es el amor de Dios, pero es un amor que no solo se qued en palabras, como muchas veces pasa con nosotros, que decimos que amamos a alguien, pero a la hora de demostrar ese amor nos quedamos cortos, pero as no es con Dios, l no solo se limit a decirnos que nos amaba, sino lo demostr de la manera ms gloriosa y grande, como dice este versculo, enviando a su hijo unignito al mundo, el sacrificio y la muerte de Jess es el ms grande acto de amor que Dios ha tenido hacia el hombre, pues nosotros, justamente condenados a una eternidad en el infierno, por nuestro pecado y maldad, Dios sacrifica a su propio hijo, lo ms amado, para rescatar a una humanidad pecadora, enemiga de Dios, qu hay ms grande que eso?, ese acto de amor nos conquist y nos rescat para toda la eternidad, a aquellos que por su gracia, nos hemos arrepentido y credo, y Juan, nos recalca y recuerda que el propsito de la obra de Jess en la cruz para con nosotros es que vivamos por l, que ya, el propsito de nuestras vidas no sea buscar nuestra propia felicidad, sino por el contrario, con cada acto de nuestra vida hacerlo feliz a l, que en cada cosa que hagamos este l presente, glorificndolo con nuestras acciones, con nuestros pensamientos, debemos entender que nuestra vida no es nuestra, somos de l, vivimos para l, pues l nos compr con el ms alto precio que se poda pagar, su propia sangre, esto nos debe llevar a reflexionar y pensar si como cristianos estamos viviendo una vida agradable a l en todo lo que hacemos.

Versculo 10

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que l nos am a nosotros, y envi a su Hijo en propiciacin por nuestros pecados.

En este versculo Juan nos muestra de que se trata el amor, nos aclara una verdad muy grande, que es de gran bendicin para nuestras vidas. Lo que nos muestra este pasaje es; que el amor de Dios hacia nosotros no depende de nuestro amor hacia l, no podemos decir que si yo me esfuerzo por amar ms a Dios, Dios me va amar ms a m, pues este versculo nos muestra que el amor de Dios por nosotros viene antes de que nosotros lo empezramos a amar, por eso no creo tal cosa como de que Dios aborrezca al pecador y cuando este se convierte es cuando Dios lo empieza a amar, como hoy en da en algunos crculos cristianos se predica, este versculo nos muestra la verdad del amor de Dios, Dios nos ama a pesar de nuestros pecados y fallas, aunque eso no quiera decir que l est de acuerdo con el pecado, ni que lo respalde ni apoye, ni mucho menos que recibamos la consecuencia de nuestros pecados si no nos arrepentimos, el hecho de que Dios nos ame a pesar de todos nuestros pecados, fallas y debilidades, quiere decir que l siempre estar all para perdonarnos y restaurarnos, si con un corazn humilde llegamos a su presencia en arrepentimiento, la prueba de todo esto es lo que dice la ltima parte de este versculo y es quel envi a su Hijo en propiciacin por nuestros pecados.Jesucristo es la razn por la que el Padre nos puede amar, ya que sin Cristo todos estaramos condenados a una eternidad en el infierno, pero gracias a que Jess muri y resucito como propiciacin a nuestros pecados, es que tenemos esperanza de ser perdonados, de tener vida y eterna salvacin, mucha gente se pregunta, cuantas veces Dios me va a perdonar, la respuesta es muy sencilla, gracias a su amor tan grande mostrado en aquella cruz al enviar a su hijo a morir por ti, l te perdonara las veces que sean necesarias.

Versculo 11

Amados, si Dios nos ha amado as, debemos tambin nosotros amarnos unos a otros.

Mirando con detenimiento el versculo anterior, podemos notar la predisposicin del amor de Dios para con nosotros, primeramente ver que Dios nos am cuando ramos pecadores, no cuando lo empezamos a amar, sino antes que le amaramos, y nos ama con un amor incondicional demostrado, enviando a su hijo Jesucristo a morir en nuestro lugar, ahora el reto que nos coloca el apstol Juan es que observemos de qu manera nos am Dios para tomar un ejemplo, y de esa misma forma tambin amar a los dems, y esto quiere decir que debemos amar a las personas que nos rodean no porque ellas nos amen, o porque sean de alguna manera amables con nosotros, debemos amarlos sin ninguna condicin, como seres humanos limitamos nuestro amor a aquellas personas que de una u otra manera son dignas de recibir nuestro afecto, pero lo que este versculo nos ensea es precisamente lo contrario, que as como Dios nos am cuando ramos terribles pecadores que ofendamos a Dios, de la misma manera tenemos que amar a aquellos que an nos han hecho dao, que nos han ofendido, con la misma intensidad con la que amamos a aquellas personas que consideramos dignas de nuestro amor. S que esto suena difcil, y realmente es difcil por no decir imposible para alguien que no tiene el Espritu Santo dentro de su vida, pues es por el poder del Espritu Santo que podemos llegar a lograr tal cosa, y esto es una prueba fehaciente que somos verdaderos hijos de Dios pues amamos como nuestro Padre ama. 1 Juan 4:12-21Reina-Valera 1960 (RVR1960)12Nadie ha visto jams a Dios.Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.13En esto conocemos que permanecemos en l, y l en nosotros, en que nos ha dado de su Espritu.14Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.15Todo aquel que confiese que Jess es el Hijo de Dios, Dios permanece en l, y l en Dios.16Y nosotros hemos conocido y credo el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en l.17En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el da del juicio; pues como l es, as somos nosotros en este mundo.18En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en s castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.19Nosotros le amamos a l, porque l nos am primero.20Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, cmo puede amar a Dios a quien no ha visto?21Y nosotros tenemos este mandamiento de l: El que ama a Dios, ame tambin a su hermano.

Versculo 12

Nadie ha visto jams a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.

En este versculo Juan nos sorprende con una afirmacin que a simple vista nos puede llegar a parecer fuera de lugar Nadie ha visto jams a Dios dicha afirmacin es una realidad que vemos desde el antiguo testamento, hasta hoy, vemos a Moiss una de las personas que tuvo una cercana muy profunda con el Seor pero solo logra ver las espaldas de Dios,tenemos tambin muchos otros personajes bblicos que tuvieron encuentros muy significativos con Dios de los cuales no voy a profundizar en ellos, pero ninguno de ellos logro ver al Seor en su plenitud. Ahora Cmo podemos unir esta afirmacin con el resto del versculo? Uno de los anhelos ms grandes de un cristiano es conocer a Dios y habitar en su presencia, (al menos es mi deseo, no s si sea el tuyo) sabemos que por ms que queramos, en esta carne nunca podremos ver fsicamente al Seor, y aguardamos su venida, para que este cuerpo mortal se vista de inmortalidad, y podamos verlo en todo su esplendor y gloria, pero la promesa que la palabra nos da este versculo es que, cuando decidimos amarnos los unos a los otros, la presencia de Dios se comienza a manifestar en nuestras vidas, sabemos que cuando oramos la presencia de Dios se manifiesta en nosotros, cuando cantamos y adoramos a Dios desde nuestro espritu, su presencia se manifiesta en nosotros, pero es cuando caminamos en amor que la presencia de Dios permanece en nosotros, y esto es algo maravilloso, pues tiene una consecuencia de incremento y crecimiento en nuestras vidas, pues cuando ms amamos a nuestros hermanos y a las personas que nos rodean, la presencia de Dios se hace ms tangible en nuestras vidas, y esa presencia hace que nuestro amor hacia nuestros hermanos se perfeccione cada vez ms, para poder llegar a tener ms de Dios en nuestras vidas, tan solo basta con sembrar una semilla de amor en las personas que nos rodean, muchas veces pensamos que debemos de hacer grandes actos de amor para demostrar que Dios est en nosotros, pero cuando comenzamos con cosas simples, como saludar, dar una sonrisa, ceder una silla, hacer una oracin por aquel que est en necesidad, esa semilla de amor va ir creciendo hasta que seamos cada da mas como Jess, es hora de empezar a amar, empecemos por lo pequeo, empecemos por lo prctico.

Versculo 13

En esto conocemos que permanecemos en l, y l en nosotros, en que nos ha dado de su Espritu.

S que muchos de nosotros por muy maduros que seamos, en nuestro caminar con Cristo, en algn momento de nuestra vida cristiana nos hemos preguntado si verdaderamente somos salvos, ya sea porque hemos cado una y otra vez en el mismo pecado, o en algn momento nos hemos desanimado por alguna circunstancia que hemos atravesado, todos de una u otra forma nos hemos hecho esta pregunta. En esta misma carta el apstol Juan nos muestra algunas pruebas para lograr saber si verdaderamente hemos nacido de nuevo o no, una de ellas por ejemplo nos habla acerca del amor hacia los hermanos, como una manera de saber si hemos pasado de muerte a vida, 1 Juan 3:14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte. Esto es algo que nos debe llevar a examinar profundamente nuestro cristianismo, ahora en este versculo que estamos estudiando arriba, nos dice algo, que es mucho ms definitivo que las pruebas que mostraba en versculos anteriores, sin desmeritar ninguno de ellos, este versculo nos dice que la manera en que personalmente podemos conocer si verdaderamente permanecemos en l y l en nosotros (es decir somos salvos) es por la presencia del Espritu Santo en nuestras vidas, al leer este versculo se me viene a la mente aquel pasaje donde el apstol Pablo nos hablaba acerca del mismo tema Romanos 8:16 El Espritu mismo da testimonio a nuestro espritu, de que somos hijos de Dios. Muchas veces como cristianos pecamos cuando somos dbiles y nos dejamos tentar en ciertas reas, pero a pesar de esas cadas, el Espritu Santo est ah para darnos ese testimonio de que somos hijos de Dios y por esta razn debemos levantarnos una vez ms, nos muestra que el Padre aun nos ama y nos perdona.

Si en verdad hemos credo de corazn en Jess, como nuestro Seor y Salvador y nos hemos arrepentido de nuestros pecados, el Espritu Santo entra a morar en nuestros corazones, esa es una verdad innegable, en Efesios 1:13 dice: En l tambin vosotros, habiendo odo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvacin, y habiendo credo en l, fuisteis sellados con el Espritu Santo de la promesa" y como sabemos que esto ha ocurrido en nuestras vidas... djame decirte mmmmm la verdad es inexplicable con palabras, solamente t sabes, porque sabes, hay algo dentro de ti que da un testimonio ms fuerte, que tus pecados y debilidades, el testimonio que dice: Dios est en mi vida, el Espritu Santo mora en mi, es esa fuerza sobre natural que est en tu espritu que te lleva a acercarte a Dios y querer agradarle y hacer su voluntad aunque a veces caigas y falles.

Muchas veces nos preguntamos si tal hermano o tal persona es verdaderamente salva o no, pues lo vemos cometiendo algn pecado, muchas veces declaramos juicios sobre alguien al analizar quizs su conducta pecaminosa o santa, y nos atrevemos a declarar que tal persona si es verdaderamente salvo y tal otra no lo es, si bien el mismo Jess nos dijo que por los frutos conoceramos a las personas, y tambin que en medio del trigo crecera la cizaa, esto no nos da el derecho que tan solo Dios tiene de declarar si una persona ha sido verdaderamente salva o no, (bueno, sabemos que segn la biblia, un ateo que reniega de Dios y blasfema de Jesucristo,

obviamente no es una persona salva, o un budista, o un musulmn que adora a al o un brujo satanista tampoco), pero muchas veces nos atrevemos a dictar juicios contra personas que asisten a la iglesia, como deca antes, sabemos que no todos los que asisten a una iglesia son verdaderos cristianos, es muy posible es que muchos en la iglesia no son nacidos de nuevo, al punto al que quiero llegar es que, solamente el Espritu Santo es el que puede llegar a dar certeza absoluta si alguien es hijo de Dios o no, y esa certeza no se la da a terceros se la da a cada persona en particular.

Hay momentos en que verdaderos cristianos pueden llegar a vivir en un estado de carnalidad, cuando se dejaron seducir por el mundo o por algn vicio o estn pasando por un momento de rebelda, y quizs esto los aparte de la iglesia, qu tan bajo puede llegar a caer?, pues no lo s, todos conocemos la historia del hijo prodigo, que se descarri siendo hijo, al punto de revolcarse profundamente en el pecado del mundo y llegar a comer las algarrobas de l (ahora esto no ser la constante en la vida de un cristiano, ser un estado temporal) pero tambin debemos de entender que segn la biblia no hay un lmite de tiempo, cunto durara su descarro?, un da?, un mes?, un ao?, diez aos? la biblia no nos habla de tiempo, no hay versculo que diga si despus de un ao el hermano no se reconcilia con Dios, es porque nunca naci de nuevo por eso debemos entender, que no sabemos cunto tiempo un verdadero cristiano puede llegar a vivir en un estado de carnalidad, lo que s sabemos es que si verdaderamente es un hijo de Dios volver a los brazos de su padre, pero mientras llega, cmo poder saber si algn da llegara?, pues eso no lo sabemos!, solo lo sabe el Espritu Santo quien es el que da testimonio de si verdaderamente es un hijo de Dios, tambin puede suceder que nunca se reconcilie con Dios, pues posiblemente nunca conoci verdaderamente a Cristo como su salvador, o en un caso extremo ha renegado de su fe en la sangre de Cristo, por esta causa es muy difcil y sumamente equivocado emitir un juicio diciendo que si un hermano de la iglesia est en pecado no es un verdadero hijo de Dios, que sabes t s est atravesando por un momento de debilidad en su vida cristiana y pronto se reconciliara con Dios, en estos casos solo podemos limitarnos a orar y animar a aquellas hermanos que se encuentra en esta condicin, en vez de creernos Dios y emitir juicios de quien es salvo y quien no, quien es de Dios y quien no, esa tarea le corresponde solamente al Espritu Santo, no a nosotros. Es cada persona en particular que debe examinarse ante Dios y solamente ante l, si verdaderamente el Espritu Santo mora en su ser y est dando testimonio de una vida cristiana, pues al final no le rendiremos cuentas a los hombres, le rendiremos cuentas a Dios.

Versculo 14

Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.

Al escuchar estas palabras del apstol Juan, trae esperanza a nuestros corazones el hecho de que lo que l est hablando no nace simplemente de una historia que le contaron o un mito popular del cual l se apropi, no solamente tenemos la certeza de que est hablando inspirado por el Espritu Santo, sino que las cosas que l relata acerca de Jess, son cosas que l mismo experimento, que l mismo palpo con sus manos y vio con sus ojos, en este versculo nos habla de la experiencia que tuvo personalmente con Jess, sabiendo que Cristo no era simplemente un ser humano ms, sino que Jess era el hijo de Dios enviado por l para traer salvacin al mundo, esta verdad nadie se la conto, el mismo lo experimento, fue de sus propios odos que escucho acerca de la salvacin que traera Jesucristo al morir en la cruz, esto me lleva a reflexionar y pensar, cuanto de nuestra vida ha sido una experiencia genuina con Cristo, si bien nosotros no tuvimos el privilegio que tuvo el apstol Juan al caminar con Jess y conocerlo personalmente, ciertamente nosotros en nuestro espritu tenemos acceso libre y con confianza al trono de la gracia, para poder conocer de una manera personal a nuestro Seor, en el momento de compartir el evangelio debemos ser capaces de declarar con toda la sinceridad de nuestro corazn que ciertamente sabemos que el Jess es el salvador del mundo, pues lo hemos experimentado de una manera profunda y personal.

Versculo 15

Todo aquel que confiese que Jess es el Hijo de Dios, Dios permanece en l, y l en Dios.Este versculo nos muestra la importancia de las palabras en nuestra vida, si bien en algn circulo de la iglesia se ha hecho un nfasis desmesurado en cuanto a este tema, no quiere decir que no sea algo de los cual los creyentes debemos estar apercibidos, la manera en la que hablamos y las palabras que confesamos de una manera u otra repercutirn en nuestra vida tarde o temprano, aqu el apstol Juan nos habla la importancia que tiene confesar a Jess como hijo de Dios, el hecho de declarar con nuestra boca esta verdad tan importante del evangelio implica muchas cosas, en aquella poca para un judo declarar que Jess era el hijo de Dios era prcticamente hacerse enemigo de su propio pueblo ya que para los judos tal afirmacin era una blasfemia y esto significara que sera perseguido, encarcelado y aun hasta asesinado por proclamar tal afirmacin, para nosotros hoy en da en nuestra cultura occidental no tiene esa misma repercusin en ese sentido, pero en el sentido espiritual de ella, tiene un significado muy grande, cuando declarramos que Jesucristo es el hijo de Dios, estamos diciendo que Jess tambin es Dios, pues para los mismos judos el hecho de que alguien hiciera tal declaracin, se estara haciendo semejante a Dios como nos muestraJuan 5:18 Por esto los judos an ms procuraban matarle, porque no slo quebrantaba el da de reposo, sino que tambin deca que Dios era su propio Padre, hacindoseigual a Dios.Dicha afirmacin tambin habla acerca del gran amor del padre al enviar a su propio hijo para ser sacrificado por nosotros los pecadores, tambin nos habla acerca de que la procedencia de Jesucristo no es solamente humana sino divina, ahora esto es algo sumamente maravilloso, pues la promesa que nos trae el confesar que Jess es el hijo de Dios, (cabe anotar que es una confesin acompaada del pleno entendimiento de esta y la fe inquebrantable en este maravilloso hecho, no simplemente repetirlo como un rezo o una frase de cajon) es que Dios va a permanecer en nosotros y nosotros permaneceremos en Dios, cuando confesamos continuamente esta verdad con nuestra boca lo que hacemos es afirmar nuestra fe en quien es Cristo, en el amor del Padre, en la seguridad de nuestra salvacin, y esta fe es la que nos hace estar firmes en Dios y Dios en nosotros.

Versculo 16

Nosotros hemos conocido y credo el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en l.

En este punto nos encontramos con uno de mis versculos favoritos de la biblia o al menos uno de los cuales Dios me ha ministrado de una manera bien especial. Durante mi vida cristiana y aun antes de llegar a los caminos de Dios, siempre escuche la frase Cristo te ama, y en verdad pude conocer ese amor cuando le entregue mi vida a Cristo, hace algn tiempo atrs llego a mis manos un CD de un cantante cristiano al cual admiro mucho y su msica ha sido de gran bendicin a mi vida, pero este lbum en especial traa un mensaje que llego a ser muy profundo para mi corazn, todo el disco hablaba acerca del amor de Dios hacia sus hijos, y me llenaba el corazn al escuchar cada cancin, pues tomaba versos bblicos que explicaba el amor que Dios tiene para con nosotros, y de una manera u otra, pude conocer de una manera muy especial el amor de Dios hacia m, conoca que Dios me amaba, pues me lo demostr enviando a su hijo a morir por nosotros, pero saba que an faltaba ms, cuando un da en una sala de espera en un centro mdico, me puse a leer 1 de Juan y cuando llegue a este versculo que hoy estamos analizando, salto de una manera muy impresionante a mi vida, durante mucho tiempo me haba concentrado en conocer el amor de Dios para con migo, pero al encontrarme con este versculo entend que no era suficiente el conocimiento del amor de Dios, sino que tambin era muy importante creer en ese amor, una cosa es conocer que Dios te ama, pero otra cosa muy distinta es creer que Dios te ama, el conocer que Dios te ama, puede cambiar tu mente y pensamientos, pero cuando t crees en ese amor, transforma todo tu corazn, es como el evangelio, tu puedes conocer toda la doctrina correspondiente a la salvacin, pero hasta que no lo creas de corazn no te va a salvar, el apstol Juan nos dice que l no solamente haba conocido el amor de Dios hacia l, sino que tambin lo haba credo, de ah que este hombre es uno de los que habla de una manera tan profunda con respecto al amor de Dios y el nico que en la biblia nos muestra que Dios es amor, el no solo conoca ese amor sino que lo experimento en el momento cuando crey, por eso cuando de corazn creemos que Dios nos ama, tendremos esa certeza firme y profunda que nunca nos abandonara, y que Dios siempre procurara nuestro bien (aunque no lo entendamos). Cuando estoy pasando por alguna prueba o necesidad y aun tentacin, traigo a mi mente el hecho de que Dios me ama y porque creo de corazn que Dios me ama, l no me desamparara ni me dejara, en la tentacin me socorrer, pues su amor estar ah para fortalecerme, cuando creo que Dios me ama s que por ese amor tan grande, l suplir todas mis necesidades conforme a sus riquezas en gloria, en el momento de la angustia y de la prueba solamente basta con mirar a la cruz y entender que esa fue la mxima prueba del amor de Dios por una humanidad cada y perdida.

Por eso el apstol Juan nos recuerda que Dios es Amor, la esencia ms pura de su ser es amar, y cuando nosotros permanecemos en ese amor creyendo en l, estamos permaneciendo en Dios mismo y por ende Dios en nosotros, si queremos llegar a amar tenemos que aprender de Dios, y para poder aprender como Dios ama debemos de creer que verdaderamente l nos ama, recuerda que el amor que le debemos a los dems y que Dios demanda de nosotros no es un amor humano, nacido bajo emociones humanas, sino es el amor que procede de Dios que est en nuestros corazones y es real.

Versculo 17

En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el da del juicio; pues como l es, as somos nosotros en este mundo.

Para entender este versculo debemos ligarlo con el anterior, En que es que se ha perfeccionado el amor de Dios para con nosotros? Cuando como hijos de Dios nos interesamos en conocer a Dios y conocer su amor hacia nosotros, pero no solamente eso, sino que creemos en ese amor que Dios nos ha dado, es cuando su amor se perfecciona en nosotros, a travs de la fe en ese amor tan grande es que tendremos la confianza que en el da del juicio no seremos condenados, pues hemos sido hechos participes de ese amor tan grande, Dios quiere darnos certeza y seguridad que si nos hemos arrepentido de corazn y hemos credo en su hijo como Seor y Salvador, como una gran muestra de amor por nosotros, estemos seguros que por esa muestra de amor estaremos confiados en el da del juicio, pues ese amor derramado en la cruz es el que nos ha transformado y nos ha cambiado y de hecho nos sigue cambiando para llegar a ser cada da ms como Jess.

Versculo 18

En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en s castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.

Hay varias enseanzas que nos puede dejar este versculo, la primera la ms contextual es que definitivamente, cuando conocemos y creemos en el amor de Dios, ese amor sacara de nosotros todo temor y toda desconfianza, pues sabemos que nuestros Dios es bueno y amoroso y siempre estar ah para cuidarnos en todo momento, el nico amor perfecto es el de Dios y el que viene de Dios en nosotros, el temor por el contrario es una muestra de duda e incredulidad, por eso el apstol Juan nos dice que el temor lleva en si castigo pues el temor es desconfianza en el poder de Dios obrando en nuestras vidas, por esta causa debemos examinar muy profundamente nuestra vidas si hay algn tipo de temor no sano, y digo no sano porque hay temores que son buenos, si yo le tengo miedo a las serpientes venenosas este temor me llevara a alejarme de ellas y eso evitara que me muerdan, pero no me refiero a esa clase de temor, sino el temor a las circunstancias que muchas veces nos llenan de ansiedad y preocupacin, si estamos permitiendo este tipo de temor en nuestras vidas, es necesario que miremos profundamente que tan fuerte esta la conciencia del amor de Dios en nuestros corazones, si en verdad conocemos ese amor, y ms an si en verdad lo creemos, pues as se perfecciona el amor de Dios en nuestros corazones, otra de las enseanzas que deja en mi corazn este versculo es el hecho de que muchas veces por temor a diferentes cosas, no manifestamos el amor de Dios a aquellos que lo necesitan, un ejemplo claro es cuando evangelizamos, muchas veces tenemos temor de hablarle el evangelio a nuestros amigos y aun a nuestros familiares, porque pensamos que nos criticaran o se reirn de nosotros, o quiz nos llamaran fanticos o tantas cosas que pueden suceder, cuando estas cosas pasan, est demostrando que el amor de Dios an no se ha perfeccionado en nuestros corazones, pues tenemos temor, debemos colocar el amor hacia aquellas personas que tienen una gran necesitad por encima de todo temor, pues sabemos que la muestra ms grande de amor que uno le puede manifestar a una persona es compartirle el evangelio, mucho ms que darle alimento o vestido, aquellas cosas son importantes, pero lo que tiene ms valor es mostrarles la gracia de Cristo, debemos sacar fuera ese temor, amando de corazn a la personas que necesitan esa ayuda, que el amor venza a el temor, no permitas que el temor te frene ama.

Versculo 19

Nosotros le amamos a l, porque l nos am primero.

En este momento pienso, que podemos hacer nosotros para que Dios nos ame ms, ms aun que hicimos para que Dios nos empezara a amar, yo creo que absolutamente nada, el amor de Dios es incondicional bajo cualquier circunstancia, no depende de nuestros hechos ni de nuestras acciones, no depende de los pecados que hayamos cometido, o las buenas cosas que dejamos de hacer o hemos hecho, l nos ama de su propia voluntad, porque l as lo quiere, y punto, que ms hay que decir, al ver ese amor tan grande y terriblemente inmerecido hacia nosotros unos pecadores que no valamos nada, no nos queda ms sino rendirnos ante ese inconmensurable amor, y solamente poderle retribuir en una mnima manera, amndolo con todo nuestro corazn, y un amor bblico guardando sus mandamientos, y aunque a veces pequemos cumplimos con el mandamiento de confesar nuestro pecado ante l, alguien que no ame a Dios, es porque jams ha abierto su corazn a el maravilloso y tierno amor de l, pues como en este versculo dice el apstol Juan Nosotros le amamos a l, porque l nos am primero.

Versculo 21

Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, cmo puede amar a Dios a quien no ha visto?

Continuando con la misma idea que hemos venido hablando, el amor tiene una relacin muy estrecha en relacin el amor de Dios por nosotros y el amor de nosotros por Dios, con el amor de nosotros por nuestros hermanos, una siempre depender de la otra, este versculo unindolo con los anteriores nos da la explicacin del mismo, en el versculo anterior veamos que la razn que nos mueve amar a Dios es el conocer y creer que l nos am primero a nosotros, ahora la prueba de que nuestro amor por Dios es real, se basa en el amor a nuestros hermanos, algo que puedo entender con este versculo es que definitivamente es ms fcil amar a nuestros hermanos que a Dios, pues si nuestros hermanos que vemos todos los das que tenemos comunin con ellos, no los podemos llegar a amar genuinamente, ser imposible amar genuinamente a Dios, lo podremos amar de palabras pero ya sabemos que eso para l no funciona, es imposible separar estos dos hechos, el amar a Dios, con el amar a nuestros hermanos, juntos van de la mano, s que entre ms ame a Dios, amare ms a mis hermanos, pero tambin, entre ms ame a mis hermanos, mi amor por Dios ser mucho ms genuino y verdadero.

Versculo 22

Y nosotros tenemos este mandamiento de l: El que ama a Dios, ame tambin a su hermano.

Imposible separar este versculo del anterior, pues es la prueba que no podemos separar el amor de Dios con el amor hacia nuestros hermanos, ahora recuerdo el momento de la conversin del apstol Pablo, dice que l iba camino a damasco respirando amenazas contra la iglesia del Seor, quera perseguir, encarcelar y matar a cristianos, por Jess se le presenta en el camino y es sorprendente las palabras que el Seor le dice: Saulo porque me persigues todos sabemos que a quien Saulo estaba persiguiendo era a los cristianos, y no a Jess, esto me da a entender que cuando nosotros odiamos y maltratamos al cuerpo de Cristo estamos ofendiendo al mismo Cristo, por eso no podemos decir que amamos a Dios mientras estamos juzgando criticando, y ofendiendo a nuestros propios hermanos, tal cosa seria una mentira pues estamos odiando al mismo Seor que nos rescat, o al menos eso es lo que nos da a entender estos versculos.