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La Creación De La Academia De Ciencias Menores De La Real Maestranza De Caballería De Ronda En El Siglo XIX.
Mª Belén Díaz Molina, Universidad de Málaga, [email protected]
Resumen: A través del estudio de documentos encontrados en los archivos de la localidad de Ronda, se han recopilado datos referentes al estado de los distintos establecimientos educativos de Primeras Letras a comienzos del siglo XIX, centrándonos en este caso, en la Academia de Ciencias Menores de la Real Maestranza de Caballería de esta ciudad. Fue gracias a la preocupación de la Real Maestranza de Caballería por la educación que existía en aquellos años, que decidieron crear en 1818, dicha Academia. Esta institución logró dar respuesta a lo largo de varias décadas, a las necesidades formativas de los hijos de maestrantes y jóvenes rondeños. De este modo, nos proponemos obtener datos relevantes sobre este establecimiento de instrucción, que nos ayuden a entender cómo se desarrolló la educación en aquella época. Palabras clave: Academia de Ciencias Menores; Real Maestranza de Caballería; Ronda
1. Objetivos o propósitos:
El trabajo tiene como objetivo, el análisis de establecimientos de instrucción existentes en
la ciudad de Ronda en dicho periodo, centrándonos en esta investigación, en la Academia de
Ciencias Menores de la Real Maestranza de Caballería de Ronda.
De este modo, nos proponemos obtener información referente a aspectos tales como las
características físicas de la academia; número de alumnos que acudían a ella; sueldo de los
maestros; materias que se impartían; horario del establecimiento; así como, las cuotas que
abonaban mensualmente los alumnos.
2. Marco teórico:
Con la aprobación de la Constitución de 1812, se ordena el establecimiento de Escuelas
de Primeras Letras en todos los pueblos de la monarquía (Art. 366), tratando este aspecto de
forma más detallada, en el Informe Quintana de 1814. Este gran paso fue truncado por la
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vuelta del absolutismo, siendo retomado de nuevo durante el Trienio Liberal, con el
Reglamento General de Instrucción Pública de 29 de junio de 1821.
En estos años, se determina que la Primera Enseñanza se impartiría en Escuelas Públicas
de Primeras Letras, donde los alumnos aprenderían a “leer con sentido, y a escribir con
claridad y buena ortografía; e igualmente las reglas elementales de la aritmética, un catecismo
religioso y moral, que comprenda brevemente los dogmas de la Religión y las máximas
principales de buena conducta y buena crianza, y otro político en que se expongan del mismo
modo los derechos y obligaciones civiles”, pudiendo en algunas escuelas enseñarse como
complemento a los ramos anteriores, la aritmética, elementos de geometría, y los principios de
dibujo necesarios para las artes y oficios.
Por entonces, las enseñanzas impartidas eran las mínimas para que los niños obtuvieran
una alfabetización básica (entender y firmar papeles) y se podían resumir en los preceptos de
aprender a “leer, escribir y contar”: la lectura de documentos notariales, la escritura en la
pizarra, las cuentas (sumas y restas) de memoria, firmar y escribir frases cortas en papel con
plumín y el recitado de algunas oraciones religiosas (Mato, 2010).
Las Escuelas de Primeras Letras fueron durante siglos responsabilidad municipal. Eran los
Ayuntamientos y las familias las que aportaban rentas e ingresos para organizar las escuelas
públicas elementales, aunque en esta época, la mayoría de las escuelas existentes en las
ciudades eran privadas y sostenidas con las cuotas de los alumnos o con aportaciones de
patronos. Así, a comienzos del siglo XIX, la ciudad de Ronda contaba con cinco escuelas
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denominadas de Primeras Letras y una Academia de Ciencias Menores. De todos ellos, solo
una Escuela de Primeras Letras dependía del ayuntamiento.
La Real Maestranza de Caballería de Ronda (RMR) fue creada en respuesta a una Real
Cédula de Felipe II en 1572 que llamaba a la nobleza local a organizarse, para mantener el
ejercicio de la caballería con fines militares. El origen de la Real Maestranza de Caballería
se remonta a la Cofradía del Santo Espíritu de Ronda, que en 1705 pasa a denominarse Real
Maestranza de Caballería de Ronda (Herrera, 2004).
La situación de dejadez que presentaba la educación en aquellos años atrajo la atención
de esta institución a principios del siglo XIX.
Ante las deficiencias observadas, deciden crear en 1818, la Academia de Ciencias
Menores (Establecimiento Educativo de Primeras Letras), con el fin de instruir a los hijos
de los Maestrantes y a otros niños de la población (Fuertes, 2007).
Por otro lado, la RMR en sus orígenes, formaban a los jóvenes para convertirse en
caballeros; con el paso del tiempo la necesidad de mejorar la formación intelectual de estos
jóvenes propició la creación de la Academia de Ciencias Menores para la instrucción de
materias como matemáticas o literatura.
3. Metodología:
A través de documentos presentes en los distintos archivos de Ronda, hemos intentado
conocer mediante un análisis histórico, los establecimientos de instrucción de Primeras
Letras que existían en la localidad a comienzos del siglo XIX.
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De igual modo realizamos un acercamiento cualitativo a la situación educativa de la
ciudad, descubriendo qué materias se impartían; los medios con los que contaban para
impartirlas; qué formación tenían las personas que instruían a los niños; sueldo del que
disponían, etc.
En definitiva, con este estudio pretendemos obtener y recopilar distintos datos que nos
ayuden a desarrollar y a entender cómo se encontraba la educación en aquellos años donde se
empezaba a dar importancia a la instrucción de los más pequeños.
4. Discusión de los datos, evidencias, objetos o materiales
5. Resultados y/o conclusiones
La Academia de Ciencias Menores se creó para la instrucción de los hijos de maestrantes
e incluso de los vecinos de la localidad y pueblos de su término.
D. Gaspar Francisco Merino-Ballesteros ocupaba el cargo de Director de la Academia,
contando con un Ayudante, Ramón del Prado Bedoya que años más tarde ocuparía la plaza
de director.
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En un inicio las plazas que se tenían ofertadas era un mínimo de cincuenta y un máximo
de sesenta, superándose años más tarde esta cifra, ya que como se cita posteriormente, la
Academia llegó a contar con más de setenta asistentes.
El coste para los alumnos sería de medio duro al mes para completar el sueldo de maestro.
La edad mínima para formar parte de la escuela de primeras letras, estaría en los ocho años
con una edad máxima de quince (Rosales, 2015).
Al igual que el resto de los establecimientos de instrucción de la localidad, la Academia
había sufrido una disminución en el número de alumnos, ya que pasó de tener 75 a 43
asistentes. Este descenso, según escribe Merino-Ballesteros, fue causado por el desacuerdo de
los padres con el método de instrucción que impartían en sus instalaciones. Dicho método era
distinto al que conocían y aprendieron las familias, y quizás diferente al que se utilizaba en
otros establecimientos.
Las clases distribuían entre los meses de octubre a marzo, en horario de nueve a doce y de
dos y media a cinco. El resto de meses de ocho a once y media y de tres a seis y media
(Rosales, 2015).
La academia contaba con dos clases denominadas por el director en uno de sus escritos
como clases de menores y clases de mayores, no especificando la edad de los alumnos que
acudían a cada una de ellas (Archivo Real Maestranza de Caballería de Ronda [ARMR],
Legajo 17-C22).
Las materias y ciencias menores que se enseñaban eran:
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Desenvolvimiento de las facultades intelectuales para reglar el pensamiento y hacerle
susceptible de las ciencias; Desarrollo de las facultades morales por medio de las cuales se
aprenden puntos de religión con que debe estar adornado para su buena conducta todo joven
cristiano; Urbanidad y política cristiana; Ortología teórica y práctica: ésta según el muy
ventajoso método Tobler; Caligrafía bajo los principios pestalozianos y de Torio; Gramática
española y latina; Cuatro diversos sistemas de Ortografía; Aritmética; Geometría; Geografía;
Historia sagrada; Mitología; Poligrafía; Rudimentos mayores de Taquigrafía; Los primeros
elementos del arte de pensar; Tropos y figuras retóricas; Moral; Principios generales de
botánica; Dibujo; Grabado; Táctica militar y ordenanzas. (Fondo de archivos privados RMR,
archivo Marquesado de Valdecañas. Legajo 440-C40).
La Academia contaba con reglamento manuscrito y no impreso como podemos observar
en la siguiente nota escrita por D. Gaspar Merino Ballesteros:
Archivo Municipal de Ronda [AMR], Legajo 363/006
Con respecto a las rentas, que procedían de la Real Maestranza de Caballería, estaban
asignadas de la siguiente manera:
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- Asignación del Director: 400 ducados anuales, y casa en la Academia.
- Asignación del Ayudante: 200 ducados y casa.
El sueldo del Director, establecido desde el primer momento en el que se inauguró la
Academia, fue reducido dos años más tarde, en 1820, a 200 ducados. Al igual que el resto de
escuelas de Ronda, la Academia de Ciencias Menores tenía retrasos y problemas para
recaudar fondos para su funcionamiento, obteniendo algunas rentas, como queda reflejado en
el informe que el director realiza para el ayuntamiento de la ciudad, de “administradores de
maestrantes en la Corporacion, de algunas contribuciones que pagan estos y de las fiestas de
toros” (Archivo Municipal de Ronda [AMR], Legajo 363/006).
Aun encontrándose la situación de la educación con numerosos problemas, la inquietud del
Director D. Merino-Ballesteros se refleja en el documento enviado al Ayuntamiento,
proponiendo las siguientes mejoras:
“Publicando, protegiendo y declarando mérito que se halle en la enseñanza:
aumentando los sueldos á un grado de proporción; y facilitando las demas cosas que
no ignora el sabio Gobierno” ([AMR], Legajo 363/006).
El interés de D. Gaspar Merino-Ballesteros por el estado en el que se encontraba la
educación, fue tratado en las Cortes en Sesión Extraordinaria de la noche del 22 de junio de
1821. El docente envía una memoria a la Comisión de Instrucción Pública, en la que expuso
la necesidad de adoptar buenos medios de educación y enseñanza primaria. En el diario de las
Actas y Discusiones de las Cortes se explica así:
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“A la misma comisión pasó una memoria escrita por don Gaspar Francisco Merino
Ballesteros, director de la academia de ciencias menores de la maestranza de
caballería de Ronda, sobre la necesidad de adoptar buenos medios de educación y
enseñanza primaria, que dedicaba á las Córtes” (Diario de las Actas y Discusiones de las
Córtes Legislatura de los Años de 1820 y 1821).
La problemática educativa de la época era conocida por todos los que se dedicaban a la
instrucción. El reflejo de las quejas y propuestas por intentar ofrecer soluciones a las
innumerables carencias que existían en la enseñanza, son muestra del mal momento por el que
ésta pasaba.
6. Contribuciones y significación científica de este trabajo:
La ciudad de Ronda ha sido el escenario elegido para llevar a cabo este estudio. El interés
por conocer parte de la Historia de la Educación de esta ciudad, unido a las escasas
investigaciones o trabajos existentes, han sido los principales motivos para la elección de este
tema. De esta forma, podremos contribuir a entender cómo se desarrolló la educación en esta
localidad a lo largo del siglo XIX.
Fue gracias a la preocupación de la Real Maestranza de Caballería de Ronda por la
problemática que la educación presentaba en aquellos años, que decidieron crear la Academia
de Ciencias Menores. Esta institución logró dar respuesta a lo largo de varias décadas, a las
necesidades formativas de los hijos de maestrantes y jóvenes rondeños. Son numerosos los
escritos donde encontramos quejas por el mal estado de la instrucción en esta ciudad. Escasos
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materiales, pésimos sueldos, malas instalaciones,…son las características con las que
trabajaban los maestros de aquella época.
A pesar de que corrían malos tiempos para todos, no podemos dejar de mencionar la
gran función que realizó la Academia de Ciencias Menores a favor de la educación de los
jóvenes de esta ciudad.
7. Bibliografía
Archivo Municipal de Ronda [AMR], Legajo 363/006.
Archivos privados RMR, archivo Marquesado de Valdecañas. Legajo 440-C40.
Archivo Real Maestranza de Caballería de Ronda [ARMR], Legajo 17-C22.
Diario de las Actas y Discusiones de las Cortes Legislatura de los Años de 1820 y
1821, Tomo XXII, en la Imprenta Nacional, Año de 1821, p. 48.