10. Experiencia mística_(A. Vega)

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MARfA JESTIS MANCHO integrados en un sistema sólidamente estructurado y herméticamen- te cerrado. Lo llamativo de spn Juan de la Craz, como prototipo de escritor místico, es que, alavez que creador y poeta máximo, posee una pro- funda formación que le ha merecido ser nombrado doctor de la Igle- sia. Imbuido de las profundas tendencias didácticas de su época, se empeñó, mediante un esfuerzo a veces desesperado, en dar a cono- cer los entresiios y, a la vez, Ios fundamentos sistemáticos de una ex- periencia que aunaba amor y conocimiento; emprendió una arriesga- da misión divuigadora de una ciencia de amor. Por eso, tensa y diláta el lenguaje, mezclando verso y prosa, poemas y tratados; por lo mis- mo, ahonda en las significaciones y, junto a vocablos extraños, usa- dos con cálidos y trémulos sentidos, vagos y novedosos, introduce voces especializadas, utilizadas en acepciones técnicas. A la vez que fascina, atrae y conmueve, explica nociones, define y glosa térrninos, ya se trate de tecnicismos, cultismos o neologismos poéticoss8; su- giere lo inefable ¡ simultáneamente, divulga conceptos, rebaiando el listón socio-lingüístico para resultar accesible a sus hermanas de há- bito. Si lenguaje científico y lenguaje poético consriruyen dos polos de una misma escalase, Juan de la Craz puede desplazarse de un ex- tremo al otro con la misma ligereza con la que se mueve por la es- cala mística, escala secreta de amor que conduce, de grada en grada, pero también de grado en grado, hasta el Creador. " lA effiaE¡¡6i4 rtisrrcA' ealuw l tllef¿:DwtPt|A4R r ür¡ñ fiA,{l,rlJ Va&b trnnl ! úToptht, t§lfA - Cñq brT6¡¿Wbr/r+L W!! ,r;b nti, A,Bá <ú\. 58. Véase nuesffo trabajo «El glosario poético de San Juan de la Cruz,, en Ho- tnenaje a C, Cueuas (en prensa). 59, Pa¡a estas cuestiones es clarificadora la monografia de B. Gutiérrez Rodilla L¿ ciencia empieza en la palabra, Península, Barcelona, 1998, especialmente pp. 30-39. 246 247 "Abyssus abyssum invocat'. Sal42 (41) 8 En una enrrevista al escultor anglo-indio Anish Kapoor, publicada en el catálogo de Ia exposición dedicada al Maestro Eckhart y.a sf influencia "l .l ,rt" dál siglo xx con el título uBelleza indecible,l, leemos acercade los problá-rr qo" se encontró este arti§ta al reali- zar una serie de trabá¡os dedicados al tema del vacío (Void Works)t Cuando hice la primer a pieza,sufrí una profunda y ptolongada de- presión. En cierio modo tenía la sensación de no poder salir nunca ilat d. aquella melancolía. Entonces hice un cuenco vacío a modo de plato. Lo pinté de aztl; un azul muy, muy oscuro que había uti- lizado con fricuencia anteriormente. Hasta ese momento mi traba- jo habia estado lleno de contenido. Ahora, por primera uez, era real- mente vacío [."] Era una forma muy clara, muy vacÍa' Oscura y vacía. Lo contrario de la idea platónica de mirar en la luz desde el interior oscuro de la caverna. Éra la oscuridad. El único contenido necesario estaba allí' contrariamente al camino de iluminación descrito por Platón (Repúbtica 515c), en donde elhombre ha de ser liberado de las ca- 1, lJnaussprechlich schan. Das mystische Paradoxon in derKunst des 20. lahr' hunderts I Ineffible Beauty. Mystical Paradox in 20tb Century Art (§fuge.zu Meister n"*ior:t - t tyui'iker, Theolige, áuropqir¡,ed' por U' Schierz y S' opitz, Berlin/Erfuhrt, 2003, pp. 236-246. EXPERIENCN MÍSTICA Y EXPERIENCIA ESTÉTICA EN LA MODERNIDAD Amador Vega ¡t

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MARfA JESTIS MANCHO

integrados en un sistema sólidamente estructurado y herméticamen-te cerrado.

Lo llamativo de spn Juan de la Craz, como prototipo de escritormístico, es que, alavez que creador y poeta máximo, posee una pro-funda formación que le ha merecido ser nombrado doctor de la Igle-sia. Imbuido de las profundas tendencias didácticas de su época, se

empeñó, mediante un esfuerzo a veces desesperado, en dar a cono-cer los entresiios y, a la vez, Ios fundamentos sistemáticos de una ex-periencia que aunaba amor y conocimiento; emprendió una arriesga-da misión divuigadora de una ciencia de amor. Por eso, tensa y dilátael lenguaje, mezclando verso y prosa, poemas y tratados; por lo mis-mo, ahonda en las significaciones y, junto a vocablos extraños, usa-dos con cálidos y trémulos sentidos, vagos y novedosos, introducevoces especializadas, utilizadas en acepciones técnicas. A la vez quefascina, atrae y conmueve, explica nociones, define y glosa térrninos,ya se trate de tecnicismos, cultismos o neologismos poéticoss8; su-giere lo inefable ¡ simultáneamente, divulga conceptos, rebaiando ellistón socio-lingüístico para resultar accesible a sus hermanas de há-bito. Si lenguaje científico y lenguaje poético consriruyen dos polosde una misma escalase, Juan de la Craz puede desplazarse de un ex-tremo al otro con la misma ligereza con la que se mueve por la es-cala mística, escala secreta de amor que conduce, de grada en grada,pero también de grado en grado, hasta el Creador.

" lA effiaE¡¡6i4 rtisrrcA'ealuw l tllef¿:DwtPt|A4R

rür¡ñ fiA,{l,rlJ Va&b trnnl!úToptht, t§lfA - Cñq brT6¡¿Wbr/r+L W!!,r;b nti,

A,Bá <ú\.58. Véase nuesffo trabajo «El glosario poético de San Juan de la Cruz,, en Ho-

tnenaje a C, Cueuas (en prensa).59, Pa¡a estas cuestiones es clarificadora la monografia de B. Gutiérrez Rodilla L¿

ciencia empieza en la palabra, Península, Barcelona, 1998, especialmente pp. 30-39.

246 247

"Abyssus abyssum invocat'.

Sal42 (41) 8

En una enrrevista al escultor anglo-indio Anish Kapoor, publicada

en el catálogo de Ia exposición dedicada al Maestro Eckhart y.a sfinfluencia "l

.l ,rt" dál siglo xx con el título uBelleza indecible,l,

leemos acercade los problá-rr qo" se encontró este arti§ta al reali-

zar una serie de trabá¡os dedicados al tema del vacío (Void Works)t

Cuando hice la primer a pieza,sufrí una profunda y ptolongada de-

presión. En cierio modo tenía la sensación de no poder salir nunca

ilat d. aquella melancolía. Entonces hice un cuenco vacío a modo

de plato. Lo pinté de aztl; un azul muy, muy oscuro que había uti-

lizado con fricuencia anteriormente. Hasta ese momento mi traba-

jo habia estado lleno de contenido. Ahora, por primera uez, era real-

mente vacío [."] Era una forma muy clara, muy vacÍa' Oscura y

vacía. Lo contrario de la idea platónica de mirar en la luz desde el

interior oscuro de la caverna. Éra la oscuridad. El único contenido

necesario estaba allí'

contrariamente al camino de iluminación descrito por Platón

(Repúbtica 515c), en donde elhombre ha de ser liberado de las ca-

1, lJnaussprechlich schan. Das mystische Paradoxon in derKunst des 20. lahr'hunderts I Ineffible Beauty. Mystical Paradox in 20tb Century Art (§fuge.zu Meister

n"*ior:t - t tyui'iker, Theolige, áuropqir¡,ed' por U' Schierz y S' opitz, Berlin/Erfuhrt,

2003, pp. 236-246.

EXPERIENCN MÍSTICA Y EXPERIENCIA ESTÉTICA

EN LA MODERNIDAD

Amador Vega

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AMADOR VEGA

denas que lo aprisionan en la oscuridad de la ignorancia, Anish Ka-poor describe un proceso de retorno a ola caverna, a nuestro senomaterno; y ello nos conduce a una obra nueva diferente, a un pro-ceso de apertura; y a pesar de que en el arte no me interesan los de-talles autobiográficos

-sigue diciendo-, sin ese ir y venir no se al-

canza nunca lo profundo [...] no son lugares de muerte, en donde nopasa nada, sino al contrario, son espacios de lo posible,.

Todo un proceso de creación, describe Anish Kapoor, a través dela melancolía, el vacío y la oscuridad como estados y lugares de po-sibilidad; un lenguaje que pone de manifiesto en esta obra del sigloxxt la relevancia de las ideas del Maestro Eckhart, sin necesidad deilustrar Ia permanencia del elemento narrativo (the resident narrati-uez), propio de esta obra de arte desde una perspectiva lineal. A se-mej anza de lqq,tLcxtosjql_!0íúLco* slq[qáu dql riglg,xl\/,_str dgrrflg*ellenguaje, de estilo paradóiiqp-finteligible de la divinida4 las esculturas de Anish Kafoo' se f,'ese"-tan como luqares de transición hacia modelos de representación encuya expresión formal se halla ya todo contenido-Ias_escuhurpq_ya-clas sitúan al que se asoma jr-ellas, antellreto_¡le pone' en susfen-sión la realidad ordinaria para penetrar en un camps»,dQ pefcepcióndesconocldo* sin pgl-ellq lggwclar a su manifEstació . Laclara tensión entre realidad y posibilidad que se desprende dé tas pa-labras del artista a propósito de la metáfora platónica de la caver-na, nos lleva a tratar de comprender en qué modo la obra de artepuede comunicarnos la experiencia mística latente en ella y en quémedidr -tado de un proceso de apertura que qe frag.a en en ese ir y v-enir en-tre la luz y la oscuridad. Todo ello debería proporcionarnos tambiénalgunos elementos de juicio no sólo a propósito del estatuto de larealidad, sino también de las relaciones entre belleza y verdad3, conla intención de obtener un marco hermenéutico adecuado de nues-tra situación actual respecto del sentido místico de Ia experienciaestética.

Ya en su libro de 1927 Sein und Zeit, Martin Heidegger poníaen entredicho el fundamento para Ia comprensión del mundo cuan-

2, Catálogo de la exposigién Anish Kapoor (Hayward Gallery Londres), Uni-versiry ofCalifornia Press, Berkeley/Los Angelellondon, 1998, p.27.

3. Este es el propósito principal de la obra de Hans Urs von Bahhasar Gloria.Uno estétict teológical, La percepción de la forma, trad. de E. Saura, Encuentro, Ma-drid,1985, pp.27-22.

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ExpERtENC|A MIST|CA y ExpERtENclA ESTETICA EN LA MoDERNIDAD '. J

do, en su habitual estilo oracular, escribíar "Más alta_ que la realidad

"rá h posibilidad (Ilóher als die'Wirklichkeit steht die Móglich'

keitl,a, L" .norn,, dificultad del discurso heideggeriano sobre la po-

sibiíidad no nos impide reconocer, en sus diversas formulaciones,

una tendencia a comprender, frente a la denostada realidad, la muer-

te como la única posibilid"d humana a la que llama "irrefercnte (un'

bezüglich e),5, *iriebasable (uniiberhol! qr)"6 e «indeterminada (un'

bestímmtr¡7; es asl como la realidad del mundo se ve superada por

"r" .ho."rrtá verdad que es la omuerte propia', como la posibilidad

más cierta de la realidad del Dasein.

Es conocida la deuda que, respecto de su concepción de la muer-

te, el pensador habla coniraído ion las ideas estético-religiosas de

ni"e, Maria Rilke. En 1946, con motivo del vigésimo aniversario

de la muerte del poeta, Heidegger le dedicó uno de sus más celebra-

dos comentariosi "t[..J lara que poetas?» (Wozu Dichter?)"' El títu-

1o se debe al verso de Hólderlin en Brot undWeint'[...] y para qué

de la creencia religiosa concreta, más bien significa que nen,la histo-

ria universal se ha=apagado el esplendor de la divinidad" (Glanz der

Gottheit) (CB, 241; HiW,Z+g),ie ha perdido un sentido sagrado de

la totalidad de la vidae. Pero la pobreza de nuestro tiempo es tal, que

4. H. Feick, lndex zu Heidegers osein und l¿i¡», Mx Niemeyer, Tübingen'

1980, p. 53.i, NA. H.ia.gger, Sein und Zeit, Max Niemeyer, Tübingen, 1979, pfut' 53,

p,2632 oDie eigens't-e tvtogli.hk.it ist unbezügliche»; trad. castellana de J. E. Rivera,

ler y tiemPo, Tiotta, Madrid ,22003.- ' g. tb¡á., p. 2á4: *Die'eigenste, umbezügliche Móglichkeit ist unüberholbar".

7. Ibid.',i' 265: .Die eigenste, unbezügliche, unüberholbare und gewisse Mó-

glichkeit ist hinsichtlich der Gewissheit unbestimtnt",- A. f"f. Heidegger, Caminos de bosque (CB), trad. de H. Cortés y A' Leyte, Alian-

za, Madrid, 1995,;. 241; Holzwege (HzW), Vittorio Klostermann, Frankfurt a' M',

tí50, p. zit. e. pirtir de ahora ciiamos, en el texto, mediante sus siglas CB. y Hzwí. Aqrt conuiene reco¡dar que las expresiones sobre nla divinidad" y ulo sagra-

do, deben,i r"rr" en el contexto de lo que ya desde los primeros cursos impartidos

en laUniversidad de Friburgo, duranre lJdécada de los años veinte, Heidegger deno-

iinó ".*p.ri.r, cia fáctica de ü vida (aktische Lebenserfahrung)" con la intención de

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poetas en tiempos de penuria?u (Wozu Dichter in dArftiger Ze!t?), y

,iru. " Heidegger paia reflexionar sobre el "Poetizar-(Dichten)"

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AHADOR VEGA

incluso aquella misma falta de dios, o de dioses, deiará de echarse enÍ.alta, paru acabar por privar al mundo de un fundamento, suspen-diéndolo sobre el uabismo":

Abismo significa originalmente el suelo y fundamento hacia el que,por estar más abajo, algo se precipita. En lo que sigue, entenderemossin embargo ese Ab de la palabra abismo (Ab-grund) como la ausen-cia total del fundamento. El fundamento es el suelo para un arraigoy una permanencia. La era a la que le falta el fundamento está sus-pendida sobre el abismo, Suponiendo que todavía le esté reservadoun cambio a ese tiempo de penuria, en todo caso sólo podrá sobre-venir cuando el mundo cambie de raízr lo que quiere decir aquí, evi-dentemente, cuando cambie desde el fondo del abismo. En lá era dela noche del mundo hay que experimentar y soportar el abismo delmundo. Pero para eso es necesario que algunos alcancen dicho abis-mo (CB, 242; HzW, 248-24910).

Esta situación de pobreza ha de erigirse como el nuevo comien-zo y fundamento, aun cuando se trate de un fundamento en ausen-cia. El tiempo de penuria es muy largo y Heidegger nos recuerdaque todavía no hemos alcanzado su mirad: nEn la medianoche de esanoche es donde reina la mayor penuria del tiempo, (In der Mitter-nacht dieser Nacht ist das Dürftige der Zeit am gróssten) (C8,243;F{zW 249). Nuestra atención debe dirigirse, sin embargo, a ese fon-do oscuro para seguir el rastro de una posible salvación, de la manode quienes con gran riesgo, pero seguros (sine cura) (CB, 253; Hz§(

combadr las filosoflas de la vida de co¡te rascendentalista, imprimiendo así un girohermenéutico a la fenomenología de su maestro Edmund Hussérl; en cualquier cáso,parece que la facticidad y la finitud son el único marco de comprensión de la dimen-sión misteriosa de lo sagrado. véase M, Heidegger, phdnomenologie des religiósen Le-bens (Gesamta*gabe 60), ed, por M. Jung, Th. Regehly y C. Stiube, Vittário Klos-termann, Frankfurt a. M., 1995; y respecto de la hermenéutica heideggeriana comomodelo para una filosofla de la religión, véase J. Greisch, rlArbre dá-uie et I'Arbredu yuoil t,es racines phénomenologiques de I'herméneutique heideggerienne (1919-1923 ), Cerf, Paris, 2002, pp. 1 85-21 8.

10. oAbgrund bedeutet ursprünglich den Boden und Grund, zu dem als dem un-tersten, den Abhang hinab, etwas hángt. Im folgenden sei jedoch das Ab-' als das vó-llige Abwesen des G¡undes gedacht. Der Grund ist der Boden fiir ein wurzeln undstehen. Das l7eltalter, dem der Grund ausbleibt, hángt im Abgrund. Gesetzt, dass die-ser dürftigen Zeit überhaupt noch eine slende aufbehalten ist, sie kann einst nurkommen, wenn die §lelt sich von G¡und auf, und d,h. jerzt eindeutig, wenn sie sichvom Abgrund her wendet. Im weltalter der'§feltnacht muss der Abgrund der'welt er-fahren und ausgestanden werden. Dazu ist aber nótig, dass solche sind, die in den Ab-grund reichen».

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ExpERlENctA MlsrlcA Y ExPERIENcIA EsrETlcA EN LA MoDERNIDAD

259) -según

el juego de paradojas empleado-, se abisman!n.la ti'niebla insándabie. §on los poetas quienes aún pueden conducirnos

en el camino por el que los dioses nos abandonaron:

Ser poeta en tiempos de penuria significa: cantando, prestar aten-

ción al rastro de lls dioeses huidos. Por eso es por lo que el poeta

dice lo sagrado en la época de la noche del mundo (Weltnacht)'Por

"so, la noihe del mundb es, en el lenguaie de Hólderlin, la noche sa-

grada {heilige Nacbtl (CB, 244; Hz§( 251).

En la lectura que hizo Heidegger del poeta romántico vemos

una clara asociación entre «penuria (dürftig)", «abismo (Ab'grund)",

«noche (Nacht)" y olo sagrado (das Heilige)". Todas ellas son expre-

siones que se encuentran en el vocabulario de la poesía mística uni-

versal, ieto lo que ahora nos interesa es comPrendgt 9t -qli modo

este inconfundible «elemento mlsticorll del lenguaje de Heidegger

manifiesta una necesidad de expresión del pensamiento y hasta qué

punto dicho elemento, con su fuerte carga de paradoja, no supera en

iierto modo la tendencia metafísica del pensar (onto-teo-lógico).

Aun cuando la lectura ha dado comienzo con los versos de Hólder-

lin, el poeta a quien mayor autoridad concedla en su lengua, lo que

,qoí pi.o"opa-a Heidegger es dilucidar en qué modo Rilke., más

-od"iro, ., o' po"t" en tiempos de penuria. En 7946, tras la lar-

ga noche europ.* qrr. el propio filósofotuvo que-atlavesar,y aban-

áorrados los pioyeitos juveniles de una filosofía de la religión, pag.

Heideggpr vá está claro oue el Fensa"-es t"''a expe"ienci?. oue no se

dice nielrmente de una actividad it telectual y que <<el+oet¡zar es un

"."".. d"t pr"*t-,, (CP.,249;lHzW 256). Asumida esa responsabili-

dad, sólo .ipo"t" parece capacitado para seguir el rastro_de lo sagra-

do; con lo cual t" pot "

también de manifiesto la necesidad de saber

si él camino por e[qre se adentrará aquél conduce hacia una sacra-

lidad divina ó hacia una .,sacralidad sin santidad'l2.

La penuria que canta Hólderlin encuentra, en efecto, su eco en

Rilke: ya en 19d3, en uio de sus primeros libros de poemast El li-bro de'la pobreza y de la tnuerte (Das Buch uon der Armut und uom

Tode)rla ienuria éspiritual se empieza a configurar como uno.de los

,rrgoÁ -át .utr.t.títticos de su poesla, que alcanzará su grado más

1 1. Cf. J. Caputo, Th e My stical Element in Heidegger's Thought, Fordham Uni-

versity Press, NewYo¡k, 1986.tá. J. óeisch , Le Éuisson ardent et les lumiéres de la raison. Ilinuention de la phi'

losophie -de

la religion l. Héritages et héritiers du x»<e siécle, cerf, Paris, 2002, p, 24.

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AMADOR VEGA

elevado en los dos últimos ciclos de poemas: las Elegías de Duino ylos Sonetos a Orfeo, el conjunto de textos que Heidegger considera-§¿ "la poesía válida de Rilke" (C8,246; Hz'§ü, 252). Pero noes-enellos. siw e\\oE Pqer?qs tgt_4iq.s_(_SLdteLc,elishte\. en &a&-b fur:,-

ción ascética y hermqnéutica asig¡rada .a _lapoesí?*4gs.gubúá el "sen-derc que llev a al abismo (Pfad zum Ab srund) " (CB, 247 ; HzW, 2 5 4),migntras "pregunta poéticamente, (CB. 2461 Hz§7,, 253). En esta

poesfa Heidegger halhel modo-de hacer converger los escenario.que describen ql peculi?r,topq],q9"íe_dil.9"seg¡gdA:1--esi,sig*i-"¡de..l

lenguaje de lqs Sozefos (sezunda parte, XXVIIIL llama uinauditocentro funerharte Mitte\" (QB*J54;HzV,260) allugar de gravedadhacia el que se siente atraÍdoslssr-arriesgadola. .La de¡sidad en esladescripció n esp¿ci4l se_hAqg_ ¡q4Jel_¿L:[n!ro duci r el ttfo rri uo de_

"l o

abierto (Das Offene)" (CB, 255i Hz!( 2-62)-una palabra fundamen-tal de la poesía rilkeana. que indica nla gran totalidad de todo lo ili-mitado, de la que patticipaqlos seres-arrieseadgs, Perose-nos advier-te del sentido metafísicameüe-aurbigu.q(eB-256lHz]g,Z62l dgts:apalabra, pues "lq que Rilke eXperimenta cpmo ¿bierJges*p-reeisaqet-te lo cerrado-lo.no jlumin¿do,l (CB,_?56-lH,-zJ[ 26.2J. Y-eS en sl -cen-tro".en-el*ablqmo,,endonde-sf -dgshaceto-dolundamento-(e8,267;Hz§( 273) y el único lugar de do_nde podr.ía proceder una redención(Re¿rznSlsue nos salvell, §e trata_de qn_lugar s_egurq y qrqtegidq jus-tamente gorgup- En"-él]agsq{!4ze*es^inm"lJr_p,q!e" y"Ja. deqp_rqteqcio.}(Schutzlossein\ delo "abierto" ílimitadu.De nuevo tenemos una ima-gen poética con toda su potencia y carga parudójica: el estado deapertura al que se entrega aquel que se arriesga, desoculta e iluminala naturaleza esférica del ser, es decir, su totalidad (CB, 272; H;zW278). Apesar de la oscuridad del fragmento, parece clara una asocia-ción entre esta «esfera del ser" y el "más amplio círculo, al que oco-

rresponde en cuanto centro más poderoso el inaudito centro de la

13, CB, 255l. "La gravedad de las fuerzas puras, el centro inaudito, la pura per-cepción, la completa percepción, la plena naturaleza, Ia vida, el riesgo, son lo mis-m6"; Hz§[ 267: "Die Schwerkraft de¡ reinen Kráfte, die unerhórte Mitte, der reineBezug, der ganzeBezag, die volle Natur, das Leben, das'§lagnis sin das Selbe",

14, C8,258: ulo que pertenece inmediatamente a lo abierto es introducido porél dentro de la co¡riente de la atracción del centro,; Hz\l,264: n'Was unmittelbar insOffene gehórt, ist von diesem in den Zug der Anziehung der Mitte eingenomen,.

15. CB, 267: nfil vez cualquier otra redención que no venga de allí, de dondeestá el peligro, siga siendo no salvadora"i f{z\l,273:.<ly'ielleicht ist jede andere Ret-tung, die nicht von dort kommt, wo die Gefahr isr, noch im Unheil,,. He modificadola versión castellana, al tradr¡cir Rerfung por nredenciónr, distinguiéndolo así de Heil,usalvación, y Unheil.

2s22.53

EXPERIENCTA MISfICA Y EXPERIENCIA ESTÉTICA EN LA MODERNIDAD

gravedad pura' (C8.,. 2.73;HzW'27g)-'Elmás amolio círculo de la es-

fera debe ser entendlct;:#ffáÁi'i" át *t"io""' difetenres (der

and.ere Bezug)16,en donde hay que renunciar a leer negativamente lo

que es: por eiemplo, ü;;;;lü tl '"ino

de los muertos' Todo este

óro."ro, dice Heidegg;;;; lenguaje sororendente' implica una

oinversión de la conciencia y concretamente en el interior de Ia esfe-

ra de la conciencia P;k"hk"g des Bewusstseins und zwar innerhalb

der sphdre d", B,*usii!á:;:';:i;;;l)s':n'w' 282)' Este espacio de

interioridad, inuisiblt,li oi" tq íl'*".'*t'p'éio del coraz1n (Hen-

rdurn)u,no es un t'p"tü t*it^dot ola interioridad del espacio inter-

ffilíñá; "* riut'" io *ui""o" (cB'27.9; Hz\ü' 28s)'"" ;;;;;lfinal de to ttto¿io Heidegger identifica a este «ser que

eobierna v hace 'p";;;i;;""' i1"ai1t' del más amplio círculo'

rr;s, zsz;nr'uu, zs si "' ;ñ;:l ái.)^s ntestas de .Rilke' d',1oL1'

a pesar de las difere":;;;ñ"1áas' dice es «metafísicamente Io mts-

mo que el ZxaÍustt"T; Ñi;';ñ;'" sin olvidar la inmensa distan-

ci a p r ot e ct o' " ol,: Él' ? "i

?í"r.r ¿a * :T: í;Í,tX [';: :i T::¿:de fa transformación de la conciencla que'.

asumido por algunos,-;t;;p;;J" convertir lo que está falto de sal-

vación en salvador tég;2Sít HzW 291]'.\ilke había escrito que ese

riesgo consistía en 'íí'iafitt-*at' y Heideeger relaciona de inme-

diato ese hálito o ,$io (Haurá) conel lenguaie: «Esos que t?1,"

hálito más ,r,it'g'aá' 'e'arriesgan al

-lenguaie ["'1 Potq'" ese hálito

más al que se ,*i";il"j;;;iJl i{-"td;pá"¡:' no e1¡3!¡,ae-

cir en general, sino "qot t'l hálito es otro hálito' otro decir dtsttnto

al decir humano'"' ñ;;ni;; por nada'18' Así pues-lu¡-losrasso'n.

16. Serla interesante compararlo con la'expresión oel otro estado (der andere

Zustand\'de Robert M;i.j.nt t* .l^'nt n"i"u"-ii" atributos (Der Mann ohne

Eisenschaften);tf' A' v;; "ür'itt" * t"tno ' t'"'ái'to v santidaá" en Hérou de

fiición, ed.po' r'l' rnronilv; Eiilil;:;tt s'ontt' B""eiona' 2000' pp' 735"162'

17. R. Guardini, iii'i u'lil ntieii o'u'ung an Daseins' Eine tnterpretation

d.er Duineser Et'si'n, ";:#ín;;il' ;il' Htin'i'ñ' Main'' Paderborn' 1996' p' 24'

18. CB, 2871«Eseüil;*'ó;;iit'e"n to''r,,át ""it'g"dot' no significa sólo

v en primer lugar Ia *tilá;"";;;t=o1tttotfl" por Io fugaz' de una diferencia' stno

il:,'i#á:;;:;;; i;;;di;;]" i"r,¡üy [a esencia del lenguaie. Esos que son un

soolo más arriesgarlos t#ffi;;;fflt;g"É'-son esos decidores que dicen má' Por-

oui ese soplo *á- "l q";;';"t"i'*g"" oátt'olo 'n

Jttit en general' sino que'tal so-

;il;,,r;;'t;",,*í:T:r[fti#;{:l*kiilr:1;:*:;",rr:f":'l;:rf !':':ru':J;#[x'Í.:::üüffi ñü;yi":.x,1xfl?;r:l:"*'interno del -"dt d"l:;;;;;' Lit"iá 'i tiquie'l-fe'sigue eso que hav que decir'

EI canto ., I" pt"tntnt"il'"ili""r'¿"¿ at t" p"", pJtttplión' c'ot" es ser llevado

por el empuie ¿'r'i'ni'i!''a1;ii;;;;;';"i'o ¿ái' piena n"turaleza;Hz\l'2e3'

',/

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co, es rodo el bien qo. prá"'v'aia";;;ffiñ;i;;;;,r;i#;_"un lugar de acogida y partida, iu", .ripi. l" *ir*lir*,ár'ür. .lfondo oscuro; todo él i, .no.g*,

"rJ, fár.rnece allí en donde, conese decir orro, hace.ejercicios á;t;d;con Ia esperanza de áquelcambio de conciencia en los lrr*Ui"r. ej"más de ese hálito que ex_halan los poeras, «un alenrar .;;i.",,'il;. nuli.,lior"'1"..'1llro,un vienro, hay otros elemenros

"n .l .rtuiio a. riJalsg*;"#;.-sarrollar una cierra reflexión rour" lrr foriuilidades de una ántroro-logía espi ri ru al, como. el oinau dito ;;r'r;;;; ; ;;;iru * il' illir, _buir a la elaboración de una .rrérd;;l;rrgrrdo y a sus relacionescon Ia mística en el siglo xx.

Como un baio continuo, en la lectura de Heidegger apreciamosla reflexión .r, tárro 1tr,r^ñ+;;;;";.r, mucho más que con-ceptos, de "fir¡d¿mento (irund), y "rUi*o (Ab-;r"";t;;i;;"-ción existenre enrre ambas ,r-irrri"rl'*7g.n", d. Ia noche y la pe_nuria. Aunque ya en su obra mar[; ¡rrr';i;;2";:r;.ffi# ilir,puesro en relación ambos términtsle, el tÁa a.lr',.frrJ"ñ1rrr;;n(Gründung)" iba a ser objeto a" ,r.*iár'"n .r gro"ro manuscriroempezado en 1936 v coniinuado.r.l; Irrgo d.;fi;;;;idr,,,ir.publicado póstumamenre con el tírulo A,r;nag, zur philosophie (VomEreignis), sin duda er rexro más crípticá áLr-ril¿roro. La reración en-tre ambos términos Darece más práxim

^ ^'un^lOsi", d" ir;;rgr,que dialécdcr, .o,no vemo_s en ei siguient. prrrr*i.nto: .EI funda-mento necesira el abismo (Der Gruná brn "it

den Ab_gánd»J. ;;.no sería hasta su curso de tgss-tiie, foilfi.rao con el útulo Laproposición.del fundamento (Der Satz rlil-érund¡, en donde de unarorma exptícira piensa aqueria r"rr.iár1i ; .o*¿;;;;;.l" #t."alemana. Al igua) qo":l.r ."rri.,.ur.-'ü;i., ranro en el orden de

ff ;,',:l';:ffi"'lii!f ,x-J?[,ifÍ""',-,,íl*i:ilTXHIrencia por el tipo de enunciado. .*3 ,¿J normanegativa de Ia pro-

t".ib. y d,Io-.._.ibido" t

.^ .4""j?:r:Ífl1"_::: Ienguaje, qu. Uián podría decirse pneumáti_

19, H. Feick, Index zu H3ideSSers osein und Zeit». cit., «Grund,, p. 42.20. M. Heidegger, Beitrap3 ,i, rn;l"i.plii1éZ:rk**soUr65), Vittorio Klos-t.rT1"r,-F_.T¡furt a. M., t9Sl, p. 3gI. --r'-'- \"ve'"

20031¿#;?."i:'ff:1,5;Jr1'.";:\:r,v;:'{Wncia (1e20-1e63), síntesis, Madrid,

AMADOR VEGA

254 255

ExpERtENclA MlsrlcA Y ExPERIENcIA EsrÉTlcA EN LA MoDERNIDAD

posición habla más claramenre que la afirmativa"22. El carácter in-

iudablemente paradójico de sus pensamientos le lleva a utilizar en

el curso de su áxposiiión, la imagen del círculo, como ya habíamos

visto a propósito de Rilke:

Aquí hay algo que da vueltas dentro de sí' Aquí hay algo que, sin en-

cláustrarse,-echa el cerrojo sobre sus puertas y al mismo tiempo lo

descorre. Áquí hay un anillo, un anillo viviente, una cosa.similar a

una serpienti' Aquí, algo prendido a su propio extremo se inicia a sí

mismo. Aquí hay u, iniciá que es ya un acabamientoz3'

La imagen del ouroboro.s señala el movimiento de la reflexión

que Heideg-ger pretende llevar en círculo, pero no es hasta la lección

ü .randoá lenguaje de los mlsticos acude en su ayuda'-Pregun-

tándose por la lazón del fundamento concluye que "nada es. sin

fundamentor, de la misma manera que onada es sin porqu é" ' El fa-

moso díctico del místico barroco Angelus silesius, ula rosa es sin

porqué; florece porque florece,, condoce a Heidegger a calibrar la

i.giti*ía"a filosófic; de tales expresiones: ula frase citada del sin

pJrqué proviene de una fuente de peso. Pero, al punto, se nosobje-

i"ra'-di."- que esa fuente no deja de ser sino mlstica y poesía. La

una tiene tan poca parte en el pensar como la otra. ciertamente, no

la tendrá ,n ál p"it r, peto quizá la tenga antes del pensar'24' De

nuevo aquf, como en la confere¡sl¿ «'§tras ist Metaphysik?" (1929), se

pon. "n

.olstión el sistema y el modo de comprensión del entendi-

miento y su estructurul1gicaen el lenguaje. Los dos tipos de porqué

mantienen, en la corta distancia que los separa, una diferencia nada

desdeñablá: .Porgué es la palabra paralapreguntapor el fuhdamen-

to [...] El porquébusca el fundamento». Se trata de una afirmación

y rt, t.g".iOn de lo mismo: el fundamento. A-pesar de la evidente

dific,rltaá d. h reflexión, Heidegger se admira de Io asombrosamen-

te clara y concisa qu. "t

la místlia, a la que, dice, nle convienen la

22. M. Heideeeer, La Propgsieióu del fundqrylÚe;!¡ad' de F Duque-y J' Pérez

¿" frJ.l@171Der Satz uoru Grzzd, Neske, Pfu-

lhngen,1692,p. i8; véase también M. Heidegg.t y K'-Jaspers, C,orrespondencia, cit't..y puesto que yo me ocupo mucho con el próblema de la negatividad, tengo aqul la

-.io, o."rión áe estudiar qué aspecto tiené st ¡6,i (Carta de 2 de diciembre de 1926,

pp. 56-57)." 23. M, Heidegger, La ptoposiciót del fundatnento, cit', p' 40; Der Satz uom

Grund, cit., p,31.24. Ibid.,pp.72169.

Page 6: 10. Experiencia mística_(A. Vega)

AMADOR VSGA

nitidez.y la profundidad exrremas der pensar [...] El Maestro Eckharrda testimonio de esa verdadr2s. No es la primera vez que Heideggerse dejaba fascinar no sólo por er lenguaje de los místicor, .o-8i"recordado Edith Stein a propósito á. o, p*r"o realizaáo ¡onto ,flgidegger y al maesrro Hussárl el 8 de junio de tgfi; Áliiirr*rlhabría visto en el esrudio fenomenológico de la vida ¿. r.r Jrri*,la posibilidad de liberar los orígenes re"rigiosos de las teoriza.irr;;yde la violencia de los principio*s doctrinários d" h aog*ári.d;.ó.hecho, como sabemos po. i, .orr"rporrdencia *r.,táid" dorrrrt.largos periodos de su vjáa. con Karl Jáspers, a Heideggeii;r;;;;_ñó ya desde el año 1,91,0l,a lectura d" lo, §..*onrr"á. B.khrrt,?quien recordabala doble_vocación de su pensamiento, como L'ere-meister y LebemeistePT.

_Desde muy joven er pensadoi J" i" sd",Negra tenfa consciencia de estar siuaáo, ,.rp..io de la tradición-oc-cidental, ofuera de la teología y, por r"ito, , la vez fueraá; h;;-tafísica"2', si bien es cierro (u"-uno de los motivo, prin.ipri.;;r;pensamiento, Ia reflexión en torno al fundamento' (Gruid), se viosiempre expresado en un lenguaje místico-metafísico,'en;iri;ñ. ;"

Para entender esta.relaciOn t ry-q@_ral en la universidad de Friburgo'ai Dzg (was ist u*inipii¡El,en donde explícitamenre.se preguntr, "tqui pi,;;;;\'; r;.'Á;;i.:'iLt_::1:f ::"era de hablar, {."rdi ,"ár)"rr:p"* H"ld.ssr;; ;;;

25. Ibid., pp. 73/71.26' E' stei¡, Kreuzeswissenschaft,.studie über Johannes uom Kreuz, en Gesam-tausgabe 18, Herder, Freiburg Br.Aasel/§lien, ZOO¡, pp. *ii"iil,

" ^ .17. Y_H"idegger y K. Jaspers, Conespánden"ii,'.i,. 1c"rr" de 12 deagosto de1,949, p. 1,47).28. lbid. (Carta de 5 de julio de 1949,p. I41).?9,* Y..-!.id:gger, éeué es metafísicai,'tad,. ie X. Zubiri, Cruz del Sur, Santia-go de Chile/Madrid, 1963, p,26:,ola'nada., *a, o.ilin ria que el ""1 g* i;;;;;-ción,; p-. 44: nla negación se funda en er no, qr. *.?'i.l antnadr. ¿á üIJ""i".r.pp.20-21,30. Ibid., p.29.3 1. ula angustia hace patente la nada, (ibid., p, 33),

256 257

IExpERtENctA MIsrtcA Y ExPERIENcIA EsrETlcA EN LA MoDERNIDAD

ún estar sosteniéndose, en la existencier. deffro.de-laJada"-Con es-

tas disquisiciones Heidegger no quiere invertir siempre los princi-pios de la metafísica y el principio de no contradicción de la lógica

áccidental33, sino pbner de manifiesto que la pregunta acerca de la

nada funciona como principio filosófico de admiración, que se sitúa

en el fondo de la existencia.No son tanto las semejanzas del lenguaje de Heidegger con el

vocabulario mlstico, y de modo muy espgcial con el Maestro Eck-

hart, lo que nos ocupa aquí como la experiencia que da nacimiento

a este lenguaje sorprendente en el siglo xx. Si bien es cierto que a

Heidegger le preocupa la cosificación del pensamiento hasta el ex-

tremo de explicar la sentencia nietzscheana de "la muerte de Dios"como el slntoma del final de la metaflsica y, por tanto, de la filoso-fía especulativa y de la teología, no es menos cierto que una clara

tendencia nihilista del lenguaje teológico-metaflsico de Eckhart res-

ponde a una necesidad por evitar toda idolatría rcferida a la divini-áad. éSe trata verdaderamente de la experiencia del pensar (Erfah'

rung des Denkens) que conduce a la nada como fundamento sobre

el que se sostiene nuestra existencia de una experiencia tan radical

como la de los mlsticos, que como Eckhart inauguraron con su len-

guaje en Europa las vfas para una comprensión moderna de la reli-gión, o por el contrario todo el discurso del filósofo no es más que

una misiificación que conduce a una santidad demoníaca, como ad-

virtió Martin Buber3a? éCuál puede ser el criterio de diferenciación

de los discursos sobre la indiferenciación?Las profundas-semejanzas entr.e . amhos filósofos alemanes fue-

ron pueslas en evidencia por Nishitani Keiji, uno de los tres grandes

filósofos de la Escuela de Kioto, en su obra La religión y la nada, etdonde, de un modo realm-ente sorprendente, se llamaba la atenciónsobre los presupuestos unihilistas" del cristianismo evangélico: Ia ne-

gación del rnundo y de sl mismo, asl como la concepción de la vidaá través de la muerte3s. Para Nishitani el verdadero significado de

32. lbid., p.39.33, "Al quebrantar asl el podet del entendimiento en esta cuestión acerca de la

nada y del s.r, he-os decidido, al mismo tiempo, la suerte de la soberanla de la ló-gica dentro de la filosoffa. La idea misma de la lógica se disuelve en el torbellino de

un interrogante más radical,, (ibid., p' 451.

34. M. Bube4 Eclipse de Dios, México, 1995.35, A. Vega, "Ul¡ich: en torno a herolsmo y santidad", cit., pp. 50 ss.

Page 7: 10. Experiencia mística_(A. Vega)

AMADOR VEGA

estas ideas se pierde en el pensamiento occidental, si exceptuamos alMaestro Eckhart y Nietzsche. Desde Ia perspectiva eckhartiana serála experiencia kenótica, representada por la figura evangélica de la«tumb,a vacíarr, la que estarfa más próxima, a pesar de las importan-tes diferencias, con la experiencia budista del vacío y la nada (sun-

ascético del pensarniento, elimlnar todas las imágenes v_!eq¿_iributosque tenemos asociades a la divinidad. p!ro Js[a proc_esg es,pjlraleloaL sujeto que se abisma e_n el fondo insondahle nara uniÁi]nona-dado ya, con la nada de_ Dios. Se rrara de un proceso de aniquila-ción, o de anonadamiento, de dos abismos; en palabras de Eckhart:nAquí el fondo de Dios es mi fondo, y mi fondo es el fondo de Dios[...] Desde ese fondo interior debes hacer rodas rus obras, sin por-quérr. Con,^ri^^.nt" u*)6gir qlutrbur"a_"| prin"ipir* rotió,fir,

Que la del maestro de la Selva Negra sea una osacralidad sin san,tidad, o una sacralidad que habita sólo los rastros y que no arcanzarodivino es algo que no me parece en nada alejado de la visión del maes-tro en teología, por ejemplo en su poema oGranum sinapisr3T, en don-de para referirse a la divinidad qui habita el fondo, Eckhart dice,

36, "La inrerio¡idad del espacio interno del mundo nos libera lo abie*o, (ieuées metafkica?, p,279),

. .37. -Maesuo Eckhart, El fruto de la nada, ed. y tad. de A, Vega, Siruela, Ma_

drid,42003, p, 742.

zar ell

zar un yo más elemental. La bas_e+_arajsfe yo auténtico es pl yací«ro

258 259

Si vas sin caminopor la senda estrecha,alcanzarás la huella del desierto.

iOh alma mía,sal fuera, Dios entra!Hunde todo mi ser

en la nada de Dios.Húndete en el caudal sin fondo.

Hay una clara prevención tanto en Eckhart como en Heidegger

ante cualquier tipode confusión entre los planos de lo humano y lo

divino. Bn ambos el lenguaje cumple, a través de sus atrevidas imá-

genes (metáforas), una función ascética que despeia el horizonte es-

iatológico en el que el hombre se adentra como en la noche oscu-

ra. Haita qué punio nla experiencia del pensamiento' de ese fondo,

que en Héidegger también es centro, contiene los elementos Pro-pios de la expeiiencia místico-religiosa es algo que debería aportar

algo de luz aierca de una sacralidad no santa, es decir, sin salud, sin

redención.En el comentario a Rilke hay elementos suficientes para situar el

lenguaje que, voluntariamente, ha sido despojado de toda intención

dofmáticá (teológica) y neetaflsica, junto al del Maestro Eckhart, sin

neáesidad d" t".r"r qré bor""r un criterio de santidad fundado sobre

la experiencia, lo cüal resultaría del todo sin sentido dada la impo-

sibiliiad de válorar experiencias en lugar de lenguajes. Al referirse

al tiempo que ha dado Lomienzo con la larga noche del mundo, dice

Heidegger:

Los tiempos no son sólo de penuria porque haya muerto Dios,.sino

porque los mortales ni siquilra conócet bien-su propia mortalidad

,ri .rtan capacitados para ello [...] El misterio del sufrimiento perma-

nece veladb' No se ha aprendido el amor I'HzY ZaO'

En cierto modo, podrla invocarse aquí el "principio prometeico

(das Prometeus Prinzip)"38 de una filosofía de la muerte, emparenta-

á, "o¡

la cultura romántica alemana, pero respecto del nsufrimien-

to» y la consiguiente afirmación sobre el amor, cabe hacer alguna

consideración-particular. La pobreza del tiempo se explica por el

I 3g. H, U, von Balthasar, .,Apokalypse der deutschen §gsls», en Studien zu einer

Lehre uon letztenhaltungen l: Der deutsche ldealisrnts, Salzburg, 1937'

ExPERIENCIA MISTICA Y EXPERIENCIA ESTÉTICA EN LA MODERNIDAD

Page 8: 10. Experiencia mística_(A. Vega)

ocultamiento del dolor, la muerte y er amor. Hay motivos suficien-

:::-!1li lensar,gue este.sufrimienro procedente áe la noche, y .or_

ducente a un abismo sobre el que fundar la existencia, ,"rpord. ,

reservad

AMADOR VEGA

:,rl ::,Tl*nsión del misterio de. la_ experiencia de Io ;gr"á;; ;;o:] ::::: principal no reside, yr to h.áo, át.f., ;i";.ñü;#las imágenes, sino .n t"

"ohrr.".t á;id;;;;;"*,#'r.#:aquellas imágenes. No es su uso arbitariio, en la poesía o en la filo-sofía,- lo que convierte a éstas en lenguajá místicos; es más bien elmundo surgido en tornoa ellas. Aquí"lo p*fr"o ,, g;;^;;;;;;bsagrado en el mismo modo en qu" i'o es ei lengua¡e der cantar de ros

.so rcucrvaqe a r_Q§ lgnglraJes. religio§Qü Por supuesto Heidegger noelabora a partir de la Angst ,',llllff th eotoiU."_o i;;;?;;,alemanes y castellanos, pero en él el sufrimiento se muestra comoalgo ineludible en oel.sendero qo. ll"u, ,irUir*o,¡, t ;; ,*rt_do, de pronto, todas las irnágenes da ,o áir.urso: .pobreza)>¡ (<c!D-tror, .nocher, ufondo-fundamentor, .abismor, hallan * f"*ri ¡r"i"a aquellas de la tradición mística cíisriana OiUri, qr.-r.r";;#i;,implicaciones de la fe como .noche d"l,"rtiáál-y ;;r;;;;:[;,que en- Heidegger no se,da), a.pesar de Ias prevenciones d.ip.nír_dor sobre el .si5¿sm, del caiolicismo,.

-'- r

. . Esahora quizás el mornento de retomar las parabras del escurtorAnish Kapoor y ver en qué medida un arrisra'd.i;;i"-*o;;;"

aportar claridad sobre el vacío ar que nos asomamos en la media no-;le_

aa munfg. pero, sobre todo int.r"o ,lur .o*prender cómo elcuscurso estétrco sobre Ias artes puede asumir, desde lo profano,aquello reservado al lenguaje religioso de lo sagrado. K"p;; h;i"_ba no del camino de pláton qo.ionao.. , f"i", ,álri'ri* d. ;,retorno a la oscuridad_del seno marerno a través d" L írcuiáJ¿.rplato azul, que, sin embargo, ll.r,, -o* iul* oUr"iáá;;;;;;;ceso de apertura»4,. nApértura, )¡ oobra ,u.ur, que nacen de un"arte interesado en alcanzar la unidadr, en virtud de l, .rpJ¿raque tienen los objetos de- abrir espacios semejantes

" l, .oi.i.r..iu

humana y de su necesidad de declarar alg; *Á que su pr"p;;;;;_tualidadal: «aperrura» que para HeideggJi froducía un «cambio de

39. E. Stein, Kreuzeswissenschaft. cit,. o.247.40. Catálogo de la exposició, ¿"1f, KJp*;, cit., p. zls.41. Ibid., p.245.

260 261

ExPERTENCIA MfSTICA Y EXPERIENCIA ESTETICA EN LA MODERNIDAD

concienciar. Aqul habría que preguntarse hasta qué punto esta aper-

tura creadora -de la obra nueva, de la conciencia nueva, etc'- es

entendida por el artista como una producción o fabricación o, por el

contrario, en la medida en que el artista se ha pronunciado sobre la

capacidad comunibativa de sus obietos, si la creación se sitúa en lo

"más arriesBado,: en el recibir y dar lo recibido (Hz§7 269). Si comoél mismo declara, su trabaio discurre sin objetivo final, entonces laobra sobrepasa todo significado particular. Sin forzar el lenguaje po-drlamos decir que aquf Kapoor pretende un trabajo, una obra, "sinporqué», evitando así cualquier significado o asociación con lo su-

blime. Para Kapoor, en el siglo xxt la narratividad todavfa juega unpapel decisivo, lo cual no implica una continuidad lineal con la his-

toria. El Maestro Eckhart es relevante para el artista no porque se

vea a sí mismo en línea con la tradición mística cristiana, sino por-que hay una continuidad que atraviesa l¿ "psicobiografía" como his-toria individual; quizás por esta razón sus esculturas son obietos que

sólo pueden ser contemplados frontalmente: un negativo del yo que

se asoma al vacío en el interior de estas , *p^n^í ^rules.

Ei urcío'lcr.eadp-es un.esp.asio*ds."ftansfornraciéa".de, la-cor'eiercia individu,l' il

,i'a confrontacién @aciode*posibleq-e[- i

cl¿§¡JJssjg-:rmilpádo»-§an*el sf,orrdode"Dios:r,. en*p"alabras-de3ck-hart. que muestran aquella neeesidad de.la^que-hahlahafieidr¿ger '

e" tos Beitn¡ge z,ur phtloqo.phiet §-s¡§cp¡ldhta:¿shl.dsn Ahgsuá.Veamos, sin embargo, algo más sobre esta concepción del espa-

cio vacfo a propósito de su obra The Healing of St. Thomas (La cu'ración de santo TomtÍs)azt una herida abierta en rojo sobre un fondode pared blanco. En las representaciones del arte occidental la heri-

da de Cristo en el costado señala el final de la vida corporal y el co-

mienzo de la vida sobrenatural; para el creyente, además de ser unaimagen devocional de la pasión y muerte de Jesucristo, es tambiénun slmbolo de la fe en la resurrección: Ia llaga abierta es la puerta

de entrada para quien inicia Ia vía de la i'mitatio Christi: una entra-da al desiertoy ala noche, 1o que Eckhart llamaDurchbrucbrbre'cha, traspaso o travesía a un nuevo modo de ser. El aspecto transicio-nal de este espacio vaclo, que hace posible el cambio de conciencia,

viene aquí a recordarnos la permanencia del elemento narrativo en el

a*e (resident narratiuel, en virtud de una doble resonancia visual y

escriturísticaa3. En efecto, la iconografía mística medieval ya mostró

42, Catálogo de la exposición Anish Kapoor, cit', p. 34.43. Ibid., p.37.

Page 9: 10. Experiencia mística_(A. Vega)

este motivo como una representación exenta del cuerpo de Cristo gpor tanto, como claro motivo de meditación. Ya en época más re-ciente habría que ir a busear los precedentes de la herida de Kapooren la pintura metafísica de Lucio Fontana44, en donde los coftés enla tela son el resultado de una concepción espacialista en la que elvaclo es un lugar intersticial.gar de transiciónas, como lo es la heride de C'isto en ta_rnedidp erl

+ue podamos enlcrrderla comqcllugar a partir del cualconl¿ertimosla duda de Tbmás en la fe de los apóstoles.

El modo en que las esculturas de este artista se sitúan en un pla-no narrativo, cuya significación alcanza los discursos sobre las expe-riencias radicales de la existencia, nos obliga a trataÍ de elaborar, amodo de conclusión, algunos principios hermenéuticos que nos per-mitan comprender el alcance de los lenguajes, sea en el ámbito delas artes, de la filosofía o de la religión. Pues en la medida en que di-chos discursos contribuyan a la formación de una imagen lo másuniversal posible de la realidad no están exentos de significaciónpara las acciones individuales de los hombres.

En un breve artlculo titulado nsignificación y representaciónra6Henri-Charles Puech, el'estudioso de las corrientes religiosas de latardo-antigüedad, sostenla que Ia tarea propia del filósofo de pro-porcionar la visión del mundo que tiene una época podía estar enmanos del artista; la pintura, en particular, estaría en una situaciónmás _avanzada que la metaflsica gracias a la mayor facilidad que tie-ne el pintor de expresar de una forma inmediata y global so percep-ción de las cosas:

La pintura moderna, desde el cubismo en adelante, pone Ia cuestiónfundamental de la representación, y esto en un modo tanto más cla-moroso en tanto que la pintura es justamente el ámbito en el que talcuestión parece que no debía plantearseaT.

44. "L9g largos y entreabiertos cortes de las pinturas en la última etapa, en otroartista, posiblemente sugeritlan un componenre sádico y una ralz surrealisia. En Fon-tana' no' Pues la pureza y la espiritualidad dominan enteramente sobre l¿ agresión yel cerebralismo, y ésta es, probablemente, la cualidad más honda que rige ,r.-rrt , t.nlegyo y metaflsico, (}.-E. Cirlot, Lucio Fontana, Gusravo Gili, ilarcjona,1966, p.14 (ilustración nP 37).

45. ,trhe void is not silent. I have always thought of it more and more as a tran-sitional space, an in- between, (Catálogo de la expósición Anish Kapoor, cit., p. 35).

46. Le Minotaure ll (1934), p, 54.47 , Ahon en H,-Ch. Puech, sa I manicbeismo e ahri saggi,Einaudi, Torino, 1995,

p.459.

262 263

IExpERtENclA MlsrlcA Y ExPERIENc¡A EsrETlcA EN LA MoDERNIDAD

i, á" f, ,epresertación y sus diversas crisis a lo largo de fa

hi¡to1i,1

de la cultura.

El juicio de Puech hay que entenderlo en plena efervescencia de

fm áísort¿ias artfsticas europeas y en !u relación con el descubri-

ii"rrro?" las culruras primitivas. Piobablemente el arte haya sido.en

;f;Ei; xx el discurro qo* mayor cargo se ha hecho de la realidad

h;;" en sus diversas expr"rion"t; y, por esta raz6r,, quizás ha sa-

bido también crear morfologfas para poder penetrar en los misterios

á;1;ñ; h;mana o del Heízraim cán el que Heidegger definía e1

-o"do de la interioridad como refugio de lo sagrado'.Ciertamente

las artes han puesto al descubierto, de forma continua'la, ,el ,P.robt:-

ñEp.ñiü" .ttti." "n. "l.*o+do--ued-eulp'

Ciertamente, para;I;ñdioso de los fenómenos místicos los

textos áe fa tr"d'i.iOtt literaria se presentan como un material único

.rr-rr,"0"" debaniat los criterioi que puedan hacer la descripción

á" i* ""p"tiencias

reveladas, es decir, ocultas y.manifiestas'.en sus

lenguajes. Ya desde tiempos de la exégesis aleiandrina,-la escrttura de

i;;;fíi.", ha sabido sLrlayrr las máyores dificultades con la doc-

trina recurriendo a las sutilezas de las imágenes poéticas. y a sus re-

cursos voluntariamente paradóiicos' Pero en tiempos de penuria'

ri*ui""¿" la expresión dé Utildárfin, la poesía moderna no ha nece-

##;;;;.i.1-ü t.nri¿n entre imagen y represenración,_hasta el

punto d" que un Poeta como Paul Celan, en su discurso de Bremen''nrltrsrdl;po, l" supresión de toda metáforu' Los peligros.propios

átf *o"n¿o ,"ligioro,-.omo la idolatría, pueden Parecer ya faltos de

;ñft*J;. I íit .íu"tgo, hay una. fuirte tendencia, tanto er la

ñ;il;;;" en las art.si "*pi.r"r

las vías de la creación desde lo'o,r. oodri"*os llamar uá,

"rtÉti., apofática. El carácter ascético de

i* tángor¡"s de la abstracción, pero también de aquellos que' aun

siendo ?gú.ativos, quieren coniurar el carácter meramente ilustrati-

;; á;1" ápr"r.ntá"ión, muestra la necesidad del artista por desarro-

4I

I

I