130329 Cevico Navero

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Monte Girón hace de pulmón del Cerrato en torno a Cevico Navero [P2] Bosques, cuevas y encinas centenarias La capital del Bierzo se vuelve rockera MÚSICA Screamin’ Targets abren el Freakland Festival de Ponferrada [P11] Mike Newell se suma a la moda de los clásicos CINE El realizador lleva a la gran pantalla a Charles Dickens con ‘Grandes esperanzas’ [P7] Cevico Navero visto desde la encina conocida como La Mata Redonda, a la que se le calculan unos 800 años. :: JAVIER PRIETO GPS GUÍA PARA SALIR Viernes 29.03.13

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Monte Girón hace depulmón del Cerrato entorno a Cevico Navero [P2]

Bosques, cuevas yencinas centenarias

La capitaldel Bierzo sevuelve rockera

MÚSICA

Screamin’ Targetsabren el FreaklandFestival dePonferrada [P11]

Mike Newell sesuma a la modade los clásicos

CINE

El realizador lleva a lagran pantalla a CharlesDickens con ‘Grandesesperanzas’ [P7]

Cevico Navero visto desde la encina conocida como La Mata Redonda, a la que se le calculan unos 800 años. :: JAVIER PRIETO

GPSGUÍA PARA SALIR

Viernes29.03.13

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El monte Girón es una exten-sa mancha de bosque medite-rráneo, testimonio de los bos-ques que antaño cubrieron unpaisaje que hoy vemos ralo ytan plano como un plato so-pero puesto boca abajo. Sonlos páramos del Cerrato cas-tellano, llanuras pedregosas alas que arrancaron sus árbolesde cuajo en el tránsito de lossiglos XVIII y XIX para hin-carles, con ganas, el arado.

Es con las primeras desa-

mortizaciones, a finales delsiglo XVIII, cuando, con la ideade repartir mejor una riquezaque rendía, sobre todo, en unaspocas manos, comienzan a di-vidirse los montes, parcelán-dolos en trozos que posterior-mente salían a subasta con elfin principal de roturarlos parael cultivo. Con este sistema,lo que antaño fueron compac-tas manchas de encinas y que-jigos comenzaron a mermarnotablemente.

Al llegar las desamortiza-ciones del siglo XIX cientosde hectáreas de bosque medi-terráneo, hasta entonces lavegetación predominante enla superficie plana de esos pá-ramos, pasó a manos particu-lares para ser roturadas y losextensos bosques del Cerratopasaron a figurar sobre el pai-saje como manchas forestalesaisladas, roídas en sus bordespor unos campos de cerealsiempre amenazando con

abarcar más y más terreno.Por unas u otras razones,

algunos de aquellos bosqueslograron salvar un mayor nú-mero de hectáreas al ansia ro-turador y llegar hasta noso-tros destacando sobre el res-to del entorno, tanto por sudensidad vegetal como por suextensión. Hay ejemplos demontes notables en torno aDueñas o Torquemada, porejemplo. El monte Girón, a unpar de zancadas de Cevico Na-

vero, es otro de ellos. Por con-traste con los campos de ce-real que los rodean, estos bos-ques son también refugio parauna variopinta comunidadfaunística que en su interiorlogra pasar mucho más inad-vertida que a campo pelado.

Todos estos alicientes, mássaber que el paseo está reco-mendado como un itinerariode especial interés ornitoló-gico, anima a quien se intere-sa por conocer uno de estostrozos supervivientes de lasmasas forestales de antaño.Este, en concreto, el monteGirón, formó parte de unamasa mucho más amplia quetiene su continuidad con losmontes del valle de Los Alfo-ces, Montemayor, Monte deAntigüedad, El Verdugal y Val-verde. El valor medioambien-tal que atesoran todos estosauténticos pulmones y la im-portancia de su conservaciónhace que estén incluidos den-tro de la Red Natura 2000,como Lugares de Interés Co-munitario ‘Valles del Cerra-to’.

El paseo, sencillo, agrada-ble y cargado de los ali-cientes mencionados,

Pulmón del CerratoMonte Girón, un paseo de pájaros y encinas en tornoa la localidad palentina de Cevico Navero

RUTAS CON ENCANTOMONTE GIRÓN

Una de las viviendas rupestres de la Cuesta de la Horca, en Cevico Navero. :: REPORTAJE GRÁFICO DE JAVIER PRIETO GALLEGO

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JAVIERPRIETO

PLANES Viernes 29.03.13EL NORTE DE CASTILLAGPS2

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arranca en la salida deCevico Navero en di-

rección a Baltanás. Por la de-recha, al acabar las casas, seabre el camino del valle delPrado del Henar, que va a co-rrer paralelo al arroyo Made-rón los primeros kilómetros.Es una buena oportunidadpara observar que una de lascaracterísticas orográficas deesta comarca es, precisamen-te, el dibujo de estrechos va-lles, delimitados por empina-das pendientes, realizados porarroyos aparentemente hu-mildes, como este. Son «losbarcos» las «naves» del paisa-je castellano, depresiones lon-gitudinales del terreno que,como en este caso, parecen in-cluso haber otorgado apellidoal pueblo.

Transcurrido el primer ki-lómetro se localiza un desvíoa la izquierda –que atraviesael arroyo– y otro por la dere-cha, que tampoco se coge.Mientras el valle se estrecha,las ruinas del monasterio deSan Pelayo, en alto sobre la la-dera izquierda del valle, se ha-cen más evidentes: resulta im-posible no ver las grúas conlas que se están acondicionan-

do estas ruinas para acoger enellas la sede de la FundaciónSiro. Fue uno de los monaste-rios más antiguos de todo elCerrato y su existencia ya estádocumentada en el siglo X.Aunque parece que fue fun-dado por benedictinos, másadelante se constituyó comouna filial premostratense delmonasterio burgalés de La Vid.La desamortización, de nue-

vo, puso punto final a su his-toria y dio sus piedras a la ra-piña. Por el siguiente puente-cillo que se vea cruzar el arro-yo es posible coger la trochaque acerca hasta ese lugar.

Pero el paseo prosigue sinabandonar el borde derecho

de las tierras de labor duran-te 2 km más desde ese puen-tecillo, hasta alcanzar un pa-nel explicativo dedicado al ra-bilargo como especie propiciaa los avistamientos en estazona. Es también el momen-to de dejar el fondo del valle

y acometer la corta pero em-pinada cuesta que aúpa hastalo alto del páramo. El paseopenetra entonces en el cora-zón de esta masa boscosa quehemos venido rodeando porabajo.

El carácter pedregoso delsuelo resulta evidente. Tam-bién el rumbo a seguir por elinterior del monte, pespun-teado de señales blanquiver-des cada pocos metros. A fal-ta de un camino que se vea so-bre el suelo se ha desbrozadola vegetación, formando unpasillo entre el matorral de en-cina. En unos 300 metros sesale a la linde de una tierra paracaminar por ella y se continúaen esa dirección hasta salir,1,2 km después, a una pistamás ancha que se toma a man-derecha. Trescientos metrosmás adelante surge de nuevoun desvío a la derecha que,tras pasar por el medio de unoscampos, devuelve hacia el in-terior del bosque. Ignorandoun desvío que surge a la dere-cha 2 km después, el paseo lle-ga, 500 metros más adelante,

de nuevo al borde del páramo.El camino de bajada al puebloes evidente.

Pero si alguien se ha que-dado con ganas puede prose-guir, sin bajar aún, por el bor-de del páramo otros 600 me-tros más hasta alcanzar su jus-ta proa, la esquina afilada enla que confluyen los valles delarroyo Maderon, por el que seinició el paseo, y el de Los Al-foces, por el que se finaliza. Elfuerte desnivel con respectoal fondo del valle, donde que-da encajado Cevico Navero,ofrecía unas condiciones de-fensivas que fueron aprove-chadas para el asentamientode un castro celtibérico de laEdad del Bronce, 2.000 añosantes de Cristo, en el triángu-lo de tierra que se ve ahora ro-turada por un campo de labor.En el flanco que da continui-dad al páramo, el peor de de-fender, aún se distingue, bajola forma de un terraplén lon-gitudinal, los restos de su mu-ralla.

El asentamiento medievaldel pueblo, en esta confluen-cia de valles, se rastrea en lasdos puertas que han sobrevi-vido de su muralla, la puertadel Arco Norte y la de las Eras.También se distingue en lashechuras románicas de su igle-sia, que evidencia, sobre todoen su portada. En el interiordel templo hay que destacarla laboriosidad de sus arteso-nados.

Y un par de apuntes más.Sobre las laderas de la Cuestade la Horca, Cevico albergó unpuñado de viviendas rupes-tres que estuvieron habitadashasta los años 60 del siglo XX.La calle de los Torreros aúpahasta el mesón del mismonombre, que aprovecha, casiintacto, el interior de variasde estas viviendas. Abre los fi-nes de semana. Si está cerra-do, es posible asomarse al in-terior de una de ellas, en el re-llano del mirador contiguo. Elyeso es la materia prima de esamontaña y el material que sehoradó para dar forma a pare-des, techos y suelo conforman-do un reducido habitáculo,casi minúsculo, en el que loscristales de yeso afloran portodas partes como un gotelésalvaje, sin que falten sus per-tinentes divisiones de cocinay alcobas, y en el que impac-ta imaginar el desenvolvi-miento de la vida familiar.

La otra recomendación esel paseo, también en cuesta,hasta la Mata Redonda, año-sa encina que desde hace másde 800 años preside los traji-nes de Cevico Navero desdelo más alto de la Cuesta de lasBodegas.� [email protected]

Videorreportaje enelnortedecastilla.es

Otra vivienda rupestre de la Cuesta de la Horca.

Vista panorámica delcaserío de Cevico Naveroy, a la derecha, la fuenterealizada por JerónimoArroyo en 1911, enla misma localidad.

Detalle de una casa de la calle Real de Cevico Navero.

GUÍA

�En marcha. Cevico Nave-ro se localiza en la CL-619que une Aranda de Duerocon Magaz de Pisuerga.

�El paseo. El paseo pro-puesto «Arroyo Maderón-Monte Girón» forma partede los itinerario ornitológi-cos propuestos desde la webwww.birdwatchingins-pain.com del proyecto Tri-no, donde puede descargar-se un mapa y más informa-ción. Está muy bien señali-zado con balizas blanquiver-des. Sus 10 kilómetros de fá-cil trote pueden hacerse enunas 3 horas y media.

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Viernes 29.03.13EL NORTE DE CASTILLA PLANES 3GPS

Cevico Navero

CL-619

CL-619

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