14- Los Montoneros Del Barrio - Lissandrello

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201 Reseñas Sin novedades en el frente Guido Lissandrello Reseña de Salcedo, Javier: Los montoneros del barrio, EDUNTREF, Buenos Aires, 2011. CEICS A fines del año pasado, la editorial de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) editó la tesis de maestría y de doctorado de Javier Salcedo, bajo el título de Los montoneros del barrio, dentro de la colección “Estudios de Historia del Peronismo” que dirige Samuel Amaral. Un estudio de caso “que pretende reflejar las formas de inser- ción de masas de la Organización Montoneros en el conurbano bonae- rense […] focalizado en el distrito de Moreno.” (p. 9). A partir de él, el autor pretende explicar la contradicción intrínseca que habría existi- do entre una conducción marxista leninista y sus bases peronistas. En tal sentido, intenta “esclarecer las razones que llevaron a un grupo de jóvenes, obreros en su mayoría, y a otros militantes peronistas de una generación anterior, a sumarse a una organización guerrillera que no surgía del peronismo, sino que lo adoptaba como identidad política.” (p. 17). De este modo, la militancia barrial de Montoneros tiene como obje- tivo discutir dos cuestiones fundamentales: la estrategia y el programa que desarrolló dicha organización. Sin embargo, la investigación pre- sentada está cargada de lugares comunes y prejuicios y un déficit meto- dológico serio, que impiden un acercamiento al conocimiento real del programa y de la estrategia de Montoneros. ¿Marxismo revolucionario o reformismo peronista? En lo primeros capítulos (2, 3 y 4), el autor se detiene en el surgi- miento del núcleo montonero en Moreno, constituido sobre la base de

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Investigaciones Sociales

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    Reseas

    Sin novedades en el frente

    Guido Lissandrello

    Resea de Salcedo, Javier: Los montoneros del barrio, EDUNTREF, Buenos Aires, 2011.

    CEICS

    A fines del ao pasado, la editorial de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) edit la tesis de maestra y de doctorado de Javier Salcedo, bajo el ttulo de Los montoneros del barrio, dentro de la coleccin Estudios de Historia del Peronismo que dirige Samuel Amaral. Un estudio de caso que pretende reflejar las formas de inser-cin de masas de la Organizacin Montoneros en el conurbano bonae-rense [] focalizado en el distrito de Moreno. (p. 9). A partir de l, el autor pretende explicar la contradiccin intrnseca que habra existi-do entre una conduccin marxista leninista y sus bases peronistas. En tal sentido, intenta esclarecer las razones que llevaron a un grupo de jvenes, obreros en su mayora, y a otros militantes peronistas de una generacin anterior, a sumarse a una organizacin guerrillera que no surga del peronismo, sino que lo adoptaba como identidad poltica. (p. 17).

    De este modo, la militancia barrial de Montoneros tiene como obje-tivo discutir dos cuestiones fundamentales: la estrategia y el programa que desarroll dicha organizacin. Sin embargo, la investigacin pre-sentada est cargada de lugares comunes y prejuicios y un dficit meto-dolgico serio, que impiden un acercamiento al conocimiento real del programa y de la estrategia de Montoneros.

    Marxismo revolucionario o reformismo peronista?

    En lo primeros captulos (2, 3 y 4), el autor se detiene en el surgi-miento del ncleo montonero en Moreno, constituido sobre la base de

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    la militancia de la seccional regional de la Asociacin Obrera Textil (AOT), la Juventud Peronista de Combate (JPC), los jvenes revolu-cionarios, estudiantes o profesionales de clase media, y la Central de Operaciones de la Resistencia (COR).

    Luego, discute con una tesis muy arraigada en la historiografa, y que hoy en da ocupa un lugar importante en el sentido comn de la etapa: que las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), portando una naturaleza revolucionaria, habran arrastrado detrs de ese programa a Montoneros. Salcedo sostiene que el establecimiento de la construc-cin nacional del socialismo, con la supresin de la propiedad privada de los medios de produccin y la planificacin de la economa esta-ban en la tctica y la estrategia de la Conduccin de Montoneros des-de mucho antes de la fusin con FAR. (p.190). De este modo, habra portado un programa marxista-revolucionario que compartira, o por lo menos no discutira, con las FAR.

    El problema aqu es metodolgico. En efecto, la pregunta central en este punto es cmo se determina la naturaleza de un programa poltico? Salcedo la resuelve con la lectura de solo tres documentos orgnicos de Montoneros (Lnea poltico militar de 1971, Boletn interno n1 de 1973 y Charla de la Conduccin Nacional ante las agrupaciones de los Frentes de 1973) y entrevistas a ex militantes, que son privilegiadas por sobre los documentos. En primer trmino, se verifica un dficit documental grave en el caso de una organiza-cin de la que se conoce un importante acervo de fuentes de fcil acce-so para los investigadores. Tres documentos elegidos azarosamente no permiten la clarificacin del programa montonero. En segundo trmi-no, y ms importante an, la cuestin programtica no se resuelve solo en el plano prescriptivo, es decir, en lo que los propios sujetos dicen de si mismos. Toda investigacin requiere por parte del cientfico que la emprende, la reconstruccin de la unidad dialctica entre la pala-bra y la accin concreta de los sujetos. Dicho de otro modo, contrastar aquello que se dice con aquello que efectivamente se hace. En ese sen-tido, nada nos dice sobre el programa de Montoneros palabras como socialismo nacional o destruccin de la propiedad privada. La tarea del investigador radica en reconstruir lo que detrs de esas palabras se oculta, y ello solo se ve en el terreno de la prctica concreta. En tal sen-tido, el anlisis de los posicionamientos polticos de Montoneros y el desarrollo de su Juventud Trabajadora Peronista (frente sindical) ante el Pacto Social contradicen el carcter revolucionario.1

    1Sobre este punto no podemos extendernos por cuestiones de espacio en esta resea.

    Si bien faltan investigaciones concluyentes, no parece haber en la fusin FAR-Montoneros una hegemona programtica de la primera por sobre la segunda, esto no implica que ambas fuerzas hayan sido revolucionarias y que su fusin haya fortalecido ese programa.2

    Padre hay uno solo

    En el marco de la discusin en torno al carcter revolucionario de Montoneros, Salcedo seala que la organizacin buscaba disputar la conduccin del Movimiento Peronista a Pern, y que con este fin tra-z una alianza tctica y coyuntural para acercarse a su base peronista, hegemonizar a fracciones de la clase obrera y avanzar en la construc-cin del socialismo nacional. En este punto, hace suyos los argumen-tos esbozados en las rupturas de la Juventud Peronista Lealtad y de Soldados de Pern respecto de Montoneros en el barrio de Moreno, donde se pone en discusin la relacin Pern-Montoneros. En este sen-tido, define a Montoneros como una organizacin que practic el sus-tituismo, lo cual implica que el delegado [Montoneros] abandona, o no ha tenido ms all de las declamaciones, las ideas y anhelos [el pero-nismo] de quienes han dado la delegacin [la clase obrera]. Las cambia

    Sin embargo, es menester aclarar que Montoneros no enfrent al Pacto Social por su naturaleza, sino que intent establecer en l ciertas modificaciones que permi-tieran una alianza real entre clase obrera y burguesa nacional. Vase Lissandrello, Guido: Existi una izquierda peronista? Un anlisis de la Juventud Trabajadora Peronista, en El Aromo n 62, noviembre-diciembre de 2011. 2Investigaciones recientes han puesto en evidencia la adhesin de las FAR a posiciones cercanas al peronismo de izquierda, durante la dcada del 60. Asimismo, se verifi-c la coincidencia programtica entre el Partido Comunista (PC) y el Movimiento de Liberacin Nacional (MLN-Malena), en funcin de la lucha antimperialista, el nacionalismo de izquierda y la necesidad de la construccin de una alianza con fracciones de la burguesa nacional. Estos aspectos programticos se encontraran posteriormente en Montoneros. Sobre las FAR, vase de Gonzlez Canosa, Mora: En torno a los orgenes de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias). Una revi-sin de la escasa bibliografa sobre el tema y algunas lneas de anlisis para su inda-gacin, XI Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia, UNT, San Miguel de Tucumn, septiembre de 2007 y Los antecedentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Acerca del itinerario poltico ideolgico de uno de sus grupos fun-dadores, III Jornadas sobre la poltica en Buenos Aires en el siglo XX, CISH - Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educacin UNLP, La Plata, 28 y 29 de agosto de 2008; sobre el MLN Pacheco, Julieta: El MLN-MALENA y la construccin del progra-ma de liberacin nacional (1955-1969), tesis de Licenciatura en Historia, Facultad de Filosofa y Letras-UBA, defendida el 10 de agosto de 2010.

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    por otras [el socialismo nacional] pero sigue asumiendo la representa-cin delegado (p. 25).

    Sin embargo, una lectura atenta de los documentos y del accionar desplegado por Montoneros demuestra que la conduccin de Pern no fue puesta en discusin, sino que lo que se busc fue garantizar la hegemona de los trabajadores dentro del Movimiento Peronista. Y ese Movimiento requera como condicin sine qua non la presen-cia de la burguesa nacional y el liderazgo de su viejo conductor, que condensaba en su propia persona las fuerzas que movilizaran la Reconstruccin nacional (el famoso retorno al 45) en trnsito hacia la definitiva Liberacin Nacional. No se trat de ningn modo de un simple oportunismo o paracaidismo, sino que era una alianza conse-cuente con un programa poltico que asuma la existencia de potencial revolucionario en la fraccin nacional de la burguesa. En todo ese pro-ceso, Montoneros no se presentaba como direccin. Incluso an con la muerte de Pern, la propia organizacin vacil un tiempo, al punto de apoyar a Isabel, y termin formando su propio Movimiento Peronista Autntico (MPA), bajo el diagnstico de que el viejo Movimiento esta-ba totalmente copado por la burocracia vandorista y ya no representaba la esencia del peronismo. Durante toda la existencia de Montoneros, se mantuvo la idea directriz de llevar adelante las banderas del peronismo.

    Foquismo, militarismo e insercin de masas

    Salcedo se introduce tambin en el tema de la estrategia montone-ra. En este punto, el autor se mantiene preso del sentido comn y no hace ms que reproducir viejas caracterizaciones sin ningn sustento emprico.

    Su tesis central es que Montoneros era una organizacin militaris-ta que privilegi el frente militar por sobre el conjunto de frentes de superficie (JTP, JP, MVP, JUP, UES, Rama Femenina). Desde su pers-pectiva, al menos en su conduccin y [en] una parte importante de sus cuadros principales, todo era medido en un escenario de guerra. El militarismo fue, desde el inicio y no desde septiembre de 1974, una de las tres patas de Montoneros (p. 179). Asimismo, siendo una organiza-cin foquista, habra apelado a la utilizacin de hechos de propagan-da armada como continuidad del aramburazo en el mbito local, para ganar la simpata de los grupos a integrar o captar (p. 109). De este modo, la colocacin de una bomba casera (cao en el lenguaje de la poca) en las oficinas del supermercado Premar de Moreno, sera una prueba de esta prctica foquista. En este punto, equiparando foquismo

    y militarismo, Salcedo, reproduce los peores vicios de una lnea histo-riogrfica que tiende a ver en toda organizacin cuyos militantes por-tan armas, un foco, una guerrilla o una desviacin militarista. A partir de este presupuesto, sostiene que, preocupado por lo militar, Montoneros habra desestimado toda salida democrtica: el luche y vuelve se habra impulsado creyendo que la apertura democrtica nun-ca se concretara, las tomas del ao 73 habran sido destinadas a deses-tabilizar al gobierno de Cmpora (del que, vale recordar, Montoneros se asuma como parte) y la Conduccin Nacional no habra asumido cargos polticos porque desestimaba la participacin poltica. Con estos argumentos desorbitantes, concluye que Montoneros rechaz la parti-docracia liberal y que se gui bajo el criterio de Cuanto peor, mejor (sic). En segundo trmino, diluye la insercin de masas al atender solo a la cuestin militar o presuponer que por la va armada se nutran los frentes de masas.

    Vayamos por partes. La cuestin del foquismo, particularmente en Montoneros, es espinosa. En principio, requiere una correcta defini-cin. Entendemos bajo ese concepto una estrategia de acumulacin de poder poltico-militar a partir de un ncleo armado, que tiene como condiciones de posibilidad la existencia de sociedades con burgue-sas nacionales dbiles, una importante base campesina y un Estado incapaz de desplegar eficazmente su aparato represivo en la totalidad del terreno.3 En tal sentido, el ajusticiamiento de Aramburu parece-ra explicarse mejor bajo el concepto de terrorismo en el sentido clsi-co: donde el objetivo es la eliminacin individual de un miembro del rgimen para solucionar un problema poltico general.4 Vale recordar que el nombre de Aramburu sonaba como posibilidad ante la apertu-ra democrtica. Recin en el marco del recrudecimiento de la ofensiva represiva y de la agudizacin de la lucha interna del peronismo durante el 74 y el 75, Montoneros parecera adoptar una prctica foquista que se habra asumido como tctica vlida para ejercer presin en pos de una estrategia poltico-electoral. Esto nos lleva a plantear la necesidad

    3Sobre el concepto de foquismo vase Grenat, Stella: Armas y revolucin en la Argentina, Razn y Revolucin n 19, Ediciones ryr, Segundo Semestre de 2009, pp. 167-197; tambin puede verse el siguiente texto donde se analiza particularmente el caso cubano bajo la definicin de foquismo: Grenat, Stella: Una espada sin cabeza. Las FAL y la construccin del partido revolucionario en los 70, Ediciones RyR, Buenos Aires, 2010. 4Vase Trostky, Len: La posicin marxista acerca del terrorismo individual, en: http://www.marxists.org/espanol/trotsky/terrorismo.htm#1.

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    de estudiar cada accin militar en concreto, antes de avanzar en defi-niciones generales.

    En cuanto a la participacin electoral, Montoneros nunca la des-ech, sino que privilegi la campaa del luche y vuelve. Desarroll en el 73 una campaa de afiliacin masiva para institucionalizar el Movimiento Peronista y, en momentos tan lgidos de la lucha de clases como fue 1975, previendo una salida electoral, cre el Partido Peronista Autntico.5 En cuanto a los frentes de masas, estos jams tendieron a la militarizacin, sino que, por el contrario, gozaron de un impor-tante desarrollo. La JTP fue un fiel exponente de esta lnea dado que permitira garantizar la hegemona de los trabajadores en el conjunto del Movimiento (siempre bajo el liderazgo de Pern). Por medio de este frente, Montoneros gan presencia en gremios importantes como la UOM, la UOCRA, la UF, el SMATA y tantos otros, erigindose en una importante direccin de fracciones peronistas de la clase obre-ra que comenzaban a cuestionar a sus direcciones burocrticas, an sin romper con el reformismo.6 De hecho, en un momento tan tardo como 1975 la apuesta sindical fue redoblada con la creacin del Bloque Sindical del Peronismo Autntico, organismo de remplazo de la JTP en el marco del nuevo Movimiento Peronista Autntico.

    El cientfico ausente

    Como puede apreciarse, el trabajo de Salcedo dista de ser un aporte sustantivo a la historiografa de los 70. Si bien su investigacin apunta al esclarecimiento del programa y la estrategia de Montoneros, la reso-lucin de la misma es deficiente. Partiendo de una metodologa dbil, donde priman los testimonios orales por sobre los documentos escritos y donde est completamente ausente la contrastacin con el accionar concreto de la organizacin, el autor no hace ms que reproducir las ideas ms arraigadas en el sentido comn. Extrapolando un estudio de caso, acotado al barrio de Moreno, Montoneros es presentado como

    5La batalla poltico-electoral del Peronismo Autntico, en Evita Montonera n 3, marzo de 1975, pp. 18-21 y Conduccin Nacional: Ante la ms grave crisis de la historia argentina esta es la nica solucin, en Baschetti, Roberto: Documentos 1973-1976: De la ruptura al golpe, Volumen II, Buenos Aires, 1999, pp. 518-523.6Sobre la participacin preponderante de Montoneros en las Coordinadoras Interfabriles de Junio y Julio de 1975, que ponen en evidencia su grado de insercin en la clase obrera, vase: Lbbe, Hctor: La guerrilla fabril. Izquierda y clase obrera en la Coordinadora de Zona Norte del Gran Buenos Aires (1975 - 1976), Ediciones ryr, Buenos Aires, 2006.

    una organizacin revolucionaria marxista-leninista, que se instituye como vanguardia de la clase obrera y que, para avanzar en la construc-cin del socialismo nacional, se infiltra en el peronismo y enfrenta a su lder. Para ello, iniciara la construccin de un foco que, por medio de acciones armadas, permitira el despertar de la conciencia dormida de las masas. Los frentes de superficie, en ese marco, no tendran ms que una existencia testimonial o funcionaran como rganos de reclu-tamiento para el frente militar. No se presentan, sin embargo, argu-mentos empricos slidos que sostengan esas afirmaciones y, en conse-cuencia, se cae en la reproduccin de los peores prejuicios del sentido comn. De este modo, el principal error de Salcedo es caracterizar que Montoneros es una organizacin marxista, antidemocrtica, concen-trada en una prctica militar aislada de las masas. Se pierden de vista as los aspectos centrales de la experiencia montonera: el desarrollo de un programa reformista que aspiraba a la recuperacin de la democra-cia burguesa del 45, y el despliegue de una estrategia que contempla-ba tanto la prctica armada como la construccin de frentes de masas, apelando solo al foquismo como tctica coyuntural para presionar en pos de una salida democrtica.

    Recibido: 1/5/2012 Aceptado: 20/6/2012