15. la industria en españa. el proceso de industrialización y sus hitos más recientes. factores...
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TEMA 15: LA INDUSTRIA EN ESPAÑA. El proceso de industrialización y sus hitos más recientes.
Factores de la actividad industrial. Principales sectores industriales en la actualidad. Distribución
geográfica de la industria en España.
1. El proceso de industrialización en España y sus hitos más recientes
La Revolución Industrial se inició en España con retraso respecto a otros países europeos.
El proceso de industrialización se realiza en las siguientes etapas:
1.1. Los inicios de la industrialización (siglo XIX-1959):
1.1.1. El siglo XIX.
La industrialización española se inició con retraso con respecto a otros países de la Europa Occidental.
Hubo unos focos pioneros, concretamente en Andalucía, en Málaga, en el sector textil y siderúrgico,
pero fracasó por la competencia de otros centros fabriles como Cataluña y País Vasco.
A finales del S. XIX, los sectores industriales más destacados fueron el siderúrgico, en Vizcaya y el
textil, en Cataluña. Pero quizá el logro más importante fue el tendido ferroviario que se realizó, mayormente,
con capital extranjero que lo financió para explotar las minas de nuestro país.
La industria española creció al amparo de una política proteccionista demandada por la burguesía
catalana y vasca, para proteger sus industrias.
1.1.2. El despegue de la industria (1900-1936):
Nuestra industria despegó durante por razones políticas (la neutralidad de España en la Primera Guerra
Mundial) y económicas: la repatriación de capitales, tras la pérdida de las últimas colonias, que se invirtieron
en la industria o las obras públicas durante la dictadura de Primo de Rivera que beneficiaron sobre todo a la
producción de cemento y electricidad.
1.1.3. La Autarquía (1939-1959):
La Guerra Civil (1936-1939) interrumpió esta etapa de crecimiento industrial, a la que siguió una etapa
de autarquía dado el aislamiento internacional del régimen franquista.
Se crea el INI, el Instituto Nacional de Industria, que creó empresas públicas en sectores estratégicos por
la ausencia de inversión privada. Estas empresas se convertirían, más tarde, en monopolios estatales: SEAT,
CAMPSA, Telefónica, ENSIDESA, RENFE, etc.).
La Guerra Fría facilitó el fin del aislamiento y la apertura del régimen al exterior y al fin de la
Autarquía, siendo iniciada con el Plan de Estabilización (1959), que liberalizó la economía española y abrió
las puertas a la emigración hacia Europa.
1.2. La consolidación: el Desarrollismo (1959-1975):
Se continuó con la política de intervencionismo estatal a través de los Planes de Desarrollo.
Estos Planes surgieron entre 1964 y 1975 y se orientaron a la promoción industrial en zonas atrasadas
(Polos de Desarrollo), concediendo subvenciones, créditos y bajo precio de suelo industrial para las empresas
que se instalaran en estos polos de desarrollo.
Los resultados de estos planes no superaron las expectativas, la industria siguió concentrada en el
llamado triángulo de desarrollo (País Vasco, Madrid, Cataluña), aunque se consiguió el despegue industrial de
España, gracias a la financiación que permitieron las divisas proporcionadas por el turismo y las remesas que
enviaban nuestros emigrantes desde el exterior.
1.3. La crisis económica y la reconversión industrial (1975-1985):
A partir de 1975, España sufre una crisis económica, fundamentalmente industrial, derivada de la
elevación de los costes de producción por la subida del precio del petróleo
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Al mismo tiempo, en España intervienen factores internos como los inicios de la Transición Política lo
que retrasó la reconversión industrial en nuestro país por la situación de inestabilidad política de nuestro país.
La reconversión industrial se inició a partir de 1984. Suponía reestructurar la industria tradicional, la
más afectada por la crisis económica. Especialmente grave fue la situación en la Cornisa Cantábrica.
Paralelamente a la reconversión, se adoptó una política de reindustrialización, las ZUR, Zonas de
Urgente Reindustrialización. La inversión fue muy alta y los resultados modestos, salvo en Madrid y
Barcelona.
1.4. La historia reciente (1985 a la actualidad):
Durante este período se ha avanzado en la desindustrialización de algunas áreas como la cornisa
Cantábrica y se han creado industrias en espacios que antes eran considerados periféricos como las áreas
periurbanas y rurales.
En los espacios periurbanos, donde se mezclan los componentes rurales y urbanos, se crearon los
parques tecnológicos que son nuevos espacios industriales que albergan sectores de investigación y tecnología
(informática, telecomunicaciones y microelectrónica). Son espacios de alta calidad ambiental y baja densidad
edificatoria. En Andalucía destacan los de la Cartuja de Sevilla y el PTA de Málaga.
A su vez en las ciudades se produce un vaciado industrial y una terciarización industrial que consiste
en la sustitución de mano de obra manual (empleos de cuello azul), por empleos de cuello blanco
(administración, seguros, finanzas, marketing, etc.), descentralizándose el tejido productivo en las afueras y
áreas rurales (difusión industrial), bien directamente, o a través de empresas subcontratadas, para reducir
costes de producción.
Así mismo, resaltar que se lleva a cabo la deslocalización industrial o traslado de las industrias que
demandan mano de obra abundante y barata, de los países desarrollados a los países del Tercer Mundo, donde
la mano de obra es mucho más barata ya que no se le reconocen derechos sociales y laborales como en el
mundo desarrollado (Dumping social).
Por último, la integración de España en la CEE, hoy UE, obligó a una segunda reconversión industrial
que consistió en la venta de los monopolios estatales al capital privado: Telefónica, Campsa, SEAT, etc., y al
cierre de las empresas no rentables (Altos Hornos de Vizcaya, Altos Hornos del Mediterráneo).
2. Características generales y distribución territorial de la industria española.
2.1. Características generales de la industria española.
Tamaño reducido para competir. Esto se debe al predominio de las PYMES,
Dependencia energética del exterior: se basa en el predominio del consumo de combustibles fósiles.
Una alternativa a esta dependencia energética es el fomento de las energías renovables.
Dependencia financiera del exterior: las empresas españolas, las PYMES, encuentran financiación a
través del crédito. Muchos de estos créditos han procedido de la financiación exterior. Esta dependencia del
capital extranjero se materializa en el volumen de inversión extranjera en España (335.000 millones de € en
2009).
Internacionalización de las grandes empresas. Paralelamente, se ha dado una internacionalización o
salida al exterior de las grandes empresas españolas, en el marco de una economía más abierta y
desregularizada. El principal riesgo de las empresas transnacionales españolas es la inseguridad jurídica, como
se ha puesto de manifiesto con Repsol y la nacionalización de su filial argentina YPF.
Dependencia tecnológica del exterior: el nivel tecnológico, la inversión de las empresas españolas en
I+D+i (Investigación, Desarrollo e Innovación) está por debajo de la media de la UE.
Baja productividad de la empresa española. La productividad de las empresas españolas (el valor de lo
producido deducido del coste de producción) es bajo. En lugar de mejorar la productividad produciendo
productos de más valor añadido, se ha preferido aumentar la productividad reduciendo los salarios y
ofreciendo empleos precarios, esto se ha realizado justificándose en el marco de una crisis mundial y en la
necesidad de hacer un ajuste a costa de los trabajadores.
Un último problema son los desequilibrios regionales en la distribución de la industria, que se concentra
en determinadas zonas del país, mientras que en otras es prácticamente inexistente.
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2.2. Distribución territorial de la industria española.
Podemos diferenciar en España cuatro tipos básicos de áreas industriales:
2.2.1. Áreas desarrolladas:
Se localizan en Madrid y Barcelona.
Son grandes áreas metropolitanas, que se expanden por las principales arterias o vías de comunicación,
formando corredores industriales.
Poseen alta diversificación industrial, alto grado de terciarización industrial (más empleos de cuello
blanco que azul) y alta concentración de proyectos de I+D+i.
2.2.2. Ejes de expansión:
Definición: son zonas que cuentan con una red viaria que las vertebran y conectan a las áreas
desarrolladas de Madrid y Barcelona, así como a otras áreas centrales de antigua industrialización (País Vasco
y Comunidad Valenciana).
2.2.2.1. Valle del Ebro:
Enlaza los focos industriales más importantes del país (Cataluña, País Vasco y Madrid), beneficiándose de la
economía de escala o sinergia que estos focos irradian a este corredor que se asemeja, con el corredor
mediterráneo, a una “Y” abierta, cuyo vértice central es Zaragoza, en Aragón, pero que también se extiende
por La Rioja y Navarra.
2.2.2.2. Arco Mediterráneo:
Lo integran zonas densamente pobladas, con industrias diversificadas, de desarrollo endógeno. Se extiende por
Cataluña, Comunidad Valenciana, Región de Murcia e Islas Baleares.
2.2.3. Áreas en declive:
Son aquellas que se han visto afectadas por la reconversión industrial, debido a su excesiva especialización en
industrias maduras. Se concentran en el norte peninsular (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco), y en
algunos enclaves aislados (Bahía de Cádiz y Puertollano). Sólo en el País Vasco se ha experimentado una
revitalización industrial, a través de la mayor diversificación de su economía y a su capacidad para la
innovación (inversión en I+D+i).
2.2.4. Focos industriales dispersos:
Se trata de enclaves distribuidos por el resto del territorio nacional que fueron objeto, en los años sesenta, de la
planificación industrial promovida desde los Planes de Desarrollo.
-En Andalucía: la industria se concentra en el triángulo entre Sevilla, Cádiz y Huelva. En él, el vértice más
importante es Sevilla y los municipios de su área metropolitana (Alcalá de Guadaira, Dos Hermanas y San
Juan de Aznalfarache). En Cádiz destacan los astilleros; en Jerez, los vinos. Otras áreas industriales son la
Bahía de Algeciras, Málaga, y norte de Jaén (Bailén y Linares).
3. Factores de la actividad industrial española.
Los factores que condicionan la actividad industrial en nuestro país son las materias primas y las fuentes de
energía.
3.1. Las materias primas:
3.1.1. Definición:
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Recursos extraídos de la naturaleza para su transformación en productos semielaborados o elaborados por la
industria.
3.1.2. Clasificación:
Materias primas de origen mineral. Se extraen de las minas o canteras. Podemos distinguir: minerales
energéticos (carbón, gas natural, uranio), minerales metálicos (hierro, cobre, plomo, etc.), minerales no
metálicos (cuarzo, arcilla, mármol, etc.), éstos últimos, se usan en la construcción.
Materias primas de origen orgánico. Pueden ser de origen animal o vegetal (lana, leche, girasol, etc.) o
de origen forestal (madera).
3.2. Fuentes de energía:
3.2.1. Definición:
Fuerza que permite transformar las materias primas en productos elaborados por la industria.
3.2.2. Clasificación:
3.2.2.1. No renovables:
El carbón. En España se localiza en la cordillera Cantábrica (Asturias y León), al Sur de la Meseta
(Peñarroya) y en el Sistema Ibérico (Teruel). España produce un carbón de mala calidad y caro, por lo que el
sector se mantiene gracias a las ayudas estatales que tienden a reducirse, lo que ha generado recientes
protestas de los mineros que reclaman alternativas.
El petróleo: es la primera fuente de energía. Dependemos totalmente de la importación del exterior, lo
que ha agravado el déficit de nuestra balanza comercial.
El uranio: mineral que se utiliza para la energía nuclear de fisión.
Gas natural: es una energía limpia y barata. Lo importamos de Argelia y Libia a través de una red de
gasoductos.
3.2.2.2. Renovables:
Hidroeléctrica: es una energía renovable, pero de producción variable. El máximo potencial energético
está en el Norte peninsular.
Eólica: aprovecha la fuerza del viento. España es una potencia mundial en el sector.
Solar: se aplica para la obtención de calor (térmica) o electricidad (fotovoltaica). España tiene un
enorme potencial en el uso de esta fuente de energía pero se encuentra menos extendida que la eólica.
Biomasa: es la energía obtenida por la combustión de residuos orgánicos o industriales.
Geotérmica: energía que se obtiene del calor interno de la tierra. Presencia nula en España.
Maremotriz: utiliza la fuerza de las mareas y de las olas.
Todas las energías renovables son limpias, inagotables pero aún es reducida su producción, aunque está
aumentando su participación debido al calentamiento global que produce el uso masivo de energías fósiles que
generan un incremento exorbitado del CO2 en la atmósfera.
4. Principales sectores industriales y su implicación ambiental.
4.1. Principales sectores industriales.
La desindustrialización, asociada a la crisis, ha tenido consecuencias muy diferentes según los sectores
industriales: mientras los sectores tradicionales se han visto gravemente afectados por la reconversión, otros
sectores de mayor dinamismo han tomado el relevo como los dinámicos y los sectores punta.
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4.1.1. Sectores tradicionales.
Son aquellos sectores que se han visto afectados por la reconversión industrial y que han sufrido una
pérdida continuada de empleo. Destacan el sector siderúrgico, la construcción naval, la industria textil.
La siderurgia, que se consolidó en el País Vasco, para luego extenderse a Asturias (Ensidesa) y Altos
Hornos del Mediterráneo (Sagunto); son industrias en declive, que la reconversión ha obligado a cerrar o a
adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.
La construcción naval es otro de los sectores más importantes de nuestra industria tradicional. Por
iniciativa del INI se construyeron grandes astilleros en enclaves del litoral (Ferrol y Cádiz), a través de grandes
empresas públicas. También ha sufrido los efectos de la reconversión industrial, sobre todo en la Bahía de
Cádiz.
Textil: la industria textil catalana constituyó uno de los pilares de la industrialización. En la actualidad,
las empresas han aumentado de tamaño para ser más competitivas. Para crear más valor añadido se asocia a la
industria del diseño en la que España tiene una de las empresas que más han crecido en el país: Inditex.
4.1.2. Sectores dinámicos:
Engloban aquellas actividades que en la actualidad presentan mayores expectativas de futuro.
Comprenden el sector del automóvil, el sector químico y la industria agroalimentaria.
La industria del automóvil se desarrolló en España en la década de los sesenta. Prosperó bajo el
proteccionismo estatal, destacando la empresa SEAT, perteneciente al INI, que luego fue privatizada y vendida
a la empresa alemana Volkswagen. España cuenta con importantes plantas de fabricación de automóviles,
sobre todo en las grandes ciudades del país (Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia).
La industria química, se articula en torno a la petroquímica o química pesada, de transformación del
petróleo en sus derivados (gasolina, nafta, gasoil, plásticos, etc.). Se localizan preferentemente en zonas
costeras. La química ligera tiene un mayor grado de dispersión en el país y elabora productos farmacéuticos,
cosméticos y perfumería así como pinturas, tintes y colorantes.
Industria agroalimentaria. Es un sector en el que predominan, en general, las fábricas pequeñas y
medianas aunque, últimamente, también participan grandes empresas multinacionales en ramas como la de los
derivados lácteos, del aceite, etc.
4.1.4. Sectores punta:
Se trata de industrias de alta tecnología (microelectrónica, telecomunicaciones, informática,
biotecnología, energías renovables, etc.).
La mayor parte de la producción punta la realizan multinacionales que se orientan a la venta en el
exterior.
Los parques tecnológicos son los mayores exponentes de este sector.
4.2. Implicación ambiental de la actividad industrial en España.
Existen dos graves problemas ambientales que genera la industria: el efecto invernadero, responsable
del calentamiento global y la lluvia ácida.
El efecto invernadero consiste en el aumento de la temperatura del planeta a consecuencia de gases
invernadero como el dióxido de carbono, el vapor de agua o el metano. El problema es su incremento
desmesurado de las emisiones de gases invernadero por acción humana, responsable del calentamiento global.
Esto se ha intentado atajar con medidas de reducción de las emisiones, como el Protocolo de Kyoto
(1997), que pretendía reducir para el año 2012 las emisiones de gases invernadero, pero las presiones de las
multinacionales petrolíferas y de los países emergentes, así como la posición de los Estados Unidos y China
han llevado al traste toda posibilidad de renovar el acuerdo.
España fue uno de los países de la UE que suscribió el protocolo de Kyoto, pero el aumento de sus
emisiones de gases invernadero le ha obligado a comprar a otros países sus derechos de emisión.
De no disminuir las emisiones, se agravará el calentamiento del planeta, que traerá efectos en España: la
llamada africanización de la península: los inviernos tenderán a ser más cortos y cálidos y los veranos más
largos y calurosos, disminuirán las precipitaciones lo que conllevará la desertificación agravada por la
deforestación de amplias regiones del país. Las de mayor riesgo se localizan en el sur peninsular.