19965280 Wittig El to Heterocentrado

download 19965280 Wittig El to Heterocentrado

of 6

Transcript of 19965280 Wittig El to Heterocentrado

  • 8/8/2019 19965280 Wittig El to Heterocentrado

    1/6

    EL PENSAMIENTO HETEROCENTRADO (1978)Monique Wittig

    Durante estos ltimos veinte aos la cuestin del lenguaje ha dominado los sistemastericos, las ciencias llamadas humanas y ha penetrado en las discusiones polticas de los

    movimientos de lesbianas y de liberacin de las mujeres. Se trata de un campo polticoimportante en el que lo que se juega es el poder o ms bien un entrelazamiento de poderesporque hay una multiplicidad de lenguajes que producen constantemente un efecto en larealidad social. La importancia del lenguaje en cuanto tal como cuestin poltica slo haaparecido recientemente (los griegos clsicos saban no obstante que sin el dominio de lastcnicas oratorias no hay poder poltico, sobre todo en una democracia).

    El desarrollo gigantesco de la lingstica, la multiplicacin de las escuelas, laaparicin de las ciencias de la comunicacin, la tecnicidad de los metalenguajes que estasciencias utilizan, constituyen sntomas de la importancia de esta cuestin poltica. Laciencia del lenguaje ha invadido otras ciencias como la antropologa con Lvi-Strauss, el psicoanlisis con Lacan as como todas las disciplinas que trabajan a partir delestructuralismo.

    La primera semiologa de Roland Barthes casi consigue escapar de la dominacin dela lingstica para constituirse en anlisis poltico de los diferentes sistemas de signos,poniendo en relacin tal sistema de signos por ejemplo, los mitos de la clase pequeoburguesa y la lucha de clases del capitalismo, cuya veladura dicho sistema tiene comoefecto. Podamos creernos salvados porque la semiologa poltica constituye un arma (unmtodo) preciso para luchar contra la ideologa. Pero el milagro no dur mucho. Ms queintroducir en cierto modo en la semiologa conceptos que le son extraos en este caso,conceptos marxistas Barthes considera ahora que la semiologa no es sino una rama de lalingstica y que su objeto es el lenguaje.

    As el mundo entero es un gran registro en el que vienen a inscribirse los lenguajesms diversos, como el lenguaje de la moda, el lenguaje del inconsciente, el lenguaje delintercambio de las mujeres en el que los seres humanos son literalmente los signos quesirven para la comunicacin. Estos lenguajes o ms bien estos discursos se ensamblan unoscon otros, se interpenetran, se apoyan, se refuerzan, se autoengendran y engendran otros. Lalingstica engendra la semiologa y la lingstica estructural, la lingstica engendra elestructuralismo, el cual engendra el inconsciente estructural. El conjunto de estos discursoslevanta una cortina de humo de ruido y confusin para los oprimidos, que les haceperder de vista la causa material de su opresin y los sume en una suerte de vacoahistrico.

    Porque estos discursos dan de la realidad social una versin cientfica en la que loshumanos son dados como invariantes, no afectados por la historia, no trabajados porconflictos de intereses y de clase, con una psique idntica para cada uno al estarprogramada genticamente. De igual modo, al no estar afectada por la historia ni trabajadapor los conflictos de clase, esta psique provee a los especialistas desde el comienzo delsiglo XX todo un arsenal de invariantes: el clebre lenguaje simblico que tiene la ventajade funcionar a partir de poqusimos elementos ya que los smbolos que la psique produce"inconscientemente" son muy poco numerosos. Resultan, pues, por va de teorizacin y deterapia, muy fciles de imponer al inconsciente colectivo e individual. Con lo que se nosensea que el inconsciente tiene el buen gusto de estructurarse automticamente a partir deestos smbolos/metforas, por ejemplo el Nombre del Padre, el complejo de Edipo, la

    1

  • 8/8/2019 19965280 Wittig El to Heterocentrado

    2/6

    castracin, el asesinato o la muerte del padre, el intercambio de mujeres, etc. Sin embargo,aunque los inconscientes sean fciles de controlar, no ser por cualquiera; lo mismo que lasrevelaciones msticas, la aparicin de los smbolos en la psique exige interpretacionesmltiples. nicamente los especialistas estn capacitados para llevar a buen puerto eldesciframiento del inconsciente. Slo ellos, los psicoanalistas, estn autorizados para operar

    los agrupamientos de manifestaciones psquicas que harn surgir el smbolo en su sentidopleno. Y mientras el lenguaje simblico es extremadamente pobre y esencialmente lagunar,los lenguajes o metalenguajes que lo interpretan se desarrollan, cada uno de ellos, con unfasto, una riqueza, que slo las exgesis teolgicas han igualado.

    Quin les ha dado a los psicoanalistas su saber? Por ejemplo, Lacan, lo que lllama el "discurso psicoanaltico" y la "experiencia analtica" le "ensean" lo que sabe. Ycada uno le ensea lo que el otro le ha enseado. Negaremos (y quin por dems?) queLacan ha adquirido conocimiento "cientficamente" en la "experiencia analtica" (unaexperimentacin en cierto modo) de las estructuras del inconsciente? Haremos abstraccinirracionalmente de los discursos de los/las psicoanalizados/as tumbados/as sobre el divn?Por lo que a m respecta no me cabe ninguna duda de que Lacan ha encontrado en el"inconsciente" las estructuras que l dice haber encontrado ya que se haba encargado deponerlas all con anterioridad. Los y las que no cayeron bajo el poder de la institucinpsicoanaltica pueden experimentar un inmenso sentimiento de tristeza ante el grado deopresin (de manipulacin) que los discursos de los y las psicoanalizados/as manifiestan.Porque en la experiencia analtica hay un oprimido que es el psicoanalizado cuya necesidadde comunicar se explota y que, igual que las brujas no podan antao ms que repetir bajotortura el lenguaje que los inquisidores queran or, al psicoanalizado no le queda mseleccin, si no quiere romper el contrato implcito que le permite comunicarse y del quetiene necesidad, que intentar decir lo que se quiere que diga. Parece que esto puede durartoda la vida. Cruel contrato que obliga a un ser humano a hacer ostentacin de su miseriaante el opresor que es directamente responsable de ella y que lo explota econmica,poltica, ideolgicamente y cuya interpretacin lo reduce a algunas figuras de discurso.

    Sin embargo, la necesidad de comunicar que este contrato "consentido" implicaslo puede realizarse en la cura psicoanaltica ("la experiencia analtica" para el experto)?Puede esta necesidad de comunicar realizarse en el hecho de ser curado o"experimentado"? Si creemos los testimonios de las lesbianas, de los hombreshomosexuales y de las feministas, en absoluto es as. Todos estos testimonios subrayan elsentido poltico que reviste en la sociedad heterosexual actual la imposibilidad decomunicar de otro modo que no sea con un psicoanalista que tienen las lesbianas, loshombres homosexuales y las mujeres. La toma de conciencia del estado de cosas general(no es que uno est enfermo o necesite cura, es que uno tiene un enemigo) provocageneralmente por parte de los y las oprimidos/as una ruptura del contrato psicoanaltico.

    Los discursos que nos oprimen muy en particular a las lesbianas feministas y a loshombres homosexuales y que dan por sentado que lo que funda la sociedad, toda sociedad,es la heterosexualidad, nos niegan toda posibilidad de crear nuestras propias categoras, nosimpiden hablar si no es en sus propios trminos y todo aquello que los pone en cuestin esenseguida reconocido como "primario". Nuestro rechazo de la interpretacin totalizadoradel psicoanlisis los lleva a decir que no tenemos en consideracin la dimensin simblica.Estos discursos hablan de nosotros/as y pretenden decir la verdad sobre nosotros/as en uncampo apoltico como si hubiera algo significante que pudiera escapar a lo poltico y comosi pudiera haber en lo que nos concierne signos polticamente insignificantes. Su accin

    2

  • 8/8/2019 19965280 Wittig El to Heterocentrado

    3/6

    sobre nosotros/as es feroz, su tirana sobre nuestras personas fsicas y mentales esincesante. Cuando se recubren con el trmino generalizador de ideologa en el sentidomarxista vulgar todos los discursos del grupo dominante, se relegan estos discursos almundo de las ideas irreales. Se desatiende la violencia material que realizan directamentesobre los y las oprimidos/as, violencia que se efecta tanto por medio de los discursos

    abstractos y "cientficos" como por medio de discursos de comunicacin de amplioespectro. Insisto en esta opresin material de los individuos por los discursos y querrasubrayar sus efectos inmediatos tomando el ejemplo de la pornografa.

    Sus imgenes pelculas, fotos de revistas, carteles publicitarios en los muros de lasciudades constituyen un discurso y este discurso tiene un sentido: significa que lasmujeres estn dominadas. Los semilogos pueden interpretar este discurso en lo que tienede sistemtico como dispositivo. Y lo que leen entonces en este discurso son signos que notienen como funcin significar y cuya nica razn de ser es la de funcionar como elementosde un cierto sistema o dispositivo. Para nosotros/as, sin embargo, este discurso no estseparado de lo "real" como s lo est para los semilogos. No slo mantiene relaciones muyestrechas con la realidad social que es nuestra opresin (econmica y poltica). Sino que lmismo es realya que es una de las manifestaciones de la opresin y ejerce un poder precisosobre nosotras. El discurso pornogrfico forma parte de las estrategias de violencia que seejercen sobre nuestro entorno, humilla, degrada, es un crimen contra nuestra "humanidad".Como tctica de hostigamiento tiene otra funcin, la de una advertencia, nos ordenapermanecer en fila, marca el paso a aquellas que tuvieran tendencia a olvidar lo que son,apela al miedo. Estos mismos expertos en semitica de los que hablbamos ms arriba nosreprochan confundir, cuando nos manifestamos contra la pornografa, los discursos con larealidad. No ven que este discurso es la realidad para nosotras, una de las facetas de larealidad de nuestra opresin, creen que nos equivocamos en el nivel de anlisis.

    He puesto el ejemplo de la pornografa porque su discurso es el ms sintomtico y elms demostrativo de la violencia que se nos hace a travs del discurso como en general enla sociedad. Este poder que tiene la ciencia o la teora de actuar materialmente sobrenuestras personas no tiene nada de abstracto aunque el discurso que produzcan s lo sea. Esuna de las formas de la dominacin, su expresin, dice Marx. Yo dira ms bien uno de susejercicios. Todos los oprimidos lo conocen y han tenido que vrselas con este poder quedice: no tienes derecho a la palabra porque tu discurso no es cientfico, ni terico, teequivocas de nivel de anlisis, confundes discurso y realidad, sostienes un discursoingenuo, desconoces esta o aquella ciencia, no sabes lo que dices.

    Si los discursos de los sistemas tericos y de las ciencias humanas ejercen un podersobre nosotros es porque trabajan con conceptos que nos tocan muy de cerca. A pesar deladvenimiento histrico de los movimientos de liberacin de las feministas, de las lesbianasy de los hombres homosexuales cuyas intervenciones ya han puesto patas arriba lascategoras filosficas y polticas de estos discursos en su conjunto, estas categoras quefueron puestas en cuestin de este modo brutal no por ello han dejado de ser utilizadas sinexamen por la ciencia contempornea. Las categoras de las que se trata funcionan comoconceptos primitivos en un conglomerado de toda clase de disciplinas, teoras, corrientes,ideas, que yo llamara "el pensamiento heterocentrado" (en referencia al "pensamientosalvaje" de Lvi-Strauss). Se trata de "hombre", "mujer", "diferencia" y de toda la serie deconceptos que se hallan afectados por este marcaje, incluidos conceptos tales como"historia", "cultura" y "real". Y por mucho que se haya admitido en estos ltimos aos queno hay naturaleza, que todo es cultura, sigue habiendo en el seno de esta cultura un ncleo

    3

  • 8/8/2019 19965280 Wittig El to Heterocentrado

    4/6

    de naturaleza que resiste al examen, una relacin que reviste un carcter de ineluctabilidaden la cultura como en la naturaleza: es la relacin heterosexual o relacin obligatoria entreel "hombre" y la "mujer". Habiendo planteado como un principio evidente, como un datoanterior a toda ciencia, la ineluctabilidad de esta relacin, el pensamiento heterocentrado seentrega a un interpretacin totalizadora a la vez de la historia, de la realidad social, de la

    cultura y de las sociedades, del lenguaje y de todos los fenmenos subjetivos. No puedosino subrayar aqu el carcter opresivo que reviste el pensamiento heterocentrado en sutendencia a universalizar inmediatamente su produccin de conceptos, a formar leyesgenerales que valen para todas las sociedades, todas las pocas, todos los individuos. Poreso se habla de el intercambio de mujeres, la diferencia de sexos, elorden simblico, elinconsciente, el deseo, el goce, la cultura, la historia, categoras que no tienen sentidoactualmente ms que en la heterosexualidad o pensamiento de la diferencia de los sexoscomo dogma filosfico y poltico.

    Esta tendencia a la universalidad tiene como consecuencia que el pensamientoheterocentrado no puede concebir una cultura, una sociedad en la que la heterosexualidadordenara no slo todas las relaciones humanas, sino su produccin de conceptos al mismotiempo que todos los procesos que escapan a la conciencia. Estos procesos inconscientes setornan, por otra parte, histricamente cada vez ms imperativos en lo que nos ensean sobrenosotros/as mismos/as por medio de los especialistas. Y la retrica que los interpreta,revistindose de mitos, recurriendo a enigmas, procediendo por acumulaciones demetforas, cuyo poder de seduccin no subestimo, tiene como funcin poetizar el carcterobligatorio del t sers heterosexual o no sers.

    En efecto, la sociedad heterosexual est fundada sobre la necesidad del otrodiferente en todos los niveles. No puede funcionar sin este concepto ni econmica, nisimblica, ni lingstica, ni polticamente. Esta necesidad del otro diferente es unanecesidad ontolgica para todo el conglomerado de ciencias y de disciplinas que yo llamoel pensamiento heterocentrado. Ahora bien, qu es el otro diferente si no el dominado?Porque la sociedad heterosexual no es la sociedad que oprime solamente a las lesbianas y alos hombres homosexuales, oprime a muchos otros diferentes, oprime a todas las mujeres ya numerosas categoras de hombres, todos los que estn en la situacin de dominados.Porque constituir una diferencia y controlarla es "un acto de poder ya que es un actoesencialmente normativo. Cada cual intenta presentar al otro como diferente. Pero no todoel mundo lo consigue. Hay que ser socialmente dominante para lograrlo".

    El concepto de "diferencia de sexos", por ejemplo, constituye ontolgicamente a lasmujeres en otros diferentes. Los hombres, por su parte, no son diferentes. (Los blancostampoco son diferentes, ni los seores, sino los negros y los esclavos). Ahora bien, paranosotros/as no hay ser-mujer ni ser-hombre. "Hombre" y "mujer" son conceptos deoposicin, conceptos polticos. Y dialcticamente la cpula que los rene es al mismotiempo la que preconiza su abolicin, es la lucha de clase entre hombres y mujeres la queabolir los hombres y las mujeres. Y la diferencia tiene como funcin enmascarar losconflictos de intereses a todos los niveles ideolgicamente comprendidos.

    Esto supone decir que para nosotros/as no puede ya haber mujeres, ni hombres, sinoen tanto clases y en tanto categoras de pensamiento y de lenguaje: deben desaparecer poltica, econmica, ideolgicamente. Si nosotros/as, las lesbianas, homosexuales,continuamos dicindonos, concibindonos como mujeres, como hombres, contribuimos almantenimiento de la heterosexualidad. Estoy segura de que una transformacin econmicay poltica no desdramatizar estas categoras de lenguaje. Exceptuamos "esclavo"? En

    4

  • 8/8/2019 19965280 Wittig El to Heterocentrado

    5/6

    qu se diferencia de "mujer"? Vamos a seguir escribiendo "blanco", "seor", "hombre"? Latransformacin de las relaciones econmicas no basta. Hay que llevar a cabo unatransformacin poltica de los conceptos clave, es decir, de los conceptos que sonestratgicos para nosotras. Porque hay otro orden de materialidad que es el del lenguaje yque est trabajado por estos conceptos estratgicos. Hay otro campo poltico en el que todo

    cuanto atae al lenguaje, a la ciencia y al pensamiento, remite a la persona en cuantosubjetividad. Y ya no podemos dejrselo ms al poder del pensamiento heterocentrado opensamiento de la dominacin.

    Si entre todas las producciones del pensamiento heterocentrado tomo msparticularmente en consideracin el estructuralismo y el inconsciente estructural es porqueen el momento histrico en el que la dominacin de los grupos sociales ya no puedeaparecerle a los dominados como una necesidad ontolgica porque se revuelven, porquecuestionan la diferencia, Lvi-Strauss, Lacan y sus epgonos apelan a necesidades queescapan al control de la conciencia y por tanto a la responsabilidad de los individuos, comopor ejemplo los procesos inconscientes que exigen y ordenan el intercambio de mujerescomo una condicin necesaria en toda sociedad. Es, segn ellos, lo que nos dice elinconsciente con autoridad, y el orden simblico depende de l, sin lo que no hay sentido,ni lenguaje, ni sociedad. Ahora bien, qu quiere decir que las mujeres sean intercambiadassino que estn dominadas. No hay, por consiguiente, que asombrarse de que no haya msque un inconsciente y de que sea heterosexual, es un inconsciente que vela demasiadoconscientemente por los intereses de los seores que habita como para que se les arrebatecon tanta facilidad. Por otra parte, la dominacin es negada, no hay esclavitud de mujeres,hay diferencia. A lo que yo respondera con esta frase de un campesino rumano en unaasamblea pblica en la que era diputado en 1848: "Why do the gentlemen say it was notslavery, for we know it to have been slavery, this sorrow that we have sorrowed?"(por qulos seores dicen que no fue esclavitud, porque sabemos que lo fue, esta pena que hemospenado?). S, lo sabemos, y esta ciencia de los oprimidos no se nos puede arrebatar.

    Desde aqu es desde donde hay que rastrear el va-de-suyo heterosexual y, parafraseoal primer Roland Barthes, "no soportar ver la Naturaleza y la Historia confundidas a cadapaso", hacer aparecer brutalmente que el estructuralismo, el psicoanlisis y particularmenteLacan han llevado a cabo una rgida mitificacin de sus conceptos, la Diferencia, el Deseo,el Nombre-del-Padre, incluso han sobremitificado los mitos, operacin que les ha sidonecesaria para heterosexualizar sistemticamente lo que apareca de la dimensin personalen el campo histrico por mediacin de las personas dominadas, en particular las mujeresque han entrado en lucha hace ms de un siglo. Y sistemticamente se ha venido haciendoesto en un concierto de interdisciplinariedad que nunca ha sido tan armonioso como cuandolos mitos heterosexuales se pusieron a circular con facilidad de un sistema formal a otrocomo valores seguros en los que se puede invertir tanto en antropologa como enpsicoanlisis, como, por otra parte, en todas las ciencias humanas.

    Este conjunto de mitos heterosexuales es un sistema de signos que utiliza figuras dediscurso y por tanto puede ser estudiado polticamente desde la ciencia de nuestra opresin"for-we-know-it-to-have-been-slavery", dinmica que introduce la diacrona de la historiaen el discurso fijado de las esencias eternas. Este trabajo debera ser en cierto modo unasemiologa poltica.

    Durante este tiempo, en sistemas que parecan tan universales y eternos humanosen cierto modo, que se podan deducir de ellos leyes con las que atiborrar losordenadores y en todo caso, por el momento, la mquina inconsciente, en esos sistemas se

    5

  • 8/8/2019 19965280 Wittig El to Heterocentrado

    6/6

    operaron, gracias a nuestra accin y a nuestro lenguaje, deslizamientos. Un modelo, comopor ejemplo el intercambio de mujeres, desfonda la historia de forma tan brutal y violentaque el sistema que se crea formal bascula hacia otra dimensin de conocimiento. Estadimensin nos pertenece ya que hemos sido designadas all en cierto modo. Y porque,como dice Lvi-Strauss, hablamos, decimos y no tememos que nuestras palabras sean

    desprovistas de sentido, digamos que rompemos el contrato heterosexual.Pues bien, esto es lo que las lesbianas dicen un poco en todas partes por este pas, sino con teoras, al menos en su prctica social cuyas repercusiones en la cultura heterosexualno se pueden adivinar an. Un antroplogo dir que hace falta esperar cincuenta aos. S,para universalizar los funcionamientos de una sociedad y extraer de ella sus invariantes.Mientras tanto, los conceptos heteros se desgastan. Qu es la mujer? Zafarrancho generalde la defensa activa. Francamente es un problema que no tienen las lesbianas, simplecambio de perspectiva, y sera impropio decir que las lesbianas viven, se asocian, hacen elamor con mujeres porque la-mujer no tiene sentido ms que en los sistemas de pensamientoy en los sistemas econmicos heterosexuales. Las lesbianas no son mujeres.

    6