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Por Claudia Lucero

2 CONTRACARA Junio 09,

¿Desde qué lugar proponemos un nuevo medio

de comunicación? Necesitamos generar un ámbito

de discusión de ideas a partir de los hechos de la

realidad. Un ámbito, libre y plural en sus voces para

comenzar a desandar algunos caminos que tal vez,

nos abran nuevos caminos. Alguna vez creímos

que era necesario abrir picadas, una metáfora para hablar de atreverse

a tomar la iniciativa. Lo creímos y lo seguimos creyendo. Creemos que

es necesario un cambio profundo, estamos convencidos de la necesidad

de transformar, y sabemos que no se agotan los ámbitos desde donde

proponerlo, solo es cuestión de animarse y permanecer seguro en las

ideas, fieles a lo que creemos, no sin estar dispuestos a la confrontación

y al intercambio, abiertos a modificar posiciones por la convicción de los

argumentos. Este es un juego dinámico, pero hay que atreverse a jugarlo

y estar dispuesto también, a modificarse, a modificar, a transformar.

Queremos contribuir a transformar algunas cosas, queremos ser parte

de ese proceso, por eso decidimos estar, cambiando la nave, pero man-

teniendo el rumbo.

Asistimos a un momento en que las ideas parecen estar anquilosadas,

enmohecidas, adormecidas bajo varias capas de preconceptos, de fór-

mulas de uso que han sonado bien en otras épocas y creemos que es

preciso desacartonar, indagar, preguntar, animarse a rascar la superficie,

no cómo una prueba de resistencia, sino para empezar a hacer política

desde otro lugar. Nos animamos a empezar, aceptamos el desafío de ser

nosotros mismos quienes comiencen a rascar la superficie.

Asistimos al espectáculo de la política vuelta fantoche, donde todo

está permitido, donde escuchamos a sabiendas de las mentiras, adivi-

nando qué se esconde detrás de los discursos de pantalla, sospechando.

Creemos que la política no ha de ser sospecha, sino realmente una vía

para transformar en pos de un bien común que anhelamos, de políticas

públicas para amplias mayorías, donde cada sector pueda pelear por sus

derechos, requerir cambios para mejorar las condiciones de su propio

sector, pero no a costa del otro. Por eso proponemos un medio, para

continuar dando la batalla por un verdadero cambio cultural desde otro

lugar, para seguir estando, desde otro rol, porque estamos convencidos

de lo que queremos y queremos seguir sosteniéndolo.

Modestamente nos animamos a poner en el tapete nuestras ideas,

e invitamos a todos a ponerlas del mismo modo, a la vista, a ser deba-

tidas, rebatidas, controvertidas, pero a mostrar. No nos ata ninguna

concesión, sólo el convencimiento de la necesidad de un cambio pro-

fundo que no se construye de un día para otro, pero que sabemos debe

empezar a construirse en algún momento. Ponemos la primera piedra

de toque en la fe de que aquí se expondrá no para adivinar lo que se

teje detrás de los discursos, sino para dar vuelta del revés la trama de

lo que se dice. No porque creamos que podemos revelar una única

verdad, sino porque sí creemos que hay que generar espacios donde se

expongan las distintas verdades y para que cada uno vea sus diversas

facetas, y en la confrontación de las mismas pueda sacar sus propias

conclusiones. Es todo un desafío, porque también nos exponemos,

pero esa es la idea. Estamos expuestos, vamos como dijimos alguna

vez, desarmados y abrimos el juego a quienes quieran participar, no

hay nada que perder, todo está por hacer y en una de esas, es posible

que descubramos que empezamos a abrir picadas, si fuera así. Todo el

propósito ya está cumplido.

Los invitamos cordialmente, a ser parte. Abrimos el juego para des-

cubrir el revés de la realidad, su cara más íntima, o su contracara.

EDITORIAL

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Junio 09. CONTRACARA 3

“Necesitamos un cambio urgente” Por Sebastian Ríos

ELECCIONES 2009

Cuando cundio la Revolucion Francesa en 1789, se desarrollo una idea

novedosa: la representación de ideas a traves de grupos capaces de

materializarlos, es decir, los partidos políticos. Sería este el signo vital

de las democracias modernas, que despues de haber configurado sus

bases en un “sistema de partidos” (sea multipartidista o bipartidista),

propagaría tal principio hacia toda la sociedad.

No pretendo esbozar lineas acerca del sentido normativo de lo que

es un partido politico, sino analizar de modo preescriptivo (de hecho)

el grado de degradación que presentan hoy en dia. Los partidos poli-

tícos representan intereses de común filiación dentro de la sociedad,

que dada su heterogeneidad, permite una multiplicidad de partidos.

Con esto quiero decir, que la conformacion de partidos politicos es un

acto natural de toda sociedad, que por tanto estos no se conformen,

atiende a dos cuestiones: la restricción de derechos políticos o la falta

de perspectiva, no ya de intereses comunes, sino de apreciación de los

debates acerca de los problemas politicos que afloran dia a dia, que

todos persiben, pero nadia se aproxima a un choque de ideas superado-

ras del problema en cuestión, el que como tal, jamás será solucionado.

Desde sus comienzos, el sistema de partidos politícos argentinos

tendio a confundise con otras agrupaciones que reunian similares carac-

teristicas, pero con otros fines, como los sindicatos o las corporaciones

(estas últimas, que tanto daño le han hecho a nuestra democracia). El

primer hombre de la política capas de visualizar este problema fue el

dirigente socialista (fundador del partido) Juan. B. Justo. Como dirigente,

entendía la importancia de asumir la responsabilidad de un proyecto, y

fue quizas esto lo que lo llevo a pensar que el Partido Socialista podría

ser el partido que reuna a todos estos grupos bajo una sola bandera;

esto es lo que el historiador Jose Maria Arico llamo “la hipótesis de Justo”.

Hoy dia podemos conciderar este añoro del gran dirigente de prin-

cipios del siglo XX como una hipótesis trunca, ya que las fuerzas de

izquierda tendieron sino a la fragmentacion de sus partidos o bien a

ser parte de agrupaciones oportunistas y desdeñadas.

Asimismo, no podemos señalar mas de cuatro grandes partidos polí-

ticos que vertebraron la historia de la democracia agentina: el Partido

Autonomista Nacional de Bartolome Mitre, la Union Civica Radical

de Hipolito Hirigoyen y Leandro Alem, el Partido Socialista de Juan

Justo y el Partido Justicialista de Juan D. Perón. En torno a ellos giraron

transformaciones, mutaciones y engendros que derivaron el sistema de

multipartidos en un mosaico de agrupaciones personalistas, es decir,

sirvieron para alzar la voz de particulares, que se quedaron solo en eso…

en líderes de cartel.

Carlos Marx ha señalado que detrás de toda ideología acecha un

interés inconfesable. Cuando en 1912, gracias a la ley Saenz Peña, se

decreto el voto universal y obligatorio para todos los hombres, más allá

de responder a la ideología liberal, lo que el Partido Demócrata Pro-

gresista pretendio al impulsar dicha ley fue que se legitime la “formula

alberdiana” (N. Botana) institucionalizada preescriptivamente por la

“Generacion del ´80”.

Ni Saenz Peña, ni Juan B. Justo lograron alcanzar un sistema biparti-

dista. Seguido a ello se destaparon corporaciones que hicieron dificil

la tarea de Yrigoyen. Hoy en dia, en visperas de una nueva eleccion, la

situacion de principios de siglo XX no ha cambiado.

No pretendo analizar de modo exaustivo la coyuntura politica que

atravezamos, sino precisar algunas lineas, a modo de conclucion: 1) los

partidos politicos han desaparecido, hoy lo importante son los persona-

jes, el organisismo queda subsumido a este. 2) Los sistemas de alianza

que se suscitaron ultimamente solo reflejan la urgencia de algunas

personas por pelear “un lugar” al oficialismo y no por proyectar a futuro.

3) La base de las campañas son las apariciones mediaticas humorísticas

y la denostación del rival, no el debate de ideas.

Solo el planteo general del cuadro nos da la pauta para empezar a

descreer de nuestro actual sistema de partidos, lamentablemente. Los

sindicatos intentan adjudicarse liderazgo politico, los organismos eco-

nomicos que representan intereses minoritarios utilizan la demagogia

para tal fin, y esto es, sin duda, la situacion irrebersible que exige nece-

sariamente un cambio urgente…

4 CONTRACARA Junio 09,

Pésimas prácticas políticas.Entrevista a Debora Lacasa - Concejal Coalición Civica

Con respecto a lo que se juega en estas

elecciones, hay que ver tres planos: lo que

se juega, lo que se percibe que se juega y lo

que nos quieren hacer ver que se juega. EL

gobierno quiere hacernos creer que se juega

la gobernabilidad (es peligroso, el déficit debe

solucionarse desde la institucionalidad); se esta jugando el apoyo o no

a este modelo, que tiene buenas cosas, pero pésimas practicas políticas

(es lo que no se va a apoyar, es la realidad de lo que esta en juego) y, la

realidad, es que esto es una elección legislativa, así que se juega la posi-

bilidad de que el gobierno pierda la hegemonía y los votos automáticos

a lo que propone, eso es lo que realmente se juega.

Con respecto a los partidos políticos, se han ido devaluando, históri-

camente por no haber podido dar respuestas a la sociedad en términos

economicos y sociales, un poco por la visión de la sociedad de estas

incapacidades y por las incapacidades reales (hay que distinguir entre

la percepción y la realidad).

En algún punto, los partidos no han podido canalizar las demandas.

Se han ido desprestigiando. Hay que renovar tanto los partido políticos

como las prácticas, hay que renovarlos con nuevos planteos y nueva

gente. Debe haber representaciones ideológicas mas claras. Hay gente

joven entusiasmada, que son absorbidos por las viejas prácticas.

Con respecto al plano local, hay que ser sinceros, tenía otras expecta-

tivas hace tres años. Pensé que nos encontraríamos con otra persona,

con otra mirada. Hay que tener una mirada global, y a Mercedes la veo

muy desorientada, ya que no sabemos cual es nuestra matriz identitaria

(no sabemos si apuntamos a la educación, a la industria, a la actividad

agropecuaria, etc.). La idea no es correr con los servicios detrás de las

necesidades, sino se trata de planificar hacia donde se va a crecer y

fomentar así un polo de crecimiento. Tengo la esperanza de que el

gobierno cambie en el 2011, y pueda planificar una ciudad a futuro.

Está en juego un modelo de país.Entrevista a Pablo López - Concejal P.J.

En estas elecciones esta claro que queda

en juego un modelo de país. Es decir, acen-

tuar la legitimidad del proyecto de país de

un gobierno, por un lado; y por el otro, las

diferentes corrientes que tienen otra idea

en cuanto al rol del Estado.

Cuando hablamos del rol del Estado, siempre se pone la mirada sobre

lo más sensible, que es la economía y a partir de aquí se desarrollan todas

las políticas, independientemente de los actores, el rol que asume el

Estado, hoy en día, con respecto a la economía es de una fuerte presen-

cia, no dejando librado nada a la suerte de los números y las cuentas,

sino a las necesidades concretas que tiene el país. Las alternativas que se

presentan al gobierno ponen una mirada más librada a la suerte del mer-

cado, y eso esta expresado en los actores que integran esos proyectos.

Cuando se habla de la campaña resulta gracioso ver cuando se la

encara como una campaña ejecutiva, cuando lo que es, esta es una

elección legislativa. Quienes estamos en la función de legislar, nos damos

cuenta que estamos muy alejados de la competencia por el poder eje-

cutivo.

Con respecto a la crisis de los partidos políticos, es indudable que el

2001 fue una bisagra para estos, los cuales aun no han podido normali-

zar su funcionamiento. Hubo una dispersión de fuerzas impresionante,

a partir de allí, se inicia un proceso de ayornamiento de los partidos

nuevamente. Hoy en día, estamos en el mejor momento con respecto a

ello, aunque aun no se haya normalizado completamente.

Es importante la pertenencia a los partidos, soy bastante corporativista,

por que me parece sano el debate público, pero los que somos peronistas

cuando salimos a la cancha, salimos todos juntos, y eso se arregla desde

el plano interno. Sin embargo, veo positivo la pronta normalización de

los partidos.

La democracia necesita de los partidos, luego de la reforma de la Cons-

titución en 1994, se estableció que la única forma de acceder al poder

es a través de ellos.

Con respecto al ámbito local, uno siempre tiene una mirada crítica

al ver el déficit que tenemos. Veo que las oportunidades de país no las

podemos desaprovechar, y hoy hay un acercamiento muy fuerte entre

Nación y Municipio. Las perspectivas son de crecimiento, de reforzar las

instituciones, alentar el trabajo, la producción, que en definitiva redunda

en calidad de vida para los vecinos.

ELECCIONES 2009

Junio 09. CONTRACARA 5

Por Fernando Ríos

Se puede medir el peso de un átomo, el de una molécula, en verdad

se puede pesar absolutamente todo, ahora, cual es el peso de un voto?

En una de las tantas jornadas de capacitación política un docente pregun-

to: Como podemos saber el peso de un voto?, el silencio en el auditorio

dolía, el profesor insistió, vamos muchachos piensen, cual es el peso de

un voto? Aún en silencio pero ya ensayando una respuesta se me ocurrió

pensar “el peso de un voto debería ser directamente proporcional a

las cagadas o mentiras que haga o proponga un candidato”, estaba ya

dispuesto a comentar, no sin orgullo, mi teoría, cuando caí en la cuenta

que el auditorio estaba colmado de candidatos, bien, por razones obvias

decidí callar, no quería verme expulsado de la clase sin saber el final de

esto.

Claro el final nunca llegó, el docente con una sonrisa satánica dijo: “Bien

queridos alumnos les dejo la pregunta para una próxima oportunidad,

me tengo que ir” y partió raudamente hacia un destino por demás

incierto.

Hoy a horas de una nueva elección quisiera compartir algunas de las

conclusiones a las que llegue sobre cual es el peso de un voto.

El problema es el cambio

El voto se pone denso, pesado, casi podemos medirlo en gramos cuando

un candidato o fuerza política propone el cambio. Desde que lugar lo

dice? Cual es su autoridad para ofrecer ese cambio? Cuando realmente

alguien que hablo de cambio pudo cambiar algo? Creo que el cambio

no se pregona, se hace y punto.

Como podemos creer en personas que ya pudieron haber cambiado las

cosas y no lo hicieron? Como creer en el cambio cuando todavía las can-

didaturas son marcadas por el dedo prodigio del líder de turno y no por

merito? Son capaces de cambiar algo aquellas personas que conforman

grupos políticos que se unen más por intereses inmediatos que hacen a

su fuerza y no para la transformación de un modelo de sociedad y país?

Peor aún, nadie que habla de cambio te dice como lo va a hacer.

No, creo que cuando se habla de cambio en verdad se dice otra cosa.

Candidaturas testimoniales: de que te quejas?

Aquí sí el voto es muy difícil de pesar, liviano, vacio, inconsistente, casi

como un globo, mucho por fuera, nada por dentro.

Hemos escuchado quejas de todo tipo y desde todos los sectores sobre

las candidaturas testimoniales, es fraudulento al electorado, falto de

ética, como alguien puede presentarse y luego no asumir?, etc, etc, etc. Es

cierto todo lo anteriormente expuesto, es una vergüenza la candidatura

testimonial, pero ojo al piojo, ninguna fuerza política esta exenta de estas

candidaturas testimoniales.

Obviamente el kirchnerismo tiene sus representantes testimoniales, el

PRO en la figura de Michetti, el Acuerdo Cívico y Social ya lo tuvo cuando

Carrio abandono su banca de diputada para conformar ese espacio

político, hasta el bueno de Sabatella dejo su cargo como intendente de

Morón para su candidatura a diputado nacional.

No se enojen muchachos en todos lados se cuecen habas.

Soy lo que soy…

Cuando hablamos de aportes económicos en una campaña política

inmediatamente nos viene una pregunta, por que un candidato invierte

tanto dinero para llegar a un cargo legislativo?.

Aquí el voto vuelve a tomar un peso específico importante, casi podría-

mos decir que necesitaríamos la balanza de nuestro verdulero para poder

pesarlo.

Basta abrir la puerta de nuestro domicilio para comenzar a vivir una

experiencia de lo más colorida. Volantes, afiches, pasacalles, estandartes,

chapones, publicidades, regados con una importante dosis de boletas,

todo bien desparramadito por nuestra ciudad.

ELECCIONES 2009

CUANTO PESA UN VOTO?

6 CONTRACARA Junio 09,

apelan a nombres, a fotos, a discursos, pero si rascamos la superficie,

detrás de los nombres y de las fotografías ajadas, ¿qué hay?

Previo a la presentación de las listas escuchábamos la palabra “sello”,

y todos andaban por ahí, digo todos los políticos o lo que están en el

ruedo de “lo político” perdidos, o tratando de encontrar un sello, nada

más y nada menos. Un nombre, un sello.

Una fórmula, un trámite, el pasaporte que arrojaría al ruedo de la dis-

puta, un juego de nombres.

Qué hay detrás de cada nombre, de cada rostro que invoca un nombre,

qué ideas sustentan, qué proyectos proponen, y cómo.

Decirle a quienes juegan el juego político que respondan a tales pre-

guntas estaría bien, pero seguimos quedándonos en el terreno donde

todo se dice para no decir, en lo discursos cruzados, direccionados.

Sí, también, pero además y sobre todo, queremos saber qué piensa

el común de la personas respecto de los partidos en este período pre

eleccionario, si cree en la política como medio para el cambio, si cree

en el discurso y qué cree de ellos. Qué ve, detrás de la trama de este

juego político que se echa a andar. En qué fundamenta sus preferencias,

su creencia.

No quisiera tener conflicto alguno con imprenteros ni medios locales, pero, no resulta extraño ver la cantidad de dinero invertido para que alguien

los vote?.

Es sabido que los medios de comunicación esperan ansiosos los periodos eleccionarios para poder juntar unos pesos extras, hasta aparecen nuevos

espacios periodísticos para llevarse parte de esa torta.

Uno en definitiva no sabe si la inversión de los candidatos es por una razón verdaderamente altruista o no.

Hasta aquí llego con este intento de poder entender cuanto pesa un voto, seria muy interesante que cada uno de ustedes estimados lectores nos

envíen sus teorías de cómo poder medir el peso de un voto, tal vez así en próximas elecciones consigamos poner una papeleta con el peso exacto

para poder transformar esta sociedad y mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos.

PD: Tal vez me equivoque pero aún no he escuchado la frase, “pretendo llegar a ser legislador para contribuir a mejorar la calidad de vida de los

habitantes de esta ciudad”, seria bueno que piensen en eso de tanto en tanto.

ELECCIONES 2009

CUANTO PESA UN VOTO?

Todo se dice para no decir.

Por Luís López

Qué son y en qué se han convertido los partidos políticos. Qué represen-

tan, a quiénes representan.

En este momento previo a unas elecciones adelantadas, el tema está

sobre el tapete, no obstante, no se plantea, es otra idea más anquilosada

–la palabra, anquilosar refiere en una de sus acepciones a “detenerse algo

en su proceso”. También es parte de lo que hay que desandar, empezar

a devolverle a las palabras su sentido, rever los diccionarios y comenzar

a hablar claro.

Los partidos han detenido su proceso de transformación, interna y

han perdido su capacidad de ser herramienta de transformación. Son

estructuras gastadas de lo que solo persevera el nombre. Unos, conti-

núan asentando su prestigio en la historia; otros más nuevos intentan

dar cuenta en el nombre de todo aquello a lo que apuntan. Los partidos

Junio 09. CONTRACARA 7

Por Marcelo Denápole.

El panorama pre eleccionario se está mostrando calmo y hasta con algo de escepticismo ciudadano.

No hay como en otros momentos, debates de ideas o modelos contrapuestos, sino una melange de posicionamientos

opositores particulares a circunstancias mediáticas específicas.

Es claro lo que el gobierno piensa en relación a economía, producción, educación, seguridad, derechos humanos, salud,

inclusión social, tercera edad, fondos jubilatorios, deportes, obra pública, integracción latinoamericana, solidaridad,

etc. Pero, salvo honrosas excepciones de la izquierda que tiene su modelo claro, con el que se puede estar de acuerdo

o no, en el resto de la oposición no hay a mi entender, una postura definida al respecto, limitándose a ser comentarista, crítica de las acciones del

gobierno, resignando ideologías a cambio de aglutinar estructuras heterogéneas para enfrentar al modelo nacional y popular gobernante.

Esas bolsas de gatos, similares a la tristemente pasada “Alianza”, se abroquelan pre electoralmente y se disgregan con mucha más facilidad a posteriori.

El panorama a nivel local, no dista mucho del nacional ni provincial, no se debaten ideas, solo se carga en contra de la figura del intendente cuyas

anchas espaldas resguardan a sus candidatos hasta hoy intactos.

En ese contrasentido, se han visto partidos de raigambre popular votando en contra de un plan popular de viviendas, defendiendo urbanizaciones

de clase media alta, negando un fondo público de pavimentación y defendiendo en resoluciones a los patrones del campo, lejos de los principios

fundamentales de Alem o Irigoyen. El Peronismo no quedó afuera del incumplimiento de consignas fundadoras ya que el famoso: “el que gana

gobierna y el que pierde acompaña” no se cumplió, debido a que a la hora de las internas nadie confronta ideas, ni mide fuerzas; sin embargo, a la

hora de la campaña germina un almácigo de opciones posibles, que usan símbolos partidarios que no se ganaron y debilitan un proyecto común,

esquivando la interna, con tal de lograr posicionamientos personales.

¿No era que “Primero la Patria, segundo el Movimiento y por último, los hombres?” En fin, quizás sea cierto que la política es el arte de lo posible y

que la única voz valedera la tenga el pueblo en las urnas el 28, donde algún cráneo encuestador mercedino dejará de vendernos espejitos de colores.

ELECCIONES 2009

Acerca de la realidad política preelectoral.

Fragmento de un articulo publicado por Martín Caparros en el diario Critica Digital

Porque creo que hay muchos que siguen currando con eso de la honestidad: con la denuncia, con los prontuarios ajenos, con la promesa propia.

Y, con eso, clausuran el debate sobre el poder, la riqueza, las clases sociales: acá lo que necesitamos son gobernantes honestos, dicen, y la hones-

tidad no es de izquierda ni de derecha. La honestidad quizá no, pero los honestos seguro que sí. Se puede ser muy honestamente de izquierda y

muy honestamente de derecha, y ahí va a estar la diferencia. Quien administre muy honestamente en favor de los que tienen menos –dedicando

honestamente el dinero público a mejorar hospitales y escuelas– será más de izquierda; quien administre muy honestamente en favor de los que

tienen más –dedicando honestamente el dinero público a mejorar autopistas, parkings, teatros de ópera– será más de derecha. Quien disponga muy

honestamente cobrar más impuestos a las ganancias y menos IVA sobre el pan y la leche será más de izquierda; quien disponga muy honestamente

no cobrar impuestos a las actividades financieras y sí al trabajo asalariado será más de derecha. Quien decida muy honestamente facilitar el uso de

anticonceptivos será más de izquierda; quien decida muy honestamente acatar las prohibiciones eclesiásticas será más de derecha. Quien decida

muy honestamente educar a los chicos pobres para sacarlos de la calle será más de izquierda; quien decida muy honestamente llenar esas calles

de policías y de armas será más de derecha. Y sus gobiernos, tan honesto el uno como el otro, serán radicalmente diferentes. Digo, en síntesis: la

honestidad –y la voluntad y la capacidad y la eficacia–, cuando existen, actúan, forzosamente, con un programa de izquierda o de derecha.

“Honestismo político, una reflexión de Martín Caparros. “El honestismo es la resignación de no discutir lo que realmente importa”

8 CONTRACARA Junio 09,

sólo una transición, será el resultado de lo que hayamos podido gestar

antes y lo que se consiga no será perdurable si no se sostiene con con-

vencimiento, con un arraigo profundo en las ideas.

Todavía falta bastante camino por recorrer; por el momento se oye el

fragor de los discursos en la disputa por el voto, especie de llave para

quienes tienen el negocio de la cerradura, sin emplear ninguno de los

términos de manera inocente, porque hoy los candidatos se venden

como un producto y “cierran” filas, a la hora de proteger el propio estatus.

Falta construir la noción de voto ideológico, y esperemos que toda la

ausencia de los jóvenes en el campo político, en verdad sea fragua desde

otros campos. Quisiéramos creer en eso.

La política está en descrédito, pero algunos se animan a enfrentarla en

el campo de batalla de las ideas y el debate ideológico. Y eso, es algo

siempre auspicioso. Desde aquí, abonamos el terreno de esa disputa, por

el voto no sólo como llave, sino como herramienta.

No nos cansaremos de hablar del descrédito de la política, de criticar

a los falsos políticos, pero tampoco de intentar generar espacios para

el desarrollo de las ideas, para el debate del pensamiento, porque no

vale la crítica sin propuesta ni el planteo de la ausencia ideológica sino

procuramos ámbitos en donde exponer y exponerse.

Por Claudia Lucero.

Carolina Keve, en su artículo “Descalabro de la política” aparecido en

Le Monde Diplomatique de mayo de 2009 plantea: “Si algo define a las

elecciones legislativas de junio próximo en Argentina, es que son un

testimonio fiel de la crisis del sistema de representación. El travestismo y

la inescrupulosidad, las mediocres propuestas de los dirigentes, la falta de

debate y de participación militante han devenido la marca de la política.

Necesidad de una profunda reforma, no sólo de procedimiento, sino

además cultural”. Ni falta “traducir” lo que expone, el panorama general

viene siendo el descripto desde hace tiempo. Se torna imperioso abogar

en conjunto por ese cambio cultural, más allá de las ideologías, para

empezar a construir una ciudad, un país donde sea posible vivir, con el

compromiso no sólo de la clase política y sus dirigentes sin también y

sobre todo, con la necesaria responsabilidad ciudadana para el control

y la exigencia del cumplimiento de lo prometido en campaña.

Es un momento difícil, la proximidad de las elecciones empaña aún más

el panorama, estamos en una coyuntura y planea cierta confusión. Más

de lo mismo, las viejas peleas, los viejos actores o nuevos actores con

viejas prácticas. El común de la gente engloba a todos los políticos en

una misma masa informe de los que prometen, mienten, se venden, en

todos los sentidos. Así que la lucha es ardua, los partidos, los políticos

que salen al ruedo a pelear desde lo ideológico, tienen una doble batalla:

pelear el voto en franca confrontación de fuerzas; y otra, en pos de una

modificación en los modos de pensar. El desafío de hacer ver que el voto

vale, en serio vale. Vale en la cuenta y vale por su peso específico, por

lo que implica el derecho a su ejercicio, si es un voto en positivo, por las

creencias, claro, si del otro lado se responde a determinados postulados.

El tema es que aquí se juega no sólo eso; en medio, las especulaciones

de todo tipo.

Librados de todo lo que ya sabemos, de lo ampliamente criticado, de

la política vuelta un fantoche, seria bueno que algo nuevo comience

a gestarse y que tenga que ver con la formación, con el trabajo, con la

militancia, con el hacerse un lugar pero a costa de poner el cuerpo. Hay

quienes desde distintas fuerzas políticas muestran atisbos de estar en ese

camino, a la espera, porque algo de lo viejo comienza a resquebrajarse.

Indefectiblemente, los cultores de la vieja política poco a poco aunque a

desgano, han de dejar terreno a los que vienen, por necesidad, por con-

veniencia, por el curso lógico de la vida. Tal vez sea una mirada teñida de

optimismo. Optimismo consciente de que esa necesaria transformación

ha de requerir tiempo, y que debe gestarse desde el trabajo, desde el

hacer y construir paso a paso. Y esa lucha se libra en el interludio, en el

mientras tanto, cuando no se está en la vidriera. El tiempo electoral es

ELECCIONES 2009

Generar espacios para el desarrollo de ideas.

Junio 09. CONTRACARA 9

“EL ARTE ABSTRACTO” (sencillez), Fernando Pereira.

10 CONTRACARA Junio 09,

compañeros tienen que limpiar los locales partidarios. Mi jornada

no va a terminar a la una del mediodía.

El frió intenso se hace sentir; el viento hace caer la sensación tér-

mica a niveles insospechados, pero debemos resistir. Como dicen

ellos, “para eso nos pagan”. Como si cuatrocientos pesos más la

comisión fuese suficiente para salir adelante, como si fuese suficien-

te para que un joven pueda independizarse, como si alcanzase para

sostener a una familia. Eso no le importa al conductor cuando nos

acercamos a ofrecerle las obleas. Muchos aprovechan para escupir

su hiel sobre nosotros, descargando toda su bronca. El otro día

golpearon a un compañero. ¿Era un

consejal al que le quisieron cobrar la

oblea? No puedo saber, ese pibe ya

no labura más.

Somos laburantes en negro, pre-

carizados, de eso no hay duda. No

podemos sindicalizarnos y nuestra

situación es por demás tambaleante.

No podemos reclamar sin el peligro

de que nos echen sin miramientos.

Después de todo, para nosotros no

hay fondo de desempleo, liquida-

ción final ni nada que se le parezca.

“Si joden ponemos parquímetros”

nos dicen. Como si cobrar el esta-

cionamiento y recaudar fuese más

importante que darle trabajo a la

gente.

El Estado no nos protege, sino que

nos usa; el Estado no garantiza nuestros derechos, sino que los viola.

Pero de todas maneras no tenemos opción. La calle está jodida,

no hay trabajo para nadie y mucho menos para los jóvenes. Sin

embargo no podemos abandonar las esperanzas ahora. Somos

trabajadores y eso es algo que no van a poder robarnos nunca. Y

somos los trabajadores los únicos que podemos cambiar esta situa-

ción. El sol sale, rompiendo con la oscuridad absoluta. El invierno

eterno del que quieren convencernos no existe, si despertamos se

va. Depende de nosotros organizar y construir la primavera.

La jornada está terminando y un montón de siluetas oscuras

comienzan nuevamente a amontonarse. Mañana será otro día, muy

similar a este seguramente. Sin embargo “el mañana” es nuestro y

eso no nos lo van a poder robar jamás.

Por Gastón Medina.

El despertador sonó, inaugurando una mañana gélida y cubier-

ta aún por la penumbra. No es como en los cuentos de hadas,

donde el gallo canta con los primeros rayos del sol. El invierno

patagónico se infiltra en lo más profundo de las almas y de los

corazones, anticipando que aún falta mucho para que el Febo se

haga presente. Me levanto medio a los tumbos.

Busco mis elementos de abrigo inscriptos con consignas como

“Municipalidad de Puerto Madryn” y “Estacionamiento Medido”;

aunque inútilmente

intento calentar mi

cuerpo con ellos,

pues su finura y

delgadez sólo son

comparables con

el estrecho margen

que separa nuestra

condición laboral

con el trabajo escla-

vo.

Salgo de mi casa

y me dirijo hacia las

oficinas de Tránsi-

to, como mi rutina

de lunes a sábados

me lo marca, ya

estoy concientiza-

do sobre que tendré

una larga jornada, con cinco horas parado sin un lugar al cual ir al

baño, pero no tengo opción.

Lentamente comenzamos a amontonarnos, esperando que nos

designen las calles y nos entreguen nuestras herramientas de trabajo.

Cien obleas para vender a un costo de un peso cada una. Si las

vendemos todas tendremos 100 pesos, de los cuales solo 10

pesos serán para mí. ¿No era Perón quien decía que la mitad de

los ingresos deben ser para los trabajadores y la otra mitad para

el patrón? ¿50 y 50 para cada uno? Yo pensé que éste era un

gobierno peronista, indudablemente me equivoqué.

De política no sé nada. Solamente sé que si queremos mante-

ner el Plan Social, yo y un grupo de compañeros tenemos que ir

a caminar la campaña para el político de turno, mientras otros

Crónica de un trabajador precarizado

Junio 09. CONTRACARA 11

Por Carlos Guiliani - CTA.

¿Cómo ejercer la libertad de expresión y el derecho social a la comunicación en

un paisaje dominado por el oligopolio informativo?

En primer lugar, a través de

la organización. No hay posi-

bilidad de dar pelea al poder

multimediático sin organizar

al sujeto colectivo de la acti-

vidad: los trabajadores.

Desde nuestros orígenes

hemos vinculado la lucha rei-

vindicativa a la lucha política.

La tarea no se reduce solamente a litigar por más salario y mejores condiciones

laborales, sino a participar de un proyecto político que le dé sustento a la

discusión de un nuevo modelo comunicacional en la Argentina.

A la dictadura informativa, que transmite la mentira organizada por cadena,

hay que combatirla utilizando la táctica de la guerra de guerrillas: golpear en

todos los frentes, donde menos lo espera y más le duela. Articular como una

inmensa tela de araña la red de medios de comunicación que transmiten

por diferentes soportes las prioridades, las acciones y las estrategias de las

organizaciones libres del pueblo, es una tarea pendiente y un desafío que

nos interpela a todos.

El poder desinforma, manipula, trafica mercancía contaminante e impone

a gusto y placer la agenda que debate la sociedad de la información. El

contrapoder radica en configurar nuestros propios medios de comunicación

para que hagamos visible los temas que realmente interesan a la mayoría de

nuestro pueblo.

En esa disputa la neutralidad no existe. Tampoco la complacencia hacia el

interior de las empresas donde hay que tensar la cuerda al máximo para recla-

mar por los espacios de libertad adelgazados hasta la anorexia, los magros

salarios y la precarización laboral.

¿Acaso Mariano Moreno fundó La Gazeta de Buenos Aires para congraciarse

con los poderosos? ¿Su verbo fue tímido, amarillo, genuflexo, cómplice de

los que mandan? ¿Estaba a sueldo de alguna potencia extranjera o de los

cipayos que conspiraban contra la Revolución? ¿Le temían los desposeídos?

¿Lo admiraban los grandes señores que complotaban para seguir siendo una

colonia? ¿No es su “Plan de Operaciones” una pieza magistral de la Revolución

en este lado de América? ¿Por qué lo arrojaron al destierro? ¿Quién lo mató?

¿Quién lo mandó a envenenar en alta mar?

El 7 de junio de 1810 una Buenos Aires convulsionada leía por vez primera

La Gazeta, portavoz de la emancipación nacional.

Casi 200 años después, lo mejor que podemos hacer es rescatar su ejemplo.

OPINIÓNCombatir la dictadura informativa

Los “Payamédicos” asisten al Hospital de Clínicas dos veces por semanas,

recorren las salas de Terapia Intensiva, Terapia Intermedia e Internación de

Pediatría con sus narices rojas y sus guardapolvos coloridos. Contribuyen a

sanar no con remedios sino con muecas, juegos, poesía, tanto a los chicos

como a sus familiares y al mismo equipo de profesionales de la salud. Ellos

utilizan números y escenas escritos previamente y también improvisan sobre

la basa de ciertas pautas éticas basadas en experiencia y formación rigurosa.

“Hospiteatro” es la modalidad para los pacientes adultos. Se lleva a cabo en el

Hospital Udaondo, con la participación de alumnos de los Talleres de teatro de

la Facultad de Medicina, coordinados por el doctor Pellucchi y la supervisión de

“Payamédicos”. Representan eventos teatrales humorísticos para pacientes

en Terapia Intensiva, Terapia Intermedia, Clínica Médica, Guardia y Cirugía.

¿Qué beneficios obtienen los pacientes a partir de la risa y el humor?

El acto de reirse está vinculado al aumento de las endorfinas, que son moléculas

de la familia de la morfina pero endógenas (elaboradas por el propio

organismo). Las mismas también aumentan durante el ejercicio, algunas

comidas y situaciones de relajación. Hay varios trabajos que demostraron

la asociación de la mejoría del estado de ánimo con mayor sobrevida y

menor morbilidad en varias enfermedades (por ejemplo, cáncer de mama).

También se observa menor incidencia de enfermedades orgánicas en

pacientes con depresión. Es común ver que cuando las personas están

muy preocupadas o tristes se enferman más. El estado de ánimo favorable,

además de vincularse a mayores niveles de endorfina en sangre,

tiene incidencias sobre el sistema inmunológico a través de mantener

un equilibrio adecuado en el metabolismo de las linfoquinas, interleuquinas

y leucotrienos, medidores químicos que actúan en el dolor, procesos

inflamatorios, alergia y guardan relación con el envejecimiento.

Para los “Payamédicos”, provocar risa es relevante en el contexto de una

mejoría continua del estado de ánimo del paciente internado, desdramatizando

mediante eventos teatrales humorísticos la situación cruel de

la internación, demostrando al niño, familiares y equipo médico que la

risa, el humor y la fantasía pueden y deben tener un lugar en el hospital.

Los Payamédicos.

HÉROES.

12 CONTRACARA Junio 09,

chico hace años que no viene a La Boca. Desde antes de casarse. Desde que

jugaba Rattín. Tantos que casi ya no recordaba como llegar.

El Gran Mangacha -singular personaje de voz nasal del que se destacan pese

a su cabeza calva una serie de largos rizos anaranjados que penden desde su

nuca, unos tupidos bigotes también anaranjados y un extraño abultamiento

en su espalda que no llega a resolverse en joroba- ha conseguido cuatro

plateas ubicadas cerca del codo que desemboca detrás del arco que da a

Casa Amarilla.

El chico le pregunta al padre si pueden ir

hacía allí. Señala con el dedo. El lugar es el

centro mismo de la Doce que ya comenzó

a calentar la garganta. El padre y el Gran

Mangacha se ríen y le prometen que dentro

de unos años, cuando sea más grande, podrá

ir él solo a ese sector de las tribunas.

Lo alerta La Voz del Estadio, que anuncia que los equipos están por entrar

a la cancha. Deja de mirar a aquellos inquietos y ruidosos hinchas y vuelve la

vista otra vez hacia el campo de juego. Que chiquitos son los jugadores que

desde un agujero en el piso van saliendo en fila india, casi casi se parecen a los

muñequitos que decoran las tortas de cumpleaños, piensa el chico. El aliento

de la hinchada, su música apasionada, inigualable como pocas cosas en este

mundo, hace que su corazón gire emocionado, también él grita.

Aguzan la vista, se acostumbra a la distancia que imponen los estadios. Así

los jugadores se han ido agrandando un poco. Ahora puede distinguir a Gatti,

al Chino Benitez y al Mono Perotti precalentando cerca del lugar donde están

ubicados. También puede distinguir lejanamente la textura de sus camisetas

de piqué, parecidas a la que el guarda en su casa y la que se ha puesto para

ir a la Plaza san Martín a festejar la

última Libertadores.

El padre del chico, guía la

mirada de su hijo hacía el centro

del campo, le dice que mire al

Toto, ese hombre de traje azul

que cruza la cancha con los

brazos en alto y al que todo el

estadio aplaude. Le dice que se

parece cada vez más a Don Cor-

leone. Pero el chico aún no sabe

quien fue el rey de la mafia.

Lorenzo es una figura muy que-

rida para el chico. Tanto que así le ha puesto a su primer perro. En el tren

mientras viajaban el padre le ha pedido que le repita al Gran Mangacha la

El chico tiene siete años. Está pisando por primera vez las gradas de la Bom-

bonera. Sus ojos parecen mucho más grandes de lo que verdaderamente

son. Tal es el asombro.

La gloriosa Bombonera. Así la ha nombrado su padre. Igual que si estuvie-

ran en el atrio del Partenón o ante la colosal pirámide de Gizeh. Bueno, en

realidad, están ante lo que muchos llaman el Coliseo de la Boca.

El padre intenta que en su debut el chico respire aires épicos que se

embeba de las cuantiosas mitologías que se forjaron dentro de esa cancha.

El mismo padre que dos años atrás

haciendo uso de las fibras de colores que él mismo

compró para que su hijo dibuje, -con el pulso des-

angelado de los que no saben dibujar ni siquiera

monigotes, pero conciente de las amplias bonda-

des del ejercicio de la libertad- colorea las distintas

camisetas del fútbol argentino, las expone como un extenso catálogo de

posibilidades para que su hijo, de entre todas, elija una.

Obnubilado por la cantidad de colores que su padre ha desplegado sobre

una hoja oficio, el chico elige. Y decide para siempre su futuro de hincha.

No demora demasiado tiempo en hacerlo. Solo unos segundos pasan.

Segundos en que sus ojos se reconcentran.

Apoya uno de sus pequeños dedos sobre una de las casacas dibujadas

por su padre. Elige la azul de ultramar cruzada en forma horizontal por la

iridiscencia aurífera de una franja amarilla a la altura del pecho.

El padre lo abraza. Feliz y sin que ello interceda en nada su felicidad se

prepara para rehuírle un poco a la culpa, producto de algún tipo de influencia

que ha ejercido instantes antes de definir la elección.

Lo primero que moviliza su atención es el verde del campo de juego y des-

pués la colosal construcción de cemento de las tribunas. Le parece imposible

que más allá de los palcos de divisen los techos oxidados de las casitas de La

Boca. Como si el mundo se hubiera estrechado de tal forma que no pudiera

existir nada más que no fuera el interior del estadio. El chico es sabedor que

nunca a estado en un lugar así. Apenas si tiene una vaga idea de los que son

los estadios de fútbol a través de la tele lluviosa y en blanco y negro.

En el borde de la tribuna donde se concentra más gente lee la palabra

Cinzano sobre un fondo azul y rojo. Es el mismo logotipo que tienen los

ceniceros de los bares. Tío Oscar que también ha sido de la partida esta tarde,

el tío sordo y bonachón, que en realidad es tío de su madre, le dice al chico

que Cinzano es el vermut color negro que él toma cuando van al boliche

de Davobe. Vos tomás Sulki que no tiene alcohol, completa su intervención

didáctica.

Otro que ha sido de la partida en esta tarde inaugural para el chico es el

Gran Mangacha, un consuetudinario hincha de Boca, amigo personal del

padre del chico, que oficia de cicerone esta tarde puesto que el padre del

“Cuando era niño y conocí el estadio Azteca/ me quede duro/ me aplastó ver al gigante/de grande me volvió a pasar lo mismo/ pero ya estaba duro mucho

antes.”

EL COLISEO DE LA BOCA , Un relato de Andrés Monferrand

Junio 09. CONTRACARA 13

todavía la sigue acomodando; Libertadores e Intercontinental ’77, la del penal

de Vanderley y la hazaña de Karlsruhe contra el Borussia Moenchengladbach

de Bertie Vogt y Rainier Bonhof ,cuando todos lo daban por muerto antes de

jugar –tanto que ningún medio cubrió la final alemana- y la reciente Copa

Libertadores de América ( hace escasos veinte días), trofeo que el chico ha

contemplado con un tipo de éxtasis místico, igual que si estuviera ante el

Grial, en las vitrinas del interior del club, junto a su padre, mientras el Gran

Mangacha sacaba las entradas.

El primer tiempo es aburridísimo. Faltas estratégicas, fricción excesiva en

el mediocampo, pelotazos largos a ningún lado. 17 minutos de juego real

contabiliza Dante Zavatarelli. El chico está impaciente por ver que se concrete

un gol. Quiere ver como es eso. Como lo grita la gente en el estadio. De que

modo impacta la pelota en la red. Como lo grita sobre todo “la hinchada”. Así

denomina, por motu propio, a la parte más exaltada que grita atrás del arco,

sector que tanto se diferencia del resto del público por su protagonismo

constante dentro del estadio, y a la que le dedica cada vez más atención. No

sabe, entre otras cosas, que su líder histórico es Quique, el carnicero y que muy

pronto será desbancado por su actual lugarteniente José, alias “el Abuelo”.

Otro que con el tiempo se convertirá en historia.

Al cabo del primer tiempo el chico ha estado atento a los cánticos que de

la bandeja inferior han partido. Lo ha mirado a su padre cuando a coro insul-

taron al árbitro, Iturralde, la concha de tu madre han repetido varias veces y

buscando primero la aprobación de su padre, él ha reído.

Ha quedado bastante intrigado con aquello de: Se va acabar, se va acabar,

la dictadura militar aumentado por el redoble de los bombos que su padre

por primera vez en la tarde siguiendo a la hinchada acompañó marcando

el compás con su mano sobre una baranda y esa otra canción con música

pegadiza y palabras similares a las de las canciones patrias que entonan en

su colegio y de las que solo recuerda.. todos unidos triunfaremos… y que esta

vez su padre no siguió como antes golpeando su mano contra la baranda.

Para nada. No solo eso, sino que además puso una terrible cara de asco al

escucharla.

También ha estado atento a un cuadro singular en los márgenes del campo

de juego, en esos canales llenos de agua, que al preguntarle su padre le ha

dicho que se denominan fosas y que sirven para que la gente no entre a la

cancha. Le ha llamado mucho la atención que durante el juego varios

frase del Toto respondiéndole a un periodista. Al chico le ha gustado mucho

esta frase, tanto que la repite de memoria:

-¿Usted es conciente de que la selección argentina salio campeón del mundo

con un equipo donde no había ni un solo jugador de Boca?

Y el chico remeda al Toto.

-¿Y usted es conciente de que Boca salió campeón del mundo con un equipo

donde no había ni un solo jugador de la selección argentina?

Por los altoparlantes dan la formación: Gatti; D’angelo, Alonso, Squeo y

Bordón; Abel Alves, Rio y Benitez; Potente, Salguero y Perotti. Un Boca dis-

minuido indudablemente, con demasiados suplentes y con un viejo que no

da más como Potente. Esto debe pensar el padre que comienza de alguna

manera, como intuyendo algo negativo, a sufrir en silencio.

El Gran Mangacha les dice que después de ganar la Libertadores- la segun-

da, la obtenida después de vencer a los colombianos del Dep. Cali- el Toto

y Alberto J. Armando les han dado vacaciones a los muchachos. Por eso no

están ni Mouzo, ni Sá, ni Mastrángelo, ni Zanabria, ni Pernía, ni el Chapa Suñé,

ni el negro Salinas.

-Pero nos sobra, Peter, contra estos chiquilines, nos sobra dice el Gran Man-

gacha dirigiendose al padre del chico. Está tan confiado que hoy Boca gana

como todos los hinchas presentes.

-Si hoy jugamos contra nadie- recalca.

Es verdad, del otro lado envueltos en camisetas blancas y negras a bastones.

Un ignoto Gimnasia y Esgrima de Mendoza corre con timidez por el césped

de la Bombonera tratando de ganar confianza sobre el terreno, tratando de

que el vértigo que le impone la Bombonera a los jugadores visitantes, esa

energía insondable que se despliega desde los cuatro costados de la cancha,

no los maree tanto. Han pasado tan desapercibidos en su ingreso a la cancha,

que ni los han silbado. Es un club del interior que participa por primera vez

del Nacional. Por el pelo rasurado en la parte de atrás de sus cabezas todos

intuyen que la mayoría de los inexpertos jugadores son colimbas. Pese al dis-

minuido Boca, no puede haber, no tendría que haber, ningún inconveniente

esta tarde para que el local se lleve los dos puntos. No puede haber sorpresas

dicen los pragmáticos. Los improvisados mendocinos no pueden ser rivales

del afamado Boca, ebrio de victorias que conduce Juan Carlos Lorenzo.

He aquí su seguidilla de títulos en los últimos tres años: Metro y Nacional

’76, la final con River en la cancha de Racing y el pícaro tiro libre de Suñé

mientras Fillol acomodaba la barrera – dicen que en algún lugar de su mente

14 CONTRACARA Junio 09,

insultos juntos dirigidos a una persona. De su propia garganta sale un tímido,

hijo de puta. Cuando Miguelito Bordón se calza el buzo celeste del arquero

expulsado y se dirige cabizbajo hacia el arco a intentar contener el penal se

comienzan a apagar los insultos y reinar el silencio. Un silencio sepulcral. 3 a 1.

El gran Mangacha ha desaparecido de la escena, no lo ha podido soportar

nos espera afuera del estadio mientras da cuenta de un pingüino de blanco

en un barcito.

El padre del chico tiene ganas de hacerse el hara kiri con el pinche de los

chorizos que se asan en el fondo de las plateas.

La tarde soleada se ha puesto gris. Hace frío y llovizna.

Contragolpe mendocino. Y un pibe que nunca más pisará el césped de la

Bombonera pone el 4 a 1.

Otro contragolpe mendocino. 5 a 1.

Hay un detalle curioso que el chico advierte con los ojos ciegos de lágrimas.

“La hinchada” sigue cantando.

Igualmente no lo consuela en nada esa estampa épica, ese gentío de lomo

desnudo que canta aún en la derrota. Apenas será una imagen que alimentará

su alma mucho tiempo después. Nada

en estos momentos es capaz de dete-

ner su desazón. Infinita desazón. Llora

como si una noche maldita alguien

ingresando a su casa le hubieran robado

todos sus juguetes, todos sus soldaditos

romanos, y los Guardias de la Reina con

sus morriones, su acorazado machtbox

y su metegol de madera, su pelota de

goma y su proyector. Como cuando

hace cuatro años le sacaron el chupe-

te. Llora con rabia. Pero con otra rabia

que no es berrinche, sino una expresión

ardiente y pasional que de un extraño

modo lo emparienta tempranamente con el mundo de los adultos.

El padre no tiene palabras para consolarlo. Apuesto que a nadie le gustaría

estar en su piel. Para calmarlo solo atina a abrazarlo sosteniéndolo del cuello.

Lo estrecha contra su cuerpo. La impotencia hace que pruebe con cualquier

cosa. Como por ejemplo. Que River ha perdido 3 a 0 con Atlanta. O un absur-

do, viste de todo esta tarde hijito, goles en contra, penales, expulsión del

arquero. O que deje de llorar que ahora van a comer unas pizzas a Banchero.

El chico inunda de lágrimas el ajado asfalto de Del Valle Iberlucea. No, no

hay consuelo posible. Su llanto también riega la calle Brandsen, Zolezzi, Palos,

Martín García y la avenida Alte. Brown.

La breve sombra de la calle Brandsen le ha parecido un círculo negro

interminable, un pozo por donde no termina nunca de caer. Todas las glo-

rias recientes se han esfumado de su memoria. No hay otro recuerdo que

la derrota que acaban de sufrir esta tarde. Sospecha que esta sensación de

dolor será interminable y eso lo tortura y le provoca cada vez más llanto. No

chicos de su edad naden dentro de ellos como si fuera una gran

piscina.

Se reanuda el segundo tiempo. El Gran Mangacha vaticina que antes de los

’15 el Mono Perotti lo liquida. El padre del chico no está tan seguro. Alguien

que escucha una radio a transistores avisa para todos que River pierde con

Atlanta. 2 a cero, dice.

Hay una jugada confusa. Bordón se la quiere dar a Gatti pero la pelota,

caprichosa en su destino va a parar dentro del arco. Nadie en la cancha grita

el gol. Ni los jugadores de Gimnasia.

A los diez minutos el mismo Bordón herido en su amor propio encabeza un

ataque por el lateral izquierdo de la defensa mendocina y tira un furibundo

buscapié al centro del área el zaguero derecho de Gimnasia quiere despejarla

pero con tanta mala suerte que la pone contra un palo. Otro autogol. Pero

esta vez a favor de Boca. Goooooooooooolllllllll, grita el chico por primera vez

en la Bombonera y estrecha sus brazos con los del padre y juntos gritan Sí, si

señores/ yo soy de Boca, Si, si señores de corazón/ porque este año/ desde La

Boca/ desde La Boca/ salió el nuevo campeón.

Pocos minutos después, penal para

Boca. El Gran Mangacha advierte, voci-

ferando, como si el Toto lo escuchara

del otro lado de la cancha. Que no, dice,

que no lo pateé el 2, que es amargo, se

llama Alonso como el degeneradito de

River. Dicho y hecho, tenía razón el Gran

Mangacha, de los pies del zaguero salió

una masita a las manos del arquero. El

chico lo mira azorado. El Gran Manga-

cha putea hasta en latín.

El padre del chico, como dicen en la

jerga firma el empate, lo firma ahora

mismo, no quiere por nada del mundo

que su hijo vea perder a Boca, menos el día de su debut en la Bombonera, por

eso y no por otra cosa a elegido este partido –fácil- contra los mendocinos. Lo

firma porque sabe que algo terrible esta por suceder. Sabe porque le sudan

las manos, los pies y una vibración recorre su nuca, la misma que en las mesas

de juego y en el casino le advierte que es hora de retirarse que los caprichos

del azar se han esfumado de su suerte.

Ahora hay penal para Gimnasia. Faltan menos de veinte minutos.

Todos sabemos que el Loco va a ponerlo nervioso al shoteador, un pibe

que lo mira temblando. Pero el pibito cierra los ojos, leda fuerte de puntín y

la manda adentro. 2 a 1.

El comienzo de la debacle. Iturralde otorga otro penal para los mendocinos

y Gatti no lo puede soportar. Exceso verbal. Roja. Afuera. El chico observa a la

gente enfurecida. Nunca ha visto tanto quilombo, nunca ha escuchado tantos

Junio 09. CONTRACARA 15

se da cuenta -no podria darse cuenta nunca- que esta siendo bautizado en el arte de sufrir. Karma inherente a todo aquel que se precie de verdadero hincha.

Y que pese a ser de Boca, el no está, no estará exento para nada, y que no obstante con el paso del tiempo lo verá convertido en el equipo con más copas

internacionales ganadas en el mundo, tendrá que aceptar, en más de una oportunidad, este tipo de laceraciones.

Recién al llegar a la histórica pizzería se calma un poco. Seguir llorando ante la mirada dura y desfachatada de los chicos de la Boca le ha llamado a la ver-

güenza. Para seguir consignando iniciaciones, sin sentarse a la mesa todavía, parado en el mostrador, prueba por primera vez la fainá xeneixe de la Boca.

Ese sabor intenso que no solo corona los festejos de los triunfos sino que parece poder conjurar todos los males que acarrean las derrotas.

El padre le da de su vaso un pequeño traguito de moscato. Con ese breve fuego bajandole por la garganta.

Se siente algo mejor. Todos se sienten mejor cuando beben moscato en la República de La Boca.

Mientras comen, mientras el Gran Mangacha, Tío Oscar y su padre elogian la muzarela de Banchero y cambian el moscato con el que han acompañado la

fainá por porrones de cerveza, el chico se pierde a instancia de otro match, esta vez los players se desplazan sobre el mosaico pringoso de Banchero. Son unos

chicos que juegan con una tapita de Pepsi. Incansablemente la mueven de un lado a otro con la misma destreza casi con que moverían una pelota de cuero.

Se levanta de la mesa y se arrima al insólito campo de juego del piso gris de la pizzería.

Un morochito sin desatender el juego lo mira y ordena:

- Jugás para nosotros. Para Los Tigres del Riachuelo. Y le hace seña con su mano para que tome posiciones en el fondo. Para que defienda el arco que com-

ponen las patas de una silla de madera.

No quiere pasar por flojo ante sus rudos y desfachatados compañeros. Ante esos pibes que ya se estan haciendo fuertes en la Placita Solís. Así que cuando

por primera vez la chapita pasa cerca de sus pies. La revienta con alma y vida, resbalándose y cayendo de espaldas contra el piso. Por lo menos

no ha pifiado.

El gran Mangacha, yerra el segundo vaticinio de la tarde. Yerra feo esta vez.

- Que sangre Peter, este va a ser como Pernía.

Ni Saturno que por lo menos hacia la bicicleta. Ni el Mosquito Monroig que una vez la puso contra Italiano. Ni Pimpinela Tessone que tuvo al menos una

jornada de gloria. Ni siquiera Matuzcik que si bien en vano, el pobre las corría a todas.

Hoyos, Trellez quizás, Charles. Y si nos dilatamos en el tiempo Javier García.

Pero el Gran Mangacha murió antes de que esta perrada se calcé la azul y oro. Así que le fue imposible trazar una justa y acertada analogía. Esa tarde en La

Boca.

16 CONTRACARA Junio 09,

Galer ía Fotográfica / Ansel Adams

En su fotografía “Road, desierto de Nevada” utiliza una profundidad de campo el

cual produce la sensación que la ruta pasa siempre en el horizonte.

“Tiene que ser una expresión cabal de lo que se siente en el sentido más profundo sobre lo que se está fotogra-

fiando y es, por lo tanto, una expresión auténtica de lo que el índividuo siente sobre la vida en su totalidad”

Ansel Adams nace en 1902 en San Fran-

cisco (Estados Unidos), adoptó como

tema fotográfico los paisajes del suroes-

te de su país.

En 1916 realizó un viaje a Yosemite, Cali-

fornia, donde captó en blanco y negro la

majestuosidad de la naturaleza de Esta-

dos Unidos. Sus fotografías reflejan un

enorme contraste de sombras y luces,

desiertos áridos, nubes gigantescas y

monstruosos árboles.

La fotografía es un medio analítico y la pintura es un medio sintético.

(Ansel Adams)

Junio 09. CONTRACARA 17

En 1932 Ansel Adams, junto con Imogen Cunningham y Edward Weston, crearon el f/64, todos ellos eran un grupo de fotógrafos que defendían el detalle

y la estética naturalista, este estilo había sido impulsado en un principio por Paul Strand, donde tiene sus raíces en artistas del siglo XIX como Timothy

O’Sullivan.

En 1939 Adams expone por primera vez en San Francisco. Crea el primer departamento

de fotografía en la escuela de Bellas Artes Decorativas de California y publica la colección

Libros esenciales sobre fotografía acerca de técnicas fotográficas.

18 CONTRACARA Junio 09,

blema a cifras (mayores o menores), y cada nueva persona afectada

parecería tener el “honor” de ser la primera de su barrio. El impacto

de la noticia se centra en la cantidad de personas afectadas y no en

la búsqueda de responsables y soluciones efectivas, el Gobierno

Nacional decide postergar la declaración de estado de emergencia

sanitaria porque “las cifras se están estabilizando” y, mientras tanto,

se sigue dejando pasar el tiempo, esperando que la llegada del frío

logre poner fin a la epidemia (o que Riquelme vuelva a la selección

así los medio hablan de otra cosa).

¿La democracia del mosquito?

Mientras algunos sostienen que el dengue es una “enfermedad

democrática” que afecta a todas las personas, este claro problema

de salud pública es también un problema social relacionado con

la pobreza y la desigualdad resultantes del modelo económico. El

proceso de urbanización desorganizada que caracteriza a nuestras

grandes ciudades y el aislamiento de comunidades enteras, genera

situaciones de alto riesgo. La ausencia de servicios de agua pota-

ble y de cloacas, junto con las condiciones de hacinamiento en las

que vive gran parte de la población, favorecen el ciclo de vida del

mosquito vector. Es fácil deducir que los más expuestos son los que

menos tienen. Algunas medidas de prevención resultan ineficaces

por ser inviables: ¿Cómo pedirle a alguien que no tiene acceso a la

red de agua corriente que no la almacene en tanques y recipientes?

¿Cómo aislar totalmente a una persona infectada para evitar la

transmisión del vector si, al tener trabajo en negro, no puede dejar

de asistir por el jornal de cada día? Sólo con políticas destinadas a

satisfacer las necesidades básicas como el agua potable y a proteger

y contener la situación laboral de un infectado pueden dar respuesta

integral a este tipo de problemas. Es por todo esto que desde Plan B

creemos que el dengue debe ser el punto de partida para rediscutir

el Sistema Sanitario Argentino y nuestra formación como futuros

profesionales de la salud, y no sólo un problema que despierta el

reclamo y la denuncia vacía de propuestas.

Salir a combatir el mosquito es combatir el dengue. Combatir las

desigualdades, aun más

Los estudiantes debemos generar salud, pero también trazar lazos

entre nuestra facultad y los barrios: fortalecer el trabajo con el con-

junto de la población a partir de los problemas que la afectan y cons-

truir poder popular es el mayor objetivo. Como futuros trabajadores

de la salud, este es el desafío: hacer algo más que frenar un brote,

construir puentes que acorten las distancias de las desigualdades

sociales y económicas para erradicar una enfermedad.

Que es el Dengue? / Por Corriente Universitaria¿Qué es el Dengue?

Desde un punto de vista puramente académico, podríamos

decir que se trata de una enfermedad infecciosa causada por un

virus y transmitido por un vector: el mosquito Aedes aegypti.

Ahora bien, el dengue es mucho más que una definición que

podríamos encontrar en cualquier libro de infectología o viro-

logía.

Si bien hoy es presentado en los medios como “la enfermedad”

del momento -ciertamente el número de afectados es alto, 14.000

según el Ministerio de Salud de la Nación y más del triple según

datos extraoficiales- el dengue no es una enfermedad nueva ni

mucho menos erradicada: en el Norte del país es epidémica y

emergente y en 2004 se registraron varios casos en Salta, Jujuy

y Formosa que no tuvieron esta gran repercusión mediática. En

aquella oportunidad algunos especialistas en infectología epi-

demiológica ya consideraban que estaban dadas las condiciones

para que se registrara un brote importante y que las medidas

de prevención eran insuficientes. Finalmente, 5 años más tarde,

estamos viviendo el mayor brote registrado en la historia, que se

extendió hasta el centro del país, incluyendo la Pcia. de Buenos

Aires y Capital Federal. Como dijimos, el problema no es nuevo.

Los medios masivos de comunicación, grandes generadores de

consensos en la sociedad, son hábiles para instalar situaciones de

alarma y tergiversar la información, a la par que reducen el pro-

Junio 09. CONTRACARA 19

porque son ellos quienes tienen las llaves

de las cárceles?

Pero no demandan castigo contra los

amos del mundo los clamores de quienes

exigen, en todas partes, la pena de muerte.

Faltaba más. Los clamores claman contra los

asesinos que usan navajas, no contra los que

usan misiles.

Y uno se pregunta: ya que esos justicieros

están tan locos de ganas de matar, ¿por qué

no exigen la pena de muerte contra la injus-

ticia social? ¿Es justo un mundo que cada

minuto destina tres millones de dólares a

los gastos militares, mientras cada minuto

mueren quince niños por hambre o enfer-

medad curable? ¿Contra quién se arma,

hasta los dientes, la llamada comunidad

internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres?

¿Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de

muerte contra los valores de la sociedad de consumo, que cotidia-

namente atentan contra la seguridad pública? ¿O acaso no invita

al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y

millones de jóvenes desempleados, o mal pagados, repitiéndoles

noche y día que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de

marca, tener, tener, y quien no tiene, no es?

¿Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte?

El mundo está organizado al servicio de la muerte. ¿O no fabrica

muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros

recursos y buena parte de nuestras energías?

Los sembradores de pánicos nos condenan a la soledad, nos

prohíben la solidaridad: sálvese quien pueda, aplastaos los unos a

los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho

cuidado, éste te robará, aquél te violará, ese cochecito de bebé

esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina

de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina.

En el mundo al revés, dan miedo hasta los más elementales actos

de justicia y sentido común. Cuando el presidente Evo Morales

inició la refundación de Bolivia, para que este país de mayoría

indígena dejara de tener vergüenza de mirarse al espejo, provocó

pánico. Este desafío era catastrófico desde el punto de vista del

orden racista tradicional, que decía ser el único orden posible: Evo

era, traía el caos y la violencia, y por su culpa la unidad nacional

iba a estallar, rota en pedazos. Y cuando el presidente ecuatoriano

Correa anunció que se negaba a pagar las deudas no legítimas, la

Disculpen la molestia / Por Eduardo Galeano

Quiero compartir algunas preguntas, moscas que me zumban

en la cabeza.

¿Es justa la justicia? ¿Está parada sobre sus pies la justicia del

mundo al revés?

El zapatista de Irak, el que arrojó los zapatazos contra Bush, fue

condenado a tres años de cárcel. ¿No merecía, más bien, una con-

decoración?

¿Son culpables los pobladores de Atenco, en México, o los indí-

genas mapuches de Chile, o los kekchíes de Guatemala, o los

campesinos sin tierra de Brasil, acusados todos de terrorismo por

defender su derecho a la tierra? Si sagrada es la tierra, aunque la

ley no lo diga, ¿no son sagrados, también, quienes la defienden?

Según la revista Foreign Policy, Somalia es el lugar más peligroso

de todos. Pero, ¿quiénes son los piratas? ¿Los muertos de hambre

que asaltan barcos o los especuladores de Wall Street, que llevan

años asaltando el mundo y ahora reciben multimillonarias recom-

pensas por sus afanes?

¿Por qué el mundo premia a quienes lo desvalijan?

¿Por qué la justicia es ciega de un solo ojo? Wal Mart, la empresa

más poderosa de todas, prohíbe los sindicatos. McDonald’s, tam-

bién. ¿Por qué estas empresas violan, con delincuente impunidad,

la ley internacional? ¿Será porque en el mundo de nuestro tiempo

el trabajo vale menos que la basura y menos todavía valen los

derechos de los trabajadores?

¿Quiénes son los justos y quiénes los injustos? Si la justicia inter-

nacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos?

No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será

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que estará un poquito menos envenenada, y de los peatones, que

morirán un poquito menos?

Según Lewis Carroll, la Reina explicó a Alicia cómo funciona la

justicia en el país de las maravillas:

–Ahí lo tienes –dijo la

Reina–. Está encerrado en

la cárcel, cumpliendo su

condena; pero el juicio no

empezará hasta el próximo

miércoles. Y por supuesto,

el crimen será cometido al

final.

En El Salvador, el arzobis-

po Oscar Arnulfo Romero

comprobó que la justicia,

como la serpiente, sólo

muerde a los descalzos.

El murió a balazos, por

denunciar que en su país

los descalzos nacían de

antemano condenados,

por delito de nacimiento.

El resultado de las recien-

tes elecciones en El Salvador, ¿no es de alguna manera un home-

naje? ¿Un homenaje al arzobispo Romero y a los miles que como él

murieron luchando por una justicia justa en el reino de la injusticia?

A veces terminan mal las historias de la Historia; pero ella, la

Historia, no termina. Cuando dice adiós, dice hasta luego.

noticia produjo terror en el mundo financiero y el Ecuador fue ame-

nazado con terribles castigos, por estar dando tan mal ejemplo. Si

las dictaduras militares y los políticos ladrones han sido siempre

mimados por la banca internacional, ¿no nos hemos acostumbrado

ya a aceptar como fatalidad

del destino que el pueblo

pague el garrote que lo

golpea y la codicia que lo

saquea?

Pero, ¿será que han sido

divorciados para siempre

jamás el sentido común y

la justicia?

¿No nacieron para cami-

nar juntos, bien pegaditos,

el sentido común y la jus-

ticia?

¿No es de sentido común,

y también de justicia, ese

lema de las feministas

que dicen que si nosotros,

los machos, quedáramos

embarazados, el aborto

sería libre? ¿Por qué no se legaliza el derecho al aborto? ¿Será

porque entonces dejaría de ser el privilegio de las mujeres que

pueden pagarlo y de los médicos que pueden cobrarlo?

Lo mismo ocurre con otro escandaloso caso de negación de la

justicia y el sentido común: ¿por qué no se legaliza la droga? ¿Acaso

no es, como el aborto, un tema de salud pública? Y el país que más

drogadictos contiene, ¿qué autoridad moral tiene para condenar a

quienes abastecen su demanda? ¿Y por qué los grandes medios de

comunicación, tan consagrados a la guerra contra el flagelo de la

droga, jamás dicen que proviene de Afganistán casi toda la heroína

que se consume en el mundo? ¿Quién manda en Afganistán? ¿No

es ese un país militarmente ocupado por el mesiánico país que se

atribuye la misión de salvarnos a todos?

¿Por qué no se legalizan las drogas de una buena vez? ¿No será

porque brindan el mejor pretexto para las invasiones militares,

además de brindar las más jugosas ganancias a los grandes bancos

que en las noches trabajan como lavanderías?

Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos. Una

de las consecuencias de la crisis mundial es la caída de la próspe-

ra industria del automóvil. Si tuviéramos algún resto de sentido

común, y alguito de sentido de la justicia ¿no tendríamos que cele-

brar esa buena noticia? ¿O acaso la disminución de los automóviles

no es una buena noticia, desde el punto de vista de la naturaleza,

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