El rincn del 'gourmet' JUAN JOS MILLS 31/08/2001 Regres ayer de vacaciones (es un decir) y fui al hper para llenar la nevera. Al poco de entrar colision con una montaa de libros de texto rebajados. Aquello pareca la liquidacin por derribo del pensamiento universal. Ah estaban las ciencias naturales y la geografa y la historia y la literatura y la gramtica, todas ellas tratadas como una oferta de papel higinico. No parecan manuales concebidos para amueblar las cabezas de los jvenes, sino restos de temporada, pares sueltos, dos teoremas por el precio de uno. Los nios observaban los volmenes con expresin de asco, como si sus padres estuvieran comprando fruta pasada o carne con moscas. Busqu algunos de los libros de cabecera del presidente Aznar, pero ni estaban ni se les esperaba. No sabemos dnde los compra l, aunque quiz, y pese a su poltica exterminadora, haya quedado alguna librera viva. Recog el alma, que se me haba cado a los pies, y la coloqu en el carrito, junto al paquete de comida para perros. Luego, todava aturdido por el espectculo anterior, me perd en un pasillo y acab en una dimensin del hper que pareca la biblioteca de una mansin inglesa, pues la gente, poca, hablaba en voz baja, y las paredes estaban decoradas con maderas oscuras que daban al ambiente una atmsfera intelectual muy agradable. No era una biblioteca, sino un rincn del gourmet o algo parecido en el que los embutidos estaban encuadernados en piel y los pats se almacenaban en estanteras que mereceran haber albergado las obras completas de Shakespeare. La confusin aument, si cabe, al tropezar con un queso llamado Quijote, cuya etiqueta pareca la portada de una novela de aventuras. Toda la esttica que tradicionalmente ha rodeado al universo del libro se haba desplazado a este recinto gastronmico, mientras que la de la venta de chorizos se haba deslizado a la de los libros de texto. Un cruce curioso. Indagu si alguno de estos alimentos especiales tena descuento y los dependientes me miraron con lstima, como si hubiera solicitado una filosofa rebajada o una literatura de oportunidades. Avanc un poco y vi, en lo que me pareci una biblioteca de roble perfecta para colocar los volmenes de la Espasa, una coleccin de vinos tan bien presentados que tenas la impresin de que bastaba beberlos para llenarte de cultura. Una copa de este tinto equivala a leer un poema de Rilke, mientras que una botella de aquel rosado era como aprenderse a Kavafis de memoria. Volv a la seccin de libros de texto para ver si todo era tan desastroso como me haba parecido, y lo era, al menos en comparacin con la seccin de arenques. Nos pasamos la vida preguntndonos qu rayos le sucede al sistema educativo y lo que le sucede es que falla todo, empezando por la consideracin social del libro. Ningn nio que acuda de la mano de sus padres a comprar sus manuales escolares en el hper volver a creer en la cultura. Creer antes en las huevas de bacalao que en los puntos cardinales. Pero sin puntos cardinales no se puede vivir. Lo primero que aprende un nio cuando se pone de pie es su situacin espacial. Si confundes delante y atrs o derecha e izquierda, ests perdido. Y eso es lo que ocurra en el hper, que todos los valores estaban puestos boca abajo hasta el punto de que los consumidores ramos consumidos por aquel gigantesco estmago en cuyo interior perdas las nociones de norte, sur, este y oeste. Gracias a esa desorientacin somos cada da ms sumisos, ms torpes, ms cobardes. Entonces llega un obispo, echa por huevos del trabajo a Resurreccin Galera, profesora de un colegio pblico cuyo sueldo pagamos usted y yo, y el PP dice que respeta la decisin. Estamos locos? No, no estamos locos, sino desorientados. Algunos, adems de desorientados, estn mudos, pues Pilar del Castillo, en el momento de escribir estas lneas, an no ha dicho esta boca es ma. No puedes poner el libro, en fin, a la altura del papel higinico y quejarte de que los nios se limpien el culo con l. Ah tiene, seor Rato, los efectos de su poltica intervencionista en el sector: se ha devaluado el prestigio del libro, mientras que el gasto de la vuelta al cole se ha disparado muy por encima del IPC. A eso se llama matar dos pjaros de un tiro. Compramos con descuento, s, pero estamos vendidos. Feliz otoo.