2011: Psicologia de Mercados Financieros

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FINANZAS MERCADO BURSÁTILALERTAUsualmente hay una orquesta de expertos alimentando la euforia colectiva del mercado. Esa es una de las señales más fuertes para salir del mercado o revertir las posiciones.Psicología financiera¿En qué basamos nuestras expectativas del mercado financiero? Mitos, verdades, mentiras, especulaciones, manipulaciones, deseos y… frustraciones.JAVIER ARGUELLO LACAYO*Los principales mercados financieros globales concluyeron el tercer trimestre del 2011 con grande

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os principales mercados fi-nancieros globales concluye-ron el tercer trimestre del2011 con grandes pérdidas. Labolsa que mejor rendimiento

tuvo fue la de Japón, el Nikkei cayó un10,3%, las principales bolsas de la UniónEuropea (Francia y Alemania) perdieroncasi un cuarto de su valor, mientras queEE.UU. perdió entre 14-16%, dependien-do del índice.

Los inversionistas, analistas y políticosesperan que el cuarto trimestre reviertaesta tendencia. Algunos consideran la ca-ída como una oportunidad para invertir.La prueba de fuego será cuando las firmasreporten sus ingresos del tercer trimes-tre. Si estas decepcionan, el cuarto tri-mestre podrá exacerbar el declive preci-pitado de septiembre y concluir sangrien-

to. Octubre y noviembre seguramente se-rán volátiles y posiblemente sean históri-cos: sea cual sea la dirección del mercado,será abrupta.

Expectativas infladas. El punto cen-tral aquí es que las firmas dependen delconsumo, el cual depende de las expecta-tivas de los consumidores y de sus reali-dades financieras –las expectativas sonoscuras y la realidad financiera es limita-da por el alto desempleo y el elevado en-deudamiento de los consumidores–.

El mayor reto es que la expectativa deutilidades que proyecta Wall Street es li-neal. Esto implica que al no romper ré-cord, decepcionarán, y está difícil romperrécord en este clima económico anémicoe incierto.

Manipulación política. Otros justifi-can el optimismo con base en la correla-

ción de los mercados financieros y los ci-clos políticos. Históricamente, desde1896 el ciclo político estadounidense fa-vorece un alza significativa durante el ter-cer año de un ciclo presidencial.

Este fenómeno es estadísticamente váli-do a un grado de certeza del 95%. Natural-mente, no se debe a la teoría económicade libre mercado que profesa EE.UU., o ala teoría de expectativas racionales, comopromulga la Universidad de Chicago. Sedebe a una intervención, estimulación ymanipulación gubernamental descaradapara elevar los precios antes de las elec-ciones. La historia revela que el mercadono es libre y los consumidores / inversio-nistas no son racionales.

Estadísticas interesantes. Desde1945, en promedio, la bolsa estadouni-dense asciende casi un 18% el tercer añode un ciclo presidencial. El cuarto trimes-tre del tercer año, que recién inicia, suelegenerar alzas en los precios de las accio-nes un 75% de las veces.

En los primeros nueve meses del 2011,cayó más de un 10%. Para que este terceraño presidencial refleje el “promedio his-tórico” deberá ascender un tercio en lospróximos tres meses.

Estadísticas irrelevantes. Quizá lamayor crisis crediticia global en la histo-ria de la humanidad es razón suficientepara no esperar que el 2012 sea un reflejode los promedios históricos. No podemospredecir cómo se comportará la oveja ne-gra estudiando el comportamiento histó-rico de las ovejas blancas.

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ALERTAUsualmente hayuna orquesta deexpertos alimen-tando la euforiacolectiva delmercado. Esa esuna de las seña-les más fuertespara salir delmercado o rever-tir las posiciones.

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FINANZAS MERCADO BURSÁTIL

Psicología financiera¿En qué basamos nuestras expectativas del mercadofinanciero? Mitos, verdades, mentiras, especulaciones,manipulaciones, deseos y… frustraciones.

JAVIER ARGUELLO LACAYO*

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Psicología financiera. La psicologíadel mercado suele ser simplista, sufre deamnesia y es algo miope: si algo está su-biendo de precio, el mercado espera quesiga ascendiendo. Eventualmente, todosquieren invertir en el activo de moda. Poreso hay burbujas y correcciones dramáti-cas: los precios suben a niveles irraciona-les antes de colapsar a niveles absurdos.Por eso, la psicología del mercado es unode los mejores indicadores para tomarposiciones opuestas. Hay que vendercuando hay euforia colectiva y comprarcuando hay temor masivo.

Cero gravedad. Cuando asciende elmercado, asumimos que la ley de la grave-dad no se aplicará porque queremos creerque esta vez los principios económicosson irrelevantes.

Internet. En los 90, cuando surgió Inter-net, asumimos que si una empresa tenía unproducto en línea podía estar valorada a100 veces sus ingresos, porque las reglas devaloración no se le aplicaban. Incluso ni te-nía que generar utilidades una empresa pa-

ra recaudar y valorarse en billones.Casas. Luego, para resucitar al consu-

midor, el Banco Central de EE.UU. or-questó la burbuja en precios de bienes yraíces. El mismo presidente del BancoCentral, Ben Bernanke, aseguró que eraperfectamente normal que las casas du-plicaran en valor cada cinco años, dada lainnovación de sofisticados derivados fi-nancieros para mitigar el riesgo. Justoantes de estallar la burbuja, Bernanke rei-teró que no había ningún peligro de so-breendeudamiento. Todos sabemos loque pasó: meses después, los consumido-res llegaron a su límite de endeudamien-to, los mercados financieros se congela-ron y EE.UU. pasó a la era de vida econó-mica artificial auspiciada por el BancoCentral.

Petróleo. En 1998 el petróleo estaba aUS$10/barril. En julio del 2008 ascendióa US$147. Los economistas y medios nosexplicaban que el petróleo subía por la de-manda china, a pesar de que representabamenos del 8% del consumo mundial. Los

precios no subieron 1.400% en una déca-da por China. Goldman Sachs y HugoChávez, rara vez coinciden, pero ambosproyectaron precios de US$200/barril enel 2008. Colapsó a US$35/barril ese mis-mo año. Claramente, la demanda china omundial no cayó un 70%. Los precios tie-nen menos que ver con la economía de losmercados que la psicología de los inver-sionistas.

Bonos. Hace tan solo doce meses si al-guien hubiera proyectado que las tasas deinterés de bonos de Tesoro de EE.UU. lle-garían al 1% hubiéramos pensado que eraimposible. Ahí estamos.

Oro. Desde 1983 hasta el 2002 los pre-cios del oro se mantuvieron debajo deUS$400/onza en promedio. Ningún ana-lista recomendaba comprar oro auncuando era evidente que el Banco Centralrecurría a devaluar el dólar: señal que as-cenderá el precio del oro (relativo).

Del 2002 al 2007, cuando se inició laburbuja, el oro subió US$100/onza, enpromedio, cada año. Subió US$100 en unmes ( julio 2011) antes de subir US$100por semana en agosto. Las burbujas as-cienden de forma exponencial justo antesde estallar, y suele haber negación absolu-ta del peligro en el mercado.

Ahora el oro “no puede caer” porque re-fleja un único refugio del riesgo de la deva-luación de la moneda o caída de la bolsa. Ycon tanta incertidumbre y riesgo en losmercados financieros, es un refugio “per-fecto”. Por lo tanto, los “expertos y analis-tas” proyectan que el oro puede llegar aUS$3.000. Pero la migración colectiva crealo que evade: una burbuja riesgosa.

Al menos que la bolsa opere en la Luna,donde no hay gravedad, la ley de la grave-dad se aplica. Las caídas tienden a ser másbruscas que las subidas. Por ejemplo, losprimeros días de agosto borraron la ga-nancia de los primeros 200 días del 2011para la bolsa estadounidense.

¿MÁS VIDA ARTIFICIAL?Es difícil predecir cuándo culminará la

irracionalidad para prepararse o benefi-ciarse de las caídas. Usualmente hay unaorquesta de expertos alimentando la eu-foria colectiva del mercado. Esa es una delas señales más fuertes para salir del mer-cado o revertir las posiciones.

Una variable que distorsiona y dificultapredecir la caída es la manipulación de

MERCADO ADICTO Y EN DECADENCIA

El mercado financiero está al borde de un precipicio,sostenido a punta de inyecciones de vida artificial sinmostrar vida propia. Semeja la etapa más aguda deuna adicción, donde el adicto puede morir sin la droga.

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parte del Banco Central. Antes de que elBanco Central de EE.UU. anunciara que“estimularía la economía” en septiembredel 2010 (con US$100.000 millones almes por seis meses) la bolsa estaba co-menzando a desplomarse.

Esto tiene tres consecuencias: subsidiael riesgo en el mercado para elevar losprecios de la bolsa, provoca inflación enlos commodities sin afectar la inevitabledeflación de los activos (salarios/empleoy precios de viviendas) y devalúa el dólar.Una mezcla de factores como esa ahorca ala clase media: encarece el costo de vida yreduce el consumo, pero beneficia a losaccionistas en la bolsa. Estas tres conse-cuencias no son función teórica del BancoCentral, pero es lo que practica. Una vezconcluida la intervención del Banco Cen-tral ( junio 2011), la bolsa reasumió el cur-so de su caída inevitable.

Sin intervención masiva de parte delBanco Central hay una probabilidad muyalta de una caída histórica en la bolsa. Sihay intervención substancial de parte delBanco Central estadounidense, sincroni-zado con la Unión Europea, podrán conti-nuar dando vida artificial a los mercadosfinancieros. Podrán posponerlo, pero noevitarán el colapso de la bolsa.

El mercado financiero está al borde deun precipicio, sostenido a punta de inyec-ciones de vida artificial sin mostrar vidapropia. Semeja la etapa más aguda de unaadicción, donde el adicto puede morir sinla droga. El problema es que estas medi-das son cada vez menos efectivas y máscostosas . Mientras los consumidores es-tadounidenses han comenzado a repararsus balances generales: pagando la deudaexcesiva de tres décadas de gula financie-ra, el sector público trató de minimizar elimpacto en los mercados, endeudándosemás. Tanto los consumidores, de los cua-les depende la economía, como los go-biernos de las principales economíasmundiales, están sobreendeudados.

Difícilmente podamos curar el problemade la deuda adquiriendo más deuda, y estaparece ser la única política pública queaceptan los políticos porque es la únicaque difiere (y magnifica) el problema. Si laobesidad no se cura comiendo, ¿por qué elbanco central subsidia los postres?///

redit Default Swaps(CDS). Los CDS son deriva-dos financieros que asegu-ran contra el riesgo de undefault. El índice para me-

dir el riesgo de default de los bancos de lazona europea es el iTraxx Europe. Esteha ascendido a niveles superiores que losvistos durante el clímax de la crisis fi-nanciera pasada (en septiembre del2008), cuando colapsó Lehman Brot-hers. Desde su origen (2004), el iTraxxse ha incrementado 566 puntos. Desde el1 de agosto, aumentó 257 puntos. Cadapunto de incremento representa €1.000para asegurar €10 millones de deuda. Lahistoria demuestra que este indicadorusualmente sirve de alarma de los peli-gros que están por venir: incrementos enel precio de asegurar contra defaultusualmente son seguidos por caídas enlos precios de las acciones.

Q Ratio. El Q Ratio mide el valor totaldel mercado dividido por el costo de re-emplazo de todas las firmas de la bolsade valores. El Banco Central del gobier-no estadounidense publica la data nece-saria para estimar el ratio desde 1900. Elpromedio aritmético de los últimos 110años es de 0,71. Excluyendo la burbujadel Internet, en cinco ocasiones este ín-dice superó 1,0 antes de colapsar (a 0,30).Actualmente está en 1,05. Sí, la historiaindica que podemos esperar una caída de

precios muy significativa. Por ejemplo,cuando el S&P llegó a 677 en marzo del2009 (está casi al doble), el indicador es-taba en 0,66.

Promedios dinámicos. Hay variasmetodologías para estimar promediosdinámicos. La más predecible para cor-tos plazos suele ser el promedio dinámi-co exponencial de diez meses (10 monthexponential moving average). El prome-dio exponencial pone mayor peso a losmeses más recientes; es el más predeci-ble para señalar cambios de direccióndel mercado. En octubre del 2000 y di-ciembre del 2007 predijo correctamentecaídas en la bolsa. En agosto, el indicadorrevirtió su tendencia de positivo a nega-tivo.

Cobre, el visionario entre los commo-dities. Los precios del cobre son tan acer-tados en su capacidad de predecir lastendencias de los mercados financierosque afectuosamente se refieren a él co-mo el “Dr. Cobre” –doctorado honorarioen Economía–. Pero este apodo es un in-sulto al metal rojizo, ya que los econo-mistas rara vez predicen tendencias. Elprecio del cobre refleja la expectativa dedemanda global. Coincide el ascenso re-cién de los CDS de China (sobreendeu-damiento, caída de bolsa, continua caídade producción) y la caída de los preciosde cobre. El cobre cae antes de que caigala bolsa. El cobre ha caído 30% en los úl-

5 factores técnicos anticipanun desplomeHay quienes prefieren obviar lo obvio y tapar el sol con lasmanos, pero esto pocas veces resulta. Informarse a tiempo,puede ser más efectivo (si es que aún estamos a tiempo).

CJAVIER ARGÜELLO LACAYO*

FINANZAS MERCADO BURSÁTIL

*Consultor y socio de Acela Partners (administración de riesgofinanciero y estrategia) y fundador de Aid Monitor [email protected]

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timos tres meses.CAPE. El Price to Earnings Ratio

(P/E) es el más famoso a pesar de serirrelevante por ser impredecible. El de-nominador (ingresos) puede ser el his-tórico, el actual o el proyectado. Ningu-na de las tres metodologías predice o secorrelaciona con los movimientos deprecios de la bolsa, debido a la distor-sión que provoca la volatilidad de ingre-sos. En 1934, el legendario inversionistaBenjamin Graham normalizó el P/E Ra-tio usando un promedio de ingresos pa-ra periodos de cinco a diez años para ob-tener un denominador más estable.Luego, el economista de Yale, RobertShiller, estandarizó el uso de diez añospara tomar en cuenta los ciclos econó-micos empresariales y usó utilidades re-ales (tomando en cuenta la inflación),titulando este como el CAPE (CyclicallyAdjusted Price Earning). Este indicadorrefleja un promedio histórico de 16,4.En febrero del 2011, llegó a 23,5, antesde caer a 19,7 en octubre. Pasó del quin-til más alto al segundo quintil. Siempreque este ha caído del primer quintil alsegundo, ha continuado su descenso alquintil más bajo. En las caídas más fuer-tes (1921, 1932, 1942 y 1982) el CAPE os-cila entre 4,8 y 9,1. Al menos que esta seala excepción a la regla, podríamos espe-rar que la bolsa caiga más de un 60% enlos próximos años.

CONCLUSIÓNA menos que piense que las condicio-

nes del mercado –$600 trillones de ries-go financiero que existen en el mercadoglobal por los derivados, la insolvenciade los bancos en Europa, las revolucio-nes en el Medio Oriente, los elevadosprecios de commodities, las manifesta-ciones en 17 ciudades de EE.UU., los dé-ficits presupuestarios de los países de-sarrollados y sus crisis fiscales, el de-sempleo 100% más alto del promediohistórico, la continua caída de preciosde bienes raíces, los inefectivos intentosmasivos de estimular el consumo/en-deudamiento de parte de los bancoscentrales y todos los indicadores técni-cos ya mencionados– ameriten que labolsa ascienda de un punto sobrevalora-do a un punto más alto, busque la salidao posicione sus inversiones para benefi-ciarse de una caída.///

FACTURA LABORAL

Hasta finales del 2012 Wall Street destruirá 10.000puestos de trabajo, lo que eleva la fractura laboral de laindustria financiera neoyorquina hasta los 32.000 em-pleos desde el inicio de la crisis en el 2008.

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