2015.04.09 ¿(Des)Acuerdo Nacional

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¿(Des)Acuerdo Nacional? Francisco Javier Larraín S. Docente e Investigador Se oyen desde la Alianza hace meses, y desde hace unas semanas grupos de la Nueva Mayoría, llamados a un acuerdo tendiente a dejar impunes los delitos que afectaron a accionistas, cotizantes y al Fisco (los chilenos, finalmente). ¿Cuál es el sentido de acordar impunidad a quienes, torciendo la voluntad popular, votaron contra sus representados en cuestiones como las Isapres, AFPs (antes las pérdidas no las hacía el cotizante exclusivamente) y otros, de manera evidentemente perjudicial para el interés público? El orden logrado, nos dicen, la institucionalidad está en juego… justo cuando la vemos sometida a prueba con quienes vale la pena tenerla. Apenas dos holdings (PENTA-SQM) y se busca evitar otros sobre los que se tiene justificada sospecha pública. Llegar a un acuerdo para quienes, colmando sus vociferaciones de respeto a los trabajadores (y memoria a los detenidos, torturados, asesinados y desaparecidos cobardemente), van a pedirle dinero a quienes se beneficiaron del expolio de SQM. Hablan de los derechos de los trabajadores, y esos dineros como gastos de empresas constituyen una pérdida de remuneración legal de los trabajadores. En lo del litio se pretendió más fraude que en todos los años de la Concertación. Apenas dos holdings, y de repente nos dicen que el país no puede seguir si las instituciones funcionan con aquellos que delinquen a lo grande. Nos dice Jovino, (y el resto de acusados, y en vías de serlo), que ellos son Chile y su futuro. Cómo olvidar el decreto que permitía borrar correos institucionales de funcionarios del gobierno de quien tiene a sus hijos emitiendo boletas por más de $400 millones a SQM (escondidos en su machismo quienes acá no dicen “puercos”, “hijos de”). Aún recuerdo “programas” (que no lo eran) de gobierno para descontar impuestos a grandes empresas, como “Elige Vivir Sano”, donde los dineros se peleó tenerlos secretos. Presiones contra el SII, Fiscalía, CDE y otros por hacer su trabajo, desde el mundo económico a través de sus cachorros políticos en su espectro casi completo. Una ministra que sale a amenazar diputados por investigar un “caso” en el que en realidad no hay delito siquiera, es decir, censurando la transparencia que es urgente. Un acuerdo nacional, a lo Lagos, nunca lo fue, sólo es un salvavidas que se fabrican los poderes fácticos. Urge que el Ejecutivo y el Legislativo asuman que con la corrupción no se negocia ni se acuerda nada, porque siempre gana ésta. Del mal nunca sale un bien, y de llegar al poder por otro Chile, no puede ser éste el período de sacralización de la corrupción.

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(Des)Acuerdo Nacional?

Francisco Javier Larran S.

Docente e Investigador

Se oyen desde la Alianza hace meses, y desde hace unas semanas grupos de la Nueva Mayora, llamados a un acuerdo tendiente a dejar impunes los delitos que afectaron a accionistas, cotizantes y al Fisco (los chilenos, finalmente).

Cul es el sentido de acordar impunidad a quienes, torciendo la voluntad popular, votaron contra sus representados en cuestiones como las Isapres, AFPs (antes las prdidas no las haca el cotizante exclusivamente) y otros, de manera evidentemente perjudicial para el inters pblico? El orden logrado, nos dicen, la institucionalidad est en juego justo cuando la vemos sometida a prueba con quienes vale la pena tenerla.

Apenas dos holdings (PENTA-SQM) y se busca evitar otros sobre los que se tiene justificada sospecha pblica. Llegar a un acuerdo para quienes, colmando sus vociferaciones de respeto a los trabajadores (y memoria a los detenidos, torturados, asesinados y desaparecidos cobardemente), van a pedirle dinero a quienes se beneficiaron del expolio de SQM. Hablan de los derechos de los trabajadores, y esos dineros como gastos de empresas constituyen una prdida de remuneracin legal de los trabajadores. En lo del litio se pretendi ms fraude que en todos los aos de la Concertacin.

Apenas dos holdings, y de repente nos dicen que el pas no puede seguir si las instituciones funcionan con aquellos que delinquen a lo grande. Nos dice Jovino, (y el resto de acusados, y en vas de serlo), que ellos son Chile y su futuro. Cmo olvidar el decreto que permita borrar correos institucionales de funcionarios del gobierno de quien tiene a sus hijos emitiendo boletas por ms de $400 millones a SQM (escondidos en su machismo quienes ac no dicen puercos, hijos de). An recuerdo programas (que no lo eran) de gobierno para descontar impuestos a grandes empresas, como Elige Vivir Sano, donde los dineros se pele tenerlos secretos.

Presiones contra el SII, Fiscala, CDE y otros por hacer su trabajo, desde el mundo econmico a travs de sus cachorros polticos en su espectro casi completo. Una ministra que sale a amenazar diputados por investigar un caso en el que en realidad no hay delito siquiera, es decir, censurando la transparencia que es urgente.

Un acuerdo nacional, a lo Lagos, nunca lo fue, slo es un salvavidas que se fabrican los poderes fcticos. Urge que el Ejecutivo y el Legislativo asuman que con la corrupcin no se negocia ni se acuerda nada, porque siempre gana sta. Del mal nunca sale un bien, y de llegar al poder por otro Chile, no puede ser ste el perodo de sacralizacin de la corrupcin.