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EN PORTADA INFOCOP 7 Siempre hay un juego interior que se está jugando en tu mente, inde- pendientemente del juego exterior que estás jugando. De cómo te compor- tes en este juego interior, dependerá el éxito o el fracaso de tu juego exterior”. Tim Gallwey 1 Para qué el coach Pregunta clave de un coach: ¿Para qué? Me gustaría empezar este artículo re- saltando no las razones que avalan el por qué, sino señalando de forma clara el valor y función del coaching, el para qué es útil a los psicólogos y a la socie- dad, expresados como respuesta al para qué el coach. En los últimos cinco años se ha difun- dido en la sociedad, y muy especial- mente en el ámbito laboral, una figura profesional nueva con un potente auge: el coach. Es desde hace décadas (desde los 80) que esta figura es reconocida como un perfil profesional específico. No obstan- te, probablemente su rápida e impactan- te difusión tenga que ver con las demandas sociales, cada vez más nota- bles en este comienzo de siglo, centra- das en el bienestar de la persona, su satisfacción y mejora de su calidad de vida -tanto en el trabajo, como en la vi- da en general- y el desarrollo de las ca- pacidades personales de afrontamiento de la realidad y la valoración de la pro- pia capacidad para ello (tanto en el pla- no cognitivo, como en el de la inteligencia emocional, intra e interper- sonal), generando como resultado un gi- ro en la percepción de su entorno (el cambio de observador), una mayor con- fianza en su capacidad de acción (apo- yándose en sus fortalezas y recursos personales) y una mayor eficiencia (una acción diferente y mejor adaptada a sus objetivos y sus sistemas). Ante estas demandas sociales, el coa- ching se ha convertido en una potente metodología de trabajo focalizada en el proceso que sigue una persona para pensar y actuar con el objetivo claro de conseguir mejores resultados. Qué es el coaching Coaching, coach y coachee (el cliente) son términos que han entrado a formar parte del entramado social con una rapi- dez, interés y trascendencia inimagina- bles. Sin embargo, son términos que se interpretan de diversas formas, no tie- nen un significado único y pueden estar generando cierta confusión. Parte de esta confusión procede de la utilización, en diferentes contextos y con diferentes fines, de la palabra coach. Desde hace años se ha venido escuchan- do esta palabra asociada al entrenador fí- sico, debido a su aplicación en el ámbito deportivo y a su difusión en los medios. El término coach procede del nombre de un carruaje del siglo XV, utilizado en la ciudad húngara de Kocs, con un sistema de suspensión muy cómodo para los viajeros que hacían el trayecto entre Viena y Budapest. El término pa- só al alemán como kutsche, al italiano como cocchio, al inglés como coach y fue conocido en español como coche, en ese mismo siglo. En Inglaterra, ori- ginariamente se utilizó para nombrar al carruaje y de ahí se aplicó al tutor que ayudaba en las tareas académicas apro- vechando el trayecto en el coche. A partir de 1850, se utilizaba en las uni- versidades inglesas para designar a la figura del entrenador o tutor, primero académico y, posteriormente, deporti- vo. A partir de 1960, el término se aplicó también a programas educativos y, más adelante, se fusionó con el coa- ching empresarial en Canadá, conside- rándose, a partir de 1980, como una profesión con formación y credencia- les específicas. Hoy en día, en diferen- tes ámbitos como el deportivo o en el desarrollo del liderazgo es reconocido como un método de gran eficiencia, tanto por organizaciones empresariales como educativas de reconocido presti- gio, como la Harvard School of Busi- ness 2 . Actualmente, cuando hablamos de coach nos referimos a un facilitador que trabaja en el plano mental, y puede 1 Gallwey, Tim (1974). The Inner Game of tennis. Random House. 2 Perry Zeus y Suzanne Skifington (2005) Coaching práctico. Guía complete de técnicas y herramientas. McGraw-Hill Interamericana. Isabel Aranda es Coach ACC certificada por ICF y doctora en Psicología de las Organizaciones. Actualmente es coordinadora del Grupo de Trabajo de Psicología y Coaching del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid y socia-directora de tbc-aranda. PSICÓLOGO EXPERTO EN COACHING Isabel Aranda Coordinadora del Grupo de Trabajo de Psicología y Coaching del COP Madrid

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    Siempre hay un juego interior quese est jugando en tu mente, inde-pendientemente del juego exterior

    que ests jugando. De cmo te compor-tes en este juego interior, depender el

    xito o el fracaso de tu juego exterior.Tim Gallwey1

    Para qu el coachPregunta clave de un coach: Para qu?

    Me gustara empezar este artculo re-saltando no las razones que avalan elpor qu, sino sealando de forma clarael valor y funcin del coaching, el paraqu es til a los psiclogos y a la socie-dad, expresados como respuesta al paraqu el coach.

    En los ltimos cinco aos se ha difun-dido en la sociedad, y muy especial-mente en el mbito laboral, una figuraprofesional nueva con un potente auge:el coach.

    Es desde hace dcadas (desde los 80)que esta figura es reconocida como unperfil profesional especfico. No obstan-te, probablemente su rpida e impactan-te difusin tenga que ver con lasdemandas sociales, cada vez ms nota-bles en este comienzo de siglo, centra-das en el bienestar de la persona, susatisfaccin y mejora de su calidad devida -tanto en el trabajo, como en la vi-da en general- y el desarrollo de las ca-pacidades personales de afrontamiento

    de la realidad y la valoracin de la pro-pia capacidad para ello (tanto en el pla-no cognitivo, como en el de lainteligencia emocional, intra e interper-sonal), generando como resultado un gi-ro en la percepcin de su entorno (elcambio de observador), una mayor con-fianza en su capacidad de accin (apo-yndose en sus fortalezas y recursospersonales) y una mayor eficiencia (unaaccin diferente y mejor adaptada a susobjetivos y sus sistemas).

    Ante estas demandas sociales, el coa-ching se ha convertido en una potentemetodologa de trabajo focalizada en elproceso que sigue una persona parapensar y actuar con el objetivo claro deconseguir mejores resultados.

    Qu es el coachingCoaching, coach y coachee (el cliente)son trminos que han entrado a formarparte del entramado social con una rapi-dez, inters y trascendencia inimagina-bles. Sin embargo, son trminos que seinterpretan de diversas formas, no tie-nen un significado nico y pueden estargenerando cierta confusin.

    Parte de esta confusin procede de lautilizacin, en diferentes contextos y condiferentes fines, de la palabra coach.Desde hace aos se ha venido escuchan-do esta palabra asociada al entrenador f-sico, debido a su aplicacin en el mbitodeportivo y a su difusin en los medios.

    El trmino coach procede del nombrede un carruaje del siglo XV, utilizadoen la ciudad hngara de Kocs, con unsistema de suspensin muy cmodopara los viajeros que hacan el trayectoentre Viena y Budapest. El trmino pa-s al alemn como kutsche, al italianocomo cocchio, al ingls como coach yfue conocido en espaol como coche,en ese mismo siglo. En Inglaterra, ori-ginariamente se utiliz para nombrar alcarruaje y de ah se aplic al tutor queayudaba en las tareas acadmicas apro-vechando el trayecto en el coche. Apartir de 1850, se utilizaba en las uni-versidades inglesas para designar a lafigura del entrenador o tutor, primeroacadmico y, posteriormente, deporti-vo. A partir de 1960, el trmino seaplic tambin a programas educativosy, ms adelante, se fusion con el coa-ching empresarial en Canad, conside-rndose, a partir de 1980, como unaprofesin con formacin y credencia-les especficas. Hoy en da, en diferen-tes mbitos como el deportivo o en eldesarrollo del liderazgo es reconocidocomo un mtodo de gran eficiencia,tanto por organizaciones empresarialescomo educativas de reconocido presti-gio, como la Harvard School of Busi-ness2.

    Actualmente, cuando hablamos decoach nos referimos a un facilitadorque trabaja en el plano mental, y puede

    1 Gallwey, Tim (1974). The Inner Game of tennis. Random House.2 Perry Zeus y Suzanne Skifington (2005) Coaching prctico. Gua complete de tcnicas y herramientas. McGraw-Hill Interamericana.

    Isabel Aranda es Coach ACC certificada por ICF y doctora en Psicologa de las Organizaciones. Actualmente es coordinadora del Grupo de Trabajo dePsicologa y Coaching del Colegio Oficial de Psiclogos de Madrid y socia-directora de tbc-aranda.

    PSICLOGO EXPERTO EN COACHING

    Isabel ArandaCoordinadora del Grupo de Trabajo de Psicologa y Coaching del COP Madrid

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    que tambin en el fsico. Y cuando ha-blamos de coaching, hacemos referen-cia a una actividad que consiste enfacilitar que otra persona alcance unpropsito determinado trabajando so-bre la forma en que aborda ese tema.Podramos decir que el coach es un en-trenador mental.

    La ICF (International Coach Federa-tion), principal asociacin profesional anivel mundial, con 18.263 asociados anoviembre de 2011, define el coachingcomo la relacin profesional conti-nuada que ayuda a obtener resultadosextraordinarios en la vida, profesin,empresas o negocios de las personas.Mediante el proceso de coaching, elcliente profundiza en su conocimiento,aumenta su rendimiento y mejora su ca-lidad de vida. Jim Selman dice quecoaching es la relacin profesionalcontinuada que ayuda a obtener resul-tados extraordinarios en la vida, profe-sin, empresas o negocios de laspersonas. Y tiene una especial signifi-cacin el calificativo de extraordinario,ya que, al cambiar su forma de abordarel tema, el coachee cambia la lgica or-dinaria de sus resultados, consiguiendocon ello resultados fuera de esa lgicaque devienen, por ello, en extraordina-rios.

    Fuentes del coachingLa metodologa y tcnicas del coachingrecogen de numerossimas fuentesaquello que resulta relevante para facili-tar el trabajo de coaching y comprendera la persona como el protagonista de susdecisiones, siempre con un propsitoclaro: conseguir una accin nueva delcoachee.

    Slo por sealar algunos nombres, ci-taramos como fuentes del coaching lasaportaciones del deporte (adems de laprctica de los entrenadores y deportis-tas, el conocidsimo libro de El juegointerior de Timothy Gallwey, as comoel trabajo de John Whitmore); del ma-nagment (donde destacan Peter Senge,Stephen Covey, Peter Drucker y TomPeters); la filosofa (con Platn, quienya afirmaba que si se interroga a loshombres haciendo bien las preguntas,stos descubrirn por si mismos la ver-dad de las cosas3, y con singular signi-ficacin de Scrates y el arte de lamayutica y su bsqueda de la felicidadcomo ambicin ltima del ser humano,la filosofa existencialista de SorenKierkegaard, Martin Buber, KarlJaspers y Jean Paul Sartre y la filoso-fa fenomenolgica de FriedrichNietzsche, Martin Heidegger y Lud-wing Wittgestein, adems de tradicio-nes budistas, taostas y sofistas); lalingstica a partir de John L. Austin yel conocido libro de la Ontologa delLenguaje de Rafael Echeverra; la teo-ra de sistemas de Heinz Von Foerster;la biologa del conocimiento de Hum-berto Maturana y de Francisco Vare-la y, muy especialmente, la psicologa.Dentro de la disciplina de la psicologa,cabe destacar algunas reas que tienenun singular valor para el coaching, co-mo son la relacin con el cliente desdeun punto de vista humanista, siendoesencial Carl Rogers; la teora de laGestalt de Fritz Perls; la logoterapia deViktor Frankl; la psicoterapia cogniti-va de Albert Ellis; la terapia cognitivade Aaron Beck; la comunicacin con laescuela de Palo Alto de Paul Watzla-

    wick y Gregory Bateson; la psiconeu-rolingustica con sus postulados y, enconcreto, con las aportaciones de Ro-bert Dilts y Anthony Robbins; el de-sarrollo del potencial humano deAbraham Maslow; el constructivismode Jean Piaget; la gestin del conoci-miento de Chris Argyris; el anlisistransaccional de Eric Berne; la inteli-gencia emocional con Peter Salovey yJohn Mayer y el gran aporte en su di-fusin de Daniel Goleman; la bioener-gtica de Alexander Lowen, lapsicologa positiva con Martin Sellig-man y un largusimo etctera de autores-ms de 100- cuyas contribuciones es-tn enriqueciendo y fundamentando elcoaching, segn un estudio que estnrealizando psiclogos coaches4.

    Las grandes lneasEl desarrollo del coaching ha venido dela mano fundamentalmente de tres gran-des lneas tericas en el mundo occi-dental5, que lejos de ser independientes,se retroalimentan mutuamente. Si algocaracteriza al coaching es su pragmatis-mo y vitalidad para adaptarse a la reali-dad de los requerimientos del coachee.

    La diferenciacin de estas escuelas ra-dica en su origen geogrfico y en el n-fasis que ponen en un aspecto u otro delproceso. As, la Escuela Norteamerica-na (la pragmtica) cuyo fundador esThomas Leonard, pone el foco en ellogro, mientras que la Escuela Europea(la humanista) tiene una visin centradaen el potencial humano, a partir de Ti-mothy Gallwey y John Whitmore, ytrabaja la resolucin estratgica y el co-aching de equipos y sistmico. La lneasudamericana (la ontolgica) se centra

    3 Platn (2004). Apologa de Scrates, Menn, Crtilo. Ed. Alianza.4 Aranda, Isabel, Valderrama Beatriz y Prez-Moreiras Elena (2012). Estudio sobre los autores clave en la fundamentacin psicolgica del coaching. En prensa.5 Bayn, Fernando (coordinador) (2010). Coaching hoy. Teora general del coaching. Editorial universitaria Ramn Areces.

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    en el ser, con la Escuela Chilena deFernando Flores, Rafael Echeverra yJulio Olalla. Esta escuela tiene unafuerte presencia en Espaa y pone el fo-co en el ser y se alimenta de los aportesconstructivistas de la filosofa del len-guaje para el rediseo del ser a partirdel lenguaje en el que se expresa el sery el hacer del coachee. Junto a ellos,destaca Humberto Maturana, con suconcepto de autopoiesis o capacidad deautoproducirse del ser humano y su bio-loga del conocimiento.

    reas de trabajo del coachingEl coaching actualmente se aplica a to-das las reas de actividad de las perso-nas, desde el deporte, el desarrollopersonal y la propia vida, a la salud, laeducacin y el trabajo, ofreciendo laoportunidad de que los coaches se espe-cialicen en diferentes mbitos como, porejemplo, el coaching personal (life coa-ching), el deportivo (sport coaching), lasalud (wellness coaching), el coachingejecutivo (executive coaching), el coa-ching organizacional (business coachingo corporate coaching) y los emprende-dores (entrepreneur coaching).

    Sin embargo, donde ha adquirido unaespecial relevancia y renombre hastaahora ha sido en el mbito de las orga-nizaciones. En esta rea se trabaja den-tro de los tres campos que la EuropeanNetwork of Work and OrganizationalPsychology (ENOP, 1995) propone co-mo campos de estudio de la Psicologadel Trabajo y de las Organizaciones:1. A nivel individual: lo que hacen las

    personas en el contexto organizativo,que sera un campo de estudio pro-piamente de la Psicologa del Traba-jo (coaching ejecutivo).

    2. A nivel colectivo: el comportamientocolectivo de las personas comomiembros del sistema sociotcnicollamado organizacin y que es uncampo estudiado por la Psicologa delas Organizaciones (coaching deequipos).

    3. A nivel de las relaciones: la interac-cin entre las personas y la organiza-cin, que es un campo estudiado porla Psicologa de los Recursos Huma-nos, con un matiz innovador y muyactual (coaching sistmico).

    El perfil del coachEn la actualidad, el coaching est sien-do ofertado por personas procedentes dediferentes mbitos, con cualificacionesy experiencias previas muy variadas y,de forma sustancial, tambin por psic-logos. De hecho, segn la encuesta queel Grupo de Trabajo de Psicologa yCoaching del COP Madrid realiz elao pasado6, las cifras de coaches for-mados como tales en las diferentes es-cuelas acreditadas superaba un tercio delos alumnos (ms de 1.000 psiclogos).Teniendo en cuenta el gran nmero deprogramas de formacin en universida-des, escuelas de negocio, asociaciones yempresas que se han puesto en marcha alo largo de 2011, es de esperar que estascifras sean significativamente mayores,con una estimacin a da de hoy de, almenos, unos 3.000 psiclogos.

    Parte de la confusin sobre el coa-ching responde a la gran cantidad deapellidos relativos a los recursos, lastcnicas, el mbito de aplicacin o la fi-losofa predominante que, tanto escue-las como profesionales, aaden altrmino coaching, tratando de diferen-ciar su propuesta y posicionarse en el

    mercado ventajosamente ante una de-manda vida de estos servicios, perotambin cauta ante la calidad ofrecida.

    Las diversas asociaciones profesiona-les han tratado de definir el qu y el c-mo del trabajo que realizan susasociados, determinando las competen-cias y los cdigos ticos y, aunque hayaciertas diferencias en su redaccin,coinciden en lo esencial7. Con ello tra-tan de unificar criterios y garantizar quesus asociados tienen la formacin nece-saria para abordar de forma profesionalesta actividad y, al igual que ocurre enotras profesiones, la experiencia y laformacin continua son criterios paraidentificar el grado de seniority del co-ach. As, por ejemplo, la InternationalCoach Federation ICF- establece tresgrados: ACC para coaches con 100 ho-ras de desempeo profesional, PCC pa-ra 750 horas y MCC para 2.500 horas,adems de unos requisitos de formacincontinua y supervisin.

    Contar con criterios de calidad y homo-genizacin de los estndares de servicioes una necesidad en una oferta disgrega-da y muy variable. Hay que tener encuenta que numerosas personas se pre-sentan como coaches sin haber realizadoninguna formacin acreditada para elloy sin ningn filtro de entrada, basndo-se en su experiencia previa o en la lec-tura de textos temticos, tal vez sinninguna experimentacin o supervisinprevia, con lo que pueden estar hacien-do un ejercicio profesional ms o me-nos cercano, o lejano, a lo que seentiende como coaching profesional. Escomprensible que esto ltimo genere in-certidumbre y desconfianza, tanto en elmercado como entre los propios profe-sionales. De ah la necesidad de estable-

    6 Aranda, Isabel (2012). La formacin como coach. Capital Humano, en prensa. 7 Aranda, Isabel (2012). Las reas competenciales del coach. Capital Humano, en prensa.

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    cer parmetros y criterios que permitan,de entrada, entender el perfil y actua-cin del coach que se selecciona, inde-pendientemente de los testimonios yrecomendaciones que pudiera aportarcomo fruto de su trabajo.

    Diferencias entre coaching ymentoringEn el coaching no hay instruccin, nohay formacin, no hay modelaje. Hayaprendizaje desde los paradigmas depensamiento, sentimiento y accin delpropio coachee y su cambio y la acep-tacin de su capacidad para autocons-truirse y definir lo que quiere. Esto esuna gran diferencia con respecto a laconsultora, a la formacin o incluso aalgunas terapias. El coach no es unasesor, no aconseja ni le dice a su coa-chee lo que tiene que hacer, no le daindicaciones o soluciones a sus proble-mas, como hara el consultor o el espe-cialista en determinadas materias.

    Sin embargo, en la realidad del mer-cado, especialmente en el ejecutivo, setiende a ofertar y solicitar coaches quehayan desempeado el rol del coachee,argumentando que hablan el mismolenguaje, que pueden entender mejorlas implicaciones de la situacin delcoachee y que pueden ofrecerle mode-los de actuacin. Propiamente hablan-do esto es mentoring y no coaching, yaque la relacin, al menos en experien-cia, es de superior a inferior y, aunqueel mentor pueda estar utilizando tcni-cas de coaching, est actuando desdesus propios paradigmas y no los delcoachee y transmitindole, con suspuntos de vista, tanto sus posibilidadescomo sus propias limitaciones y, porello, llevndole a resultados que podr-an ser incluso no los ms adecuadospara la realidad sistmica del coachee.El mentoring en s mi mismo es una

    prctica extraordinaria para el desarro-llo de personas en todos los mbitos deactividad, especialmente en su carreraprofesional, ya que contar con modelosfacilita enormemente la evolucin,siempre y cuando se clarifique que lasactuaciones que el mentor propone ocomenta son desde su propia experien-cia y que el tutelado debe ponderarpersonalmente la adecuacin e impli-caciones de sus propias decisiones. Eneste sentido, la mentora realizada porcoaches podra tener un mayor valoren cuanto a estos mentores tienen msfacilidad competencial para diferenciarlos marcos referenciales de cada uno ycuentan con tcnicas para hacer refle-xionar activamente al tutelado. Ahorabien, si se hace mentoring, por ticaprofesional debera ofertarse como unaactividad en si misma y no como coa-ching.

    Qu valor aporta el coachingrealizado por psiclogosEn el coaching se trabaja con el objeti-vo que el cliente (coachee) plantea, pe-ro el foco no est en el objetivo, sino encmo lo aborda la persona que tiene quealcanzarlo: lo que observa, lo que pien-sa, lo que siente y lo que hace con res-pecto a ello. Sea cual sea su mbito deaplicacin, incluso en los procesos deempresa, en los que lo habitual es que lapropia empresa demande un objetivo detrabajo a partir de un assessment center,una evaluacin de competencias, un gi-ro de 360, un cambio de posicin o defunciones, un problema relacional ocompetencial, una demanda delcoachee, unos objetivos concretos denegocio... siempre se trabaja con la per-sona en relacin con los objetivos mar-cados.

    Para ello, la formacin que responde acriterios de calidad consensuados, como

    los que requiere la formacin acreditadapor las diferentes asociaciones profesio-nales, permite aprender la metodologaadecuada para abordar una sesin y unproceso y facilitar los resultados desea-dos. Esto posibilita que cualquier perso-na pueda acceder al ejercicioprofesional independientemente de susestudios o experiencia previa.

    No obstante, y dado que el sujeto delcoaching es una persona, el conocimien-to universitario organizado y estructura-do de la persona, tanto conceptual comotcnico, que tienen los psiclogos, puedeser sumatorio en el trabajo de coaching,ampliando la capacidad de accin delpsiclogo experto en coaching en el pro-ceso, facilitando un abordaje sistemtico,profundo y sustancial de los procesos yfenmenos implicados, reduciendo conello los tiempos e incrementando la ca-pacidad del coachee para conseguir re-sultados extraordinarios de forma mspermanente.

    El coaching hecho por psiclogos nosolamente se centra en preguntar sobre loque vive el coachee en un momento ycontexto dado, puede acompaar a des-velar la naturaleza que lo ha generado oque impide al coachee resolverlo de for-ma permanente. Su espectro de actua-cin es de mucho mayor rango. Yaunque ciertamente el marco de la psico-loga ayuda a entender a la persona, seve ampliado con las perspectivas del co-aching, facilitando una mayor compren-sin de la complejidad del ser humano.

    En consecuencia, sumando ambos co-nocimientos (coaching y psicologa) elpsiclogo experto en coaching puedecontar con una mayor flexibilidad tcni-ca en su capacidad de respuesta en eltrabajo de coaching, una comprensinms global, sistmica y sistemtica dela persona y de dnde est con respectoa sus objetivos, una mayor capacidad en

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    las intervenciones para facilitar el desa-rrollo del coachee y, en definitiva, pue-de favorecer un mayor ROI (retorno dela inversin) del coaching, ya que le po-dra resultar ms fcil abordar el nudoreal que est bloqueando al coachee, enmenor tiempo.

    Probablemente esta sinergia sea perci-bida todava ms por psiclogos y porcoaches que por la sociedad en general.La cifra de psiclogos que se formancomo coaches con el fin de comple-mentar su capacidad tcnica y ampliarsus oportunidades profesionales creceexponencialmente. Adems, muchoscoaches son sensibles a esta mayor ca-pacidad que se adquiere desde la psico-loga para abordar el coaching, por loque siguen un amplio abanico de cursosde formacin complementaria o, inclu-so, inician sus estudios de grado en psi-cologa desde la experiencia en elcoaching.

    Las competencias del Psiclogo Experto en CoachingEl aprendizaje de las competencias tc-nicas que se trabajan en los programasde formacin en coaching resulta de f-cil asimilacin para los psiclogos co-nocedores de la persona y de lastcnicas que facilitan el cambio. Suelenser tcnicas sumatorias a aprendizajesanteriores y, aunque especialmente al-gunas escuelas aportan un valor intrn-seco en su metodologa de coaching, enmuchos casos la gran diferencia consis-te en dnde se pone el foco de trabajo.Se ha hecho muy popular la distincinde que la psicologa se centra en el pa-sado, mientras que el coaching lo hacea futuro. Pero esto slo es identificativodel desconocimiento que se tiene de lapsicologa como ciencia del bienestarde la persona y de todas las aportacio-nes que ha venido haciendo en el desa-

    rrollo del potencial humano, como elconstructivismo, la logopedia, la inteli-gencia emocional, la psicologa positi-va, la psicoterapia centrada en elcliente, etc., por slo citar algunas deuna larga lista.

    Donde probablemente est la clavecompetencial de un coach es en suscompetencias personales, que tienenque ver con su inteligencia intra e interpersonal y el desarrollo de su capacidadpara conocerse, valorarse y gestionarse;en definitiva, en sus metacompetencias.Precisamente porque sabemos que elobservador modifica lo observado y elcoach interviene desde su propio ser,conocimiento y capacidad de hacer,afectando con ello al coachee, ser im-posible no afectar al otro, no hacer laspreguntas y manejar la relacin desde elyo del coach. Sin embargo, el ser cons-ciente de quin es quin, y qu es delcoachee y qu del coach en el dilogo,har ms competente al coach y conms capacidad de accin efectiva parael coachee. De ah la necesidad de ex-perimentar previamente el coaching co-mo coachee y de recibir supervisinperidica, tal y como requieren las acre-ditaciones profesionales.

    Adems, para muchos coaches el es-pacio de confianza que se genera entrecoach y coachee es el marco que posi-bilita el cambio en ste y, para generarese espacio de dilogo, son necesariascompetencias interpersonales muy desa-rrolladas en aspectos sustanciales comola escucha emptica o la comunicacinasertiva.

    Por lo tanto, no slo es necesario undesarrollo competencial tcnico sinotambin un desarrollo competencialpersonal especfico que capacite al co-ach y, en su caso, al psiclogo expertoen coaching para este ejercicio profe-sional.

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