25 Razones por las que todo 25 Razones por las que todo Bugalagrandeño y Bugalagrandeño y

adoptivo debe querer este puebloadoptivo debe querer este pueblo

Realización: Diego De la Cruz CorreaEdición y montaje: Fredy Ernesto Castro EscobarUna idea de: Diego De la Cruz CorreaSugerencias: delace9@hotmail.com fedyce@hotmail.com 

1. Por las palmas del parque y la torre de la iglesia. Son vistas que añoran todos los que por uno u otro motivo han tenido que alejarse del terruño.

2. Por la Nestlé, que por más de 50 años ha dado trabajo a cientos de personas, directa e indirectamente. “La Fábrica” ha sido pilar de desarrollo del pueblo y sus gentes.

3. Por las “caminatas” del Club de Leones con vuelta a la variante incluida. ¿Se imaginan la de jolgorio, trago y camaradería en casi 3 horas de caminar y caminar? ¡Que viva la fiesta!

4. Por los centenarios samanes junto al estadio sobre la carrera quinta, los que aparte de embellecer y refrescar el sector, han sido fieles mudos espectadores de todos los entierros del pueblo, incluyendo los de nuestros seres queridos y amigos.

5. Por TIO C… quien cada vez que se ponía uno de sus innumerables disfraces, tenía patente para asistir a cualquier baile o fiesta en el pueblo y donde siempre era bienvenido, así no fuera invitado.

“Tío” dejó historia en el devenir pintoresco del pueblo.

6. Por el nombre que a lo largo de los años ha tenido la casa del negro Joaquín Esquivel y que casi nadie se ha preocupado por averiguar lo que esto significa: “El Ques”.

7. Por San Bernabé, patrono de Bugalagrande, quien a pesar de que algunos no conocen de su historial ni sus ejecutorias, de él han tomado su nombre la parroquia, el hospital, la “Plaza Vieja”, una droguería, una panadería y la sala de velación recientemente.

8. Por la arborización en las calles que le dan frescura, sombra y tradición ecológica al pueblo.

9. Por las anécdotas tragicómicas que han quedado en la historia. Hace algunos años vino al pueblo un fotógrafo–panadero, quien al parecer no era ni una cosa ni la otra, al que llamaban “Foto–Pan”. Según el chimento popular, en cierta ocasión lo llamaron a tomarle la foto a un cadáver y enfocó la cámara al revés (Con el lente hacia sí mismo). Al revelar el rollo y ver la foto, lo primero que dijo Foto-pan fue: “¡Huy! Pero el muerto sí que se parecía a mí”.

10. Por los muy conocidos apodos no ofensivos como: Tigre, Perro, Gato, Morrocó, Tilapia, El Pollo, Cusumbo, Pantera, Buitre, Pato, Ganso, Cabezón, Mocho, Amagá, Tolima, Panamá, Banano, Fríjoles, Lleras, Pastrana, Nikita, Bombillo, 15 goles, Min, Chanfle, Pastel, Calavera, Paloseco , Caritas, Lancho, etc., etc., etc..

11. Por las groserías y verdulerías de Estercita, cada vez que los muchachos le gritaban “¡Radio Cuca!”. Era tal su estridente y grosera verborrea, que las más recatadas se tapaban los oídos y huían del lugar, pues, a más de esto, era fijo que siempre terminaba subiéndose la bata y mostrando sus partes nobles para exteriorizar su ira con quienes la molestaban. “Radio Cuca” terminó sus días arrollada por un carro en el Overo.

12. Por la “Plaza Vieja”, lugar muy querido y tradicional del pueblo. Definitivamente ningún nativo acepta que la llamen “Plaza de San Bernabé”: “Nos vemos en la Plaza Vieja”.

13. Por los avisos de Héctor Wallens en “Radio Vaticano”: “En la casa de las muchachas que tejen hay mazamorra para la venta”. “El señor Luciano Cano informa que en su residencia, diagonal a la galería, tiene para la venta droga para curar la amigdalitis, faringitis y laringitis; también ofrece sus servicios como veterinario práctico”. “En la casa de la señora María Perpetua de Wallens hay flores frescas para la venta”. “El siguiente doble es para anunciar la muerte de... ”.

14. Por haber visto a Manuelito “Freskola” en su trajinar recorrido desde la estación hasta el teatro y viceversa con los inmensos rollos de películas al hombro para el teatro Santander. El tren era el medio de transporte de las películas.

15. Por la frase de don Rafael Caicedo, dueño del ya desaparecido teatro Santander cuando le reclamaban por las películas mejicanas “latas” y recortadas: “El tiatro no llama a nadie”.

16. Por la gente y los amigos. Seguramente ningún Bugalagrandeño caminará al menos una cuadra del pueblo sin dar o recibir un saludo.

17. Por la emoción que se siente cuando después de mucho tiempo se regresa al pueblo, y por el sur se empiezan a avistar la torre de la iglesia y la imponente chimenea de la fábrica, y por el norte las largas y erguidas palmas del cementerio.

18.Por las idas a bañar al “Túnel” y el “Desarenadero”, sobre todo en vacaciones escolares. La pasada por el túnel con su techo habitado por murciélagos, arañas y avispas, no era muy agradable que digamos, pero había que hacerlo, pues no faltaba el que dijera:

“El que no se pase el túnel es una gallina!”.

19. Por el cuerpo de bomberos, que desde la primera comandancia del maestro Albán, hasta hoy con “Colacho”, pasando por todos los comandantes, oficiales y tropa a través de la historia, se constituye en organización modelo y orgullo para el pueblo.

20. Por don Luis Palacios, “Kino” Potes, Rivillas, Clara Chaparro, Lucila Correa, Dora Prado, Sor Martha, Sor Vicenta, Constaín y Luz Marina Herrera, Alba Millán, el profesor Espinosa y muchos más que nos enseñaron las primeras letras a quienes hoy estamos entre los cuarenta y los sesenta. El catecismo del padre Astete, la urbanidad de Carreño, la cartilla Alegría de Leer, la cartilla Charry, la historia sagrada, la tinta, la plumilla y el secante. “El enano bebe”, “Amo a mi mamá”.

21. Por la legendaria y desaparecida “Cancha Zorrilla”, donde se realizaron emocionantes partidos de fútbol. Todavía recorren las calles de nuestro pueblo algunos futbolistas de aquella época: Jorge Crespo, Ramiro Vélez, Ovidio Gómez, “Incendio”, “Tipana”, el “pollo” Ariel, Ancízar Caicedo, Arturo Escobar, Carlos Osorio, Luciano Cano, Americo Penilla, Homero Gonzalez, “Chuma”, Lisímaco Quintero “Lico”, Heberth Useche.

22. Por el pandebono, el pandeyuca, el cuaresmero, las empanadas de cambray y los dulces que aun fabrican artesanalmente en sus hornos

calentados con leña, doña Obdulia Tamayo y las hijas de doña Ana Julia Martínez.23. Por la inmensa cantidad de profesionales que ha producido el pueblo en todas las ramas,

especialmente en las últimas décadas. Hoy contamos con profesionales en salud, ingenierías, leyes, artes, letras, docencia, etc..

24.Por las famosas frases de don Hilario González en su siempre recordada zapatería. Una vez llegó un forastero, y quizá por dárselas de célebre dijo: “¡Pero qué pueblo tan solo!”. Inmediatamente don Hilario lo ripostó con esta: “Andate pa’ Tokío, andate para el Japón, en donde vive uno encima del otro ”.

25. Por mi familia, por mis amigos, por los amigos de mis amigos. Por aquel que al leer estas 25 razones le hayan parecido buenas. Por el otro que podrá pensar que quien escribió esto no hizo otra cosa que perder su tiempo. Por esto y por mucho más seguiremos queriendo este pueblo que algún día nos vio nacer, nos ha visto crecer, y algún día nos verá morir.