3 Evaluacion_al Interior de La CA Ja Negra_black_william_1998

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1 AL INTERIOR DE LA CAJA NEGRA. 1 Elevando estándares a través de la evaluación en el aula. Autores: Paul Black - Dylan William Hay evidencia sólida que muestra que la evaluación formativa es un componente esencial del trabajo en clase y que su desarrollo puede incrementar los estándares de logros, según señalan Black y William. De hecho, ellos no conocen ninguna otra forma de incrementar los estándares de la que pueda hacerse una afirmación tan categórica. levar los estándares de aprendizaje que son alcanzados con la educación es una importante prioridad nacional. En los últimos años, gobiernos de todo el mundo han sido cada vez más vigorosos en la realización de cambios que procuren esta meta. Estándares nacionales, estatales y distritales; establecimiento de metas; programas de refuerzo para la prueba externa de desempeño de los estudiantes; encuestas como NAEP (National Assessment of Educational Progress Evaluación Nacional del Progreso Educativo) y TIMSS (Third International Mathematics and Science Study Tercer Estudio Internacional de Matemáticas y Ciencias); iniciativas para mejorar la planificación y la gestión de la escuela; y una inspección más frecuente y minuciosa, constituyen medios que buscan el mismo fin. Pero la suma de todas estas reformas no ha llevado a una política eficaz porque hace falta algo. 1 Inside the black box. Raising Standards Through Classroom Assessment, Paul Black - Dylan William, PHI Delta Kappan1998. . La presente traducción se realizó con fines académicos y su reproducción total o parcial está prohibida sin permiso de los titulares de los derechos de autor. Paul Black es profesor emérito de la Facultad de Educación del King’s College en Londres; Dylan William es director de esta Facultad y profesor de evaluación educacional. 2 James W. Stigler y James Hiebert “Understanding and Improving Classroom Mathematics Instruction: An Overview of the TIMSS Video Study”. Phi Delta Kappan, Septiembre 1997. Pp 19-20. El aprendizaje es impulsado por lo que los profesores y los alumnos hacen en las aulas. Los maestros tienen que manejar situaciones complicadas y exigentes, canalizando las presiones personales, emocionales y sociales de un grupo de 30 o más jóvenes con el fin de ayudarles a aprender instantáneamente y hacerlos mejores aprendices en el futuro. Los estándares solo pueden incrementarse si los profesores pueden hacer frente a esta tarea con mayor eficacia. Lo que falta en los esfuerzos a los que hemos aludido anteriormente es cualquier ayuda directa con esta tarea. Este hecho fue reconocido en el video de estudio TIMSS: “Un enfoque en los estándares y en la rendición de cuentas que haga caso omiso de los procesos de enseñanza y aprendizaje en las aulas no proporcionará la dirección que los maestros necesitan en su afán por mejorar” 2 . En términos de ingeniería de sistemas, las políticas actuales en los EE.UU. y en muchos otros países parecen tratar el aula como una caja negra. Ciertas entradas desde el exterior alumnos, profesores, otros recursos, reglas y requisitos de gestión, ansiedades de los padres, estándares, exámenes exigentes, y así sucesivamentese introducen en la caja. Se supone que algunos productos deben salir: alumnos que tienen más conocimiento y competencia, mejores resultados de las pruebas, profesores razonablemente satisfechos, y así E

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Evaluacion.

Transcript of 3 Evaluacion_al Interior de La CA Ja Negra_black_william_1998

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    AL INTERIOR DE LA CAJA NEGRA.1

    Elevando estndares a travs de la evaluacin en el aula.

    Autores: Paul Black - Dylan William

    Hay evidencia slida que muestra que la

    evaluacin formativa es un componente esencial

    del trabajo en clase y que su desarrollo puede

    incrementar los estndares de logros, segn

    sealan Black y William. De hecho, ellos no

    conocen ninguna otra forma de incrementar los

    estndares de la que pueda hacerse una

    afirmacin tan categrica.

    levar los estndares de aprendizaje que son

    alcanzados con la educacin es una

    importante prioridad nacional. En los

    ltimos aos, gobiernos de todo el mundo han sido

    cada vez ms vigorosos en la realizacin de cambios

    que procuren esta meta. Estndares nacionales,

    estatales y distritales; establecimiento de metas;

    programas de refuerzo para la prueba externa de

    desempeo de los estudiantes; encuestas como

    NAEP (National Assessment of Educational

    Progress Evaluacin Nacional del Progreso

    Educativo) y TIMSS (Third International

    Mathematics and Science Study Tercer Estudio

    Internacional de Matemticas y Ciencias);

    iniciativas para mejorar la planificacin y la gestin

    de la escuela; y una inspeccin ms frecuente y

    minuciosa, constituyen medios que buscan el

    mismo fin. Pero la suma de todas estas reformas no

    ha llevado a una poltica eficaz porque hace falta

    algo.

    1 Inside the black box. Raising Standards Through Classroom Assessment, Paul Black - Dylan William, PHI Delta Kappan1998. . La presente traduccin se realiz con fines acadmicos y su reproduccin total o parcial est prohibida sin permiso de los titulares de los derechos de autor. Paul Black es profesor emrito de la Facultad de Educacin del Kings College en Londres; Dylan William es director de esta Facultad y profesor de evaluacin educacional.

    2 James W. Stigler y James Hiebert Understanding and Improving Classroom Mathematics Instruction: An Overview of the TIMSS Video Study. Phi Delta Kappan, Septiembre 1997. Pp 19-20.

    El aprendizaje es impulsado por lo que los

    profesores y los alumnos hacen en las aulas. Los

    maestros tienen que manejar situaciones

    complicadas y exigentes, canalizando las presiones

    personales, emocionales y sociales de un grupo de

    30 o ms jvenes con el fin de ayudarles a aprender

    instantneamente y hacerlos mejores aprendices en

    el futuro. Los estndares solo pueden incrementarse

    si los profesores pueden hacer frente a esta tarea con

    mayor eficacia. Lo que falta en los esfuerzos a los

    que hemos aludido anteriormente es cualquier

    ayuda directa con esta tarea. Este hecho fue

    reconocido en el video de estudio TIMSS: Un

    enfoque en los estndares y en la rendicin de

    cuentas que haga caso omiso de los procesos de

    enseanza y aprendizaje en las aulas no

    proporcionar la direccin que los maestros

    necesitan en su afn por mejorar2.

    En trminos de ingeniera de sistemas, las polticas

    actuales en los EE.UU. y en muchos otros pases

    parecen tratar el aula como una caja negra. Ciertas

    entradas desde el exterior alumnos, profesores,

    otros recursos, reglas y requisitos de gestin,

    ansiedades de los padres, estndares, exmenes

    exigentes, y as sucesivamente se introducen en la

    caja. Se supone que algunos productos deben salir:

    alumnos que tienen ms conocimiento y

    competencia, mejores resultados de las pruebas,

    profesores razonablemente satisfechos, y as

    E

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    sucesivamente. Pero qu es lo que est sucediendo

    dentro de la caja? Cmo puede alguien estar seguro

    de que un determinado conjunto de nuevos ingresos

    producir mejores productos si no estudiamos, al

    menos, lo que sucede en el interior de la caja? Y

    por qu es que la mayora de las iniciativas de

    reforma presentados en el prrafo anterior no se

    dirigen a dar ayuda directa y apoyo a la labor de los

    profesores en las aulas?

    La respuesta dada generalmente es que esto les

    corresponde a los maestros: son ellos quienes deben

    hacer al interior del aula un mejor trabajo. Esta

    respuesta no es lo suficientemente buena por dos

    razones. En primer lugar, como mnimo es posible

    que algunos cambios en las entradas puedan ser

    contraproducentes y hacerle ms difcil al profesor

    la tarea de elevar los estndares. En segundo lugar,

    parece extrao, incluso injusto, dejar la pieza ms

    difcil del rompecabezas para elevar los estndares

    por completo a los profesores. Si hay formas en que

    quienes toman decisiones estructurales y otras

    personas puedan dar ayuda directa y apoyo a las

    tareas cotidianas del aula para lograr un mejor

    aprendizaje, entonces seguramente estas formas

    deben buscarse vigorosamente.

    Este artculo es sobre el interior de la caja negra.

    Nos centraremos solamente en un aspecto de la

    enseanza: la evaluacin formativa. Pero vamos a

    demostrar que esta caracterstica est en el corazn

    de la enseanza efectiva.

    El argumento

    Partimos de la proposicin, evidente en s misma,

    de que la enseanza y el aprendizaje deben ser

    interactivos. Los maestros necesitan saber tanto de

    los avances de sus alumnos como de sus dificultades

    con el aprendizaje. Sabiendo esto, entonces, podrn

    3 No hay un acuerdo sobre el trmino a nivel internacional. Evaluacin en el aula, exmenes de aula, evaluacin interna, evaluacin instruccional,

    adaptar su propio trabajo para satisfacer las

    necesidades de los alumnos (necesidades que, a

    menudo, son impredecibles y varan de un alumno

    a otro). Los profesores pueden averiguar lo que

    necesitan saber de una variedad de maneras,

    incluyendo la observacin, la discusin en el aula y

    la lectura de los trabajos escritos de sus alumnos.

    Usamos el trmino general evaluacin para

    referirnos a todas aquellas actividades llevadas a

    cabo por los profesores y por sus estudiantes en sus

    autoevaluaciones que proporcionan informacin

    para ser utilizada como retroalimentacin a fin de

    modificar las actividades de enseanza y

    aprendizaje. Dicha evaluacin se convierte en

    evaluacin formativa cuando la evidencia se utiliza

    realmente para adaptar la enseanza a las

    necesidades de los estudiantes3.

    No hay nada nuevo acerca de todo esto. Todos los

    maestros hacen evaluaciones en las clases que

    ensean. Pero hay tres preguntas importantes acerca

    de este proceso que intentamos responder:

    Hay evidencia de que mejorar la

    evaluacin formativa eleva los estndares?

    Hay evidencia de que existe margen de

    mejora?

    Existe evidencia acerca de cmo mejorar la

    evaluacin formativa?

    Para responder a estas preguntas hemos llevado a

    cabo un amplio estudio de la literatura de

    investigacin. Hemos revisado, a travs de muchos

    libros y en el paso de los ltimos nueve aos, ms

    de 160 revistas y los comentarios anteriores de esas

    investigaciones. Como resultado se obtuvieron

    cerca de 580 artculos o captulos. Hemos preparado

    un extenso artculo, utilizando material de 250 de

    estas fuentes, que han sido publicados en un nmero

    y evaluacin de estudiante han sido usados por distintos autores y algunos de estos trminos tienen distintos significados en diferentes textos.

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    especial de la revista de Assessment in Education

    junto con los comentarios sobre nuestro trabajo

    hechos por los principales expertos en educacin de

    Australia, Suiza, Hong Kong, Lesoto y los EE.UU.4

    La conclusin a la que hemos llegado de nuestra

    revisin de investigaciones es que la respuesta a

    cada una de las tres preguntas anteriores es,

    claramente, un s. En las tres secciones principales

    a continuacin, se describe la naturaleza y la fuerza

    de la evidencia que justifica esta conclusin. Sin

    embargo, dado que aqu solo estamos presentando

    un resumen, nuestro texto ser fuerte en

    afirmaciones y dbil en los detalles de su

    justificacin. Sostenemos que estas afirmaciones

    estn respaldadas por numerosas pruebas, las cuales

    se exponen con todo detalle en el artculo extenso

    que da fundamento a este artculo.

    Creemos que las tres secciones a continuacin

    contienen argumentos slidos que los gobiernos,

    sus agencias, autoridades escolares y la profesin

    docente deben estudiar muy cuidadosamente si

    estn seriamente interesados en elevar los niveles

    de la educacin. Sin embargo, tambin

    reconocemos abiertamente que un cambio

    fundamental en la educacin solo se puede lograr

    lentamente a travs de programas de desarrollo

    profesional que se basan en buenas prcticas

    existentes. Por lo tanto, no concluimos que la

    evaluacin formativa sea otra panacea para la

    educacin. Los desafos son demasiado complejos y

    estn estrechamente vinculados a las dificultades

    propias de las prcticas en el aula y a las creencias

    que impulsan las polticas pblicas. En la seccin

    final, nos enfrentamos a esta complejidad y

    tratamos de esbozar una estrategia para actuar

    basada en nuestra evidencia.

    4 Paul Black y Dylan William, Assessment and Classroom Learning, Assessment in Education, March 1998. Pp. 7-74.

    Se mejoran los estndares si hay una mejora en

    la evaluacin formativa?

    Una revisin de la investigacin publicada en 1986,

    centrada principalmente en el trabajo de evaluacin

    del aula para nios con discapacidades leves,

    estudi un gran nmero de innovaciones, de las

    cuales 23 fueron seleccionadas5. Aquellas elegidas

    satisficieron la condicin de evidencia cuantitativa

    en las ganancias de aprendizaje, tanto para los

    involucrados en la innovacin como para un grupo

    similar no tan involucrado. A partir de entonces

    muchos otros artculos se han publicado

    describiendo experimentos cuantitativos

    igualmente cuidadosos. En nuestra propia revisin

    hemos seleccionado al menos 20 estudios ms. (El

    nmero depende de qu tan rigurosamente se aplica

    un conjunto de criterios de seleccin.) Todos estos

    estudios muestran que las innovaciones que

    incluyen el fortalecimiento de la evaluacin

    formativa producen importantes y a menudo

    sustanciales avances en el aprendizaje. Estos

    estudios oscilan entre grupos de un rango de edad

    de nios de 5 aos hasta estudiantes universitarios,

    en distintas materias escolares y en varios pases.

    Para fines de la investigacin, los avances en el

    aprendizaje de este tipo se miden comparando las

    mejoras promedio en los resultados de las pruebas

    de los alumnos que participan en una innovacin,

    con el rango de puntuaciones de los grupos tpicos

    de los alumnos en estas mismas pruebas. La relacin

    de la primera dividida por la ltima se conoce como

    el tamao del efecto. Los tamaos del efecto tpicos

    de los experimentos de evaluacin formativa

    estuvieron entre 0,4 y 0,7. Estos tamaos del efecto

    son ms grandes que la mayora de los que se

    encuentran en las intervenciones educativas. Los

    5 Lynn S. Fuchs y Douglas Fuchs. Effects of Systematic Formative Evaluation: A Meta-Analysis, Exceptional Children, Vol. 53. 1986. Pp. 199-208.

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    siguientes ejemplos ilustran algunas de las

    consecuencias prcticas de estas ganancias.

    Un tamao del efecto de 0,4 significara

    que el alumno medio involucrado en una innovacin

    registrara el mismo logro que un alumno que se

    ubique entre el 35% de los mejores de los no los

    involucrados.

    Un aumento de tamao del efecto de 0,7 en

    los ltimos estudios comparativos internacionales

    en matemticas6 habra elevado la puntuacin de

    una nacin desde estar en el medio del grupo de 41

    pases (por ejemplo, los Estados Unidos) hasta estar

    entre los cinco primeros.

    Muchos de estos estudios llegan a otra conclusin

    importante: que la mejora de la evaluacin

    formativa ayuda a alumnos con bajo rendimiento

    ms que a otros estudiantes y, as, reduce el rango

    de logros mientras eleva el rendimiento general. Un

    notable ejemplo reciente es un estudio dedicado por

    completo a estudiantes de bajo rendimiento y

    estudiantes con problemas de aprendizaje, el cual

    demuestra que la frecuente retroalimentacin

    evaluativa ayuda a ambos grupos a mejorar su

    aprendizaje7. Cualquier ganancia para estos

    alumnos podra ser particularmente importante.

    Adems, los alumnos que llegan a verse a s mismos

    como incapaces de aprender por lo general dejan de

    tomar en serio la escuela. Muchos se convierten en

    perturbadores; otros recurren al ausentismo escolar.

    Estos jvenes son propensos a ser alienados por la

    sociedad y a convertirse en las fuentes y las vctimas

    de graves problemas sociales.

    Por lo tanto, parece claro que muchas ganancias

    significativas de aprendizaje se encuentran a

    nuestro alcance. El hecho de que las ganancias se

    6 Ver Albert E. Beaton et al., Mathematical achievements in the Middle School Years (Boston: Boston College, 1996).

    hayan logrado mediante una variedad de mtodos

    que, como caracterstica comn, confluyen en el

    mejoramiento de la evaluacin formativa, sugiere

    que el xito se debe, al menos en parte, a esta

    caracterstica. Sin embargo, de esto no se sigue que

    sera un asunto fcil lograr esas ganancias a gran

    escala en aulas normales. Muchos de los informes

    que hemos estudiado plantean una serie de otros

    aspectos.

    Todo tipo de trabajo implica nuevas

    formas de mejorar la retroalimentacin entre lo que

    se ensea y el maestro; formas que requerirn

    cambios significativos en la prctica en el aula.

    Detrs de los diversos enfoques hay

    suposiciones acerca de lo que se hace para un

    aprendizaje eficaz. En particular, la suposicin de

    que los estudiantes tienen que estar involucrados

    activamente.

    Para que la evaluacin cumpla su funcin

    formativa, los resultados tienen que ser utilizados

    para ajustar la enseanza y el aprendizaje; por tanto,

    un aspecto importante de cualquier programa ser la

    forma en que los maestros hacen estos ajustes.

    Merecen especial atencin las formas en

    que la evaluacin puede afectar la motivacin y la

    autoestima de los alumnos, y los beneficios de

    prctica de la autoevaluacin.

    Hay posibilidades de mejorar?

    La pobreza de las prcticas. Hay una abundante

    cantidad de datos de investigacin que muestran

    cmo la prctica cotidiana de evaluacin en las

    aulas est plagada de problemas y deficiencias, tal

    como indican las siguientes citas.

    7 Lynn S. Furch et al. Effects of Task-Focused Goals on Low-Achieving Students with and Without Learning Disabilities, American Educational Research Journal. Vol. 34, 1997. Pp. 513-43.

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    Marcar (la respuesta correcta) suele ser a

    conciencia, pero a menudo no ofrece orientacin

    sobre cmo se puede mejorar el trabajo. En una

    minora significativa de los casos, la marcacin

    refuerza el bajo rendimiento y las bajas expectativas

    por ser demasiado generosa o estar desenfocada. La

    informacin recibida por el maestro sobre el

    rendimiento de los alumnos se utiliza

    insuficientemente para los trabajos posteriores, de

    acuerdo a un informe de inspeccin del Reino

    Unido sobre las escuelas de secundaria8.

    Por qu son tan bajos el alcance y la

    naturaleza de la evaluacin formativa en ciencias?,

    esta pregunta se realiz en un estudio de

    investigacin sobre los profesores de ciencias de

    secundaria del Reino Unido9.

    De hecho se queda en buenos propsitos

    [la evaluacin formativa] pero consideran que su

    prctica no es realista en el actual contexto

    educativo, inform un estudio de los profesores de

    secundaria canadienses10.

    Las prcticas de evaluacin descritas

    anteriormente no son comunes, a pesar de que este

    tipo de enfoques son ampliamente promovidos en la

    literatura profesional, de acuerdo con un estudio de

    las prcticas de evaluacin en las escuelas

    estadounidenses11.

    Las dificultades ms importantes con la evaluacin

    giran en torno a tres cuestiones. La primera cuestin

    es un aprendizaje efectivo.

    8 OFSTED (Office for Standards in Education). Subjects and

    Standard: Issues for School Development Arising from

    OFSTED Inspection Findings 1994-95: Key Stages 3 and 4

    and Post 16. (London: Her Majestys Stationery Office. 1996).

    p. 40. 9 Nicolas Daws y Bireandra Singh. Formative Assessment: To What Extent Is Its Potential to Enhance Pupils Science Being Realized, School Science Review. Vol. 77. 1996. P. 99.

    Las pruebas utilizadas por los profesores

    motivan el aprendizaje superficial y memorstico

    incluso cuando los profesores dicen que quieren

    desarrollar la comprensin; muchos profesores

    parecen no ser conscientes de esta inconsistencia.

    Las preguntas y otros mtodos no son

    compartidos entre profesores de la misma escuela,

    y no se revisan crticamente en relacin con lo que

    realmente evalan.

    En los maestros de primaria, en particular,

    hay una tendencia a enfatizar la cantidad y

    presentacin del trabajo y descuidar su calidad en

    relacin con el aprendizaje.

    La segunda cuestin es el impacto negativo.

    Las funciones de entrega de notas y

    calificaciones son exageradas, mientras que la

    funcin de dar consejos tiles en el aprendizaje es

    subestimada.

    Se utilizan enfoques en los que los alumnos

    se comparan unos con otros cuyo propsito

    principal parece ser la competencia entre ellos en

    vez de la mejora personal; en consecuencia, la

    retroalimentacin evaluativa ensea a los alumnos

    de bajo rendimiento que carecen de "capacidad" y

    les hace creer que ellos no son capaces de aprender.

    La tercera cuestin es la funcin directiva de las

    evaluaciones.

    La interaccin entre maestro y alumnos

    parece servir a funciones sociales y directivas a

    10 Clement Dassa, Jess Vsquez Abad y David Ajar. Formative Assessment in a Classroom Setting: From Practice to Computer Innovations. Alberta Journal of Education Research. Vol. 39, 1993. P. 116. 11 D. Monty Neill. Transforming Student Assessment, Phi Delta Kappan. September 1997. Pp. 35-36.

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    expensas, frecuentemente, de la funcin de

    aprendizaje.

    Los maestros a menudo son capaces de

    predecir los resultados de los alumnos en los

    exmenes externos debido a que sus propias pruebas

    los imitan, pero al mismo tiempo los maestros saben

    muy poco acerca las necesidades de aprendizaje de

    sus alumnos.

    La recoleccin de notas para llenar los

    registros tiene una mayor prioridad que el anlisis

    de los trabajos de los alumnos para discernir las

    necesidades de aprendizaje; Adems, algunos

    profesores no prestan atencin a los registros de

    evaluacin de los maestros anteriores de sus

    alumnos.

    Por supuesto, no todas estas descripciones se

    aplican a todas las aulas. De hecho, hay muchas

    escuelas y aulas a las que no se aplican en absoluto.

    Sin embargo, estas conclusiones generales han sido

    elaboradas por los investigadores que han recogido

    evidencia a travs de pruebas, entrevistas y

    cuestionarios de escuelas en varios pases,

    incluidos los EE.UU.

    Un compromiso vaco. El desarrollo de una

    poltica de evaluacin nacional en Inglaterra y Gales

    en la ltima dcada ilustra los obstculos que se

    interponen en el camino del desarrollo de la poltica

    de apoyo para la evaluacin formativa. Las

    recomendaciones de un grupo de trabajo del

    gobierno en 198812 y todas las declaraciones

    posteriores de la poltica del gobierno han hecho

    hincapi en la importancia de la evaluacin

    formativa de los profesores. Sin embargo, el rgano

    encargado de llevar a cabo la poltica del gobierno

    12 Task Group on Assessment and Testing: A Report. (London: Department of Education and Science and the Welsh Office, 1998). 13 Richard Daughtery, National Curriculum Assessment: A Review of Policy. 1987-1994. (London: Palmer Press. 1995).

    sobre la evaluacin no tuvo ninguna estrategia para

    estudiar ni para desarrollar la evaluacin formativa

    de los docentes, y no hizo ms que dedicar una

    pequea parte de sus recursos a este propsito13. La

    mayor parte de los recursos disponibles y la mayor

    parte de la atencin pblica y poltica se centraron

    en las pruebas externas nacionales. Mientras que las

    contribuciones de los profesores a estas

    evaluaciones acumulativas se les ha dado un

    estatus formal, difcilmente se ha prestado atencin

    a sus contribuciones en la evaluacin formativa.

    Adems, los problemas de la relacin entre las

    funciones formativa y acumulativa de los docentes

    no han recibido ninguna atencin.

    Es posible que muchos de los compromisos se

    hicieron bajo la premisa de que la evaluacin

    formativa no era problemtica, lo cual ha pasado

    todo el tiempo y no necesit ms que el

    reconocimiento formal de su existencia. Sin

    embargo, tambin es claro que el compromiso

    poltico de las pruebas externas con el fin de

    promover la competencia tuvo una prioridad

    central, mientras que el compromiso con la

    evaluacin formativa fue marginal. Como lo han

    reconocido investigadores de todo el mundo, las

    pruebas externas de alto impacto siempre dominan

    la enseanza y la evaluacin. No obstante, dichas

    pruebas brindan a los maestros, por su funcin

    limitada de proporcionar resmenes generales de

    rendimiento en lugar de diagnsticos tiles,

    modelos pobres para la evaluacin formativa. Ante

    este hecho, no es de extraar que numerosos

    estudios de investigacin sobre la aplicacin de

    reformas educativas en el Reino Unido hayan

    descubierto que la evaluacin formativa est

    "seriamente en necesidad de desarrollo"14. En

    14 Terry A. Russell, Amme Qualter y Linda McGuigan, Reflection on the Implementation of National Curriculum Science Policy for the 5-14 Age Range: Findings and Interpretations from a National Evaluation Study in

    England. International Journal of Science Education. Vol. 17. 1995. Pp 481-92.

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    retrospectiva, podemos ver que el hecho de no

    percibir la necesidad de un apoyo sustancial para la

    evaluacin formativa y de no asumir la

    responsabilidad de desarrollar este tipo de apoyo

    fueron graves errores.

    En los EE.UU. se han sentido presiones similares de

    movimientos polticos que se caracterizan por una

    desconfianza en los docentes y la creencia de que la

    prueba externa, por s misma, mejorar el

    aprendizaje. Estas relaciones rotas entre los

    polticos responsables de las leyes educativas y la

    profesin docente no son inevitables de hecho

    muchos pases con logros educativos envidiables

    parecen manejar bien polticas que muestran un

    mayor respeto y apoyo a los profesores. Si bien la

    situacin en los EE.UU. es mucho ms diversa que

    la de Inglaterra y Gales, los efectos de las pruebas

    obligatorias del estado son muy similares a los de

    las pruebas externas en el Reino Unido. Adems, la

    tradicional dependencia de las pruebas de opcin

    mltiple en los EE.UU. no compartida en el Reino

    Unido ha agravado los efectos negativos de este

    tipo de polticas en la calidad del aprendizaje en el

    aula.

    Cmo podemos mejorar la evaluacin

    formativa?

    La autoestima de los alumnos. Un informe de las

    escuelas en Suiza afirma que un nmero de

    alumnos (...) se contentan con pasar (...) Todo

    maestro que quiera practicar la evaluacin

    formativa tiene que reconstruir los pactos de

    enseanza para contrarrestar los hbitos adquiridos

    por sus alumnos15.

    El usuario de la informacin de la evaluacin, la

    cual se suscit con el fin de mejorar el aprendizaje,

    15 Phillipe Perrenoud, Towards a Pragmatic Approach to Formative Evaluation, En Penelope Wenston, Ed, Assessment of Pupils Achievement: Motivation and School Success (Amsterdam: Swets y Zeitlinger, 1991.). p. 92.

    es el alumno. Sobre este hecho hay aspectos

    negativos y positivos. El aspecto negativo es

    ilustrado por la cita anterior. Cuando la cultura del

    aula se centra en las recompensas, medallas de

    oro, notas o rankings, entonces los alumnos buscan

    maneras para obtener las mejores calificaciones en

    lugar de mejorar su aprendizaje. Una consecuencia

    es que, cuando tienen opcin, los alumnos evitan las

    tareas difciles. Tambin gastan tiempo y energa en

    busca de pistas sobre la respuesta correcta. De

    hecho, muchos se muestran reacios a hacer

    preguntas por miedo a fallar. A los alumnos que

    encuentran dificultades se les lleva a creer que

    carecen de la capacidad, y esta creencia los lleva a

    atribuir sus dificultades a un defecto en s mismos

    acerca del cual no pueden hacer mucho. De esta

    forma, los alumnos evitan invertir esfuerzos en el

    aprendizaje que podra llevar solo a la decepcin

    tratando de construir su autoestima de otras

    maneras.

    El aspecto positivo de que los estudiantes sean los

    principales usuarios de la informacin obtenida de

    las evaluaciones formativas es que los resultados

    negativos tales como un enfoque obsesivo en la

    competencia y el temor consecuente de

    incumplimiento por logros insuficientes pueden

    evitarse. Lo que se necesita es una cultura del xito,

    avalada por la creencia de que todos los alumnos lo

    pueden lograr. En este sentido, la evaluacin

    formativa puede ser un arma poderosa si se

    comunica de la manera correcta. Si bien la

    evaluacin formativa puede ayudar a todos los

    alumnos, produce resultados particularmente

    buenos con los alumnos con bajo rendimiento

    centrndose en problemas especficos con su trabajo

    y dndoles una comprensin clara de lo que est mal

    y de la manera de arreglarlo. Los alumnos pueden

  • 8

    aceptar y trabajar con este tipo de mensajes, siempre

    que no se vean empaados por insinuaciones acerca

    de la capacidad, la competencia y la comparacin

    con los dems. En resumen, el mensaje puede

    enunciarse de esta manera: la retroalimentacin

    para cualquier alumno debe ser sobre las

    cualidades particulares de su trabajo, con consejos

    sobre lo que l o ella pueden hacer para mejorar, y

    debe evitar las comparaciones con otros alumnos.

    La autoevaluacin de los alumnos. Muchas

    innovaciones exitosas han desarrollado

    autoevaluacin y coevaluacin entre alumnos como

    la manera de mejorar la evaluacin formativa,

    logrando cierto xito con alumnos de 5 aos de edad

    en adelante. Este vnculo entre la evaluacin

    formativa y la autoevaluacin no es un accidente; de

    hecho, es inevitable.

    Para explicar lo anterior debemos notar, en primer

    lugar, que el principal problema que encuentran

    quienes realizan las autoevaluaciones no es un

    problema de fiabilidad y confianza. Los alumnos

    son generalmente honestos y confiables en la

    evaluacin tanto de s mismos como entre s, e

    incluso pueden ser demasiado duros con ellos

    mismos. El problema principal es que los alumnos

    pueden evaluarse solo cuando tienen una imagen

    suficientemente clara de los objetivos que su

    aprendizaje est destinado a alcanzar.

    Sorprendentemente, y por desgracia, muchos

    alumnos no tienen una imagen tal, y parece que se

    han acostumbrado a recibir enseanza en el aula

    como una secuencia arbitraria de ejercicios sin

    justificacin global. Para superar este patrn de

    recepcin pasiva se requiere trabajo duro y

    sostenido. Cuando los alumnos adquieren una

    visin general de este tipo, se convierten en

    aprendices ms comprometidos y eficaces. Por otra

    16 D. Royce Sadler, Formative Assessment and the Design of Instructional Systems, Instructional Science. Vol. 18. 1989. Pp. 119-44.

    parte, sus propias evaluaciones se convierten en

    objeto de discusin con sus profesores y con los

    dems, y esta discusin promueve an ms la

    reflexin sobre el propio pensamiento, discusin

    que es esencial para un buen aprendizaje.

    Por lo tanto, la autoevaluacin de los alumnos, lejos

    de ser un lujo, es en realidad un componente

    esencial de la evaluacin formativa. Cuando

    alguien est tratando de aprender, la

    retroalimentacin sobre el esfuerzo tiene tres

    elementos: el reconocimiento de la meta deseada, la

    evidencia acerca de la posicin actual, y una cierta

    comprensin de la manera de cerrar la brecha entre

    las dos16. Los tres elementos deben ser entendidos

    en cierta medida por cualquiera antes de que l o

    ella puedan tomar medidas para mejorar el

    aprendizaje.

    Tal argumento es consistente con ideas ms

    generales de investigacin sobre la forma de

    aprender. Los nuevos conocimientos no son

    simplemente absorbidos y almacenados de forma

    aislada sino que, ms bien, son asimilados en

    relacin con ideas preexistentes. Lo nuevo y lo viejo

    puede ser inconsistente o incluso estar en conflicto

    con las ideas preexistentes, de tal manera que las

    disparidades deben ser resueltas por el pensamiento

    activo del alumno. Darse cuenta de que hay nuevas

    metas para el aprendizaje es una parte esencial del

    proceso de asimilacin. As llegamos a la

    conclusin: si la evaluacin formativa ha de ser

    productiva, los alumnos deben estar capacitados en

    la autoevaluacin de manera que puedan entender

    los principales objetivos de su aprendizaje y, de esta

    manera, captar lo que tienen que hacer para

    alcanzarlos.

  • 9

    La evolucin de la enseanza eficaz. Los estudios

    de investigacin anteriormente referidos muestran

    con mucha claridad que los programas eficaces de

    evaluacin formativa implican mucho ms que

    agregar algunas observaciones y pruebas a un

    programa existente. Estos requieren un examen

    detallado de todos los componentes principales de

    un plan de enseanza. De hecho, est claro que la

    enseanza y la evaluacin formativa son

    indivisibles.

    Para empezar por el principio, la eleccin de

    actividades para el trabajo en clase y las tareas son

    importantes. Las tareas tienen que justificarse en

    trminos de los objetivos de aprendizaje, y pueden

    funcionar bien solo si las oportunidades de los

    alumnos para comunicar la evolucin de su

    comprensin se construyen desde el momento de su

    planificacin. La discusin, la observacin de las

    actividades, y las anotaciones a los trabajos escritos

    se pueden utilizar para proporcionar esas

    oportunidades, pero es entonces importante mirar o

    escuchar con atencin la charla, la escritura, y las

    acciones que se desarrollan a travs de los alumnos

    y visualizar el estado de su comprensin. As pues,

    sostenemos que las oportunidades de los alumnos

    de expresar su comprensin deben disearse en

    cualquier tipo de enseanza, para la cual la

    interaccin a travs de la evaluacin formativa

    ayuda al aprendizaje.

    Los debates en los que los alumnos son llevados a

    hablar acerca de su comprensin en sus propios

    trminos son ayudas importantes para aumentar el

    conocimiento y mejorar la comprensin. El dilogo

    con los profesores ofrece la oportunidad para que el

    profesor responda y reoriente el pensamiento de un

    alumno. Sin embargo, hay ejemplos claramente

    registrados de algunas discusiones en las cuales los

    profesores responden, bastante inconscientemente,

    de formas que inhibiran el futuro aprendizaje de un

    alumno. Lo que los ejemplos tienen en comn es

    que el maestro est buscando una respuesta

    particular y carece de la flexibilidad o la confianza

    para hacer frente a lo inesperado. As que el profesor

    trata de orientar al alumno hacia la respuesta

    esperada. Al manipular el dilogo de esta manera, el

    maestro impide cualquier intento inusual de los

    alumnos de elaborar sus propias respuestas, las

    cuales son frecuentemente reflexivas pero poco

    ortodoxas. Con el tiempo los alumnos reciben el

    mensaje: que no estn siendo requeridos para pensar

    en sus propias respuestas. El objetivo del ejercicio

    es sealar o conjeturar cul es la respuesta que el

    maestro espera escuchar.

    Una caracterstica tpica de la charla entre el

    profesor y los alumnos es la formulacin de

    preguntas por parte del profesor. Esta forma natural

    y directa de comprobar el aprendizaje es a menudo

    improductiva. Un problema comn es que, a raz de

    una pregunta, los profesores no esperan lo suficiente

    para permitir que los alumnos piensen sus

    respuestas. Cuando un maestro responde a su propia

    pregunta despus de solo dos o tres segundos y

    cuando un minuto de silencio no es tolerable, no hay

    ninguna posibilidad de que un alumno pueda pensar

    en qu decir.

    Se producen entonces dos consecuencias. Una es

    que, debido a que las nicas preguntas que pueden

    producir respuestas en tan poco tiempo son

    cuestiones de hechos, estas predominan. La otra es

    que los alumnos ni siquiera tratan de pensar en una

    respuesta. Porque saben que a la respuesta le sigue

    posteriormente una nueva pregunta y, de ese modo,

    no vale la pena intentarlo. Tambin pasa

    generalmente que solo unos pocos alumnos

    responden las preguntas del profesor. El resto

    entonces permiten que sean otros quienes

    respondan, sabiendo que ellos mismos no podran

    responder tan rpido y sin estar dispuestos a correr

  • 10

    el riesgo de cometer errores en pblico. As que el

    profesor, al bajar el nivel de las preguntas y

    aceptando respuestas de unos pocos, puede

    mantener la leccin, pero est en realidad fuera de

    contacto con la comprensin de la mayora de la

    clase. El dilogo de pregunta/respuesta se convierte

    en un ritual, uno en el que la participacin reflexiva

    sufre.

    Hay varias maneras de romper este ciclo particular.

    Estas implican darles tiempo a los alumnos para

    responder; pedirles que discutan su pensamiento en

    parejas o en pequeos grupos, de modo la persona a

    quien se le hace la pregunta hable finalmente en

    nombre de los dems; solicitndoles elegir entre

    distintas respuestas posibles y pedirles que voten

    entre las opciones; pidiendo que todos escriban una

    respuesta y luego leyendo unas pocas

    seleccionadas; etctera. Lo que es esencial es que

    cualquier dilogo debe evocar el pensamiento

    reflexivo en el que todos los alumnos pueden ser

    animados a participar, porque solo entonces puede

    comenzar el proceso formativo. En pocas palabras,

    el dilogo entre un profesor y sus alumnos debe ser

    reflexivo, enfocado para evocar y explorar la

    comprensin, y llevado a cabo de manera que todos

    los alumnos tengan la oportunidad de pensar y

    expresar sus ideas.

    Las pruebas realizadas en clase y las pruebas y otros

    ejercicios asignados como tarea tambin son medios

    importantes para promover la retroalimentacin.

    Una buena prueba puede ser una ocasin para el

    aprendizaje. Es mejor tener pruebas frecuentes y

    cortas que largas e infrecuentes. Cualquier nuevo

    aprendizaje debe evaluarse, por primera vez, cerca

    de una semana despus, pero las evaluaciones ms

    frecuentes son contraproducentes. La calidad de los

    tems de la prueba es decir, su relevancia para los

    objetivos principales de aprendizaje y su

    comunicacin clara al alumno requiere anlisis

    tambin. Las buenas preguntas son difciles de

    generar, y los profesores deben colaborar y hacer

    uso de fuentes externas para recoger tales preguntas.

    Suponiendo igualmente que las preguntas sean

    buenas, es esencial garantizar la calidad de la

    retroalimentacin. Estudios de investigacin han

    demostrado que, si solo se dan las notas o

    calificaciones a los alumnos, ellos no se benefician

    de la evaluacin. El peor escenario es aquel en el

    que algunos alumnos que obtienen puntuaciones

    bajas en esta ocasin tambin obtuvieron bajas

    calificaciones la ltima vez y esperan bajas

    calificaciones para la prxima. Este ciclo de

    fracasos repetidos se convierte en una creencia

    comn entre estos alumnos y su profesor. La

    retroalimentacin ha demostrado que mejora el

    aprendizaje cuando se le da a cada alumno una

    orientacin especfica sobre las fortalezas y

    debilidades, preferiblemente sin ninguna nota. As,

    la forma en que los resultados del examen son

    reportados a los alumnos para que puedan

    identificar sus propias fortalezas y debilidades es

    sumamente importante. Los alumnos deben contar

    con los medios y las oportunidades para trabajar con

    la evidencia de sus dificultades. Para los propsitos

    de formacin, una prueba al final de un mdulo de

    unidad es intil; ya es demasiado tarde para trabajar

    con los resultados. Llegamos a la conclusin de que

    los comentarios de los exmenes, trabajos

    individuales, y tareas deben dar a cada alumno una

    orientacin sobre cmo mejorar, y cada alumno se

    debe dar a la oportunidad de trabajar en su

    mejora.

    Todos estos puntos dejan claro que no hay una

    manera sencilla de mejorar la evaluacin formativa.

    Lo que es comn a ellos es que el enfoque de un

    maestro debe empezar por ser realista y hacer frente

    a la pregunta "Realmente s lo suficiente acerca de

  • 11

    la comprensin de mis alumnos para poder ayudar a

    cada uno de ellos?".

    Gran parte del trabajo que deben realizar los

    profesores para hacer un buen uso de la evaluacin

    formativa puede dar lugar a dificultades. Algunos

    alumnos se resisten a los intentos de cambiar las

    rutinas habituales, percibiendo la incomodidad del

    cambio y el nfasis en el desafo de pensar por s

    mismos (y no solo a trabajar ms duro). Los

    alumnos no pueden esperar a creer en el valor de los

    cambios para su aprendizaje antes de que hayan

    experimentado los beneficios de tales cambios. Por

    otra parte, muchas de las iniciativas que se necesitan

    toman mucho tiempo de clase, sobre todo cuando un

    propsito central es cambiar la perspectiva sobre el

    aprendizaje y los mtodos de trabajo de los

    alumnos. Por tanto, los profesores tienen que asumir

    riesgos bajo la creencia de que esa inversin de

    tiempo rendir sus frutos en el futuro, mientras que

    la entrega y cobertura con entendimientos

    pobres son intiles e incluso pueden ser

    perjudiciales.

    Los maestros deben hacer frente a dos cuestiones

    bsicas que son la fuente de muchos problemas

    asociados con el cambio a un sistema de evaluacin

    formativa. La primera es la naturaleza de las

    creencias de cada uno de los maestros sobre el

    aprendizaje. Si el maestro asume que el

    conocimiento debe transmitirse y memorizarse, que

    la comprensin se desarrolla posteriormente, y que

    la claridad en la exposicin acompaada de

    recompensas por la recepcin pasiva son los

    elementos esenciales para la buena enseanza,

    entonces la evaluacin formativa es difcilmente

    necesaria. Sin embargo, la mayora de los maestros

    aceptan la gran cantidad de evidencia de que este

    modelo de transmisin no funciona, incluso cuando

    juzgan con su propio criterio, y por lo tanto estn

    dispuestos a hacer un compromiso de ensear a

    travs de la interaccin. La evaluacin formativa es

    un elemento esencial de ese tipo de enseanza. No

    queremos dar a entender que la individualizacin de

    la enseanza uno por uno es la nica solucin; ms

    bien nos referimos a que lo que se necesita es una

    cultura en el aula de cuestionamientos y

    pensamientos profundos, en la que los alumnos

    aprendan de debates compartidos con los profesores

    y compaeros. Lo que se desprende muy claramente

    aqu es la indivisibilidad de la instruccin y las

    prcticas de evaluacin formativa.

    La otra cuestin que puede crear problemas para los

    profesores que desean adoptar un modelo

    interactivo de enseanza y aprendizaje tiene que ver

    con las creencias que los profesores tienen sobre el

    potencial de sus alumnos para aprender.

    Exagerando el contraste tenemos, por un lado, la

    perspectiva del cociente intelectual fijo creencia

    segn la cual cada alumno tiene una inteligencia fija

    y heredada que no puede ser alterada por la

    escolarizacin y, por el otro lado, est la

    perspectiva del potencial sin explotar o la

    creencia en el supuesto de que la denominada

    capacidad es un complejo de habilidades que se

    pueden aprender. Aqu argumentamos a favor de la

    creencia subyacente de que todos los alumnos

    pueden aprender ms efectivamente si se pueden

    despejar, mediante un manejo cuidadoso, los

    obstculos para el aprendizaje, ya sean estos

    deficiencias cognitivas nunca diagnosticadas o

    daos en la confianza personal o una combinacin

    de ambos. Es evidente que la verdad se encuentra

    entre estos dos extremos, pero la prueba es que los

    modos de gestin de la evaluacin formativa que

    operan con los supuestos del potencial sin

    explotar ayudan a todos los alumnos a aprender y

    pueden dar ayuda especial a los que han tenido

    problemas previamente.

    Polticas y Prcticas

  • 12

    Cambio de la perspectiva poltica. Los supuestos

    que impulsan las polticas nacionales y estatales de

    evaluacin tienen que ser cuestionados. La

    promocin de las pruebas como un componente

    importante para el establecimiento de un mercado

    competitivo en la educacin puede ser muy

    perjudicial. El ms reciente cambio de nfasis hacia

    el establecimiento de objetivos generales

    proporciona, con la evaluacin, una piedra de toque

    para ayudar a comprobar los logros de los alumnos,

    lo cual es una posicin ms madura. Sin embargo,

    podramos argumentar que existe la necesidad

    ahora de avanzar ms, centrarse en el interior de la

    caja negra, y as explorar el potencial de la

    evaluacin para elevar los estndares directamente

    como una parte integral del trabajo de aprendizaje

    de cada alumno.

    Se deduce de este punto de vista que se necesitan

    varios cambios. En primer lugar, la poltica debe

    comenzar con el reconocimiento de que el centro

    principal para elevar el nivel es el saln de clases,

    por lo que la prioridad absoluta debe ser la

    promocin y apoyo de cambio dentro de las aulas.

    Los intentos de elevar los niveles mediante la

    reforma de los inputs y la medicin de los outputs

    de la caja negra pueden ser tiles, pero no son

    suficientes por s solos. De hecho, su utilidad solo

    puede juzgarse a la luz de sus efectos en las aulas.

    Las pruebas que hemos presentado aqu establecen

    que una manera claramente productiva de iniciar la

    implementacin de una poltica centrada en el aula

    sera mejorar la evaluacin formativa. Esta misma

    evidencia tambin establece que, al hacerlo, no nos

    centraremos en un aspecto menor del negocio de la

    enseanza y el aprendizaje. Ms bien, nos

    centraremos en varios elementos esenciales: la

    17 Paul J. Black y J. Myron Atkin, Changing the Subject: Innovations in Science, Mathematics and Technology Education (London: Routledge for the

    Organization for the Economic Co-operation and Development, 1996.) y

    calidad de las interacciones profesor/alumno, el

    estmulo y la ayuda a los alumnos para adquirir

    responsabilidad activa de su propio aprendizaje, la

    ayuda especial necesaria para que los alumnos

    puedan salir de la trampa del bajo rendimiento y

    el desarrollo de los hbitos necesarios en todos los

    estudiantes para convertirse en aprendices de por

    vida. Las mejoras en la evaluacin formativa, que

    estn dentro del alcance de todos los docentes,

    pueden contribuir sustancialmente a elevar los

    estndares de todas estas formas.

    Cuatro pasos para la aplicacin. Si aceptamos el

    argumento esbozado anteriormente, qu es

    entonces lo que se debe hacer? Las propuestas que

    se exponen a continuacin no se derivan

    directamente de nuestro anlisis de la investigacin

    de la evaluacin. Son consistentes con sus

    principales hallazgos, pero tambin siguen fuentes

    ms generales de orientacin17.

    En un extremo, se podra buscar ms investigacin

    para averiguar la mejor manera de llevar a cabo

    dicho trabajo; en el otro, se podra solicitar un

    programa a gran escala e inmediato, con las nuevas

    directrices que todos los maestros deben poner en

    prctica. Ninguna de estas alternativas es sensata:

    mientras que la primera es innecesaria porque se

    sabe lo suficiente de los resultados de investigacin,

    la segunda sera injustificada porque no se sabe lo

    suficiente acerca de los aspectos prcticos de aula

    en el contexto de las escuelas de cualquier pas.

    As, la mejora de la evaluacin formativa no puede

    ser un asunto sencillo. No hay una solucin rpida

    que pueda alterar la prctica existente mediante

    recompensas prometedoras y rpidas. Por el

    contrario, si se quieren asegurar las recompensas

    sustanciales prometidas por la evidencia de la

    Michael G. Fullan con Suzzanne Stiegelbawer, The New Meaning of

    Education Change. (London: Cassell. 1991).

  • 13

    investigacin, cada maestro debe encontrar sus

    propias maneras de incorporar las lecciones e ideas

    expuestas en sus propias pautas de trabajo en el

    aula, y en las normas culturales y en las expectativas

    de una comunidad escolar en particular18. Este

    proceso es relativamente lento y se lleva a cabo a

    travs de programas sostenidos de desarrollo y

    apoyo profesional. Este hecho no debilita nuestras

    ideas; de hecho, debera ser visto como un signo de

    su autenticidad sobre la forma en que debe llevarse

    a cabo para mejoras duraderas y fundamentales en

    la enseanza y el aprendizaje. Un reciente estudio

    internacional sobre innovacin y cambio en la

    educacin, que abarca 23 proyectos en 13 pases

    miembros de la Organizacin para la Cooperacin y

    el Desarrollo, ha llegado exactamente a la misma

    conclusin con respecto a las polticas eficaces para

    el cambio19. Estos argumentos nos llevan a

    proponer un esquema de cuatro puntos para el

    desarrollo docente.

    1. Aprendizaje de desarrollo. Los maestros

    no adoptan ideas atractivas, no importa cun

    extenso sea su fundamento en investigacin, si las

    ideas se presentan como principios generales

    dejando a los profesores la tarea de traducirlos a la

    prctica cotidiana. Su tiempo en el aula es muy

    ocupado y frgil de manera que solo unos pocos

    (muy destacados) logran llevar a cabo ese trabajo.

    Lo que los maestros necesitan es una variedad de

    ejemplos de aplicacin viva, tales como los que

    usan los profesores con los que ellos podran

    identificarse y de los que podran obtener la

    confianza de que se puede hacer un mejor trabajo.

    Ellos necesitan ver ejemplos de lo que mejor se hace

    en la prctica.

    As que el cambio de la prctica docente no puede

    comenzar con un amplio programa de formacin

    para todos; lo que podra estar justificado solo si

    18 Ver Stiegler y Hiebert, pp. 19-20.

    pudiera afirmarse que tenemos suficientes

    entrenadores que saben qu hacer, lo que

    ciertamente no es el caso. El primer paso esencial es

    la creacin de un pequeo nmero de grupos de

    ncleos educativos algunos en primaria, algunos

    en secundaria, algunos de la misma ciudad, algunos

    rurales con cada escuela comprometida tanto en un

    desarrollo basado en la evaluacin formativa y en

    colaboracin con otras escuelas de su grupo local.

    En ese proceso, los profesores en su aula estarn

    trabajando en las respuestas a muchas de las

    cuestiones prcticas que la evidencia presentada

    aqu no puede responder. Estarn reformulando las

    cuestiones, tal vez en relacin con conocimientos

    fundamentales y, ciertamente, en trminos que

    tengan sentido para sus pares en otras aulas.

    Tambin es fundamental llevar a cabo esa labor en

    una serie de reas temticas, dado que la

    investigacin en educacin matemtica es

    significativamente diferente de la de idiomas, la

    cual a su vez es diferente de la de las artes.

    Las escuelas que participen necesitaran apoyo

    adicional con el fin de dar a sus maestros el tiempo

    de planificar las iniciativas a la luz de las evidencias

    existentes, reflexionar sobre el desarrollo de sus

    experiencias, y ofrecer consejos sobre el

    entrenamiento de otros en el futuro. Adems, no

    habra necesidad de evaluadores externos para

    ayudar a los maestros con su trabajo ni para recoger

    la evidencia de la efectividad de sus estudios. Los

    videos de estudio del trabajo en clase seran

    esenciales para la difusin de los resultados a los

    dems.

    2. Difusin. Esta dimensin de la

    implementacin se hara, al principio, en una escala

    pequea ofreciendo a las escuelas nada ms que un

    apoyo general y la explicacin de algunas de las

    pruebas pertinentes que podran considerar a la luz

    19 Black y Atkin, op. cit.

  • 14

    de las prcticas existentes. Los esfuerzos de

    difusin llegaran a ser ms activos en la medida en

    que los resultados y recursos se encuentren

    disponibles en el desarrollo del programa. Entonces

    tendra que buscarse la estrategia de difusin ms

    amplia por ejemplo, destinando fondos para los

    programas de capacitacin.

    Debemos hacer hincapi en que este proceso ser

    inevitablemente lento. Para repetir lo que dijimos

    anteriormente, si las recompensas sustanciales

    prometidas por la evidencia han de asegurarse,

    cada maestro debe encontrar sus propias maneras

    de incorporar las lecciones e ideas que se exponen

    ms arriba en sus propios patrones de trabajo en el

    aula. Incluso con la formacin y el apoyo ptimo,

    tal proceso llevar tiempo.

    3. Reducir los obstculos. Todas las

    caractersticas del sistema educativo que realmente

    obstaculizan el desarrollo de la evaluacin

    formativa eficaz deben ser examinadas para ver

    cmo se pueden reducir sus efectos negativos.

    Tengamos en cuenta las conclusiones de un estudio

    de los profesores de ingls de las escuelas

    secundarias en Estados Unidos.

    La mayora de los profesores en este

    estudio tuvieron conflictos entre sus

    sistemas de creencias y las estructuras

    institucionales, agendas y valores. El punto

    de friccin entre estos conflictos fueron las

    evaluaciones, las cuales fueron asociadas

    con fuertes sentimientos de represin,

    inseguridad, culpa, frustracin e ira. (...)

    Este estudio sugiere que la evaluacin, tal

    como se realiza en las escuelas, est lejos

    de ser un problema meramente tcnico.

    20 Peter Johnson et al., Assessment of Teaching and Learning-Literature Classrooms, Teaching and Teacher Education, Vol. 11. 1995. P. 359.

    Ms bien, es profundamente social y

    personal20.

    La principal influencia negativa tiene relacin con

    las pruebas externas. Estas pruebas pueden dominar

    el trabajo de los profesores y, en la medida en que

    fomentan la produccin de respuestas correctas a

    preguntas cortas, fuera de contexto, pueden llevar al

    profesor a actuar en contra de su propio buen juicio

    sobre las mejores formas de desarrollar el

    aprendizaje de sus alumnos. Esto no equivale a

    argumentar que todas estas pruebas son intiles. De

    hecho, tienen un papel importante que desempear

    en la obtencin de la confianza pblica en la

    rendicin de cuentas de las escuelas. Para el futuro

    inmediato, lo que se necesita en cualquier programa

    de desarrollo para la evaluacin formativa es el

    estudio de las interacciones entre estas pruebas

    externas y las evaluaciones formativas para ver

    cmo podran ser ms tiles los modelos de

    evaluacin que pueden proporcionar las pruebas

    externas.

    Todos los maestros tienen que realizar algn tipo de

    evaluacin sumativa. Ellos deben informar a los

    padres el reporte de fin de ao y pasar este informe

    a los nuevos maestros. Sin embargo, la tarea de

    evaluar a los alumnos de forma sumativa para

    propsitos externos es claramente diferente de la

    tarea de evaluar los trabajos en curso para controlar

    y mejorar el progreso. Algunos argumentan que

    estos dos roles son tan diferentes que deben

    mantenerse separados. No vemos cmo esto se

    puede lograr dado que los maestros deben tener

    alguna cuota de responsabilidad en el primero y

    deben asumir la responsabilidad principal para el

    segundo21. Sin embargo, los profesores encuentran

    problemas para conciliar sus roles formativo y

    sumario, y la confusin de estos roles en las mentes

    21 Dylan William y Paul Black, Meaning and Consequences: A Basis for Distinguishing Formative And Summative Functions of Assessment, British Educational Research Journal, Vol. 22. 1996, pp. 537-48.

  • 15

    de los maestros puede impedir la mejora de la

    prctica evaluativa.

    Los argumentos aqu podran ir ms lejos en la

    consideracin de que los profesores deben jugar un

    papel mucho ms importante en la contribucin de

    la evaluacin sumativa en la rendicin de cuentas.

    Una razn de peso para otorgarle al profesor un

    papel ms importante es que tiene acceso al

    desempeo de sus alumnos en una variedad de

    contextos y durante periodos de tiempo

    prolongados.

    Esto constituye una ventaja importante dado que el

    rendimiento de los alumnos de muestreo en

    ejercicios cortos y en condiciones de prueba

    formal est plagado de peligros. Es bastante claro

    ahora que el desempeo en cualquier tarea vara

    segn el contexto en que se presenta. As, algunos

    alumnos que parecen incompetentes para enfrentar

    un problema en un examen pueden lucir muy

    distintos en la solucin de un problema equivalente

    en condiciones ms realistas y cotidianas. De hecho,

    las condiciones en que se toman las pruebas

    formales amenazan su validez porque son bastante

    distintas de las condiciones de desempeo diario.

    Un ejemplo destacado es que el trabajo

    colaborativo, tan importante en la vida cotidiana,

    est prohibido por las actuales normas de pruebas

    formales22. Estos puntos dan pie a argumentos que

    abren discusiones ms amplias sobre los sistemas de

    evaluacin en su conjunto argumentos que van

    ms ms all del alcance de este artculo.

    4. Investigacin. No es difcil establecer una

    lista de preguntas que justificaran una

    investigacin ms a fondo en esta rea. Aunque hay

    muchos y variados informes de innovaciones

    exitosas, estos no dan cuenta claras, por lo general,

    22 Estos puntos son desarrollados con algn detalle por Sam Wineburg, T. S. Elliot. Collaboration, and the Quandaries of Assessment in a Rapidly

    Changing World, Phi Delta Kappan, Septiembre, 1997, pp. 59 65.

    de algunos de los detalles importantes. Por ejemplo,

    a menudo guardan silencio acerca de los mtodos de

    enseanza realmente utilizados en el aula, la

    motivacin y la experiencia de los profesores, la

    naturaleza de las pruebas que se utilizan como

    indicadores de xito, o las perspectivas y

    expectativas de los alumnos involucrados.

    Sin embargo, si bien existe una amplia justificacin

    para proceder con proyectos cuidadosamente

    formulados, no sugerimos que todos deban esperar

    su culminacin. Se sabe lo suficiente para

    proporcionar una base para el desarrollo activo de

    trabajo, y algunas de las preguntas ms importantes

    solo pueden responderse a travs de un programa de

    implementacin prctica.

    El camino de futuras investigaciones podra incluir

    un estudio de las maneras en que los maestros

    comprenden y se ocupan de la relacin entre sus

    funciones formativas y sumativas, o un estudio

    comparativo de la validez predictiva de las

    evaluaciones acumulativas de los docentes frente a

    los resultados de pruebas externas. Muchas ms

    preguntas podran ser formuladas, y es importante

    que se asuman por la investigacin bsica para el

    desarrollo futuro de algunos de estos problemas. Al

    mismo tiempo, los investigadores experimentados

    tambin tendran un papel vital que desempear en

    la evaluacin de los programas de desarrollo que

    hemos propuesto.

    Nos tomamos en serio el incremento de los

    estndares?

    Los resultados resumidos anteriormente y el

    programa que hemos esbozado tienen implicaciones

    para una variedad de organismos y agencias

  • 16

    responsables. Sin embargo, es responsabilidad de

    los gobiernos tomar la iniciativa. Sera prematuro e

    improcedente para nosotros tratar de considerar los

    roles relativos en tal esfuerzo, aunque el xito

    depender obviamente de la cooperacin entre los

    organismos gubernamentales, investigadores

    acadmicos y educadores de las escuelas.

    El punto principal de nuestro argumento es que los

    estndares pueden incrementarse solo por los

    cambios directos en los profesores y alumnos en las

    aulas. Hay un conjunto de evidencia slida que

    demuestra que la evaluacin formativa es un

    componente esencial del trabajo en el aula y que su

    desarrollo puede incrementar los estndares de

    logros. No sabemos de otra forma de incrementar

    los estndares de la que pueda hacerse una

    afirmacin tan categrica. Nuestro llamado es a que

    los legisladores a nivel nacional y estatal

    aprovechen esta oportunidad y tomen la iniciativa

    en esta direccin.