4 Niveles de Bendicion Financiera
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PASTOR ITALO FRIGOLI
En esta ocasión, quiero compartir una palabra profética.
Es una palabra para nosotros ahora. Necesitamos tener una
palabra fresca, una palabra para el momento, para ahora.
Sé que Dios ha de hacer algo poderoso en sus vidas.
Quiero compartir con ustedes los 4 niveles de bendición
financiera que Dios tiene para nosotros.
He encontrado 4 niveles de bendición financiera en la Biblia.
Talvez hay más, pero por lo menos hay 4.
Es el deseo de Dios de bendecir a su pueblo y prosperarlo.
Es su deseo suplir todas nuestras necesidades, porque así es
nuestro Dios, pero nosotros tenemos la responsabilidad de
saber cual es el plan de Dios para nuestras finanzas.
Hay 4 niveles:
el nivel del saco,
el nivel de la tinaja,
el nivel del canasto
y el nivel del granero.
Al hablar de este tema, hemos de entrar en área de milagros, en
territorio de milagros. Vamos a ver cómo ir de insuficiente a
suficiente a abundante.
PASTOR ITALO FRIGOLI
1. Veamos el primer nivel. Lo he llamado, el nivel del saco.
Hageo 1:6 “Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os
saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os
calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco
roto”.
Este es el nivel de insuficiencia.
Gana dinero, pero es como que el bolsillo, el saco
donde pone su dinero tiene un agujero.
Siembra, trabaja, pero no cosecha.
Come pero no se sacia.
Bebe pero sigue con sed.
Se viste, pero siempre tiene frío.
Su saco tiene agujeros.
Nunca tiene suficiente dinero.
No importa cuando gana, siempre se queda corto.
Tiene más mes que dinero.
Entra y sale.
Ese es el nivel del saco.
Es el nivel de insuficiencia.
Nunca tiene lo suficiente.
Muchos tienen la mentalidad del saco roto.
Dicen: he de seguir metiendo dinero en el saco.
No he de soltarlo.
No he de dar.
No he de diezmar.
PASTOR ITALO FRIGOLI
No he de ofrendar.
Tengo que llenar mi bolsa lo más posible.
Esa mentalidad dice: para poder prosperar, he de retener lo que
tengo.
Es interesante notar que Judas llevaba el saco de las ofrendas
del ministerio de Jesús. El tenía la mentalidad del saco.
Se enojó cuando la mujer rompió el frasco de alabastro y ungió
a Jesús con ese perfume tan caro.
Es un desperdicio.
Ese dinero no debía ser gastado de esa manera.
Ese dinero debiera entrar en el saco.
El profeta Hageo nos advierte que ese saco tiene agujeros y que
todo lo que ponemos, lo hemos de perder. Suceden cosas que no
podemos explicar:
el auto se avería.
Llega la cuenta del doctor.
Debemos reparar algo en la casa.
La suegra viene a vivir con nosotros.
Algo, alguien nos roba del saco.
Alguien nos devora la cosecha que Dios quiere que
tengamos.
Este nivel, es el nivel de insuficiencia.
Nunca tenemos suficiente.
Algunos de ustedes se encuentran en este nivel.
No importa cuanto ganan, nunca tienen suficiente.
Por eso están aquí hoy.
PASTOR ITALO FRIGOLI
Dios quiere ayudarlo.
La Palabra de Dios lo ha de levantar a otra dimensión.
Dios quiere sacarlo de la tierra de la insuficiencia.
Quiere mudarlo de ese barrio donde vive en la
insuficiencia.
Quiere llevarlo a otro nivel.
¿Cuantos están cansados con no tener suficiente?
Uno no tiene suficiente dinero para pagar las cuentas.
No tiene suficiente para proveer para la familia.
No tiene suficiente para comprarse ese caprichito.
No tiene suficiente para bendecir a sus hijos.
No tiene suficiente para poder progresar.
Hay otro nivel.
2. este nivel se llama, el nivel de la tinaja.
Vemos este nivel en I Reyes 17.
Esta historia es muy conocida por nosotros.
El profeta Elías estaba junto el arroyo de Querit. Era el único
lugar en todo el país donde había agua. Dios lo manda allí
porque hay una gran sequía en el país.
Allí no solamente tendrá el agua que necesite, sino que también
será alimentado en forma sobrenatural. Dios mandaba cuervos
para que lo alimentara con carne.
Cuervos.
PASTOR ITALO FRIGOLI
En los Evangelios se nos narra la parábola del sembrador. Se
nos dice que parte de la semilla cae junto al camino y vienen las
aves y se la comen. Aves en la Biblia muy pocas veces tienen
buena prensa, a menos que sea una paloma o un águila.
Pero esta ave, el cuervo, un ave que es considerado como
inmundo, no apto para comer, es el proveedor que Dios utiliza
para mantener alimentado a su profeta. En especial, esta ave
siempre está relacionada con el enemigo.
Es un ave inmunda.
No representa nada relacionado con Dios.
No es el símbolo del Espíritu Santo, esa es la paloma.
No es el tipo del creyente, esa es el águila.
Representa todo lo negativo,
lo relacionado con el enemigo.
¿Por qué no mandó a las águilas que lo alimente?
¿O a las palomas?
Escuche la enseñanza:
Dios le dice a su profeta: si me eres obediente y vas donde yo te
digo, yo he de causar que el enemigo te sustente, te alimente.
No te faltará nada.
Si estás en el lugar correcto, he de causar que aún lo
inmundo te bendiga.
He de causar que lo que es del reino de las tinieblas sea luz
para ti.
Elías está en el pleno de la voluntad de Dios.
Fue donde Dios le dijo que fuere.
PASTOR ITALO FRIGOLI
El pueblo sufre la sequía.
Hay poco alimento en la nación.
Sin embargo, estos cuervos le traen pan y carne por la
mañana y pan y carne por la tarde.
Eran chacareros.
Eran choripanes.
Eran filetes con marraqueta.
Eran churrascos.
Eran bife chorizo.
¿De donde sacaban estas aves esa comida todos los días?
¿Donde encontraban pan y carne por la mañana y por la
noche?
De la cocina del rey Acab.
Comía lo mismo que el rey.
Si estamos donde Dios quiere que estemos, entonces subimos de
lo insuficiente a lo suficiente. Nos mueve del nivel de la bolsa, al
nivel de la tinaja.
¿Cual es ese nivel?
Siguiendo la historia en este mismo capítulo de I de Reyes,
vemos que eventualmente, el arroyo se seca y los cuervos dejan
de alimentar al profeta.
¿Que hacer cuando el arroyo se seca y las aves no vuelan?
Todo lo que era nuestra seguridad,
nuestro refugio, desaparece.
Lo que era nuestra fuente financiera, se ha secado.
Ese contrato no ha sido renovado.
PASTOR ITALO FRIGOLI
Ese negocio no produce como antaño.
El arroyo se ha secado y los cuervos dejaron de volar.
¿Que hacemos cuando eso sucede?
¿Que hizo el profeta?
Obedeció a Dios.
Dios le dijo: deja el arroyo y vete a Sarepta de Sidón. He dado
orden a una viuda que te alimente.
La situación de la viuda no era mucho mejor que la del profeta.
La hambruna en la tierra había afectado también a Sarepta de
Sidón y esta mujer tenía un puñado de harina para la cena de
esa noche con su hijo y nada más.
El profeta le dice: “No tengas temor; ve, haz como has dicho;
pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida
debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para
tu hijo”.
Para ir de la bolsa a la tinaja, se requiere un milagro y los
milagros solo suceden en el territorio de los milagros.
Milagros no vienen tras nuestro. Nunca tendremos ese milagro
a menos que nos atrevamos a entrar en el territorio de los
milagros.
El sacerdote tenía que pisar el agua para que se abra en
dos.
Cuando Pedro salió de la barca, pudo andar sobre las
aguas.
Uno no puede caminar sobre las aguas mientras está
sentado en la barca.
PASTOR ITALO FRIGOLI
Milagros siempre suceden cuando salimos de nuestro
territorio y entramos en el de los milagros.
Cuando Elías le dijo a esa viuda: hazme una torta para mí
primero, la estaba moviendo de la bolsa a la tinaja.
La estaba moviendo a la tierra de los milagros.
En ese mismo instante en el que ella obedeció y le dio esa
torta, algo sobrenatural sucedió: ascendió del nivel de la
bolsa, que no es suficiente, al nivel de la tinaja, que es de
suficiencia.
La Biblia nos dice que ella tenía una tinaja en su casa de la cual
sacaba lo que necesitaba para mantenerse con vida. Durantes
muchos días, cada vez que ella iba a la tinaja, había suficiente
comida para ella, para su hijo y para el profeta.
Ella sembró esa torta y Dios le dio una cosecha que duró
mientras había escasez en la tierra.
En el nivel de la bolsa, no hay ofrenda. No hay siembra, porque
la actitud es: para salir de esta, tengo que llenar mi bolsa.
En momentos de aridez, ella sembró.
La ley de la siembra y la cosecha nunca falla.
Ella sembró y pasó de insuficiente, a suficiente.
Dios quiere que salgamos de la bolsa a la tinaja.
De no tener suficiente, a tener suficiente para pagar su
hipoteca.
Para pagar la cuota de la universidad.
Para pagar sus deudas.
A suficiente para proveer para su familia.
¿Cuantos están esta mañana en la tierra de “no
suficiente”?
PASTOR ITALO FRIGOLI
Tengo algo que decirles hoy: siembre en este momento de
su vida y verá como saldrá de la insuficiencia a tener
suficiente.
No irá más hacia atrás.
No entrará en deuda mes tras mes como hasta ahora.
Tendrá suficiente para cubrir todas sus necesidades.
Es ir de una dimensión a otra.
Es crecer en la fe.
Es crecer en obediencia a Dios.
Es salir de la barca.
Es sembrar cuando todos dicen que no lo haga.
Pero es Dios quien lo quiere levantar de ese nivel de insuficiencia
al nivel de suficiencia.
Esa viuda estaba a punto de morir de hambre. Estaba en el
nivel de insuficiencia, pero cuando obedeció y dio al profeta,
Dios la levantó de un nivel a otro.
La Biblia dice en II Crónicas 20:20 “Creed en Jehová vuestro
Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis
prosperados”.
Todos los días, por meses, tuvo lo suficiente para sus
necesidades. Nunca menguó, siempre tuvo lo que necesitó
porque dio al profeta.
Hay los que están a ese nivel: suficiente. Es mejor que el nivel
anterior, pero solo tiene lo que necesita y nada más.
No creo que la voluntad de Dios es que vivamos en la
insuficiencia ni tampoco en el nivel de solamente lo suficiente.
PASTOR ITALO FRIGOLI
A veces me encuentro con personas que me dicen: pastor, yo solo
quiero tener para cubrir mis gastos y con eso estoy bien. Talvez
lo dice con un sentido de humildad, pero no es la voluntad de
Dios para usted.
Esta viuda, solo tenía suficiente para su casa, para su hijo, pero
no podía ayudar a los demás que también estaban necesitados.
No podía ayudar a sus vecinos,
ni a los parientes,
ni a sus amigos.
Tenía solamente lo suficiente para ella.
La bendición a nivel de tinaja es solo para su casa. Por eso, si
me dice que se contenta con solo tener lo suficiente, usted está
causando un gran daño a los demás.
Hay los que se encuentran atascados en este nivel.
Todo lo que entra, sale.
Tiene justo, justo lo que necesita para mantener la puerta
abierta y la luz encendida.
No le sobra nada para poder ayudar a otros miembros de
su familia.
Usted quisiera poder participar de otras actividades, pero
no tiene para eso.
Solo tiene para cubrir lo suyo y nada más.
Usted se halla atascado en ese nivel.
Son como el pueblo de Israel: tenían el maná, pero era suficiente
para el día y no podían almacenar para el futuro. Era día a día.
Era lo suficiente, pero no había nada que sobrara.
PASTOR ITALO FRIGOLI
Hay otro nivel:
3. este nivel es el de la canasta, o cesta.
Deuteronomio 28:5 “Benditas serán tu canasta y tu artesa de
amasar”.
En el evangelio según san Mateo leemos de un niño que tenía
había salido de casa con su merienda. Iba a comer su once con
sus amigos.
Cinco panes y dos peces.
Nada más, pero es suficiente para entrar en otro nivel.
Cristo dijo: “Traédmelos acá”. (14:18).
Cristo lo tomó, lo bendijo, lo partió y lo repartieron y
alimentaron a 5.000 hombres y nadie sabe cuantas mujeres y
niños.
Pero mire bien esto: el nivel de la tinaja es suficiente para su
casa. Suficiente para cubrir sus necesidades básicas, pero Dios
quiere levantarnos a otro nivel en el cual no solamente cubrimos
nuestras necesidades, sino que también somos de bendición a la
comunidad.
Cuando el niño entregó su once, Cristo bendijo esa canasta, la
cesta y pudo llegar a toda la comunidad.
Llegó al necesitado.
Al pobre.
Al desamparado.
Al hambriento.
PASTOR ITALO FRIGOLI
Dios quiere que vayamos más allá y que podamos ser
financieramente independientes y que podamos bendecir a los
demás.
Es el nivel de la canasta, de la cesta.
Mateo nos dice que después de alimentar a la multitud,
recogieron “doce cestas llenas”.
Abundancia.
Mire esto: el niño había sembrado una cesta. Todo lo que tenía.
Cristo levantó esa ofrenda y la bendijo y ahora, este niño tiene
un problema: Tiene que volver a casa, pero tiene 12 cestas llenas
de pan y peces. Los discípulos tuvieron que cargar cada uno
una cesta y llevarla a la casa del niño.
Bendición que no se puede contener.
Imagínese la cara de la mamá cuando el niño vuelve con toda esa
cosecha.
Tenemos que entender que Dios es nuestro refugio y el que
suple.
Cuando le obedecemos, nos lleva a otra dimensión.
No solamente bendijo a los 5.000, a su comunidad, sino que
también trajo de regreso a casa 12 cestas llenas de pan y peces y
manjar. Nadie puede comer un sándwich de pescado sin
manjar, eso está claro, por eso no lo menciona la Biblia.
PASTOR ITALO FRIGOLI
Hay alguien aquí a quien Dios le está hablando ahora mismo.
Usted ha estado en esa tinaja por mucho tiempo.
Tiene lo suficiente, pero nunca le sobró.
Gracias a Dios por suficiente, pero hay otro nivel que es
más que suficiente.
Dios quiere bendecirte en la ciudad, como también en el
campo.
Quiere bendecir tu semilla,
Quiere bendecir tu siembra,
como también quiere bendecir tu ganado,
como también tu descendencia, los que nacen de tu semilla.
Te quiere bendecir cuando entras como también cuando
sales.
Él quiere derrotar tus enemigos.
El quiere mandar su bendición sobre todo aquello en que
pusieres tu mano.
Quiere confirmar su amor hacia ti.
Tendrás sobreabundancia de bienes.
Ha de bendecir la obra de tus manos.
Prestarás a otros, pero no pedirás prestado.
El quiere bendecirte, bendecirte, bendecirte.
En medio de la crisis, bendición.
Otros cierran, tú abres.
Otros vendes, tú compras.
Otros pierden, tú ganas.
PASTOR ITALO FRIGOLI
Quiere reprender ese espíritu de pobreza que te ha
arruinado la vida hasta el día de hoy.
Quiere romper esa cadena de maldición generacional sobre
tus finanzas.
Esto es para aquellos que están en el nivel de bolsa, donde
no hay suficiente.
Es para aquellos que están a nivel de tinaja, donde hay
suficiente, pero solo para tu casa.
Ahora el quiere que suban al nivel de más que suficiente, el
nivel de canasta, de cesta, para que haya abundancia.
Esto es lo que Dios quiere para su pueblo: “Las eras se llenarán
de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. Y os restituiré
los años que comió la oruga. Comeréis hasta saciaros, y
alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios.” (Joel 2:24-26)
Es más que suficiente.
No habla de necesidad.
No habla de suficiente.
Habla de más de suficiente.
Dios quiere que tenga más que suficiente para poder
sembrar en los ministerios de la iglesia,
sembrar en el necesitado.
No más no suficiente.
No más tener que raspar el fondo de la tinaja para poder
llegar a fin de mes.
Ahora hablo de cestas, de canastas de abundancia.
PASTOR ITALO FRIGOLI
Dios quiere bendecir al que quiere ser de bendición.
Ese niño fue de bendición y fue bendecido.
Pero hay otro nivel.
4. Es el nivel del granero. Es el nivel de José.
En medio de gran necesidad, José tenía semilla para bendecir a
los demás.
Todo el mundo literalmente se estaba muriendo de hambre.
José había prosperado a tal punto que podía enviar alimento
para alimentar a las naciones.
Hoy, estoy aquí para decirles que Dios está buscando
aquellos que tienen una gran visión.
Que tienen grandes sueños.
Que no se contentan con pequeñeces, sino que quieren
alcanzar y tocar a naciones.
No he de vivir a nivel de bolsa.
Tampoco a nivel de tinaja.
Ni siquiera a nivel de canasta, sino que tengo la fe
suficiente para poder dar ese salto y vivir a nivel de
granero.
Tener para poder decir: sabe pastor, yo me encargo de una
capilla.
PASTOR ITALO FRIGOLI
Yo le creo a Dios y yo me hago cargo de los gastos de la
nueva capilla en Valdivia.
Dios me ha bendecido y tengo una gran cuenta de ahorro.
Yo puedo bendecirlo en sus viajes, pastor, para que pueda
ir a predicar a las naciones.
Quiero alimentar a otras naciones.
Quiero tocar España.
Quiero ayudarlo con México.
Quiero que vaya a Cuba para abrir una capilla del rey allí.
José mandaba pan a todo el mundo.
Nosotros mandamos el pan de vida.
Dios llena nuestros graneros con abundancia.
No podemos llegar a otros si no tenemos recursos
financieros.
Estoy orando que haya hombres y mujeres que digan: yo he de
creer que Dios me ha de prosperar para que pueda ser enviado
el pan de vida a las naciones.
Al estudiar para esta enseñanza, un número surgió en mi
espíritu y me ha perseguido durante días. Es el 40.
Este número se repite en varias ocasiones en la Biblia.
PASTOR ITALO FRIGOLI
Israel estuvo 40 años en el desierto.
Cristo ayunó por 40 días.
Moisés estuvo en el monte Sinaí 40 días.
Llovió por 40 días seguidos.
Elías ayunó por 40 días.
Moisés ayunó por 40 días.
Durante 40 días Goliat desafió al pueblo de Israel.
Cristo quedó 40 días sobre la tierra después de su
resurrección.
Hay algo muy profético en cuanto a este número.
En un estudio hecho en California, querían saber cómo
deshacerse de una plaga de moscas que destruía la cosecha, año
tras año. Habían intentado de todo, pero nada resolvía el
problema.
Finalmente, alguien dijo: para poder deshacerse de esta mosca,
tienen que fumigar esa cosecha durante 40 días consecutivo,
porque así no solamente matarán a la mosca, sino que también
las larvas. O sea, destruirán también la siguiente generación de
moscas.
La Biblia me dice que uno de los nombres de Satanás es Belcebú,
que significa “Señor de las moscas”.
Las moscas siempre representan al enemigo que quiere venir y
robar, destruir y matar.
Usted ha estado enfrentando estos problemas que se
repiten una y otra vez, como si fueren moscas.
Se va y vuelve otra vez.
PASTOR ITALO FRIGOLI
Es hora de terminar de una vez por todas con esta plaga
que lo persigue.
40 semanas es el tiempo que la mujer lleva en su vientre al niño
que ha de nacer. Hay los que están aquí a punto de dar a luz a
su más grande milagro. Su sueño, su deseo, están por cumplirse
esos 40.
La verdad es que no sé qué significa para usted esto de los 40.
Para algunos, significa que para que pueda sanar sus finanzas,
necesita tomar una medida drástica: 40 días de ayuno. Talvez el
ayuno de Daniel, talvez un ayuno parcial.
Para otros puede significar que tiene que dar un paso de fe, un
pacto con Dios y traer a la Casa de Dios una ofrenda de 40.
No sé: 40.000,
400.000,
4 millones,
40 millones.
Talvez es una ofrenda como la de la viuda y del niño:
entregar a Dios lo que tiene.
No sé lo que Dios le está hablando en este momento, pero sea lo
que fuere, no sea desobediente, porque solo en la obediencia hay
prosperidad. Solo obedeciendo ha de poder subir de un nivel de
bendición a otro.