40 Años Del Liceo de Canaguá.
-
Upload
luisanab26 -
Category
Documents
-
view
222 -
download
0
description
Transcript of 40 Años Del Liceo de Canaguá.
Cuarenta Rubíes para el Liceo de Canaguá
Pbro. Edduar Molina Escalona*
Cuarenta fecundos años de infatigable siembra de valores, aprendizaje y
vida de nuestra querida Unidad Educativa “Neftalí Noguera Mora”. Con el poeta
inmortalizado con su nombre en la institución, y desde la primavera madrileña
me uno a su grato recuerdo a “la materna aldea de mi vida” mencionada en su
último poema escrito en Norteamérica en en abril de 1968: “Primavera en
Baltimore”. El primer sentimiento que brota es el de la gratitud por haber
formado parte de sus aulas, de su alumnado y haber recibido lo mejor de sus
talentosos profesores, su personal administrativo y obrero; gente con
verdadera mística, vocación de servicio y constancia, logrando dar brillo a estos
primeros 40 rubíes de generaciones canagüenses que hoy con orgullo
llevamos muy en alto el ser parte de sus ex – alumnos. Por sus aulas han
pasado los que hoy debemos ser “constructores de una nueva sociedad”,
profesionales en todas las ramas, padres y madres de familias, obreros y
campesinos, todos con ese sello que nos marcó para siempre: “fe, ciencia y
virtud”.
Apenas recién llegado a España tuve la dicha de escuchar de viva voz
del Padre Yebra, su testimonio del esfuerzo y la lucha por hacer realidad el
liceo para Canaguá. Con motivo de los 100 años de nuestro pueblo su
Comisión Pro-Centenario, decidió dedicar sus fondos a la compra del terreno
para el Liceo, ubicado en la Vega Burguereña, se gestionaron así los recursos
gracias a la primera visita de un Presidente de la República a los Pueblos del
Sur, el extinto Dr. Caldera, sumado al trabajo mancomunado de sus vecinos;
dando como fruto la moderna planta que serviría de sede a la casa de estudios
de las parroquias de nuestra municipalidad y de muchos otros jóvenes venidos
de toda la geografía merideña.
Que grato poder recordar mi jornada liceísta. Desde la misma entrada al
recinto, pulcros, observando siempre los buenos modales, el saludo al personal
y el silencio entre las filas ordenadas, donde cantábamos el himno de la patria
y al liceo. La entrada al salón y el esperar de pie al profesor que se esmeraba
en preparar sus clases. El jolgorio de la muchachada llegaba en los recesos a
mitad de mañana, así como nuestra curiosidad por el laboratorio de química, o
las tremenduras en las clases de huertos y siembras, junto al exigente
entrenamiento deportivo. Todo ello iba marcando nuestra personalidad,
nuestras relaciones fraternas entre compañeros y la admiración por llegar a ser
los mejores profesionales.
Como todo inicio tuvo sus duras dificultades, limitaciones y carencias.
Pero el trabajo en equipo, la responsabilidad y la ética profesional de la
comunidad estudiantil lograron una fructuosa labor académica que pronto se
vio reflejada en sus primeros pasos en actividades dirigidas a la comunidad,
entre las que destacan: jornadas ambientalistas, actos culturales, festivales que
motivaron la promoción de la música, el canto y el talento surmerideño. Así
como los desfiles carnavalescos y de aniversario de la institución por las calles
del pueblo, verdadera demostración de la creatividad e iniciativa de los
alumnos y profesores; junto a los campeonatos deportivos, desarrollando el
peculiar binomio de integración formativa: liceo-familia. Además de apoyarse
en la Iglesia como maestra por excelencia en los Pueblos del Sur, sirviendo
como profesores y animadores de la labor educativa docente. De grato
recuerdo el entonces párroco Emilio Montoya.
Por tanto la Unida Educativa “Neftalí Noguera Mora” nació enraizado en
el sentir de su pueblo, se hizo conocedor de sus personajes, tradiciones y
cultura autóctona, para crear conciencia en su alumnado de identidad, sentido
de pertenencia y compromiso en su difusión. Con gran alegría se esperaba
cada año el fruto final del curso académico con sus actos de grado, de gran
relevancia protocolar y participación comunitaria.
Mencionar nombres de personajes de nuestro liceo podría llevarme al
pecado de olvidar alguno, por ello, en nombre de los antiguos alumnos debo
agradecer a todos, los de ayer y los de hoy, a tantos que dejaron su tierra para
hacer de Canaguá su pueblo, dando lo mejor de sus vidas a nuestro Liceo:
Dios les pague con largueza. A los que ya partieron a la Casa del Padre que
Cristo los premie con la gloria de sus siervos buenos y fieles. Nos corresponde
hoy continuar y reimpulsar nuestro Liceo, en esa mística de trabajo de
formación integral, de respeto y honestidad en las generaciones que serán las
garantes de nuestro terruño sureño. Como el poeta Neftalí hoy puedo escribir
mi “Alegría y llanto de Europa”. Recogiendo las memorias de estos tiempos
privilegiados en los que se educa pensando en el “valor de la excelencia”. Dios
bendiga los cuarenta rubíes del liceo de Canaguá.
* Cronista Oficial del Municipio Arzobispo Chacón.