5 Consejos Básicos Para Quitarle El Pecho
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Los pediatras coinciden en que no hay mejor alimento para un bebé que
tu leche. Sin embargo, todo proceso llega a su fin.
Quizás tienes que regresar a trabajar, o tienes que pasar largos
momentos del día lejos de tu pequeñín, o sientes que ya se cumplió la
etapa de la lactancia.
Cualquiera sea la razón, queremos ayudarte en este proceso de dejar de
dar pecho, ya que si lo haces de golpe, puede hacerte sufrir a ti y al
bebé. Estos consejos son para quienes necesitan destetar al bebé, no
para quienes ven que sus bebés han perdido el interés en la lactancia.
También asumimos que estás produciendo gran cantidad de leche.
Además, los ofrecemos para quienes desean que su cuerpo se vaya
ajustando a esta nueva etapa.
Si tu bebé es menor de un año, necesitarás reemplazar las tomas de
leche materna por tomas de fórmula o leche tuya congelada. Sin
embargo, no puedes quitarle el pecho de golpe a tu hijo, ya que te
extrañará a ti y tu cuerpo no comprenderá lo que sucede. Por eso te
sugerimos lo siguiente:
1. Reemplaza una toma cada 3 ó 4 días. Es decir, si tu bebé come cada
4 horas, puedes iniciar el destete dándole en biberón la segunda toma
de la mañana. Continúa así por 3 días y al cuarto día reemplaza la
tercera toma del día por fórmula o leche materna en biberón. Si tus
pechos están muy llenos de leche todavía y estás muy incómoda, espera
un día más antes de quitar otra toma. Si al revés, ya tu producción de
leche estaba disminuyendo (cosa que puede suceder si das de lactar a
tu bebé y complementas con fórmula) y no sientes los pechos llenos,
puedes acelerar el destete y quitar una toma de pecho cada 2 días.
Tomas diarias (especifica pecho o biberón)
Día Hora Hora Hora Hora Hora Hora Hora Hora
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2. Reemplaza progresivamente las tomas dejando para el final la de la
mañana y la de la noche. ¿La razón? Primero que nada, generalmente
produces más leche en la mañana y cuesta que el cuerpo se vaya
acostumbrando a que no se requiere más leche en ese horario. Por otra
parte, la toma de la noche a veces es la más difícil de dejar por temas
sicológicos. Por ejemplo, el bebé muchas veces está acostumbrado a
dormirse tomando el pecho de mamá. O incluso la madre siente que es
un momento muy especial y le cuesta inventar una nueva rutina a la
hora de dormir al bebé. Lo más importante es tomarse las cosas con
calma y no angustiarse si no se sigue un calendario establecido para el
destete; hay muchas mamás que siguen amamantando a sus hijos sólo
en la noche hasta que se sienten listas para abandonar la lactancia
completamente… o sus cuerpos ya no producen suficiente leche.
3. No dejes de amamantar de golpe. Si de la noche a la mañana dejas
de lactar a tu bebé, tu cuerpo seguirá produciendo la misma cantidad
de leche que estaba acostumbrado. Esto no es bueno porque se pueden
tapar los conductos de leche en tus pechos, inflamarse e incluso
infectarse. Cuando se produce una infección, la zona se enrojece, duele
mucho y la madre tiene fiebre. Hay que llamar al médico cuanto antes
para que confirme el diagnóstico de mastitis (infección al pecho) y
recomiende el remedio adecuado (usualmente antibióticos).
4. Alivia tus pechos. Pocas mamás primerizas están preparadas para las
incomodidades que pueden sufrir al dejar de amamantar a sus bebés.
Las molestias se producen porque la leche se acumula y se inflaman los
pechos. Para aliviarte, puedes colocarte hojas de repollo (col) frescas y
ojalá frías. También puedes alternar entre compresas frías y calientes.
Otras mamás dicen que los baños de tina o duchas calientes calmaban
el dolor para ellas. Si notas enrojecimiento en tus pechos, fiebre, dolor
de cabeza o tienes síntomas de una gripe, por favor llama a tu médico
pues es posible que hayas desarrollado una mastitis.
5. Apapacha mucho a tu bebé. El destete puede ser muy difícil para el
bebé si no te preocupas de reemplazar esos momentos de conexión tan
íntima que compartías con él, por muchos abrazos, cariño y atención.
Cárgalo en brazos (no te sorprendas si busca tu pecho), dale un masaje
para bebés, llévatelo a pasear… la idea es dedicarle mucha atención
hasta que se vaya acostumbrando a que mamá ahora le da de comer de
manera diferente, pero con el mismo amor de antes. Si el bebé rehúsa
el biberón y ya tiene más de 6 meses, intenta alimentarlo con vaso
entrenador (llamado en inglés sippy cup). En general, si se estima que
no se va a lactar exclusivamente el primer año, se aconseja
acostumbrar al bebé a tomar leche materna de un biberón después que
se ha establecido bien la lactancia materna (entre las 4 a 6 semanas de
nacido), para que no lo rechace después. Mucha suerte y ya lo sabes: no
te obligues a dejar de amamantar muy rápido por presiones externas o
consejos malos pero bien intencionados.