“La práctica del ayuno como una disciplina espiritual es defendida y practicada por los

diferentes segmentos religiosos […] Creían que esa experiencia proporcionaba una apertura

para la influencia divina”(C. Brown, O Novo Dicionário

Internacional de Teologia, v. 2, p. 475, 476).

• Necesitamos entender lo que es y lo que no es ayuno.

• Su relevancia en el ministerio de Cristo.

• Cuál es su sentido amplio.

• Y la importancia de esa disciplina en nuestra preparación diaria para la comunión con Cristo.

La Biblia deja claro que el perdón y la

purificación vienen por el arrepentimiento, confesión y abandono

del pecado.

“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros

pecados, y limpiarnos de toda maldad”(1Juan 1:9).

En los días de Cristo era común que los fariseos

ayunaran para mostrar una imagen de santidad.

“Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque

ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que

ayunan; de cierto os digo que ya tienen su

recompensa’’(Mateo 6:16).

El ayuno no debe ser usado para llamar la

atención de Dios y de las personas para alcanzar

nuestros objetivos y metas.

“[...]He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis

vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros

trabajadores”(Isaías 58:3).

“Es verdad que hay personas con mentes

desequilibradas que se imaginan ser muy religiosas y que se

imponen la práctica del ayuno y la oración en

menoscabo de su salud”(Testimonios para la iglesia,

t. 3 p. 192).

El sentido teológico del ayuno trasciende del acto

de abstenerse del alimento por un

determinado período de tiempo.

El ayuno es la oracióndel cuerpo.

• El ayuno es el momento en que la

persona se priva de lo que le gusta y le

satisface y se entrega sin reservas a la

comunión íntima con el Creador y Salvador.

“El espíritu del ayuno y la oración verdaderos es el

espíritu que entrega la mente, el corazón y la

voluntad a Dios”(Consejos sobre el

régimen alimenticio, p. 224).

El ayuno puede ser total o

parcial.El uso de agua

debe ser normal en cualquier

opción de ayuno.

Enseguida después de su

bautismo y antes de comenzar su

ministerio, Jesús ayunó 40 días y

40 noches.

“El motivo principal que tuvo Cristo para soportar aquel largo ayuno en el desierto,

fue enseñarnos la necesidad de la abnegación y la temperancia”

(Consejos sobre salud, p. 124).

No fue sin luchas y No fue sin luchas y dificultades que Cristo dificultades que Cristo

venció y subyugó el venció y subyugó el apetito. Satanás usó las apetito. Satanás usó las

mismas armas que mismas armas que provocaron la caída de provocaron la caída de

nuestros primeros padres. nuestros primeros padres.

“No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la

boca de Dios”(Mateo 4:4).

Cristo deja clara la receta para vencer a las huestes de

Satanás: comunión con Dios por medio del estudio de la

Biblia, la oración y el ayuno.

“He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz

sea oída en lo alto”(Isaías 58:4).

“Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de

ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia”(Isaías 58:8).

“Y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las

tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía”

(Isaías 58:10).

Ayunar es más que abstenerse de alimento. Es una

disciplina que afirma el

compromiso con un estilo de vida según el modelo

de Cristo.

“El Salvador trataba con los hombre como quien deseaba hacerles bien”

(El ministerio de curación, p. 102).

El ayuno solo tiene sentido cuando nos conduce a una vida

de santificación antes, durante y

después.

La disciplina del ayuno debe ser

practicada teniendo en cuenta nuestra preparación diaria para la comunión

con Cristo.

“De ahora en adelante hasta el fin del tiempo, los hijos de Dios debieran ser más fervientes y más despiertos, y no

confiar en su propia sabiduría, sino en la sabiduría de su Caudillo […]” (Consejos sobre el régimen alimenticio, p.

223).

“Es imposible calcular los buenos resultados de una hora, o aun media hora, cada día, dedicadas de una manera gozosa y sociable a la Palabra de Dios [y oración]” (Consejos sobre la obra de la Escuela Sabática, p.

46).

“El ayunar un día por semana les sería de beneficio incalculable” (Consejos sobre el

régimen alimenticio, p. 224).

El camino de la preparación diaria para el

encuentro con Cristo, pasa por la comunión y el ayuno en forma habitual.