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FEBRERO 2005/NOTICIAS125/7 TAPA A 20 años de la desintervención del SMU Un acto emotivo para recordar el pasado Con un emotivo acto en la sede de bulevar Artigas y Francisco Canaro se celebraron los 20 años de la desintervención del SMU ALEJANDRA FRUTOS La última dictadura uruguaya, como todos los procesos de su clase, hizo del atropello una de sus políticas de Estado. Sin em- bargo, resulta paradigmático que la única institución gremial de profesionales universitarios in- tervenida entre los aciagos años de 1973 a 1985 haya sido el Sindi- cato Médico del Uruguay (SMU). Había algunas extraviadas razo- nes. Fundado en agosto de 1920 para agrupar a la mayoría de los médicos del país y darles un res- paldo institucional, el SMU tenía en su amplia acepción de la Sa- lud una vocación solidaria que lo llevó a defender los derechos humanos y combatir las injusti- cias sociales. Y eso lo transfor- maba en un enemigo temible. El 28 de enero el gremio recordó en un acto inédito el final de esa Intervención. Se descubrieron dos placas en la sede social del SMU. Una de ellas en homenaje al Dr. José P. Cirillo, presente en la ocasión, quien fuera presiden- te en el período 1973-1975, hasta la Intervención, y desde el cese de la misma, el 28 de enero de 1985, hasta la asunción de las nuevas autoridades democráti- camente electas en mayo de 1985. (Ver recuadro) La otra placa des- cubierta fue en recuerdo del fin de ese infausto ciclo, con la le- yenda: “1985 - 28 de enero - 2005. Fin de la Intervención del SMU. En esta piedra se escribe para siempre el reconocimiento del Sindicato Médico del Uruguay en el XX aniversario de la recon- quista de las libertades gremia- les, a quienes lucharon sin clau- dicaciones por la dignidad de nuestro gremio en tiempos de opresión”. Era la primera vez que se festejaba la “desintervención” y eso se tradujo en más de un centenar de médicos que recor- daron con claros signos de emo- ción aquellos años oscuros en que muchos de ellos vieron arra- sados sus derechos. UN 1º DE OCTUBRE Los médicos, como todos los profesionales de este país, ya habían padecido el atropello de la intervención de la Universidad de la República en octubre de CONVENCIÓN. La VII Convención fue el paso previo a la desintervención del SMU. FESTEJO. En febrero de 1985 se pudo festejar finalmente la desintervención del Sindicato Médico. ARCHIVO SMU ARCHIVO SMU

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FEBRERO 2005/NOTICIAS125/7

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A 20 años de la desintervención del SMU

Un acto emotivo pararecordar el pasado

Con un emotivo acto en la sede de bulevar Artigas y Francisco Canaro se celebraron los 20 años de la

desintervención del SMU

ALEJANDRA FRUTOS

La última dictadura uruguaya,como todos los procesos de suclase, hizo del atropello una desus políticas de Estado. Sin em-bargo, resulta paradigmático quela única institución gremial deprofesionales universitarios in-tervenida entre los aciagos añosde 1973 a 1985 haya sido el Sindi-cato Médico del Uruguay (SMU).Había algunas extraviadas razo-nes. Fundado en agosto de 1920para agrupar a la mayoría de losmédicos del país y darles un res-paldo institucional, el SMU teníaen su amplia acepción de la Sa-lud una vocación solidaria quelo llevó a defender los derechoshumanos y combatir las injusti-cias sociales. Y eso lo transfor-maba en un enemigo temible.El 28 de enero el gremio recordóen un acto inédito el final de esaIntervención. Se descubrierondos placas en la sede social delSMU. Una de ellas en homenajeal Dr. José P. Cirillo, presente enla ocasión, quien fuera presiden-te en el período 1973-1975, hastala Intervención, y desde el cese

de la misma, el 28 de enero de1985, hasta la asunción de lasnuevas autoridades democráti-camente electas en mayo de 1985.(Ver recuadro) La otra placa des-cubierta fue en recuerdo del finde ese infausto ciclo, con la le-yenda: “1985 - 28 de enero - 2005.Fin de la Intervención del SMU.En esta piedra se escribe parasiempre el reconocimiento delSindicato Médico del Uruguayen el XX aniversario de la recon-quista de las libertades gremia-les, a quienes lucharon sin clau-dicaciones por la dignidad denuestro gremio en tiempos deopresión”. Era la primera vez quese festejaba la “desintervención”y eso se tradujo en más de uncentenar de médicos que recor-daron con claros signos de emo-ción aquellos años oscuros enque muchos de ellos vieron arra-sados sus derechos.

UN 1º DE OCTUBRELos médicos, como todos losprofesionales de este país, yahabían padecido el atropello dela intervención de la Universidadde la República en octubre de

CONVENCIÓN. La VII Convención fue el paso previo a la desintervencióndel SMU.

FESTEJO. En febrero de 1985 se pudo festejar finalmente ladesintervención del Sindicato Médico.

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1973, dos años antes de que su-cediera lo mismo con el SMU.Entonces, sus Consejos Directi-vos con representación de lostres órdenes (profesores, egresa-dos y estudiantes) fueron reem-plazados por interventores desig-nados por el gobierno de facto.Cerca de 15 meses después undecreto del gobierno dispuso el1° de octubre de 1975 la Interven-ción del SMU y de todos sus or-ganismos dependientes.Ese día, en un desmesurado ope-rativo montado para avasallaruna institución pacífica, la sedede Colonia y Arenal Grande fuerodeada por fuerzas policiales ymilitares. En el segundo piso sepresentaron algunos represen-tantes del Ministerio de SaludPública, (entre los que se hacíanotar el Dr. Hugo Amengual Du-petit, director general de la secre-taría de Estado, y ex miembro delComité Ejecutivo), acompañadospor un escribano público paradar vía libre al primer interventor,Juan Tarrasa, contador de Casade Galicia e inspector de Hacien-

da del MSP.El 20 de octubre de 1975 el PoderEjecutivo instaló un Consejo In-terventor de ocho miembros pre-sidido por el capitán de navíoYamandú Cestaro Barbé, e inte-grado, entre otros, por el mismoTarrasa, los médicos Mario LuisGenta Dentone y EustaquioMontero Sapriza, los abogadosRoberto Falchetti Mignone yMaurice Lionel Vidal Dalgarron-do, el procurador Mario Arteco-na White y el Cr. Raúl BartesaguiSilveira (quien nunca llegó a asu-mir).(1)

Este Consejo fue sustituido a losseis meses -en abril de 1976- porotro integrado por Genta Dento-ne, Vidal Dalgarrondo y el doctorGermán Surraco Soñora. Este se-gundo Consejo también durópoco, y quedó como interventorGenta Dentone, quien tuvo unaactuación más prolongada comocuarto interventor. Una investi-gación interna obligó a su salidaen 1977 y su lugar lo ocupó elquinto y último interventor, el Dr.Héctor Pollero, quien se quedó

allí hasta enero de 1985, fecha enla que el SMU recuperó su inde-pendencia y autonomía al igualque muchas otras institucionesen el país.Durante la Intervención, las au-toridades del SMU no pudierongobernar la institución. “Nohubo más decisiones de Asam-bleas, del Comité Ejecutivo, dela Junta Directiva, ni de Comi-siones Directivas o Administra-doras. Tampoco funcionó más elConsejo Arbitral, el tribunal éti-co que desde 1921 el gremiohabía creado”, recuerda en undocumento elaborado con moti-vo de los veinte años de la Inter-

vención el Dr. Antonio Turnes,actual administrador general delSMU.(2)

Al igual que otros tantos urugua-yos, muchos de aquellos directi-vos del SMU fueron detenidos,otros debieron exiliarse, como losdoctores Atilio Morquio Yéregui,Jorge Bouton Martínez, TabaréGonzález Vázquez, Ricardo Cari-tat Theoduloz, Barrett Díaz Pose,o fueron deportados y luego des-aparecidos en Argentina, comoel Dr. Manuel Liberoff Peisajovi-ch.Es que en los años previos a laIntervención, el SMU había in-cluido una importante actividadsolidaria hacia los familiares delos asociados detenidos por ra-zones políticas. Así se ayudóeconómica y psicológicamente alos presos políticos y a sus fami-lias. El apoyo no quedó sólo allíy el SMU, desde 1968, denunciórepetidamente ante organismosinternacionales las violaciones alos derechos humanos que pa-decían no sólo sus asociadossino los ciudadanos en general.

2005. El Dr. Marcos Carámbula habló en el acto de los 20 años de ladesintervención e hizo su último discurso como presidente del SMU.

MAESTRO. El músico Eduardo Darnauchans dio un recital de homenaje alos 20 años de la desintervención.

MEMORIA. En el hall del SMU, unaplaca testimonia el significado delacto.

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Otra razón que pudo provocar laprepotencia militar con los médi-cos fue el homenaje a la memoriadel doctor Salvador Allende, co-lega, pero principalmente presi-dente de Chile, que murió duran-te el golpe militar que lo derrocóel 11 de setiembre de 1973. Antela magnitud del hecho, el SMUinstaló una placa recordatoria deAllende, que fue quitada por or-den de la justicia militar y quegeneró rispideces con el gobier-no de facto. En la sede sindicalse encuentra una reconstrucciónde aquella placa.

LAS INTERVENCIONESY SUS COSASEn los diez años de Intervenciónpasó de todo. Se inició con unasesuda depuración de los padro-nes de socios basada principal-mente en la persecución de ideas,simbolizada en las tristementecélebres categorías de Fe demo-crática. Los ciudadanos se divi-dieron en A, B y C, dependiendodel grado de su “peligrosidad”.Eso fue motivo de muchas desti-

tuciones y cargos vacantes quefueron ganados por concursosen los que las razones ideológi-cas o simplemente caprichosasincidían más que los atributos

profesionales.Pero también hubo tareas admi-nistrativo-financieras, por ejem-plo el disponer del Centro deAsistencia, donde fue sustituidoel administrador general, el doc-tor Alberto Grille González, por elex subsecretario del MSP, Álva-ro Ronco. Aunque los nuevosfuncionarios se dedicaron a in-vestigar presuntos ilícitos ocu-rridos antes de la Intervención,también debieron lidiar con algu-nas irregularidades propias, in-cluyendo la venta de inmueblespor precios muy por debajo desu valor real y a compradores coninquietantes lazos familiares conlos interventores.Tantos movimientos financieros,sin embargo, no pudieron mejo-rar la situación, ya que para fun-damentar la Intervención el de-creto criticaba el 25% de déficitoperativo del CASMU. Cuandoen 1985 el SMU volvió a los mé-dicos ese déficit permanecía in-cambiado. Los distintos inter-ventores no habían podido ha-cer nada. No obstante, se apro-vecharon las instalaciones, porejemplo cuando se realizó en laColonia de Vacaciones del bal-neario Solís un cónclave guber-namental que obligó a reformarel lugar para recibir al por enton-ces presidente, Dr. Aparicio

Méndez. También destruyeronun mural gigante realizado por elTaller Torres García en la sedesindical, de 6 metros por 12 me-tros, que fue un buen lugar paracolocar tabiques, mamparas y cla-vos que funcionaban como per-chas. Pero no todo fue negativo.También se compraron inmueblespara ampliar las instalaciones delCASMU. En Asilo 3336 se adqui-rió la ex planta de TEM. Además,se adquirió el predio y se inició laconstrucción del Policlínico de 8de Octubre 3300, aunque fue in-augurado por tramos mucho tiem-po después, entre los años 1990y 1995, cuando la Intervenciónya era historia.

UN GREMIO EN LAS SOMBRASUna de las formas de la resisten-cia, es sabido, es el seguirse pre-parando, el no dejarse caer en ladesidia que puede llegar a gene-rar la injusticia y la prepotencia.En ese sentido, desde el momen-to de la Intervención de la Uni-versidad, el SMU no descuidó laactualización del conocimientomédico mediante la organizaciónde reuniones científicas, que a lavez eran una excusa para el en-cuentro entre colegas. Muchosmédicos de Argentina participa-ron de esas jornadas. El Dr. Tur-nes recuerda las visitas que confrecuencia realizaron figurascomo el Dr. Astolfi y su grupo detoxicología, el Dr. Etala y su equi-po de cirugía, el Dr. Pavlotzky,para transmitir sus experienciasavanzadas en hemato-oncología,el Dr. Bertolasi y su grupo de car-diología, el Dr. Roncoroni junto asus compañeros de neumología,entre tantos otros.En 1974 apareció la Revista Mé-dica del Uruguay, dirigida por losjóvenes doctores Homero Bag-nulo, Barrett Díaz Pose, HugoDibarboure Icasuriaga y JuanCarlos Macedo. “Por el mismoaño se inicia la reorganizaciónde la Biblioteca, luego de un si-lencio de más de veinte años, enun impulso que continuaría has-ta la actualidad y que históri-camente tuvo tanto relieve en lasactividades sindicales”, recuer-da el Dr. Turnes.Pero se venían tiempos aciagos

1985. En febrero se festejó la destintervención con murga y todo.

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y la última celebración del Día delMédico fue en diciembre de 1974,en la sede del Jockey Club, conun gran acto que contó con laactuación del elenco de la Come-dia Nacional.La Intervención borró toda esafloreciente actividad. No hubomás reuniones de actualizaciónni socialización, ni actividad gre-mial. Sólo parecía quedar el silen-cio. Pero no. Ahí fue donde sur-gió el “grupo de los lunes”, vie-jos y jóvenes sindicalistas, en sumayoría, que comenzaron a re-unirse semanalmente para com-partir las novedades de la litera-tura médica, discutir casos clíni-cos e intercambiar puntos de vis-ta sobre la realidad social y uni-versitaria. Formaron parte inicialde este grupo los doctores Car-los A. Gómez Haedo, RobertoAvellanal Migliaro, José PedroCirillo Apolito, Juan Carlos Ma-cedo, Ariel Rodríguez Quereillac,Esmeralda Paulette, José Zurmen-di Capuano, o figuras más jóve-nes, como Gonzalo Aiello, entreotros. Luego, con el correr de losaños, fueron incorporándoseotros colegas que salían en liber-tad, luego de largas detenciones,como el Dr. Omar Etorena Onetti,o que regresaban del exilio, comoel Dr. Gustavo Serantes Suárez,Tito Pais Figuera; más tarde otrosque venían del interior, comoOscar Bazzino.Y se siguió trabajando y se si-guieron formando médicos decalidad, y se realizaron ateneos,y se siguió construyendo unamedicina cercana a la gente, conprofesionales preparados y sen-sibles. Y se editó Compendio,una revista que mantuvo unidosesos vínculos para estimular ladivulgación de la información yel análisis de la realidad sanitarianacional e internacional con lapublicación de artículos traduci-dos al español de la literaturamédica de mejor calidad.

LA RECUPERACIÓNLos médicos se fueron reunien-do nuevamente luego del plebis-cito de 1980, que estimuló las ron-das de conversaciones cívico-militares del Parque Hotel. En esemarco histórico es que nace en-

Homenaje al Dr. CirilloLa anécdota más allá de simpática demuestra la visión del Dr.José Pedro Cirillo hasta en esos pequeños detalles que hacena los grandes proyectos. Cuando se adquirió el inmueble de laactual sede del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), el Dr.Cirillo no dudó en aconsejar la construcción de un parrilleropara fomentar la confraternidad en el entonces destruido patiode la casa. Y como así fue, el lugar elegido para colocar la placaen su homenaje no podía ser otro que el parrillero del SMU.Sus colegas le deben a él esta buena idea y por eso nada mejorque uno de sus tan cálidos rincones para recordarlo.Durante el acto en homenaje al Dr. Cirillo -en el que se descu-brió una placa por parte de las doctoras Graciela Dighiero yMaría Julia Muñoz- también se escucharon palabras de reco-nocimiento a su trayectoria a cargo del presidente del SMU, Dr.Marlos Carámbula, y del presidente de la Junta Directiva delCASMU, Dr. Barrett Díaz Pose.Este último también encontró oportuno ese momento tan emo-tivo para reintegrar al SMU un documento que obraba en supoder azarosamente desde 1975: el acto de impugnación admi-nistrativa al decreto que determinó la Intervención del SMU,firmado por el Dr. Cirillo, en ese entonces presidente del ComitéEjecutivo.Por su parte, el Dr. Carámbula recordó la extensa trayectoria delDr. Cirillo, quien es para “nosotros un compañero entrañable,un extraordinario y verdadero maestro y en su figura viva ylúcida queremos también homenajear a otros tantos queri-dos maestros y amigos que hoy ya no están físicamente, perosí en esta historia permanente de nuestro querido SMU. En elhomenaje al Profesor Cirilo, al presidente del SMU, al do-cente en la Facultad, al presidente del CASMU, al médico deconsulta y a su trayectoria en la defensa de la profesión, losvalores y la ética, va nuestro más sentido agradecimiento”.Luego de un largo aplauso se escucharon unas breves pala-bras del Dr. Cirillo, quien emocionado y con su característicahumildad agradeció profundamente el homenaje y aseguró quelo recordará para siempre: “Lo tendré en la cabecera de lacama”. �

esos años, específicamente en1984, en donde se juntaron fuer-zas para organizar la 7ª Conven-ción Médica Nacional, en la quejugaría un importante papel el Dr.Luis M. Falconi.El Dr. Turnes recuerda que “la 7ªConvención Médica Nacionalfue un momento especial delgremio médico uruguayo, porcuanto se pudieron reinstalaren nuestra patria decenas decolegas que habían estado lar-gos años detenidos o exiliados,como los doctores Hugo C. Sac-chi, Hugo Villar y Hugo Dibar-boure Icasuriaga”.La Convención Médica de 1984fue también un momento impor-tante porque asistieron represen-tantes -como el Dr. RichardGoldstein, de la Academia deCiencias de Nueva York, o el es-critor Patrick Breslin, de la Fun-dación Aesculapius, de EstadosUnidos- de organismos que des-de el exterior se habían ocupadode la situación de los derechoshumanos de los médicos y estu-diantes de Medicina presos porrazones políticas.Las fotografías que se conservande todos esos encuentros y quese mostraron durante el acto delpasado 28 de enero en la sededel SMU (seleccionadas y pre-paradas por el Dr. Turnes) son elmejor y más elocuente testimo-nio de la presencia masiva decientos de médicos que lucha-ron durante aquellos años difíci-les. Entre sonrisas, sorpresas ynostalgia por la ausencia de quie-nes ya no están, para recordaresos momentos de lucha y sacri-ficio, es que se vivió la recupera-ción del SMU lograda veinte añosatrás. Aquel 28 de enero, pero de1985, un grupo de médicos se jun-taba espontáneamente pasadaslas 20 horas en el segundo pisode la entonces sede gremial en lacalle Colonia 1938 para determi-nar el fin de la Intervención. Vein-te años después y con dos horasde diferencia, algunos de esosmédicos, con el apoyo de las nue-vas generaciones, volvieron ajuntarse para recordar el pasadocon la serenidad reflexiva que dala distancia, sin odios ni renco-res. Pero con memoria. �

tre 1983 y 1984 la Comisión Inter-gremial Médica (CIM) presididapor el Dr. Marcos Carámbula eintegrada por colegas de todaslas orientaciones y que funcionóen un local de la calle Río Negro

y Uruguay. Allí se realizaron losprimeros encuentros para modi-ficar la situación ética, económi-ca, social y educacional de la pro-fesión, francamente deterioradaen esos años. Y fue también en

VISIONARIO. En el acto fue homenajeado especialmente el expresidente del SMU José Pedro Cirillo.

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