Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de...

21

Click here to load reader

Transcript of Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de...

Page 1: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello

Almuerzo sobre la hierba, de Manet

Se trata de una pintura al óleo sobre lienzo conocido como “ Almuerzo en la hierba” de Monet. El cuadro es una versión reducida a la parte central de una obra de grandes proporciones de una docena de personajes Muestra una comida campestre de distintos personajes de la burguesía francesa de mediados de siglo, vestida a la última moda de París. Como podemos apreciar, el tema es intrascendente, algo que será propio de la pintura impresionista, que rechaza los temas mitológicos o heroicos valorados por el gusto oficial

El lenguaje pictórico empleado por Monet es naturalista y todavía deudor en parte de la pintura tradicional del siglo XIX. Los personajes son tratados con una atención a lo real, sin idealización ninguna, típico de la pintura Realista de mediados del XIX. Destaca la creación de la ilusión de profundidad espacial a través de la sucesión de personajes en distintos planos y la alternancia de espacios iluminados y en sombra.

La composición combina las líneas verticales aportadas por los troncos de los árboles y los personajes, y líneas horizontales de los personajes tumbados. Las diagonales que unen la cesta del primer plano con la mujer del fondo refuerzan la impresión de profundidad. Los cuatro personajes principales forman una composición triangular que aporta equilibrio.

Lo realmente importante es el tratamiento de la luz y el color donde aparecen novedades impresionistas. Así, el interés por el estudio de la luz y el color que son verdaderos protagonistas del cuadro. El estudio de la luz filtrada por los árboles que cae iluminando con intensidad algunas partes del cuadro, como el mantel, será una constante de la obra de los impresionistas. Los colores son luminosos, alegres, una constante en la pintura de Monet. Destaca especialmente el estallido del blanco del mantel y el vestido de la mujer sentada. No en vano Monet ha sido calificado como el pintor del blanco. Hasta las sombras están coloreadas, trabajadas a partir de azules, descartándose así el empleo de colores oscuros que el Impresionismo rechazará con energía. Sitúa además juntos colores complementarios como el verde, el amarillo y el azul de la hierba, buscando aumentar la intensidad de los mismos, de acuerdo con las teorías de la mezcla óptica que desarrolla en esos momentos, algo que será habitual en los pintores impresionistas. EL cuadro se construye a partir de masas de color, descartando el dibujo. En algunas zonas del cuadro el color se trabaja ya con pinceladas sueltas, como en el conjunto de frutas sobre el mantel.

La obra debe entenderse en el contexto de la Francia burguesa de mediados del siglo XIX, que domina la vida cultural, económica y política bajo el Segundo Imperio surgido de la Revolución de 1848 con Luis Napoleón II. Muestra una escena campestre tan del gusto de esa burguesía cuando el progresivo desarrollo del ferrocarril permite a las clases acomodadas de Paris accede a la campiña circundante para redescubrir la naturaleza. La apacible vida de la burguesía parisina, que es el cliente potencial que visita el Salón, es lo que muestra la obra, donde los personajes van elegantemente vestidos a la última moda de París. Las grandes dimensiones del cuadro, por figuras de tamaño natural, tenía además la intención de atraer la mirada de los visitantes del Salón, para no pasar desapercibido en la multitud de obras que se exponían.

Page 2: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello

La fachada de la Catedral de Rouen al alba. Monet. Impresionismo

La práctica propuesta es una pintura al óleo sobre lienzo conocida como “ La fachada de la catedral de Rouen al alba” debida Monet, de estilo impresionista perteneciente a la etapa de madurez del pintor, en la década de los noventa, cuando muestra un estilo impresionista cada vez más personal. Encuadrable en el género del paisaje urbano, que tanto cultivarán los impresionistas, muestra la fachada de la catedral bajo la luz del alba. La originalidad del tema es que la obra pertenece a una serie de seis cuadros en la que pinta la fachada de la catedral de Rouen cinco están tomadas desde un mismo ángulo a distintas horas del día durante más de dos años. Trabajaba simultáneamente los cuadros pasando de uno a otro según la hora del día. Realiza diversas series con más de cuarenta versiones de su fachada.

El lenguaje pictórico empleado por Monet es el propio de su etapa de madurez, que resulta de una evolución de su estilo clásico del período de Argenteiul de la década de los setenta. Rechazando la pintura académica de taller Monet es uno de los precursores de la pintura al aire libre lo que le permite apreciar cómo el color y la apariencia de los objetos cambian bajo la cambiante luz del día. Esta reflexión le conduce en la década de los noventa a desarrollar las series: un mismo motivo pictórico tomado del natural es pintado a distintas horas del día o en distintas estaciones del año. Son bien conocidas las series sobre los almiares y los chopos junto al río Epte. Ya en el pasado había pintado varias versiones de un mismo tema bajo ángulos diferentes como la caseta del aduanero en la costa de Normandía o el Puente de Argenteuil con lluvia, con sol, visto de cerca o de lejos. La culminación de este estudio científico de la luz y el color es la serie de la fachada de Rouen.

En todo caso, sigue fiel a una pintura basada en el color en el que las formas no se crean a partir de líneas o dibujos sino mediante manchas de color. Siguiendo las teorías de la mezcla óptica trabaja con colores complementarios que coloca juntos, como apreciamos en los tonos amarillos situados junto a los azules en la torre, para que se produzca en la retina del espectador la buscada fusión óptica. Vemos además el rasgo típicamente impresionista de las sombras coloreadas, cuyo antecedente es el ROmántico Delacroix.Son considerados el ejemplo máximo de la captación fugaz del instante luminoso pretendido por Monet… Pero su obra no es la plasmación de la objetividad fotográfica…. La subjetividad juega su papel, los colores son más inventados en analogía con lo real que fielmente copiados pues repinta los cuadros al tercer año en su taller.

El color es aplicado con pinceladas sueltas y muy empastadas. El trazo rápido es debido a esa intención de fijar lo fugaz, paradoja irresoluble del impresionismo que será criticada por los pintores postimpresionistas. Sabemos que después retocaba la pintura el en el taller de ahí la superposición de capas de pinturas que contribuyen a crear un efecto evanescente. Precisamente la disolución de las formas, que llevará al límite en su última época en Giverny con su serie de cuadros sobre los nenúfares, provocará la reacción de los postimpresionistas que, como Cezanne,pretenden recuperar la solidez de los objetos.

El contexto en el que desarrolla la obra, que supone su consagración como pintor, es el de la Francia de las últimas décadas del siglo XIX cuando la sociedad burguesa consolidada a lo largo del siglo XIX experimenta una creciente crítica por parte de los nuevos movimientos sociales. Monet, parece alejarse de un mundo en el que los valores burgueses tradicionales entran en crisis buscando un cada vez mayor

Page 3: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello

ensimismamiento. Después de haber loado el nuevo mundo industrial ( “ La estación de Saint Lazar”, “ EL puente del ferrocarril en Argenteuil”) parece volver los ojos a la Francia eterna con este homenaje a la catedral medieval de Rouen.

Impresión Soleil Levant. Pintura impresionista. Monet

Se trata de la obra conocida como Impresión Soleil Levant, ejemplo de pintura impresionista del último cuarto del siglo XIX debida a Monet. Es una pintura al óleo sobre lienzo que pertenece al género del paisaje, género habitual en la pintura impresionista. La obra nos muestra un paisaje marino, tomado del natural, con una barca que navega a la entrada de un puerto con barcos veleros que se ven al fondo, al amanecer. Vemos que es un tema intrascendente lejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista del siglo XIX. La función del cuadro es puramente experimental, se trata de investigar la plasmación de un paisaje de acuerdo con la teoría de los colores aplicada por los impresionistas.

Monet emplea un lenguaje pictórico típicamente impresionista, un lenguaje naturalista que evoca la realidad pero no que es representada con el lenguaje de los estilos anteriores propios del siglo XIX. El naturalismo de la obra se aprecia, por ejemplo, en el uso de la perspectiva para crear impresión de profundidad espacial. El lenguaje pictórico impresionista ha sido calificado como naturalismo óptico pues insiste en la captación de los reflejos de la luz sobre los objetos. En este caso es clara la preocupación de Monet por representar el cambiante mundo de los reflejos del agua en el momento de la salida del sol. Se representa por lo tanto un mundo fugaz, instantáneo. La composición es bastante sencilla, con la línea horizontal de las construcciones y barcos del puerto en el horizonte que converge con la línea oblicua formada por los reflejos del mar y las barcas que salen del puerto.

.  En el cuadro el color  predomina sobre el dibujo, que prácticamente queda desterrado. Es una pintura en la que las formas se crean a base de manchas de color. Se aplica el color de acuerdo con las ideas impresionistas sobre los colores primarios y secundarios, cálidos y fríos. Así, el naranja del sol, color cálido y complementario ( se obtiene a partir del rojo y el amarillo) está inmerso en medio de una mancha de color violeta, otro color complementario del rojo ( se obtiene mediante azul y rojo) un color frío, para que destaque más. En primer plano se combinan el azul, un color frío y primario, el verde, otro color primario y frío. Los impresionistas eliminan el color negro pues afirman que no existe en la naturaleza y por ello observada atentamente la barca es color verde oscuro. Lo mismo sucede con las sombras de los barcos del puerto. Apreciamos en primer plano la típica pincelada corta, vigorosa, suelta, con abundante pasta pictórica.            

En cuanto a la trascendencia del cuadro, es bien conocido que es el título de este cuadro el que dio nacimiento al término de impresionismo, en principio peyorativo: se

consideró una ofensa el enviar una obra “ abocetada”, sin terminar. Por su parte, parece evidente que se inspira en “El incendio del Parlamento” del pintor romántico Turner (1835). Por otro lado interés por el paisaje de los impresionistas tiene también su antecedente en

Page 4: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello

el llamado grupo de Barbizón que en los años 40 del XIX pintan ¨ plein air¨ tomando apuntes del bosque de Fontainbleau que luego reelaboran en su estudio

El contexto histórico en el que se desarrolla la obra es del último tercio del siglo XIX cuando se consolida una nueva sociedad burguesa que refleja la obra de los impresionistas. La pintura impresionista está muy influida por los avances técnicos del momento, como la fotografía, que sustituye al pintor en su función de representar la realidad fielmente, o la óptica, que permite descubrir cuáles son los colores primarios ( rojo, amarillo, azul) y los secundarios ( el resto). La pintura al aire libre de los impresionistas además es posible por los avances tecnológicos que permite la fabricación industrial de pigmentos de tal manera que el pintor con sus tubos de estaño, el caballete plegable y un pequeño lienzo puede montar su estudio ambulante donde quiera

Le Moulin de la Galette, de Renoir;

Se trata de una pintura al óleo sobre lienzo de estilo impresionista de las últimas décadas del siglo XIX debida a Renoir. Es un tema intrascendente, habitual en el Impresionismo, que nos muestra un baile popular en las afueras de París. Diversas parejas charlan o bailan bajo la sombra de los árboles.

El lenguaje pictórico es el propio del Impresionismo, que ha sido calificado por algunos de “ naturalismo óptico. Así vemos como la pintura emplea un lenguaje naturalista que sigue la tradición de la pintura del siglo XIX con figuras dotadas de volumen y atención a la profundidad espacial por ejemplo. Las figuras dispuestas en primer plano a la derecha conducen vista hacia el fondo al formar el banco una diagonal. Sin embargo la verdadera atención del pintor se centra en la plasmación de la luz intensa del sol filtrándose entre las hojas en un instante fugaz. La captación del instante, de la reverberación de los objetos bajo la luz intensa del sol es lo que preocupa a los impresionistas y es lo que consigue plasmar de forma magistral Renoir.

La composición es compleja oponiéndose las líneas verticales de los árboles, las horizontales de la masa de figuras del fondo y la diagonal del banco y la mesa de la derecha. Destaca el empleo de una composición fotográfica en la que las figuras están cortadas por el borde del cuadro lo que dota a la obra de una mayor espontaneidad. Es algo habitual en los cuadros impresionistas.

Los aspectos pictóricos son los protagonistas del cuadro. Destacan las formas hechas a base de manchas de color, elemento típico del Impresionismo que renuncia al dibujo. Vemos en efecto como es una pintura basada en el color y el dibujo ha perdido su importancia. Los colores son vivos, alegres, transmitiendo la alegría de vivir típica del Impresiónismo. En general los pintores impresionistas renuncian al negro pero Renoir lo emplea en esta obra. Eso sí, las sombras de los árboles sobre el suelo no se plasman con negros sino con azules aplicando la teoría de las sombras coloreadas del impresionismo. Estos colores se aplican en muchas partes del cuadro de forma pura, tal cual sale del tubo. Para la aplicación de los colores recurren a las teorías de los colores complementarios según la cual un color alcanza mayor intensidad cromático si se sitúa junto a uno de sus complementarios. De ahí la conjunción de amarillos, verdes y azules. En algunas zonas ha dispuesta los rojos sobre los amarillos. Estos colores se aplican con la típica pincelada impresionista ligera, corta, muy empastada y que se aprecia sobre la superficie del cuadro.

Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte. Neoimpresionismo. Seurat

Page 5: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello

Se trata de un cuadro al óleo sobre lienzo titulado “ Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte”. Es una pintura de estilo neoimpresionismo más concretamente puntillista o divisionista de Seurat y por tanto de finales del siglo XIX. El tema es costumbrista y muestra un conjunto de personajes en una soleada tarde de domingo paseando junto al río. Es un tema intrascendente como es propio del impresionismo y el postimpresionismo que muestra las diversiones de la sociedad burguesa del cambio de siglo.

El lenguaje empleado es el propio del puntillismo de Seurat y Millet, un lenguaje en principio naturalista, como el de los impresionistas, a diferencia del lenguaje cada vez más antinaturalista de los postimpresionistas y las posteriores vanguardias. Así pues, las figuras tienen volumetría, hay un estudio de la luz y la sombra, existe perspectiva y paisaje… La composición muestra una aparente distribución aleatoria de las figuras pero responde a una cuidadosa planificación matemática construida a base de líneas verticales señaladas por los árboles y las figuras humanas y las líneas oblicuas señaladas por las sombras.

Lo importante del cuadro es la novedosa técnica pictórica desarrollada por el neoimpresionista que es una aplicación científica de las teorías científicas de Chevreul sobre la luz y los colores. En función de estas teorías aplica puntos de color puros aplicados de acuerdo con las teorías de los colores primarios y secundarios para que se produjera en la retina del espectador la mezcla óptica. Estas teorías de colores complementarios y la mezcla óptica eran utilizadas de forma intuitiva por los impresionistas y Seurat intentará aplicarlas de forma rigurosa, matemática, científica en este famoso cuadro. Como los impresionistas descarta el color negro, tan empleado por algunos pintores realistas o preimpresionistas como Courbet y Manet, y por eso las zonas en sombra en el cuadro son realmente sombras coloreadas en las que se emplea el azul.

El resultado de esta forma de pintar del puntillismo o divisionismo conduce a una sensación de estatismo y orden y una reducción de las figuras a las formas elementales que comparte el gusto por las formas geométricas de Cezanne y anticipa el cubismo. Se ha llegado a un resultado que se encuentra en las antípodas del impresionismo con su predilección por la apariencia de las formas y su deseo de captar lo fugaz. Es el final del camino iniciado por el Realismo en la segunda mitad del siglo XIX que buscaba un arte desapasionado en contraste con el sentimentalismo del Romanticismo. Anticipa el gusto por la investigación de nuevos caminos para el arte que será un rasgo distintitivo de las vanguardias.

La obra refleja el importante desarrollo de la ciencia asociada a la Segunda Revolución Industrial que conduce al deseo de un arte riguroso, científico, resultado de la aplicación de teorías científicas. Este interés por lo “ objetivo” ya se encontraba en la pintura Realista y e incluso en los prerrafaelistas con su reproducción casi fotográfica de la naturaleza. Además, los temas intrascendentes, la representación del modo de vida de la sociedad contemporánea, muestra como el liberalismo, que había sido una ideología revolucionaria en lucha con la Restauración, se ha hecho una ideología conservadora en la segunda mitad del XIX defensora de un modo de unos valores que eran criticados por las Internacionales obreras. Bonillabejar

Page 6: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello

Los jugadores de cartas

La obra propuesta es la conocida pintura al óleo sobre tabla de Cezanne, “ Los jugadores de cartas”. Se trata por lo tanto de un cuadro de pintura postimpresionista de comienzos del siglo XX. La escena es intrascendente como la mayoría de los cuadros del postimpresionismo y del impresionismo, que renuncian a la idea de la pintura como transmisora de un mensaje o tema para el espectador. Nos muestra a dos personajes jugando a las cartas en una taberna, concentrados en el juego, mientras uno decide qué carta escoger el otro espera. Es una de las cinco versiones del mismo tema.

El lenguaje empleado por Cezanne es propio del postimpresionismo, que reacciona contra la mera representación de la luz sobre superficie de los objetos de los impresionistas. Un lenguaje aparentemente naturalista pero que rompe con la copia de la realidad. Así en algunas partes las figuras aparecen rodeadas de un trazo negro pero sobre todo quedan reducidas a las formas geométricas elementales como se ve en el personaje de la izquierda prácticamente reducido a un cilindro. Son figuras dotadas de gran sensación de volumen, de corporeidad, de solidez. EL cuadro presenta ilusión de profundidad espacial con los personajes en primer plano y un segundo plano formado por la pared del fondo. Los bordes de la mesa son líneas de fuga que conducen la vista hasta el fondo. Pero no es esta la preocupación fundamental del autor.

La composición es rigurosamente simétrica, siendo la botella que aparece al fondo el eje de simetría de la composición. Esta equilibrada composición, frente a las más dinámicas obras de otros postimpresionistas, contribuye a crear una atmósfera de quietud, de permanencia, de intemporalidad, que es lo que pretende plasmar el autor como reacción a la fugacidad protagonista de los cuadros impresionistas.

Son sin embargo los aspectos pictóricos los fundamentales del cuadro como sucede en la pintura postimpresionista. La línea, que había perdido su lugar en el cuadro impresionista aparece de nuevo aquí, la línea crea las formas, perfila en algunos lugares a los personajes. En otros casos lo que se aprecia es un perfil nítido de las figuras, que se recortan sobre el espacio. La pincelada es muy empastada, y se hace evidente sobre el cuadro subrayando el carácter pictórico del mismo, su carácter de obra de arte y no de realidad. En cuanto al color, y frente a los vivos colores de los exteriores impresionistas o el vivo color de otros pintores postimpresionistas como Van Gogh y Gaugin, en Cezanne presenta un matiz más apagado, sobre todo en fondo del cuadro. De todas formas se ha tomado del impresionismo el rechazo del negro y el empleo de una sombra coloreada de color azul, que es lo que nos muestra Cezanne es el fondo de esta obra. En esta obra hay todavía un cierto interés por el estudio de la luz, que parece proceder de la parte derecha del cuadro como vemos en la sombra que proyecta el brazo más cercano al espectador del jugador de cartas de la izquierda del cuadro… pero no es la principal preocupación del artista un estudio minucioso y realista de la luz.

En suma, este cuadro refleja las características del arte de principios del siglo XX antes de la eclosión de las vanguardias. Como reacción al dominio del impresionismo el artista busca nuevos caminos para el arte, en este caso sobre todo la recuperación del volumen de los objetos perdido en el arte impresionista obsesionado por la captación de la apariencia de las cosas bajo la luz cambiante a lo largo del día, pero sin una ruptura radical con la tradición artística como hará el arte de vanguardia.

Manzanas y naranjas. Cezanne

Page 7: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello

Se trata de una pintura al óleo sobre lienzo conocida como Manzanas y naranjas. Se trata de una naturaleza muerta o bodegón del pintor postimpresionista Cezanne en la transición del siglo XIX al siglo XX. Sobre lo que parece un sofá o una mesa se ha dispuesto un mantel blanco sobre el que se disponen manzanas y naranjas.

El lenguaje pictórico empleado por Cezanne es aparentemente naturalista pues se reconocen los objetos representados. Sin embargo una mirada más atenta nos permite ver que el artista no considera la obra como un pretexto para la reproducción fiel de la realidad. Así hay un evidente estudio de las manzanas y naranjas, que son representadas con un carácter volumétrico evidente. Este es el aspecto que interesaba a Cezanne, la representación del volumen de las figuras, uno de los desafíos de la pintura occidental. Cezanne recupera el volumen de los objetos frente al interés de los impresionistas por mostrar el reflejo de la luz sobre los objetos. Estos objetos son reducidos a formas elementales como es habitual en Cezanne.

Hay además una profundidad espacial, un espacio tridimensional representado, con objetos situados más cercanos al espectador que otros. Sin embargo una mirada más atenta nos permite ver que estos objetos han sido representados en un mismo espacio desde distintos puntos de vista o perspectivas, algo habitual en los bodegones de Cezanne: el plato con manzanas del primer plano aparece representado dese un punto de vista alto en tanto la fuente del fondo y la jarra desde un punto de vista frontal. Además la pata del sofá o el borde del mantel de la derecha que aparentemente están en segundo plano parecen estar al mismo tiempo en primer plano en el borde inferior del cuadro.

En cuanto a los aspectos pictóricos es claro el desinterés de Cezanne por un estudio naturalista de la luz. Pero de nuevo vemos que se renuncia a un modelado de las manzanas y naranjas mediante el claroscuro, mediante el contraste entre zonas más iluminadas y otras sombreadas de las frutas. Cezanne para ello a variaciones del mismo color sin dibujar sombras sobre la superficie de las frutas. La pincelada es la típikca del Cezanne, una pincelada empastada, minuciosa, que en algunas partes de la obra se hace evidente sobre la superficie del cuadro.

En resumen, Cezanne, emplea un lenguaje aparentemente naturalista pero renuncia a una copia fiel de la realidad. Lo que preocupa al autor son aspectos puramente pictóricos como el color, el volumen, la composición. En este sentido es el padre de la pintura contemporánea.

La obra de Cezanne refleja el impacto de la ciencia sobre el arte en la transición del siglo XIX al XX. El desarrollo de la fotografía plantea problemas a la pintura como mero reflejo, como copia de la realidad. El ilusionismo de la pintura, su capacidad de representar el volumen y el espacio sobre un plano, ha dejado de tener interés para los pintores.

La noche estrellada . Vang Gogh. Postimpresionismo

Se trata de una pintura al óleo sobre lienzo de estilo postimpresionista debida a Van Gogh en la transición del siglo XIX al XX. Es un paisaje rural nocturno. El paisaje es el típico del sur de Francia, con unos cipreses agitados en primer término, un pueblo y unas montañas bajo un cielo estrellado en el que se aprecia la Vía Láctea, la luna y grandes estrellas.

Page 8: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello

El lenguaje pictórico empleado por Van Gogh es el típico del Postimpresioniso que renuncia a la copia fugaz de la luz reflejada sobre los objetos para recuperar la representación de los objetos. Pero sobre todo es el peculiar y original estilo de Van Gogh que ha ido desarrollando un estilo cada vez más original. Es un lenguaje pictórico que aparentemente es naturalista pero que renuncia a la copia fiel de la realidad anticipando el arte de las Vanguardias. Por un lado apreciamos elementos tradicionales de la pintura como la profundidad espacial con la disposición de las figuras en distintos planos: los cipreses ( típicos del sur de Francia y que tantas veces pintará Van Gogh a final de su vida), el pueblo en segundo plano, las montañas…Pero desde el primer vistazo es evidente que el artista no quiere reproducir la realidad tal y como se nos presenta sino su visión de esta realidad. Para Van Gogh el arte es un medio de expresar su particular visión del mundo. Las formas aparecen rodeadas de trazos negros en la técnica del cloisonismo que emplea al igual de Gaugin… Además las casas y árboles aparecen como aplastadas bajo el peso de una fuerza invisible que agita los cipreses y mueve las enormes estrellas.

En cuanto a la composición busca intencionalmente generar la impresión de movimiento, algo habitual en sus últimas obras. Ello lo hace mediante la diagonal que forman las montañas y que atraviesan el cuadro y las líneas curvas de los cipreses y las espirales de las estrellas del cielo. Parece un encuadre fotográfico, típico del Postimpresionismo, con los cipreses recortados por los límites de la obra.

Los aspectos pictóricos son los fundamentales en la obra de los postimpresionistas. Así es evidente la importancia dada al color, un color con el que se crean las formas. Son colores sobre todo primarios como azul, amarillo. A veces se sitúan colores primarios ( azul, amarillo) junto a sus complementarios ( verde) para dotarles de más fuerza. Pero como siempre en Van Gogh el dibujo tiene importancia con gruesos trazos negros para definir la forma de las casas. Aquí hay como en todos los impresionistas una reacción contra el Impresionismo que renunciaba absolutamente a la línea por lo que las formas se diluían en las pinceladas. En cuanto a la pincelada vemos las intensas pinceladas de Van Gogh, que se hacen evidentes sobre la superficie del cuadro. Estas largas pinceladas, empastadas, crean formas curvas en las montañas, en el cielo, y contribuyen al dinamismo de la obra.

La obra refleja de algún modo el deseo de renovación de las artes de la transición del siglo XIX al XX en el contexto de las grandes mutaciones económicas, políticas y económicas del momento. De forma más concreta se aprecia el impacto de la fotografía que libera al artista de su función de copia servil de la realidad.

El segador, de Van Gogh; PostimpresionismoSe trata de una pintura al óleo sobre lienzo de estilo postimpresionista debida a Van Gogh en la

transición del siglo XIX al XX. Muestra a un campesino segando en un campo, un tema de la vida sencilla que es habitual en Van Gogh. Es un pretexto para mostrar el paisaje inundado de Sol del sur de Francia.

El lenguaje pictórico empleado por Van Gogh es el típico de su estilo. Un estilo aparentemente naturalista pero que tras una mirada más atenta permite apreciar una renuncia fiel de la realidad por lo que rompe con el arte del siglo XIX y anticipa el arte de las Vanguardias. Así aunque la figura presenta un suave escorzo que sigue manteniendo una impresión de profundidad espacial y aparece un paisaje, la figura humana aparece rodeada de un trazo negro en la llamada técnica del cloisonisme inspirado en el arte medieval y que sirve para subrayar que se trata de un cuadro y no de la realidad misma. A diferencia de Gaugin, que aplica este método de forma rigurosa, algunas partes de la figurea no está rodeada por el trazo negro. De hecho para Van Gogh el arte debe servir para expresar su peculiar visión del mundo anticipando el arte Expresionista. Van Gogh nos muestra un segador tal y como es y no como se percibe en una instantánea como habría hecho los impresionistas.

La composición muestra un campesino monumental porque ocupa la mayor parte del cuadro. Contrastan las líneas diagonales del campesino y la hoz con las líneas horizontales del paisaje. Lo fundamental es que el límite vertical del cuadro en la parte derecha corta la guadaña apareciendo un encuadre fotográfico que tanto influye en las obras de Van Gogh. Parece una instantánea tomada en el momento.

Los aspectos pictóricos son lo más importante del cuadro. Como en toda la obra de Van Gogh el color es el protagonista de la obra. Las formas se forman a base de manchas de color, pero el dibujo es también importante en Van Gogh en contraste con los impresionistas que habían renunciado al empleo del dibujo. Las líneas negras del dibujo marcan claramente el contorno de la figura y algunos detalles. Los colores son los típicos del período de madurez de Van Gohg, intensos, luminosos, vivos. Combina colores primarios y sus complementarios buscando un efecto intenso: junto a los primarios azul y amarillo emplea un complentario ( el verde). Los colores se aplican con una pincelada intensa, vigorosas, empastada, que se aprecia sobre la superficie del cuadro. Algunas son pinceladas muy largas en contraste con las pequeñas pinceladas de los impresionistas. Es un elemento muy característico de Van GOGH.

Page 9: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello

El contexto histórico es el de la transición del siglo XIX al XX cuando el arte busca nuevos caminos de expresión que se adaptan a los intensos cambios sociales y económicos que se producen.

Visión después del sermón. Postimpresionismo. Gaugin

Se trata de una pintura al óleo sobre lienzo de finales del siglo XIX encuadrable en la pintura postimpresionista conocida como La visión tras la prédica o La lucha de Jacob con el ángel debida al pintor francés Gaugin. Corresponde al período de Pont Aven, cuando ha abandonado París para vivir en Bretaña. Es un cuadro de contenido religioso y simbólico: las mujeres bretonas tienen una visión tras el sermón que acaban de escuchar, que se desarrolla al fondo, la lucha del ángel con Jacob.

El lenguaje pictórico es el propio de Paul Gauguin de su etapa de Pont Aven, cuando un conjunto de jóvenes pintores busca nuevos caminos para el arte rechazando los postulados del impresionismo. Frente al “naturalismo óptico” del impresionismo obsesionado por captar el reflejo de la luz sobre los objetos, Gaugin conciben el arte como expresión de un mundo subjetivo, muy influido por el simbolismo. Así libera al cuadro de la representación fiel de la realidad. Ello se aprecia en el planismo de las figuras humanas, la ausencia de un estudio naturalista de la luz ( las figuras no proyectan sombras) y de una perspectiva tradicional. Aunque hay distintos planos se renuncia a crear una impresión de profundidad espacial naturalista, como vemos también en el contraste entre el tamaño de las mujeres y la vaca que se encuentra junto a ellas. El planismo es en parte por influencia de la estampa japonesa, que influyó también en Van Gogh. En suma, vemos surgir en este cuadro el lenguaje propio de Gaugin, que no evolucionará mucho: simbolismo, primitivismo y simplificación ( ausencia de sombras, grandes zonas de color intenso perfiladas por un borde negro)

El verdadero protagonista de la pintura postimpresionista en Van Gogh o Gaugin es el color. Es una pintura en la que las formas se crean a base de manchas de color. El color es intenso, en algunos lugares se aplican colores vivos salidos directamente del tubo y sin matices o claoroscuros ( colores planos) como vemos en el suelo rojo prácticamente uniforme. El color además se emplea sin criterio descriptivo o naturalista como vemos en el suelo rojo de la escena que ha sustituido al verde de los prados de Bretaña Estas grandes superficies de colore intensos anticipan el fauvismo, movimiento de la primera Vanguardia ( ejemplo Matisse) de la primera mitad del siglo XX. De todas formas, en Gaugin, a diferencia de Van Gogh, la línea tiene todavía gran importancia al emplearse la técnica del cloisonismme, es decir, la delimitación de las figuras por una gruesa línea como en las vidrieras o esmaltes medievales. De esta manera los simbolistas subrayan la idea de que el cuadro no es un ventana que nos muestra la realidad ( como ha hecho el arte occidental desde el último Gótico) sino una creación artística. La liberación del cuadro de la mera representación de la realidad es

Page 10: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello

otra gran aportación de la pintura postimpresionista. La composición está determinada por la oposición de las bretonas y la visión separadas por el tronco de un manzano. Si la rama de manzano es un recurso habitual en la estampa japonesa, las figuras cortadas por el marco del cuadro recuerdan las “ composiciones fotográficas” desarrolladas ya por los impresionistas con encuadres que se alejan de las artificiosas composiciones del clasicismo.

El marco histórico y cultural en el que se produce el cuadro es el de la cultura europea de finales del XIX que busca nuevos caminos artísticos inspirándose en lo primitivo, lo salvaje, lo exótico. El exotismo lo encuentra Gaugin en el arte popular de Bretaña y el arte medieval ( la vidriera) y luego en el arte primitivo de los trópicos donde desarrollará su obra.

El mercado (“Ta matete”), de Gauguin. Postimpresionismo . Gaugin.

Se trata de una pintura al óleo sobre lienzo de estilo Postimpresinista en la transición del siglo XIX al XX debida al pintor francés Gaugin. La obra se llama El Mercado y muestra a un grupo de mujeres taitianas que posiblemente son un grupo de prostitutas que se ofrecían a los turistas occidentales en el mercado haciendo posiblemente una crítica a la situación que estaba provocando la llegada de occidentales entre los indígenas.

El lenguaje pictórico empleado por Gaugin es el propio del postimpresionismo que renuncia a una copia literal de la realidad y al tiempo reacciona al naturalismo óptico de los impresionistas sólo interesados en mostrar los reflejos fugaces de la luz sobre los cuerpos. En esta obra renuncia a la técnica del closonismo que consistía en rodear las figuras por un trazo negro para subrayar el carácter pictórico de la obra y no situación de no copia de la realidad. Apreciamos una ilusión de profundidad espacial con la representación de un espacio en el que se distinguen distintos planos. Pero las figuras aparecen intencionalmente planas, sin modelado, despreciando el tradicional interés de la pintura occidental por la representación del volumen de las figuras desde el Renacimiento. Además las figuras están dispuestas de modo que recuerdan el arte egipcio. Esto es importante porque en la transición del siglo XIX al XX el arte occidental se ve seducido por el arte primitivo en el que encuentra unas formas artísticas que renuncian a la copia fiel de la realidad. Este primitivismo Gaugin lo encuentran en los Mares del Sur y más tarde Picasso se inspirará en las mascaras africanas y el arte Ibérico…

La composición es sencilla equilibrándose las líneas verticales de las figuras y los árboles del fondo con la horizontal del banco…. Parece un encuadre fotográfico, que está presente en la obra de los postimpresionistas: la figura de la izquierda de la obra aparece cortado por el límite del cuadro. De este modo la obra da una impresión de espontaneidad, opuesta a las estudiadas composiciones de la pintura europea tradicional.

Page 11: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello

Como en toda la obra postimpresionista los aspectos pictóricos son los fundamentales. El color prima sobre el dibujo, tiene una importancia fundamental. Son colores vivos, intensos, aplicados a veces de forma homogénea y sin matices ( colores planos) como en el vestido amarillo de la muchacha. Esta intensidad de los colores anticipa los colores del fauvismo. Destacan sobre todo los colores primarios en contraste con los complementarios para hacerlos más intensos: el amarillo de la mujer y el verde del banco junto al complementario naranja. Las flores rojas sobre el verde del primer plano… Como en el impresionismo se renuncia al negro y las sombras son de color azul y no negro. Algunos colores no son descriptivos, son antinaturales como el azul de los árboles del fondo. Estos colores se aplican con pinceladas cargadas de pasta pictórica.

La obra refleja el marco histórico y cultural de la transición del siglo XIX al XX cuando los cambios sociales y económicos tienen su reflejo en un arte que quiere buscar nuevos caminos de expresión. EL impacto de la fotografía conduce a los artistas a liberar a la pintura de la mera copia de la realidad. Gaugin buscará nueva fuente de inspiración en la vida y el arte primitivo como vemos en esta obra….

El pensador . ROdin

Se trata de una escultura sedente de bulto redondo fundida en bronce conocida como El Pensador debida al escultor francés Rodin. Algunos críticos califican el estilo de Rodin como simbolista y otros como Impresionista. Muestra a un hombre en actitud reflexiva y es el resultado de la realización en grandes dimensiones de un detalle de la llamada Puerta del Infierno con escenas de la obra de Dante “ La Divina Comedia” que iba formar parte del Museo de Artes Decorativas. En principio representaba a Dante contemplando a los condenados pero se eleva al símbolo del hombre reflexivo.

El lenguaje escultórico empleado es el propio de Rodin que toma como referencia la obra de Miguel Ángel para renovar la escultura francesa de finales del siglo XIX reaccionando contra el lenguaje escultórico académico derivado del arte neoclásico. Tiene en común con la pintura simbolista el que considera que el arte no debe limitarse a reproducir la realidad sino que ante todo expresar una idea. De ahí que introduzca ciertas deformaciones que subrayan el carácter artístico de la obra, su condición de obra de arte por la intervención de un artista. Así el pensador muestra unos pies demasiado grandes y un rostro deformado por la introspección. El lenguaje artístico inspirado en Miguel Ángel por la anatomía vigorosa y perfectamente estudiada. Pero al tiempo el rostro, lejos de la belleza ideal y la inexpresividad de muchas obras académicas del siglo XIX que seguían las normas del arte Neoclásico se caracteriza por una intensa fuerza interior. El rostro muestra la terribilitá miguelanguelesca.

Page 12: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello

El artista reinterpreta el lenguaje clásico pero utilizando algunos de sus recursos. Es una obra que logra crear distintos puntos de vista ( estereometría) al girar sobre sí misma en una suave serpentinata. Logra evitar el frontalismo mediante la disposición de las extremidades al apoyar el brazo derecho sobre la pierna izquierda y el izquierdo sobre la derecha en una reinterpretación novedosa del contrapposto clásico o contraposición dinámica de los miembros.

La superficie de la obra es donde aparece más rompedor renunciando al suave acabado de las obras clásicas para resaltar las cualidades de una superficie rugosa que recuerda el non fininto de Miguel Ángel. Esta valoración del material escultórico anticipa el tratamiento de la superficie de las esculturas de muchas esculturas del siglo XX. La superficie está animada por intenso claroscuro que la dota de dinamismo. Algunos críticos se centran en el brillo de la luz sobre las rugosas superficies de la obra para considerarlo dentro del Impresionismo que en pintura también prestaba atencon a los juegos lumínicos.

A pesar de los perfiles cerrados, su composición y la actitud del personaje sentado en el borde de una roca dotan a la obra de gran dinamismo. Estas formas cerradas contribuyen a subrayar la imagen de un personaje centrado en sí mismo, volcado en su mundo interior.

Un aspecto muy singular es la concepción de la escultura como una forma en el espacio en la que tiene tanta importancia la masa como el vacío. De nuevo aquí aparece como un anticipo de la escultura contemporánea que se complace en valorar el vacío en la escultura.

Los burgueses de Calais. Rodin. Escultura Impresionista

Se trata de un grupo escultórico fundido en bronce y conocido como “ Los burgueses de Calais” y es un ejemplo escultura que algunos autores califican de simbolista y otros de impresionista de finales del siglo XIX realizada por Rodin. Es un tema histórico que nos muestra a seis ciudadanos de Calais que durante la Guerra de los Cien Años se entregaron respondiendo con sus vidas a cambio de que los ingleses respetaran la de sus conciudadanos. Rodin representa con fidelidad el hecho histórico pues los burgueses o ciudadanos de Calais que se entregaron debieron presentarse descalzos, la cabeza descubierta, vestidos con camisones y una soga al cuello. Podemos observar como Rodin ha sabido captar distinta actitud de los personajes ante su próxima muerte dese el que avanza cabizbajo hasta el que desesperado medita con su cabeza entre las manos.

El lenguaje empleado es calificado por algunos autores como simbolista y por otros como impresionista. Utiliza el lenguaje clásico pero lo renueva. Así lenguaje es naturalista y podemos apreciar un correcto estudio de la anatomía y del movimiento. Además las figuras presentan un carácter volumétrico. Hay un perfecto estudio de la expresividad y Rodin nos muestra cada figura con carácter diferente: algunas caminan altivas, como la del extremo izquierdo de la fotografía, otras abatidas o resignadas, algunas desesperadas. El grupo escultórico tiene un carácter estereográfico pues la disposición de las figuras está planteada de tal forma que se invita al espectador para observarlas desde distintos puntos de vista. Así en la fotografía que se nos presenta no podemos ver el rostro de algunos personajes que miran en sentido contrario mostrándonos la espalda como el del extremo izquierdo.

Page 13: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello

Pero al tiempo renueva el lenguaje clásico y anticipa la escultura del siglo XX. Por ejemplo introduce algunas deformaciones para aumentar la expresividad y de ahí las extremidades excesivamente grandes de algunos personajes, como los pies y las manos. Otro aspecto novedoso y propio de Rodin es la valoración del espacio entre las figuras, algo en lo que investigará la escultura de las vanguardias y en general toda la escultura contemporánea. Tradicionalmente el escultor valoraba la escultura como una forma en el espacio pero los escultores del siglo XX también intentan aprovechar las posibilidades expresivas del espacio, del aire que rodea las figuras. Esa valoración del espacio entre las figuras se hace en esta obra al separar unas figuras de otras evitando el aspecto de masa compacta

La composición del grupo nos muestra un grupo de dos figuras situados delante en la escena y otro grupo formado por tres personajes en diagonal y un cuarto personaje situado detrás. La diagonal marcada por estos personajes contribuye a introducir al espectador en la escena, igual que el hecho de que las figuras estén situadas a ras de suelo y no en un pedestal. En todo caso, es una composición no simétrica, que contribuye a dar sensación de realismo, de escena tomada del natural, de instantánea captada en un momento concreto de la acción. En este sentido se parece al impresionismo, que pretende captar momentos concretos, fugaces, tomados del natural.

En las figuras predominan los contornos cerrados para evitar la excesiva gestualidad de las esculturas románticas contra las que reacciona la escultura realista e impresionista de la segunda mitad del siglo XIX. Estos contornos cerrados contribuyen a transmitir la sensación de estatismo, de abatimiento, ligada al tema de los que se resignan a ir hacia la muerte. Otro aspecto destacable de Rodin es la forma de tratar la superficie de las figuras. Toma de Miguel Ángel la idea del non finito y así el personaje barbado tiene un aspecto abocetado, lejos de las brillantes y pulidas superficies propias del academicismo imperante en la primera mitad del siglo XIX en las esculturas neoclásicas. Además la superficie se trabaja muy profundamente en algunos lugares provocando un contraste violento de luces y sombras que contribuyen a una superficie animada y contrastada. Esta forma de trabajar las superficies hace que la obra de Rodin sea considerada por algunos como “ impresionista”.

La obra refleja el marco histórico y cultural de finales del siglo XIX donde los enormes cambios introducidos por el desarrollo de la sociedad industrial y la revolución liberal han creado un nuevo marco que exige al arte evolucionar buscando nuevos caminos. En este mundo que es todavía del siglo XIX pero anticipa el siglo XX hay que insertar la vida y obra de Rodin.

Page 14: Web viewlejos de la temática llena de contenido moral, filosófico o político de la Pintura Romántica o la Pintura Realista ... vestidos con camisones y una soga al cuello