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A propósito de Osama Bin Laden Poco se sabe sobre la vida de este personaje que adquiere notoriedad a nivel mundial por las acusaciones del gobierno estadounidense como responsable de los atentados contra el World Trade Center de New York, el 11 de septiembre del 2001. Aunque ya era muy conocido para el gobierno estadounidense, particularmente para la C.I.A., mas no para el público en general, para quien bin Laden era un perfecto desconocido’. Anteriormente a estas ‘acusasiones’ de George W. Bush como Presidente en turno de EEUU, Bill Clinton, ya se refería a Osama bin Laden como el enemigo público número Uno y su nombre figuraba desde hacía tiempo en la Lista de Los Más Buscados por el F.B.I. (Decisión muy cuestionada, pues cuando dejó de ser útil a los intereses estadounidenses inmediatamente se le ‘declaró’ ‘enemigo’ de la democracia (no de los EEUU, sino de la democracia en general) y se le puso en la lista negra’, (Como si no ‘supieran’ en donde estaba o no tuvieran ‘medios’ para localizarlo) simplemente, para dar la ‘impresión al intencionalmente mal informado público’ que Osama se había escondido, porque se había ‘vuelto’ en contra de ‘la mano que le había alimentado’). Por lo que han comunicado los estadounidenses, se sabe que Osama nació en 1957, sin haberse dado a conocer la fecha exacta (razones de seguridad nacional (?), acontecimiento que en realidad, debe haber pasado bastante desapercibido pues el bebé que sería nombrado Osama

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A propósito de Osama Bin Laden

Poco se sabe sobre la vida de este personaje que adquiere notoriedad a nivel mundial por las acusaciones del gobierno estadounidense como responsable de los atentados contra el World Trade Center de New York, el 11 de septiembre del 2001.

Aunque ya era muy conocido para el gobierno estadounidense, particularmente para la C.I.A., mas no para el público en general, para quien bin Laden era un ‘perfecto desconocido’.

Anteriormente a estas ‘acusasiones’ de George W. Bush como Presidente en turno de EEUU, Bill Clinton, ya se refería a Osama bin Laden como el enemigo público número Uno y su nombre figuraba desde hacía tiempo en la Lista de Los Más Buscados por el F.B.I. (Decisión muy cuestionada, pues cuando dejó de ser útil a los intereses estadounidenses inmediatamente se le ‘declaró’ ‘enemigo’ de la democracia (no de los EEUU, sino de la democracia en general) y se le puso ‘en la lista negra’, (Como si no ‘supieran’ en donde estaba o no tuvieran ‘medios’ para localizarlo) simplemente, para dar la ‘impresión al intencionalmente mal informado público’ que Osama se había escondido, porque se había ‘vuelto’ en contra de ‘la mano que le había alimentado’).

Por lo que han comunicado los estadounidenses, se sabe que Osama nació en 1957, sin haberse dado a conocer la fecha exacta (razones de seguridad nacional (?), acontecimiento que en realidad, debe haber pasado bastante desapercibido pues el bebé que sería nombrado Osama posteriormente, fue el decimoséptimo hijo, de los 52 que tendría el acaudalado magnate de la construcción Mohamed Bakú bin Laden.

Quienes le conocieron en su juventud (y que gracias a la prensa sensacionalista estadounidense hoy son ricos o a punto de serlo) afirman que era un joven ‘normal’ lo que cubre poco, no quiere decir mucho y se presta a todas las interpretaciones que se quieran dar a ese calificativo.

Lo que se puede ‘rescatar’ de este torrente de calificativos es que Osama tenía un ‘notable fervor religioso’ demostrado durante la reconstrucción de las antiguas mezquitas de Medina y La Meca, reconstrucciones realizadas por la empresa familiar.

A los 22 años de edad, obtiene su Licenciatura en Ciencias Económicas en la Universidad Rey Abdul Aziz, en 1979 con matrícula de honor, {nada menos} aunque posteriormente, se trataría de ‘disminuir’ ese mérito asegurando que su padre ‘compró’ el grado); entró en contacto con la Hermandad Palestina y se dice que inició profunda amistad con uno de los cerebros de los muyahidin afganos: Mufaz al Awì.

Su objetivo era muy simple y del total agrado del gobierno estadounidense: poner en marcha una organización de alcances internacionales reclutando guerreros islámicos para combatir a los soviéticos en Afganistán..

Se convirtió en un héroe (del tipo que tanto alaban en Washington), y no solamente para los árabes, algunos periódicos estadounidenses, dirigidos, alimentados y manejados por la C.I.A., no se cansaban de elogiar la valentía de los soldados de bin Laden en Afganistán, a los que el periodista Robert Frisk del New York Times, llamaba los 9,000 luchadores por la libertad más destacados. (¡que ironía!, ¡que falsedad! ¿No les parece?).

El gobierno de los EEUU que hoy lo persigue, supuestamente en forma ‘implacable’, (tan implacable que no lo han podido ‘encontrar’) contribuyó en mucho y con mucho a la resistencia afgana liderada por bin Laden, llegando a gastar tres billones de dólares en ese esfuerzo en ‘pro de la libertad y la democracia, distribuidos como ha sido su costumbre a través de la C.I.A. y no debe olvidarse que se estaba combatiendo a los soviéticos, definidos por ese mismo gobierno como enemigos de los EEUU, y por añadidura enemigos de la democracia, enemigos de la libertad, enemigos del béisbol, y por alguna razón incomprensible, no habían declarado a los soviéticos enemigos de la General Motors, Mac Donald’s y la Coca Cola.

(Hoy, que hay venta de estos productos en Moscu y San Petersburgo y otras ciudades y poblaciones rusas, comprendemos la razón).

En 1979, con esa ‘aureola de héroe’ Osama bin Laden realiza un extenso viaje por Europa fijando su base de operaciones en Viena, en donde se había ‘programado’ una reunión ‘secreta’ con agentes de la C.I.A. y simpatizantes islámicos que podrían apoyar con armas, hombres y otros recursos para la lucha contra los soviéticos, no sólo en Afganistán, sino en ‘otros frentes’ también.

Se elige la población de Swet an der Thya en Carpinia para una reunión clandestina con diversos fabricantes de armas checoeslovacos que por razones comprensibles no podían celebrar estas reuniones en su suelo natal y porque Praga estaba ‘repleta’ de ‘espias y colaboradores’; la C.I.A. que organizaba y controlaba estas operaciones, no quería ‘alertar’ a los soviéticos de sus tratos con los fabricantes checoeslovacos de armas y municiones y por lo mismo, decide efectuar la reunión en Carpinia, situada a una corta distancia de Praga.

Por una u otra razón, la ‘reunión’ se pospone por unos días, y Osama se encuentra con la posibilidad de visitar el Monasterio de Carpinia en donde, le han informado, existen algunos planos y documentos de la construcción original de las mezquitas de Medina y la Meca, mezquitas que su familia había reconstruido algunos años antes, proyecto en el que el personalmente intervino como asistente y del que no tuvo la previsión de hacer archivo de esos antiguos planos.

Visita el Monasterio en donde es bien recibido (recordemos que aún no se le ‘etiqueta’ como terrorista y es un potentado árabe reconocido por su fervor religioso); se le muestra la Biblioteca en donde, efectivamente, había documentos interesantes y hasta algunos planos correspondientes a la mezquita de Medina (de la mezquita de La Meca, no hay ningún plano).

Su interés se ‘despierta’ y pasa varios días estudiando esta documentación y descansando de sus otras ocupaciones. Al recibir noticias de que la reunión se celebraría por fin, en Swet an der Thya, Osama se despide de los amables monjes y regresa a ocuparse de sus asuntos ‘armamentistas’.

El Monarca árabe Fahd Ben Adbelaziz (saudí), temía las consecuencias de una guerrilla islámica radical, con muchos recursos técnicos y humanos situada tan cerca de su territorio, y aconsejado y apoyado por la C.I.A., y por ese temor clausura los campos de entrenamiento de bin Laden que se habían instalado, con la aprobación de Fahd, en el territorio colindante con Afganistán, unos años atrás.

Este hecho y algunas otras ‘muestras’ del ‘doble juego’ y la ‘falsedad’ de la C.I.A., y del gobierno que representa, hacen enfurecer a bin Laden quien se enfrenta al monarca saudi Fahd por la clausura de los campos de entrenamiento y su apoyo a la ‘doble intención’ del gobierno estadounidense.

Osama, en un principio, nunca estuvo de acuerdo en la idea del gobierno estadounidense de transformar la guerra en Afganistán en una guerra global de los estados islámicos en contra de la Unión Soviética; Osama únicamente pretendía, la ‘liberación’ de Afganistán, de los soviéticos, no le interesaba ni quería participar en una ‘guerra islámica’ y mucho menos, en una guerra ‘manejada’ por la C.I.A., y no los islamicos.

Además, Osama desconfiaba del Rey Fahd porque este estaba muy involucrado con la C.I.A. en el manejo del denominado negocio del Cuerno de Oro/África, (producción y distribución de drogas) del que Fahd recibía importantes sumas de dinero.

Aunque parezca mentira, a Osama no le interesaba nada más que expulsar a los soviéticos de Afganistán y por su reconocido fanatismo religioso repugnaba el tráfico de drogas.

El dinero no era motivación alguna, pues tenía la disponibilidad de enormes sumas en el momento en que las necesitara, tanto de su padre como del gobierno estadounidense (o al menos, eso era lo que en ese entonces creía).

Al desmantelarse los campos de entrenamiento concesionados a bin Laden, algunos de ellos fueron convertidos en plantíos de amapola, para la producción de opio y las instalaciones transformadas en laboratorios para la producción de heroína.

No solamente los ex campos de entrenamiento sufrieron esa trasformación, se puede notar que por todo Afganistán se establecieron plantíos y laboratorios procesadores pues antes de la ‘guerra afgano/soviética’ no había producción alguna de heroína, y de los pocos y magros campos de cultivo de amapola se obtenía producto para escasamente abastecer el 20 % del consumo local.

Durante los primeros dos años de operación bajo el mando y control de la C.I.A., Afganistán y Paquistan, se convirtieron en los mayores productores de heroína del mundo, abasteciendo poco más del 60 % de la demanda de los mercados estadounidenses (la demanda más importante del mundo tanto en número como en unidades y en ‘dinero’); aproximadamente el 70 % de la demanda de los mercados europeos y latinoamericanos, y aproximadamente el 90 % de los mercados africanos.

Ese era el Cuerno de Oro (establecido, operado y manejado por la C.I.A., como lo reconocen los mismos ex directores, y los publica Alfi Mc Coy en Internet, por supuesto negado por el gobierno estadounidense con todo cinismo y por todos y cada uno de los herederos de esas operaciones clandestinas.

Solamente para dar por terminado este tema, que resulta periférico a nuestro tema central, citarémo algunas declaraciones de Charles Cogan, ex director de la C.I.A. quien en 1995 admitió que en la ‘operación afgana’ (cita textual) : “ ..... nuestra misión principal era hacer el mayor daño posible a los soviéticos ....... en realidad, no teníamos ni los recursos ni el tiempo suficiente para dedicarnos a la investigación del trafico de drogas, promovido y manejado por agentes estadounidenses ........ no creo que hayamos de disculparnos por ello ........ cada situación tiene su contrapartida ..... hubo un resultado negativo en cuanto a las drogas, si ..... pero el objetivo principal se consiguió : los soviéticos abandonaron Afganistán “.......” la política contra los narcóticos en esa parte del mundo, está subordinada a la guerra contra la influencia soviética” .........

Como podrán darse cuenta, Osama bin Laden estaba totalmente al margen de este asunto, era, de hecho, un protegido, una creación de la C.I.A. y del gobierno estadounidense, hasta que dejó de ser ùtil’, hasta que demostró alguna voluntad propia y se ‘rebeló’ contra los deseos de la C.I.A.

Pero no solamente eso, Osama bin Laden estaba muy confundido por los alcances del doble juego estadounidense y se le atribuye haber dicho :“ ni yo, ni mis hermanos, vimos pruebas de la ayuda de los EEUU mas alla del dinero inicial que nos entregaron y algunas remesas posteriores ”....

Cuando Osama bin Laden conoce los detalles de la clausura de sus campos de entrenamiento y las pruebas de la responsabilidad de los estadounidenses en el negocio de las drogas, enfurece y su ‘odio’ hacia cualquier símbolo que representa cualquier cosa estadounidense se hace ‘fanático’.

Unos meses después, conoce las estadísticas de la producción y consumo de drogas en Paquistan y ‘monta en cólera’ y jura vengarse contra quien sea “responsable de envenenar a la juventud”, jurando que en su país, esto no ocurrirá. Un carácter peligrosamente fanático empieza a apoderarse de sus acciones, alimentado por ‘la traición de los estadounidenses’.

Paquistan en 1979 tenía una población adicta a la heroína, de casi cero, y para 1985, escsos 6 años después, llegó a 1.2 millones de adictos, lo que representa un crecimiento mucho mayor porcentualmente que el de cualquier otro país del mundo, incluyendo los EEUU ( el ‘mecanismo’ utilizado era simple : en las escuelas, se ‘regalaba’ el ‘paquete’ a cualquiera que quisiera ‘probarlo’; en las calles igual. Muchos lo aceptaban por el ‘negocio’ que les representaba ‘introducirlo’ al mercado negro, otros ‘por curiosidad’,el resultado fue una baja inicial en el ‘negocio’, seguida de una subida meteórica de las utilidades por el incremento brutal en el consumo.

Con el deterioro de sus relaciones con el Rey Fahd, Osama bin Laden pronto empieza a conocer en espeluznantes detalles las acciones secretas de la C.I.A. y su intervención directa en la clausura de sus campos de entrenamiento, pero lo que le ‘saca de quicio’ es lo que considera como traición a los intereses legítimos del pueblo afgano, prolongando la lucha contra los soviéticos innecesariamente, sólo para poder ‘cimentar’ su imperio de la heroína.

Y, por supuesto, el ‘retiro’ del enorme caudal de fondos que la C.I.A. le ha hecho; ‘de repente’ se ha convertido en un paria, un paria rico, riquísimo, es cierto, pero un paria al que ya no se le toma en cuenta en las acciones en contra de los soviéticos.

La C.I.A. está ‘preparando’ otros elementos de lucha, y la C.I.A, ya no ‘necesita’ a Osama bin Laden.

Osama bin Laden toma este rechazo de hecho en forma bastante filosófica y su primera acción, es ‘retomar’ la idea de una guerra santa a la que se había opuesto inicialmente y procede a formar secretamente un grupo al que se denomina Al –Qa’eda (que significa La Base).

El propósito es simple y único: fomentar la guerra santa islámica extendiéndola a todos los niveles; su ideología es, simplemente dicha, enfrentar a sus enemigos sólos, sin contar, tener o procurar ‘aliados’, basándos únicamente en guerreros islámicos, ‘preparados hasta los más profundos límites del fanatismo’ y señala como el principal enemigo al imperialismo yanqui, y por extensión, a cualquiera que no sea islámico.

Esos son los principios, esa es la ideología básica enseñada hasta el apasionamiento más absurdo e irracional, mientras se ‘preparan’ grupos de militantes en campos de entrenamiento clandestinos.

Al –Qa’eda tarda un poco de tiempo en aparecer públicamente; de sus tratos con la C.I.A., Osama había aprendido paciencia y astucia, había aprendido a ‘enseñar’ una mano, y ‘esconder’ la otra.

Poco después, cuando ya es ‘rechazado’ públicamente y acusado de ‘terrorista’ y enemigo publico de EEUU, Osama bin Laden modifica el manifiesto de Al-Qa’eda e incluye entre sus enemigos declarados a los judíos e incluye a los ‘cruzados’ en clare referencia a Israel y a las demás naciones de Occidente de cultura cristiana.

Entre una cosa y otra, el último tanque soviético sale de Afganistán en 1989 y significa, entre otras cosas, el regreso de bin Laden a su patria Arabia Saudita, en donde permanece hasta 1991 en donde su fanatismo e intransigencia le hace expulsar al denunciar públicamente a la familia real por su falta de observancia de los preceptos del Corán.

De esa forma, y por esa causa inicia su peregrinar asentándose en quien sabe donde, permaneciendo oculto para sus aliados y para sus enemigos.

Para esas fechas, su discurso ha cambiado, se ha ‘radicalizado’ ....... predica la guerra santa defendiendo el uso indiscriminado de la violencia y apoyando el empleo de tácticas de terrorismo.

Señala y enfatiza como enemigos del Islam a los judios (léase Israel) y a los ‘cruzados’ (léase EEUU), a los que ataca con particular virulencia exponiendo la deshonesta conducta de la C.I.A. y su intervención en el trafico de heroína.

Por supuesto, en EEUU ‘eligen’ no hacerle caso, y en otras partes del mundo, igualmente, por lo que puede decirse en cierto modo que sus ‘denuncias’ no son ‘escuchadas’.

Al ser expulsado de Arabia Saudita, se supone que encuentra refugio en Afganistán, desde donde ‘desaparece’ hasta la fecha, sin llegarse a saber con certeza en donde está escondido.

En 1995 la C.I.A., esa institución que inexplicablemente para nosotros aún tiene cierta credibilidad y hasta prestigio en los EEUU, señala a Osama bin Laden como implicado en un complot para asesinar al Presidente egipcio Hosni Mubarak, que, conveniente y afortunadamente, fue desarticulado (por la C.I.A.), antes de que fuera llevado a cabo y se le implica como principal sospechoso de haber participado en

el atentado con bombas al World Trade Center en febrero de 1993, sin haberse probado ni comprobado ninguna participación.

Los medios de comunicación estadounidenses habían descubierto un ‘nuevo filón’ de noticias para incrementar su rating (y sus ventas): se le ‘cuelgan’ intentos de asesinato hacia la persona del Papa, del entonces Presidente Bill Clinton, y de otras ‘personalidades’; se asegura con vehemencia su participación, dirección, y financiamiento en los ataques en contra de las fuerzas estadounidenses en Somalia y Arabia Saudita prometiendo exhibir pruebas, que nunca llegan a ‘ver’ la luz pública.

Cometen el gravísimo error de ‘hacer propaganda’ y dar exposición a sus ideas y acciones, en nombre de una libertad de expresión muy mal entendida y peor manejada.

Los oficiales de la C.I.A. y el propio ex actorcillo de Hollywood Ronald Reagan, siendo Presidente, aseguraban que la fortuna personal de bin Laden era de 387,243 millones de dólares (sin citar, por supuesto, ni la fuente de esa información, ni la ‘precisión’ de las cifras) y que esa fortuna ha servido para financiar ‘campos de entrenamiento’ para terroristas en Sudán, Filipinas, Afganistán y Siria.

Con la mano en la cintura, y una sonrisa digna de cualquier anuncio de ‘pasta dental’ George W. Bush (Bushito), al igual que su señor padre anteriormente, dice al mundo y a quien quiera oírle que Osama bin Laden utiliza su abundante fortuna para enviar tropas fundamentalistas islámicas al norte de África, a Chechenia, Tayikistán e incluso a Bosnia. En donde quiera que se vea en la televisión un guerrillero con cara de árabe, aunque sea gringo, se dice que fue enviado por bin Laden.

Por supuesto, y como era de esperarse, junto con esos reportes y denuncias, se incluye un respetuoso silencio respecto a la producción y venta de heroína patrocinada y manejada por la C.I.A., que en un momento salio a la luz publica en los EEUU y que con rapidez mayor a la velocidad de la luz, se ha ‘olvidado’ por ser de mayor importancia para la Seguridad Nacional, señalar, indicar, repetir y repetir que Osama bin Laden es el mayor enemigo del mundo civilizado y de paso , como no queriendo, el mayor enemigo de EEUU.

Enemigo al que poco o nada ‘se hace’ por capturar.

De hecho, su captura no resultaría ‘conveniente’ porque la historia universal reportaría un período en el que los EEUU no han tenido la oportunidad de ‘defender’ al mundo libre de las amenazas de los enemigos de la democracia, la libertad y la Coca Cola.

Oficialmente, se acabaron los nazis, (los gringos se han encargado de crear y mantener ‘neo-nazis’ en Europa y en su propio país (para un futuro cercano, suponemos).

Oficialmente se acabaron los japoneses aunque a nosotros Hiroshima y Nagasaki nos tosigan recordando.

Oficialmente se acabó Vietnam aunque millones de estadounidenses lo ‘recuerdan’ y tienen recuerdos ‘imborrables’.

Oficialmente se acabaron los rusos (ahora es la mafia gringo/rusa).

Oficialmente se acabo Sadam (y aún no aparecen las ‘armas de destrucción masiva’).

Y así podríamos seguir y seguir, pero el caso es que de repente EEUU, ya no tenía ‘enemigos’, por lo que se inventaron los terroristas: su ‘padre’ y ‘máximo representante’ Osam bin Laden.

La historia universal puede estar ‘tranquila’.

Con esa inefable determinación de meterse en todo, de haberse ‘autonombrado’ policías del mundo y de ‘defender los derechos (y los chuecos) de los ‘intereses de sus multinacionales’ se han ‘erigido’ en defensores de la democracia y la libertad.

Afortunadamente para el resto del mundo, solo Hollywood y Washington se los ha ‘creído’, el resto del país aún está ‘esperando’ el resultado de las ‘encuestas oficiales’ para ‘saber’ que ‘opinión’ tiene que emitir.

Y en ese espíritu democrático (?) tan característico Bushito ha declarado a los cuatro vientos, en vivo y a todo color, vía satélite, que Osama bin Laden tiene el honor de ser el ‘cerebro’ detrás de los brutales atentados contra las Embajadas de los EEUU en Kenia y Tanzania en agosto de 1998 y por supuesto, y sin lugar a la menor

duda, para él, para Bushito (a quien Dios directamente le ‘habla’ e ‘inspira’), Osama bin Laden también es el responsable directo de los atentados en New York del 11 de septiembre del 2001.

Desgraciadamente y muy a pesar de muchos, esto no ha podido ser ‘demostrado’, y por ‘esto’, nos referimos a que Osama bin Laden sea el responsable del atentado que involucró el secuestro de dos aviones comerciales y su sacrificio contra las Torres Gemelas.

Al igual que con otros ‘casos’ el gobierno, se ‘cierra’ en una teoría que puede ser ‘plausible’ y no explora otras líneas de investigación.

Simplistamente, aceptan cualquier cosa que se ajuste a su teoría y de ahí, desarrollan una enorme campaña de ‘información’ para ‘convencer’ a los ciudadanos de ‘su verdad’.

Tristemente, esto recuerda la teoría del ‘asesino solitario’ de Dallas del 22 de noviembre de 1963, teoría que hoy, nadie cree.

De tanto repetirse, las mentiras pasan a ser consideradas como ‘verdades’.

Es un hecho de que ha habido actos terroristas, de eso no hay dudas.

De que haya sido Osama si hay dudas y muchas.

Lo que es cierto es que Osama, no os ama gringuitos.

Y a la C.I.A., al gobierno y a las ‘declaraciones ‘oficiales’, nadie les cree.

El problema ‘de fondo’ es que EEUU ya no es ‘lider’ (Ese liderazgo, que quizá algún día tuvieron, se ‘perdió’ el 22 de noviembre de 1963 en su propio ‘suelo’, y no lo ha podido recuperar con ninguno de los gobernantes siguientes).

Conservan aún, y quien sabe por cuanto poco tiempo, un poderío económico y militar enorme, pero su misma gente ya no respeta a su ‘gobierno’ y en todo el mundo ‘se rechaza’ a sus ciudadanos.

Esto es una lastimosa realidad, que ni el gobierno ni los estadounidenses quieren reconocer, hasta que sea demasiado tarde para ello y para ellos..

No diremos “te lo dije”, ni mucho menos, “te lo mereces”, pero si podemos decir con apego a la verdad histórica que sus múltiples, continuos y repetitivos ‘errores’ de política exterior e interior, su falta de cultura general y del reconocimiento de la idiosincrasia de los demás habitantes del planeta han producido los resultados negativos que estamos viendo.

EEUU hoy, está ‘recogiendo’ lo que sus antepasados sembraron y quizá, se podría decir “te lo buscaste”.

Y baste este ‘leño’ más al fuego y retomando nuestro tema central: desde la época de la denominada Guerra Fría, Washington estuvo apoyando constantemente a Osama bin Laden a través de la C.I.A., pero al mismo tiempo lo incluía en la Lista de los Más Buscados.

Clasificación sin sentido alguno, pues el F.B.I., no tiene intervención alguna fuera del territorio estadounidense, pero incluirlo en la Lista fue considerado como una buena ‘cortina’ de humo ¿no les parece? Lo que se ‘antoja’ increíble es que el ciudadano común y corriente se ‘deje’ manipular por todo lo que su gobierno afirma y se dejan ‘influenciar’ por todo aquello que lleve el sello ‘oficial’, al que cree con mayor fanatismo que a la Biblia, al fin y al cabo son estadounidenses y ya se enteraron que su expresidente Bush ito, se ‘habla’ diariamente con Dios de tu a tu.

Después del 11 de septiembre, el gobierno estadounidense acusa oficialmente a bin Laden de ser el responsable de los atentados terroristas de ese día, y se supone que ‘intensifica’ la búsqueda de este personaje.

Búsqueda que por lo que se ha visto no dará resultados mientras los EEUU sigan ‘involucrados’ en conflictos que no les pertenecen y ahora, volcados hacia el interior en una paranoia comprensible de terrorismo ‘doméstico’, es más que probable que nunca encontraran a bin Laden.

Y parece que EEUU no tiene ‘memoria’ o no quiere tener memoria y que sus ‘analistas’ tienen vacío el cerebro porque no se han detenido a pensar que Osama bin Laden no necesita ‘hacer’ o ‘dirigir’ ningún acto terrorista, cualquiera puede hacerlo y la ‘culpa’ será enfocada hacia bin Laden.

Ha sido tanta y tan masiva la ‘paranoia’ creada por Reagan, Bush padre, Clinton, por Bushito y que Barak no se ha atrevido a continuar, que basta con que se dé cualquier acto para que se le atribuya ‘automáticamente’ a bin Laden.

Se les ha olvidado, o no se han dado cuenta que el arma mas poderosa no es el terrorismo activo sino la psicología del terror que los mismos gobernantes estadounidenses, la prensa ‘vendida’ a los intereses gubernamentales, etc., han ‘establecido’ y ‘siguen alimentando’.

¡¡ Que lástima que al gobierno y los publicistas del gobierno de los USA no se les ha ocurrido volver a la vieja técnica de repartir ‘posters’ por todos lados!!

Porque si hicieran uno como el que se muestra a continuación, de seguro a más de algún estadounidense ‘emprendedor’, la posibilidad de ‘ganar’ unos dolarcitos daría por resultado la captura de Osama, de eso, el gobierno podría estar seguro.

Hoy día, es suficiente con que aparezca bin Laden en los noticieros de la televisión para que los estadounidenses sientan’y tiemblen como mucha gente ha sentido y temblado cuando los ‘marines’ y asesores ‘militares’estadounidenses llegan a cualquier País a ‘combatir’ las fuerzas que amenazan la ‘democracia y el mundo libre’.

Es una muy cruel ironía que se culpe a la Jidhad Islámica, calificada por el gobierno estadounidense públicamente como amenaza ‘real’ para los EEUU,

mientras estas mismas organizaciones islámicas constituyen un elemento fundamental, clave, de primera importancia, en las operaciones estadounidenses en los Balcanes y en lo que fue la Rusia comunista (léase, con claridad, esas organizaciones islámicas, trabajan en beneficio de los intereses estadounidenses en el ‘exterior’, pero son una ‘amenaza’ en el ‘interior’).

Tal vez, Osama bin Laden sea responsable de lo mucho que se le ‘atribuye’; el tiempo, la historia lo dirá, no las comunicaciones ‘oficiales’ estadounidenses, ni la familia Bush o Barak Obama.

Empero, lo grave es que así como los EEUU querrían contar con un pretexto válido para intervenir oficialmente en la II Guerra, y ‘permiten’ el ataque a Pearl Harbor, así mismo, están ‘creando’ una leyenda, un ‘mito’, alrededor de bin Laden para tener elementos suficientes para ‘justificar’ quien sabe qué planes por ahora desconocidos.

El mundo entero acaba de ser testigo de la ‘justificación’ gubernamental de los ataques contra Sadam Huseinn, otro de los Frankestein creados por la política estadounidense (como Noriega, North y otros más) que tuvieron como principal efecto la reactivación de la adormilada industria militar estadounidense y la momentánea elevación de los ‘ratings’ del gobierno entre sus compatriotas, a pesar del ‘rechazo’ mundial.

Lo anterior no quiere decir ni debe interpretarse como que Osama bin Laden es una ‘blanca paloma’, ni nada remotamente parecido, ni que sea una de esas ‘aves’ que cruza el pantano sin mancharse, empero no se vale culparlo sin haberle dado el beneficio de la duda; no se vale darlo como culpable sin ‘pruebas’ suficientes por más que el gobierno de un país poderoso así lo comunique.

Tampoco se vale esgrimir argumentos religiosos fundamentalistas como apoyo a lineamientos que no coinciden con los propios. En otras palabras, no es correcto, culparlo de lo que no se ha podido ‘demostrar’.

Y así como aún estamos esperando que se encuentren las armas de destrucción masiva de Sadam Hussein, aún estamos esperando que se demuestre que Osama bin Laden es el responsable del atentado del 11 de Septiembre.

No se vale fabricar evidencias para atribuirle hechos que concuerden con lo ‘dicho’ por el gobierno.

Osama bin Laden no será culpable, hasta que se demuestre su culpabilidad; en tanto esta demostración no ‘ocurra’, seguirá la ‘mancha’ de duda sobre el gobierno de los EEUU, y sus ‘instituciones’ (C.I.A., F.B.I., etc., y anexas) como sigue la ‘mancha’ de la combinación de dudas y certidumbres sobre Laos, Vietnam, Oliver North, Chile y Salvador Allende, el General Noriega, Sadam y muchos otros que no vamos a mencionar en este espacio pero que todos conocen.

(Quiero agradecer al profesor Michel Chussudovsky de la Universidad de Ottawa por el uso del material de referencia utilizado por su servidor para los comentarios anteriores (uso que hice sin pedir ninguna autorización por ser material publicado por su autor) y por las consideraciones que proponemos a ustedes, amables lectores, con un solo propósito: averiguen, analicen, piensen y formen su propia opinión).

Consideren como la Historia reciente y no tan reciente, nos demuestra a los Frankestein’s creados por el gobierno de EEUU que muy pronto pasan a ser ‘enemigos’.

De creación amada, protegida, apoyada, a enemigo implacable , para el gobierno estadounidense solo ha sido cuestión de tiempo, y para los estadounidenses, la corta memoria y la facilidad con que ‘olvidan’, no deja de ser ‘impresionante’.

(Que rápido se ha olvidado el temible, terrible, enorme arsenal nuclear y químico que Sadam tenía en el ‘closet’ y que no ha podido ser ‘encontrado’, que pronto se olvidó la invasión a Kuwait, y la Guerra del Desierto (evento televisado en vivo y a todo color al más puro estilo Hollywood con Bushito como ‘maquillado galán’, Colin Powell como el indispensable ‘negro’ de la película y Sadam como el Dart Vader de pacotilla).

Lo mas triste de todo es ese ‘doble standard’ con el que operan los EEUU; eso es lo mas triste del caso, tal vez porque no se menciona que los ‘ciudadanos’ con sus banderitas, sus desfiles, su ‘tocar el himno’ para todo y por todo, con su televisión e industria cinematográfica, se la ‘pasaban’ contentos, ignorantes de los que ocurre fuera de sus fronteras, de los que su gobierno hace en otros países, hasta que los ‘alcanzó’ el destino y al que en su desesperación y desconocimiento le pusieron un rostro, el rostro de Osama bin Laden.

Y una última reflexión. Unas cuantas páginas atrás, se mencionó un reporte del Ex Director de la CIA, Charles Cogan en el que admite que haya habido estadounidenses involucrados en la operación del Cuerno de Oro en el África.

Estas declaraciones se efectuaron alrededor de 1995 y que se sepa no ha habido ‘seguimiento’; no han transcurrido ni diez años y el ‘problema’ de las drogas ha crecido en forma tal que es un problema mundial, en el que los Estados Unidos siguen siendo el ‘mercado’ más numerosos y productivo del planeta, pero en el que, misteriosamente, nunca ‘hay’ estadounidenses involucrados, siempre son extranjeros perniciosos, principalmente latinos: colombianos, mexicanos, salvadoreños, hondureños, y de repente se mencionan rusos, afganos, españoles, franceses, holandeses, chinos o jamaiquinos o de cualquier otra nacionalidad menos estadounidenses los que resultan culpables y responsables de ese intenso narcotráfico.

¿No se les ha ocurrido que Osama Bin Laden sea responsable también de esto?