A RAS DEL SUELO

LUIS QUESADA SÁNCHEZ

Título: A ras del suelo

Autor: © Luis Quesada

I.S.B.N.: 84-8454-257-2 Depósito legal: A-575-2003

Edita: Editorial Club Universitario Telf.: 96 567 38 45 C/. Cottolengo, 25 - San Vicente (Alicante) www.ecu.fm

Printed in Spain Imprime: Imprenta Gamma Telf.: 965 67 19 87 C/. Cottolengo, 25 - San Vicente (Alicante) www.gamma.fm gamma@gamma.fm

Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de infor-mación o sistema de reproducción, sin permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.

A todos los que con su sensibilidad

y amor a la poesía, al oírme me es-

cuchen.

El autor

Mi libro anterior publicado por esta misma editorial, titulado “Gotas de Poesía” me ha proporcionado muchas satisfacciones. Es ahora en éste “A Ras del Suelo” donde pongo también toda mi ilusión y deseo que os llegue en belleza y contenido y os relaje o refleje, intentando miréis vuestra vida con optimismo, porque creo, todos lo necesita-mos y merecemos. Tengo en cartera para próxima publicación varios “Cuentos para mayores” prácticamen-te en prosa poética didáctica, ensayos, epis-tolar poético, alguno de éstos han sido pre-miados por la Ser o en concurso de Gloria Fuertes, que espero publicar antes que des-pués.Soy colaborador de la revista “Esencias”, editada hasta el momento con el respaldo del Ateneo de Alicante, donde colaboro con mis trabajos y participo en recitales.

Gracias a todos los que me brindan ojos y oídos a lo que pueda tener de bello y bueno mi pobre pluma.

Luis Quesada.

A ras del suelo

7

¿DEBO VOLVER?

Y pasará el tiempo y pasarán los días y te mostrarás alegre al hablar de todo menos lo que querías y yo a lo lejos, creyéndote feliz, platearé mis canas, borraré el recuerdo sin volver a ti.

Entre tus blancas sábanas con sabor a mí, acariciarás tus mejillas y yo sin saberlo tan lejos de allí.

Dirás un ¡Te quiero! y en altar un ¡Sí! a un hombre bueno, pero, tu sonreír cuando apagues la luz del candil, tornará en chispitas que en tus bellas pestañas pasarán a lágrimas en tu dulce perfil.

Dirás, que sueñas de todo menos que sueñas de mí. Yo hablo soñando y así prosigo

Luis Quesada

8

soñando contigo y nunca mi sueño yo olvido. Puede que tus labios cedas un instante y en la lejanía yo no sepa a quién; pero sé que eres mía y el beso flotando desde tu sien se posará en mis labios esté donde esté.

Nunca pensé que mi tallo y mi flor que marchita lacia acabaría, como acaba en la sombra la claridad del día. ¡Mujer, quizás deba volver!

-oOo-

A ras del suelo

9

¡Qué delito tan grande será el quererte, para que todos te vean y yo sin verte.

----

¿Quién es este que antes dijo blanco, a lo que blanco no era y ahora afirma que ve negro lo que en blanco no negrea?

¿Quién es este que así cambia de modelo de chaqueta, que con el ejemplo borra cuánto su boca aconseja?

----

Que el choque entre el pedernal y el eslabón que lo hiera, sea luz que nos ilumine y no llama que nos quema.

Respondamos al amor no con pasiones violentas ni con palabras necias, sino con el gozo puro que no lo yerra ni anega.

Luis Quesada

10

NO QUERÍAN

Nuestros labios tan unidos al estar aún tan pegados, no querían, separados, irse los tuyos contigo y los míos a mi lado.

-oOo

A ras del suelo

11

DAÑO

Olvídate de mí y también de mis labios si poder, puedes olvidarlos.

Diles que es mentira todo lo pasado, que soy un mezquino que tan sólo engaño; pero no dañes mis ojos puede que no tardes en querer besarlos y te quiero yo ver aunque esté destrozado.

Despréciame si quieres, maltrata mi existencia, desgarra mis labios que tanto te besaron, rasga mis dedos, aplasta mis manos que te acariciaron; pero no dañes mis ojos que necesito verte cómo me haces daño.

Luis Quesada

12

EL BESO QUE NO EXISTIÓ

Ni una huella en mi cara de cercano o luengo beso, mi madre darme no pudo me conoce desde el cielo.

Yo no sé lo que es un beso, dicen que es dulce, que es tierno, yo no sé, no sé que es eso.

Debe de ser tan extenso que a mi madre no da tiempo de darme sus labios presto, pues sino me los daría tantos, como estrellas y luceros.

No quiero me bese nadie porque comparar no puedo. Puede mi madre me bese con un amor tan etéreo que el eter pierda su lueñe juntando tierras y cielos.

Puede que yo me queje y ella de besos me deje plegada la cara y frente.

Puede que ella en su ente consiga en una ocasión que note suave en mi sien blanco beso, sensación de mi más célico edén.

A ras del suelo

13

Y ya pues, podría ya sin error al éste beso tener, dejar me bese otro amor en seguro menester que el beso de ella es mejor.

¡Bendito ente! ¡Bendito eter! ¡Mamá, recaba venia allí arriba! Seguro no dicen ¡No!

-oOo-

¿Quieres soñar conmigo el mismo sueño o prefieres soñar con agua y yo con fuego?

¿Quieres soñar sólo placer? Dice mi sueño que luego es agrio y no puede ser.

¿Quieres hoguera con fuego mañana igual que ayer? No te des tan sólo gozo, sin el gozo puede arder.

¿Es preferible dejarlo y con tranquilidad vivir?

¿Es más sencillo olvidarlo y procurar ser feliz?

¿Es más difícil lograrlo y con tesón conseguir?

Luis Quesada

14

¿Es imposible hallarlo y aconsejable morir?

Es tan difícil pensarlo que hoy yo no doy más de sí.

----

Acaricié sus perlas sin desprender su broche. Ardiendo sus pechos decía: Acaricia, acaricia mis senos pero mi vientre no toques.

----

Pisé en otoño las hojas secas y pisé una verde, que no debió caer. La herí tanto, que debió creer, que no había motivo, ni tenía por qué. La tomé suave, la besé su piel, pero ponerla no pude en el árbol aquel.

-OoO-

A ras del suelo

15

LA GOTA

Una gota de agua se eleva al cielo, en las nubes la acogen sus copos bellos y si muchas se juntan la nube pierde su color blanco espuma, color de nieve, se torna oscura, imponente y al reventar mira como se vierte, llora en tristeza y su blanco vuelve, quedándose pálida, vacío de muerte y a la gota le dice: ¡Vuelve tú a verme!, que sin ti, mi gota, no nace lo verde, que sin ti el sediento, de sed se muere, que los ríos se secan y los torrentes, son llagas en los riscos y sus vertientes, que los colores del arco iris se vuelven tenues y los labios se agrietan entre los dientes.

¡Ven pronto mi gota! Sin ti no llueve y mis copos blancos, blancos se queden sin llorar, pues llorar no pueden.

Luis Quesada

16

YO SUEÑO

Yo sueño despierto que no estás conmigo y mis ojos abiertos centellean al vaivén de una rama pino, que cimbreando al sol al rielar en el río, me quita tu imagen, me quita algo mío. ¡Se rompe el camino! ¡Me torna al vacío!

Deja que te quiera como yo te quiero, deja a que a tus ojos pueda yo quererlos, deja que en los míos brille la esperanza deja que te quiera como yo sé hacerlo.

Funde con tus ojos mi sueño de hielo, que pueda decirme al mirarme al espejo que yo a ti te siento, muy cerca te siento, te siento muy cerca, sí muy cerca y no lejos.

Tú eres, como un ángel bajado del cielo. Tú eres, la mujer con que sólo sueño con los labios rojos y rubio el cabello. No te vayas nunca porque tengo miedo de que un día te alejes y no vuelvas luego, como se va el agua por el riachuelo, como seca el charco el sol sediento, como se funde el río en el mar inmenso.

A ras del suelo

17

No te vayas nunca de mi pensamiento, enmaraña mi vida con tu voz y tu aliento, de no, me volveré yo loco, sí loco sin apenas saberlo diciendo: ¡Te quiero! ¡Te quiero! Quiero contigo, soñar dormido y sentirte despierto.

Luis Quesada

18

MI CAMINO

Mi camino está cansado ya no destella a mis ojos ni sus piedras ni sus cantos, está viejo, polvoriento, está lleno de rastrojos ya su rostro tiene sueño.

He renunciado al pasado, al presente indiferente, a la escarcha y al relente, he renunciado al mañana al sol que sale en oriente donde el camino se pierde. Ya no verteré más lágrimas pues mis ojos ya no vierten se secaron en mi andanza.

Ya no percibo a mi eco, ya no espero del torrente arrastre lo malo y seco y vuelva en primavera a brotar todo lo bueno.

Ya a mis pies los atenaza esos cepos que me atrapan, me desgarran, me hacen llagas.

Agotado ya me siento no avanzaré en desconcierto, mi cuerpo lo cubre el polvo y yo me encuentro más yerto.

A ras del suelo

19

El poniente de mi sol muy deprisa yo me acerco. -oOo-

Ahora que te fuiste, te diré que te quiero, ahora que no me oyes ya no debo callar, debo contento cerrar bien mis ojos, apagar mi sueño, pensar que me he muerto, porque al estar tú tan lejos.

¿Qué importa mis ojos cerrados o abiertos?

¡ Pues sin ti, todo me da igual!

----

Te busco a ti, mujer. ¿Cuando tiene una mujer en el bolso unas monedas y pierde tan sólo una, no se preocupa por ella y busca, requiere, indaga hasta que al postre la encuentra y al encontrarla pregona al viento su dicha inmensa? Así, te busco yo a ti, porque vales todas ellas.

----

Luis Quesada

20

Pastor que nunca te cambias esa zamarra que llevas, que siendo blanco el color está reluciente y bella, para que jamás un cambio pueda engañar a tu oveja. ----

A ras del suelo

21

¡ABUELO!, ¿QUÉ ES EL AMOR?

-¡Abuelo!, ¿ Qué es el amor? - ¡Ay mi niña, qué pregunta? ¿ Qué puedo decirte yo?

-Tú, abuelo, me llamas niña. ¿Sabes que ya soy mayor? Quince años he cumplido. ¡Quiero saber del amor!

¡Abuelo, llámame niña siempre…. pero delante de gente ¡No!.

-El amor es, una intensa luz que invade el corazón, yo sé del amor qué clase quieres que te cuente yo. Mira, el amor es como un faro que en el mar de la ilusión da destello deseado. Señal que pedimos todos al Sino o a nuestro Dios y el que tú preguntas niña es faro sólo de dos.

Procura no te deslumbre y creyendo todo claro encalles en decepción, en rudos acantilados hiriendo tu corazón; pero….tú hallarás seguro un corazón gemelo,