TAL VEZ SI… TAL VEZ NO

A VECES LA TRISTEZA INUNCA LA MENTE, EL AMA Y EL CORAZÓN DE UNA PERSONA

La pregunta que a veces ronda por el mundo es el “tal vez”, dos palabras que conforman la duda, la inseguridad y que nos vuelve

locos al pensar en ellas.

Se volvería loca de tanto pensamiento que pasaba por su mente.

Era otra noche en la cual no podía dormir. De nuevo pensamientos como aquellos a travesaban su mente, de nuevo.

Era la agonía en vida, era el suplicio tormentoso, era la odiosa sensación de saber que estaba pensando lo incorrecto.

¿Pero como sabes si piensas lo correcto o lo incorrecto? ¿Cómo? Si los dos te llevan a una idea no muy sana, casi enfermiza, los dos tienen un fin en común: torturarte.

Se cambio de posición para intentar dormir, cerró los ojos. Nada.

Golpeo la almohada, estaba harta, dos malditas horas y media y no podía mantener los ojos cerrados por más de cuatro minutos.

“Por favor, quiero dormir, por favor” suplicó mirando al techo.

Yo sé que tú eres feliz, con ella a tu lado, cuando la vez sonríes, cuando ella te ve sonríe, las personas son felices con su pareja, pero…

¿Es necesario ser bonita para que le llames la atención al sexo opuesto?

¿Es… de verdad necesario?

No lo digo porque yo sea la fealdad encarnada, pero tampoco soy Miss Universo.

Toda chica tiene sus cosas buenas, esas partes que te encanta, esa sonrisa que te cautivó junto con sus ojos, esa personalidad que te hace reír.

¿Es necesario serlo?

Preguntas de ese estilo rondaban por su cabeza esa noche al igual que muchas anteriores.

No, no es necesario serlo – hablo en voz baja, no quería despertar a su madre.

Entonces si no es necesario ¿Cómo es que algunas chicas no le han gustado a alguien? Y algunas son increíbles, son tan lindas que te gustaría ser su pareja porque las ves con una cara de querer hacer lo mismo cuando ve a una pareja abrazándose, expresando su amor.

Dime… ¿entonces qué pasa con eso?

No lo sé – contesto la pregunta de nuevo en voz baja.

Te sientes sola, completamente sola cuando te pasa algo triste, te sientes devastada y como quisiera que hubiera alguien en esos momentos.

¿Quién?

No lo sabes, solo alguien.

Quieres sentirte querida.

Quieres sentirte aceptada.

Quieres sentirte en compañía.

Quieres sentirte… como una chica feliz por un momento.

A lo largo de tu vida nadie te ha dicho que le gustas, ni siquiera un “que linda te ves”, ni siquiera de tus amigas y menos de algún individuo del género masculino.

¿Entiendes lo que pasa?

No – ladeo la cabeza y cerró los ojos para dejar caer la lágrima, detestaba pensar en esas cosas.

Seguro que sí.

Apretó una esquina de la almohada, tristeza sentía en ese momento, tristeza y lastima por sí misma.

Estaba grave, realmente… grave.

¿De verdad es necesario ser como una modelo de revista?

Tener su moldeado cuerpo.

Tener esa sonrisa falsa.

Demostrar la perfección.

Ser bella.

Cambio de lado su cabeza y trato de respirar un poco, procurando no hacerlo con ruido.

Por Christopher Rosas Página 2

¿Porque tu deseas conocer a alguien como “Night” cierto?

Deseas conocer a alguien como él.

¿Quieres que te diga como es él?

No es necesario – respondió en un susurro ahogado.

Es tantos años mayor que tú que no te importa porque con él te sientes alegre, te saca una sonrisa con solo verlo conectarse.

Nunca lo has conocido pero te encanta pasar horas frente a la computadora viendo que te escribe.

Hay algo que te encanta, que te provoca quererlo cada vez más aunque luego te desilusiones pensando que nunca, jamás lo tendrás en vivo y a todo color.

“Tesoro” te convierte en casi un tomate al ver esa palabra en tu pantalla. Porque así te dice él y tu le dices “mi ángel de la noche” ¿cursi, no? Demasiado pero… realmente es un ángel el tipo, no uno con alas, vamos, esos solo están en los libros y películas. Lo consideras uno porque te ha salvado tantas veces de la depresión con solo contestar a tus llamados. ¿Eso es ser un ángel, no?

Night – susurró tristemente, el llanto la venció.

Lo quieres, quieres que te de un abrazo, que te diga “te quiero, hermosa”, “ains, eres una chica sensacional, me encantaría darte un beso”

Escondió un gemido con la almohada.

Un beso…

Eres tan pequeña que no sabes ni que se siente eso y las demás personas si…

Las demás personas saben lo que es querer ver a alguien todos los días.

Las demás personas saben lo que es sentir ese cariño intenso hacia alguien.

Las demás personas… saben muchas cosas más que tu.

Te sientes mal y te odias ¿cierto?

Cruzó sus brazos sobre la almohada y apoyo su mentón sobre ellos para ver la oscura noche. La luna estaba muy bonita.

Nunca serás como ella, así de hermosa.

Apretó los ojos, traumada estaba por todas esas cosas.

Por Christopher Rosas Página 3

Basta – dijo en su mente.

Por unos momentos se tranquilizo pero no dejo de llorar.

La soledad puede ser tu mejor amiga y tu peor enemiga al mismo tiempo.

Tienes amigas, no estás sola.

Pero ellas no han tenido una infancia como la tuya.

Sus madres no les dijeron de niñas que sus amistades eran de puro interés, que no tenía amigos, que todas aquellas personas estaban porque ella tenía algo que les convenía.

No tuvieron una madre que no les decía “te ves bien” “¡mira! Qué bonito vestido llevas”.

Tampoco tuvieron un padre que ni siquiera estaba con ellas.

Ni mucho menos su autoestima bajaba con el tiempo en lugar de crecer.

No tuvieron traumas, no tuvieron cosas malas durante su infancia, no como las tuyas.

Nadie nunca le dijo “que bonita te ves”… nadie.

Lagrimas empezaron a recorrer sus mejillas de nuevo.

A veces no le importaba el no tener novio, el no depender de alguien, el no tener que rendirle cuentas a alguien porque eso terminas haciendo al tener a alguien a tu lado.

De vez en cuando no le interesaban esas cosas cursis, se tenía a si misma e incluso uno que otro día pensaba que era bonita, cuando se veía en las fotos que tomaba, parecía linda ante ellas, pero…

Toda idea que le subiera la autoestima se iba en cuanto llegaban esos días en que te sientes sola aunque estuvieras rodeaba de todos tus amigos.

Sola porque nadie comparte los mismos pensamientos que tu.

Sola porque la mayoría de la gente se ve feliz.

Sola porque… simplemente te sientes así.

¿Ahora comprendes el porqué lloras en las noches cuando nadie te ve?

¿Ahora comprendes el porqué de cada lágrima que resbala por tus suaves mejillas?

¿Ahora comprendes el porqué de tu autoestima tan baja?

No – sollozo en respuesta a las preguntas. Aplasto su cara contra las almohadas color blanco con detalles azules.

Por Christopher Rosas Página 4

Claro que sí.

Te sientes fea.

Ella sollozo porque era verdad.

Su mente se calmo, lo único que se oía en la habitación era el sonido del clima y el golpeteo de las persianas contra la pared.

Tras unos cuantos segundos, cesó su llanto, posiciono su mejilla derecha en la almohada y vio su celular en el buro, checo la hora.

3:40 am

Casi las cuatro. Suspiro, agotada estaba de tanto llorar, cansada de tanto pensar sobre lo mismo y triste por estar en esa noche sin poder dormir.

Volteándose para estar viendo el techo cerró los ojos, a ver si lograba dormir esta vez.

Casi cuando ya no pensaba en nada y solo se dedicaba a respirar, su mente la ataco de nuevo.

¿Entonces… es necesario ser bonita?

Gimió por aceptar que estaba perdida la lucha para ganar el sueño y apretó los dientes.

Es feo el no tener un poco de esas palabras dulces de niña, ese… “eres bonita” ¿nadie podía ser tan valiente para decírselo? Solo le bastaba que se lo dijeran, solo eso. Dos palabras llenas de la pura y cruel verdad le bastaban para subirle la autoestima demasiado.

Solo dos malditas palabras que nadie en su vida se las dijo.

NADIE.

Eres bonita – susurró.

¿Ven? No cuesta decirlo, ¿Por qué nadie lo hizo?

¿Acaso era mi actitud?

¿Acaso naci para ser fea?

¿Acaso naci para no sentir ese cariño?

¿Acaso desde niña tuve que tener mi autoestima en los suelos?

¿Acaso desde niña tuve que pasar por todas esas cosas feas?

¿Acaso desde niña tuve que pensar cosas que ahorita me hacen pensar en cosas suicidas?

¿Acaso desde niña…?

No pudo seguir pensando. Lagrimas resbalaron por su sien.

¿Cuándo será el día en que oiga esas lindas palabras?

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Algún día… - pareció oír la voz de todas aquellas mujeres que han sido felices.

El día que lo oigas, el día que lo oigas… vendrá de una persona que te querrá mucho, no importa si es un chavo o alguien de tu genero.

Lo oirás el día en que menos lo esperes, lo oirás cuando estés preparada, lo oirás cuando te sientas mejor contigo misma, lo oirás cuando sea el momento indicado.

Y si proviene de un hombre, tranquila… ese chico se enamorara perdidamente de ti, sentirás esa calidez que tango ansiaste de “Night”, sus brazos te abrazaran tan fuerte que lo sentirás después de que hayan pasado días.

Algún día…

Abrazo su almohada, quería un abrazo de alguien, quería llorar en los brazos de alguien, quería poner su cabeza en el hombro de alguien, quería…

Quería muchas cosas y no las tenía.

A su mayoría de edad así se sentía…

Triste y sola.

Algún día tendrás un novio que te dirá todos los días “te quiero mucho”, que te mandara un mensaje cada noche el cual dirá “… te quiero y envidio tus sabanas porque están junto a ti cada noche, te quiero tanto!”, te susurrara al oído cosas lindas que te harán sonrojarte, te abrirá las puertas de cada lugar como un caballero lo hace, te respetara como una dama, no te dejará sola aunque se enoje y lo que menos hará será… hacerte enojar, te dará tantas sonrisas que te dolerá la boca de tanto levantarla, te abrazara a cada instante, te dirá siempre “linda” o si lo prefieres “tesoro”, ya que eso te encanta.

Sera… cuando el chico esté listo y tu también, será cuando… cuando…

¿Por qué no puede ser ahorita? – sollozó estrujando la almohada fuertemente - ¿Por qué…?

No pudo pensar más, no pudo retener las lágrimas mucho tiempo, no pudo no doblarse de dolor, no pudo… dejar de llorar.

Como había dicho anteriormente, no era la belleza ni la fealdad, ella tenía lo suyo… le gustaba su sonrisa, y sus ojos café oscuro, tal vez fuera un poco tímida, más bien era introvertida pero cuando la conocías era diferente, se abría más, llegaba a “caerle” bien a las personas, era… dulce con las personas que lo eran con ella, como con sus amigas o tal vez ese chico con el cual no podía ser como era con los demás, con el cual era una persona muy tierna y comprensiva, como lo eres… con quien te gusta.

A ella le había gustado uno que otro chico

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¿Y a cuantos les has gustado?

A ninguno. Exacto, pero eso era normal ¿no?, a millones de personas le pasaban eso, pero… al menos sus amigos tenían pareja y los envidiaba, a cada uno.

A su amiga Karen, porque ella tenía un novio que era tan tierno cuando estaba con ella.

A su amiga Viki, porque su novio era tan lindo cuando la trataba que era inevitable sentir un poco de envidia.

A su amiga Ángela, porque su chico era la galanura personificada.

A su amiga Beth, porque… a ella la envidia porque era la novia que todo chico quería.

Los hombres no se quedaban cortos.

Su amigo Brandon, era… además de inteligente tenía una novia muy bonita y lo hacía feliz, lo que causaba que estuviera la mayor parte del tiempo sonriendo.

Carlos con su novia Omar, si así se llamaba la chica, era el chico que nunca pensarías que fuera, con apariencia un poco sosa, era encantador.

Tomás, un amador de la radio pop, se acordaba de cada cumpleaños de las amigas de su novia, de cada fecha importante para su novia, parecía una agenda, sin embargo el decía que le gustaba sorprender a su novia y vaya que lo hacía.

Fran, un chico muy guapo, tenía… novio.

Sonrió al recordar a su mejor amigo, a pesar de que era gay el tipo, con ella se comportaba de una manera muy masculina y lo adoraba.

Su mejor amigo era un chavo muy lindo, casi nunca lo veía molesto y menos a su novio Marco, era una bonita pareja y… bueno a veces ni parecían novios, él decía que prefería guardar esos momentos románticos porque así disfrutaban hacerlo en privado.

Casi se carcajea al recordar el día en que se lo dijo.

Le gustaba estar con sus amigos, eran geniales y siempre la hacían reír.

Cada uno tenía pareja, hasta el hombre gay y ella…

Entristeció de nuevo, ella no tenía a nadie.

Ni a un gato.

Tal vez si es necesario ser bonita, al menos le llamarías la atención a un chico por primera vez.

Tal vez no es necesario ser bonita, luego conoces a gente muy desagradable.

Tal vez si… porque al menos así tienes un pedacito de felicidad.

Tal vez no… porque es mejor conocer a esa persona que se esforzó por hallar tu belleza interior.

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Tal vez si… porque te sentirías hermosa cuando te levantes y cuando te duermas.

Tal vez no… porque la gente estará contigo solo por tu apariencia.

Tal vez si…

Tal vez no…

¿Quién gana?

Después de pensar los pros y los contras de aquella enigmática cuestión, por fin se durmió, al fin mantuvo los ojos cerrados por más de 4 minutos.

Se encontraba sentada, en una banca debajo de un árbol, el clima era agradable.Una figura se fue acercando cada vez más hacia ella, de pronto estaba frente a ella, de rodillas.“Perdón por hacer que esperes, lleve a mi hermana al cine y… bueno, aquí estoy cariño” – se disculpo el chico de cabellos oscuros.“Tranquilo, no importa, esta agradable el sitio” - Tan rápido como parpadeo, tenía los labios de él en su boca, moviéndolos lentamente y con su mano derecha posada en su nuca, acercándola más y más.Cambio de esa al instante en que sus labios se separaron.

Con computadora sobre las piernas se encontraba sentada en su cama, recargada contra el cabezal de metal.“Tesoro, deja esa computadora y ven a leerme un rato” – pidió un hombre con una sonrisa en el rostro.Por Christopher Rosas Página 8

Dejándola de lado, se acerco hacia él “¿qué gustas escuchar?” “Algo romántico” - respondió este acomodándola contra su pecho“Uhm… romántico ¿qué te parece algo con misterio, suspense? ““Claro, si lo lees para mí me agrada cualquiera” Empezó a leerlo, metiéndose lentamente en la lectura, al final… el chico movió el libro de la vista de la chica y le planto el beso más intenso y salvaje que había sentido algún día.“Te quiero, tesoro” susurro contra sus labios.Una lagrima resbalo de su ojo derecho, mojando la almohada directamente.

Una sonrisa se formo en la comisura de sus labios, inconscientemente.

Ella aun dormía pero sus sueños estaban llenos de cosas que… tal vez algún día viviría.

Tal vez.

Fin

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