Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

download Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

of 11

Transcript of Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

  • 8/18/2019 Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

    1/11

    1

    XLI Simposio de Historia y Antropología, edición internacional

    Universidad de Sonora

    (23-26 de febrero, 2016)

    PONENCIA

    Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del

    siglo XX

    Diana Méndez Medina (IIH-UABC)*

    José Alfredo Gómez Estrada (IIH-UABC)*1 

    Presentación

    La presencia de Abelardo L. Rodríguez en Baja California remite casi de inmediato a

    negocios lucrativos y al ejercicio de poder sin cortapisas. En esta ponencia centramos

    nuestra atención en describir un caso que ilustra las dificultades de impulsar una industria

    aún con la participación de Rodríguez, nos referimos a la industria vitivinícola a partir de la

    década de 1930.

    La historiografía regional ya ha dado cuenta de la manera como este militar amasó una

    riqueza considerable durante los años veinte que invirtió en múltiples empresas. No

    obstante, todavía desconocemos detalles sobre su papel en el desarrollo de esas empresas

    que para el año 1958 ascendía a  95 en diferentes sectores de la economía.2 Tampoco

    contamos con estudios que examinen su comportamiento como empresario. El examen de

    su papel en Bodegas Santo Tomás que presentamos a continuación busca aproximarse a sus

    decisiones empresariales y a su capital social así como a las estrategias en una empresa

    específica que tuvo auge en la década de 1940.

    1 Miembros de la Red de Estudios Históricos sobre el Noroeste de México.2 Sánchez González, Francisco, Obra económica y social del general de división Abelardo L. Rodríguez, s.e.,1958.

  • 8/18/2019 Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

    2/11

    2

    Acercamiento de Abelardo L . Rodríguez a la vitivin icul tur a.

    Es sabido que el cultivo de vid en Baja California se extendió a fines del siglo XVIII

    debido al interés de los misioneros españoles.3 Con la secularización de las misiones en el

    XIX la viticultura fue abandonada, aunque las viñas no desaparecieron. Se ha documentado

    que en los últimos años del XIX se fundaron dos vinícolas: Bodegas Santo Tomás, de

    Francisco Andonaegui (estadounidense con ascendencia española) en sociedad con Miguel

    Ormart, con viñedos en el rancho Los Dolores, en el valle de Santo Tomás, y Bodegas San

    Valentín propiedad de Pedro Pedroarenas (de origen español), con viñedos en Tecate.

    Bodegas Santo Tomás fue fundada en 1888. Unos años después de su creación

    Andonaegui y Ormart habían logrado sembrar en Los Dolores 14,000 sarmientos de uva

    zinfandel y 800 árboles frutales. Con materia prima disponible comenzaron a producir vino

     bajo la dirección de Juan José Ormart Iturburría, originario de Navarra, España, y primo de

    Miguel Ormart. La producción se incrementó paulatinamente y hacia finales de la década

    de 1910 producían en Santo Tomás 20 mil galones de vino tinto.4  La cantidad de vino

    fabricada sugiere que recolectaban alrededor de 120 toneladas de uva cada cosecha en

    terrenos de Los Dolores.5 

    En febrero de 1931 Andonaegui vendió este rancho a Abelardo L. Rodríguez; en ese

    momento, la propiedad comprendía 181 hectáreas y 56 centiáreas sembradas con vid,

    además de los árboles frutales.6 Es probable que Rodríguez adquiriera esta propiedad con la

    3 Véase un relato sobre la vid en Baja California durante la época misional en Camillo Magoni,  Historia de lavid y el vino en la península de Baja California, México, Universidad Iberoamericana, 2009, pp.61-134.4 Hilarie J. Heath, “Andonaegui y Ormart, los primeros comerciantes en Ensenada, Baja California, 1882-

    1932”, inédito. 5  Para producir 5, 000 galones de vino se requerían 30 toneladas de uva. AD-IIH-UABC, Archivo de la

    Palabra, PHO-E/1/38 (1), Transcripción de la entrevista realizada por Bibiana Santiago a Esteban Ferro

    Binello en Ensenada B.C., 1° de marzo de 1997, p. 30.6 Hilarie J. Heath, “Andonaegui y Ormart, los primeros comerciantes en Ensenada, Baja California, 1882-

    1932”, inédito. 

  • 8/18/2019 Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

    3/11

    3

    intención de fabricar bebidas alcohólicas de todo tipo (no exclusivamente vino de uva

    fermentada), debido a la creciente demanda de éstas por parte de los turistas que llegaban a

    Tijuana provenientes de Estados Unidos, donde prevalecía la Ley Seca. Aunque también

    hay indicios de que pretendía colocar la producción de vinos en la ciudad de México.7 El

    conocimiento de Rodríguez sobre la fabricación de vino era nulo, pero cuando tomó

     posesión de Los Dolores contrató a supuestos especialistas quienes elaboraron vinos de

    ínfima calidad que no cumplían con las expectativas del general ni de los consumidores.8 

    En 1932 Rodríguez conoció a Esteban Ferro, enólogo de origen italiano, en la ciudad de

    México. El trato establecido entre ambos individuos determinó el rumbo de Bodegas Santo

    Tomás hasta principios de los años cincuenta, como veremos a continuación. 

    Sociedad Ferr o-Rodríguez y el despunte de Bodegas Santo Tomás. 

    Abelardo L. Rodríguez conoció de manera casual a Esteban Ferro a fines de 1932, cuando

    el sonorense ya se encontraba en la presidencia de la República. El esposo de una paisana

    de Rodríguez los puso en contacto, ya que sabía de su interés de contratar un especialista

    que se encargara de las viñas de Los Dolores y de paso fabricara vinos, mejores que los

     producidos hasta ese momento. Ambos establecieron un trato con objetivos concretos en el

    corto plazo: El general contrató a Ferro para hacer un estudio sobre los viñedos del rancho

    y las posibilidades de desarrollo. Si el estudio era satisfactorio Rodríguez le pagaría 150

     pesos mensuales y le daría el 40% del “negocio”; el general recibiría el 60%.9 Después de

    7  En 1933 Plutarco Elías Calles pasó una temporada de descanso en El Sauzal, finca de Abelardo L.

    Rodríguez, y se mantuvo pendiente de que el vino producido en Santo Tomás fuera promovido y distribuido

    en la ciudad de México. Fideicomiso Archivos Plutarco Elías Calles y Fernando Torreblanca (FAPECyFT), g.

    61, exp. 8, inv. 4533, leg. 1. Telegrama de Plutarco Elías Calles a Juan R. Platt, administrador de Ferrocarriles

     Nacional, México, 4 de julio de 1933, f. 31.8 AD-IIH-UABC, Archivo de la Palabra, PHO-E/1/38 (1), Transcripción de la entrevista realizada por Bibiana

    Santiago a Esteban Ferro Binello en Ensenada B.C., 1° de marzo de 1997, p. 29.9 AD-IIH-UABC, Archivo de la Palabra, PHO-E/1/38 (1), Transcripción de la entrevista realizada por Bibiana

    Santiago a Esteban Ferro Binello en Ensenada B.C., 1° de marzo de 1997, p. 8.  

  • 8/18/2019 Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

    4/11

    4

    realizar el estudio encomendado y de llevarle a Rodríguez una prueba del vino elaborado

    con vides de Los Dolores el mismo año de su llegada, Ferro selló el acuerdo con el general

    y a partir de 1933 se encargó del rancho y de la vinícola.

    El ofrecimiento de Rodríguez a Ferro parecería benéfico para el enólogo, quien había

    migrado a América poco tiempo atrás y contaba con recursos económicos limitados, pero el

    negocio, como lo llama Ferro en una entrevista, no existía. Es decir, disponía de los

    importantes activos que eran el rancho y las vides ahí sembradas, pero no tenía dinero para

    invertir; los fondos de la cuenta bancaria de Los Dolores eran de 5.97 pesos en 1933.10

     

    Tampoco tenía trabajadores y, al parecer, contaba con maquinaria rudimentaria.

    Abelardo Rodríguez delegó en Esteban Ferro la responsabilidad de impulsar Bodegas

    Santo Tomás, de la cual ellos eran los únicos socios, sin una inversión de capital efectivo,

    aunque si le otorgó un amplio poder sobre Los Dolores; podría hipotecarlo y manejarlo

    como si fuera suyo.11

     Con esta propiedad como garantía Ferro consiguió préstamos

    sucesivos en instituciones bancarias locales que le permitieron extender el área cultivada

    con vid, traer nuevos tipos de uva desde Italia (nebbiolo, moscatel, dolcetto y barbera, que

    resultaron una innovación en la región) y mejorar la planta productiva. Al cabo de cinco

    años (1932-1937), Esteban Ferro logró incrementar significativamente la producción de

    vino de Bodegas Santo Tomás; en su primera vinificación, en el año 1932, fabricó 100, 000

    litros; en 1937 Santo Tomás produjo 685,399 litros de vino.12

     

    10  AD-IIH-UABC, Archivo de la Palabra, PHO-E/1/38 (1), Transcripción de la entrevista realizada por

    Bibiana Santiago a Esteban Ferro Binello en Ensenada B.C., 1° de marzo de 1997, p. 12.  11  AD-IIH-UABC, Archivo de la Palabra, PHO-E/1/38 (1), Transcripción de la entrevista realizada por

    Bibiana Santiago a Esteban Ferro Binello en Ensenada B.C., 1° de marzo de 1997, p. 11.12  AD-IIH-UABC, Archivo de la Palabra, PHO-E/1/38 (1), Transcripción de la entrevista realizada por

    Bibiana Santiago a Esteban Ferro Binello en Ensenada B.C., 1° de marzo de 1997, p. 30; Archivo Histórico

    del Estado de Baja California (AHEBC), fondo Gobierno del Estado, c. 45, exp. 1, Datos estadísticos de la

     producción de vinos en las Bodegas de Santo Tomás, s.f.

  • 8/18/2019 Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

    5/11

    5

    Para entonces Ferro planeaba convertir a Bodegas Santo Tomás en la principal

     productora de vino del Territorio Norte de la Baja California y sabía que para lograrlo era

    indispensable asegurar el suministro de vid y ampliar las instalaciones de la bodega. Para

    cumplir el primer objetivo, otorgó préstamos refaccionarios y asesoría técnica a los colonos

    rusos establecidos en el valle de Guadalupe, dentro de la jurisdicción de Ensenada, quienes

    cultivaban uva en pequeñas parcelas desde los años veinte. El enólogo les dio

    financiamiento a cambio de que entregaran la vid cosechada a Bodegas Santo Tomás.13

     

    También adquirió uva producida en diferentes ranchos pertenecientes a la jurisdicción de

    Tecate, particularmente en el rancho San Valentín.14

     

    La ampliación de la capacidad productiva de la bodega requería una inversión cuantiosa

    que Rodríguez podría aportar, aunque su inversión dependía de que Ferro pudiera

    aprovechar   el régimen fiscal de zona libre, vigente en el Territorio Norte de la Baja

    California desde el 30 de junio de 193715

    , para importar uva exenta del pago de derechos e

    incrementar la producción de su bodega y vender sus vinos en todo el país.16

     Esteban Ferro

    aceptó la condición impuesta por Rodríguez.

    Los buenos ofi cios de Francisco Javier Gaxiol a y la constitución de Bodegas SantoTomás S.R.L .

    En enero de 1939 Esteban Ferro viajó a la ciudad de México con el propósito de

    conseguir el permiso para importar uva libre del pago de derechos de importación.

    13 Rogelio E. Ruiz, “Tierra y vid. Bodegas de Santo Tomás y los inicios de la vitivinicultura en el Valle de

    Guadalupe, Baja California”, en Lucila del Carmen León (coord.), Territorio, sociedad y frontera. Estudioshistóricos sobre Baja California, Tijuana, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2011, pp. 153, 162-166 . Este autor presenta detalles sobre los contratos establecidos entre Esteban Ferro y los colonos rusos que

    se firmaron a partir de 1940 y se renovaron anualmente, por lo menos, hasta mediados de los cincuenta.14  Diana Méndez Medina, “Entre intenciones y limitantes: Análisis del surgimiento de la industria

    vitivinícola en Baja California (1935-1943)”, artículo en prensa, fs. 26-28. 15 “Decreto que establece una zona libre parcial en el Territorio Norte de la Baja California”,  PeriódicoOficial. Órgano del Gobierno del Territorio Norte de la Baja California , 30 de junio de 1937, p. 1.16 AD-IIH-UABC, Archivo particular de Abelardo L. Rodríguez, Carta de Abelardo L. Rodríguez a Esteban

    Ferro, Ensenada, B.C., 11 de febrero de 1939, s.f.

  • 8/18/2019 Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

    6/11

    6

    Esperaba obtenerlo fácilmente en la Secretaría de Economía, ya que bodegas Santo Tomás

    cumplía con todos los requisitos. El proceso demoró más de lo previsto, pero el enólogo

    mantenía la convicción de que tendría una respuesta favorable a pesar de que ya había

     pasado tres meses en la ciudad de México. El permiso era indispensable para solucionar el

     problema de abastecimiento de vid y porque con él aseguarían por cinco años, sin

    restricciones, la cantidad de materia prima con carácter exclusivo para Bodegas Santo

    Tomás.17

     

    Ferro no deseaba que el desarrollo de Bodegas Santo Tomás dependiera de prerrogativas

    del gobierno y de las relaciones de Rodríguez, al respecto le comunico al general:

     No quise disponer de ninguna influencia, ni siquiera de la carta que Ud., hizo el

    favor de entregarme pues consideré que todo lo que se obtenga a base de influencias

    y sin un justo fundamento legal no puede ser duradero y como nosotros basándonosen esta franquicia pretendemos hacer inversiones de mucha cuantía, no quiero

    exponerme a un rotundo fracaso el día que se nos quitara la repetida franquicia antes

    de que el Rancho pueda proporcionarnos toda la materia prima que necesitamos yque juzgo será dentro de unos tres o cuatro años más.

    18 

    Durante la estancia de Ferro en la ciudad de México la Secretaría de Economía le

    solicitó innumerables requisitos para demorar el permiso de importación, ya que entonces

    se discutía la reforma del artículo 584 del Reglamento de la Ley Aduanal que había sido

    expedido el 22 de enero de 1939. Finalmente el 19 de abril del mismo año se publicó el

    decreto presidencial que reformaba dicho artículo con el objetivo de precisar los términos

     para la importación de materias primas y la comercialización en el país de las manufacturas

    elaboradas en la zona libre con tales insumos. 

    17 AD-IIH-UABC, Archivo particular de Abelardo L. Rodríguez, c. 8, Carta de Esteban Ferro a Abelardo L.

    Rodríguez, 24 de marzo de 1939, s.f.18 AD-IIH-UABC, Archivo particular de Abelardo L. Rodríguez, c. 8, Carta de Esteban Ferro a Abelardo L.

    Rodríguez, 24 de marzo de 1939, s.f.

  • 8/18/2019 Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

    7/11

    7

    Según el decreto solo podrían importar materias primas sin pagar derechos los

    mexicanos y las empresas con capital nacional, sin financiamiento extranjero. Las

    sociedades anónimas no podrían beneficiarse, pero si las empresas constituidas como

    sociedades de responsabilidad limitada. Se importarían artículos que no se produjeran en

    México al momento de iniciarse las actividades industriales en la zona libre y solo podrían

    enviar sus productos a otras entidades si cumplían con los requisitos anotados en el mismo

    decreto.19 

    Este decreto trastocó los planes optimistas de Ferro, quien tuvo que aceptar la

    intervención de Francisco Javier Gaxiola Zendejas para resolver los términos señalados que

    imposibilitaban a Bodegas Santo Tomás para obtener uva libre de derechos de importación.

    Gaxiola formaba parte de un despacho de abogados que desde 1928 llevaba los asuntos

     jurídicos de las empresas de Rodríguez y los del gobierno del Distrito Norte de la Baja

    California. Esta relación continúo durante la década de 1930 cuando Rodríguez ocupó la

     presidencia de la República y creó nuevas empresas. Gaxiola tenía un amplio conocimiento

    de la legislación mexicana que incluía el derecho mercantil y coorportativo.

    Dada su experiencia, Gaxiola consiguió de manera expedita un “ permiso condicional”

    de la Secretaría de la Economía Nacional para que la empresa importará uva libremente,

    mientras modificaba su constitución legal (que tardaría al menos tres meses) una vez que la

    empresa operara como sociedad de responsabilidad limitada obtendría la autorización

     permanente y podría comercializar en el país el vino elaborado en la zona libre con esa

    materia prima.20

     Así se constituyó Bodegas Santo Tomás S.R.L. en 1940. Cabe señalar que

    19 “Decreto que reforma el artículo 584 del reglamento de la Ley Aduanal (perímetros libres)”,  Diario oficial ,19 de abril de 1939, p. 3. 20 AD-IIH-UABC, Archivo particular de Abelardo L. Rodríguez, c. 12, exp. 2, Carta de Francisco J. Gaxiola

    Zendejas a Abelardo L. Rodríguez, Ciudad de México, 20 de abril de 1939, s.f.

  • 8/18/2019 Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

    8/11

    8

    hasta ahora desconocemos el acta de constitución de la empresa y los términos de la

    sociedad, ya que hasta ese momento únicamente habían participado Rodríguez y Ferro.

    Según el testimonio del enólogo, él quedó fuera de este acto legal debido a que era

    extranjero y volvió a ser parte de la sociedad hasta 1944, cuando obtuvo la nacionalidad

    mexicana.21

     Este hecho no significó que abandonara sus obligaciones en la empresa.

    Los buenos oficios del abogado de Rodríguez, como parte de su capital social,

     permitieron a Ferro llevar a cabo el plan de ampliación de la capacidad productiva de la

     bodega.

    Bodegas Santo Tomás durante la década de 1940

    Durante la década de 1940 Bodegas Santo Tomás fue la principal vinícola del Territorio

     Norte de Baja California. Disponía de la materia prima proveniente de la colonia rusa en

    valle de Guadalupe, del rancho San Valentín y otros viñedos de Tecate, así como de la uva

    importada libre de impuestos. De 1937 a 1944 cuadruplicó su producción; pasó de 685,399

    litros de vino a 2,864,363 litros.22

      De acuerdo con las cifras disponibles, la posibilidad de

    importar uva se veía reflejada en la producción de Santo Tomás en comparación con otras

    vinícolas más pequeñas. (Véase cuadro 1)

    21 AD-IIH-UABC, Archivo de la Palabra, PHO-E/1/38 (1), Transcripción de la entrevista realizada por

    Bibiana Santiago a Esteban Ferro Binello en Ensenada B.C., 1° de marzo de 1997, p. 36.  22  AHEBC, fondo Gobierno del Estado, c. 45, exp. 1, Datos estadísticos de la producción de vinos en las

    Bodegas de Santo Tomás, s.f.

  • 8/18/2019 Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

    9/11

    9

    Cuadro 1. Toneladas de uva utilizada por siete compañías para la producción de vino

    (1941)

    Bodega

    Uva nacional

    (toneladas)

    Uva importada

    (toneladas)

    Santo Tomás 930 1,200

    San Valentín 360 -

    Cetto y Co. S.A. 70 80

    Vinícola Regional 120 30

    Murúa Martínez 50 150

    Tanamá 75 -

    Cruz 15 10

    Fuente: AHEBC, fondo Gobierno del Estado, c. 45, exp. 1, Datos estadísticos, s.f.

    La creciente producción de vino no correspondía a las ventas debido a la baja demanda.

    Ferro afirmó que los conocedores y bebedores de vino consumían el vino importado  – 

     particularmente de Europa — , pero quienes no lo eran tomaban “lo que hubiera” sin reparar

    en la calidad.23

     

    Los accionistas de Bodegas Santo Tomás, léase Ferro y Rodríguez, intentaron fomentar

    el consumo de sus vinos mediante diferentes estrategias. Difundieron sus productos por

    medio de  El Heraldo (diario que se publicó en Tijuana a partir de 1941), cuyos anuncios

    ocupaban un espacio considerable en la plana y eran más elaborados que los de otras

    vinícolas del Territorio Norte. También promovieron el consumo por medio de anuncios

    difundidos por la radio local y anualmente regalaban calendarios con imágenes de frailes y

    23  AD-IIH-UABC, Archivo de la Palabra, PHO-E/1/38 (1), Transcripción de la entrevista realizada por

    Bibiana Santiago a Esteban Ferro Binello en Ensenada B.C., 1° de marzo de 1997, p. 10. Contamos con

    referencias sobre la importación de vinos italianos y españoles que eran vendidos en Baja California a

     principios de los años cuarenta.  Periódico Oficial del Territorio Norte de la Baja California, 10 de octubre de1941, p. 14.

  • 8/18/2019 Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

    10/11

    10

    misioneros que dieron a conocer a la empresa y a sus productos. Esteban Ferro afirmó que a

    mediados de los cuarenta gastaban un millón y medio de pesos en propaganda de la

    vinícola y la mayoría era destinada para los calendarios.24

     

    Con el propósito de alcanzar a más consumidores Bodegas Santo Tomás ofreció mayor

    variedad en sus productos además de los vinos tintos y blancos. Observamos en la

     propaganda publicada en 1946 y 1947 que los vinos de mesa no eran su carta principal, ya

    que anteponían a ellos el “Vermouth Ferro”, el champagne, el oporto, el jerez seco y el

    aguardiente de uva; estas bebidas tenían mayor gradación alcohólica que los tintos y

     blancos.25

     

    La distribución de los vinos producidos en Bodegas Santo Tomás en todo el país era

     prioritario para ambos socios de la empresa. El general Rodríguez tenía dos barcos en los

    que se trasladaba atún, conservas y vinos, entre otros productos desde Ensenada a otros

     puertos del Pacífico (Guaymas, Mazatlán y Manzanillo) con la finalidad de distribuirlos en

    el Distrito Federal y otras entidades cercanas a la capital.26

     El número reducido de barcos y

    la demanda de ciertos productos provenientes del Territorio Norte colocaban al vino en un

    sitio secundario, pero el general Rodríguez rechazó las peticiones de limitar o suprimir su

    traslado o, distribución.27

     Dicho empeño se suma a las estrategias de los socios de Bodegas

    Santo Tomás para difundir el vino producido en tierras bajacalifornianas y tratar de crear un

    grupo de consumidores.

    24  AD-IIH-UABC, Archivo de la Palabra, PHO-E/1/38 (1), Transcripción de la entrevista realizada por

    Bibiana Santiago a Esteban Ferro Binello en Ensenada B.C., 1° de marzo de 1997, pp. 26-27.25  El Heraldo, 1º de enero de 1946; El Heraldo, 7 de enero de 1947; El Heraldo, 14 de agosto de 1947.26  AD-IIH-UABC, Archivo particular de Abelardo L. Rodríguez, c. 29, exp. 1, Carta de Abelardo L.

    Rodríguez a Francisco Díaz Amil, Ensenada, Baja California, 11 de junio de 1941, f. 14; AD-IIH-UABC,

    Archivo particular de Abelardo L. Rodríguez, c. 29, exp. 1, Carta de Francisco Díaz Amil a Abelardo L.

    Rodríguez, México, D.F., 7 de julio de 1941, fs. 26-27.27 AD-IIH-UABC, Archivo particular de Abelardo L. Rodríguez, c. 29, exp. 1, Carta de Francisco Díaz Amil

    a Abelardo L. Rodríguez, México, D.F., 8 de julio de 1941, fs. 29-30.

  • 8/18/2019 Abelardo L. Rodríguez y la industria vitivinícola en Baja California a mediados del siglo XX

    11/11

    11

    Consideraciones f inales

    Al cabo de una década (1932-1942) desde que Abelardo L. Rodríguez adquirió los primeros

    activos de Bodegas Santo Tomás esta vinícola se convirtió en la más importante del

    Territorio Norte de Baja California gracias a su sociedad con Esteban Ferro. El general

    Rodríguez tomó decisiones arriesgadas, pero sin realizar inversiones cuantiosas o que no

     podría recuperar si fallaba en sus decisiones.

    Entre las decisiones arriesgadas está el otorgamiento de un amplio poder sobre una

     propiedad, el principal activo de la vinícola, a un desconocido. Ferro correspondió a la

    decisión de Rodríguez. Aportó a la sociedad el valioso conocimiento especializado, visión

    innovadora, una administración eficaz y negociaciones en la región para adquirir la materia

     prima indispensable, lo cual contribuyó al auge de Bodegas Santo Tomás a mediados de los

    años cuarenta. El empeño de Ferro, quien, en palabras de su hijo era “enólogo, gerente

    general, barredor y todo” en la vinícola fue respaldado por otros recursos que solo

    Rodríguez podía aportar a esta sociedad: los buenos oficios de un abogado experimentado

    como Francisco Javier Gaxiola, así como los medios para lograr una mayor y mejor

    distribución de los productos.

    Después de veinte años la sociedad de Rodríguez y Ferro se disolvió. En 1952 el enólogo

    fundó con capital propio Bodegas Miramar y recibió el pago de sus acciones de Bodegas

    Santo Tomás. La década de 1950 fue crítica para las vinícolas bajacalifornianas.