CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOSFACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALESELECTIVA EXEGÉTICADOCENTE: HÉCTOR MOLANOESTUDIANTE: HERMES FLÓREZ PÉREZFECHA: 16 DE MARZO DE 2016

PRIMER PARCIAL

1. Texto bíblico.

La mujer sorprendida en adulterio

7, 53 Y se fueron cada uno a su casa.

8,1 Pero Jesús se fue al monte de los Olivos.

8,2 En la mañana vino al templo y todo el gentío venía a él, se sentó y les

enseñó.

8,3 Llevan los escribas y los fariseos a una mujer aprehendida en adulterio y la

pusieron en medio.

8,4 Le dicen: Maestro, esta mujer fue aprehendida en acto de adulterio.

8,5 En nuestra Ley Moisés mandó apedrear a estas. ¿Tú qué dices?

8,6 Esto lo decían para probarlo a fin de tener de qué acusarlo. Pero Jesús se

agachó y con el dedo escribió en la tierra.

8,7 Como continuaban preguntándole se enderezó y les dijo: el primero de

ustedes que esté sin pecado, láncele la piedra.

8,8 Y de nuevo se inclinó y escribió en la tierra.

8,9 Los que lo oyeron salieron uno por uno, desde los viejos y quedó solo con la

mujer que estaba en medio.

8,10 Se enderezó Jesús y le dijo: ¡Mujer! ¿Dónde están? ¿Ninguno te condenó?

8,11 Ella dijo: Ninguno, ¡Señor! Dijo Jesús: Ni siquiera yo te condeno. Vete y de

ahora en adelante no peques más.

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2. Geografía.

Definir la geografía del texto que se nos ofrece en este relato es arriesgado debido a que

según la crítica externa, este relato no es conocido en los primeros siglos del cristianismo.

En efecto, Pedro Ortiz Valdivieso sostiene que “solamente se encuentra en manuscritos a

partir del siglo VI”1. A pesar de esto, otros autores como Baum sostienen que “la facilidad

con que Jesús perdonó un adulterio resultaba difícil de conciliar con la dura disciplina

penitencial de la primitiva Iglesia”2, lo que justificaría el agregado posterior de la perícopa.

Si se tiene en cuenta el contexto joánico, es decir la ubicación tal y como ha llegado al

canon bíblico hoy (pues la mayoría de investigadores, entre ellos Brown sostienen que no

es de origen joánico sino sinóptico), la escena, aunque hace referencia inicialmente al

monte de los Olivos, se desarrollará finalmente en el templo de Jerusalén, por lo que

geográficamente está ubicada en la región de Judea.

La región de Judea está en la parte sur de Palestina, cuyo epicentro se encuentra en

Jerusalén, donde está ubicado el templo y sucede el relato de la mujer sorprendida en

adulterio. En la época en que se compuso el evangelio de Juan (80-90 d.C.) o los sinópticos,

especialmente san Lucas, al cual se le atribuye el texto (aproximadamente en los 68-72

d.C.), el templo de Jerusalén ya había sido derribado por tropas del imperio romano y los

judíos enviados a la dispersión. Por tal motivo es importante destacar el mismo escenario

que nos propone el narrador: ¿Cómo una mujer y más que todo por su pecado puede ser

llevada al templo, ante Jesús? Esta revolución de las estructuras debe tener como trasfondo

un mensaje que el narrador quiere comunicarle a la nueva situación que vive la comunidad.

3. Cultura.

1 Pedro Ortiz Valdivieso, El Evangelio de Juan: Introducción y exégesis (Bogotá: Universidad Javeriana, 2004), 21. 2 Armin Daniel Baum, "Does the pericope adulterae (John 7:53-8 :11) have canonical authority? an interconfessional approach." Bulletin for Biblical Research 24, no. 2 (January 1, 2014): 163-178. ATLA Religion Database with ATLASerials, EBSCOhost (accessed March 14, 2016), 164.

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La cultura que emerge ha sido la de una tierra azotada por las guerras y las hambrunas que

han tenido sus orígenes en las guerras causadas en la región por los constantes

enfrentamientos entre el imperio y los judíos que han tenido como punto culminante la

destrucción del templo y la dispersión del pueblo. De por sí, el territorio de Judea

históricamente ha sido “inferior” a nivel económico que las prósperas regiones de Galilea,

bañadas por los vientos y la humedad del Mediterráneo. En esta región desértica, las

condiciones de vida y el acceso al agua tendrán consecuencias más agitadas que la parte

norte de la Palestina.

Sin embargo, toda la vida del israelita gira en torno al cumplimiento de los mandatos del

Señor, es decir, de seguir su Ley y hacerla norma de su vida. El centro es el templo, hacia él

va dirigida la economía, la religión y la política. Los sacerdotes son los que deciden sobre

la vida del pueblo y, en cierto sentido, son los que deciden sobre los deseosos de conversión

y de cumplir estrictamente la Ley. Inclusive esta es más importante que la misma situación

de la persona.

4. Género literario.

El género literario que ofrece la perícopa de la mujer sorprendida en adulterio es el de la

narración. En efecto, es un narrador el que lleva el control de la escena y decide darle

intervención a cada uno de los personajes que actuarán en la escena. Él introducirá la

escena, sabe el por qué le presentan la mujer a Jesús, conoce los gestos de cada uno e invita

constantemente a la interacción entre cada uno de ellos.

5. Personajes.

Dentro de la perícopa el personaje principal es Jesús y toda la acción transformadora que

desarrolla en torno a la mujer. Sin embargo, alrededor de él hay otros personajes

fundamentales para tener en cuenta.

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Jesús: Jesús es el personaje más importante de la escena. Él se dirige inicialmente al

monte de los Olivos tal vez para descansar, pero a la mañana siguiente se encuentra

en el Templo enseñando. Posteriormente la trama se centra en la mujer y Jesús

tomará protagonismo escribiendo en la arena y no condenando a la mujer. Es

importante destacar que los escribas y fariseos se dirigen a Él como maestro

conocedor de la Ley y es invitado a dar un veredicto sobre la mujer sorprendida en

adulterio. Pero será la mujer quien lo reconoce como Señor al final de la escena.

El narrador: El narrador es el que conduce la escena. Él interviene situando cada

escenario en el que se desarrolla y cada palabra que dicen los personajes. Además

sus aportaciones son clave de interpretación. De esta manera, él aclara el motivo

por el cual la mujer es llevada ante Jesús: “para ponerlo a prueba y tener de qué

acusarle”. Finalmente es él el que logra llevar del diálogo entre Jesús y los escribas

y fariseos al diálogo entre Jesús y la mujer. Es importante el narrador porque puede

ofrecer varias pautas: una, que con el comentario “para ponerlo a prueba y tener de

qué acusarle”, podría estar pensando en darle un sentido a la perícopa dentro del

evangelio de san Juan. En efecto, si el texto se mira a la luz del tema de la Ley de

Moisés, esta encaja perfectamente en esta parte del texto. Dos, si el narrador ya sabe

de la destrucción del templo, puede haber espacio para una interpretación de la

ampliación más allá de él de la misericordia del Señor que se desborda fuera de un

lugar. De hecho en la mentalidad propia de la época no hay espacio para una mujer

pecadora dentro del templo.

Los escribas y fariseos: Esta combinación es única en Juan, no vuelve a aparecer

en todo el Evangelio. Ellos crean una alianza para tenderle la trampa a Jesús.

Aunque con otras categorías, el evangelio de Juan ya viene anunciando esta

controversia con los judíos que tiene como punto focal la consideración de Jesús

como Hijo de Dios y “contrario” a lo establecido por la Ley, por ejemplo, el trabajo

en sábado. Ellos son los que interpelan a Jesús sobre el caso de la mujer adúltera.

Inclusive, en muchas homilías o predicaciones se centra mucho la atención en esta

mujer como tal. A partir de otra visión, puede deducirse que el tema fundamental no

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es tanto ella sino el tema de la trampa a Jesús y la justificación por la Ley de una

condena.

La mujer: La mujer es el “instrumento” utilizado por los escribas y fariseos para

tenderle la trampa a Jesús. El aparente juicio que se lleva a cabo con la mujer (“la

colocaron en medio…” “…la mujer seguía en medio”, está viciado por el

argumento que aseguran está en la base de la Ley de Moisés. Se recuerdan algunos

pasajes de la Torah en que hablan de la mujer que es sorprendida en adulterio (Lv y

Dt) pero no aseguran la transparencia del juicio. Un elemento destacable es que en

la Ley se hace alusión también al hombre que cometió adulterio con ella como

responsable también en el acto. Este no aparece por ninguna parte en el pasaje.

También es muy importante tener en cuenta que la mujer es casada: solo estas

mujeres podrían cometer adulterio. Ella pasa de ser denominada “esta” por los

escribas y fariseos a tener una identidad en Jesús: “mujer”.

6. Temática general del pasaje.

Hay dos posibilidades generales de abordar la temática del pasaje: la primera, es aquella

tradicional según la cual la narración de la mujer que es sorprendida en adulterio y que es a

la vez perdonada por Jesús. Aquí aparece todo el tema del perdón, de la misericordia

infinita de Dios para con el pecador y la famosa frase: “el que esté sin pecado que lance la

primera piedra”, tratando en cierto sentido de reconocer el propio pecado presente en la

vida de cada ser humano y su debilidad para juzgar a los demás, pues su propia vida no

puede ser considerada digna de admiración. Esta visión de Jesús como la fuente de

misericordia y con características tan centradas en el amor y el perdón o, lo que otros

llaman tan humano, es propio de la lectura sinóptica del pasaje.

La segunda, sin dejar de lado la primera, enfatiza un aspecto más literal y centrado en el

contexto del pasaje: el tema de la Ley de Moisés. En efecto esta temática, aunque tiene en

cuenta a Jesús misericordioso que se acerca al pecador y tiene compasión de él, centra la

atención en el tema de la justificación que los escribas y fariseos pretenden brindar a la

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lapidación de la mujer. La controversia gira en torno a la trampa que se le tiende a Jesús: la

mujer es solo un instrumento para que esta realidad se materialice.

Si Jesús sigue la corriente de los escribas y fariseos sin detenerse a mirar los argumentos,

entonces su propuesta no sería novedosa dentro de la comunidad y estaría motivada por

criterios legalistas y mal interpretados y llevados a su fin. Si Jesús la “absuelve de buenas a

primeras” estaría aboliendo totalmente la Ley de Moisés. Pero la respuesta de Jesús a la

interpretación que ellos hacen de la Ley es: “el que esté sin pecado, que lance la primera

piedra”. No es la justificación de lo que ha hecho la mujer, es decir, la justificación del

pecado, sino la importancia de lo que es ella, la pecadora y la propuesta de una Ley que esté

al servicio de la persona y no una persona al servicio esclavizante de la Ley. Es aquí donde

se ve la acción transformadora de Jesús, clave en el método narrativo: la Ley no puede ser

una imposición que lleve a la muerte, la Ley debe salvar a la persona y proponerle un

cambio transformador en el que se perdone desde la misericordia pero que a la vez haya un

cambio significativo en la persona: “vete y no vuelvas a pecar”.

7. Relación con el libro en que aparece.

La mayoría de autores (Raymond Brown, Mateos, Barreto, Dufour), aseguran que este

relato no es joánico. El argumento es la aparición tardía de este y el estilo y vocabulario que

maneja. En efecto, las palabras: monte de los Olivos, al amanecer, la combinación: escribas

y fariseos, no vuelve a aparecer en todo el evangelio. Además, las mismas características de

este Jesús son más cercanas a las que ofrecen los evangelios sinópticos. Si se hace una

conexión, por ejemplo, entre Lc 21, 38 y Jn 7,53-8,11, la concordancia y la continuidad

entre los dos pasajes son asombrosas.

Por otro lado, si se lee de continuo el evangelio de Jn, puede notarse una interrupción entre

el relato precedente a este y la continuación en 8,12, por lo que al quitar el pasaje de la

mujer sorprendida en adulterio, no habría ninguna dificultad en la lectura continua del

texto.

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Entonces, ¿Cómo relacionar la perícopa Jn 7,53-8,11 con el libro de Jn en el que aparece

incluida? Indudablemente el tema relacional es la Ley de Moisés. La controversia se viene

gestando desde pasajes anteriores y básicamente el problema con las autoridades judías ha

surgido de la curación en sábado de un hombre paralítico. Aquí el tema fundamental es una

persecución por hacer estas cosas en sábado (5,16). En 5,18 el tema de la discusión es

porque Jesús siendo hombre, se hace igual a Dios. En 5,45-47 comienza explícitamente el

tema de la Ley de Moisés, pues Jesús les critica que aun teniendo esta ley como centro no

le creen a Moisés. En 7,19 Jesús les recrimina por no cumplir la Ley. En nuestra perícopa el

tema central es la Ley: “Moisés nos ordenó apedrear a las tales”. Y en 8, 17 se hace alusión

a que la Ley de los judíos reconoce la validez del testimonio de dos personas.

Estas citas del evangelio sirven de argumento para justificar que Jn 7,53-8,11 no es un

anexo mal ubicado en Juan. Por el contrario, determina desde qué perspectiva hay que leer

el pasaje en clave de ubicación en el cuarto evangelio.

8. Conclusiones

El estudio de la perícopa ha servido de base para realizar un acercamiento al texto

desde otra perspectiva: el tema de la justicia y la misericordia dentro de la ley. En

efecto, la mujer ha sido un instrumento de justificación para el cumplimiento o la

mala interpretación de los mandatos ordenados por Moisés.

Jn 7,53-8,11 no es un texto agregado accidentalmente en Juan, sino que desde la

perspectiva de la Ley de Moisés tiene sentido y concordancia con su contexto

próximo y remoto.

Centrar la mirada únicamente en la mujer pecadora puede reducir la fuerza del

mensaje que el pasaje quiere comunicar: la misericordia de Dios que se impone a

todo legalismo destructor de la persona.

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Hoy este texto puede asegurar una visión más integral de la justicia y los

mecanismos que se utilizan para alcanzar la verdad.

9. Bibliografía

Baum, Armin Daniel. "Does the pericope adulterae (John 7:53-8:11) have canonical

authority? an interconfessional approach." Bulletin for Biblical Research 24, no. 2. ATLA

Religion Database with ATLASerials, EBSCOhost (accessed March 14, 2016).

Ortiz Valdivieso, Pedro. El Evangelio de Juan: Introducción y exégesis. Bogotá:

Universidad Javeriana, 2004.

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