Debemos amar a los que no nos aman y oponernos almal con el bien, alienta el Papa

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Papa Francisco. Foto: Daniel Ibez / ACI PrensaVATICANO, 22 Jun. 14 / 11:02 am (ACI/EWTN Noticias).- Al presidir hoy el rezo del ngelus, el Papa Franciscoalent a los miles de fieles y peregrinos que colmaron la Plaza de San Pedro a amar incluso a aquellos que no nosaman, y oponernos al mal con el bien y el perdn.El Santo Padre record que hoy en Italia y en muchos otros pases se celebra este domingo la fiesta del Cuerpo yla Sangre de Cristo -se utiliza a menudo el nombre latino: Corpus Domini, o Corpus Christi. La comunidad eclesialse rene en torno a la Eucarista para adorar el tesoro ms precioso que Jess le ha dejado.El Evangelio de Juan presenta el discurso sobre el pan de vida, impartido por Jess en la sinagoga deCafarnam, en la que afirm: Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivir eternamente, y elpan que yo dar es mi carne para la Vida del mundo.Francisco dijo que Jess seala que no vino a este mundo para dar algo, sino para darse a s mismo, para dar suvida como alimento para los que tienen fe en l. Esta comunin nuestra con el Seor nos compromete a nosotros,sus discpulos, a imitarlo, haciendo de nuestra existencia, de nuestros comportamientos, pan partido para losdems, como el Maestro parti el pan que es realmente su carne.Para nosotros, en cambio, son los comportamientos generosos con el prjimo que demuestran la postura de partirla vida por los dems.El Papa seal que cada vez que participamos en la Misa y nos alimentamos con el Cuerpo de Cristo, lapresencia de Jess y del Espritu Santo obra en nosotros, da forma a nuestro corazn, nos comunica actitudesinternas que se traducen en comportamientos de acuerdo con el Evangelio. En primer lugar, la docilidad a laPalabra de Dios, despus la hermandad entre nosotros, el valor del testimonio cristiano, la fantasa de la caridad, lacapacidad de dar esperanza a los desesperados, de acoger a los excluidos.De este modo, la Eucarista hace madurar en nosotros un estilo de vida cristiano. La caridad de Cristo, recibida

con el corazn abierto, nos cambia, nos transforma, nos hace capaces de amar, no a nivel humano, siemprelimitado, sino de acuerdo a la medida de Dios, es decir, sin medida.Y cul es la medida de Dios? Sin medida! La medida de Dios es sin medida. Todo! Todo! Todo! No se puedemedir el amor de Dios: es sin medida! Y entonces llegamos a ser capaces de amar incluso a los que no nos aman,y esto no es fcil, eh?.Francisco indic que amar a quienes no nos ama... No es fcil! Porque si sabemos que una persona no nosquiere, tambin tenemos nosotros el deseo de no quererla. Pues no. Hemos de amar incluso a los que no nosaman! Oponernos al mal con el bien, a perdonar, a compartir, a acoger a los dems.Gracias a Jess y su Espritu, tambin nuestra vida se convierte en pan partido para nuestros hermanos. Yviviendo as, descubrimos la verdadera alegra! La alegra de convertirse en don, de devolver el gran don querecibimos por primera vez, sin nuestro mrito.El Papa destac que es hermoso esto: nuestra vida se convierte en don! Esto es imitar a Jess. Yo quisierarecordar estas dos cosas. En primer lugar, la medida del amor de Dios es amar sin medida. Est claro esto?.Y nuestra vida, con el amor de Jess, recibiendo la Eucarista, se hace don. Tal como fue la vida de Jess. Noolviden estas dos cosas: la medida del amor de Dios es amar sin medida. Y siguiendo a Jess, nosotros -con laEucarista- hacemos de nuestra vida un don.Francisco indic que Jess, el Pan de vida eterna, baj del cielo y se hizo carne gracias a la fe de MaraSantsima.Despus de haberlo llevado con Ella, con amor inefable, lo sigui fielmente hasta la Cruz y la Resurreccin.Pidamos a la Virgen que nos ayude a redescubrir la belleza de la Eucarista, para que sea el centro de nuestravida, especialmente en la Misa dominical y en la adoracin, concluy.

Debemos amar a los que no nos aman y oponernos al mal con el bien, alienta el Papa