Adivinanzas Sandra

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ADIVINANZAS Alto alto como un pino, pesa menos que un comino. El humo Tengo patas y no ando, soy plana y no canto, seme apoyan para escribir y no te puedo hacer reir. La mesa (Enviada por Felix Chamorro) Todo el mundo lo lleva, todo el mundo lo tiene, porque a todos les dan uno en cuanto al mundo vienen. El nombre Una casita con dos ventanillas Si la miras, te pones bizco. La nariz Todos me pisan a m, pero yo no piso a nadie; todos preguntan por m, yo no pregunto por nadie. El camino Blanca por dentro, verde por fuera. Si quieres que te lo diga espera. La pera

REFRANES

Refrn Contigo, pan y cebolla.

Explicacin Si ests con la persona amada, no importa el poder adquisitivo. Algo no est claro, y hay que desconfiar. Hay que tratar de vivir el da presente realizando los anhelos. A todos llega la justicia divina. Siempre llega el momento de rendir cuentas. Sentir que no lo tienen en cuenta para nada. Enfrentar las consecuencias de lo que se ha hecho.

Aqu hay gato encerrado. No dejes para maana lo que puedas hacer hoy. Dios castiga sin palo y sin rebenque. El que las hace, las paga. Ser el ltimo orejn del tarro. A lo hecho, pecho.

TRABALENGUAS

IMAGINANDO LO INMAGINABLE GEMA IMAGINABA UNA IMAGEN DE SU IMAGINACION ( Colaboracin de Geyser B. Gonzalez )

SORULLO QUIERE LO SUYO LO TUYO ES TUYO DICE SORULLO SUELTA LO QUE NO ES TUYO SORULLO QUIERE LO SUYO ( Colaboracin de Geyser B. Gonzalez )

NIA OA AOADA AOADO NIO OO ( Colaboracin de Geyser B. Gonzalez )

CONFUSO CONFABULABA UNA CONFUSA CONFABULACION, CONFUNDIDO NO CONFIABA EN LA CONFUNDIDA CONFABULACION, QUE ACABABA DE CONFABULAR. ( Colaboracin de Geyser B. Gonzalez )

Si as hacia Asia Asia Hacia asi si Hacia Asia asi si (Colaboracin de Rodolfo Rodriguez) YO NO QUIERO QUE TU ME QUIERAS PORQUE YO TE QUIERO A T, QUERINDOME O SIN QUERERME YO TE QUIERO POR QUE S. (Colaboracin de Salvador Fayos)

FABULAS La zorra y las uvas Haba una vez una zorra que llevaba casi una semana sin comer, haba tenido muy mala suerte, le robaban las presas y el gallinero que encontr tena un perro guardin muy atento y un amo rpido en acudir con la escopeta. Ciertamente estaba muertecita de hambre cuando encontr unas parras silvestres de las que colgaban unos suculentos racimos de doradas uvas, debajo de la parra haba unas piedras, como protegindolas.Al fin va a cambiar mi suerte, pens relamindose, parecen muy dulces. Se puso a brincar, intentando alcanzarlos, pero se senta muy dbil, sus saltos se quedaban cortos los racimos estaban muy altos y no llegaba. As que se dijo: Para que perder el tiempo y esforzarme, no las quiero, no estn maduras. Pero resulta que si la zorra hubiese trepado por las piedras parndose en dos patas hubiese alcanzado los racimos, esta vez le falt algo de astucia a doa zorra, parece ser que el hambre no la deja pensar. MORALEJA:- Hay que esforzarse para conseguir lo que se desea pero pensando primero que es lo que queremos y como conseguirlo, no sea que nos pongamos a dar brincos cuando lo que necesitamos es estirarnos, y perdamos el tiempo y el esfuerzo.

2.-El burro flautista Esta fabulilla, salga bien o mal, me ha ocurrido ahora por casualidad. Cerca de unos prados que hay en mi lugar, pasaba un borrico por casualidad. Una flauta en ellos hall, que un zagal se dej olvidada por casualidad. Acercndose a olerla el dicho animal y dio un resoplido por casualidad. En la flauta el aire se hubo de colar, y son la flauta por casualidad. Oh!, dijo el borrico. Qu bien s tocar! Y dirn que es mala la msica asnal! Sin reglas del arte borriquitos hay que una vez aciertan por casualidad. MORALEJA:- Sin reglas del arte, el que en algo acierta, acierta por casualidad.

3.-El pastor mentiroso Apacentando un joven su ganado, grit desde la cima de un collado: Favor! que viene el lobo, labradores. stos, abandonando sus labores, acuden prontamente, y hallan que es una chanza solamente. Vuelve a clamar, y temen la desgracia; segunda vez la burla. Linda gracia! Pero qu sucedi la vez tercera? que vino en realidad la hambrienta fiera. Entonces el zagal se desgaita, y por ms que patea, llora y grita, no se mueve la gente, escarmentada; y el lobo se devora la manada. MORALEJA:- Cuntas veces resulta de un engao contra el engaador el mayor dao!

4.-La gallina de los huevos de oro Un buen da, un hombre paseaba por el bosque y se encontr una hermosa gallina. Se la llev a su casa y a los pocos das se dio cuenta de que cada da pona un huevo de oro . Se crey que dentro del estmago de la gallina habra mucho oro y se hara rico y la mat. Pero cual fue su sorpresa cuando al abrirla vio que por dentro era igual que las dems gallinas. Resulta que la gallina pona huevos de oro pero ella no era de oro. De modo que como la haba matado se qued sin la riqueza que la madre naturaleza le haba otorgado al dejarle en el bosque la gallina de los huevos de oro. MORALEJA:- Estad contentos con lo que tenis y huid de la insaciable codicia.

5.-El len y el ratn Unos ratoncitos, jugando sin cuidado en un prado, despertaron a un len que dorma plcidamente al pie de un rbol. La fiera, levantndose de pronto, atrap entre sus garras al ms atrevido de la pandilla.

El ratoncillo, preso de terror, prometi al len que si le perdonaba la vida la empleara en servirlo; y aunque esta promesa lo hizo rer, el len termin por soltarlo. Tiempo despus, la fiera cay en las redes que un cazador le haba tendido y como, a pesar de su fuerza, no poda librarse, atron la selva con sus furiosos rugidos. El ratoncillo, al orlo, acudi presuroso y rompi las redes con sus afilados dientes. De esta manera el pequeo ex prisionero cumpli su promesa, y salv la vida del rey de los animales. El len medit seriamente en el favor que acababa de recibir y prometi ser en adelante ms generoso.

MORALEJA:- En los cambios de fortuna, los poderosos necesitan la ayuda de los dbiles.

ANCDOTAS

El mitinTemprano en la maana un grupo de hombres monta la tarima donde ser el mitin de la tarde. A media maana llegan los del sonido con su equipo, su bocinas y micrfonos. Llegar al pueblo uno de los candidatos a la presidencia. Antes de l, estar una guapa cantante grupera, que se encargar de levantar el ambiente para que el candidato agarre al pueblo ya animado. En el camino hacia el pueblo, en la camioneta que traslada al candidato, est el asesor de marketing, puntualizando algunas cosas que debe decir el candidato en el mitin. El candidato lo escucha como si fuera

un predicador, el mago que le ayudar a llegar al poder. Pero en el pueblo lo espera un grupo de vecinos que subversivamente tomar el micrfono.

El viejo del barrancoTodos los viernes a las cinco de la tarde nos bamos al barranco con el Carlos y el Chejo. Vivamos en la misma colonia e bamos al mismo colegio, a pocas cuadras de nuestras casas. Nos juntbamos en la casa del Chejo y bajbamos hasta la casa del viejo, que nos esperaba sentado en su mecedora fumando un cigarrillo mentolado. Sonrea al vernos llegar, con los dientes amarillos que tena. Se acariciaba la barba blanca y nos daba la bienvenida mientras se segua meciendo. Le llevbamos la comida que nos peda: a veces fruta, a veces pan, otras veces pollo o carne. Mientras observaba lo que habamos llevado, nos deca, siempre, que si estbamos listos para volar.

La entrevistaJuventino Lpez, un tipo simptico de menos de treinta aos, lleva seis meses sin empleo. Todos los lunes y los jueves revisa minuciosamente los clasificados de la prensa para seleccionar algunas ofertas, ir a dejar currculums y esperar. Casi todas las semanas ha tenido entrevistas. Siempre le dicen que lo llamarn si logra pasar la revisin. En ocasiones lo llaman para hacer una segunda prueba. Quedan de llamarlo, pero igual, no llaman. Un da lee un anuncio y decide llamar.

Lo atiende la seorita Lupita, y lo cita para una entrevista por la tarde.

La casa redondaCuando yo tena siete aos mi pap ley en el peridico una noticia sobre una casa redonda que poda girar como si fuera un carrusel. Como mi pap era ingeniero, la noticia le caus tal emocin que dijo que tena que hacer algo igual. Me dijo ese da que bamos a vivir en una casa que da vueltas. A los pocos das me mostr en la cena los primeros bosquejos de la casa. La termin de construir dos aos despus. Cuando nos pasamos a vivir ah, mi pap y yo, nos dimos cuenta que la gente que nos visitaba cambiaba, como si el giro de la casa tambin provocara un giro en la vida de las personas.

Gotas de chocolateMarta llega a la escuela y la recibe con un abrazo Miguel, uno de sus alumnos de kinder. El nio le cuenta que ayer fue con su pap al cine y la pas bien. Marta sonre y le dice que se alegra mucho, lo toma de la mano y se encamina al aula. All encuentra a sus dems alumnos, que le dicen buenos das y la rodean, cada uno contando lo que hacen o hicieron. Laura, la ms pequea, est llorando. Juan, el ms travieso, est subido en una silla queriendo alcanzar uno de los dibujos pegados a la pared. En un momento, todos los nios gritan. Marta los llama al silencio y les dice que hoy va a ser un da muy bonito, van a pintar, a cantar y a jugar. Todo parece normal, hasta que se escuchan unos disparos afuera de la escuela.

La Bobina Maravillosa

Erase un principito que no quera estudiar. Cierta noche, despus de haber recibido una buena regaina por su pereza, suspiro tristemente, diciendo: Ay! Cundo ser mayor para hacer lo que me apetezca? Y he aqu que, a la maana siguiente, descubri sobre su cama una bobina de hilo de oro de la que sali una dbil voz: Trtame con cuidado, prncipe. Este hilo representa la sucesin de tus das. Conforme vayan pasando, el hilo se ira soltando. No ignoro que deseas crecer pronto... Pues bien, te concedo el don de desenrollar el hilo a tu antojo, pero todo aquello que hayas desenrollado no podrs ovillarlo de nuevo, pues los das pasados no vuelven. El prncipe, para cersiorarse, tiro con mpetu del hilo y se encontr convertido en un apuesto prncipe. Tiro un poco mas y se vio llevando la corona de su padre. Era rey! Con un nuevo tironcito, inquiri: Dime bobina Cmo sern mi esposa y mis hijos? En el mismo instante, una bellsima joven, y cuatro nios rubios surgieron a su lado. Sin pararse a pensar, su curiosidad se iba apoderando de l y sigui soltando mas hilo para saber como serian sus hijos de mayores. De pronto se miro al espejo y vio la imagen de un anciano decrpito, de escasos cabellos nevados. Se asusto de s mismo y del poco hilo que quedaba en la bobina. Los instantes de su vida estaban contados! Desesperadamente, intento enrollar el hilo en el carrete, pero sin lograrlo. Entonces la dbil vocecilla que ya conoca, hablo as: Has desperdiciado tontamente tu existencia. Ahora ya sabes que los das perdidos no pueden recuperarse. Has sido un perezoso al pretender pasar por la vida sin molestarte en hacer el trabajo de todos los das. Sufre, pues tu castigo. El rey, tras un grito de pnico, cay muerto: haba consumido la existencia sin hacer nada de provecho.

El Cedro Vanidoso Erase una vez un cedro satisfecho de su hermosura. Plantado en mitad del jardn, superaba en altura a todos los dems arboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que pareca un gigantesco candelabro. Si con lo hermoso que soy diera adems fruto, se dijo, ningun arbol del mundo podra compararse conmigo. Y decidi observar a los otros arboles y hacer lo mismo con ellos. Por fin, en lo alto de su erguida copa, apunto un bellsimo fruto. Tendr que alimentarlo bien para que crezca mucho, se dijo. Tanto y tanto creci aquel fruto, que se hizo demasiado grande. La copa del cedro, no pudiendo sostenerlo, se fue doblando; y cuando el fruto maduro, la copa, que era el orgullo y la gloria del rbol, empez a tambalearse hasta que se troncho pesadamente. A cuantos hombres, como el cedro, su demasiada ambicin les arruina!

El Mueco de Nieve Haba dejado de nevar y los nios, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recin formada. La hija del herrero, tomando puados de nieve con sus manitas hbiles, se entrego a la tarea de moldearla. Hare un mueco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo. Le salio un niito precioso, redondo, con ojos de carbon y un boton rojo por boca. La pequea estaba entusiasmada con su obra y convirtio al mueco en su inseparable compaero durante los tristes dias de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba... Pero pronto los dias empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas calidos... El mueco se fundio sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un boton rojo. La nia lloro con desconsuelo. Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lagrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran leccion: ahora ya sabes que no debe ponerse el corazn en cosas perecederas.

El Viajero Extraviado Erase un campesino suizo, de violento carcter, poco simptico con sus semejantes y cruel con los animales, especialmente los perros, a los que trataba a pedradas. Un da de invierno, tuvo que aventu-rarse en las montaas nevadas para ir a recoger la herencia de un pariente, pero se perdi en el camino. Era un da terrible y la tempestad se abati sobre l. En medio de la oscuridad, el hombre resbal y fue a caer al abismo. Entonces llam a gritos, pidiendo auxilio, pero nadie llegaba en su socorro. Tena una pierna rota y no poda salir de all por sus propios medios. -Dios mo, voy a morir congelado... -se dijo. Y de pronto, cuando estaba a punto de perder el conocimiento, sinti un aliento clido en su cara. Un hermoso perrazo le estaba dando calor con inteligencia casi humana. Llevaba una manta en el lomo y un barrilito de alcohol sujeto al cuello. El campesino se apresur a tomar un buen trago y a envolverse en la manta. Despus se tendi sobre la espalda del animal que, trabajosamente, le llev hasta lugar habitado, salvndole la vida. Sabis, amiguitos qu hizo el campesino con su herencia? Pues fundar un hogar para perros como el que le haba salvado, llamado San Bernardo. Se dice que aquellos animales salvaron muchas vidas en los inviernos y que adoraban a su dueo...

El Cedro Vanidoso Erase una vez un cedro satisfecho de su hermosura. Plantado en mitad del jardin, superaba en altura a todos los demas arboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecia un gigantesco candelabro. Si con lo hermoso que soy diera ademas fruto, se dijo, ningun arbol del mundo podria compararse conmigo. Y decidio observar a los otros arboles y hacer lo mismo con ellos. Por fin, en lo alto de su erguida copa, apunto un bellisimo fruto. Tendr que alimentarlo bien para que crezca mucho, se dijo. Tanto y tanto creci aquel fruto, que se hizo demasiado grande. La copa del cedro, no pudiendo sostenerlo, se fue doblando; y cuando el fruto

maduro, la copa, que era el orgullo y la gloria del arbol, empezo a tambalearse hasta que se troncho pesadamente. A cuantos hombres, como el cedro, su demasiada ambicion les arruina!

Leyenda de la seguaHay varias leyendas de la Segua. Una de ellas cuenta que es una joven muy linda, que persigue a los hombres mujeriegos para castigarlos.

Se aparece de pronto en el camino pidiendo que el jinete la lleve en su caballo, pues va para el pueblo ms cercano. Y dicen que ningn hombre se resiste a su ruego. Hay quienes le ofrecen la delantera de la montura y otros la llevan a la polca. Para ella es lo mismo. Pero a medio camino, si va adelante vuelve la cabeza y si va atrs hace que el jinete la vuelva. Entonces aquella hermosa mujer ya no es ella. Su cara es como la calavera de un caballo, sus ojos echan fuego y ensea unos dientes muy grandes, al mismo tiempo que se sujeta como un fierro al jinete. Y el caballo, como si se diera cuenta de lo que lleva encima, arranca a correr como loco, sin que nada lo pueda detener. Otras leyendas cuentan que las Seguas son varias. Y no faltan ancianos que aseguren que cuando ellos eran jvenes atraparon a una Segua. Pero que una vez atrapada y echa prisionera se les muri de vergenza. Y que al da siguiente no encontraron el cadver, sino solamente un montn de hojas de guarumo, mechas de cabuya y cscaras de pltano.

Los penitentes de la RecoleccinTodos los das a los doce de la noche, los vecinos del Barrio de La Recoleccin escuchan pasos de encadenados. Todos los das a los doce de la noche, los vecinos del Barrio de La Recoleccin escuchan pasos de encadenados. Son penitentes fantasmas que quieren librarse de sus culpas. Cuando los han visto no solo van encadenados sino con capuchones antiguos. Algunos se flagelan. Son animas por las cuales las viejitas dicen hay que rezar.

Verlos atemoriza pero tambin produce pena y compasin porque a nadie le gustara estar eternamente encadenado a sus malas acciones.

Las Leyendas del origen del lago de Atitlan Pais del AguaLos orgenes del Lago de Atitln son de hace mucho tiempo cuando los cakchiqueles dieron muerte a saetazos a Tolgom. Los kaqchikel o posiblemente los k iche , ya que los mismos vivan en constantes amenazas, pugnas, envidias y guerras hacia el siglo XV. As ellos acuaron el citado vocablo, mismo que est constituido por lo siguiente: Atit femenino, designa la luna y Atit seala a la mujer anciana, dos veces abuela, y Al designa el gnero masculino, varn.

Unidos los dos trminos, uno se sustantiva y el otro se adjetiva en Atit Al, pero ya en la interpretacin que le dieron los primeros castellanos, en el siglo XVI se convirti en Atitln, suprimieron la vocal despus de la consonante T y le agregaron una N al final Atitln. Los orgenes del Lago de Atitln son de hace mucho tiempo cuando los cakchiqueles dieron muerte a saetazos a Tolgom: se marcharon ms all del lugar de Qakbatzul y arrojaron a la laguna los pedazos de Tolgom. Desde entonces es famosa la punta del cerro del lanzamiento de Tolgom. Enseguida dijeron: Vamos adentro de la laguna. Pasaron ordenadamente y sintieron todos mucho miedo cuando se agit la superficie del agua. De all se dirigieron a los lugares llamados Panpat y Payn Chocol, practicando sus artes de hechicera. All encontraron nueve zapotes en el lugar de Chitulul. A continuacin comenzaron a cruzar el lago todos los guerreros yendo por ltimo Gagavitz y su hermana llamada Chetehauh. Hicieron alto y construyeron sus casas en la punta llamada actualmente Qabouil Abah. Enseguida se march Gagavitz; fue realmente terrible cuando lo vieron arrojarse al agua y convertirse en la serpiente emplumada. Al instante se obscurecieron las aguas, luego se levant un viento norte y se form un remolino en el agua que acab de agitar la superficie del lago. Los poblados mencionados han de haber estado en la parte noroeste del lago, mientras que lo siguiente pudo haber sucedido cercano al actual Santiago Atitln: All deseaban quedarse las siete tribus, queran ver la ruina del poder de los zutujiles. Cuando aquellos bajaron a la orilla del agua y se detuvieron all, les dijeron a los descendientes de los Atziquinahay: Acaba de agitarse la superficie de nuestra laguna, nuestro mar oh hermano nuestro! Que sea para ti la mitad del lago y para ti una parte de sus frutos, los patos, los cangrejos, los pescados, les dijeron. Y despus de consultar entre s, contestaron: Est bien, hermano. La mitad de la

laguna es tuya, tuya ser la mitad de los frutos, los patos, cangrejos y pescados, la mitad de las espadaas y las caas verdes. Y as tambin juntar la gente todo lo que mate entre las espadaas. As respondi el Atziquinahay. De esta manera fue hecha la divisin del lago, segn contaban nuestros abuelos. Y as fue tambin como nuestros hermanos y parientes se quedaron con los zutujiles. Pero nosotros no aceptamos la invitacin para quedarnos. Nuestros primeros padres y abuelos, Gagavitz y Zactecauh se fueron y pasaron adelante entre las tinieblas de la noche. Cuando hicieron todo esto no haba brillado la aurora todava, segn contaban, pero poco despus les alumbr. Luego llegaron al lugar de Pulchich, de donde partieron en grupos

El Perro y Kakasbal13 Abr, 2004 - 08:32:00

Un hombre era tan pobre que siempre estaba de mal humor y as no perda la ocasin de maltratar a un infeliz perro que tena.

Kakasbal [espritu del mal], que est en todo, vio que poda sacar partido de la inquina que seguramente el perro senta contra su amo y as se le apareci y le dijo: Ven ac y dime qu te pasa, pues te veo triste. Cmo no he de estarlo si mi amo me pega cada vez que quiere respondi el perro. s que es de malos sentimientos. Por qu no lo abandonas? Yo mi amo y debo serle fiel. Es podra ayudarte a escapar. Yo Por nada le dejar. Nunca agradecer tu fidelidad. importa, le ser fiel. No Pero tanto insisti Kakasbal que el perro, por quitrselo de encima, le dijo: Creo que me has convencido dime, qu debo hacer? Entrgame tu alma.

qu me dars a cambio? Y que quieras. Lo Dame un hueso por cada pelo de mi cuerpo. Acepto. Cuenta, pues... Y Kakasbal se puso a contar los pelos del perro pero cuando sus dedos llegaban a la cola, ste se acord de la fidelidad que deba a su amo y peg un salto y la cuenta se perdi. Por qu te mueves?le pregunt Kakasbal. puedo con las pulgas que me comen da y noche. Vuelve a empezar. NoEL HOMBRE QUE VENDIO SU ALMA

Cierta vez un hombre bueno pero infeliz decidi salir de apuros vendiendo su alma al diablo.

Invoc a Kizn y cuando los tuvo delante le dijo lo que quera. A Kizn le agrad la idea de llevarse el alma de un hombre bueno. A cambio de su alma el hombre pidi siete cosas una para cada da. Para el primer da quiso dinero y en seguida se vio con los bolsillos llenos de oro. Para el segundo quiso salud y la tuvo perfecta. Para el tercero quiso comida y comi hasta reventar. Para el cuarto quiso mujeres y lo rodearon las ms hermosas. Para el quinto quiso poder y vivi como un cacique. Para el sexto quiso viajar y, en un abrir y cerrar de ojos, estuvo en mil lugares. Kizn le dijo entonces: Ahora qu quieres? Piensa en que es el ltimo da. Ahora slo quiero satisfacer un capricho. Dmelo y te lo conceder. Quiero que laves estos frijolitos negros que tengo, hasta que se vuelvan blancos. Eso es fcil dijo Kizn. Y se puso a lavarlos, pero como no se blanqueaban, pens: "Este hombre me ha engaado y perd un alma. Para que esto no me vuelva a suceder, de hoy en adelante habr frijoles negros, blancos, amarillos y rojos".