1. Francisco Briceo L

2. En todas las pocas los hombres y lasmujeres han adornado y colocado joyasa sus cuerpos. El deseo de adornar elcuerpo con cosmticos coloridos, joyascostosas y prendas llamativas, hadejado sin tocar a pocos. De modo queno debe sorprender que a travs de lahistoria bblica y cristiana hayan habidofrecuentes llamados a vestir modesta ydecentemente, sin joyas brillantes o ropasuntuosa. 3. Las enseanzas bblicas sobre el vestido y los adornosson especialmente importantes para nuestro tiempo,cuando el inters de la industria de la moda es venderropa, joyas, y cosmticos que explotan los poderososinstintos sexuales del cuerpo humano, aunque estosignifique comercializar productos indecentes que soloalimentan el orgullo y la sensualidad. Los cristianos noson inmunes a estas presiones del mercado. Uncreciente nmero de ellos lleva puestos aros, collares,pulseras, anillos en los dedos, o ropa provocativa. Elrazonamiento parece ser: Todo el mundo los usa! Elcristianismo es ms que alhajas y ropa. Nodebiramos permitir que cosas menores oscurezcanlos temas ms importantes de la fe cristiana. 4. Esta nueva tendencia plantea un crucialinterrogante: Debiera la iglesia cristianamantener en alto la norma bblica sobre elvestido y los adornos, o debiera suavizarsu norma como lo han hecho otrasdenominaciones? Para encontrar unarespuesta a estas preguntas heexaminado los ejemplos, alegoras yamonestaciones bblicas con respecto alas joyas, cosmticos y ropa. 5. Principio 1Las vestimentas y la apariencia son un indicadorimportante del carcter cristiano: somos lo que vestimos.Nuestra apariencia exterior es un testimonio visible ysilencioso de los valores cristianos que adoptamos. Ascomo el mundo se viste para agradar a otros y a s mismos,el cristiano se viste para agradar a Dios. Todo lo que hagocon mi tiempo, dinero, etc., refleja la manera como Cristoha transformado mi vida. El testimonio ms eficiente delcambio que Cristo oper en el interior, no es una sonrisacon labios pintados de una mujer seductora, sino el rostroradiante de una dama cristiana vestida con decoro. 6. Principio 2 Adornar nuestros cuerpos con cosmticosinapropiados y vestimenta lujosa revela orgulloy vanidad: el nombre de Jezabel se transformen un nombre de seduccin en la historiabblica. Tanto en el AT como en el NT,encontramos que el uso de joyas, zarcillos ycosmticos tenan como propsito seducir.Tanto Pedro como Pablo reconocen que losornamentos exteriores del cuerpo soninconsistentes con el ornamento ntimo delcorazn, un espritu manso y de buenas obras. 7. Principio 3Para experimentar una renovacin espiritualntima y una reconciliacin con Dios, esnecesario eliminar los elementos de idolatra,incluyendo joyas y ornamentos: las referenciasde Gn. 35 y Ex. 33 nos ensean que el uso dejoyas y ornamentos contribuye para unarebelin contra Dios, porque lleva a la autoglorificacin, y una remocin facilita lareconciliacin con Dios. 8. Principio 41.Los cristianos deben vestirse de modo decente ymodesto, demostrando respeto por Dios, por smismos y por los dems: los cristianos deben vestirsede una manera bien ordenada, decorosa, decente, sincausar vergenza o tristeza a Dios. Podemos violarel cdigo cristiano de la vestimenta modesta por lanegligencia en la apariencia personal tanto como pordedicarle una atencin excesiva. 9. Principio 5Los cristianos deben vestirse sobriamente,evitando la auto exhibicin mediante el usode ropa seductora, cosmticos y joyas: esteprincipio lo encontramos en 1 Tim. 2:9. Sedebe tener dominio propio para vestirse conropas decentes y adecuadas. Tambinincurrir en gastos que exceden nuestrasposibilidades, es incompatible con el principiocristiano de la mayordoma. 10. Principio 6 El uso de anillos no es compatible con losprincipios bblicos de la modestia; histricamente,su uso tent al pueblo a usar otros tipos de joyas: los anillos parecen ejercer casi una atraccinfatal. El pueblo que se siente atrado por el uso deanillos, fcilmente es tentado al uso de joyas engeneral. Para prevenir esta situacin, es mejor no usar alianza, a menos que socialmente su uso sea obligatorio. 11. Principio 7Los cristianos deben respetar la distincinentre los sexos, usando ropas que afirmen tantola identidad masculina y femenina: las ropasdefinen nuestra identidad y ayudan adesarrollarla. Somos los que vestimos, ymuchas veces nos convertimos en lo que nosvestimos.